El Aula de Cultura de el correo
ha acogido la presentación del libro 'Sangre, sudor y paz. La Guardia Civil contra
ETA' (Ed. Península), escrito por Lorenzo Silva, Manuel Sánchez Corbí (coronel de
la Guardia Civil) y Gonzalo Araluce, que recoge testimonios brutales de
familiares de víctimas, de supervivientes del terror etarra y de miembros de la
Guardia Civil jamás publicados hasta ahora. Participó en el acto junto a los dos
escritores Teo Uriarte, de la Fundación para la Libertad.
El libro narra la historia de la lucha contra ETA tal y como la vivieron los guardias civiles y sus familias: el colectivo más golpeado por la acción de la banda terrorista, con más de doscientos muertos y muchos centenares de heridos, y también aquel que acabó demostrando un compromiso mayor en su neutralización y liquidación.
El libro narra la historia de la lucha contra ETA tal y como la vivieron los guardias civiles y sus familias: el colectivo más golpeado por la acción de la banda terrorista, con más de doscientos muertos y muchos centenares de heridos, y también aquel que acabó demostrando un compromiso mayor en su neutralización y liquidación.
Quedaba mucho que contar sobre
Eta. Este libro no podía haber sido publicado antes, se necesitaba la derrota
policial de ETA, y que los coprotagonistas hicieran balance, recapitulación de
lo ocurrido porque en este libro se cuenta el “modus operantis” de ETA, que era
muy complejo. Fue incluso este modo de operar muy sofisticado en los momentos
de pujanza de la banda. El libro alaba el trabajo policial que se hizo por
entender de manera completa el fenómeno terrorista y luego contrarrestarlo con
mucha dificultad al principio. Los guardias civiles estaban desbordados por el
fenómeno. El gobierno intermedió con la guardia civil y las instituciones que
cometieron muchos errores, que les dieron balones de oxígeno a los etarras. Pero
luego se recopiló la información suficiente para ir por delante de ellos. Cuando
la banda tiene menos conocimiento que el que tienen los guardias civiles empiezan
a tener los días contados. Fue el principio del fin.
Lorenzo Silva es guardia civil
honorario y no sabe qué hay que hacer para entrar en la guardia civil, aunque los
ha estudiado. Hay que tener algo, que tienen en común otras profesiones;
vocación. Él es escritor, y ha sido profesor. Son incomprensibles estos
trabajos sin la vocación. Debes entrar a estas cosas si es tu lugar en el
mundo. Es un libro de nombres este libro, pro se resiste a dar un numero en singular.
Habla del trabajo, esfuerzo y sacrifico de cientos de personas para desmontar a
la banda terrorista. Sobre todo, Trapero y Centeno que hacen el trabajo de
conocer mejor a los etarras, estar en su terreno, cerca de ellos y además no
armados. Un individuo siniestro, Karrera Sarobe, alias Ata, que los ejecutó
sobre la marcha
La banda se justifica con ir
contra la dictadura, pero cuando más han atacado es en democracia. Eran grupos de
estudiantes fascinados por los guerrilleros sudamericanos, el che… tenían un
componente romántico, pero en el fondo lo que buscan es asumir el poder en la
sociedad vasca. Quieren la independencia para alzarse con el poder, ser ellos
los que mandan en esta sociedad que quieren liberar emancipar, sustraerla al
poder rival al que quieren desplazar. La democracia fue un obstáculo para
dirigir la sociedad vasca, y arremeten contra democracia con la misma ferocidad
que contra Franco. No se juzga moralmente al régimen que se combate, sino que
es un impedimento para asumir ellos el poder. Querían ser los que dirigieran la
política vasca
Lorenzo Silva cree en la verdad y
su dificultad de aprenderla totalmente. Todo ser humano tiene atisbos parciales
de la verdad. Cuando uno quiere tener la verdad entera es muy peligroso. No hay
que jugar al escondite con las falacias con que juegan otros. Hay gente
encariñada con el mundo abertxale y van con pretensiones de hacer un relato
imparcial, definitivo. No tenemos esa visión aséptica. No podemos maquillar la verdad
en favor de los nuestros ni denigrar al que tenemos enfrente. Son historias a
medias, ósea falsas, falsas representaciones y manipulación de las personas.
Aparece Intxaurrondo, el gal, las 20 condenas que ha habido y miles de denuncias
de torturas. También hubo denuncias de torturas falsas, publicaron instrucciones
para denunciar falsas torturas. Esa parte nunca la cuenta el que le interesa,
nunca se había contado
Cuando salen de la cárcel los
etarras levantan el puño. ¿Se habría liquidado antes la banda si fuera de
derechas? Son fuegos de artificio. Silva cree en los conceptos de izquierda
derecha, pero deben estar alienadas con la libertad y el respeto del otro. Los
etarras negaban la libertad al otro, me da igual que te vistas de rojo o
morado. Tu programa social, medio para un fin, se sobrepone al fin y al final se
convierte en un mesmerismo de dictador. Te da igual que te pise una bota azul o
roja, el dolor es el mismo. Es importante que el relato de los hechos sea
complejo, rico, diverso, como una despensa llena. El problema es si solo hay leche
de una marca en esa nevera. Esa es la despensa peligrosa. Para elaborar un buen
relato del terrorismo es necesario complejidad, actuar con un mínimo de
honradez y afán de verdad. Hay que pedir decencia, decoro, en esas
investigaciones. Hay gente interesada en
la desmemoria y hay quien no tiene la conciencia tranquila. El pasado es un territorio
de combate donde se obtienen victorias, pero no substraigamos ese pasado a una
lucha de poder, es imposible. Hay muchos espacios dejados en blanco por dejadez.
Y por el encono con que intentan manipular la realidad. En otros países hay más
gusto por la verdad. Ahora emergen batallones de gente rigurosa, generosa, con un
afán de sintetizar, armonizar y hacer relatos integradores. Eso se ve en los anglosajones
que son buenos narradores. Hay historiadores muy beligerantes que te cuentan
cuentos y no historia. la visión sobre ETA son lecturas difíciles, áridas, no
son fáciles. Churchill fue premio nobel de literatura. No se trata de poner
lágrimas sino paz. El título del libro es mérito del coronel que lo propone en
el grupo wasap que tienen. La violencia terrorista alcanzó miles de personas,
niños mujeres y ancianos, un derroche sangre que supone amargura, dolor, rabia.
Los guardias civiles siguen 30 horas a una persona desde el sur de Francia a
Copenhague. Él vivía con el comando Madrid. Todas las mañanas salía de uniforme,
con pistola colgada al cinto. Mucha gente les dice a los guardia civiles; vosotros lo habéis
elegido (esta profesión de riesgo y peligro). Entonces no había mujeres en las fuerzas
armadas. La mayoría de esa gente estaba dispuesta a sacrificarse por “la patria”
y servir a los ciudadanos pero la sociedad no les comprende. Ni a los militares
ni a la guardia civil. Lorenzo Silva revisó que no hubiera palabras mal paridas. Le ha
conmovido la violencia, el drama de los hijos de guardia civiles que murieron o
vieron morir a sus padres ante la indiferencia de los terroristas y de la
sociedad que callaba.
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