LA VOLUNTAD DE PODER Y POSEER LA BELLEZA EN EL AMOR
Riquezas y miserias del amor. ¡En la pobreza y en la
riqueza... ¡
Platón dice que el amor nace de Penia, la penuria o pobreza
y la fealdad del amador que busca, que anhela, ese objeto de su deseo y de su
amor que es ante todo belleza. El amador tiene por tanto apetito (deseo, y no
necesidad) de belleza. El hombre puede tener necesidad sexual de copular con
cualquier mujer (eso tan machista de “no hay mujer fea de cintura para abajo”)
pero siempre se queda con la bella. (no sólo físicamente, sino bella
interiormente) El amor, visto como un apetito de riqueza y de belleza, es
una forma de robo o de hurto. De rapto como el de Europa. Según Platón el
erotonamos es feo y viejo (y se parece mucho al Platón de anchas espaldas)
mientras que su erotos es un joven discípulo efebico, mancebo, bello, o una
novicia virginal y apolínea, una doncella bella.
Platón estaba proponiendo ni más ni menos lo de ÉL BESTIA Y
ELLA BELLA.
Ese El se corresponde a lo que culturalmente se llama Eón o
constante de lo masculino, de lo falocratico (que puede darse por ejemplo en
mujeres masculinazadas) y ese ELLA se corresponde al “eterno femenino” (que
puede darse en afeminados y metro sexuales)
De hecho están cambiando los “roles o funciones” sexuales
sin que se trasmuten sus valores, lo cual es “un que todo cambie para que nada
cambie”. Mujeres que les gustan el fútbol, los coches, los toros o
jugar a los vaqueros (lo tradicionalmente, culturalmente “masculino”) y hombres
preocupados por su aspecto, más débiles, más lights, más blandos, con más
“conciencia sentimental”.
El amador es el que da, el agresivo, la fuerza activa La amada ha sido tradicionalmente la que recibía, la fuerza
pasiva Hoy, sin embargo, cambia esto y las “súper- woman” o
“mujeres agresivas” son un ejemplo. Y por ejemplo denotamos en los anuncios que
se usa al hombre como objeto sexual, un hombre ambiguo, aniñado, rubio, ojos
azules, rasgos de cara afeminados, diseñado por un modista gay... El futuro
esta llamado a ser de las mujeres. Ellas ocuparán la parte activa de la sociedad, los cargos
relevantes, con una fuerte voluntad de poder, y el hombre se quedará en casa,
será la parte pasiva, femenina y yang. La amada ya no es sólo amada. Por
primera vez en la historia (aunque hay antecedentes en Safo y en muchas) la
mujer puede ser amadora también, rompiendo el esquema platónico. Para los
misóginos pensadores la mujer simplemente era fuerza pasiva, potencia y no
acto, que se dejaba hacer, que se dejaba amar. (y siempre ese misterio, esa
duda de sí ella amará a su vez al amador, porque mientras del amado se dice que
ama, de ella sólo se dice que es la amada)
Ahora la mujer ama y ella también tiene apetito de belleza,
de romper y poseer y robar la belleza femenina de su hombre. Ella será la
amadora activa, la fea, la pobre, que tenderá a aspirar y robarle la riqueza y
belleza de su amado. Será la mujer la que acabe humillando al hombre,
produciéndose así un giro de voluntades de poder entre las fuerzas
tradicionalmente activas y tradicionalmente pasivas.
Claro que lo ideal sería la igualdad de géneros, que no
existiera voluntad de poder, o de poseer al otro, o de robarle su belleza
(siempre en un sentido metafórico), pero si seguimos la teoría platónica no
puede darse amor sin establecerse relaciones de poder, de riqueza/ pobreza y de
fealdad/ belleza.
Lo que a Don Juan excita es la inocencia y la belleza de la
inmaculada Dona Inés.
El amador quiere corromper a la amada, pervertirla y en el
fondo siente un impulso de destruir una belleza que envidia. Por eso el amador
es siempre un pobre feo mientras que el objeto de amor es bello y rico en amor. Pero el amador amando logra hacerse él mismo bello. Esta es
la doctrina platónica, cristiana y romántica viendo al amor como una redención
divina o una forma de virtuosidad en si misma. El amor como virtud, como
fuerza, en si mismo. En realidad el amador lo que siempre intenta es arrebatar la
belleza del objeto de su amor. y por eso al final el pobre amador platónico se
convertirá en el “dives amator” o el rico amador que ya ha conseguido la
dádiva de su amada. (así lo ve Ovidio en su arte de amar) Es decir; el amador
platónico se convierte al fin en un “eterno” satisfecho.
Me ha parecido realmente interesante y me gustaría leer más del tema xD
ResponderEliminarMujeres machorras y hombres afeminados, gays, en eso se resume
ResponderEliminarcallate machista de mierda
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