Zadie Smith
1975 Londres
Hija de una madre jamaicana y
padre inglés. Es mestiza negra, mujer y negra en Inglaterra. Apareció en los
medios de comunicación cuando era una estudiante de 23 años en Cambridge. Llevó
el borrador de su novela a varios editoriales y todos se la rifaban. En 2000
sale su obra magna, dientes blancos. Es la vida de dos familias de excéntricos multiculturales
en el west londinense. La presentaron como la esperanza literaria del nuevo
milenio. Esa fama no pesó sobre su carrera. Nunca hizo la segunda parte de esa novela.
En 2002 publica el cazador de autógrafos y en 2005 sobre la belleza. Tras varios
años sin escribir ni publicar, en el 2013 salió new west London. Van a publicar
una novela suya dentro de nada. Representa el Londres de los inmigrantes. Los pisos
de protección oficial. Es sutil la crítica literaria de esta profesora de Nueva
York que vive en Inglaterra. Sus novelas son recogidas con celebración y buena
acogida. Era muy joven para escribir, la fama la llegó demasiado pronto. El mundo
de los escritores, dice ella, es un mundo en que la gente se adora así mismo,
creen que su palabra es fantástica, pero a ella la escritura le resultó una
experiencia agotadora. Es humilde con su novela. Y sigue confesando su
inseguridad como novelista, quizá achacada a su condición de mujer. le falta la
seguridad de esos escritores que creen su palabra sagrada y la defienden a
muestre. Es una autoridad ante los novelistas varones, consagrada como
escritora original, social, política y cultural. Reconoce a estas alturas su
inseguridad al publicar. La última novela va de los escritores que conoció. Intentó
ser cantante y tocar el piano. Aparecerá la novela para el otoño, swing time. Es
su primera novela en primera persona pues tenía recelo de ella pero es una
estupidez ese recelo, nos aclara, no es un recuerdo que me impida escribir
sobre otras personas. es impresionante la subjetividad del narrador. Todo fluye
en primera persona las mil maravillas. Aparece como telón de fondo la
esclavitud pues su madre era jamaicana. Es una escritora glamurosa, cada con
otro escritor. Habla de la explotación de los negros que viven esta época que
les toca vivir. Teníamos una vida que hubiera seguido su curso natural ¿y qué
hubiera pasado? Nos trasplantamos a una vida diferente. Cada pueblo arrastra su
trauma. Se les lleva a la fuerza a un mundo nuevo sin raíces como es EEUU. No retrata
el colonialismo y esclavitud en África sino que la trama trascurre en una calle
de Londres de los 80. Los niños bajan las bragas a las niñas negras y la gente
lo acepta como algo natural. Es una edad que aún no han surgido la conciencia
de sexo. Zadie lleva la pesada carga de ser mujer y negra pero su obra está
llena de un tono desenfadado, ligero, incluso humorístico. Es una preciosidad dientes
blancos. En un barrio londinense conviven los inmigrantes con la familia de
este suicida. Hay un árabe negro y combatientes de la segunda guerra mundial. El
trabaja en un taller de manipulado y el otro es camarero en un hotel. Están casados
con mujeres jóvenes. Los hijos se rebelan contra el racismo británico, de clase
social. Su historia es la del barrio, la de escapar del propio destino. Recuerda
a las primeras novelas del autor británico Humenskhi paskistari, que escribe novelas
de inmigrantes como la boda de los suburbios. Ella es de origen jamaicano. Los hijos
se rebelan a hacer lo que sus padres no hicieron o quisieran ellos que sus
hijos hicieran. Les cambia el destino
Iba al
volante de un coche, confiando en que no hubiera tráfico. Lanzo al aire una
moneda. Suicido al cara o cruz. Era una propuesta para el año nuevo. Había distinguido
esa avenida. Le pondrían 50 palabras en la esquela para los amigos que la
leyeran. Esa carretera no era un lugar para ir a morir sino para ir a otros
lugares. No quería morir aleado en un bosque. La gente de pueblo muere en el
pueblo y la gente de ciudad en la ciudad. Con 47 años vive solo en un
apartamento. No dejara instrucciones para su muerte o para después de ella. Ni una
nota de despedida. Quiere paz sosiego, el confesionario vacío, lo que media
entre el silencio y la palabra. Morir antes de que abran las tiendas. Se estrella
contra un comercio. Se escurre la sangre de las cosas muertas de la carnicería.
Enciende el gas venenoso e el coche. Pero tiene fortuna la buena suerte le sonríe.
La posición de los planetas, las músicas de las esferas celestes, han decidió
que le corresponde una segunda oportunidad, debía vivir.
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