jueves, 16 de noviembre de 2017

EDUARDO HALFÓN

Eduardo Halfon
Ha publicado la niña que no tuve en editorial periférica. Es el más joven de su generación. Nace en 1971 en ciudad de Guatemala. Estuvo 8 años y 120 días condenado a muerte. Ha publicado esto no es una pipa, Saturno, de cabo roto, ángel literario, 7 minutos de desasosiego, clases de hebrero y clases de dibujo, la piruleta, el boxeador polaco, mañana nunca lo hablamos, elocuencia tartamuda, monasterio, señor Harvard. Duelo es su última novela. A los 12 años se fue a EEUU y no volvió hasta acabar la carrera. Su familia es descendiente de polacos judíos y por a otra parte de judíos irlandeses y árabes, libaneses. Es nacido en Nicaragua, pero criado en EEUU. De ningún lado o de todos, es fácil adaptarse a cualquier sitio. 
  
Aparece él como personaje. ¿qué parte es real y cual ficticia? Juega con el punto equivoco de entrar en el terreno de lo real y jugar con la ficción. Aparece e problema de la identidad, según dicen editores y críticas. En concepto intangible hay un hombre desnudo en el espejo ante nosotros, su cuerpo está lleno de agujeros, en vientre, manos y piernas. Intenta meter los dedos en esos agujeros, ver que esconde, de que está hecho. La fuente de la que surgen todas las novelas es su memoria familiar. Habla de lo peliagudo del recuerdo o la memoria. Tendemos a inventar el pasado inconscientemente a nuestro beneficio, cosas que recuerda el personaje y que no han pasado y viceversa. El sueño de la realidad se mezcla con la memoria. El pasado es ficción. Moldeamos el pasado para que nos de sentido. Escribe una memoria con punto de arranque. Su detonante es el recuerdo especifico. Un numero tatuado en el brazo de mi abuelo, el rezo con el hermano antes de llenarse de agua en el muelle. Al escribir la memoria lo devuelve a la vida. Es el viaje habitual en la novela. Con el viaje busco algo, no se sabe lo que se busca, pero sabe que está ahí y lo busca en otra parte. Duelo parte de un recuerdo infantil. Muere el tío amigo de su padre en un lago de Guatemala. Recuerda el hecho, algo que no ha vuelto a mencionar, es la memoria del tío y é investiga porqué ese silencio en torno a su tío. Todas sus novelas son pequeñas, no más de 100 páginas ninguna. El escritor es muy raro, extraña el universo que crea, mezcla las culturas que tiene encima. Emigra a EE.UU. los primeros días en clase le sacan a contar cosas en clase. En duelo sus personajes hablan francés ingles árabe hebrero. Su alter ego apenas tiene 10 años, pero una lengua también es una escafandra, es necesario respirar para sobrevivir, en un ambiente ajeno. Tenía 10 años cuando va a EEEUU y adopta el inglés y al volver 12 años después a Guatemala es urgente imperativo saber guatemalteco. Tras acabar la carrera universitaria fue. Recupera una lengua como un mecanismo de oxígeno y respiración. Hay cierto erotismo en las cosas alejadas de las pulsiones. La vida se impone sobre todo. Hay humor y erotismo en la novela cuando llega en los momentos más importantes como válvula de escape. Recuerda al lector que nada en la vida es solemne o trascendental. Además de clases de hebrero y dibujo ha publicado clases de Chapín. Están las tres novelas publicadas en un librito de 15e.  
 
La novela Saturno la escribe cuando muere su padre, Saturno devoraba a sus hijos. No es un panegírico o libro de duelo sino un ajuste de cuentas con el padre dictador y cabrón. El discurso que lanza al padre muerto lo enlaza y alterna con las historias de escritores suicidas. Su padre siempre ha estado lejos de él, en EEUU. Le mandaba una carta con papel doblado con el membrete de la empresa. Buscaba y necesitaba sus palabras, pero él nunca le mandaba ninguna. No le interesa su dinero sino sus palabras. Solo encontraba su nombre, su firma. Por la ausencia del padre quizá, por eso necesita escribir. Se veían a diario, pero no estaban juntos. Mantener una conversación no es estar junto a él, le dice. Ambos han fracasado, están en la desidia, se ignoraban. Le insultaba con la frialdad y con sus condenas. Su autoridad era incuestionable. A la hora de comer aguardaba sus indicaciones. No podían sentarse sin su consentimiento. Él mandaba. Era tirano y los derechos los basaba en su persona y no en la razón. Solo salían ordenes por su boca, debía cumplirás. Insultaba y no respetaba. Todo tirano amasa el poder, hace temer al pueblo, pero a su vez él teme a todo ese pueblo. El pueblo se levanta y se enfurece y la guerra es inevitable. Nadie gana en la guerra. Recuerda el escritor los insultos que le dedicaba mientras almorzaban. Se dio cuenta de que era una serpiente y el escritor se escapa de la familia, de la autoridad, abandona sus ideas, su dinero, su religión. Baja a una cueva protegida, la del lenguaje, aislado del padre. Al padre le llamaba siempre por usted. El lenguaje es un mundo que él no pisaría. La literatura, las palabras, es el mundo de la madre. Este libro lo prohibió la familia y le expulsaron de ella por publicarlo. Solo dice la verdad, lo que piensa de su padre, alternado con relatos de escritores suicidas. Se lee el libro en 20 minutos. El escritor tiene ahora 46 años, es joven. Ha escrito tantos libros porque todos son cortitos. 
  
Y con este autor acaba el monográfico de escritores, novelistas y poetas centroamericanos al que hemos dedicado mes y medio. El siguiente monográfico será sobre los escritores polacos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario