Este autor ha animado el entorno
de Bilbao con arte y cine, enlazando con la sesión de ayer. Ha sido un miembro
agregado de la banda Pott, era amigo de Joseba Sarrionandia que le vino a ver
para hacer el grupo Bernardo Atxaga juan juaristi Ruper Ondorika, y hacía falta
un sexto, y así se integró Manu Arcilla en el grupo. Asistía, pero no era del
grupo que eran 6, aunque se ampliaba y reducía el número. Era una especie de
animador. Escribieron el número 5, en homenaje a Andreu Malraux. Había que
escribir en eusquera, no firmar, usar seudónimo, que la revista estuviera ausente
de publicidad y distribuida, pero nosotros mismos. Eran las normas del grupo.
El comportamiento económico de la revista era muy ineficaz. En el número 6,
post tropicala, acudieron a otra fuente de financiación. Los gastos se reducían
a la imprenta. Eran gastos importantes. Aporto el grupo Pott a la cultura vasca
un aire nuevo gracias a Alibardegi y Aresti, pues la literatura estaba anclada
en un mundo antiguo y bastante clerical. Aporta temas nuevos literarios y la
defensa del eusquera. La gente joven que escribe en euskera sabe que hay un
antes y después del grupo Pott. Incidió en la creación de una nueva literatura
euskaldun. Todos los miembros destacaron en otras actividades. Algunas son más
conocidos que otros. Han hecho carrera y han tenido una continuidad literaria
importante. Había pintores, pediatras, ruper es músico y el era cineasta más o
menos. Había hecho algunos cortos. Pott surge en el 77 y en el 72 había hecho 4
cortos. Le interesan las tertulias reuniones de la banda. Era un torbellino de
ideas. Tenía idealizado Bernardo las tertulias de la Naranja o Iruña, pero con
aire euskaldun. Se ha perdido esa costumbre de tertulias, se ayuda mucho al
otro a coger información en lo literario o otras cuestiones. Es enriquecedor, un
contraste de opiniones, hay debates, no es una pérdida de tiempo sino una cosa
muy positiva, es una pena que no sigan. Ahora hay redes sociales RSS y no sabe
si es un buen sustitutivo de la conversación cara a cara. ¿Qué clase de literatura
hacían, cuál era vuestro repertorio? con la censura era difícil acceder a determinada
literatura. ¿Dónde rastrean lo que les interesa y cuáles son sus influencias y
antecedentes literarios? Hay un poema de Sarrionandia que se publicó en el 81
en el primer poemario, el verso son nombres de escritores que forman entre si
un poema; Kafka Melville Borges, Dino Bucatti Faulkner.. respecto a la tradición
anterior de la literatura vasca la actitud era de respeto. No había referencias
a la literatura vasca o euskaldun anterior. La vasca es Unamuno, sí había. No
había una reflexión consciente sobre el hacer literatura vasca. Le daban
importancia a la literatura en si pero vinculándolo al idioma euskaldun. Se
hablaba de la literatura y ahí surge la obra de todos estos. Entra en el grupo
por Joseba. Joseba era un gran dinamizador del grupo. No habían estudiado.
Cuando le detuvieron perdió cierto impulso. Se resintió el grupo, Bernardo ejercía
su autoría como de líder. Sin llamarse así. El mayor activista era Joseba Sarrionanda.
Jon en el segundo número tercero ya no estaba, fue a vivir fuera de Bilbao.
Manu Ercilla y Timu y Ruper asistían más como espectadores. A las cenas se iban
agregando más. Hubo ilustradores de Pott como Urrutia o Jesús Ferreri que hacía
fotos que se publicaban en la revista. El último número, tropicala, se invitó a
todos los que escribían en Bilbao. Habrá veintitantos escribiendo. ¿Había una intuición
de que los componentes del grupo iban a tener esa trayectoria o fue más
espontanea? No eran conscientes de su importancia histórica. Era una cosa
lúdica. Se trataba de hablar en serio pasárselo bien. Luego tiene su importancia
o no. Si es verdad que tomaban la literatura muy en serio. Todos los escritos,
casi todos, están hechos con un rigor excelente. Como integrante del grupo le
dio amigos, su amistad con Bernardo, txarri Joseba, Ruper, manu arcilla. Es lo
que más le aportó. Siguen compartiendo ideas información sobre libros y
películas. El valor histórico social de Pott es un mito que surgió e hizo que
hubiese una ruptura, que fue positiva para los que escribieron más tarde.
A continuación, proyectan tres
trabajos de José Julián; el corto experimental beat, ikuska numero 9 dedicado
al arte vasco y el trabajo de ficción la carta del amigo. Luego vuelven a
comentar los cortos y dar palabra a los asistentes.
Ikuska 9
lo rodó bajo la coordinación de Luis Irondo. Recoge testimonios de artistas
vascos como Oteiza, Ibarrola, Chillida, Nestor Basterretxea, “Cuándo trabajo me
expreso en un lenguaje suficientemente valido por si mismo para no defenderlo por
otros medios. Es una constante y muy importante en la obra que sale de mis
manos, que haya una lucha dialogo con la escultura y la propia vida, el
resultado es siempre imprevisible. He vivido la vida de mi pueblo, el mundo del
trabajo. He surgido de una familia de trabajadores y me he impregnado del contenido
de la clase obrera y es a través del pensamiento obrero y sus vicisitudes como
veo el conjunto de las realidades de todas las clases sociales de Euskadi. El compromiso
lo adquiero siendo fiel a regreso de esas vivencias de mi pueblo”. No tiene imágenes ni ideas ni nada cuando está
pintando. Su trabajo es no ser cogido por la imagen. Una palabra es una imagen
que te lleva a otra cosa que no es la imagen que sale de la mano. Es la ficción
que genera la imagen. Trabajas en una pared desconocida. El paisaje es el motor
esencial de mi pintura. Pintaba paisajes inventados en taller, era joven y me
pasaba el día pintando en el campo, iba con el lienzo a esos mismos sitios y en
taller trasformaba lo que había pintado con un sentido grande de libertad.
Carta del
amigo, carta recibida.
Me miras con
ojos extraños. Recuerdo como nos conocimos, ojeabas un libro y me acerqué a
hablarte del autor. Seguimos hablando y la amistad sigue hasta ahora. Ninguno
buscaba sexo, pero por las insinuaciones sabíamos que cabía la posibilidad.
Salíamos juntos, dejando nuestras cuadrillas y me enamoré de ti desde el
principio y tú te dejabas hacer. Más tarde viví el mejor año de mi vida junto a
ti, fue una relación plena satisfactoria, no me arrepiento de nada, pero el día
de tu detención me acuerdo de todo. Habíamos quedado en la estación y tu no
aparecías. Volví a casa abatido, me contaron que te habían detenido como
presunto colaborador de ETA. Tus palabras cobraron nuevo significado cuando te
preguntaba sobre tu vida y me decías “déjame que guarde algo para mí”. Me
derrumbo del trabajo a casa, por la ciudad, los lugares que paseaba
cotidianamente me recordaban esos sitios que habíamos paseado juntos. Te sigo
queriendo, por encima de todo está nuestro cariño. Mis circunstancias me
obligaron a ir a Madrid, no para olvidarte, necesitaba distancia para
imaginarme una nueva vida en la que ya no estarías presente. Anhelo el ser
libre, yo también me libraría de esta horrible soledad. En estos años que has
estado preso he sentido esa soledad, todos días te tengo presente y solo pienso
en el día de verte. Al margen de ideologías, siento este sufrimiento como valor
inútil. Si ha de acabarse que se acabe cuanto antes. No opino así porque sea español,
aquí tienes Mikel un balance sincero de nuestra amistad, la piedra está en tu
tejado, te esperaré siempre en la calle para seguir compartiendo juntos
nuestras vidas.
La carta
deseada.
Tras
estos meses de silencio he dudado escribirte esta carta, expresarte lo que siento,
el silencio anula nuestra relación, te escribí una carta en verano y no he
recibido tuyas. Me dejo preocupado tu última visita en aquel entorno tan
hostil, te encontré cambiado y me hiciste sentir un extraño, como si hubiera una
cortina invisible entre los dos. Todavía guardo recuerdo del día maravilloso que
nos conocimos en una librería. La culpa la tuvo un libro de Gore Vidal. La
ojeabas y me acerque a hablarte del escritor. Continuamos hablando, fuimos a
tomar algo. Surgió una amistad entre nosotros. Llego lo que tenía que ocurrir.
Salíamos solos, aparte de la cuadrilla. Pensé que lo nuestro había acabado. No
se me ocurrió que podía ser por tus convicciones políticas. Fui a Madrid no
para alejarme de ti o para olvidarte. He vivido el sufrimiento en mis propias
carnes, espero el día en que seas libre, prefiero no visitarme para no ver en
que consecuencias estas preso. Aquí fuera estaré esperando. Vivir juntos,
seguir juntos.
La veta experimental, el
documental y la ficción, son sus tres patas. Ayer Atxaga dijo que en Pott
influyeron muchos los vientos de la época, que tendieron hacia la vanguardia
como manera de esquivar la censura. Pero en su caso esta inquietud por lo
experimental no tiene ese propósito. No escribía porque estaba a la moda, que
estuvo más tarde, sino porque era fan del cine surrealista y dadá, y conoció a John
Cage que vino de Pamplona. No lo conoció físicamente sino su obra. Nació como
juego de palabras entre Marcel Duchamp y Man Ray, se lee en ingles hombre rayo
para Duchamp. Man Ray en el 22 hace una película con un título en eusquera. Han
hecho un homenaje a Magastia con Atxaga y Ruper. El primero habla de esa
cuestión es el. la obra le parece un rollo, es difícil de aguantar, quería ser
sobre el tiempo, cuánto dura un proceso de imágenes que no eran realistas. Le
funciona bien el ritmo, por puro azar le cambia de imagen y está muy unido al
cambio de sonido, en ese sentido si funciona. Pero en otros no. Si no lo has visto nunca causa sorpresa. Sí
había cine experimental, aunque no una corriente. En sus documentales sobre
arte tiene el experimentar diferente con cada artista, los que hizo con
Chillida, Néstor Basterretxea. Lo experimental está metido en la faceta
documental. Es difícil distinguir lo que se puede considerar documental o
experimental. Son artistas modernos y es un tratamiento adecuado para ver sus
obras. Ahora se habla de la postmodernidad. Usas la palabra moderna. Hay una brecha
antes de Pott y después de Pott, incorporan la idea de modernidad en la cultura
vasca. Existía en las artes plásticas, pero en lo literario estábamos anclados
en el pasado. La búsqueda de lo nuevo es una idea que está en el propio sentido
de Prott y en el cine. En los 70 hace cine. En Donosti hace cosas
experimentales. Con Javier Aguirre. No tenían contacto entre ellos, pero hay una
necesidad e inquietud de experimentar con el cierre narrativo en este sentido
de ruptura entre modernidad, antigüedad y postmodernidad. Los ikuska eran una
serie de reportajes, 20 cortos que producía con ayuda de caja laboral y otras fundaciones,
con temas de la cultura vasca. Le mandó hacer el noveno, se lo encargó Oteiza
sobre arte de aquí. Con la libertad de elegir los artistas que quiera. Dura 10
minutos, 300 milímetros y no cabían más de 10 artistas. Uno muerto, Oteiza, y 9
vivos. Un minuto por artista. Oteiza no quería salir pero sí que salieran
fragmentos de sus obras. Se le ocurre hacer experimentos con cada uno, no sabía
que hacer. Valverdi le dice, muestra lo que hacen en ese momento. Valerdi,
Ibarrola estaban haciendo esa obra que se ve. Eso da a la peli una frescura y
sinceridad que no suele tener un documental clásico formal, con una voz de off
hablando de ellos. En la película no está estipulado el nombre de cada artista
y la gente que no conoce se puede confundir. Revisitando ahora los ikuzkas
algunos tienen quizá un aire localista o pegado al tiempo, es la intención de
la serie, mostrar cual era situación de Euskal Herria en los momentos de
transición, el nuevo ambiente sociocultural entonces. Han quedado anclados en
su tiempo. Estan en el tiempo 78 al 82 que se hicieron. En ese momento no
existía EITB que cubría la actualidad vasca y de cultura. EITB disfrazó la
serie ikuzka aunque luego lo emitieron ahí. Son artistas que han tenido trascendencia
fuera de Euskadi. Ha orientado el reportaje no tanto en hablar del artista en
si como una concepción de como cada artista ve y concibe su trabajo. Eso no va
a quedar nunca obsoleto. Lo que más vigencia tiene, que va a seguir funcionando
siempre, es como el artista se enfrenta a eso de forma conflictiva, en una especie
de lucha con su obra. En sus cortos y pelis es importante la música. Tiene
músicas diferentes, la última es de Mikel Laboa. Le gusta cómo se corresponde
la voz con la obra. El tratamiento de la banda sonora se le ocurrió a Zumeta.
Los cuadros de Zumeta son todos sobre el deterioro que tiene lo cotidiano.
refiriéndose a los pequeñoburgueses. Le meten la música del 123 que dice lo que
son ellos. Parte de lo local y los temas vascos, pero no se queda ahí,
trascienden para que tengan vocación universal los relatos.
También se ve en la ficción. El
trabajo Norango bizi gauguen su mejor obra, es un relato de Atxaga basado en un
relato de Borges, la intrusa. Está inspirado, pero no se parece en nada. Se
parece en que hay dos hermanos y la muerte de una chica. Para ellos eran vascos.
Parte de una referencia foránea, Borges, con su propio universo, y el cómo lo
tratan a Euskadi. en un ambiente que es muy de la tierra, un ambiente pueblo,
del caserío, de atmosfera cerrada. Es interesante lo que consigue hacer,
encarnar en un lugar cercano algo que es un motivo internacional o global o
universal. La carta del amigo se basa en la película de Ofus carta de una
desconocida, basada a su vez en una novela de Stefan Zweig. Escribió un cuento,
una carta y la carta era en castellano. Es la carta que le manda al preso.
Habló para que Eloy Elorza le tradujera al éusquera. Él quiere que le mandan
una carta diferente, la de eusquera, es muy diferente, aunque parezca igual a
la primera. La segunda es más afín al preso que la primera. No sé si eso se lee
o percibe con sus matices. Siendo un corto localizado aquí, con un preso de
eta, sus relaciones etc, habla de un conflicto universal, de las frustraciones
que tenemos en nuestras relaciones y se entiende, aunque este ambientado en Euskadi
y con el trasfondo de ETA. Gonzalo Severs le hace la música. Le da importancia
a la banda sonora
Su obra se define por la
dispersión. Trabaja sin un rumbo claro. No hace una cosa pensando que eso le va
a llevar a otro punto. Cuando hace ikuzka 9 pensaba que igual le encargaba
otro, el documental del crecimiento de un niño desde que nace hasta que tiene
15 años. Nunca hace algo pensando en lo siguiente. Hay otros cineastas, que
hacen pelis como churros, y que una peli les conduce a otra, aunque no sean
similares, una peli les lleva a otras. No parece que su obra sea dispersa, hay un
hilo trasversal, cierta coherencia y cierta música y se hace cronista
audiovisual del arte vasco. El numero 2 siempre aparece, hay una simetría y repetición
de narrativa entre la carta del amigo y Norango bizi Gauguen, dos caras de un
mismo se. Hay temas que aparecen en sus distintas películas; el tema del
conflicto del ser humano consigo mismo o sobre el arte. Los documentales, sobre
el lehendakari Aguirre, son documentales del hombre en conflicto con su arte y
con el mundo, confrontaciones políticas ideológicas. Joseba Sarrionandia lo define
así; existen personajes redondos y lineales. Los redondos y complejos están llenos
de matices y contradicciones como la gente real. Los lineales son
unidireccionales. Este director es redondo y las obras le salen redondo,
enrevesadas, complicadas por lo que algunas no han podido rodarse. Ha analizado
la obra de otros directores. Esos proyectos que se quedan sin hacer son tan
determinantes en a obra de un director como los que han hecho. Orwell dejo tres
grandes proyectos sin hacer, los más personales de él. él ha hecho cuatro
proyectos que no han salido adelante por problemas de financiación. El cuarto y
último estuvo a punto de salir. Esta haciendo un guion basado en el cuento del
rey Arturo aquella maldita clisor, se hará en teatro.
En los tiempos del grupo Pott
escribió en la revista Mikeldi algunos artículos con aptitud optimista por el
cine vasco que se avecinaba, nuevas opciones y ha habido varios proyectos que
han quedado en el tintero por la dificultad que ha habido en hacer cine vasco,
sobre todo económico. Los nuevos vientos que venían se han quedado ahí. No es
la censura de antes, pero hay una censura temática, que es lo que es comercial
o no. Eso es cosa muy ambigua, lo comercial son baremos muy relativos. Es el
único criterio para financiar un proyecto.
¿Por qué firmaban con seudónimos
dentro de la banda Pott? Ya había en el 67 una cierta apertura. Era cosa de los
50. Era una idea de Atxaga, era una de las condiciones para publicar, no era
por razón política o de censura, sino para quitar la idea de autoría. Se
contradice con la idea de publicar libros sin seudónimos, con nombre de autor.
No te imaginas a Atxaga publicando Obabakoak como Ernesto Ibáñez, que era su
seudónimo. No había ninguna razón ideológica. Era una razón de tipo irónico, se
jugaba con el título Pott, se hacían juegos lingüísticos. La idea de autoría
era más general. Era la negación de la idea de autoría. A nadie se le preguntó
si estaba de acuerdo. Una idea de Jon Cortázar era revisar quien había escrito
cada cosa. Pero él firmaba con su nombre. Había un componente en Pott que ahora
no se da. Era muy universitario. Se publicaba en revistas científicas etc. Era
la idea de juego, para crear había que ser capaz de jugar. Eso existía en todos
los componentes, la cosa lúdica, que se ha perdido un poco ahora. Tenemos una cultura
lumpen pensando en la música. La literatura se toma ahora mismo demasiado en
serio. Pero si se escriben cosas en esa honda en la literatura euskaldun.
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