miércoles, 10 de octubre de 2018

LUCÍA ETXEBARRIA, ESCRITORA


Dentro de mi trabajo final de grado de periodismo

 “Los hombres heterosexuales deberían leerme” 

Lucía Etxebarria (Valencia, 1966). Vivió de niña en Bermeo. Estudió Periodismo y Filología Hispánica en la Complutense. Su tesis sobre Kurt Cobain y Courtney Love se asoció a la generación Kronen. En una de las multinacionales en que trabajó escribió su primer éxito en 1997 Amor, curiosidad, prozac y dudas. Beatriz y los cuerpos celestes recibió el Nadal 1998, De todo lo visible e invisible el Primavera 2001. Y Un milagro en equilibrio el Planeta 2004. Es autora de Nosotras que no somos como los demás y de varios ensayos. 

¿Cuándo sintió su vocación literaria?
En mi colegio de monjas me enamoré de los cuentos de Ana María Matute. Me sentía gorda y sin amigos, una cucaracha con la autoestima por debajo de la de Kafka y leía mientras otros se emborrachaban. Me dieron el premio de redacción escolar de la Coca-Cola, me apoyaron mis profesores. Con esa ilusión decidí ser escritora y compaginarlo con el periodismo. Al vincularme a los kronen llegó el éxito.

¿Cómo es su relación con ellos?
Nos pusieron esa etiqueta generacional. Nos vendían como los sucesores de la del 68. Quienes más lejos iban a llegar dan ahora clases, el propio José Ángel Mañas, o son funcionarios. La obra cumbre parece la propia vida del autor: la criada, la piscina en la Moraleja…Aunque no sea autobiográfica, es verosímil, que es lo que importa en literatura. Mantengo contacto virtual con algunos a través de Facebook y redes. Con Internet se difunde la literatura como nunca y las redes permiten una comunicación inmediata con el lector. A mi web subo fotos, recibo insultos y fotomontajes con desnudos míos. Nunca se ha publicado tanta oferta cultural, pero falla la demanda: Nadie lee. 

En su libro De todo lo visible o lo invisible habla del éxito literario ¿Muchos de sus protagonistas son reconocibles miembros del Kronen?
La protagonista que intenta suicidarse soy yo. La empecé en un taller tras una crisis. Almodóvar es el cineasta gay al que ella intenta seducir. Aparecen Juan Manuel de Prada y Espido Freire. La obsesión por los cinco minutos de fama lleva a bulimias, anorexias, a perder contacto con la realidad, a ser una supermujer: ama de casa, profesional, madre, esposa, ¡y, encima, famosa!

¿Hay más compromiso en los escritores mileuristas actuales que en los kronen

Las novelas de ahora no tienen ideología, sino cierto postureo político y algo de nostalgia por la movida. En mis novelas trato la antiglobalización, el feminismo o el colectivo gay.


¿Cómo ve la literatura de los kronen a los mileuristas?
Al comercializarse se ha vulgarizado. Son un negocio los libros de autoayuda, Adelgazar comiendo peras y yo saqué dos de ese estilo. Pero si un país pierde su cultura también su rebeldía. No se puede vivir de la escritura y se compagina con trabajos alimenticios. Solo Vargas Llosa cobra 18000 euros por artículo. Un periódico, aunque sea de derechas, tiene a un columnista de izquierdas para quedar bien. Planeta ha absorbido editoriales en crisis, Prisa o Alfaguara, y te pide tres novelas, una continuidad. Te das a conocer en Madrid, Barcelona, o en la avanzada Francia. Una novela buena cuesta dos años, con la inmanencia de mantener a tu familia dando clases de filosofía en un pueblo. No se come con el 5% ni autopublicando. La cuantía del Nadal equivale a un año de mileurista. Los ebooks se piratean y escribes por amor al arte, regalas tu obra. La propiedad se asienta en el robo burgués, pero la intelectual reconoce un trabajo.

El 15 M, el tratado de Bolonia, las protestas contra los desahucios… ¿La juventud ha tomado más conciencia social en estos últimos años?
El libro Indignados de Hessel ha vendido cientos de miles de ejemplares y quedó como un sartre de un nuevo mayo del 68. Hubo muchas manifestaciones con Zapatero, salimos de la guerra, se legalizó el matrimonio gay... Con Rajoy, ¡todo cambia para que nada cambie!

¿Vivimos una crisis en el arte?
Las actrices ganan una miseria. Mariscal vive en la indigencia. La sirvienta del cuento de Chejov no se atreve a quejarse y según el poema de Beltor Brecht los nazis se llevan a los judíos, luego a los gais… y cuando te toca a ti el desahucio ya es tarde para concienciarte. Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes. ¡Encima de putas, no pongamos la cama!  

¿Usted escribe literatura para mujeres o literatura a secas?
Me considero feminista no radical. La mujer necesita una habitación propia y más realidades que la de casarse, tener hijos y cuidar una casa. Antes no había ley del divorcio, necesitabas el permiso del tutor o marido para viajar y para todo. Me deberían leer más hombres y no sólo homosexuales.

¿El capitalismo es el menos malo de los mundos posibles?
Creemos en un neoliberalismo salvador del mundo. Los mediocres ocupan puestos importantes con tráfico de influencias. Se coge a la más tonta, aunque la otra tenga diez másteres. Aznar eligió al que menos sombra le hacía. En sus memorias afirma que lo eligió Dios. Los presidentes demócratas suelen ser más guapos, pero todos los republicanos han oído voces. 

¿El escritor debe participar en lo extraliterario o limitarse a escribir?
Lo fundamental es tener algo que decir. La promoción es importante, pero accesoria. El escritor activista social viene de Emile Zola y su Yo acuso, caso Dreyfus. En toda época el escritor se ha implicado políticamente. Aristóteles opinaba de todo. Whitman reclamaba a la persona detrás del poema en su primer verso: “Quien toca un libro toca a un hombre”. Ahora importa más el circo mediático y la vida personal del autor que la obra o su opinión. Así pasa que un niño en vez de Messi de mayor quiere ser kronen.

¿Ha sido censurada o recibido críticas por estos aspectos extraliterarios?
Tras tantas demandas al final me autocensuro, sé qué no decir, aunque soy una escritora borroka, de Bermeo. El compromiso ético viene de una. Me han llamado apologista del terrorismo, me han acusado de plagio y me criticaron ir al Campamento de verano. Una Planeta no se mezcla con la chusma famosa, aunque deba pagar su hipoteca en Atocha.
  
“He evolucionado” 
¿Se ha alejado del kronen y del feminismo?
Ya no soy la adolescente bisexual de Beatriz, ni la universitaria que idolatra a Nirvana. Ni la mujer abnegada en su trabajo de Amor, curiosidad, prozac y dudas. Cada vez siento menos necesidad de escribir de mí misma, como hacía en Una historia de amor como otra cualquiera. Me abro a los demás, escucho la historia que tienen. Mis últimos ensayos versan sobre la crisis y los desahucios (Liquidación antes de derribo) y la especulación y corrupción en Marbella (Dios no tiene tiempo libre). Una amiga me habló de su experiencia en una secta y surgió la novela El contenido del silencio. La novela Lo verdadero es un momento de lo falso narra el crimen de un músico de la movida según la idea de accidente de la filosofía posmoderna, situacionista, la deconstrucción de Derrida, Vattimo, Lyotard, Foucault... Así que no me he alejado del todo.

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