SARA KANE
Exex 1971 Londres 1999, se
suicidó a los 28 años.
Es mujer de teatro. Estudio arte
dramático en el Birmingham Bristol. Era actriz, profesora de teatro y
dramaturga. Sus obras se llevan a escena y son trágicas como los griegos o
Shakespeare. Es una mujer punk. Da claves para leer el teatro. El teatro está
hecho para ser visto y no leído, sino visto en escena, pero nos gusta leerlo y
las coordenadas que hace el apuntador nos hacen imaginar la escenografía. Su
obra es muy personal. Su obra teatral se compone de reventado, un amor de Fedra
(una visión particular de la obra de Seneca), purificados, ansia y 4-44
sicosis. Apasionada y frágil pasa media vida entre crisis depresivas, intentos
de suicidio y estancias en psiquiátricos. Póstumamente se encuentra su nota de
suicidio que es esta obra, 4 44 sicosis. No debemos empezar a leerla por el final.
Se estrenas sus obras en el teatrillo de Londres donde se han estrenado la
segunda mitad del siglo XX todas las obras de vanguardia; el royal court
teatre. Harold Pinter dice que es un caracol sin sus concha, delicada y desnuda
ante este mundo hostil que acabó matándola.
Vicius, de seix pistol, fue un
descerebrado, dice la escritora que le hubiera gustado filmar reventado que se
dirigió en España. Da patadas en los cojones con sus palabras, (que puntería). Tiene
un trasfondo filosófico sus tragedias, muestran violencia punk; “soy violenta
porque vivo en un mundo violento, en una sociedad brutal. Soy una romántica y
el mayor nihilismo es quitarse la propia vida”. Su obra es existencialista.
4.44 es la hora en que más suicidios hay. Una voz al fondo repite que no hay
esperanza. La obra se estrena en el 2000 y la autora muestra extrema violencia explicita,
nihilismo, amoralidad, una sexualidad perturbadora. Una cámara de los horrores.
En 1995 se estrenó Reventado, y fue un escándalo, un montón de basura, decían
los críticos. Un festín de mierda e inmundicia fruto de una mente enferma y pervertida.
A Harold ruter la defienden. Detesta el realismo dominante que no muestra la
tragedia de ahora. Escribe tragedias a la manera clásica, la modernidad teatral
no debe pasar por la sensibilidad clásica sino por restaurar la comedia violenta
griega, la violencia es legítima en la obra de arte y hay que descriminizarla. Ella
apuesta por el vitalismo, una nueva moral de vida. Expresar lo no expresado. La
sociedad bien pensante se escandaliza y persigue la violencia en el arte cuando
no persigue la que se da en el día a día cotidiano. Ella es consciente del
poder del lenguaje y la palabra con vida y sentido. La literatura es incluso
como música. Ella tenía una formación en varios teatros. Prescinde de los
personajes argumentos acción y explora su interior, las voces de angustia insoportable,
la propia crónica de su suicido. Toda su obra tiene connotaciones autobiográficas
y se muestra desnuda, como un ser ante la muerte. Sabiendo que va a morir es
capaz de doblegarse y ver su propio dolor y angustia desde un lugar alejado y
objetivo. Es una declaración de vitalismo, de que el dolor nos hace más fuerte,
de que el dolor existió y fue hermoso. Hace descripciones homéricas como fármacos
para el alma. “Te voy a decir como morir; Mezcla 25 de tenacepan con 20 de milles”.
Ella mezcló todo lo que tenía por casa. El pensamiento construido es como un enenuco.
Ella refleja la ruptura del alma. Ella era la antítesis de la política de moda
entonces, Margaret Thatcher. Si aquella era la dama de hierro, esta escritora
era todo fragilidad, depresión y una perturbación tormentosa. Detestaba a los
profesionales de la psiquiatría. Decía que ellos la añadían sufrimiento. En febrero
del 2000 se mató en el hospital. Del 95 al 2000 escribió sus cinco obras. Reventado
se estrenó en el royal carol teatro. Era un poema dramático que duraba. Es titánica
su observación de si misma antes del suicidio. Sufría profundos dolores, en sintonía
con todo el dolor universal. Eso era lo interesante. El cuadro que mejor la
define sería el grito de Munch. Las miserias y dolores se amplifican hasta lo insoportable.
Son las tragedias contemporáneas como la del cáncer, violencia brutal sin
glamour. Rechaza a los puristas que censuran sus obras por violentas. Es una
doble moral pues no rechazan la violencia en la vida. Es escéptica, la
violencia debe mostrarse en toda su crudeza, su forma real repulsiva. Porque cuando
mitificamos la violencia parece que la estamos legitimando. Lo convertimos en
un espectáculo como el de la Ilíada, y así la violencia parece algo puro,
ideal. Artístico, pero lejos de nuestra vida. Y la violencia nos acompaña. Se preocupan
más de esta violencia que de la de la sociedad. Ella crea un infierno con su
imaginación para no acabar allí en la realidad. Refleja la violencia de las
instituciones de confinamiento. No purifica la violencia. Su universo claustrofóbico
habla del dolor universal, de un campo de concentración, una cárcel o un
manicomio. Golpea, mutila, se humilla, se droga. Los personajes caen y bailan
muertos hasta convertirse en Carontes rumbo a la laguna estigia del infierno.
es un descenso a los infiernos. Pero dentro de todo ese caos el amor que lo guía
todo. Bajo los muertos agonizantes brotan flores y la obra se abre con más de
un significado. Estira el lenguaje teatral. Da mucha importancia al trabajo rítmico
en el teatro. Si no dices esa coma te mato, bromeaba la autora
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