domingo, 14 de octubre de 2018

EURIDICE PRESA DEL INFIERNO AL MIRAR ATRÁS



Quizá solo nos haya creado la nada para procrear, crear y ser llama, humo, ceniza, polvo, aire. La lira de Orfeo canta su melodía de Apolo armonioso. Ni siquiera la escucho, borracha ya de Baco. Y ebría de razón, siento que este regalo prestado de Hades no se lo pienso devolver. ¿Qué me aterra?: Que lo que amé, pensé, escribí, acumulé y perdí sea también humus de esta nada. No el desmayo de apagarte lentamente y seguir el curso de la hoguera. Sino el no poder mirar atrás, quedar para siempre presa del infierno en el que ni siquiera sabré que estoy o que seguirá eternamente. De dónde vengo sólo me sirve para imaginarme a dónde me dirigo. Caen mis lágrimas a chorros no cúando recuerdo a los malos del cuento de mi vida sino cuándo pienso en por qué coño de vez en cuando te encuentras a personas tiernas. Y entonces del sueño, con un aire inspirado y enamorado, despierto. Pero como los sueños sueños son...vuelvo a expirar, muerta aún no del todo, muerta solo en la mitad de la estación de mi vida. Es mamá, la primavera, la que me está susurrando: "Ser, No ser, Morir, Dormir, tal vez Soñar...¡Regresa, Persefone! Sin mi Lilith este edén está vacío"    
  



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