Violeta del Carmen parra Sandoval nace el 4 de octubre de
1917 en una modesta vivienda en san Carlos en el sur de Chile. Tuvo 8 hermanos.
Nicanor era el mayor. Y dos medios hermanos. SU madre era viuda al casarse con
su padre. En el 27 la familia vuelve a Chile. El padre es despedido del trabajo
y bebe incansablemente para paliar su frustración desesperación. La madre hace lo
posible por mantener su hogar a flote cosiendo, lavando, vendiendo. Abandona pronto
los estudios para trabajar en el campo, ayudar a la familia. Los niños combaten
la pobreza cantando en los pueblos y cárceles y en más de un burdel. A los 12
muere su padre. Se aleja con este hecho definitivamente de la infancia. Antes
de los 20 marcha a Chile, hace canciones, una manifestación de un mundo interior
rico en vivencias, con un hondo contenido humano. Su vida fue triste y poco feliz.
En el 37 se casa con Luis Cedecera de cuya unión nace Isabel y ángel, continuadores
de su arte. Se separa en el 48. Se vuelve a casar. Nace Carmen y Rosa de ese
nuevo matrimonio. Toca música en circos, teatros, recopila la música chilena y muchos
poemas. En 53 en un recital de Neruda se alumbra el verdadero genio de Violeta.
Con un magnetófono y una guitarra recorren países, para rescatar el folclore
del pueblo. Fue muy reconocida y tiene muchos premios en su haber. En el 65 regresa
a Chile. A las afueras de Santiago hace una carpa, una especie de circo, que
llama la carpa de la reina, un circulo de folclore popular. A los 50 años se
suicida en la carpa la reina. Estaba resquebrajada por la mala marcha de su
carpa, y por un tormentoso amor con un antropólogo suizo, Gilbert Favre, que es
médico en varias instituciones de la época.
Yo me
llamo Violeta Parra, pero no estoy muy segura. Tengo cincuenta años a
disposición del viento fuerte. En mi vida me ha tocado muy seco todo y muy
salado, pero así es la vida exactamente, una pelotera que no la entiende nadie.
El invierno se ha metido en el fondo de mi alma y dudo que en alguna parte haya
primavera; ya no hago nada de nada, ni barrer siquiera. No quiero ver nada de
nada, entonces pongo la cama delante de mi puerta y me voy
Recorre el país participando en pequeñas obras teatrales, un
pequeño teatro y con Nicanor investiga las cuencas de diferentes zonas, la
canción típica de Chile. Conoce las formas de trabajo de las artilleras, realizó
exposiciones y creó poemas y décimas. Violeta del pueblo se llama el libro. Se
acerco a los sitios más recónditos actuando con grupos de baile, resucitando leyendas
populares. En Varsovia Polonia participa en un festival de la juventud. Fue
bien acogida en París. Grabó varios discos en su vida. Fue reconocida en vida.
Cantaba con sus hijas. Su hija Isabel hace que en Santiago de Chile le hagan
una fundación, recopilando muchos de sus archivos. Empezó también a pintar
oleos. Inaugura una exposición en Santiago de chile donde reunía poemas, cuadros
sobre las artilleras bordadoras y algo de danza. Volvió a chile tras su primer
viaje a París. En el segundo viaje a Paris conoció a Favre, un médico suizo, vivió
temporadas entre París y Suiza. Estaba enamoradísima de este médico más joven. Fue
una de las causas del suicidio. Se le hundió el negocio que le iba muy bien.
Vimos la peli sobre ella. Fue muy trabajadora. Dio muestras de su talento, en canciones
muy bellas acompañada de la guitarra. Eran literatos tremendos sus hermanos y
ella era la folclórica del pueblo. Escribió mucho. Conocemos sus canciones,
volver a los 17 años, tanto será mi honor… todas de gran sentimiento.
DEFENSA DE VIOLETA PARRA
Huésped eterno del abril florido
Grande enemiga de la zarzamora
Violeta Parra.
Jardinera
locera
costurera
Bailarina del agua transparente
Árbol lleno de pájaros cantores
Violeta Parra.
Has recorrido toda la comarca
Desenterrando cántaros de greda
Y liberando pájaros cautivos
Entre las ramas.
Preocupada siempre de los otros
Cuando no del sobrino
de la tía
Cuándo vas a acordarte de ti misma
Viola piadosa.
Tu dolor es un círculo infinito
Que no comienza ni termina nunca
Pero tú te sobrepones a todo
Viola admirable. [...]
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