En vez de un guía convencional
para enseñarnos el monasterio de Granja de Moreruela han organizado unas
visitas teatralizadas por las ruinas de este monasterio de piedra. Se cree que
fue el primer monasterio que ocupó la orden del cister en España. Anterior a
ellos lo habían ocupado benedictinos y la orden de Cluny.
La casa del obispo está en la
segunda planta. ¿son ustedes peregrinos? Nos enseña el monje la planta del
boticario. Escalamos una piedra e imaginamos abrirse la puerta. Nos enseña el claustro
y hospedería. Y el porticado de columnas y empedrado, la fuente con hermosa
agua. Antes de ir a las habitaciones visitemos el monasterio. Mi parte favorita
es la hospedería y la ciña o la bodega. El vino no está bendecido y no podremos
beberlo, habrá que esperar. Los toneles están contados. Es el mejor mosto y
vino de la región. Aquí vienen los peregrinos rezagados y al almacén donde
están las viandas, el queso de la región. Traten de no mancharse los ropajes
con los sacos de harina. Donde el
boticario hay ungüentos y alambiques, potingues, la rama de nogal cura la
fiebre. Nos ofrece la flor de san juan de cuatro hojas amarillas, y el yodo que
cura las heridas. Hay muchas habitaciones junto a la hospedería. El abad tiene
muy mala baba.
Nos enseña el camposanto. La
orden del cister se caracterizaba por su austeridad. Por eso hay una cruz sin
nombre que marca el lugar donde finan los hermanos. Está allí la timba del
hermano Jeremías que falleció hace dos meses, dice el monje guía llorando.
Atravesamos la puerta de los muertos. Hay un nogal que es una planta
extranjera, ¿Quién la habrá plantado? Porque es una planta extranjera. Cura la
fiebre y el reuma. En el sigo IX todo esto era un pantano y humedal lleno de
fresnos chopos y encinas y los monjes lo desaguaron. En el rio Esla extraen el
mineral. También se dedican los monjes a la pesca, a llevar mercancías por el agua
y rio, por las lagunas de Villafafila. Extraían la sal. El dinero les llega de
los peregrinos y de las donaciones de protectores y benefactores.
En los dormitorios duermen los
monjes más ancianos y los novicios. El calefactorum era la sala con chimenea
del monasterio. Eran distintos los trajes de los monjes más ancianos y
enfermos. Había fronterizas de caballos. Abajo están las habitaciones, debajo
de las cuadras de los caballos, para dar calor animal. Cuando no había
habitaciones a alguno le tocaba dormir con los animales. Es la cabecera románica
más importante de toda Europa. La cabecera es la torre de la iglesia de grafito
grabado. Hay marcas de cantero, grabados sobre la piedra. La mayoría era para
contar las piedras que habían labrado y así cobrarlas. Hay un grabado de un
ledo cercano. Los monjes titulares Vivian arriba. Eran de buena familia y de dinero
y sabían leer y escribir. Había unos 40 monjes titulares. Los conversos eran de
familias más humildes y no sabían leer o escribir. Sus tareas eran la sombra,
riega, el pastoreo, actividades más duras que los de los titulares que se
dedicaban a cantar, escribir y leer. Los legos venían de otras provincias
extranjeras. Hacían labores de copistería, arcilla, recaudaban impuestos. Los
monjes titulares tenían más elevadas tareas. Controlaban los terrenos de Zamora
león y Valladolid. Vagrancia era la ciudad de que la venia la orden del cister.
Traían cubas de vino. “No se rezaguen, acompáñenme”. En el siglo IX se hizo la reforma.
El maestro Pedro Moro la hizo en el XIII. Se cambiaron los dormitorios, el claustro
y la hospedería. Había canales sullantes, arcadas superiores. En el claustro de
la hospedería muchos pernoctaban aquí. Venían del monasterio de Sistiaga. Daban
donativos los que hacían el camino de Santiago. Luego cambian el nombre a santa
maría de Moreruela. Se hacen inscripciones. Solo el monje titular puede entrar
en la iglesia, o el claustro. Una fuente regaba el claustro. había 5 ríos subterráneos,
sacaban el agua que necesitaban.
Estaba la sala capitular donde
leían un capítulo de la regla de san Benito en latín. Ora et labora es reza y
trabaja. Cantaban y rezaban en la lardes, la prima sexta nova las vespertinas y
las completas. Rezaban cada dos horas. Los monjes viejos filosofaban a pesar de
la orden de silencio y solo hablaban en el locutorio. En los demás sitios se
comunicaban por gestos. Los monjes legos no podían entrar al locutorio, pero
escuchaban lo que se discutía por las ventanas. Había celdas de castigo que en
invierno eran muy frías y allí les afinaban en soledad. Ponce de Cabrera fue
uno de sus primeros protectores y le hicieron una marca símbolo con una cabra
en honor a su apellido. Cuatro patas y barba de chivo. Él y sus sucesores
dotaron al convento de ovejas, vacas… Había una escalera de caracol. El
monasterio es de piedra de sillería y había una girola al dar la vuelta. Podían
ver los oficios sin intervenir en ellos o molestar. Solo los iniciados entraban
a la iglesia. Había frescos pintados en las capillas según una técnica por la
que el dibujo parecía salir de la piedra. Se pintaban con pigmentos rojos de
oxido y hierro que existían en las cordilleras cercanas. Eran siempre 9
colores. Son las marcas de cantero. Además del claustro reglar, vemos las
celdas, la sala capitular. Hay un grabado de una serpiente. “¿Cómo han podido
entrar por la verja si no la ha abierto?, cosa de fantasmas”. La serpiente
simboliza el inicio y fin, con un cuerpo infinito en forma de 8 representando
el infinito. No es la serpiente que se muerde la cola y sus tentáculos no eran
del demonio o del pecado sino de la fertilidad. Hay dibujada una cigüeña,
símbolo del nacimiento o el iniciado. Los maestros de obras grabaron la cigüeña
que simboliza la primera piedra en el primer muro que se levantó. Y aquí en el
comienzo acaba esta visita.
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