LANDERO
Nace el 25 de marzo de 1948 en Alburquerque, Badajoz (Extremadura, España), Tiene el premio de la Crítica de 1989 y el Nacional de Literatura en 1990 por su opera prima Juegos de la edad tardía (1989). Su familia eran agricultores extremeños emigrados a Madrid en 1960, tuvo que trabajar muy joven para pagarse los estudios en los oficios más variopintos, en especial como profesor de guitarra flamenca (de ello habla en su novela el guitarrista que recrea su juventud). Estudió filología hispánica en la UCM, complutense de Madrid y ejerció en la misma como profesor ayudante de Filología Francesa. También fue profesor de Lengua y Literatura españolas en un instituto de bachillerato de Madrid. Actualmente está jubilado, pero imparte clases en la Escuela de Arte Dramático de esta misma ciudad. Su primera novela, Juegos de la edad tardía, fue muy exitosa y en ella ya aparece su singular diálogo entre la fantasía y la realidad de raíces cervantinas. Ha publicado otras novelas y artículos en la prensa, en el país, que se encuentran reunidos en diversas compilaciones, como la titulada ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004).
Nace el 25 de marzo de 1948 en Alburquerque, Badajoz (Extremadura, España), Tiene el premio de la Crítica de 1989 y el Nacional de Literatura en 1990 por su opera prima Juegos de la edad tardía (1989). Su familia eran agricultores extremeños emigrados a Madrid en 1960, tuvo que trabajar muy joven para pagarse los estudios en los oficios más variopintos, en especial como profesor de guitarra flamenca (de ello habla en su novela el guitarrista que recrea su juventud). Estudió filología hispánica en la UCM, complutense de Madrid y ejerció en la misma como profesor ayudante de Filología Francesa. También fue profesor de Lengua y Literatura españolas en un instituto de bachillerato de Madrid. Actualmente está jubilado, pero imparte clases en la Escuela de Arte Dramático de esta misma ciudad. Su primera novela, Juegos de la edad tardía, fue muy exitosa y en ella ya aparece su singular diálogo entre la fantasía y la realidad de raíces cervantinas. Ha publicado otras novelas y artículos en la prensa, en el país, que se encuentran reunidos en diversas compilaciones, como la titulada ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004).
Aquí no hay misticismo. Es un
autor pedestre, pragmático, inmanente y sin embargo fantasioso. Aparece la existencia de una realidad
cotidiana con una voluntad muy grande para seguir en el envite de la vida.
Aparece siempre la ayuda de la fantasía en la realidad. Es la idea compensativa
de la imaginación frente a lo duro de la realidad. Son personajes muy sencillos
de ambientes humildes. Landero recrea un mundo lleno de posibilidades, de
superaciones, de movimiento. Ninguno de sus personajes está estático, siempre
hacen cosas, tienen iniciativas desde la sencillez en esto de la vida. Hay un
gran caos en todos ellos, pero es un caos que invita al orden e incita a la
superación de las cosas. Trabaja su protagonista uno como guitarrista,
limpiador coches, en un almacén, barbero… de reponedor. Oficios sencillos donde
cada uno de ellos tiene su deseo de que en esto de vida haya un asentamiento,
una sensación de bienestar que suele ocurrir en pequeña medida. Hay que
destacar la voluntad esperanzadora de los personajes de Landero. Esto es
filosofía. Ninguno se queda conformado con lo que tiene. Hay un afán de
superación, de hacer cosas, llegar a una meta conociendo que la adversidad está
presente y que se van a producir infortunios. Esos personajes recuerdan a una
filosofía del costumbrismo, de las cosas pequeñas, de la voluntad. Aunque el triunfo no sea materializado en sus
vidas siempre hay una victoria, la victoria es que ninguno de ellos sucumbe,
perece, es derrotado por la vida. La fantasía es muy elevada pero no se llega a
ese absoluto de fantasía que se busca, pero en ese camino está el triunfo,
hacer las cosas sencillas y hacerlas bien. Es una filosofía dentro del
pesimismo existencial que está en el ambiente. Al final ese escenario ambiental
rezuma matices de optimismo y las dos cosas, pesimismo y optimismo, hace que su
narrativa sea ambivalente. La fantasía como idea compensativa de la realidad.
Landero hace que uno genere pensamientos positivos para poder combatir la
pesadumbre de la realidad, que es como es en sus vidas. La fantasía no como un
mundo de escapatoria, sino la invitación a ver el futuro como algo positivo. Esto
hace que los personajes no sucumban en la vida, gracias a esas dosis de fantasía
necesaria para la vida. La fantasía está en el quehacer cotidiano, es un mágico
realismo. Nadie regala nada en lo cotidiano, en lo no fantasioso, se tiene que
trabajar y hacer la realidad. Pero el complemento fantasía les viene a todos
bien, es una ayuda necesaria. En la fantasía se muestra muy cómodo. Nos hace
ver que ama los personajes, no es cruel con ellos. Pudiendo poner unos
personajes decrépitos, tratándose de perdedores, siempre los trata con amor. No
sucumben ante la realidad por esa fantasía, esa necesidad de no quedarse
estáticos, siempre en movimiento haciendo cosas dentro de la vida. Pesimismo y
optimismo están muy unidos. Sus libros son muy similares entre sí; la vida
negociable, juegos de la edad tardía, el guitarrista, caballeros de fortuna, el
mágico aprendiz… 10 o 11 libros que Carlos de Agustín se ha leído todos.
Esa idea de la fantasía hace de
Landero un autor entrañable porque los personajes así lo son. Una buena gente.
Los personajes también lo son y se alejan de la maldad, de la crueldad, de lo
hiriente y rezuma candor en todos ellos. No es una ingenuidad de una bondad trasnochada,
sino la inocencia del fantasioso. Un personaje romántico y bueno, no es mala
gente. Tampoco son personajes simples porque tienen gran introspección psicológica.
Son complejos, no son tontos, pero son buena gente. Tienen que bregar con el infortunio
de la realidad en el día a día. Y lo consiguen poniendo mucho de su parte y con
la unión de la fantasía consiguen llegar a un puerto estable. Son personajes de
baja condición, humildes, de barrios. De pueblos. La sencillez y bondad no da
para más. Se aleja de lo artificioso, lo rococó y lo barroco, aunque bebe de la
tradición cervantina y barroca. Son limitados en el aspecto económico, su
economía no es boyante. Sus personajes no son de una burguesía asentada, que
posibilita una vida ya hecha. Son personajes del día a día, en su lucha por la
vida, corrientes, molientes y normales. Son personajes con los que se pueden
identificar los lectores. Cualquiera de los que leen pueden ser el personaje
protagonista. Es un final feliz, pues al no ser una derrota total es un final
feliz. S aleja del happy end hollywoodiense y del “Fueron felices y comieron
perdices”. No han sucumbido pudiendo sucumbir. Frente al determinismo existencial,
son personajes de mucha voluntad y siguen en esa línea. Lo único que puede
hacer salvar esto de la vida es la fantasía. La vida y la realidad se ceba con
ellos, pero si no pusieran esa voluntad sería peor, sería un fracaso. Es una voluntad-
comodín con matiz de fantasía. Hace Landero que la fantasía sea un comodín de
agarradera positiva frente a una situación muy hostil por sus circunstancias.
No hay mucha crítica social. Enumera como vive el tipo común frente a estas
condiciones y circunstancias de clase determinada. Lo cual es ya crítica
social. Pero no es un Chirbes, ni los clásicos franceses como los miserables de
Víctor Hugo. Se contenta con la enumeración de cómo viven las gentes. Retrata la
psicología de gente en un contexto determinado. No es burguesía ni elites. Es la
psicología de unos personajes determinados en clases medias bajas. No aparecen
escritores n muchos alter egos de él mismo, aunque todas sus novelas tienen un
componente autobiográfico. Hace una descripción
muy lineal, conoce la psicología humana y en muchos aspectos esos adolescentes jóvenes
son alter ego de lo que él es, siente y piensa, de lo que fue. Por su
interpretación, entiende como son esos personajes, el sintió igual en ese
momento. Su vida y juventud aparecen en ellos reflejados. Es una vida psicológica,
vital, laboral, búsqueda de los trabajos más humildes, del mantenimiento del día
a día. Es conocedor de esa psicología por que el lo ha vivido. Y en muchos de
sus personajes se le puede ver a él, son proyecciones de él. La Fantasía es idea compensativa a la realidad
del día a día. Tienen un proyecto de vida, esto no se va a cumplir, nunca
consiguen lograr lo que quieren, pero es fantasía estimula, vitaminiza y fortalece
la realidad. La fantasía es estimulante para seguir adelante, e incita a hacer
las cosas. Sus personajes son ellos y
sus circunstancias, caratulas de sus vidas.
El estudió filología hispánica en
la complu, fue profesor de literatura en universidades americanas, en un instituto.
Es un ser que ha vivido y vive por la literatura como prolongación de la vida.
Hace de la literatura una razón de su ser en su vida. No hay referencias meta
literarias, citas de otros libros, esto no aparece en sus novelas. Él ha
interpretado esa historia literaria como placer por la propia literatura. Es
muy leído. Claro que tiene Influencia de otros autores. Pero nunca veremos en
sus obras “Como decía Borges”. Es la antítesis de ese tipo de literatura multi
referencial como la de Villa Matas, por ejemplo. En sus artículos de periódico
si aparecen más las citas a los clásicos. Pero en los libros de narrativa no
aparece esa mención a otros. Tiene influencia de Cervantes, y sus personajes
costumbristas, la manera de narrar los viajes, el castellano cervantino,
barroco, muy lineal para expresar la sicología de esos personajes. Son historias que va contando, que trascurren en pueblos
y ciudades, y aparecen los trabajos que desempeñan esos personajes. un poco la
vida laboral de ese Bukomsky o ese Henry Miller que desempeña todo tipo de
trabajos duros y pesados. Siempre son perdedores, antihéroes, que trabajan de
camareros o de limpiadores o en gasolineras. Landero es muy sencillo de leer, es
la sencillez personificada, sin barroquismos. Admira el barroco, pero no es
barroquista. Es muy directo. Con mucho dialogo. Te agarran los personajes por
su sencillez y esos términos de fantasía, voluntad y libertad están muy
presentes en sus novelas. Escribe frases cortas a lo Hemingway o Baroja para describir
la realidad. No estamos ante un Proust de frases interminables y alambicadas. No
es complicado. Leerlo nos da mucha tranquilidad y sosiego, pues no le supone al
lector esfuerzo en la compresión e interpretación del lenguaje. Es un autor que
se podían llevar bien al cine sus novelas. Tiene influencia del cine, como en
todos los autores del mayo del 68, pero no especialmente. Ningún director ha
rodado aún una peli suya. Va por lo individual.
Es inclasificable. Podríamos llamar su literatura un mágico realismo de voluntad esperanza y fantasía.
Los perdedores son sus protagonistas, se da un aire a Felix de Azua, en diario de
un hombre humillado, o historia de un idiota contada por si mismo o el contenido
de la felicidad. Son perdedores, antihéroes, nunca ganan. No son derrotados por
esa voluntad fantasiosa esperanzadora que es una victoria ante la Realidad. Es un
Paul Auster extremeño, tiene mucho de los personajes de Patrik Modiano… no son seres
triunfadores en su totalidad, no son yupis. ¿podríamos meterlo por su edad en
la generación del mayo del 68? Ahorá él
tendrá unos 68 años y está jubilado de dar clases en institutos y universidades
americanas
novelas
- Juegos de la edad tardía (1989, Tusquets), Premio de la Crítica 1989 y Premio Nacional de Literatura 1989
- Caballeros de fortuna (1994, Tusquets)
- El mágico aprendiz (1998, Tusquets)
- El guitarrista (2002, Tusquets)note 1
- Hoy, Júpiter (2007, Tusquets)
- Retrato de un hombre inmaduro (2009, Tusquets)
- Absolución (2012, Tusquets)
- El balcón en invierno (2014, Tusquets)
- La vida negociable (2017, Tusquets)
Otras
- Entre líneas: el cuento o la vida (2000, Tusquets). Ensayo
- Ésta es mi tierra (2000, Editora Regional de Extremadura).
- ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004, Tusquets). Artículo
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