Este texto pertenece al tratado sobre la naturaleza humana
escrito en 1735, libro escandaloso para la época. Su autor, David Hume, también
escribió una historia de Inglaterra en 15 tomos durante 10 años, ensayos
morales políticos en el 41 y discursos políticos en el 52. En torno a las
universidades de Edimburgo y Glasglow
surge una escuela económica; los ilustrados escoceses; Hutchenson, Reid,
Ferguson, Adam Smith, Robertson, Quesnay, los fisiócratas, luego la escuela de Manchester…parten de la escuela inglesa del comon sense
o sentido común, más empírica y
especulativa que la racionalista
francesa. Por eso Hume tiene algunos puntos en común con Locke, y los
primeros empiristas. El reino de Escocia se une a Reino Unido y aunque al
principio los consideraban salvajes pronto se da una rápida industrialización. El
muro de Adriano atravesaba la isla. Se desarrolló en poco tiempo esta zona
atrasada con un folclore y cultura peculiar. Entraron en esa Commonwealth, y riqueza común, pero
había un contraste entre las tierras bajas y altas. En la ciudad se mezclaba lo
medieval y lo pre industrial. Por eso estos ilustrados escriben sobre el rápido
desarrollo de las sociedades y el nacimiento del capitalismo. Estudian cómo se
trasforma vertiginosamente la sociedad, y progresa. Su libro es una historia de
la sociedad civil. Hasta entonces se había hecho una historia conjetural,
especulativa, hipotética. Adam Ferguson escribe una historia positivista de la
sociedad civil, de la civilización. La
decadencia de occidente de Spengler o la caída del imperio romano de Eduard
Gibbon reflexionan sobre el fin de los imperios. En la época se escribían
libros como Gulliver de Switf o el
Robinson de Defoe revisando esas culturas consideradas bárbaras o salvajes
por los euro centristas. Montaigne
había creado el género del ensayo. Existían las teorías sobre el progreso de Turgot, Condorcet y el espíritu de las
leyes de Montesquieu. Para Hume existe una percepción creciente que los
animales no tienen; el ser humano es consciente de sí mismo. Y según la teoría
de la evolución siempre ansia una vida mejor. ¿Cómo debería organizarse?
El
gobierno debe fundarse en consenso popular. Pero ese consentimiento de todos a
una voluntad general casi no se da, pues el hombre establece relaciones y
voluntades de poder y se expresa por la fuerza, por la conquista y la
usurpación. Se han disuelto los antiguos gobiernos, pero no nos engañemos, los
nuevos se han formado a través de la violencia o del fraude. Hume está a favor
de que el gobierno lo decida el pueblo, pero esto se da muy rara vez incluso en
la democracia directa, hay que sopesar otras formas de gobierno. Para que se
den estas republicas ideales, como la de Platón o Rousseau el hombre debería
respetar la justicia y aceptar que disminuya su libertad en aras de la voluntad
general y no preocuparse solo del bien propio y privado sino también del común.
Pero esta forma de gobierno ideal se da sobre el papel y no en la realidad. La
humanidad no es capaz de llegar a esa forma ideal. El pueblo debería en teoría
consentir el gobierno sin que disminuyesen sus libertades como pretendía
Rousseau. Estar sujetos a la voluntad general, pero manteniendo su autonomía.
Tampoco es cierto que todo el pueblo participe o quiera participar en ese
gobierno. En épocas de paz se consulta al pueblo para redactar una constitución,
pero en las épocas violentas como revoluciones conquistas o golpes de estado es
la fuerza militar y la astucia política la que ordena y manda. El pueblo
siempre va a estar descontento con el gobierno. Le obedece más por miedo y necesidad
que por lealtad, obligación moral o nacionalismo patriótico. El dictador aterra
al pueblo, pero él teme a todo el pueblo. Teme cualquier insurrección. La
dictadura se fundamenta en el miedo. Enseguida consideramos gobernadores legítimos
a los conquistadores o usurpadores que nos colonizan. Todo régimen se instaura
por violencia y se acepta porque no hay más remedio, por obligación.
Estos ilustrados estudian principalmente la moral que les
lleva a los campos interrelacionados en la época de la historia, la política o
la economía. Analizan la moralidad de
las formas de gobierno. Están a favor del progreso, pues la revolución
industrial empieza a darse y les trae desarrollo económico y por eso elogian el
comercio y la vida burguesa en los burgos ciudades.
Hume hace una aproximación
histórica de las naciones dividiendo la evolución
en 4 estados según los modos de subsistencia (de producción para Marx), la
forma de buscar sustento: el primitivo
se dedica a la caza y pesca, el salvaje
al ganado y pastoreo, pero estos nómadas se asientan y domestican animales. El bárbaro se dedica a la agricultura en
el neolítico y la civilización llega
con el comercio. Este es el gran cambio. Son como escalones sucesivos que se van
subiendo en la teoría del progreso. Es la misma teoría que Rousseau o
Montesquieu. El capitalismo surge con el dulce
comercio; intercambiar productos por dinero. Dulce porque es suave (y no un
cambio brusco) Intercambio de bienes e ideas que van y vienen. Se dulcifican
las costumbres, se civilizan y el hombre se vuelve ciudadano, habitante de la
polis y burgo. El hombre se alimenta de vegetales y animales y aumenta la
capacidad de almacenar productos y nuevos sistemas de conservación de la
cosecha para pasar menos hambre. Las grandes civilizaciones nacen a orillas de
grandes ríos, Ganges, Nilo y son más sedentarios. En las montañas eran más
pobres, nómadas y guerreros. La civilización guerrera se fue haciendo cada vez más
pacifica al desarrollarse el comercio. No necesitan robarse unos a otros,
cambian bienes por dinero. Esa confianza y optimismo capitalista les lleva a
pensar que con él desaparecerán las guerras, cuando ya hemos visto que se han acrecentaron.
Frente al determinismo sociológico de un destino regido por Dios, Ferguson afirma la voluntad humana, el
hombre es libre en sus actos y va improvisando sobre la marcha. La evolución de
la sociedad está condicionada por factores económicos sociales ¿Todos
evolucionamos siguiendo una misma pauta? Parecería entonces que los africanos
siguen en una fase primitiva, como la de nuestros antepasados salvajes. No han
descubierto ni la agricultura y aunque viven en nuestra misma era están en un
momento histórico de la evolución más atrasada. Sin embargo, no tiene por qué
una sociedad seguir el sendero marcado por los europeos, creídos ombligo del
mundo, y siempre vanguardia. Marx estudia las formas de producción; esclavismo
socialismo… acaba haciendo su experimento en la Rusia feudal que pasa del
comunismo al capitalismo. Que nuestros antepasados fueran indios o descendieran
de los monos ofendía a la burguesía, pero es que la sociedad es el resultado de
la acción humana y no de la ejecución de un proyecto o plan divino. Es la
casualidad y no la causalidad la que dirige el mundo. El destino es algo
azaroso que podemos cambiar relativamente.
Para Hume el hombre no nace ni lobo ni cordero, sino que
basa sus relaciones sociales en sus sentimientos, en la costumbre, en las convenciones,
la opinión que tenga la mayoría, la lealtad histórica a determinados grupos. No
es iusnaturalista como Hobbes-Rousseau;
no hay derechos libertades naturales a priori anteriores a la experimentación
política ni cree en una razón natural o universal. Hume rechaza la idea
de contrato social de su amigo Rousseau
(y Locke, Hobbes, Montesquieu) La
sociedad no se basa en ningún pacto abstracto sino en el consentimiento, la
indolencia, la pasividad y el conformismo del pueblo dominado. Un pueblo
perezoso que no quiere participar de la vida política, que no va a votar, que
hace lo que hacen los demás y por hábito. Tiene una visión pedestre pragmática de la
política, actuamos por inercia y la legitimidad de un gobierno se lo da la
costumbre. Es un pacto de sumisión, como el de Hobbes, pero sutil, ni nos damos cuenta. Lo normal es no rebelarse
y ser pasivos políticamente. No hay grandes razones para que nos dejen de
gobernar. Y es que la moral no es algo ideal e intelectual sino algo pasional,
sentimental, voluble. El estado se mantiene gracias a la regularidad estadística.
Robar y matar es feo. Es feo rebelarse a un gobierno salvo que sea demasiado
malo. Nuestra moral, para cada ser humano es diferente, llega a un consenso
común en cosas como no admitir los crímenes. Hume no es conservador, pero
observa que conservamos un gobierno más por pereza que por ideal. No hemos de
perder el tiempo especulando sobre una razón natural universal, o una VG, sino
estudiar los casos concretos.
Por eso su filosofía es del sentido
común. No hay que pensar que los seres humanos somos altruistas y nos
entregamos a la VG. Hay que pensar que somos bellacos, ponernos en lo peor. No
dice que sea malo el hombre, se pone en la tesitura de que todos fuésemos
malos. Piensa mal y acertaras. Todos sentimos el deseo del robo, la tentación
de la corrupción. Parte de que todo el mundo tiene intereses egoístas. Debemos
hacer leyes que medien entre ese hombre egoísta y sus intereses privados en su
conciliación con lo social; con otros egoístas y otros bienes. No se puede
confiar en la gente, más allá de que sea buena o mala por naturaleza, que eso
le da un poco igual. Así la propiedad privada ya no es el origen de la
desigualdad ni un robo sino el fundamento del sistema que se empieza a dar; el
capitalismo.
Hume distingue entre la razón deductiva racionalista y la inductiva
empirista. La razón en que creen los ilustrados franceses es la lógica. El
universo era algo matemático y rítmico, el todo se componía de una summa de
partes. Había una serie de axiomas evidentes que no se discutían ni hacía falta
demostrarlos. Eran ideas abstractas relacionadas entre si. Tenían la certeza a
priori de que aquello era real-racional, verdad. Kant lo llamó el juicio o imperativo
categórico. De una verdad abstracta se iban desglosando verdades parciales
en la realidad. La ciencia estudia el fenómeno desde el noúmeno. Pero los
empiristas opinan lo contrario; hay que partir de lo concreto y pragmático, de
la realidad, y de la vida, para establecer luego leyes o verdades generales,
universales. Por eso se basan en el experimento físico. Así estudió Newton la ley de la gravedad; Iba
tomando notas. De aquel fenómeno observado se iban induciendo teorías e
hipótesis en una dialéctica tesis- antítesis. Eran juicios de hechos. El mismo
Kant en la crítica a la razón pura dice que esta no vale sola, que esta desnuda
sin la razón empírica.
Hay una tercera razón que es la
moral. No se ocupa de lo que pasa sino de lo que debería pasar. Hume es un
autor moralista. Todos discernimos el bien del mal de una forma similar, lo que
agrada y lo que repele éticamente. La ciencia no se ocupa de ese deber ser,
sólo del ser. La moral hasta entonces se basaba en leyes de regulación judicial
(el código de Hamurabi dictaba
cortarte la mano) o de la propiedad de la tierra. El mundo antiguo creía en Dios y en la
religión, en una moral heterónoma desde fuera y Kant con su sapere audem nos invita a una razón
autónoma, que parta del imperativo categórico de uno mismo. Kant cree en una Razón Universal, como Roseau,
es posible el consenso entre varias morales o razones; aunque cada uno tiene la
suya es posible el contrato social. Pero al leer a Hume despertó del sueño
dogmático; ¡ni la ONU se pone de acuerdo en todo! Nos gustaría que todos
pensásemos parecido, pero ya dice el dicho; cuando todos piensan igual es que
ninguno piensa demasiado. La razón moral es esclava de las pasiones. Eso fue un
escándalo tremendo pero los románticos apostaban por una educación sentimental
porque la ética surge del corazón, más que de la razón. Lo bueno es aquello que produce placer a mí o
al otro evitando el mal y el dolor. Nietzsche
lo estudia en más allá del bien y el mal y el placer- epicúreo y el dolor- estoico
serán los términos eros- thanatos de Freud
(en Platón; concupiscible e
irascible) La moral era una cuestión más sentimental que intelectual. Luego lo
justificas, pero todo parte de una sensación visceral de aprobación o rechazo.
Actuamos de forma irracional, aunque luego se racionalice buscando
explicaciones lógicas. Nos guían las corazonadas y a veces el conductor del
carro no sabe templar a estos dos caballos del auriga Hume se plantea si la
política puede ser una ciencia, como la economía. Haría falta tener más
experiencia. Sabemos poco de los orígenes de la humanidad (Sumer, Gilgamesh) y algo más del mundo clásico, gracias a los
historiadores romanos y griegos. Deberíamos estudiar las revoluciones, las
tiranías y establecer leyes científicas políticas que funcionen casi como
certezas seguras. El mundo es demasiado joven para hacer una ciencia política
con leyes generales. Hay que hacer ciencia de la política como cosa concreta,
sobre todo para evitar la corrupción.
Adam Smith 1723 1790 fue un personaje curioso a pesar de su nombre
común. Tiene la mala fama de ser el inventor del capitalismo, pero no era
ingenuo; la sociedad comercial tiene inconvenientes, pero es mejor que vivir en
los bosques como Rousseau. No alaba en exceso la ciudad. Era profesor de moral
y a través de esta llega a la economía pues estaban interrelacionadas. La
economía se convierte en un saber autónomo, una disciplina más, una ciencia
social dentro de las ciencias del hombre o del espíritu (frente a las de la
naturaleza) como las clasificó Dithley
un siglo después. Estudia las sociedades comparándolas, como una antropología o
fisiología social más. (La sociología la desarrolla Augusto Comte, padre del positivismo o el sociólogo Saint Simon, socialista utópico) Smith
escribe una teoría de los sentimientos
morales. El hombre progresa en todos los campos salvo en el moral. Compara
al hombre actual con el de las cavernas, se pregunta lo mismo. Otra idea es su teoría de la empatía-simpatía (la
capacidad de ponernos en el lugar del otro, sobre todo del que sufre). No
obtenemos el pan por la benevolencia del panadero sino por su egoísmo y el
desvelo por su propio interés. El panadero madruga y trabaja por nosotros, pero
lo hace porque así se gana el dinero y la vida con ello, no con fin altruista o
moral, aunque hace que los demás comamos. El egoísmo tiene un lado positivo
pues su propio interés hace que satisfagamos el nuestro. Critica el mecanismo
de estado mercantilista. (Ni siquiera había surgido el comunismo) El estado no
debe dirigir la economía pues la competencia es un libre juego de intereses. Si
no hay competencia el que tiene el monopolio fijaría el precio que quisiera. El
empresario emprendedor hace que la oferta se adapte a la demanda en el mercado.
Pone una fábrica de un bien solicitado y escaso. La iniciativa privada busca
nichos de inversión. El estado no ha de decir que producir, sino es el mercado
el que lo dicta. Cuando hay muchas fábricas de plástico dejan de hacerse más
fábricas. Ya no tiene beneficio. Ajustará entonces el precio. El empresario
puede no querer hacer farolas porque no obtiene beneficio y es entonces cuando
los gobiernos invierten en esos bienes públicos, no rentables, pero necesarios
(educación, sanidad, ecología, calidad de vida). Las cosas se compran y venden
y ese juego de intereses se auto regula el solo, conducido por “una mano invisible”, que impone cumplir
un fin. Le Interesa la fase comercial. Elogia el comercio, lo identifica con
civilización. (aún no se había producido la revolución industrial). Para los
capitalistas utópicos era una maravilla esta industria. En la
riqueza de las naciones estudia cómo se relacionaban las tribus y
sociedades. Hacen la guerra para robar, rapiñar, hacernos con lo del otro y
tomar esclavos. La sociedad guerrera se vuelve pacifica con el comercio. El
capitalismo acabaría con la guerra, al intercambian bienes pacíficamente, sin
botín, como en la paz de Westfalia de 1648. Estudia la moral y costumbres de
una sociedad y explica cómo funciona el capitalismo en un intento de comprender
sus mecanismos. ¿Por qué unas naciones son ricas y otras no? El capitalismo debe
dejar hacer a las empresas. Hobbes dice que el mundo es creado por un relojero
que le ha dado cuerda. Las cosas caían al suelo por acción de la ley de gravedad
o gravitación universal. Era un mecanismo maravilloso la ley de Newton, que
hacía que el mundo funcionara. En las relaciones internacionales, las naciones
se equilibran entre sí como en la teoría de la separación de poderes. Es un balance
de poder en toda Europa. Que cada
uno haga libremente lo que quiera. Esta es en esencia la teoría de Adam Smith;
que se deje hacer. Este aduanero pretendía el libre comercio sin barreras ni
aduanas (como las que había en Vizcaya) Eliminar los gremios, las formas de
organizarse de los artesanos, en pro del ordenamiento en burgos. Cuando uno vive en sociedad se pone en la piel
del observador imparcial. Te juzgan unos ojos superiores. Compara la
sociedad escocesa con la de hace 100 años. Se vive mejor. El interés comercial privado ha aumentado la
competencia, y la mayor calidad de vida. El mundo mejora gracias al comercio.
El capitalismo es bueno porque la situación anterior era peor. Habla de
aspectos positivos, del avance que supone. No es un gobierno de la virtud,
aunque se preocupa del bienestar general de los conciudadanos.; que vivamos
todos bien.
Virtuosos hay poca gente, pero
interés personal tiene todo el mundo, como se dice en el libro las pasiones y los intereses de Hirschmann.
La sociedad funciona autónomamente, por si misma, sin que nadie la dirija. No
necesita una dirección. Se dirige automáticamente gracias al egoísmo, del que desconfiaba
Rousseau. La Competencia se basa en la desconfianza del otro. En este
mercantilismo el estado controla la economía, pero actualmente es esta la que
controla al poder, lo que se compra y vende. Aunque Smith nunca se llamó así
mismo liberal es el padre del liberalismo económico; limitar el estado para que
circule el comercio. Es interesante en su libro de 900 páginas la parte de la
división de trabajo para aligerar el trabajo; uno que corte, otro que
tense...aumenta la producción, pero acabas alienado- enajenado, como en la
película Tiempos Modernos de Charlot. Frustra a la persona la tarea mecánica,
un trabajo que no se valora. Y la rebelión a esto se da gracias a la educación.
El capitalismo embrutece al proletariado y no así al funcionario o al ingeniero
(invasor bárbaro para Ortega) que se
especializa en algo concreto. En general el trabajo de oficina, menos técnico,
incentiva al trabajador, incluso le auto realiza, necesidad importante en la
escala de necesidades de Maslow. Se trata de ensanchar el campo de visión de
un proletariado visto como homus
economicus y civicus más que como un ciudadano. El neo capitalismo sin
regulación lleva a políticas como la de Trums en la que es la industria de
armas y petróleo la que gobierna. Confiemos en la economía, en este Capitalismo
optimista utópico y positivo positivista, en esta creencia del dulce comercio.
Estas autores pretendían una sociedad mas justa, en paz. Todo se auto regula.
Es esa metáfora de la balanza en equilibrio, un sistema de peso y contrapeso de
nuestro frutero. El hombre no busca ese equilibrio, sino que ese equilibrio ya
existe en el cosmos. En el fondo estaban proponiendo una economía mixta de
libro mercado con control estatal como la de Keynes. No es tan apóstol del libre mercado como la escuela de Mánchester fue. Quizá lo fácil en este
articulo fuera criticar las maldades del capitalismo, pero como eso es ya un
tópico dejo el comentario aquí.
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