Los 4 cuartetos y la tierra
baldía, Eliot se los dedica a su amigo crítico de sus obras y escritor Ezra Pound.
La tierra baldía es un monumento de la poesía moderna occidental del siglo XX,
junto a los cantos de Pound, Las elegías
de Rilke, El cementerio marino de
Paul Valery, El romancero gitano y Poeta en Nueva York de Lorca, una buena
antología de Yeats y de Juan ramón, Cavafís, una selección de Giorgo Seferis, Eugenio
Montale, Salvatore Quasimodo. Son un elenco de grandes poetas occidentales, o
un Cesar Vallejo de Trilce o Heraldos
negros o poemas humanos. Una buena antología de Borges. Muerte de un naturalista de Seamon
Heaney, Autorretrato en espejo convexo…Jhon
Ashbery. El profesor tiene un poemario con anotaciones de Rilke comprado hace
30 años en Londres. Nos muestra la primera parte, el entierro de los muertos,
una poesía con muchas voces. Es un retrato de la Europa de entreguerras cn
voces de distintos orígenes que nos construye una visión panóptica o panorámica
de la realidad de la época, dando voz a personajes distintos. Empieza con una
voz neutra que da voz a otro personaje, y ninguna es el autor o no del todo. Es
una polifonía poli vocal, multiplicad de voces hablan desde varios puntos de
vista perspectivitas, y politextual, pues constantemente hay referencias,
citas, intertextos que proceden de diversas lecturas. Refiere a la batalla de
Milas, al infierno de la Divina comedia, a Baudelaire. Todo este material
homenajeado va disperso, salpimentando el poema, dando una idea de
alejandrismo, haciendo acopio de los restos del naufragio según ese sentimiento
finisecular y de fin de cultura occidental, incluso de raza. Es un poema denso,
difícil. George Steiner lo define como una poesía del pensamiento y filosófica.
El modo de pensar se ha vinculado al verso, que no es una forma sistemática
pero sí vehículo de ideas. Eliot analiza la función social de la poesía, en
mitad de las guerras mundiales. Distingue la función particular (dar placer y
comprensión del logos) de una política o social, y de una general. No puede
alejarse demasiado del idealismo lingüístico alemán, en la que el poeta está
hablando el lenguaje íntimo del pueblo. Es la idea de Mallarmé en la tumba de
Allan Poe: este poeta ha dado un sentido más estricto a las palabras de la
tribu. El poeta coge el lenguaje del pueblo y al depurarlo hace que hable por
todos. En mitad de una guerra, hay un elemento nacionalista, e idealista, no
propio de su pensamiento tan individual y materialista. El poeta es bardo de su
nación, y en esa perspectiva épica nacional casi se margina al autor y lo que
menos importa es su experiencia personal. Pero en general Eliot es un poeta
elitista y no de masas ni nacionalista. También le influye el neo-popularismo
de la poesía europea de los años XX, la poesía social del 27 por ejemplo, que también
revindican los autores irlandeses y Yeats…
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