ENTREVISTA A KARMELO IRIBARREN, POETA

Irónico y sentimental
Serio pero siempre con un toque irónico y de humor en sus palabras, entretiene a sus lectores con una poesía coloquial y cercana, cosa que seguirá haciendo durante muchos más años. Con motivo del festival literario BilbaoPoesía celebrado en la Biblioteca de Bidebarrieta en Bilbao aprovechamos la ocasión para entrevistar al poeta donostiarra.
Karmelo C. Iribarren nació en San Sebastián el 19 de septiembre de 1959, desde entonces ha permanecido unido a esta ciudad.  Es el autor de novelas como La piel de la vida, Ola de frío y su última obra Diario de K, entre otras. Con gran afición a la lectura desde muy temprana edad, comenzó a escribir a los 13 años, aunque no publicó su primer libro hasta los 35, por falta de ambición quizás o por ver su obra demasiado extravagante para la época. 

 

 Karmelo perdió a su padre siendo muy joven y esto, junto no haber ido a la universidad, le marcó como escritor. Además, ha trabajado gran parte de su vida como camarero, y esto también se ve reflejado en su obra.
Nos atiende, en el salón de actos de Bidebarrieta tras su recital, cordial y agradecido por el interés que mostramos. No tiene problemas en contestar las cuestiones que se le plantean, aunque algunas las responde de una manera más escueta, ya que la entrevista se extendió un poco más de lo que Karmelo hubiese querido, era tarde,  y esto se veía en él, que se mostraba algo más impaciente.
Un café, un cigarro, una ciudad. Karmelo ha pasado toda su vida en San Sebastián, su ciudad natal, y no piensa irse: “Esta ciudad y yo nos odiaremos hasta mi muerte, pero lo cierto es que no sabemos vivir el uno sin el otro” dice pensativo mientras juguetea con sus gafas: “Hablo de mi ciudad, claro. De mis calles, de mi territorio sentimental”.
Karmelo recuerda una infancia gris, guarda una anécdota poco agradable de esta, su padre murió cuando apenas tenía él 8 años: “Un chaval me dijo en el colegio que mi padre se había muerto, y era verdad. Él lo había oído al pasar junto al despacho del director. Se enteró antes que yo, y me lo soltó así, tranquilamente” cuenta de manera solemne. Además, empezó a trabajar muy pronto, a los 13 años, a la vez que a escribir.

 

 

 

En muchas ocasiones se ha considerado que su poesía forma parte de un “realismo sucio” o “minimalismo”, para Karmelo su poesía es como la vida, como él: “Clara, epigramática, coloquial, irónica y sentimental. Como yo” dice risueño. Es sorprendente que no utilice ningún tipo de estructura para escribir, sólo la experiencia que le ha dado la lectura de incontables poemas y su buen oído para este oficio. Critica que muchos catedráticos pretenden escribir, valiéndose de la métrica y unas estructuras estudiadas pero no tienen buen oído, y es algo fundamental para escribir poesía. Muchos críticos le han comparado con escritores como Roger Wolfe o Bukowski, reconoce la grandeza de estos escritores pero se muestra algo indiferente en torno a este tema.
No le importa lo que pase con sus poemas, una vez estén bien escritos: “Lo importante es el que el poema sea bueno, o que al  menos esté bien escrito. Lo que suceda después con él ya no es cosa mía, ese es el territorio del lector” matiza. Apunta que con frecuencia el público lector que siente identificado con su obra, ya que trata temas del día a día, de la vida, pero tampoco le da mucha importancia a que el lector se sienta identificado: “Hay poemas que van en esa dirección, otros buscan otras formas de llegar al lector” explica jocoso.
En la actualidad, Karmelo está trabajando en dos nuevos proyectos, un libro de poemas y un libro de prosas, la segunda edición de Diario de K. Alaba la poesía española actual: “Es magnífica. Se puede leer a la carta, hay poesía para todos los gustos, en todos los estilos, y muy buena” afirma. Nunca ha pensado dejar de escribir, ni de publicar. Karmelo no se rebaja ante las críticas, y jamás dejaría de publicar un poema por miedo a ser criticado o mal entendido, si es bueno, que importa lo demás.
Sumario: “Clara, epigramática, coloquial, irónica y sentimental. Como yo”

 

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