martes, 16 de octubre de 2018

LA NARRATIVA FACTUAL. ¿O NO? HISTORIA DE ROMA DE TITO LIVIO


La narración factual. La historia, la clínica, jurídica, contractual, la de las diferentes disciplinas científicas y en la filosofía sistemática… en la crónica, los anales, hay una sucesión temporal, pero sin relación entre sus elementos. En los anales medievales se dice; el año tal se instaura el rey. El año siguiente hubo una peste. Nosotros, los intérpretes, somos los que establecemos una narración entre estas dos frases. Una receta se basa en una serie de componentes: pon en agua esto… hay acciones, pero no una conexión completa entre una y otra. Otra cosa es que llevemos esta receta factual a una narración de ficción, como hizo Laura Esquivel en Como agua para chocolate. Instrucciones para construir un barco se ven en La Odisea pero pueden considerarse digresiones en esta narración. Cuando el narrador de Movy dick reflexiona mentalmente sobre las ballenas se extrae de la narración. En una agenda; a las 9 desayuno, a las 10 voy a clase…hay un personaje y una serie de acciones. Pero es necesario algo más para que se considere narración. Un diario sí lo sería. En las crónicas, aunque sean cortas, hay una narración, pero no explicita. Ahora consideramos la historiografía clásica ficción, pero se trataba de vender como fáctica. Aquellos héroes que en su relación con los dioses fundaban ciudades míticas eran la historia del tiempo. Hasta las batallas muchas veces eran inventadas, y por eso son tan parecidas unas a otras (no porque siempre fueran igual), para legitimar un sistema de gobierno o una anexión de un imperio. Los anales griegos, latinos y medievales eran breves, se hacían registros anuales, no podía faltar ningún año… Hacer una continuidad de elementos de este tiempo implica una sucesión temporal pero no hay conexión ente esos hechos. Las crónicas madrileñas de Umbral dan un paso más, ya que hace una obra de ficción que podría haber presentado sólo como unos anales. Aristóteles decía que los hechos tenían que estar encadenados causalmente (causas y consecuencias), no solo unidos al azar. Si ponemos dos frases, aunque no tenga relación exacta, entendemos como que hay una relación, tendemos a buscarle causa efecto: “Juan se levantó. Luis apareció muerto”. Tratamos de buscarle relación. A veces el narrador crea perspectivas al lector y luego las traiciona. Estas son las mejores narraciones, las que sorprenden, las que giran su trama a un final sorprendente, inesperado y extraño. ¿La narración persigue entretener? ¿Solo es la de ficción? Otra vuelta de tuerca emplea un narrador falso, que casi te está vacilando. No nos fiamos de los trastornados narradores de Faulkner o del pederasta de Lolita. Es raro que en un ensayo literario, científico, crítico, histórico (tal como lo entendemos ahora); es decir: en un texto expositivo-argumentativo factual, el autor haga guiños referencias ironías de este tipo, pero puede haberlas. Hay teóricos que no diferencian literatura de crítica, como los descostruccionistas, imaginan que está creando la obra a la vez que la estan comentando.


¿Es factual  Historia de roma desde Rómulo y Remo de Tito Livio?

La batalla de Albalón cuenta la guerra de los horarios y curaceos. Hay dos grupos de tricillos que son trillizos, que casualidad. Uno muere y tres escapan y quedan dos luchan y son gemelos. Y ni tito Livio sabe quiénes son los romanos, y quienes los que escapan. Es ficción narrativa, aunque se base en hechos reales, con apariencia factual. Usa los recursos retóricos tópicos tradicionales que embellecen el texto, con un héroe, y deipticos. No solo trasmite información sino que la connota, usa el presente de los hechos, (presente histórico, que también se da en la historiografía moderna) No es autoreferencial, tiene una referencia extratextual, pero refiere a hechos históricos que manipula para justificar la victoria de Roma, basada en hechos reales según él, con veracidad, pero no son los hechos tal cual. Un novelista puede narrar también de forma factual o un historiador que narre así. A un hecho en el pasado le hace anotaciones como la descripción ficticia. Es un narrador omnisciente, emplea adjetivos calificativos descriptivos, se dirige al espectador. Usa el pasado para narrar. Pero luego pasa al presente histórico y se usan los dos en un mismo texto y van cambiando, pero manteniendo cierta coherencia. Descartamos la idea de que se trate de una mala traducción pues hay demasiados errores, esto lo causa el problema del pretérito perfecto simple en latín. Le da más verosimilitud a los hechos usando el presente. Suena a epopeya. Utiliza puntos suspensivos al final, crea tensión. Hay valoraciones, elementos subjetivos “afortunadamente”, sabe cómo van a reaccionar los personajes.   

A este historiador se lo cargó Augusto el emperador. Enaltece la historia de Roma con sus héroes y dioses. En un historiador puede haber mentiras o faltas de rigor y precisión, pero eso no implica ficción. Se basa Tito Livio en hechos reales, pero crea una ficción. Como Los episodios nacionales de Galdós, los hechos sucedieron, pero la novela histórica es ficción. Se puede considerar así, anacrónicamente quizá, a Tito Livio más cerca de la novela histórica que a la historiografía.  Él no fue testigo de los inicios de roma, en el 600 a. C. El vivió hacia el 17 a c. Cuando ves un narrador lo identificas con el autor pero hay que interpretar este texto sin conocer la biografía del autor.  Emplea una introspección en los personajes, eso es propio del novelista y no del historiador. Hay excesivos elementos, que a un buen observador le puede llevar a eso, pero usa comparaciones, símiles, valoraciones. Le atribuye a todo el grupo una victoria. En la época era factual con apariencia de ficción y ahora lo consideramos ficción con apariencia de factual. En la historiografía del xix hubo un cambio drástico en estos planteamientos.  En la composición académica moderna se usa el presente y el pasado histórico igual que en la clásica, pero requiere un compromiso de objetividad y honestidad intelectual. 

El uso del presente, y la descripción tan detallada, difiere de lo factual del relato de historia. ¿Cómo sabe tanto detalles si no los ha conocido? El detalle es una licencia más cercana a la ficción que a la historia. Imperdonable en un historiador moderno describir sentimientos de un personaje, salvo que haga conjeturas el mismo historiador; imagino que Napoleón… No puede decir: Napoleón imaginó que… Como suposición, y no con esa seguridad. Tito Livio sabe lo que se dicen, sabe lo que piensan. Es una convención en la historiografía antigua pero es ficción.   

 Es una doble narración. Narra lo que sucede pero se basa en otra batalla que contó Tucidides. Usa elementos expresivos para conmover al público, el romano del s I a c, su lector potencial, que vive revive lo que hicieron nuestros antepasados en la nueva roma imperial. Esta narración cercana, visual, expresiva, la usa también la épica, narrativa pero con apariencia historiográfica. La historiografía antigua tiene licencias excesivas que la acercan a ficción, pero por otro lado da muchos datos “Sé que aburro al lector pero tengo que contarlo”, esto no lo puede hacer una novela.  Un historiador se compromete a no mentir.  Si es un historiador sabemos que no se identifica sentimentalmente con la historia, o eso nos parece cuando leemos a Hobsmann (ironía). El autor de ficción no se hace responsable de lo que dice. Cuando escribe ensayo se hace responsable de lo que dice. Si lees los ensayos de Machado pensando que es una poesía no te lo crees, pero luego descubres que está hablando casi en serio. 

A Tito Livio lo lees sabiendo y condicionado de que es un historiador pero hay elementos que nos permiten distinguir sí es factual o no.  Mete discursos de personajes que sabemos que son inventados En el año tanto lucharon romanos y sabinos o se inventa batallas con convenciones de otras. Todas las batallas se parecen porque se las inventan, no porque fueran iguales. Siempre son las mismas escenas típicas, como en la épica. Responde el núcleo a una realidad factual, pero mezclada de elementos sobrenaturales, dioses, héroes, elementos fantásticos. En la ficción hay una identidad autor/narrador, pero no tiene responsabilidad sobre sus textos, cosa que el historiador sí.  Los relatos verídicos de Luciano hace burla de esto: Escribo de cosas que me inventado, que nada tienen que ver con la realidad. Hace parodia de lo que decían estos historiógrafos griegos. Hay conflictivos en los textos de la antigüedad por su manipulación latina, escolástica y moderna luego. Dos ejércitos que sean trillizos, gemelos y a la vez primos es mucha coincidencia.

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