Asistimos a una exposición de la Caixa sobre los aparejos que usan los
ciegos. Podemos ver un rotulador de fresa. O un semáforo que en vez de tener
colores suena, ideal para el invidente. Un iPhone de voz para ciegos, un detector
de colores, un detector de sí la luz está apagada o no, etiquetas en braille de
color morado, un tensiómetro parlante, medicamentos con la receta en braille
dentro de un pastillero, una especie de GPS, lupas de luz para la deficiencia
visual, una máquina especial para tomarse el peso, un reloj en braille para saber
que hora es (una especie de reloj parlante). Los ciegos desarrollan el tacto y
el olor para meter los calcetines con su pareja, y meterlos en la lavadora. Vemos
cosas para la ducha para los tetrapléjicos y cepillos especiales. Los ciegos
pueden hasta jugar a las cartas en braille. Con este instrumento, esta especie
de GPS, no necesitarán ni peguntar a la gente de la calle. También nos enseñan utilidades
para los síndromes de Down. Hay un juguete para distinguir los colores y
aparatos de lecto escritura. Los ciegos sufren el síndrome de la incomunicación
y para ellos se han diseñado bastones dependiendo de la altura, que además son
plegables. Existen libros en braille y con letra normal. Los ciegos escriben de
derecha a izquierda. El ciego puede dibujar en colores gracias al tacto y los pictogramas.
Pueden hacer combinaciones al pintar, a través de puntos, incluso leer en latín
o griego. Los ciegos pueden hasta aprender solfeo. Ahora se celebra el 25
aniversario de la once, la fundación dedicada a los minusválidos o
discapacitados visuales. Los ciegos tienen muchas maneras de comunicarse. Cada vez
se imprimen más libros en braille. En la exposición vemos una lupa que amplía
la visión. También se ayuda a comunicarse a los sordomudos. Ahora pueden tomar
notas gracias a una agenda especial. Existen sillas adaptadas y programas de movilidad.
A través de golpes activan estos instrumentos.
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