Álvaro Pombo ha celebrado
una conferencia sobre el eros, el amor, en la biblioteca de la alhóndiga, edificio Azcuna. La polisemia amor
amistad atrae a unos y otros más. Distintos sexos y generaciones se atraen. El amor
permite una colaboración inteligente con la naturaleza. En el banquete de
Platón ya se distingue entre lo que es el sexo pandémico y el amor elevado, uránico,
platónico. Para los Epicúreos y platón el amor es muy importante. El amor entra
por los ojos, en forma de demonios pequeños. Si las flechas de Cupido alcanzan
el corazón estás perdido. Licrecipo entra físicamente al amor. La belleza entra
por los sentidos, es algo agónico. Ni la verdad ni la bondad entran por los
sentidos pero el amor sí, dirá Platón. El amor es ciego y esto se ve en los
desnudos clásicos griegos con ojos que no ven, ojos ciegos, como el de la
justicia con una venda en los ojos. Kinkeggard señaló que la escultura griega
no tienes ojos, no miran, su mirada en n blanco y ensimismada no mira a nadie
directamente. A partir cristianismo vemos además de la figura el rostro. Nos acostumbramos
a mirar la cara espejo del alma. Y el peor rostro es el de la calavera. Dios es
el ojo que nos mira. El amor era censurado en todas las épocas. Sobretodo el
corporal pero ya los griegos adoraban el cuerpo físico. La iglesia consideraba
pecado el placer pues el sexo sólo debía hacerse para procrear. Se condena la
materia de Aristóteles, la materia cuantum. Oscar Wilde decía que los pueblos
del norte han perdido el sol y por tanto el cuerpo. Sin embargo, para los
griegos y las culturas mediterráneas, africanas y árabes el cuerpo es muy
importante. En obras como la celestina se ve la separación entre el sexo de los
criados y el amor puro de Calixto y Melibea. En la edad media solo se permitía en
teoría las relaciones dentro del matrimonio.
En Europa es dónde se
desarrolló la ilustración que nos hacía ver a los intelectuales racionalistas como una cabeza pensante
sin cuerpo. Pienso, luego existo, pero existo porque vivo (añadiría yo) Kant,
Hegel, Marx…son doctrinas racionalistas que olvidan el cuerpo, como la escolástica
medieval. Será Nietzsche, Shopenhauer, los románticos y existencialista los que
volverán a poner de moda el amor sexual. Los
románticos son los primeros que ven que amor y sexo pueden estar unidos.
El Eros, el principio de
placer que decía Freud, unifica el mundo o lo destruye. La mujer estaba
reprimida durante toda la historia, debía llevar enormes miriñaques oprimidos,
solo se les ve la cabeza. Esos cuerpos vestidos y encorsetados están falsificados,
cosificados. El destape en la España tardo franquista empieza con la minifalda
y esas películas con un zoom horrible. Empiezan los primeros desnudos, la
revista interviu y las americanas; play boy, penhause… las chicas de falange en
los 60 iban con pololos. Luego surge la imagen de la chica pogre.
Aún ahora hay gente que
dice que el problema de nuestros días es que hay mucho mariquita (Álvaro es
homosexual). La ultraderecha hace presión en nuestros días, una derecha
parecida a la fascista de la guerra mundial. Álvaro habló de cómo trataba Thomas
Man el tema del amor y el matrimonio. ¿el Amor matrimonial con sustancia o el
mero amor sensible a la belleza y el placer? Esto se ve en muerte en Venecia,
un amor platónico sin consumación, sólo estético. Los románticos morían hedónicamente
por amor, era un amor estético e intelectual, al borde del thanatos estaba el
eros, el sexo, la emoción que se diluye y no coagula. “El matrimonio y la
familia ya no pueden ser porque ha desaparecido el servicio doméstico,
conservado hasta los años 50”, ironiza el escritor. Por eso surgen nuevas
formas de familia; la familia monoparental..
El matrimonio no es eros
porque con el tiempo la pasión sexual disminuye o se extingue. Los gays han
descubierto el matrimonio anteayer. El amor tiene intensidad y diferencia. La persona
amada es misteriosa y ausente por cerca que estemos de ella. No importa en el
amor que la amada no haya existido jamás o q este muerta porque podemos amar a
una idea, a un recuerdo, a una imagen. El amor, ya lo vieron los románticos, es
fantasía. En Viridiana de Buñuel él ama a una muerta. Álvaro habló del mito del
Quijote. Y del amor actual. Hay cuadrillas de chicos y chicas cerradas y se
prefiere la virtualidad del ordenador (mesenger, skype, periscope, facebook, Instagram,
wasap, twitter, linkedin…) a las relaciones sociales convencionales. Álvaro veía
películas pornográficas homosexuales por ver si al final acaba en bodorrio la
cosa. Oscar Wilde(un escritor que Álvaro cita mucho) decía que en el matrimonio
ser tres era no ser dos, ni siquiera ser uno. Hemos de distinguir el erotismo
de la pornografía. Habló del pacto de amor libre de Sartre, de Bataille y la
filosofía francesa. De que la idea del boyeur o espía tiene un fondo psicoanalítico.
El deseo no puede ser satisfecho nunca. La satisfacción del deseo es aparente.
¿por qué seguimos creyendo a Freud? Machado decía que el deseo imposible
gratifica, que amamos lo que no tenemos, lo que envidiamos. En la última novela
de Pombo el protagonista Gonzalito imagina el cuerpo del otro, hay muchas
escenas eróticas. Es un frustrado, que asesina al que ama. La novela habla de
esa sombra del amor que existe antes de que el amor acabe. Cernuda dedicó su
poesía al tema del eros. Y Platón, que aunque echara a los poetas de la
república, era él mismo el mayor poeta del momento. Los amores de ahora se
viven en el simulacro informativo y no en la realidad. La filosofía y la poesía
son siempre humanidades del cuerpo, no de la pantalla de un ordenador. Habló de
Gil de Biedma y de la escuela de Frankfurt de Marcuse y Eric Fromm. Este último
tiene un libro precioso que es el arte de amar. El amor no remplaza el acto de
existir. Existen en el amor dos que unen sus existencias. amor quiero que
existas, quiero tu existir en tu libertad. O en palabras de García Calvo; amor,
te quiero libre. “estas líneas escribo únicamente por estar contigo”. El amor
era imposible para Sartre. Hay amor carnal y amor más intelectual, reflexivo,
consciente, como el de Petrarca a Laura. El escritor arremetió contra la derecha
eclesiástica que prohíbe el condón en áfrica o el matrimonio homosexual. La izquierda
es más progresista. Habló de la representación arcaica en un tronco de Cupido
con su flecha. Analizó un poco la obra eros y civilización de Marcuse que
escribió en mayo del 68; el sexo es la última cosa de verdad, la única cosa que
florece, es revolucionario, el eros hace levantarse a la calle a las barricadas
y adoquines. El amor no es algo unidireccional
o tecnológico sino bidireccional y humanista. Marcuse hablaba del eros, de la
libertad y la elección con multiplique posibilidades de equivocarnos en el
amor. Pablo VI fue un hombre moderno antes de Juan Pablo i, después concilio Vaticano
2, que permitió mas libertad en las relaciones. El amor sin consecuencias
(embarazo) es hedonismo, búsqueda del placer. Habló de Ovidio y los desnudos
femeninos en la literatura latina. Los griegos llamaban al cuerpo derma y soma
(soma como el mundo feliz de Huxley) El amor es también sexo, sin censurarlo,
es algo de piel y natural. El erotismo es casto, no profana la pureza de los
dos. Es compatible el amor romántico y el sexual. El sexo sigue siendo algo
romántico y de limpieza de corazón. El romano Catulo fue casto en su vida, e impúdico
en sus versos (o al revés) Se puede ser un poco moñas y púdico y erótico a la
vez. En el banquete el viejo Alfidiades tenía una última esperanza; que los
viejos como yo podamos cortejar al mas guapo modelo de Atenas
Helena fue la mujer mas guapa de la época. Y costó una guerra, la de Troya, entre su marido Menelao (Y Agamenón su hermano) y París, su amante. Era un escándalo en la época que los viejos y los feos amaran pero Platón dijo que el amante siempre es más feo que lo amado pues el amante ama lo que no tiene, aspira a la belleza del ser amado. Sócrates tenía una cabeza de fauno, era viejo y Platón tenía mucha espalda, se le conocía como el de las anchas espaldas. En el otoño de los viejos se es más ardiente que en la primavera de los jóvenes. Los griegos pusieron de moda la orgía, algo que copiaron los romanos. Aquellas fiestas y banquetes interminables donde vomitaban la comida, aquellas orgías efebos maestros, fueron el comienzo del fin, culpables de la decadencia y caída del imperio romano.
San Agustín tenía su
filosofía sobre el amor. Haz lo que quieras era su divisa literaria. El que ama
piensa en el otro, el amor es muy intenso. San Agustín en sus confesiones habla
de su juventud llena sexo y pasiones. San Agustín embarazó a una mujer negra
pero escapó y no se casó con ella. Fue su madre Santa Mónica la que le
convirtió al cristianismo y le bautizó. San Agustín le pedía a dios castidad; dame
castidad, señor, pero todavía no. El pecado original de los niños y la
pederastia estaba disfrazado de la gracia en la edad media.
Álvaro Pombo es filósofo,
maestro y novelista. es activista del día del orgullo gay. El escritor
homosexual Eduardo Mendicutti le llama pre gay. Álvaro Pombo le contentó; tengo
75 años, soy pre todo. Pombo es defensor de los gays pero el día del orgullo le
parece que han hecho una fiesta como la macarena, un espectáculo mediático y
multitudinario donde los hombres se desnudan y enseñan el culo. Como una
romería del orgullo gay. Como un aquelarre celebrando la venida del anticristo
y carrozas llenas de cosas de mal gusto. Una fiesta en la que todo el el mundo
ama a todo el mundo. Pombo ironiza; el titular de mi conferencia será “el
orgullo gay es como la macarena”
Álvaro Pombo y García de los Ríos (Santander, 23 de junio de 1939) es un poeta, novelista, político y activista español. Álvaro Pombo nació en Santander en el seno de una familia de la aristocracia cántabra. Hijo de Cayo Pombo e Ybarra (perteneciente a la familia Ybarra) y de Pilar García de los Ríos y Caller, descendiente de Juan Pombo Conejo marqués de Casa Pombo y primo hermano de Emilio Botín.Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y Bachelor of Arts en Filosofía por el Birkbeck College de Londres, donde vivió desde 1966 a 1977.
Desde que en 1973 se publicó su primer libro de poesía, Protocolos, Álvaro Pombo se ha considerado una voz personal y única en la literatura española. Solo cuatro años después de la publicación de aquellos versos, Pombo ganó el premio El Bardo con su obra Variaciones en 1977. Ese año regresó a España, publicándose también su primer volumen de narrativa, Relatos sobre la falta de substancia, que contenía un gran número de historias cortas protagonizadas por personajes homosexuales. El tema gay estará presente también en otras obras suyas.
Ha reconocido públicamente su homosexualidad en numerosas entrevistas, dando su opinión a ciertos temas como el matrimonio homosexual.[1]
En 1983, ya instalado en Madrid, ganó el primer Premio Herralde con la novela El héroe de las mansardas de Mansard, inaugurando así la colección Narrativas Hispánicas de Anagrama, donde ha publicado casi todas sus novelas y a la que se ha declarado públicamente fiel.
A pesar de considerarse a sí mismo poeta, siempre ha sido más conocido como novelista, calidad en la que ha ganando varios galardones. Su estilo, único y original, a pesar de ser clasificado dentro del realismo subjetivo, lo ha situado siempre como una figura crucial en las letras españolas. La maestría con la que usa el lenguaje, propia de un poeta verdadero, y el uso chocante y contagioso del humor en todas sus novelas dan forma a una prosa única, elogiada por críticos y escritores de toda índole.[2]
Aficionado a la historia medieval y la filosofía fenomenológica, en todos sus libros se mezclan la investigación psicológica y la preocupación filosófica. Él mismo define su método literario como psicología-ficción.
Sus primeras obras pueden considerarse pesimistas, presentando siempre situaciones, argumentos y personajes sin esperanza, pero su narrativa da un giro con la publicación de El metro de platino iridiado (1990), quizás su obra maestra, ganadora del Premio Nacional de la Crítica. En esa novela Pombo empieza a ejercer lo que llamó "la poética del Bien", donde la ética, la humanidad y, en definitiva, el Bien, parecen ser el objetivo de su trabajo. En Contra natura (2005), Pombo expresa sus críticas hacia una excesiva "mercadotecnia" y "trivialización" de la homosexualidad que, en su opinión, está llevando a cabo una parte del colectivo.
Álvaro Pombo ingresó en la Real Academia Española el 20 de junio de 2004, propuesta su candidatura por Luis María Ansón, Luis Mateo Díez y Francisco Rico, ocupando el sillón j que dejó a su muerte Pedro Laín Entralgo. Su discurso[3] de ingreso en la Academia se tituló Verosimilitud y verdad; en él, Pombo reflexionó acerca de la reserva del término "verdad" para el razonamiento y "verosimilitud" para lo narrativo-contemplativo.
El 16 de octubre de 2006 se le proclama ganador del premio Planeta, el más popular de cuantos existen de literatura en España, por la novela La fortuna de Matilda Turpin.
Aunque él mismo es un homosexual declarado, se ha manifestado en contra del concepto de matrimonio para personas del mismo sexo. Esa palabra "referida al ámbito gay me da risa", dijo en el programa Los desayunos de TVE en noviembre de 2011.[4] Ante el revuelo que causó esta declaración, UPyD, el partido de Pombo, se apresuró a precisar a través de Twitter "que su programa electoral defiende el matrimonio entre personas del mismo sexo".[4]
En los últimos tiempos ha sido un activo colaborador del partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), en el que representa a su sector más progresista[En las elecciones españolas de 2008 encabezó la lista al Senado por la Comunidad de Madrid.[7] Pombo fue el décimo candidato por número de votos, el primero tras los candidatos de PSOE, PP e Izquierda Unida; en las de 2011 repitió como candidato al Senado por Madrid por UPyD y fue séptimo más votado en la circunscripción capitalina.[8]
En enero de 2012, Álvaro Pombo fue entrevistado por la revista chilena The Clinic. Pombo realizó unas declaraciones contemporizadoras respecto a las figuras de Augusto Pinochet y de Francisco Franco:[9]
Narrativa
- Relatos sobre la falta de sustancia (1977)
- El héroe de las mansardas de Mansard (1983) Premio Herralde de Novela
- El hijo adoptivo (1984). Llevada al cine por Juan Pinzás en El juego de los mensajes invisibles (1991)
- Los delitos insignificantes (1986)
- El parecido (1979)
- El metro de platino iridiado (1990) Premio Nacional de la Crítica
- Aparición del eterno femenino contada por S. M. el Rey (1993)
- Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995)
- Vida de San Francisco de Asís (1996)
- Donde las mujeres (1996) Premio Nacional de Narrativa
- Cuentos reciclados (1997)
- La cuadratura del círculo (1999) Premio Fastenrath de la RAE
- El cielo raso (2001) Premio Fundación José Manuel Lara
- Una ventana al norte (2004)
- Contra natura (2005)
- La Fortuna de Matilda Turpin (2006) Premio Planeta
- Virginia o el interior del mundo (2009)
- La previa muerte del lugarteniente Aloof (2009)
- El temblor del héroe (2012) Premio Nadal
- Quédate con nosotros, Señor, porque atardece (2013)
- La transformación de Johanna Sansíleri (2014)
- Un gran mundo (2015)
Poesía[editar]
- Protocolos (1973)
- Variaciones (1977) Premio El Bardo
- Hacia una constitución poética del año en curso (1980)
- Protocolos para la rehabilitación del firmamento (1992)
- Protocolos, 1973-2003 Poesías completas (2004)
- Los enunciados protocolarios (2009)
Artículos Alrededores (2002)
Premios
- Premio El Bardo 1977 por Variaciones (1977)
- Premio Herralde 1983 por El héroe de las mansardas de Mansard (1983)
- Premio Nacional de la Crítica 1990 por El metro de platino iridiado (1990)
- Premio Nacional de Narrativa 1997 por Donde las mujeres (1997)
- Premio Fastenrath 1999 (RAE) por La cuadratura del círculo (1999)
- Premio Fundación José Manuel Lara 2002 por El cielo raso (2001)
- Premio Planeta 2006 por La fortuna de Matilda Turpin (2006)
- Premio Nadal 2012 por El temblor del héroe (2012)
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