jueves, 10 de agosto de 2017

UN CUENTO-NOVELA; EL SECRETO DEL UNICORNIO

 EL SECRETO DEL UNICORNIO

Novela de fantasía.

NOVELA ESCRITA CON 10 AÑOS, TERCERA VERSIÓN (LA ASISTENTA ME TIRA LA PRIMERA VERSION)
CAPITULO 1- EL REINO DE FANTASIa

Soy el narrador de esta historia. Soy un unicornio. Soy el viejo de las generaciones, un titán hijo de Cronos (el tiempo) y Gea (la tierra). Mi misión es ir recopilando los sueños de los niños, las fantasías de los locos, la literatura y las fantasías y la magia para dar vida al mundo de Literaria. Todos los días recibo cartas y sueños, historias... estoy condenado a escribir, o mejor trascribir, todos esos cuentos, quimeras e ilusiones y tejer la historia de Literaria. Soy el narrador de este cuento.

Literaria se divide en dos mundos. El mundo negro y el mundo blanco:
El mundo negro es un cementerio de pesadillas, miedos e infiernos. Cipreses plañen y destiñen una sabía color azabache. En la oscuridad se ciernen las sombras, los demonios, los monstruos, envuelven todo en penumbra, en una capa de invisibilidad y nubes con rayos y truenos.  Radiografía fantasmal de si misma, un eco sólo por el mar repetido.  Como los niños ya no leen ni miran estrellas, se dejan envolver por las pesadillas, escritas como grafiti en el pantano. En el espejo en el lago revuelto solo vemos sangre, polvo, guerra, holocausto, la guerra etelica.

En este río, el río Éter, se libró la cruzada entre el mundo negro y el mundo blanco.  Este río de éter colma la sed de infinitos a seres, endes, entes, genios e ingenios que sacian en este agua blanca sus vacías gargantas. Si, ¡se beben las palabras, embebecidos de ese elixir afrodisíaco! Se emborrachan de vocablos hasta llorar licor, hasta que sus lenguas se secan cual madera humedecida, sus pozos se estancan y sus lenguajes ESTALLAN; Lluvia de vocales regando el manantial incesante y consonante de sus bocas; abiertas, sedientas.

El mundo blanco es el de los caballeros de Liss, los elfos, el reino nácar de las hadas, ninfas etc. y donde viven los druidas buenos, porque los druidas caídos viven en el mundo negro. El mundo negro es el de los hombres del saco y los gigantes, los troles, los ciclopes, los titanes. El señor del caos, rey del mundo oscuro, visita a los niños y los llena de miedos.

El camino del unicornio es una ruta que se creó en la baja edad de los druidas. Las guerras ethelicas fueron una especie de cruzadas, una guerra entre los altos señores, druidas, hadas, elfos, trasgos y ninfas contra los druidas negros, los señores tomistas, las bestias, los troles, orcos y nereidas y titanes.  Entre las fuerzas del bien y del mal. Los druidas eran por entonces unos caballeros que hacían el camino del unicornio buscando tesoros y reliquias. Los druidas vivían en el llamado condado druida que era vecino al estado noble, el de los altos señores. Los druidas negros fueron los druidas que se rebelaron a la orden, y a la cabeza de ellos estaba el señor del caos, el ángel caído, hijo de Cronos y la madre Tierra y hermano del druida Oraculus, el viejo d las generaciones, del señor de Liss y de la dama blanca y la dama negra.

CRONOS, SEÑOR TIEMPO                         Y       GEA MADRE TIERRA                      naturaleza

Tuvieron 7 hijos:

1   Dama blanca                                 2  Ricardo, Señor de Liss                               
Reina hadas                                          rey

Estos dos hermanos concibieron a flor de Liss 

3  Oraculus, maestre de los doce druidas              

    4    Dama negra         5   Señor del mal caos
   Bruja                                  

Estos dos hermanos tuvieron a Urko (7), príncipe druida 

6  Viejo  generaciones.

7 Lunatic de Flipatis


El camino el unicornio era en aquellos tiempos un importante puerto comercial y económico, donde mercaderes cabalgaban a lomos de pegasos o dragones halados y flotas de barcos mercantiles desembarcaban en el mar de las lágrimas, mar al que venía a dar el río éter. Por ello a estas guerras de nuestros ancestros se les llamó guerras etericas, en honor al río éter, en cuyas orillas bebieron y se enfrentaron los dos ejércitos, el de la luz y el de la sombra.
A su vez, el camino del unicornio era un camino de peregrinaje para los altos druidas. En Literaria no se practica ninguna religión, no obstante, todo lo espiritual lo monopolizan los altos druidas y las hadas y ninfas vestales. Adoran a la naturaleza en todas sus formas, se trata de una especie de panteísmo por el que en Literaria se adora lo mismo a un árbol ciego que a un humano o a un elfo. Todas las plantas, animales, seres vivos o inventados, todo en literaria guarda su sentido. Si se arranca una flor se arranca el corazón de Literaria.
Y es que Literaria está constituida gracias al imaginario humano, al inconsciente colectivo. Son las preguntas de los filósofos, las historias de nuestras abuelas o los cuentos de hadas de niños los que forman este país.
Por eso los altos druidas peregrinaban cada quinientos años a Unicornia, la ciudad donde se decía yacía y descansaba el último Unicornio. Nadie lo veía durante esos quinientos años pero cada quinientos años se dejaba ver.
El camino del unicornio atravesaba todas las lindes de Literaria y se decía que todos los caminos conducían al mismo sitio, al camino del unicornio porque este cortaba el país versal y transversalmente, horizontal y verticalmente, por agua, cielo y tierra. Todas las regiones venían a dar a él. Los druidas hacían el camino del unicornio buscando tesoros y reliquias en tierras de elfos y hadas. Los druidas vivían en el llamado condado druida que era vecino al estado noble, el de los altos señores. Los druidas negros fueron los druidas que se rebelaron a la orden, y a la cabeza de ellos estaba el señor del caos, el ángel caído, hijo de Cronos y la madre Tierra y hermano del druida Oraculus, don lunatic de flipatis, el señor de Liss y  la dama blanca y la negra.
Los druidas son inmortales y eternos, atemporales, no pueden tener mujeres, son ascetas y puros, aunque no por ello célibes, pueden tener sexo con mujeres pero no pueden procrear, están castrados por naturaleza. Excepto los druidas caídos. Los druidas caídos o rebelados se distinguen de los otros porque hicieron un pacto con el demonio para seguir siendo druidas pero poder tener descendencia. El príncipe del mal pertenecía a esta orden de druidas y tuvo un hijo con su hermana, la señora negra, que se llamó Urko. Urko es el hijo del señor del mal y la señora de las brujas pero este hijo, según decía el oráculo, está destinado a rebelarse a su padre y matarlo. Complejo de Edipo y Guillermo Tell. Urko fue encontrado en un río por la esposa de un molinero, madre de muchos trasgos. Los druidas la encargaron a ella cuidar del niño hasta tener la edad para asistir a su aprendizaje con los druidas.  Su misión sería matar a su padre y devolver a Literaria su libertad de soñar, y crear.

Por ese pacto de castidad los druidas siempre son los mismos, porque ni mueren ni pueden renovarse en otras generaciones, sólo los druidas rebelados pueden hacerlo, morir y tener hijos. Al principio los altos druidas vivían en cuevas junto a dragones, orcos y gnomos, pero estos se rebelaron a los druidas y expulsaron a los druidas buenos.
Los druidas negros eran druidas que se aliaron con los gnomos, orcos y troles y al mando de ellos estaba, por supuesto, el señor del mal.
Una mancha de negrura y monotonía se cierne sobre Literaria. Sólo hay una forma de pararla, que Urko, el aprendiz de mago, Flor de Liss, la princesa, Nenufaris la lamía y un hada  encuentren el cuerno mágico del unicornio, el cuerno de la abundancia. Tocar una melodía con ese cuerno mataría al señor del mal a pesar de que él se cree inmortal. Es la única forma de matar al señor del mal, tocar el cuerno. Y matando al señor del mal se acabaría el mundo sombrío y monótono, y volvería a reinar la fantasía.

Este mundo se llama Literaria. Este reino es el basurero de todas las novelas e historias de amor, arrastradas hasta aquí, hojas mecidas por el viento. Este mundo esta formado de novelas que nunca verán la luz y de sueños de los niños. En estas insondables estigias del Olvido moran libros y sus cancerberos guardianes. Son los libros del limbo de los olvidados, donde van a parar todas las historias para que yo, el viejo de las generaciones, trascriba la misma historia, dando así lugar y tiempo a este mágico mundo. Hay libros que farfullan llevar eternidades y otros que duran un día como mariposas. Al abrir el grifo del agua escapan los sueños. En los cafés de poetas y artistas nace y muere cada día Literaria.

Hasta este mundo onírico no pueden llegar los hombres grises que quieren montar sus fábricas y empresas. Una mancha negra amenaza el mundo. Esta mancha ensucia los mares y destruye sueños. Esta mancha petrifica a los seres y los convierte en polvo y aire. Convierte a los seres inmortales y divinos en seres humanos mortales y con descendencia. Eso sería el fin de Literaria. Literaria dejaría de ser especial y mágica y se convertiría en un país más del mundo humano si la mancha sigue expandiéndose. La mancha se extiende cada vez más porque Literaria se creó con la imaginación de los niños. 

Cuando una criada lee un cuento de hadas al niño que cuida, o un niño dibuja o escribe... todas estas fantasías humanas van creando el mundo de Literaria, y como los niños creen menos en los cuentos y tienen menos sueños...poco a poco Literaria esta desapareciendo. Y si desaparece Literaria desaparecerá la literatura, el arte, los sueños, y sólo tendremos el mundo real que es bien triste. El mundo real, dominado por el señor del caos y la dama negra, es un mundo monótono y triste, gris. Si el señor del mal se sale con la suya ya no tendremos mundos de fantasía donde evadirnos de la dura realidad. 

Por eso Urko, flor de Liss y la ninfa tendrán que parar la sombra negra y vencer al señor del caos, para que los niños no tengan pesadillas, acabar con todos los hombres del saco y ogros. Este mundo de Literaria lo crean los niños, los borrachos, los locos esquizofrénicos, la gente marginada, imaginativa y soñadora. Mientras queden niños soñadores seguirá existiendo este mundo fantástico. Este país se teje a través de los sueños de los niños, todos los sueños o creaciones de escritores van a parar a una bola de cristal que tiene un viejo titán llamado el viejo de las generaciones. Como una centralita de llamada, este señor lo que hace es colar los sueños y fantasías e ir escribiendo la historia. Por eso, como todos los buenos cuentos, no tiene un pasado ni un presente ni un final o futuro, es atemporal, y de igual forma no tiene una correspondencia geográfica, existe etéreamente mientras existan los sueños y allá donde alguien sueñe. Sin tiempo ni espacio y en cinco dimensiones, en el Aleph, en ese rincón de una buhardilla desde la que una niña llora y sueña con la luna. Este mundo se divide en seis territorios porque seis son los hijos de Cronos (señor del caos y el orden y del tiempo) y Gea (señora madre naturaleza, señora del espacio)  Espacio y tiempo se unieron para crear siete titanes.

EL señor del mal, príncipe d tinieblas, hades e infiernos.
La dama negra, señora de las brujas y las bestias.
Dama blanca, o madre naturaleza, señora de hadas, ninfas y lamias, elfos y trasgos
El señor de liss, de los altos señores nobles,
el viejo de las generaciones, narrador de esta historia
el hidalgo don Flipatis de lunatic
el druida oráculos, maestre de los druidas.

Nos da miedo el tiempo y las sombras acechando tras el viento. En el cielo se han cernido tormentas, oscuridades y vendavales, urracas codiciando tesoros, gavilanes y gaviotas que estropean el paisaje de nuestros cielos clareados, Hace mucho que se ha eclipsado el cielo. El cielo se ha nublado de tormentas. Y en esta aguas tranquilas y serenas de este río va manando el agua fresca, manan las lágrimas, alegrías, mana el arroyo que trae ruido de piedras... por el murmullo del río, decían, se escuchaban los sonidos primitivos de los hombres en sus cavernas.. Cuando el río suena, ruido de cascadas, manantiales, agua lleva.... cuando nuestra triste soledad es poblada de fantasmas y danzamos con el viento y aullamos tristes a la luna.... Una mancha oscura se come este mundo, esta sombra  pulula posándose sobre los sauces llorones, estas sombras van meciéndose suavemente, lentamente, entre los soplidos de los árboles...

Literaria es gobernada pos el señor de Liss, el druida Oraculus, el señor del mal, y las dos damas, la blanca y la negra. El viejo de las generaciones y don lunatic de flipatis.  Estos son titanes hijos de cronos tiempo y madre tierra.

Los druidas con su sapiencia y barbas luengas y blancas, deciden el rumbo del planeta. A ellos se les pide consejo en temas científicos o espirituales, mientras que el señor de Liss dirige los ejércitos y la fuerza militar. Los druidas se reúnen cada quinientos años en el consejo de sabios y nadie del vulgo puede siquiera adivinar lo que se hace en estas misteriosas reuniones, aunque dicen las habladurías que son siempre decisiones acertadas, como aquella reunión que tuvieron en la que decidieron raptar al hijo del mal y de la dama blanca y dárselo en custodia a una Matra, madre de alquiler, a la esposa de un molinero, para que se criase lejos de su padre y después con el tiempo, traerle al estado druida y educarle. El señor del mal en todo este tiempo no logró descubrir que habían hecho con su hijo, porque los druidas tenían conjuros y hechizos para hacer invisibles las cosas. Los druidas nunca se equivocan en sus designios, el pueblo llano los respeta y venera como a una casta superior de sacerdotes vestales. Una de sus normas es no tocar mujer para procrear aunque sí como satisfacción sexual.

Los druidas, aunque estén viejos y quejosos, no pueden morir y lastran la inmortalidad como atlas el mundo. Sabiduría e inmortalidad. También los unicornios poseen estas dos características. El planeta Literaria es creado por el subconsciente fantasioso de los  niños, gobernados por los titanes y por Kronos tiempo y madre tierra.  

Todo en este mundo de fantasía es probablemente posible. De la colina de los gnomos surgen minas y excavaciones y el llamado valle de los dragones. Los gnomos explotan estos lugares. Viven en cuevas y los trols de piedra en montañas. Los gnomos son seres delgados, pusilánimes, peludos y algunos gorditos y bajitos, son de la familia de los trols y orcos. Los trols son seres bestiales, llenos de pelos por todo el cuerpo,  más parecidos a lobos esteparios que a personas. Seres asquerosos que viven en sus cuevas viendo partidos de piedra. Los partidos de piedra son el deporte nacional y consiste en apedrearse unos a otros, tirarse piedras los jonos y los otros hasta que uno de ellos muere. A estos seres los divierte mucho este acto bestial de violencia pero las hadas, rabiosas feministas y puritanas de la moral, buscan suertes de censura para que prohíban este juego bestial. Los gnomos son seres que por un hechizo de luna se han convertido en mineros de las excavaciones. Son seres bajitos, gordos, campechanos, sólo piensan en vivir bien y a gustito, haciendo lo que piensan que es trabajar y divertirse, pero haciéndolo pensando. A los gnomos les gusta mucho este juego de palabras, jugar con el lenguaje, dar consejos a sus hijos sobre lo que tienen que hacer y lo que no. Son seres por naturaleza conservadores y familiares y viven en casitas y caseríos cercanos a las minas y a las fábricas de piedra. Por último están los trols de piedra que cada noche se convierten en un trozo de roca y por el día sólo piensan en robar, matar y hacer daño a la comarca como lobos esteparios atacando rebaños de ovejas. Es una cultura dura hecha por hombres y para hombres fuertes. De la colina oscura baja un peñasco donde hay cabras y ovejas y enormes vergeles, huertas de labranza, eras, tierras, pasto y demás terrenos explotados por el sector primario. Todo este mundo rural es bañado por el río éter. Al hablar de Literaria no puedo omitir que siempre se halla en cambio, en movimiento, fluyendo siempre en guerra unos a otros. La guerra entre elfos, hadas, nobles, druidas y ninfas (liderados por Oraculus, el señor de Liss y la dama blanca –del sol y luz- ) contra las bestias y los onos, trols y gnomos y las brujas y los druidas rebelados (liderados por el príncipe del mal y la dama de la noche.) 

Hadas. Elfos, nobles y druidas:                                                          Brujas, gnomos, bestias, druidas rebelados
Iluminación, ilustración Luces                                                                       Oscurantismo, sombras
Logos                                                                                                Mitos
Razón   fantasía imaginación, alma                                         cuerpo, carne                                                        
Monoteísmo                                                                           politeísmo, becerro, anticristo
Apolineo                                                                                    Dionisiaco
Paz                                                                                               Guerra
Día                                                                                            Noche
Individualismo                                                                 Gregarismo, masa
Reforma                                                                           Revolución
Pluma                                                                                    sangre
Eros                                                                                       thanatos
Bien                                                                                           Mal
Placer                                                                                          Dolor
Femeninas                                                                         masculinas
Ying                                                                                   yang
Seres sublimados                                                              seres primarios, súper hombres                                             
ilustrados, cosmopolitas, filósofos                             deportistas atletas artistas guerreros
Mundo nuevo                                                                      mundo viejo
Dioses y humanos                                                            atlas y bestias
Sueños blancos                                                               pesadillas, manchas oscuras
De izquierda, liberales                                                     de derecha, conservadores, tomistas
            Es una especie de maniqueísmo san agustiniano o dicotomía platónica o bipolaridad
Alrededor de este río de éter se han batido las más cruentas guerras y las más feroces batallas y han bebido de él las infanterías de ambos ejércitos y el agua de sus orillas sabía igual para todos. La guerra es un negocio y si no hubiese guerra las arcas de viejo mundo estarían arruinadas. Los druidas oscuros pagaban a los gnomos y trols mercenarios y estos creaban artefactos y armas de matar,. Instrumentos de tortura y carros de combate.
El río de éter se llama así en honor a la diosa de la guerra, éter, la dama negra. Todo empezó cuando el tiempo y el espacio, kronos y gea, concibieron a sus seis hijos.
Oráculus y el señor de Liss se enfrentaron en las guerras llamadas humanas y se repartieron las tierras:
-- El bosque de los elfos
--- La tierra de las hadas, nácar
--- El bosque de los trasgos
--tierra brujas
--- El estado druida
--- El condado noble
--- El mar de las lamentaciones
Eter, la dama negra me condenó a ser cronista y narrador de este mundo y transcribir los millones de sueños humanos. Paralelo a esto el príncipe del mal se rebeló y asesinó a su padre el tiempo, Kronos. La madre tierra, Gea, llora desconsolada y se retira a una montaña donde no se la ha vuelto a ver, pero antes de todo esto condena a el príncipe del mal a una profecía; serás asesinado por tu hijo Urko y así él te matará como tu mataste a tu padre y el daño que has hecho volverá a ti. El hijo rebelará al padre, lo matará y le superará. El príncipe del mal recibe otros nombres, señor oscuro o Omnios, el todopoderoso, señor de la noche y el mal.
Este Reino tablero no figura en ningún mapa. Muchos reinos grandes o pequeños se forman o engrandecen y son poderosos de cómo combaten unos y otros y desaparecen. Lleva 500 años de existencia, persiste sin quebranto no se prevé su fin, sus guerreros combaten sin cesar, pero el reino no se debilita y se hace más grande y poderoso. Sus súbditos están sujetos a leyes severas y costumbres antiguas y conocen leyes. Los viajes amplían conocimientos y abren la imaginación. Nuestro viaje es descubrir el juego más importante que se ha ideado. Arte, lucha, un mundo maravilloso, y amigos en todas partes, independientemente de la edad ocupación o idioma.

CAPITULO 2- urko y nenufaris
¡Que de guerras y cuanta sangre inútil vertida en aguas de este río Éter, ora manso, ora calmo e indiferente ante tanto odio!. Y es en estas aguas neutrales donde se estaba bañando una bella mujer de pálida y blanquecina piel, sumergida en sus pensamientos. Tenía todo para sentirse feliz, una gran hermosura y proporción en todo su cuerpo, una melena rubia ondulante al viento, era inmortal y semidiosa, y sin embargo sus ojos estaban tristes, cansados, ojerosos. Tenía todo para sentirse viva pero estaba muerta, tan inerte como las rocas de aquel río. Figura muerta que fácilmente se camuflaba entre el oscuro entorno y parecía que para acompañar sus sentimientos el bosque se oscurecía. Lloraba ignorante de posibles observadores que efectivamente estaban acercándose.
No muy lejos del ser corría Urko con la docilidad de un animal y el miedo humano, era un humano alto, mezcla entre humano y elfo. Estaba siendo perseguido por un grupo de trasgos que le daban alcance de no ser porque Urko se postró ante la figura de la dulce figura, la lamia. Era habitual encontrarse extranjeros en el bosque, en el camino del unicornio se concentraban multitud de peregrinos. Los dos se parecían. Tanto el niño como la mujer eran de piel más bien pálida y sensible, de débil complexión, a diferencia de sus hermanos los trasgos. Él era de piel rosácea y tensa mientras que los trasgos tenían mucho vello. Sin duda Urko y sus hermanastros no pertenecían a la misma raza pues él en realidad era hijo de un druida de rasgos élficos y medio humano- medio demoníaco.
Urko era hijo del señor de la noche y la dama negra, pero fue raptado por los druidas, que sabían que sólo él podría matar a su padre y acabar con las sombras. Los druidas lo dejaron en un río, como a moisés, y una molinera lo encontró y los druidas la encargaron cuidarlo hasta la edad en que ellos le educarían. Y así, Urko fue criado por la viuda y maltratado por sus hermanos que muchas veces le tiraban al pozo y que le odiaban.
Urko hasta ahora había pensado que estaba sólo en el mundo, criado por trasgos, un pato feo, la excepción. La diferencia esta es la que acentuaba el odio que le mostraban sus compañeros porque lo diferente asusta cuando loe exageras con la ignorancia. Urko nunca había caído simpático a sus vecinos y tampoco lo intentaba pues su único consuelo era su lira en la que proyectaba sus desgracias y las adornaba con sus sentimientos, componiendo los más bellos poemas.
- Urko huye bajo ramas enroscadas o boas disecadas. ¡Es tan distinto a los niños de la tribu...! Su mirada es huidiza y apocada, sus pies parecen los del mensajero del Olimpo que sin comerlo ni beberlo siempre se halla en medio de las reyertas, siempre huyendo, con esas alas cosidas a su espalda de Pegaso volador, escurridizo como una lagartija. Quien diría que esta ecuánime figura, este pusilánime niño corre cual galgo, más veloz que un antílope.  Se esconde tras un arbusto y observa a la foránea bañista. El niño, alma de poeta, la toma por ninfa, sabe que su celibato se acata en silencio, que el destino de estas vestales es la condena de vagar por los ríos, muertas como piedras de arroyo o líquenes del musgo, anhelando corrientes de vida.
La mujer habiéndose percatado de su público se trasformó rápidamente pues una ninfa jamás debe dejarse espiar, persuadidas ellas de que el mundo es cruel, y protegidas con su inocencia. La lamía se trasformó en un árbol  de prolongadas ramificaciones de las que a modo de lágrimas caían pétalos rosáceos a las aguas del manso río. Esta metamorfosis aunque poética no era nada creíble para los muchachos, ¡¡un árbol a mitad de un río!!, pero no había tenido  tiempo de preparar un mejor camuflaje y esperó armada de paciencia hasta que la luna reveló definitivamente al sol y las madres llamaron a sus respectivos hijos a casa.  La lamía, al recuperar su forma natural, se extrañó de que quedara aun Urko contemplándola y le preguntó acerca de porqué su madre no le requería en el hogar. 
Sin embargo, a esta deidad ya no le importaba el posible castigo, quería sentir amor, por lo menos, aunque fuese, el maternal. Se río pensando en los ridículos mitos griegos de Europa y otras supuestas cortejadas ninfas, ella sabía cómo nadie que la castidad, al igual que en los druidas, era indiscutible a fin de mantenerse puras e inocentes, otro inconveniente de la inmortalidad, pero estaba lejos de los campos donde vivía y nadie podía reprocharle nada. Ella debía hacer el camino del unicornio para encontrar el cuerno de la abundancia que la hiciese bella eternamente, inmortal y a la vez humana, poder tener un hijo, poder enamorarse y continuar la especie.
La molinera era la única razón de que Urko no estuviese ya muerto pues las intenciones de sus celosos hermanos no eran muy honestas. Estos, carcomidos por la envidia, le reprochaban su inutilidad para el trabajo físico porque era débil aunque de extremada y desaprovechada inteligencia. Una carga más para la familia, una boca más que alimentar en 9 hermanos. Su padre había muerto combatiendo en las guerras de éter, el molinero, el esposo de la MATRA o madre de alquiler. Su madre le quería más que al resto de hermanos, era su mimado, ella le cuidaba según la habían ordenado los druidas. Su madre le quería y por alguna extraña razón nunca hubiera permitido un abuso.
Pero ahora era todo diferente, el trabajo rutinario la había hecho aparentar más años de los que en realidad tenía y estaba rozando la muerte, aún así seguía trabajando duramente en el molino. Con un marido hubiese sido más fácil pero no tenía tiempo para rehacer su vida, por suerte, le quedaba su hijo en quien proyectar sus sueños rotos.
El niño se asusta cuando le habla la supuesta ninfa. Ahíto de guardarse sus cuitas para sus ovejas, se desnuda ante la princesita que se viste ante él sin recato ni pudor. La historia del niño en resumen era esta; boca más en una camada de seis hermanos, es un hijo adoptado por una vieja molinera rota por la rutina y la viudedad, de pelos mohínos, de andrajos sucios y un amor más maternal hacía el endeble pastor que hacía sus naturales hijos. – Yo sigo a un unicornio que sólo alcanza el casto de corazón blanco, pura escarcha-
Durante todo el relato, la hermosa dama nenufaris, le había escuchado con sincera aflicción – si quieres puedes acompañarme en el viaje del unicornio. El unicornio se deja ver una vez cada milenio y esta es nuestra oportunidad. No se sabe cuándo ni donde nos encontraremos el unicornio pero hay que intentarlo pues dice un proverbio elfo, lo importante no es la meta sino el camino- - lo importante es lo que digas tu, ¿cómo esperas llegar hasta él si no conoces la ruta?—
-- conozco la ruta aunque no el sitio donde se nos aparecerá el unicornio, mira, tengo este mapa (se lo pasó), el viento nos guiará, debemos encontrar el unicornio, nadie sabe donde está pero lo más probable sería encontrarlos en Unicornia, la ciudad de los unicornios.  Todo el mundo sabe que es más fácil matar a un druida inmortal que seguir a un unicornio. Incluso en este mundo de fantasía. Son seres fabulosos, animales por definición libres y no por ello salvajes.  No hay cosa que respeten más que la libertad, la inmortalidad y la sabiduría necesaria para llegar hasta ella, permanecen escondidos toda la eternidad y sólo se dejan ver cada milenio, cuando van a reunirse con su señor. Es un acto simbólico y están obligados a ir, ni siquiera druidas o reyes pueden ver al unicornio, sólo los seres puros de corazón, los ricos en bondad y fantasía, fuesen mendigos o hijos de molineros.
Esta quimera es el sueño de todo alquimista, pues el unicornio conoce todas las religiones, el señor es una reencarnación de todos los dioses, los druidas le veneran aún sin verle y las gentes más humildes le buscan para solicitarle milagros y riquezas.
- tengo todo-continuó la ninfa- pero me falta lo más importante, un corazón de hojalata (como en el mago de oz), el amor- nunca he sentido esa sensación, ¿de que me sirve la belleza si no puedo sentir lo interior?, ¿de que me sirve la vida si me han robado el alma? soy fría de espíritu, quiero dejar de ser inmortal e infeliz eternamente- y se ponía cada vez más triste al abrirse a Urko.
–ojalá pudiese decirte que el camino te ayudará pero yo no creo en esta farsa, consuelo de soñadores, mi futuro está aquí en la tierra- esto sirvió de despedida pues la mujer se había alejado ya, apenas se escuchaban, ambos tenían destinos diferentes y dispares formas de ver el mundo. Sin embargo, a Urko le agradaba esta mujer.
El niño la revela su mayor pesar; la enfermedad de la molinera, sólo la flor de liss la salvaría (Flor que preservan los unicornios en lejanas grutas, pues es flor de penumbra) El unicornio, el animal escurridizo por antonomasia, cabalga solitario en los sueños de los alquimistas, su cuerno de la abundancia concede la ataraxia y la felicidad, el nirvana, y el reposo del espíritu más allá de la agusanada muerte. Las lágrimas de un unicornio enhebran los collares de las reinas, sus crines dorados colman de riquezas, pero quien bebe de su corazón sacia todo anhelo quimérico. La princesa y el pastor acuerdan servirse de cetro el uno al otro, compartir un camino más importante quizá que su destino.  Y su figura desnuda se pierde en la línea del horizonte, mientras Urko la sigue con la mirada. Tenían destinos diferentes.
Urko se dio cuenta de que alguien se acercaba, oía incluso su respiración nerviosa, sintió miedo y corrió, veloz, y tan precipitadamente que resbaló con una rama y cayó, sintió frío y se desvaneció. Algo se mueve entre la maleza. Urko presiente  que le siguen. Fuera quien fuera, se acerca, puede oír incluso su respiración; irregular y entrecortada. Helado de miedo y frío, se cae en una de las trampas para osos de sus hermanos. Estaba desmayado, había caído a un hoyo y los pies de un hombre fue lo último que vio. ...¿Esta sangrando? se desvanece Inconsciente, herido en un pozo sin salida, un agujero muy negro. Más bien era el cansancio que el fuerte impacto lo que lo dejó inconsciente, un canto de búho y después el silencio
CAPITULO 3- el extraño maestro
Urko despierta en el ático, sobre su incomodo lecho de paramentos carcomidos por las ratas. Un dolor le recorrió la rodilla, estaba herido, no, no había sido un sueño; de repente entró su madre con una infusión, no tenía muy buen aspecto, pero al verle se puso muy contenta y exclamó- ya se ha despertado- abrazando a su hijo que la pidió perdón tímidamente; ella respondió; ¿en que estabas pensando? La molinera le asía en sus brazos, y al volver en sí, le abofetea. - ¿Disfrutas haciendo sufrir a tu madre?- Sobre unos sacos de harina reposa su desayuno humeante. Un caballero se mantiene indeciso en el umbral de la puerta. Porta manto violáceo, oscureciendo la estancia con su media sonrisa de licántropo. Sus ojos lobeznos se clavan con fiereza en el niño, con un poder hipnótico. Urko no quiere despertar al mundo cruel y  abandonar su frondoso mundo interior, donde el dolor sólo es una abstracción. Cierra los ojos fuertes y se avade en un mundo imaginario donde halla consuelo. Aislado dentro de él, sustituye los lamentos agónicos de su moribunda madre por los suspiros de la princesa.  Allí dentro se fortalece, logrando así una indolencia autista.

Para cuando despertó estaba tendido en su cama, que cálida era, eso significaba que todo había sido un sueño, miró para asegurarse, sin duda estaba en el ático (donde almacenaban el trigo del molino), el único lugar que podía considerarse con un poco de intimidad, pues el piso de abajo era un salón cocina que servía incluso de dormitorio.  Ha tenido un extraño sueño, o quizá su encuentro con Nenufaris haya sido real. De un vistazo, escruta la estancia y la reconoce como suya. En este angosto habitáculo el niño duerme entre unos sacos de harina cubiertos por mantas que hacen sus veces de cama. Es apenas un cubículo angosto que sirve a la molinera como almacén. El resto de habitaciones las ocupan sus hermanos y para él sólo hay sitio en este desván, donde apenas llega la luz del sol. Sin embargo, el niño ha llenado de estanterías repletas de libros las paredes adustas, y se siente feliz entre sus escasas posesiones.  Le duele la rodilla. Su madre le sirve una infusión de menta de hadas y le recrimina haberse quedado en el bosque hasta tan tarde.
Los sacos de trigo, sobre los que una estantería mal colocada, sustentaba sus libros alados. Frente a su sudada frente la ventana abierta de par en par dejaba pasar la mañana, el aire cálido. Un dolor le recorrió la rodilla, estaba herido y una venda le presionaba en la pierna. No, no era un sueño. Su madre entró infusión en mano, sonriente de verle despierto. Se abrazaron y ella lo despego como hacía con el grano de la paja - ¿en que pensabas? Si no llega a ser por este peregrino, que te descubrió,... Te caíste en una de esas trampas para osos de tus hermanos y este peregrino te encontró, inconsciente y algo herido. Preguntando por la aldea, te llevó hasta casa.-
Ahí estaba el extraño, cubierto en la penumbra, aterraba con sus ojos fieros. El peregrino es un hombre oscuro, parado en el umbral de la puerta. Porta un manto violáceo, sombrío.  Espeluzna al niño. Sus achinados ojos marrones, fieros, lobeznos, se clavan en el niño, apenas tienen iris, son todo pupilas y carecen de brillo alguno. Son los ojos del mal, de un cuervo negro.
Si no llega a ser por este amable señor que transitaba por la zona… la madre señaló a un alto y esbelto caballero de unos cuarenta y cinco años. Se mantiene indeciso en el umbral de la puerta.Cubierto en la penumbra, aterraba menos que al acercar sus ojos fieros al enfermo.  Ojos de lobo, que no dejaban ver dentro. Sus pupilas dilatadas y oscuras apenas tenían iris. Oscureciendo la estancia con su media sonrisa de licántropo, oscuro lánguido y taciturno. Sus ojos lobeznos se clavan con fiereza en el niño, con un poder hipnótico. ¿Ocultaba algo? No sonrió ni gesticuló en el tiempo que pasaron mirándose y le sostenía la mirada desafiante. O al menos se lo parecía a Urko. Más allá de respeto, le infundada temor. Un escalofrío espeluznante recorrió la piel del niño, que retiro su tímida sonrisa de cortesía. El extraño se apoyaba sobre un oscuro bastón, terminado en un mango con la forma de un cuervo, que estremecía a Urko. La madre descubrió el espanto con el que lo miraba y le recordó que le había salvado la vida, y tenían una deuda de honor con él.       Daba un aspecto aterrador, se acercó y pudo ver que se cubría con una negra capa y debajo una túnica morada también oscura, se acercó tanto que pudo ver sus fieros ojos grises siempre en guardia no dejando penetrar en ellos, parecía ocultar perfectamente su personalidad, no sonrió ni gesticuló durante toda su estancia y no hizo muestra de ningún sentimiento; en conjunto, daba una extraña impresión, una sensación espeluznante, más allá del respeto, el miedo, se apoyaba sobre un bastón oscuro cuya tarea era exclusivamente ornamental y acabado en un mango con forma de cuervo, estremecía al niño. ¿Por qué lo miras así?- dijo la madre al percatarse de la severa mirada a su hijo- te ha salvado la vida, deberías agradecérselo- tranquila, dijo el hombre con una melodiosa voz que parecía silbar, de serpiente- ya irá acostumbrándose a mí-, esta amenaza iba tan cubierta de su suave voz que no pasó como tal. –bueno, de eso ya hablaremos, aun no estoy muy convencida-dijo la madre.
- Tienes una deuda de honor con él. Este hombre se ha ofrecido para ser tu nuevo tutor. Se ha quedado con tu patria potestad. A partir de ahora viajaras siempre junto a él. Quiere llevarte al lugar al que perteneces.
He de confesarte un secreto; en realidad no soy tu madre. Ya te has dado cuenta que en nada te asemejas a tus hermanos, ellos son trasgos y tu... tu eres un druida, hijo mío. Los altos nigromantes me encomendaron tu cuidado, tu educación, hasta que llegara el momento en que pudieras empezar tu iniciación vital. He estado evitando este momento. En lo más profundo de mi ser odiaba que el día llegara y te quitaran de mi lado, pero ese día tenía que llegar tarde o temprano. Así que Urko… no me hagas llorar más, ya estoy vieja y moriré a no tardar. Parte con el alquimista a descubrir el mundo, a seguir tus sueños... y guarda en tu recuerdo algo de cariño hacía tu madre moribunda-
Dicho esto, la madre se quiebra en llantos y Urko, acercándose a ella, la besa y la promete que encontrará para ella la flor de liss aunque tenga que arrebatársela al unicornio más escurridizo del reino.
El extraño miró fijamente a su madre, parecía que tenía poderes hipnóticos si no fuera porque esta idea le parecía ridícula. – esta bien, voy a comunicárselo- dijo firmemente la señora al acabar la conversación- hijo, ya sabes que no estoy muy bien de salud y moriré pronto- -oh, no digas eso mamá!--- y también conoces como son tus hermanastros, son rencorosos contigo y no te dejan vivir en paz, así que este encantador peregrino que casualmente hace el camino del unicornio, se ha ofrecido a llevarte con él- 
Estas palabras actuaron como aguijones de veneno en su pecho, a pesar de haberse imaginado algo así, viendo la facilidad con la que el extraño manipulaba a su madre. – es lo mejor para todos, míralo como un viaje de iniciación o de madurez, como quieras verlo, una experiencia muy gratificante.
Mientras dormías hemos acordado todo- iba diciendo su madre sin dejarlo hablar-.Partiréis mañana al amanecer y después podría iniciarte en algún oficio; bueno, os dejo para que podías conoceros-. Y sin permitir responder a nadie se fue, dejándolos solos, creando ese clima tenso que Urko tanto temía. El silencio fue terrible pero al fin, aquel hombre de severas formas se dispuso a hablar, le dijo que quería asegurarse de que no se había hecho daño en su caída y Urko aceptó hasta que se dio cuenta de sus verdaderos propósitos…. Pero ya era tarde, le había descubierto el pecho donde tenía aquel extraño símbolo, ahora sabia sin  lugar a dudas que sus intenciones no eran las confesadas a su madre. ¿por qué mostraría tanto interés en aquella rara señal? Tal vez él pudiera aclararle algo más acerca de esa misteriosa marca, según su madre de nacimiento, pero no se atrevió a formularle la pregunta, su progenitora le tenía prohibido hablar del tema y le aconsejó ignorarlo. Sus hermanos se burlaban también de esto, diciendo que en vez de corazón tenía eso, una cicatriz, pero para Urko era más que eso, era una señal que le confirmaba que tenía una misión, tal vez no en aquel pueblucho pero...
La cena trascurrió muy tensa pues a Urko no le daba buena espina el druida aquel pero fue correcto e incluso hipócrita. Al fin se marchó Azenor (que así se llamaba el druida que le había encontrado en el bosque). El extraño abandonó la mesa del molino, según él a meditar al bosque. A la anciana madre de Urko empezó a dolerle el pecho y Urko la acompañó hasta su dormitorio, a su lecho. Al instante acudió el doctor que le recetó una extraña infusión que se basaba en una flor que crecía lejos de este mundo, en el reino de Nácar, el país de las hadas, allá en los mares lejanos de las lamentaciones. Esta noche Urko la pasó abrazado a su madre anciana, según el médico había empeorado, ¡ese extraño sacerdote que la envolvía con el hilo de la muerte gracias a sus mentiras y a sus hipnóticas palabras….! -no te preocupes, yo encontraré la flor de liss- (esto tiene doble sentido pues a medida que trascurre la novela se ve que además de la flor, hay una princesa con el mismo nombre que se enamora del protagonista)
-hijo, es muy difícil de alcanzar, aquí la flor de liss es como una edelweiss en el mudo humano-
- Me escaparé del clérigo y buscaré tu remedio-
-no, hijo, no te alejes de él, cuando yo muera va a ser tu único tutor. Tengo que confesarte algo; tal vez después de decírtelo te sientas diferente en tu relación conmigo o engañado o quizá no quieras ya hablarme... yo no soy tu madre biológica.
El silencio, el terrible silencio acompañado de tímidas lágrimas... “te encontré en una cesta y juré cuidarte para siempre, por eso eres tan diferente a todos nosotros, no eres un trasgo (Moisés, Edipo), eres un medio elfo druida, pero aunque no perteneces a mi mundo te quiero como a un hijo.-
Urko tenía en aquel momento una lucha en su interior y no prestaba atención a las palabras de su madre, estaba evadido como si aún no se lo creyera y sólo se le ocurrió preguntar por la señal. Si, cuando te encontramos la tenías, tu padre se creía que eras un regalo de los dioses, pero no creíamos que estuvieras en el sitio que te merecías. Temíamos que nuestra humilde morada no fuera de tu agrado…. hasta que un viejo sacerdote nos avisó de que no podíamos tratarte como a un dios, pues ya jamás lo serías. Por eso no quería hablarte de la cicatriz o de tu pasado, por si decidías abandonarnos; pero ya da igual, puesto que voy a morir.
-no importa que no seas mi madre natural, aún así te quiero y buscaré esa flor, pero siento que también buscaré mi verdadero pasado.-- -
---Es ley de vida y yo no puedo reprochártelo. Por si no volvemos a vernos, quiero que te lleves este zurrón, es todo lo que me queda de su padre y te será muy útil-. Con lágrimas en los ojos se besaron y Urko volvió a su cama.          
Capitulo 4  el estado druida
El druida Oráculos se pasea nervioso por el capitolio de los doce druidas. Se acaricia su larga barba blanca, y les mira con asco. Todos rondan los 400 años y saben que su orden esta en peligro. Son demasiado viejos, no permiten mujeres entre ellos y tarde o temprano desaparecerá su mundo. Oráculos rompe el silencio, aunque ninguno parece escucharle con verdadera atención.
- ¿pensáis lo que yo? Quizá esa princesa y ese niño de los bosques puedan salvar el mágico reino de Literaria del Olvido-
El místico oráculos lleva un manto negro y oscuro. Su voz se alza entre las de los otros druidas que permanecen a su lado en mutismo y silencio perpetuo. Todos los ojos se inclinan hacía el gran maestre de la orden cuando este pronuncia su discurso:   - como sabéis... el mundo de Fantasía corre gran peligro; de un tiempo a esta parte nos asola una peste de negrura, y gris tristeza que está acabando con la ilusión y los sueños que es la materia de la que se compone este reino mágico.
- el pueblo ya está harto de sermones y demagogias de curillas, necesitamos saber el nombre, sólo eso. El nombre. Necesitamos saber el nombre del salvador del Mundo de fantasía. Sólo así el pueblo se callará. Necesitamos saber quién aún conserva la ilusión y la utopía y quien se enfrentará al tan omnipotente como maligno señor del Caos. –
Todos aplaudieron el discurso del druida Oráculos. Oráculos era un monje algo siniestro, algo taciturno, bastante hermético, del que apenas se sabía nada y él mismo gustaba de fomentar ese halo de misterio. El druida Oráculos pretendía revolucionar el mundo de la fantasía. Los rumores y las malas lenguas decían que en secreto había pactado con el señor del Caos para sembrar inestabilidad y desconcierto entre las masas y así contribuir aún más a la decadencia del mundo de la fantasía. Había quien, por el contrario, le tenía por un caudillo y un héroe popular, no diestro en las armas pero sí dotado de una gran lengua viperina y de discursos grandilocuentes y elocuentes que encandilaban al pueblo. Lo cierto es que el místico Averroes y el druida mayor Oráculos se llevaban a matar y siempre se peleaban en público. Uno lideraba el sector moderado y el otro el sector radical, conservadores y liberales, la historia de siempre. La mayoría de druidas vivían en ermitas perdidas en montañas y en las llamadas grutas de los druidas, y se habían concentrado en un pueblo llamado El estado Druida (ver mapa del Mundo de la fantasía) Todos los druidas rondaban los 400 años. Había entre ellos un derecho de primogenitura y una cosa llamado derecho geriátrico por lo que los jóvenes druidas nunca veían el poder y en cambio los ancianos abusaban de él. Los druidas jóvenes trabajaron en las minas para pagar las caras residencias en las que vivían los druidas viejos.  Los druidas eran demasiado viejos, demasiado legendarios y milenarios, y no había mujeres en su casta para continuar la especie, por lo que todos sabían que el mundo de la fantasía, y en especial y en concreto el Estado Druida, corrían serio peligro de ser destruidos por la peste de la tristeza. Osián, uno de los druidas más gerenios, rompió el silencio y simplemente dijo: ¿Será Urko, el hijo del Caos y de la Madre Tierra, el genio salvador?.  ¿O será Tanit, el hijo de mortales? Quién salvará al mundo de la Fantasía del Olvido de los mortales?.
Todos callaron y el desconcierto y la incertidumbre reinó en la sala.
Oráculos le replicó a Osián.  
- Osian, yo no confiaría en Urko es demasiado joven..., demasiado inexperto..., demasiado inocente...El señor del Caos se lo comería vivo. Es el hijo ilegitimo del señor del caos, es su cordero de dios, su ecce homo, su chivo expiatorio. Esta escrito en sangre que el hijo matara al padre. Matar simbólicamente al padre, como metáfora.  Si Urko mata al señor del Caos el reino de la fantasía no morirá jamás y seguirá siendo eterno, pero si nuestro héroe sucumbe... no quiero ni imaginarme cual será nuestra suerte. Urko es el único niño solitario, imaginativo y fantasioso que queda vivo. No podemos confiar en ningún otro ser pues todos los demás están corruptos o tienen algún interés en que se perpetúe esta guerra asquerosa que nos está aniquilando a todos.  Urko es un neutro, el “neutrum”, un catalizador, el corderito blanco, el único que puede salvarnos de las garras de su padre. Esto es tan claro como que me llaman Oráculos el visionario.
Un emisario entro bravamente en la sala, interrumpiéndole y creando desconcierto entre los presentes. Llevaba una túnica roja, y era joven, uno de los nuevos magos.  Oráculos retoma la palabra, tras escucharle, ante el enojo de Osian que gusta de protagonismo.
- Mi emisario Azenor nos ha traído un nuevo aprendiz.-  Azenor, que así se presenta al emisario, vuelve con Urko bajo el brazo. Todos se quedaron anonadados cuando destapó el manto y pudo verse a un Urko atemorizado, desconcertado e intimado por la presencia de los doce altos druidas. - pues bien, este es Urko, el hijo de los dioses, criado entre mortales. Urko tenía los ojos cerrados del miedo y la timidez. Una de las características que más le definían eran lo introvertido que era. Urko lamenta ahora el silencio con el que creía haber castigado a Azenor en el viaje. Podía haberle prevenido que iban a juzgarle en un tribunal.  A Urko le fascina el poblado de los druidas, con la gótica escuela de druidas, y los modernos almacenes, y las altas torres de los encantamientos. La ciudad es un enorme jardín colgante, por el que pasean viejos con pergaminos en las manos y los palacios se esconden entre la maleza y el musgo del lugar.
Al entrar Urko en la sala del consejo, se escucha un murmullo. No podían dar crédito a que ese chaval escuálido, esmirriado y tan poca cosa fuera hijo del mayor monstruo diabólico que había engendrado el Mundo de la fantasía.  
Mis queridos amigos, casi lo olvidaba… como sabéis yo dirijo la escuela de magos aquí en el estado druida y tengo una nueva inscripción. El mensajero mandó entrar a Urko, que durante todo el viaje había permanecido callado, evitando el trato con aquel extraño hombre que Urko creía brujo. Ahora lamentaba no haber preguntado a donde se dirigían dentro del camino del unicornio, pues en realidad venían al estado druida.
Y es entonces cuando Oráculos el visionario y el místico Averroes pronunciaron a dúo las mismas lapidarias palabras-     - Ya sabes que no perteneces a los trasgos. Tu madre te ha hablado de nosotros....
- Pues la verdad, es q sí- corta impertinentemente Urko-  pero ¿Que hago aquí? ¿Qué queréis de mí?
No te precipites, joven... Ha llegado el momento de revelarte la Verdad sobre tus padres y este mágico mundo.... Todos se miraron consternados y preocupados, el día había llegado. ¿Hasta dónde iba a revelarle?
Todo empezaba en la noche de los tiempos- comenzó a narrar el druida con su voz profunda pero cálida- cuando los druidas y los seres convivían  aún con los humanos en la tierra, hasta que uno de los doce nos traicionó. Se llamaba el príncipe del mal y mostró desde niño habilidad demagógica y militar. A pesar del juramento de la neutralidad de los druidas fue recopilando poder y luego nos traicionó a todos. Su ambición le corroía y cuando se hubo fortalecido se impuso como señor de Fantasía utilizando su magia y revolviendo a los habitantes. Por fortuna, logramos pararle los pies pero era demasiado tarde, el daño estaba hecho. Él consiguió huir a su fortaleza en las tierras oscuras, más allá de los pantanos de los espectros y corrió el rumor de que había desvirgado a una doncella de Morgana, muchachas vestales destinadas a rendir culto a Diana desde muy jovencitas. Fruto de este matrimonio de la doncella negra o de la noche y el príncipe del mal naciste tú, criado primero entre trasgos y después educado en las escuelas de los druidas. Buscamos entre los más sabios brujos y expertos señores de la guerra alguien para que te educase pero preferimos que te educara una molinera para que así te formases en el pueblo y nunca lo traicionases Y además extendimos un campo de invisibilidad sobre el molino para que el príncipe del mal no pudiese encontrarte y matarte.
El druida seguía hablando con un débil hilito de voz, emocionado evocando su hazaña, incluso parecía que volvía a sufrirla. Ahora, por fin, tienes la edad necesaria para convertirte en un gran mago, el emisario Azenor se ha molestado en traerte hoy ante nosotros, será a partir de hoy y ahora tu maestro.
- tu madre es la señora del mal y tu padre el señor del caos pero tú debes enfrentarte a ellos, sobre todo a tu padre, y al matarle… habrás conquistado tu derecho al trono.  Cuando te rebeles al padre, quedarás liberado. Cuando le hayas vencido desaparecerá esa obsesión con tu padre.
Pero sabes que en el fondo nunca podrás rebelarte a él, sabes que nunca le vencerás y esa es tu victoria porque este enfrentamiento con él, ese no querer parecerte a él, es lo que te categoriza como artista, y por tanto, como salvador de Literaria. 
Urko no podía creer nada. Todo le sonaba raro, lejano. Él era hijo de ellos y por tanto su destino era ser príncipe, incluso rey, no un simple hijo de molineros, insultado por los trasgos.
- Si joven aprendiz, ella es tu verdadera madre, la señora del mal, acepta la realidad; tu madre es una persona cruel, tu madre es una hechicera, tu madre es una bruja loca. Te educó una molinera, una madre de alquiler, pero tus padres son los señores de la noche. Cuando aceptes que llevas el pecado y el mal en ti, estarás fuerte para perdonar a tus verdaderos padres. Nosotros, los druidas, te ayudaremos a convertirte en rey de Literaria. Debes fiarte de Azenor que será el druida encargado de tu educación.
- ¿Y si me negara?
- El Druida se río acariciándose la barrigona. - ¿Negarte? ¿Renunciar a ser el salvador de Literaria?  Creo que no tienes alternativa. Veo luz en tus ojos y nobleza en tu corazón, eres el elegido. -Si no hubiera sido por nosotros serías el sucesor del príncipe del mal pero ahora serás nuestra venganza y mataras a tu padre el rey, así nos ayudaras a devolver la paz al reino de literaria, contamos contigo
Esta es la verdad de los druidas.
Había esperanza…Urko se enamoraría de flor de Liss, hija de la dama blanca y el señor Ricardo de Liss, y estos le adoptarían como a un hijo.  Y con este matrimonio de conveniencia y de amor, ambos príncipes se convertirían en reyes de Literaria.
El druida Azenor le susurró al druida Oráculos, ¿y si ya estuviese cautivo y pervertido por el mal y la oscuridad?. A lo que Oráculos respondió; veo bondad en su mirada, luz en su espíritu y nobleza en su corazón, aun así habrá que esperar. Y basta de palabras.
El druida desapareció en una capa de neblina entre las cortinas convertido en polvo de estrella.  Y con un gesto vago a modo de despedida se perdió entre las sombras de la habitación, ya no estaba, había desaparecido. Los otros druidas se esfumaron simultáneamente de igual forma y no quedó más que una espesa capa de polvo proveniente de sus túnicas, que pronto despareció en la atmósfera.  Los otros 11 druidas hicieron lo mismo.
Urko algo había oído de esa sociedad pero todo le parecían leyendas y mitos. Incluso él había dudado de su existencia, pero ahora estaba allí, en el pueblecito de casas medievales y altas torres, refugio de alquimistas y sacerdotes, pero también de modernas estructuras de poco convencionales formas. Estas eran las zonas de almacenamiento pero lo más hermoso de la ciudad eran sus templos y sus palacios majestuosos entre jardines. Para ser un estado sin ejército, le pareció una muy prospera ciudad de comercio y burguesía.  El edificio al que acedía era la torre del congreso, donde los druidas eran muy libres de proponer sus leyes o de escuchar al consejo de ancianos. Estos eran tratados como dioses pues eran inmortales y poderosos pero pacíficos y con un código de honor respetado por todos, que les prohibía abusar del poder.  Estos doce hombres se quedaron atónitos al contemplar la figura de Urko, se trataba de aquel muchacho que doce años atrás habían raptado del castillo oscuro, cuando apenas contaba con 2 años, por suerte encontraron aquella MATRA o madre de alquiler, según la lengua elfica. Te encomendamos a una nodriza, que te amamantó,  y te ha tenido oculto hasta que Azenor te encontró. Él será a partir de hoy tu maestro- Urko le hizo una mueca de asco. Para que las cosas quedaran claras entre ellos desde el principio.
Azenor le acompañó hasta la salida. Al druida Azenor poco le quedaba que hacer en esa habitación y caminaron en silencio Llegaron a una explanada y allí dibujo un circulo en la tierra con una rama rota, desprendida. Soltó dos serpientes que al instante se enroscaron la una a la otra picándose, hiriéndose y al fin muriendo. Los cadáveres se habían fundido en un solo cuerpo.
- La realidad es un círculo, es bipolar. Es decir como una moneda- y soltó un doblón de oro en el azulado cielo del atardecer- con sus dos caras, sus dos mundos; la fantasía, la realidad. La muerte, la vida. Lo masculino y femenino. Lo dionisiaco y apolíneo. Lo real, lo social. El bien y el mal. El placer y el dolor. La luz y la sombra. El eros y el thanatos. El ying y el yang. Y en el equilibrio se encuentra la unión- Hundió su bastón en el cuerpo gelatinoso de las dos sierpes y se encendió un fuego, ante la admiración del niño.
Intenta penetrar en este fuego de la vida- le instó.
Pero al acercarse Urko la llama brotaba con más intensidad. Volvió a intentarlo unas cuantas veces, pero a cada intento el fuego era demasiado denso para traspasarlo.
- Es inútil que lo intentes. Aun te queda mucho por aprender...- Mientras hablaba su maestro, urko ya había pasado las llamas desobedeciendo a su maestro. Urko saltó y se encontró dentro. Las llamas no eran más que un ilusorio reflejo de sus miedos interiores, un espejo de su inconsciente, la verdadera llama descansaba en su interior. 
El fuego volvió a aparecer y el maestro le explicó que el orgullo también quema, El ego, el narciso interior. Y que aunque había pasado la primera prueba, aún tenía mucho que aprender con él
Pero el verdadero fuego, que asolaba Literaria, del este al oeste, estaba aún esperándole
Urko estaba dentro del círculo y las cenizas se encendieron en una llama uniforme. Cuando se alejaba la llama se consumía. – sólo un verdadero druida puede penetrar en el círculo de la vida. Por las noches suelen reunirse aquí para realizar juramentos y hablar sobre leyendas, mitos, filosofías, políticas y artes de la magia. Urko volvió a intentarlo más tímidamente o por lo menos con mayor respeto por su noble cometido, esta vez las llamas fueron más grandes.
Mientras hablaba había comprendido que sólo con su fuerza interior y su confianza propia podría cruzar las llamas Urko se sentía orgulloso y las llamas recorrían suavemente su cuerpo y entonces empezó a sentir agobio, malestar, mucho calor y salió rápidamente del círculo sin quemarse. No puedes caer nunca en el orgullo, sentirte perfecto te hará estancarte en tus habilidades y no evolucionaras. La llama del orgullo te alcanza. Tras esta primera lección se dirigieron hacía la academia. Aunque el que sería su mejor aprendizaje estaba aún por llegar, esperando que saliese de su provisional escondite, el estado druida. .
Urko pensó en que su destino estaba ya decidido cuando le dieron en adopción y cuando su única ambición era convertirse en pastor de cabras. Pensó en su madre adoptiva, ya no podía llamarla madre. Pero también sentía que no iba a traicionarla y que encontraría sus medicamentos para curarla, remedios y ungüentos que sólo el unicornio conocía. Encontraría esa flor de Liss que devuelve la vida.
---------------------------------------------------------------------------------------------El mundo de la fantasía lo construyeron los druidas ayudados por los gigantes, los orcos, los diablos, los trols, los trasgos, los elfos, las hadas, las arpías, las nereidas, las dríadas, los gnomos, los ángeles, los monstruos y otras criaturas. Se repartieron el mundo en fragmentos (ver mapa) y mientras que los seres suaves quedaron conformes con el reparto (me estoy refiriendo a elfos, hadas, gnomos y demás), los llamados seres fuertes no quedaron nada satisfechos del reparto y decidieron vengarse y decidieron entrar en guerra perpetua con los seres menudos. Este fue el comienzo de las guerras élficas, o también llamadas guerras ethelicas ya que se desarrollaban a orillas del río Ethel, muy cerca de donde Urko, hijo del señor del Caos y de la dama oscura, fue recogido por una matrona, Molinera que ya tenía consigo una progenie.  Ella adoptó generosamente a Urko y nunca, hasta este día, le rebeló la verdad sobre su verdadero padre. El señor del mal había sido un druida rebelde y rebelado a los demás druidas. Era tan poderoso que usaba su poder para engendrar el mal y su magia para hacer daño a la gente, tan poderoso que pronto le expulsaron o se fue del poblado druida y fundó su propio reino.
Urko recorrió con Azenor muchas leguas por la penillanura y los valles. Dormía en albergues, en cuevas, en grutas, daba igual donde durmiese. Unas cigüeñas le expulsaron a picotazos de una iglesia, como queriendo dar a entender que aquel era su territorio y no el lugar de Urko. Urko bebió en las fuentes de querubines del jardín del sol y en el jardín de los credos y cerezos, de las uvas y los higos. En una zona arbolada había un riachuelo deslizado por peñascos, allí decían solía ir a beber el unicornio y también decían que allí es cuando el señor del unicornio perdió de vista a su unicornio. Urko quería ver al unicornio pero no le vio, quizá por esa cualidad mágica que tienen de poder hacerse invisible a su antojo.
El druida Azenor era en realidad un emisario de la dama negra y el señor del caos. Él había conseguido apresar al rey de Liss y meterle en una jaula pero un ejército de elfos le habían sorprendido en un claro del bosque y le habían liberado. El druida Azenor estaba rabioso e intentó asesinar a Urko. Ocurrió una noche, después de un largo día de estudio, Urko se encontraba cansado. Al día siguiente visitarían el reino de Liss y conocería a la princesa de Liss, la que sería su mujer. Pero los planes de Azenor eran bien distintos. Su misión era atrapar al niño y enviarlo antes sus padres, vivo o muerto, si era muerto mejor. Urko tenía un oído privilegiado y enseguida se despertó, menudo susto se metió al ver a su educador armado con una daga. Azenor quería clavarle la daga en la marca que llevaba de nacimiento, que era la señal de que era el salvador de fantasía. Urko y Azenor forcejearon pero los gritos de Urko despertaron a los druidas y estos empujaron a Azenor y le consiguieron quitar la espada.
Azenor fue apresado por la guardia de los druidas y llevado al calabozo. Habían descubierto que Azenor era en realidad un enviado de los reyes del mal y no un druida. Todo esto lo vio la dama negra en su bola de cristal y se llenó de rabia. Los druidas llevaron a Urko a un dormitorio y le ofrecieron su protección. Al día siguiente se encontraría con el rey de Liss, al que habían intentado raptar y con su hija, Flor de Liss. Lo que Urko no sabía es que también conocería al humano Tanit.
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La dama negra se mira en su espejo de madrastra. Es la más hermosa de Literaria. Esos druidas y esos dos críos, Urko y Tanit, pretender matarme a mí y al príncipe del mal, para salvar este reino devastado, que ilusos. Y la entró una risa cruel, amarga y maligna que la hacía toser y reír histriónicamente, retumbando sus gritos por todo el castrillo de fría piedra. Besó en el pico a su cuervo y de sus patas le extrajo un mensaje que tenía anudado con un hilo. Lo leyó a la luz de la luna. Mi fiel emisario, mi confidente, le dijo a su cuervo, así que Urko ha regresado a el estado druida... y pretenden educarle para matar a mi esposo, lo que no saben es que el druida Azenor es un emisario nuestro, y va a traicionar a todos los druidas y va a traer a Urko a mi presencia. Jaja. Mírale a Urko leyendo esos mamotretos, intentando encontrar el libro que habla sobre los unicornios, pero yo le mataré antes de que encuentre ese dichoso unicornio. En el espejo veía la imagen de una escuela vieja, donde Urko se dormía ante los libros, y gritos de los desesperados druidas. No le han educado esos barbaros de las comarcas. Apenas sabe leer. Este hijo de molinera y de pastor, este cabrero, va a ser el que mate al príncipe del mal, pero nadie puede matar a la dama negra. El príncipe del mal y yo tenemos nuestras disputas, nuestras alianzas, como todos los matrimonios...pero juro que mataré a Urko antes de que encuentre el unicornio. La dama se pasea nerviosa de un lado a otro, entre sombras y penumbras y desliza su traje negro por las sabanas oscuras.   - nublaré de pesadillas los sueños de Urko, flor de Liss y Tanit. Nadie osará enfrentarse a mí o a mi marido, el señor del mal. La dama negra se mira al espejo. En él ve una sombra distorsionada, un espejo como el de las madrastras que la recuerda que es la reina más hermosa de Literaria.
 ---------------------------------------------------------- El señor del mal y el caos, es un roba sueños. Su misión era robar todos los sueños y los cuentos y destruirlos, destruir el reino de fantasía. Todas las ilusiones de los niños, sus fantasías, sus ideales, las meteré en este reloj de arena, el tiempo se llevara todas esas tonterías y se volverán personas serias y adultas.
El futuro de Urko se había decidido el mismo día que el nació y fue dado en adopción, quizá antes y venía a sustituir su única ambición; la de convertirse en pastor. Sus hermanos ya podían sentirse orgullosos, o su madre. Urko pensó en su madre adoptiva, la molinera. Ya no podía llamarla madre. Sentía que la había traicionado y que no iba siquiera a buscar sus remedios. Todo era una excusa para irse. Y los druidas no podían dar cura al único mal que no se curaba con hierbas; los remordimientos.
La reina negra vio ahora en el espejo a la moribunda molinera, y la hablaba en susurros, entre sueños: tu hijo te ha olvidado, tu hijo ya no te quiere porque tu hijo en realidad no es tu hijo. Tu solo eres una estúpida molinera. Tu hijo es mi hijo y tarde o temprano volverá a mí. La dama negra observó como el viejo de las generaciones había abandonado su cometido de escribano y como le había sustituido Tanit. La reina negra nubló de pesadillas, internados y recuerdos la noche de Tanit. De angustia y sudor frío cosió la noche de todos los habitantes de Literaria.
Urko era el elegido, el enviado, el iluminado, debía encontrar el cuerno de la abundancia, el cuerno del unicornio, y matar al ángel rebelado, al ángel caído, a su padre el señor del caos. Cuando mate a su padre el señor del caos y a la dama negra el reino de ilusoria estará salvado y curado. Y Tanit podrá volver a la realidad y la madre adoptiva de Urko estará curada con las flores de Liss, y el viejo de las generaciones dejará de escribir la historia que nunca acaba, como el cuento de la buena pipa, y flor de Liss conocerá a su madre verdadera, al igual que Urko y la ninfa nenufaris dejará de ser un ende mágico, se volverá humana y tendrá un corazón y don flipatis de lunatic habrá vivido su odisea, su aventura, como en los libros y cuentos de hadas que lee se relata. Erradicar el mal para salvar el mundo de las hadas, esa es la misión de nuestros amigos. Pero son muchas misiones las que deben realizar nuestros protagonistas, relatémoslas de una en una.  
CAPITULO 5- flor de liss
En el condado noble la princesa se balancea en su columpio. Vive en un castillo de nácar y marfil. Hija del rey Ricardo de Liss que gobierna sobre  lindes y confines. Habla con amigos imaginarios, con un caballo de mar azulado. Estamos en guerra, los druidas contra los nobles. La princesa odia la guerra. Elfos, gnomos, enanos. La odiaba también el druida Oraculus- y entre los dos planeaban devolver la paz al reino. ¡Pero es tan complicado…!. La paz es más complicada que la guerra.  Solo hay una forma de guerrear por la paz y es encontrar el cuerno dorado de unicornio.
El elegido matará al druida rebelado Caos, el ángel caído. Las hadas de los estanques cuentan que el elegido vive en un valle profundo criado por una familia de trasgos.
Las moscas sestean en la sombrilla. Y flor de liss las espanta con su chal. Hace tanto calor que no se puede hacer actividad ninguna, es la hora de la siesta. El rey, padre de flor de Liss, lleva a su hija a fiestas de gala u bailes y organiza cacerías para traer pretendientes, ya que quiere casar a su hija, pero flor de Liss es un espíritu libre, una mujer que entretiene con el vuelo de las moscas y de las musarañas y sombras chinescas en la pared. Flor de Liss es una mujer introvertida, solitaria y taciturna, una nihilista bohemia. Ninguno de los príncipes la gustan. Se escribe en secreto, cartas rosadas, con el druida oráculos, y sabe, porque así lo dice la profecía, que su amado será un aprendiz de druida, hijo del príncipe del mal y la dama negra, es decir; Urko. Flor de Liss es hija del señor de Liss y la dama blanca. Y por tanto Urko es su primo.
En la carbonera flor de Liss guarda libros y postales, cartas y correspondencia y juguetes antiguos. Su padre piensa que tiene un síndrome de Diógenes y que va a enloquecer con tantos libros y amenaza siempre con quemarlos y meterlos en bolsas de basura porque el señor de Liss es muy ecologista y le gusta el reciclaje. Flor de Liss esta muy enferma de depresión, es obsesiva compulsiva y maniaca depresiva y tiene un punto de esquizofrenia, según le diagnosticó el druida oráculos. Cada noche se le aparece un unicornio que la dice que encontrar su cuerno, el cuerno de la abundancia, es la única forma de salvar el reino de literaria, de salvarlo de las sombras del príncipe del mal que se ciernen sobre este mundo. En estas noches de insomnio y sonambulismo aparecen espectros y amigos imaginarios y sobre todo se le aparece el fantasma del unicornio que debe encontrar.
El rey está muy preocupado pues su hija habla con fantasmas y a veces la lava la boca y la dice que escupa los fantasmas por el fregadero, y a flor de Liss el fregadero de tanto tragárselo le sabe a melifluo, que es una palabra de la que desconoce el significado pero que la suena a dentífrico. A ella la gustan las peroratas y los discursos. Ahitada, arteja, zarandaje. La gusta inventar palabras.. Se encierra en su cuarto, con la bata anudada al cuello a modo de capa y juega a lanzar sortilegios a sus peluches. Colocaba cada muñeca de ojos caídos y cada oso de mirada pícara por parejas, y les regalaba conjuros de amor. Las muñecas se resistían, pero los osos abrazaban todo lo que veían en derredor. Sus juguetes se extendían desde los ventanales hasta el franjo último de la puerta, taponando esta. Cuando volvía de la catequesis, comprobaba las posiciones de los peluches, negaba con la cabeza y los bautizaba en el orinal. Imaginaba su cuarto como abadía, castillo, paraíso, salón de baile, la resultaba increíble la de escenarios y mundos que llegaban a albergar cuatro paredes.  Lo llamaba para sí “Su territorio” o “Su Reino mayor” Inventa nombres para las cosas que sin él se aburren; su súbdito el tostador; el jinete de las tostadas de crema. O las hadas del candil del techo, que iluminaban la carbonera. No la gustaba la vida en el campo, desde que el druida Oráculos (su mentor) le dijo que tenía dedos de pianista. No sé por qué tuvo que decirla nada. A veces el vecino, escopeta en mano, la metía espanto en el cuerpo- Estas peludas manos podrían estrangularte en segundos -. Otras veces la dejaba ordeñar a Bella, y ella se aferraba a la ubre con lágrimas de repugnancia.  Entre la paja siempre parecían acechar las sombras; los fantasmas. Flor de Liss va por las eras con sus libros suspirando por los robledales.  Y el rey la decía; te hemos de buscar marido,  ¿Qué te cuesta sonreír un poco al príncipe Pijus cuando sale de caza? No es mal partido hija, aunque le huela un poco el aliento. – Flor de Liss recogió los platos de cerámica, fantaseando con tirarse del campanario. Nada de lo que la dijeran ya, la afectaba. En la carbonera, navegaba aferrada a su cama turca sobre su mar de libros desembocado en el umbral de la puerta. Leía a la luz de una vela entre las sabanas. Tras la ventana, los cerezos se arropaban de sombras nocturnas y la vela se extinguió. Manoseaba las páginas trémulas, cuando oyó un ruido en la cocina. Se levantó, se envolvió en las sabanas y comenzó a danzar cual fantasma por los pabellones.
Flor de Liss se sentía en una jaula de oro, en un segundo plano tras el rey que siempre estaba en cruzadas y la dejaba sola en el castillo. El rey, su padre, salió una mañana de verano a buscar el unicornio para matarlo, ya que el druida Oráculos le dijo que con el cuerno de la abundancia se podría matar al príncipe del mal y así salvar el reino de Literaria. Si tocaba el cuerno de la abundancia saldría una melodía que mataría al druida rebelado. Lo que no sabía el rey es que el príncipe del mal iba a intentar raptarlo. Y así sucedió y el rey fue capturado y le metieron en una gruta pero un grupo de elfos lo encontraron y lo devolvieron al reino.
La ninfa Nenufaris debía encontrar el unicornio para ser bella y joven eternamente y para convertirse en humana y poder tener hijos. Urko debía encontrar el unicornio para matar a su padre, convertirse en druida y en rey de liss, y para que no muriese la MATRA, su madre adoptiva. El problema era donde estaba ese unicornio, quizá cronos y gea lo supieran, o tal vez la dama blanca y la dama negra pudieran darles pistas. El. Camino del unicornio es más que una peregrinación de posadas y tesoros, es un viaje iniciativo.
El rey Ricardo de liss quiere casar a su hija flor de liss con un noble de la comarca. Ella es una reina en la soledad de palacio, siempre en un prudente segundo plano. Pero esta harta ya de esperar en el castillo muerta de hastío a que vuelva el rey de las cruzadas. Así que decide abandonar el castillo. Librará peligros mientras su padre esta de caza. El rey volverá mañana para preparar la boda pero mañana ya será demasiado tarde y encontrará el cuarto vacío. Está cansada de la monótona vida palaciega, huirá a la tierra de los unicornios, ese será su viaje iniciático. 
Todo estaba dispuesto para celebrarse la boda. Y después la noche de bodas. Pero flor de liss no quiere casarse con Pijus, el hombre que había decidido su padre. Flor de Liss había tenido un sueño. Que al mirarse al espejo le había brotado un cuerno de unicornio. Se despertó y bajó a las cuadras, tomó riendas del corcel aguerrido, y sin dilación, partió al galope. En los peñascos de la muerte, una avalancha de piedras se abalanzó sobre la forajida. Al trote, llegó a una pétrea aldea, recogida entre peñas, que por destello solar reverberaba como templo de la antigüedad. Esta comarca sería un edén terrenal en quietud y sosiego, de no ser porque tal remanso es el trofeo que se lidian vecinos pueblos. Las guerras etelicas (Se llaman así por desarrollarse a orillas del río Éter) siembran un hervidero de sangre, un magma adherido a la tierra, brotando a borbotones. La princesita nada sabe de esto y se baña en el río maldito. No haré acopio de su bella desnudez que el pintor de corte ya retrató; ojos cobalto, sonrisa amarillo Burdeos, perfección de curvas aún incipientes, pequeñas y redondas como dos lunas. Flor de Liss debía matar al señor del mal, encontrar el unicornio.  Debía devolver la paz a su reino y devolver al rey el trono usurpado por los druidas rebelados. Hubo un tiempo, antiquísimo, en que druidas y nobles se pelearon por el territorio pero después tuvieron que unirse para luchar contra los druidas rebelados y sus bestias creadas. – Me cuesta soñar porque pienso que soñar es como morirse. –dijo Flor de Liss. -¿Qué pasaría si ahora viniese el señor del mal, nos descubriese (porque dicen que la reina de la noche tiene una bola de cristal desde la que espía a todos los seres de fantasía) y te dijese; dame todo el dinero de las arcas de tu padre el rey, dame todo o te arrancaré el pescuezo—- ¿y si puede verlo todo desde su bola de cristal porque aún no nos ha encontrado?
– Porque hace mucho que hemos dejado el camino del unicornio y vamos campo través, el bosque es espeso y no puede descubrirnos nadie porque los altos árboles nos tapan, y Oráculos el señor de los druidas hizo un hechizo, el hechizo de la bola magnética. Y mientras dure ese hechizo es como si estuviésemos metidos dentro de una esfera de invisibilidad.-pero flor de liss se cansó de caminar por selvas y tundras. Había caminado varias noches y se había encontrado con la ninfa nenufaris. La ninfa le conto su propósito, hacer el camino del unicornio y flor de Liss se ofreció a dejarla una cama en el castillo de su padre. Nenufaris habló a flor de liss de la dama blanca o señora de la naturaleza que era la verdadera madre de flor de liss. Flor de liss apenas recordaba nada de su madre, aquella mujer que había vivido en el castillo, esposada con su padre, y que ahora se había retirado a una roca para encontrar allí la paz
Capitulo 6  tanit y el internado
El reino de perpetua no tiene un solo fundador sino que es el conjunto de los sueños de todos los niños, de todos los mortales que tejen el gran mosaico de ilusiones que es la Historia de la fantasía. Esta historia acaba de ser interrumpida porque en el mundo real uno de los niños ha despertado.
Tanit Elbo Terci - gritó una voz ronca a un niño moreno de apenas 10/11 años. El que correspondía a ese nombre se negó a despertar de su sueño abandonando a Urko para escuchar otra aburrida clase del profesor D. Narciso Bahamonte, profesor de Historia manipulada. Desde su mente inocente, no comprendía porque tenía que volver a un mundo cruel e injusto, camino hacía la muerte, lleno de limitaciones. Prefería volcarse en su rico mundo interior sin fronteras. En esta vida sobraba, era el hombre invisible, sin familia ni amigos. Marchaba solo por la calle mezclándose con otros tantos hombres tristes y demasiado orgullosos para manifestar su soledad. Un mundo aislado que caminaba sin ideales. Se sentía simple visita de este mundo que no comprendía ni quería comprender pues ya no esperaba nada de él; solo que no ocurriera algo que no le permitiera seguir soñando, alejado de todo. Era un conformismo basado en que sus ideales se quedarán solo en eso; en ideales. La clase al unísono se reía de Tanit, embobado, mientras el profesor se impacientaba, el tiempo se congelaba y los segundos que pasó allí (sin saber cómo excusar el dormirse en clase)no acababan nunca, hasta que se encontró otra vez en el despacho del director.
--Desde que llegó a este internado de León, todo ha sido inadaptación-- sentenciaba el director a su tío (encargado de su patria potestad tras la muerte de su padre)
El antiguo terrateniente propietario de una gran fortuna y de una familia noble, cristiana, prudente y digna (silenciada a golpes) pero aquel crío(con todo su valor despreciativo)era la oveja negra de la familia, pues se fortalecía soñando y pegarle solo le producía heridas físicas pero a la fuerza, con mano dura no se podía con él. Podrían herirle el cuerpo pero no el alma.
Si hubiera podido prohibirle sentir lo hubiera hecho. ¡Cómo odiaba esa actitud pasiva e indiferente, evadida pero siempre atenta a él, como juzgándole! Como buen egocéntrico, Terci creía que todo el mundo le observaba.
El Director se quejaba de la carga que le suponía el crío mientras D. Terci lo restaba importancia para que no expulsaran también de ahí a su sobrino. D. Terci sinceramente creía que el  muchacho tenía algún grado de autismo pues no se relacionaba con nadie y siempre estaba en las nubes, por eso ningún colegio lo aceptaba. El niño le vino con la destrucción del matrimonio de su hermana Penélope. La había reprochado casarse con aquel pintor bohemio italiano (Elbo era su apellido artístico). El apellido ilustre no podía caer en un vulgar borracho. Como predijo, el matrimonio no duro lo esperado, pues el bebía más y cobraba menos por sus óleos mareados(como los llamaba su mujer)Hasta que se hartó y le dejó. Penélope se sentía demasiado joven para quedarse a compartir los últimos días de aquel maniático y frustrado anciano. La familia la había dado de lado, porque la acusaban de abandono, y no saber cumplir sus funciones de esposa y madre. Quizá no estuviera preparada para cuidar al niño, ni para cuidarse a si misma. Demasiado sumergida en sus cuentos de hadas, para aceptar la realidad. Su hijo estaría mejor con su hermano. Tanit sabía de memoria lo que venía ahora: colegio nuevo, nuevas palizas, nuevos suspensos, mas palizas esta vez de su tío y siempre lo mismo.
Para Tanit los sentimientos sólo son sensaciones intelectualizadas. Al volver de clase le duele el vientre cual yerma estepa donde un león ruge dentro y los ojos le centellean pero se niega a llamarlo depresión. No, el corazón era un órgano más y los sentimientos se inventaron en occidente durante el barroco. Apretó el botón del ascensor, el ascensor estalló en un estrepitoso berrinche de engranajes y hierros desengrasados y este se paró en seco, propulsándole contra el espejo. Para haberse matado de un ataque al corazón (Para quien lo tuviera) El ascensor siguió subiendo y ascendiendo hasta traspasar la funcional azotea y trepar a las nubes cual globo aerostático. Al artefacto le habían brotado sendas alas y se alejaba de aquella ciudad gris que el divisaba desde la ventanilla y no lograba abrir. Si la abría, saldría despedido por los aires como ese Ícaro al que fallaron las alas de cera. El niño se angustiaba, se sentía preso, sin oxígeno, se moría allí dentro cual crisantemo en una losa, palideciendo cual flor de invernáculo, una nausea profunda desde el estómago hasta la garganta. Ante lo absurdo de estas sensaciones, al poco se hubo calmado y ya miraba las alturas sin vértigo, como un pasajero que ha superado su miedo a volar hasta que este decide aterrizar en pista, se siente goloso, se comería las nubes de algodón rosado, arcoíris del cielo estrellado, el sol de la corona de aura, la luna cual queso flotante en la vía de los lácteos asteroides, agujeros negros de la imaginación, paisaje de meteoritos en colisión.   
Tanit aún recuerda como si fuera ayer las broncas y peleas cada vez que su padrastro le insultaba o le pegaba con el avivador de la chimenea. Tanit no tenía hermanos y su infancia fue larga, lenta solitaria. Le hubiese gustado tener un hermano y poder confiar en él pero lo tuvo que sustituir con amigos imaginarios. Desde niño se inventaba amigos, dotaba a sus peluches de habilidades humanas, por ejemplo tomaba el té con un conejo de peluche y por las noches tenía miedo de un monstruo que dormía en su armario o debajo de la cama. También le visitaba el ratoncito de la suerte y la hada campanilla que jugaba con su sombra cosida a su espalda. El padrastro le llevó un día al internado, aquí os dejo a este niño del diablo. Su endemoniada imaginación me tiene harto. No quiero saber más de él.  Su madre me lo dejó al cuidado pero estará mejor en esta institución. El director solía enviar una carta al padrastro con los resultados académicos en la que reprochaba que tuviese tanta imaginación porque era un chaval melancólico introvertido y taciturno que no se relacionaba con nadie. Sólo una chica, Tania, se hablaba con él, la verdad es que se gustaban. Tanit se había hecho amigo del bibliotecario que era un inmigrante argelino que le recomendaba lecturas. El niño por las mañanas iba a misa y por la tarde jugaba en el patio con una pelota o se inventaba juegos de rol, donde un druida le confiaba una poción mágica y rescataba una princesa. También leía mucho se pasaba el día leyendo cuentos de aventuras y su aya, una monja que hacía la cama y preparaba la comida, una especie de criada del monasterio le leía cuentos de hadas.
Aquella tarde volvía de echarse la siesta en la carbonera y por las escaleras se tropezó con Tania que se le quedó mirando con esos ojos de lechuza estudiosa que tenía, pero Tanit la evitó y entró en la biblioteca. Para Tanit los curas eran una especie de druidas que recogían malas hierbas en el jardín para hacer ungüentos y remedios y pócimas y que atesoraban en las alacenas libros antiquísimos y mágicos de hechizos. Sólo Tanit sabía el secreto que le había susurrado miguel, el bibliotecario marroquí o argelino. El secreto del unicornio.
En la biblioteca había sofás antiguos y grandes armarios de cristal con libros y floreros decorativos. En el centro se disponía una mesa para leer y en el centro de la biblioteca una mesa pequeña con un unicornio de alabastro encima. El secreto del unicornio consistía en que si torcías el cuerno de la abundancia se abrían unas escaleras bajo la mesa. Eso lo sabía Miguel y Tanit. Era traspasar el espejo. Quizá la frontera entre los cuerdos y los mal llamados locos. Cuando alguien torcía el cuerno se abría una puerta en el suelo y bajando por las escaleras corredoras de caracol llegabas a un cuartucho lleno de espejos. Miles de espejos. Cada uno reflejaba distorsionado el interior de las personas. Por ejemplo, alguien bondadoso veía un corazón. Un gordo se hace delgado. Un príncipe azul; sapo verde. El espejo opinaba sobre la belleza de las brujas y se reía de ellas. Destacaba entre los espejos uno con forma de libro gigante.
Si lo traspasabas entrabas al mundo de la ilusión. Entrabas en un mundo de dos dimensiones, el mundo de las novelas, sin fronteras de tiempo y espacio ni más límites ue la imaginación, creado por las fantasías de todos los niños que de noche inventan este mundo. Mundo volátil sustentado en las alas de un Pegaso.
Tanit aquella tarde huyó del despacho, con lágrimas cayendo por sus mofletes. Huyo del despacho donde su tio y el director habían estado decidiendo su futuro. Al huir tropezó con Tania, pero ni la vio. No paró hasta la biblioteca del ala oeste, cerrada con llave. Dentro dormía Miguel, el bibliotecario marroquí, que había acogido la orden. El término correcto era explotar. Se ahorraban el salario mínimo en nombre de la caridad. La mayoría de los alumnos jamás había traspasado la pétrea entrada, con dos gárgolas que les miraban fieramente. Creían que desembocaba en un pasadizo tenebroso, a través de las cloacas del colegio, que usaban en el medievo para hacer novillos. O donde sus profesores practicaban satanismo, y cocían a los indisciplinados en la hoguera. Se imaginaban a la pofesora de Biología con nariz de bruja, invocando a Diana, contoneándose y marcándose pasos de folk, y la cosa tenía su gracia.
Para ellos el inmigrante era un sucio vagabundo, que olisqueaba papeles. Por eso no pisaban la biblioteca, al menos era una buena excusa. Por eso Tanit se escondía en la biblioteca. Sacro lugar que no podían pisar, y donde le recibía Miguel, dispuesto a soltar buenos consejos.  Al fin y al cabo, Tanit le enseñaba día a día a leer y se habían hecho amigos. La biblioteca era el sitio donde Tanit se refugiaba cuando se sentía sólo. Era como una iglesia, un lugar santo.
 - ¿Qué te sucede?   - Van a enviarme a un reformatorio o a algo peor. Mi tío me anda buscando...-
Miguel no soportaba la violencia, la había sufrido de joven en marruecos (su padre le pegaba, le querían cortar la mano por homosexual y le obligaron a cruzar el estrecho en patera) Miguel se acordó del doble fondo que tenía la galería. Lo había descubierto un día, apoyándose por azar en la falsa pared. La estantería giró ante la presión y vieron una estrecha bodega a la que se accedía por tres peldaños de escalera. De haberle querido acompañar Miguel, no habrían cabido ambos, así de pequeño era el habitáculo. Entre esos muros los sacerdotes bebían escondidos de Dios y de toda higiene pues el lugar estaba abandonado de la mano de Dios y de la fregona. Pasaron horas o minutos que parecían años.  La oscuridad era agobiante y Tanit se sentía un ratón en su madriguera, hasta que oyó unos pasos y el polvo le hizo estornudar. Distinguió la voz del director y contuvo la respiración. El calor lo apelmazó, y a pesar de los nervios, le arrastró a un lento y pesado sueño. Al cerrar los ojos, Tanit veía sus párpados del color del arcoíris. El arcoíris le adormilaba con el ritmo de una sigilosa serpiente. Siguió al enano, de aspecto huraño, que cabalgaba el arcoíris. Aquello era como morirse, como un pasillo luminoso que le invita al edén y al olimpo. Deslizándose por todos los colores de la fantasía, cayó hasta una blanda almohada de nubes. Se resbalaba como en un columpio y gritaba de alegría, de vértigo, de expectación. Había cruzado los límites de su realidad- (Un sicólogo diría que roza la locura).  Tanit se había metido dentro de un libro.             
Capitulo 7  el viejo de las generaciones
Tanit se encontraba tendido en el suelo rosado de aquel extraño mundo, no recordaba nada, todo le parecía un sueño. No podía despertar o en su interior deseaba secretamente no hacerlo. De todas formas ya estaba en el estado druida, al y fin y al cabo no era tan diferente al mundo real exceptuando claro los árboles triangulares, el cielo rojizo y la variedad de colores y otros ciertos detalles que no le sorprendieron demasiado ya que formaba parte habitual de sus sueños. Pronto captó su atención unas escaleras doradas enormes que llevaban y conducían hasta unas puertas de madera de roble. El borde contiguo del cielo estaba marcado de un azulado verdoso, reteniendo la luz del sol de última tarde, dando a todo aquello un aire de irrealidad y sueño. Una pesadilla de la que no podía escapar o no quería.
Lo que para nosotros está claro, por ejemplo, que la hierba es verde, para ellos no es normal, son detalles que no sorprenden pues forman parte habitual en sus sueños. No era tan extraño al jardín del internado, salvo quizá que estuviera lloviendo flores o el lago naranja, donde no se reflejaba ninguna sombra. Captaron su atención unas escaleras doradas enormes que llevaban hasta unas puertas de madera de roble, imposible resistirse a ascenderlas, pero las escaleras se hacían cada vez más anchas e interminables y Tanit se agobiaba más y más.
Imposible resistirse pero las escaleras se hacían cada vez mas anchas e interminables y Tanit se agobiaba más y más, tampoco podía escapar de aquella escalinata y su nerviosismo se acrecentaba, preocupado del tiempo que perdería en aquel enigma sin percatarse de que en el mundo de los sueños no existe el tiempo, cada vez estaba más cansado pues no podía pararse. Pero poco a poco se percató de su error, se concentró y negó importancia a su problema, ignoró sus malestares interiores y sólo pensó en el fin, llegar a la puerta, desprendiéndose de los demás.
Seguro de su mismo pisó los sólidos peldaños y hasta el último momento mantuvo su templanza, optimismo y confianza. La puerta se abrió con tan sólo desearlo. De otra forma jamás hubiera llegado al pomo de la puerta en forma de garra.
Parecía la vivienda de un ser enorme, un gigante pensó. El escenario que diviso al entreabrirse la maciza puerta no podía ser más desolador. Por todos lados reinaba el caos, desorden, los papeles se almacenaban automáticamente pero pronto volvían a su desastrosa colocación. Era exactamente igual a como lo había soñado mil y una noches en el internado. Para él era su mundo, tan real como el de fuera.  Unas escaleras, exactamente igual a como se imaginaba él las de la muerte, el pasillo oscuro y frío hasta la luz, se erguían entre aquella selva de colores y luces. Las interminables escaleras doradas llevaban hasta una puerta de madera de roble maciza, y parecían conducirle sin poder volver atrás, como las escaleras automáticas de un centro comercial.  Las escaleras cada vez eran más anchas e inalcanzables. Ahora tenía que escalar para subirse al siguiente escalón. Como en sus pesadillas empezó a ponerse muy nervioso y mareado, porque se movían.  Pero cerró los ojos, y se repitió que todo estaba en su imaginación, que no existía una realidad concreta y al fin, los abrió y con ellos la puerta.
La puerta se había abierto sola. ¡Menos mal!, pues no llegaba al pomo de esta. Toda aquella biblioteca parecía haberse edificado para un gigante. El escenario, que divisó al abrirse la puerta, era desolador; Caos, papeles, libros y desorden por doquier. Mirara donde mirara había estanterías rotas, libros volando mágicamente, papeles flotando  y cajas que parecían cobrar vida propia y objetos que aparecían y desaparecían. El escritorio aparecía y desaparecía en el aire. Daba el aspecto de ser la biblioteca destartalada de una abadía echada a perder o el estudio de un artista adolescente, de un genio romántico o simplemente que había sido saqueada recientemente.  Tanit se hizo paso entre los libros y recogió una chapa dorada del suelo, que rezaba “Biblioteca  privada de Literaria. Se ruega hablar”. Al final de todos aquellos pasillos laberínticos le recibían unas angostas escaleras de caracol.
No pudo evitar subir al torreón, tal era su curiosidad, cada vez era más siniestro el paraje y más oscuro. En este punto, la luz del exterior ya no llegaba y las escasas velas le daban un aspecto gótico y siniestro. Subió, cauteloso, y entrevió una luz fluorescente, que gradualmente se hacía más intensa. Cuando parecía que la torre no iba a terminar nunca se entrevió una débil luz.  La luz provenía de una lámpara de aceite que iluminaba el enorme estudio de su dueño tan desordenado como la biblioteca pero esta vez los papeles se retiraban para dejar penetrar al invitado. Estaban conduciéndole hasta un bulto que permanecía en la sombra.. En el piso superior, que se veía desde la biblioteca, habían colocado un viejo sofá Chesterfield rojo de terciopelo, húmedo y desgastado. Y un enorme órgano de iglesia ocupaba media estancia. Tocándolo había una mujer muy joven, extremadamente delgada, cuyo cuerpo comparado a la línea del horizonte, era invisible. Sus ojeras, su piel blanquecina como de muerta y aquella larga melena descuidada la daban el aspecto de una siniestra dama recién salida de un cementerio. Era una muchacha joven, rubia como los campos de trigo, con cara de ángel, de hada, tocaba el arpa (cuando abandonaba el órgano) y le sonreía, aunque tampoco respondió a su saludo. Parecían encantadas por algún maleficio que había convertido aquellos instrumentos en una prolongación de su propio cuerpo. - Buenos días- ella no contestó, y siguió con la música ratonera, que retumbaba hasta el mar.
De pronto, un remolino se produjo en la habitación y los papeles, locos y desperdigados, le absorbieron y se desplegaban a su paso, conduciéndole así hasta un bulto en el final del pasillo. Era el viejo de las generaciones.
El viejo de las generaciones vive en un torreón sobre un risco, funcionaba como una especie de faro. Estaba rodeado de malas hierbas y madreselvas y enredaderas y había una puerta dura y maciza y dorada y un pomo en forma de mano. Tanit subió las angostas escaleras, en las galerías subterráneas viven las doncellas del agua, que cuidaban al viejo. El viejo de las generaciones es tan antiguo como el reino de ilusoria. Habían condenado al viejo a trascribir eternamente la historia que nunca acaba. El viejo tenía barbas luengas y blancas como la de los druidas. Una barba acabada en tres puntas, cada punta representa el pasado, presente y futuro. El viejo estaba encadenado en una silla de oro y tenía las manos libres para escribir el enorme manuscrito interminable. Un rollo de papel nacía de la mesa, junto a la pluma, enrollado se esparcía por el suelo. Tanit intentó leer estas páginas de la novela inacabable, infinita de Fantasía, pero las letras eran ilegibles, escritas en un lenguaje milenario, antiquísimo e indescifrable. El viejo escribía como penitencia o condena por haberse enfrentado con la dama negra de la noche. Tanit agarró impetuosamente la mano del viejo y le robó la pluma y de pronto las cadenas doradas que ataban al viejo, agarraron a Tanit y le pusieron en lugar del viejo, a ocupar su lugar. El viejo de las generaciones estaba libre. Le dijo a Tanit que ahora era el el que seguiría eternamente la historia interminable a menos que alguien encontrase el cuerno del unicornio, hecho de una sustancia mágica que convertía lo escrito en realidad. Tanit intentó desprenderse de las cadenas doradas pero tenía muy presente la maldición. No consiguió liberarse. Si en lo que dura un año no encontrasen al unicornio, Tanit se convertiría en el nuevo viejo de las generaciones.
Tanit había visto al dueño de todo esto. Su decepción había sido mayúscula; no se trataba de ningún gigante, sino de un enclenque anciano, vistiendo una túnica hecha con papiros. Bajo su afilada nariz aguileña se enraizaba una larguísima barba blanca como la nieve, que le llegaba hasta sus descalzos pies arrugados. Cada pico de la barba simbolizaba un género literario porque aquel viejo era un escritor como pudo comprobar Tanit al ignorarle volviendo a su tarea de escribir. Se meso la barba, le miro de arriba abajo y siguió con su tarea; escribir. Sus barbas ramificadas terminadas en tres puntas crecían, menguaban, según le diera y él amontonaba bolas de papel, que arrugaba lleno de rabia.
- ¿Es usted escritor?- preguntó con respeto Tanit
El silencio se adueñó del estudio, tras la pregunta respetuosa de Tanit
- ¿escritor? ¿Escritor?- Resultaba tan melodramáticamente teatral como irónico aquel ermitaño resentido- Solo soy el vulgar escribano de las paranoias mentales de miles de niños, que sueñan cada noche con este mundo. Ya podían estarse durmiendo. Qué más quisiera que ser escritor, no, hijo, no soy más que un vulgar escribano, solitario. Para ser escritor hace falta soñar y expresar esos sueños y fantasías en bellas palabras, para mi un escritor no es el que describe lo que ve sino lo que piensa e idea. Yo no hago más que pasar al papel sueños ajenos y extraños, lo que otros quieren que escriba. Y al escribirlo en este libro se convierten en la realidad del mundo de Fantasía. El mundo de la Fantasía no es más que la historia que los mortales sueñan. Un escritor se comunica y expresa en palabras las fantasías que lo abordan. Pero yo solo transcribo, describo lo que me llega en el correo diario. Me mandan sueños ajenos, sueños robados- bajo la voz como si hablara de un crimen- todo lo que en vuestro mundo desechan; las ilusiones infantiles, las melancolías de los viejos, las frustraciones de los artistas, también la alegría, el amor. Todo lo que se esconde bajo la hipocresía y se lleva en silencio; eso son los sentimientos, eso es la Literatura. Y de esa sustancia, más pura que el aire, más densa que el mar, y más dura que lo que llamáis vuestra tierra, es de lo que se compone Fantasía. – Mientras hablaba desenrollaba un enorme rollo de papel irrompible, noto la curiosidad del niño y añadió- ¡Papel eterno! En el se escribe con tinta y no con sangre, la historia de Literaria. Papel que solo posee del autor; su fantasía. - No sabía que también fueras poeta- El viejo ignoró esta apreciación del niño y se lamentó- ¡Cuántos sueños rotos han venido a caer aquí, a este reino del olvido! Revoluciones y fuego, Amor, pasión y silencios, deseos de ser mayor, de ser siempre un niño, de soledad...
Tanit le arrebato el rollo y leyó: Tanit le roba al viejo el pergamino y lee perplejo que Tanit le roba al viejo el pergamino y lee que Tanit... ¡Basta! Es uno de esos espejos en el espejo, o ventana en la ventana, un círculo eterno, una serpiente que se muerde la cola, un círculo vicioso...
- Aquí está escrito todo hasta ahora, que ya no es ahora sino hace un momento. Esta pluma escribe ella solita la historia de todas las generaciones  de Literaria, pero no hace más que transcribir los sueños de tu mundo. Y mi castigo eterno es controlar la pluma- lo decía con una resignación que daba paso al resentimiento- fue la reina negra quien me castigo  así. La reina negra había llenado todo aquel mundo de sombras, de castigos, intentando acabar con los sueños. La dama negra le había castigado a escribir eternamente la historia de Ilusoria. Era algo injusto y por ello ahora Tanit le iba a sustituir. Sus palabras retumbaron en el estudio, bailando entre la armonía de la música y de pronto todas las puertas de la biblioteca se cerraron con un estruendo, los papeles bloquearon las ventanas.  Tanit, atónito, no entendía la transformación de aquel hombre por el que había llegado a sentir pena, y ahora odio. - Llevo así siglos y necesito un descanso; quizá la muerte...-¿Es injusto, a que si? Por eso me vas a sustituir- Sus palabras retumbaron en el estudio, bailando entre la armonía de la música y de pronto todas las puertas de la biblioteca se cerraron con un estruendo, los papeles bloquearon la ventanas. .
-¿Pero por qué yo?
- Nadie en Literaria en su sano juicio se acercaría a esta biblioteca y tu has entrado, está en tu destino. –
De nuevo era sencillo apiadarse de su soledad, no había recibido visitas en tanto tiempo pero no tenía derecho a hacerle aquello.
-La pluma es la que escribe, así que no te preocupes de nada. En este trabajo no puedes pensar en nada, ni en ti mismo. Te conviertes en un simple instrumento. LA pluma escribirá por ti, tu sólo eres la mano que la sujeta. Ella se mueve y escribe sola. Si dejas de escribir, desaparecerá Literaria
- Pero yo tengo una vida en León...
- En la tierra has dejado de existir, ahora ya eres un personaje de novela. Bienvenido a Literaria- se enfureció- ¿No comprendes que este mundo sólo existe en la medida que los humanos lo crean?
Y desapareció, como si fuera un holograma, como si fuera cierto que aquel viejo no existía más que en la esquizofrenia de Tanit, un producto de su imaginación y sin embargo la pluma estaba allí, esperando que la acariciara. Pero ni siquiera debía tocarla; la pluma era quien escribía, y aun así sentía que no podía irse, como si una fuerza lo empujara a permanecer en aquel sillón por una eternidad demasiado larga.
Pero él quiere creer que existe, si así se le puede llamar a comer, escribir y dormir. Había pasado tiempo, pero imposible concretar cuanto, el suficiente para que se aburriera de la omnipotente pluma y de tanta melodía de arpa.  Se acercó a las dos damas, que solo dejaban de tocar y cantar para bailar o jugar a las damas. Habían convivido en la misma habitación muchas lunas, pero ahora descubría por primera vez su belleza.  Le habían dejado solo por las noches, noches de absoluta melancolía y sueño ligero, y habían traspasado la pared con la ligereza de una pluma al caer. Así que podría escapar de aquel torreón, había esperanza.
Cuando oscureció las siguió, aunque tuvo que concentrarse mucho para pasar por entre aquellas paredes de piedra. Flotaban en la habitación, en el cielo de aquella isla hasta que entraron en una gruta, a flor de piel de aquella montaña.  Todo allí dentro era oscuro y frío, de una humedad que calaba los huesos más profundos, y estremecían el corazón más intrépido. Se golpeó con una estalagmita y ellas lo contemplaron en silencio, mirándose y riéndose. Hasta ese momento no habían hablado, parecían vaporosas ánimas. Su cuerpo etílico se expandía, contraía y penetraban entre las piedras del interior de la cueva. Se pararon en la parte más ancha, grande como la boca del dragón que dormía en la montaña. Un gigante yacía en el suelo, encadenado y ellas lo traspasaban, haciéndole cosquillas. Al fin despertó y sus profundos ojos se pararon en el huidizo iris de Tanit.  Soltó un gruñido que hizo a Tanit darse la vuelta para volver en mejor ocasión. Pero solo era un bostezo, menos mal. El gigante, que sin duda era el verdadero propietario de ese castillo sobre la gruta que ahora lo escondía, tomo la palabra.
- ¡Vaya, vaya! Tenemos un huésped. Pensé que nunca vendrías a mí. Te presento a la dama blanca y a Malicia, la reina de las delicias. Se trata de dos princesas que tocan el arpa, así qué ¿no vas a besarlas la mano, como se merecen?- Que todo aquello lo estuviera diciendo un gigante de diez metros tenía un aire surrealista y de obra de teatro en que los papeles no estuvieran muy claros. Pero si aquellos espíritus eran de la aristocracia, debía besarlas en la mano por educación. Aunque no fuera muy educado que estas no hubieran abierto la boca todo aquel tiempo. El ogro complacido, prosiguió – La reina  nos ha castigado a todos y no le gusta que vengan intrusos, además tú y ese viejo desertor, la habéis ofuscado y debéis iros antes de que se la ocurra volver por aquí. La reina castigó a ese viejo a a escribir , yo te ayudará a escapar de este torreón, buscaremos al pescador, cruzaremos el mar de las lamentaciones hasta la isla de la niña que llora, la hija del sol y la luna. 
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Tanit se empezó a dormir en aquel asiento pero aun durmiendo seguía escribiendo la pluma, .la pluma no paraba. En el sueño todos sus compañeros de colegio y profesores le estaban buscando. Tampoco aparecía Miguel. Cuando el director entró en la biblioteca ocurrió algo mágico. El cielo se nubló de un ocaso deslumbrante, cegando a todos los habitantes de León. En el internado se habían olvidado de repente de lo que buscaban. Se miraron extrañados y el director no tardó en restaurar el orden, devolviéndolos a sus clases correspondientes. El pupitre donde se abstraía Tanit en cada clase ya no existía, igual que él había dejado de existir, y en su lugar se formaba un extraño hueco en medio de la clase. Pero nadie se lo cuestiono, como no se cuestionaban que el profesor llevara gafa o se comiera a las doce.  A Tanit no le echarían de menos, le había llegado la peor muerte; la del olvido. Porque hay algo peor que convertirse en nada de la noche a la mañana peor que morir, no haber nacido. Eso soñó Tanit y es que el sueño le estaba advirtiendo de uno de sus miedos más profundos; caer en el olvido. Y en el olvido caería el reino de Fantasía si no lo salvaban nuestros amigos del señor del mal.
Literaria es el basurero de todas las novelas e historias de amor, aquí se arrastran hojas mecidas por el viento, cuando el tiempo(O los editores)los descatalogan, primerizas novelas que nunca verán la luz.  Quizá, sentada ante un café, te venga el recuerdo de aquel libro de la infancia. Tus cuentos se irán de aquí hasta formar parte de tí, al menos lo que duré el humo de la taza en evaporarse. En estas insondables Estigias del olvido moran tus libros y sus cancerberos guardianes.  Enormes Limbos donde perderte. ¿Son los libros muertos en vida o supervivientes de la muerte?. Aquí te esperan, no muertos, solo olvidados. Hay libros que farfullan llevar eternidades y otros que viven un día como las mariposas. Un día al abrir el grifo escaparán los colores que ilustraron tus libros. En este café nace Literaria todos los días y por la noche muere. Érase un reino donde cipreses plañideros del cementerio y sauces decadentes lloran tinta y destiñen savia azabache. Esta sombra se adueña de praderas y eras en penumbra envolviendo Hibernia de una capa de nubosidad rallante en la invisibilidad, que hace de esto una radiografía fantasmal de si mismo, un eco sólo por el mar repetido.  Como los niños ya no leen ni miran estrellas los unicornios, nos podrimos de soledad.
Los cuentos de hadas sólo se escriben, a modo de graffiti, sobre el agua de arroyo, ¡Y claro! sólo queda de ellos el espejeo de lago revuelto. Este río de éter colma la sed de infinitos a seres, endes, entes, genios e ingenios que sacian en este agua blanca sus vacías gargantas. Si, ¡se beben las palabras, embebecidos de ese elixir afrodisíaco! Se emborrachan de vocablos hasta llorar licor 43, hasta que sus lenguas se secan cual madera humedecida, sus pozos se estancan y sus lenguajes ESTALLAN; Lluvia de vocales regando el manantial incesante y consonante de sus bocas; abiertas, sedientas.  Literaria se escribe todo los días, porque se hace de la materia que se hacen los sueños y el viento los trae de un soplido. Y yo, su narrador, soy el unicornio de Norta. Los unicornios no somos como el imaginario popular nos retrata, esa sólo es una de nuestras materializaciones. Por la noche me convierto en monstruo de los tejados y usurpo vuestras almohadas de plumas y alas y os doy un beso de buenas noches si las hadas me susurran que os sentís solos. A falta de tejados buenas son copas de ciprés, trepando a las alturas ascendí en mi profesión; antes vagaba y vagueaba, erraba sin acierto cual trota- mundos, pero ahora soy viajante globalizado y hasta he adoptado la matricula europea en mi cuerno de la abundancia.
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¿sueños ajenos? Preguntó tanit intrigado al viejo de las generaciones.
Si, sueños robados- dijo bajando la voz- sueños que no tienen espacio en el mundo vuestro y son retirados en nuestro reino donde no hay medidas porque ninguna es rechazada. Mientras hablaba enseñó a tanit un gran rollo de papel irrompible. Papel eterno. Dijo adivinando la curiosidad del muchacho, papel que sólo posee de su autor su fantasía, ¡cuantos sueños rotos han ido a parar aquí, al reino del olvido! Tanit leyó ahora tanit lee un extracto del pergamino que trata de tanit leyendo un extracto en el cual tanit... Basta, es un círculo vicioso, eterno, metido dentro de mi propio sueño. Vas entendiéndolo, aquí está escrito el pasado de literaria y es mi deber reproducir el futuro que nos espera, mi pluma mágica escribe sola la historia de las generaciones. ¿Por qué trascribes los sueños?. En ningún momento el viejo abandona su tarea. Es mi castigo eterno, dijo con resignación y odio- la infanta del mal me condenó a abandonar mis pensamientos para reproducir los ajenos ya que cometí el error de pensar por mí mismo, me planteé si somos simples espejismos de la mente humana. Tanit por un momento tuvo lástima del viejo. Es injusto, ¿verdad? Así que tú me revelaras. 
Tras estas severas palabras las puertas de la torre se cerraron, los papeles se amontonaron bloqueando las ventanas y la puerta y los libros sujetaron con las pastas a Tanit, se dio cuenta tarde de su situación pues había confiado en aquel hombre que hasta hace dos minutos le parecía honesto y encantador ende preso de un castigo injusto.-lo siento, es la única forma de librarme de esta maldita empresa pues no hay descanso para la fantasía ni para este mundo, si dejara sin mas de escribir el mundo se pararía o se destruiría.-  -¿por qué yo? Se ve que no eres de este mundo, del otro lado del espejo, aquí nadie sería tan inocente como para acercarse a esta torre, llevo cinco siglos sin recibir una visita- -¿qué he de hacer?- la pluma hace todo, tu envejecerás hasta llegar a mi lamentable estado físico pero no enfermaras nunca y por supuesto no morirás, no podrás descansar jamás- de nuevo la muerte, un humano no puede entender lo que significa para los seres mágicos la muerte, es un descanso, ya que la vida humana es más corta y la aprecian más.
Tanit había estado escribiendo automáticamente, mecánicamente, sin saberlo, era cierto que la pluma hacía todo pero se hacía monótono y muy aburrido el escribir palabras que no han salido de ti y frases que no puedes cambiar. Fue mirar la dorada estilográfica y desaparecer el viejo, ¿Dónde se había metido? Jamás hubiese imaginado tan aburrido ese mundo ideal. No sabía donde estaba el ser y apenas podía concentrarse para leer lo que escribía.
Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Escribir, el no tenía ni idea del lenguaje élfico, Urko tienes que hacer un esfuerzo; el lenguaje élfico es esencial en los encantamientos, decía su maestro. Para sus adentros el maestro pensaba que no le habían educado bien en aquellas tierras salvajes. Urko no comprendía por qué habían decidido ya su futuro si él era un muchacho con la única ambición de llegar a pastor. Ahora pensaba en lo que opinarían sus hermanos, él era la oveja negra, el inútil, ahora camino de convertirse en un gran maestro, esto le dio fuerzas para superar todas las pruebas que le hacía su compañero pero a la vez le hacía recordar a su anciana madre, ah madre...! se había olvidado por completo de su remedio, estaba intentando luchar contra unos sentimientos que le atormentaban. Estaba empezando a pensar que jamás había querido buscar esa flor que no era más que una excusa para irse, con la egoísta aspiración de no sufrir, se puso muy triste, ¿qué te pasa? Ibas muy bien Aquel que hablaba era el druida encargado de su educación en la naturaleza, aquel hombre sabía todo de plantas y remedios pero nada de sentimientos. Había un único remedio que él no conocía, el de la tristeza, el del recuerdo, la añoranza, el olvido.
        ///////////////////////////////////  El ejercito de los druidas consistía en unos pocos enanos, trasgos y gnomos enfrentados un ejército profesional de caballeros rubios y fortachones. Las cuadras del reino de liss eran famosas y aún más conocido por sus gestas y hazañas y batallas era el caballero don lunatic de flipatis. De joven había sido un ferviente lector de novela de sicología, de autoayuda, de novelas de fantasía o amor y cuentos de hadas. De joven fue un buen cortesano, bufón de la corte que ponía en jaque al sistema y al gobierno. Fue una gran amante, un don Juan de monjas novicias o doncellas púberes o reinos altivos y olvidados. De mayor fue un ridículo viejo ateo pero más religioso que los curas. Se había leído toda la literatura clásica y religiosa. Lleno de contradicciones se pelaba con druidas por sus ideas o con otros caballeros que hacían burla y mofa de él. Contaban las leyendas que este caballero era hermano del viejo de las generaciones, condenado a transcribir la novela, la gran novela de ilusoria y literatura.
Capitulo 8  el mar lamentaciones urko- flor de liss
Tanit abandonó la torre del viejo de las generaciones, gracias a la ayuda de las hijas del viejo. Bajó por la melena de una de ellas como si fuera un tobogán. Ellas quedaron escribiendo el libro de las generaciones. Entonces cayó en una gruta donde un gigante no le dejaba pasar. Tanit le hipnotizó y le hizo derrumbarse. Encontró a un duende que era barquero y le prestó su barca. Navegaron por el mar de las lamentaciones, ¿por qué se llama así?, porque una princesa, hija del sol y de la luna, llora y sus lágrimas conforman el mar. Pero una borrasca terrible les pilló y truenos y relámpagos caían ante sus ojos pasmados. Un rayo derribó el mástil del barco y la vela se precipitó sobre sus cabezas. Tanit logró desgajar la vela blanca y así pudo ver lo que pasaba en aquel cielo tan bravo. Las olas devoraban la pequeña embarcación que pronto se convirtió en escombros. Tanit se agarró a una madera y vio cómo su Caronte se perdía entre las holas. Tanit nadó todo lo que pudo aferrado a su madero pero la tormenta pudo con él. Perdió el conocimiento y sólo despertó al chocar contra un peñasco. Acababa de encontrar la isla de la hija del sol y la luna.    La hija de la noche es una gata noctambula, La hija del sol radia rayos de dicha, Pero sol y luna se separaron Y ella quedó huérfana de vida, Y ya sólo llora y llora, Nadie calma su llanto, Y sólo ver a sus padres juntos puede secar esta lluvia
Era un hada o quizá una princesa, el caso es que arrodillada se tapaba la cara con las manos y entre sus dedos se resbalaban lágrimas de lluvia. A Tanit sólo se le ocurrió cantar y ella esbozó en sus labios una tibia sonrisa. En vez de sentirte triste por la separación de tus padres, siéntete feliz y dichosa. Eres dueña del sol por el día, , y señora de la luna por la noche. Llevas en ti la contradicción dialéctica, la dualidad ontológica. Llevas en ti las dos caras de la vida.  Hay un momento en el alba donde sol y luna se encuentran. Y de su beso germinará en ti la alegría y el mar de las lamentaciones se secará. Y así fue como Tanit logró consolarla y así fue como el mar empezó a menguar y las olas se hicieron calma y pronto el mar se secó del todo y Tanit pudo recorrer andando lo que antes fuera mar. El sol derritió el agua, el agua se evaporó y Tanit caminó y caminó por aquel mar yermo
Tanit llegó al condado druida. Y al entrar en aquella urbe de magia y rascacielos, encontró en el umbral de la puerta a Urko y entablaron una conversación que lunas después sería una amistad. Tanit le contó que era humano, de donde venía, y como tenía que encontrar al unicornio y recuperar a su madre penelope y abandonar el internado. Urko, a su vez, le contó que su madre estaba enferma y que la flor de liss la devolvería a la vida y le habló de su padre, el señor del caos, y de su madre, la señora de la noche, y como su misión era matarles y convertirse en el rey de Fantasía y devolver la paz al reino.  Urko se había escapado del emisario oscuro, porque no era un mago, no, era un enviado del señor del caos. Tanit y Urko montaron en un camello salvaje que encontraron en un establo. Montaron ambos en su lomo y recorrieron leguas y leguas hasta llegar al condado noble. Salieron del estado druida con dos llaves (la del druida Oraculus, la del viejo generaciones) y cruzan las tierras movedizas del desierto del juego de azar, ajedrez gigante en vivo, tablero de colores donde un hada juega con otras hadas a las damas. Y al ajedrez. Enanos peones. Druidas alfiles. Reyes y reinas, torres de cartón. Atravesando el desierto salían al paso islas y oasis que desaparecían. Tanit tenía visiones, creía que se la aparecía su madre y los curas del colegio. Y había enanos jugando a máquinas tragaperras. Comiendo bocadillos y fumando tabaco de flores. Y enanos que se ponían tatuajes de jena o se coloraban el pelo. El desierto, al igual que el mar de las lamentaciones o el bosque de las hadas o el estado druida o el condado noble, eran los reductos que la sombra negra aún no había destruido.
Fantasía es gobernada por la elite intelectual druida, la industria de fármacos y cosméticos y vestidos y adornos de las hadas y las profesiones liberales de los elfos, mineros y proletarios gnomos, orcos, el hogar y moda de lamias y ninfas y dríadas y nereidas, los empresarios señores oscuros, los ejecutivos señores negros y el ejército militar de trols y orcos. Urko y Tanit casi fueron engullidos por las arenas movedizas del desierto.
Montados en camello, nuestros protagonistas llegaron al estado noble paralelo al druida. Ancestralmente, en las llamadas guerras de cortes, se batían druidas y nobles. El campeón de los nobles era don Ricardo corazón de Liss. Este campeador era famoso por las gestas que los trovadores recitaban de él. aedos y rapsodas narraban sus hazañas en el mercado de la plaza mayor, junto al ayuntamiento y la escuela de armas. Los druidas eran un estado muy débil militarmente pero controlaban las rutas comerciales de los enanos y vendedores ambulantes y pedían tributos y diezmos a los señores humanos y familias de trasgos campesinos, como la familia de la viuda del molinero, madre adoptiva de Urko. En el bosque éter se libró la más importante batalla entre druidas y nobles.  El condado noble lo rige el dinero, la suerte, la venganza, la culpa, el orgullo y el ego pero también el honor, la fortuna, el azar y la necesidad, la gloria, la lealtad.
En el mercado del condado noble las señoras parecen gallinas pues son gordas y cotorras, y los políticos cerdos y los guardianes caballos y los pobres piden a puertas de las iglesias de los druidas. Hay alguna iglesia druida dentro del condado noble. Estas iglesias son rosadas y blancas. Los nobles son blancos y nobles por fuera y oscuros por dentro, góticos. Se apagan las luces y vellones de los faroles y Urko y Tanit cenan en el jardín, en una mesa especial que han puesto para pasar la noche viendo estrellas, jugando a las cartas o a preguntas de cultura general.
Según decían las leyendas y los ancianos del reino, el estado druida y el condado noble habían estado en guerra, en una guerra muy antigua. Cuando los caballeros de Liss y los druidas estaban enfrentados y el rey de Liss mandaba a los caballeros y la señora de la naturaleza o dama blanca mandaba a los druidas. Pero ambos reyes se casaron, firmando así la paz entre estos dos reinos vecinos. Ahora estaban hermanados en una guerra común, luchar contra el señor del caos y la dama negra. El condado noble era precioso. Un bosque frondoso rodeaba a una pequeña aldea, muy parecida a la que habitaba Urko con la molinera y sus hermanos trasgos. Caminaron por el bosque, oliendo los árboles, eucaliptos, robles, helechos, cipreses… la aldea estaba rodeada por una pequeña muralla, aunque la mayor parte estaba en ruinas. Había un molino, una ermita, la casa del alcalde, varias tiendas, tabernas y posadas y una armería donde Urko compró una cimitarra, una espada dorada con un sable afilado. Y Tanit compró un escudo, una navaja y una honda. Urko le enseñó a Tanit lo que su madre le había dejado en aquel saco. Muchos aldeanos salían de sus casas para ver a nuestros protagonistas pasear por el pueblo. No era común esto de ver a dos extraños pasear por la comarca. Encontraron un camino empedrado y lo siguieron hasta llegar a un castillo fortificado. Se veían varios torreones, la torre noble, un pantocrátor en la puerta como el de una catedral y un puente levadizo por el que pasaron. Debajo había un foso común que olía mal, a pantano, a cloaca. La puerta se abrió y Salió a recibirles el señor de Liss con su hija flor de Liss. Estos les invitaron a pasar al salón real.
Flor de Liss se fijo en los dos muchachos. Aunque al principio le atrajo Tanit por su esbelta figura y sus ojos marrones avellana, al final su atención recayó en el joven Urko. Ambos eran dos solitarios, ambos eran dos niños raros a los que les gustaba leer y refugiarse de la lluvia bajo los árboles. Eran de la misma edad. Urko era un aspirante a druida y ella una joven princesa. Urko le contó como desde el principio había desconfiado del emisario Azenor.
La realidad era más cruel que lo que sus ayas la leían en aquellos cuentos de hadas que su padre decía del demonio. Encontraron a flor de Liss balanceándose en su columpio. Una lágrima resbalaba por su pómulo mientras rezaba a la luna por su madre. Nunca la había visto la cara pero recordaba su aroma, su esencia y su voz dulce.   Todo esta tan oscuro que flor de Liss se abraza a Urko y la ninfa a Tanit pues a estas damas las da miedo la oscuridad tenebrosa
Mi madre adoptiva esta muy enferma, así le dijo, con esas palabras, Urko a flor de Liss que necesitaba la flor de liss que la devolviera a la vida y a la salud y la rescate de su tristeza y melancolía, esa rara enfermedad que la ata a la cama y la hace estar sonámbula, insomne o dormida como una bella hada dormida congelada en el tiempo o petrificada en árbol como las dríadas.  Te daré la flor que corona mi pelo a cambio de que me ayudes a encontrar a mi verdadera madre, la dama blanca y señora de la naturaleza. Urko accedió pero necesitaba de la princesa otro favor, otro encargo, que le dieran la llave para abrir el candado de la grita del unicornio y así liberarle. . El rey esta mareado, su hija flor de Liss le ha puesto un brebaje para adormecerlo y así robarle la llave del unicornio. La cabeza loca de don Ricardo de Liss da vueltas y gira sin parar como en la espiral de un torbellino. El rey sentía dentro una voz que no se paraba. Flor de Liss se metió en los aposentos de su padre mientras este dormía y fingiendo ser uno de sus concubinas le mesó el pelo y cuando se aseguró que estaba profundamente dormido desprendió la llave del interior de aquella almohada arrugada y empapada de baba. A la mañana siguiente el rey embravecido de furor rompió a gritar; me han robado la llave y en mis sueños he visto como un druida me lo quitaba. Esto significa la guerra, los druidas no pueden romper el pacto que hace años hicimos de no abrir la puerta y liberar al unicornio.
Flor de Liss gritó: es injusto, te vas a las cruzadas y aquí me dejas sola y triste y tocando el arma para ser la cortejada enamorada de cualquier bardo trovador o bufón. No es justo yo también he de partir al frente y batirme contra los señores oscuros.  Diciendo esto flor de Liss marchó dentro de un carro con una cama de algodones y un dosel dorado. Debajo de todos aquellos almohadones había un guisante. La reina iba desnuda pero nadie lo notó más que un chaval que la señaló riendo cuando ella pasaba en su carro.
El rey por su parte montó su mejor caballo y abrió las murallas del castillo y las puertas cerradas, decidió a batallar contra los druidas como antaño. La voz de Urko y don lunatic de flipatis le hicieron parar. Traigo un mensaje de paz de los druidas. Estos prometen devolverle a su hija, flor de Liss, a la que hemos secuestrado a cambio de que participase en un concurso de comida. Si te comes todos los pasteles antes de que el gallo cante liberaremos a tu hija y te devolverán la llave del unicornio. Si no lo consigues, la reina tu mujer que es la contrincante será la nueva reina. Si ella se come más pasteles que tú le daremos la llave a ella y ella será la reina y tu su consorte y tu hija seguirá siendo la heredera. No pierdes nada, sólo un reino, ¿te parece poco? Lo que estos druidas quieren es enfrentarnos a la reina y a mi. Así pensaba el rey, lo que el rey no podía imaginar es que no había vencedores en aquel torneo.  Don flipatis había envenenado todos los pasteles que comieron rey y reina. Y Urko que empezaba a utilizar sus poderes mágicos, hizo que todo el reino durmiera el sueño de los justos para así escapar todos, nuestros protagonistas, Tanit, Urko, flor de Liss, la ninfa nenufaris y el quijote don lunatic de flipatis. Así consiguieron algo de tiempo. Y mientras el condado noble dormía, ellos conocerían a la dama blanca, doña naturaleza, señora madre tierra y de hadas y lamias. Así flor de Liss y Urko conocieron a su verdadera madre y la ninfa nenufaris conocía a su maestra para pedirla dejar de ser eterna e inmortal y así poder amar a los hombres como los mortales y enamorarse, dejar de ser esclava de las hadas.
Caminaron por el bosque de los elfos y fueron invitados a un festín que el rey de los arlequines, el montaraz delfus, organizaba para celebrar la fiesta de carnal, del carnaval. Todos iban disfrazados, los ciclopes de bellos príncipes galantes, las mujeres de hombres y los hombres de caballo. Sirvieron un ponche mágico elaborado con polvo de hada y ancas de lamias, chuletas de basilisco, vino recolectado de las viñas rosadas y todo tipo de ungüentos elaborados de raíces. El bosque era un lugar mágico y retumbaban los gritos y alborozos de sus habitantes, un lugar donde los árboles cantaban y los bardos eran silenciados, las druidas eran criaturas musgosas que vivían dentro de las cortezas de los árboles centenarios. Los reinos élfico y feérico eran colindantes y nunca se habían enfrentado como en el fratricidio entre druidas y nobles. Hadas y elfos gozaban de una pax legendaria y ambos se respetaban. En aquella fiesta nuestros amigos pudieron conocer al príncipe montaraz, un rubiales esbelto de cara lánguida y barba luenga y a la sacerdotisa de las hadas, la madre naturaleza, la dama blanca que iba envuelta en velos, terciopelos y copas.
Esta reina vino en una carroza floral y era todo un espectáculo verla, rosas por su pelo y unos brazos venosos que parecían ramas de árbol, llevaba una diara de margaritas y prácticamente iba desnuda pero abierta de velos traslucidos hechos por resina de árbol y un manto de hojarasca, hojas marrones y amarillentas, de cintura para abajo. La cola era como de recién casada y acababa en un ramillete de flores. La reina prácticamente va desnuda, dijo Tanit, como queriendo dar a entender que desnuda su físico pero abre su alma e interior.
Los reyes fueron envenenados en aquel banquete pero devolvieron la libertad a flor de Liss. Pronto se les pasará el envenenamiento, les hemos envenenado para que te dejen partir con nosotros. Era ya de madrugada cuando flor de lis decidió acompañar a Tanit y Urko en su búsqueda del unicornio. Recorrieron el bosque y en su camino encontraron a la ninfa Nenufaris que también viajaba para que la reina de las hadas la concediese su mayor deseo, ser mortal, poder sentir lo que las demás. Llegaron a un pequeño oasis y allí de repente, como surgida de la nada, apareció la ninfa nenufaris. Hola, amigos míos, que suerte haberos encontrado pues llevo miles y miles de pasos buscando el reino de Unicornia. Día y noche, sin descanso, yo sola. Y no puedo más. Urko se abrazó a ella recordando su primer encuentro y nenufaris se presentó ante Tanit y ante Flor de Liss. Pronto nenufaris empezó a sentirse algo celosa de la relación que Urko tenía con flor de Liss pues al fin y al cabo ella había sido la primera en verle. Y no podía negar que sentía cierta atracción por él. Pero eran dos mundos tan opuestos… él un druida, un aldeano, un molinero… y ella, una pobre infeliz sin descendencia, inmortal pero infeliz, que no podía tener lo que más quería en el mundo; un hijo. Nenufaris se incorporó a nuestro grupo y accedió a llevarles a un reino que nuestros amigos desconocían; el reino de Nácar, el reino de las hadas. Nenufaris se levantó de la mesa de madera donde todos comían y como hipnotizada como si oyese voces o campanas se dirigió hacía la dama blanca. Oh gran señora eres más guapa de lo que cuentan las habladurías y aquí reunidos elfos y hadas quiero que sepas que deniego de ser una vestal. Quiero enamorarme, formar una familia, morir rodeada de los míos, centenaria, en una cama tosiendo sentir todo aquello que sienten los mortales, la pena, el dolor, la alegría, la tristeza…
Tener un corazón, dejar de ser buena bella y verdadera y ser carnal y humana en definitiva, volar a lomos del unicornio hasta la tierra de los humanos de la que Tanit viene, mundo oscuro y gris de los mortales que en el fondo tanto se parece al nuestro.
Capitulo 9  el desierto del ajedrez y don lunatic
Caminaron días y días por las llamadas tierras del ajedrez. Las tierras del ajedrez eran un desierto de arena negra y blanca. La arena negra se intercalaba con la blanca, formando una especie de tejido, como un tablero de ajedrez, de ahí el nombre. Se llamaba la tierra del ajedrez porque en este lugar se habían peleado los ejércitos druidas y nobles. Pero aquello, amigo, era una guerra muy antigua, una guerra que el rey ya había vencido, logrando la buena avenencia entre druidas y caballeros. Ahora la verdadera guerra estaba entre las fuerzas blancas (hadas, elfos, druidas, nobles) y negras (brujas, orcos, trols, oscuros). Caminaron leguas por la tierra del ajedrez, bebiendo los caballos de las pequeñas fuentes y abrevaderos que encontraban en el camino. Hallaron a un eremita loco, un viejo de barbas luengas (parecido al señor de las generaciones) y este los increpó al paso, gritando blasfemias. Era un loco aquel hombre. Le llamaban Don Lunatic de flipatis, pues era un caballero andante, que de tanto leer novelas, el cerebro se le había secado. Ese hombre era un don quijote, que armado de una espada de palo, les quería echar del desierto del ajedrez. Don lunatic de flipatis se ofreció a ir con ellos en el viaje. Y como tenían un caballo de sobra, le dejaron que montase en él. Tanit iba en cabeza, montado en un caballo. Y detrás iba urko y flor de liss que estaba agarrada a la cintura de su amado. Le seguía don lunatic en su caballo, y detrás tres soldados a pie. Nenufaris en una yegua montada. Y varias burras, en las que dejaban las alforjas con las armas y alimentos. Era un ejército pequeñito, pero ya recaudarían mercenarios en otras tierras, eso no era problema, pues al rey del mal no se le vencería con las espadas sino con el ingenio, la astucia, la suerte y las palabras.
Capitulo 10  el reino de las hadas
El reino de las hadas pillaba de paso en la ruta de nuestros amigos así que la incluyeron en su itinerario. El reino de las hadas era uno de los más antiguos. Amurallado y dividido en comarcas. En el centro estaba la capital, Adana, donde vivía la reina en una catedral de cristal. Junto a ella el castillo abandonado de las hadas hechiceras. En el bosque vivían hadas pequeñas y aladas. En el castillo doncellas hermosas y rubias. En la catedral hadas gordas. Junto al río lama vivían las lamías y en el interior del río las sirenas y en el cielo y montaña las arpías. Y en los bosques musgosas y dríadas. Antiguamente este reino lo ocupaban nereidas como gaya, la madre naturaleza. La reina salió a recibir a nuestro grupo y les invitó a desayunar en el comedor, polos, ungüentos, potingues elaborados por ellas. Comida de apariencia gelatinosa.
Ambos muchachos se enamoraron y Tanit mientras tanto se dedicaba a reunir un pequeño grupo de valientes con los que viajar a tierras del unicornio. El rey de Liss les había prestado muchos soldados y mercenarios de su reino, medio drogado tras el concurso de comida. El rey Ricardo de Liss hacía muchos años que había firmado la paz con el estado druida. El matrimonio entre su hija y Urko, el joven druida, era una forma de garantizar que la unión entre reinos seguiría activa. Por ello el rey celebró una pedida de manos. Urko, arrodillado ante un pequeño altar, depositó en el dedo de flor de Liss un anillo de casados. Y flor de Liss a su vez le regaló a Urko una flor de Liss que su madre, la señora de la naturaleza, le había dado. Sin embargo, la flor estaba algo marchita, y Urko lloró al acordarse de su madre enferma. Así que flor de Liss le dijo a Urko que juntos buscarían a su madre, la dama de la naturaleza, para que las diese la flor. Ambos enamorados caminaron varios días hasta llegar a una pequeña cascada donde la dama de la naturaleza vivía. Tras el desayuno, les acompañaron a una gruta donde vivía Gaya o la dama blanca, señora madre de la naturaleza. Esta fue en su tiempo esposa de Ricardo de Liss. Por lo tanto, esta señora era la madre flor de lis, lo cual significaba que esta pareja enamorada eran primos. La casa era una gruta y en vez de puerta había una madreselva y unas enredaderas que con un cuchillito cortaron. Entraron en la gruta y vieron toda clase de flores y frutos. Escondida entre las sombras, la dama de la naturaleza vivía rodeada de flores. Su manto era una tundra de hierbas, en su pelo flores, en su vestido hierbajos.
La dama de la naturaleza les recibió con su mejor sonrisa y se acordó de su marido, el rey Ricardo de Liss. Suerte que se habían separado hacía ya muchos años, pues ella prefería vivir entre la naturaleza y no en aquel reino donde se sentía extraña. La madre naturaleza le dio a su hija su tesoro mejor guardado, la flor de Liss. Y su hija emocionada, dio un beso a su madre y después otro a Urko. Urko estaba feliz porque al fin podría curar a su madre adoptiva y porque estaba enamorado de la joven princesa. La diosa les dio su bendición y les despidió, sumiéndose de nuevo en sus pensamientos profundos y en esa tristeza y melancolía suya al cerrar los párpados de los ojos.
Flor de Liss y Urko eran ya oficialmente pareja. Tanit se sentía entre ellos un poco desubicado, pues el fondo a él también le atraía la joven princesa. Y un día se atrevió a decírselo y la princesa se río sólo de pensar en una relación con el humano, lo que a Tanit no le sentó del todo bien.
El rey preparó una fiesta de despedida. Tanit y él habían conformado un pequeño sequito de acompañantes con los que ir a la aventura. Debían encontrar al unicornio, con cuyo cuerno matarían al señor del Caos, el señor negro. Salieron del reino noble montados cada uno en un caballo, los acompañantes iban a pie y detrás iba un burro cargado de alforjas y tesoros, de manjares y de armas. Los trovadores del reino les despidieron entre gritos de júbilo, los bufones sacaron sus pañuelos de tela para celebrar su partida. Todos los campesinos del reino se habían reunido allí para ver la partida de nuestros héroes. El rey, emocionado en lágrimas, prometió que moriría feliz si los dos nuevos reyes vencían al señor del caos, destruyendo así el reino del mal. El rey echaba algo de menos a su mujer, que había pasado de las cruzadas del marido y vivía aislada en la gruta.
El reino de las hadas era un lugar mágico. Rodeado de un enorme lago, había una pequeña isla y en esa isla muchas casas pequeñas habitadas por pequeñas lamías, dríadas y hadas. Un palacio de cristal en el centro era la residencia de la reina de las hadas y bajo ese torreón se situaba una muralla y muchas casas de hadas. Para que se hagan una idea, el palacio era una gran torre en el centro y las casas de hadas eran prolongaciones de esa construcción. Había pequeños molinos de agua y posadas donde servían ponches mágicos, elaborados por las hadas. Había hadas pintoras y hadas que se pasaban el día peinándose las melenas junto al lago. Se peinaban con un peine, una hebra de oro. Había hadas doncellas, encantadas en torres. Hadas feas y hadas voladoras, hadas como campanillas o flores y hadas con pequeñas halitas. Había hadas con gafas y hadas con aspecto de árboles musgosos. La reina de las hadas tenía alas y era menuda y tenía unas gafas de culo de vaso y apariencia de hada madrina. Para recibir a la comitiva hicieron una pequeña fiesta y los esposos de las hadas, los hados, tocaban las trompetas y así fue como les recibieron. Las hadas tocaban el violín o el harpa, las hadas cantaban operetas. Dieron un espectáculo muy bonito y tiraron fuegos artificiales y también leyeron el pregón de fiestas y pusieron una gran mesa con un mantel enorme y allí todas las hadas se sentaron a comer y leer salmos del libro de las hadas. A nuestros protagonistas les gustó mucho el recibimiento y pudieron degustar platos suculentos como polvo de hada esparcido en cuencos o alas de mariposa en flores de tulipán. Allí descubrieron que las hadas comían flores e insectos, mariquitas y ojos de búho, amapolas y margaritas con miel, y muchos platos vegetarianos, apenas comían carne estas hadas. Comían cortezas de árboles. Comían nenúfares del mar, todo puesto en caballitos de mar o cuencos y platos hechos con árboles. Las hadas tocaban el laúd y leían poesías y mientras comían había hadas monjas que leían cuentos y novelas. Nenufaris se sintió encantada en este mundo que en  el fondo era el suyo. Ella pertenecía al reino de las hadas del norte, todas eran hadas desgraciadas que no podían tener descendencia y condenadas a la inmortalidad. Estas hadas del sur tenían la misma desgracia, no podían tener hijos, no podían tener relaciones sexuales. ¿y entonces como  nacían?, bueno, las hadas nacemos de la nada, de dios o los dioses, de las flores y los árboles o cuando el mar concibe hadas. Nenufaris se sentía tan desgraciada… y habló de todo esto con la reina de las hadas. Ella también quería pedir un deseo al unicornio y es que, por favor, nunca desapareciese su reino. Ahora que los niños no soñaban, que ni siquiera las niñas creían en hadas… ¿Qué sería de su reino?. Las hadas, como los druidas, como los elfos, como todos, estaban en peligro de extinción. Debían matar al señor del mal. Debían devolver la paz al mundo de fantasía. Y Tanit, mientras comía una sandía roja de voluptuosidad, pensó que también su mundo, el mundo de los adultos tristes, el mundo de los niños apresados en colegios internos, también corría peligro de desaparecer. El mundo adulto era un mundo gris y cruel, un mundo donde las madres ideales y fantasiosas desaparecían y se separaban del marido. Un mundo donde explotaban a miguel, el marroquí bibliotecario del colegio. Donde su tío y los curas le castigaban contra la pared. Un mundo donde todos los estudiantes le marginaban y se reían de él. Pero en el fondo era un mundo, este, el de los adultos, el de la vida real… un mundo donde había sitio para el amor. Y Tanit pensó en Tania, nunca había pensado en ella en estos términos y quizá, se dijo, sentía algo de añoranza por ella. Y pensó en escribirla una carta, una carta donde le confesase su soledad y que existía otro mundo, este, el de la fantasía, donde Tanit estaba aprendiendo a hacerse mayor y a saber que las hadas y los sueños existían, que eran una realidad más profunda que el mundo que creemos como único verdadero.
Nuestros amigos descansaron varias semanas en el reino de Nácar, agasajados por sus anfitriones. Eran las hadas unas mujeres muy parecidas a las monjas, con una vida monacal muy parecida también a la de los druidas y tal vez, también, a la del internado de Tanit en el mundo real. La vida de los aldeanos del condado noble era sin embargo muy distinta. En el reino al que pertenecía flor de Liss no podías dedicarte a leer o recoger flores, pues todos estaban preocupados de cosas más inmanentes como comprar comida en el mercado, hacer peleas de caballeros o emborracharse en las tabernas. El mundo de las hadas, en cambio, era más sublime, las hadas no se emborrachaban de cerveza sino que tomaban pequeños vermús, como suspiritos, copas de helado alcoholizado, un elixir divino que las hacía flotar.
Las hadas bebían sí, pero en copa fina, licores de todos los sabores elaborados por ellas mismas. No veías vomitonas ni hadas borrachas, sólo un pelín trascendidas con sus bebidas mágicas. El mundo de las hadas era un mundo de apariencias, quizá frívolo, tal vez falso… todas se miraban en espejos, o veían su reflejo en el lago, todo se sugería y nada se explicitaba. Por ejemplo, el sexo. No las estaba prohibido mantener relaciones sexuales pero no era la vía para tener descendencia. Aunque lo planeasen, su naturaleza era tal que no podían quedarse embarazadas. ¿y de dónde venían las hadas? Nadie lo sabía, quizá al soplar un abuelito o una amapola nacía un nuevo hada, al principio pequeña como un gusano que luego se convertirá en mariposa. Las hadas nacían de las larvas, de las hojas de los eucaliptos, del soplido del viento, o quizá las trajese el mar, siempre calmo, siempre suave como una madre amorosa.
Pero nada es eterno y menos aquí y nuestros amigos tuvieron que partir y abandonar este reino, para llegar a uno, aún más sorprendente; el reino de las brujas. El reino de las hadas y el de las brujas estaba muy cerca uno del otro. Sin embargo, había una barrera que ni las hadas ni las brujas se atrevían a cruzar y era el pantano, la ciénaga de las flores mustias. Era un lugar tan desolador que estaba abandonado y desierto, sólo vivían allí las moscas y los monstruos marinos, las algas y los cuervos, un lugar pestilente, olía mal, sabía mal, allí no moraba más que la carroña y los buitres carroñeros. Un lugar tan desgarrador como el vacío, un lugar donde jamás podría haber una guerra pues hasta los monstruos quedaban presos en esas aguas movedizas y arenosas. Y a ese horrible lugar es a donde emprendieron paso nuestros amigos.
Capitulo 11  el akelarre de las brujas y el final
A la entrada del poblado de las brujas, había unos trols de piedra cercando el paso, y nuestros amigos subieron por un angosto camino hasta el castillo tenebroso donde moraban las brujas. En el centro del pueblo había un claro del bosque donde las brujas se reunían para practicar sortilegios y encantamientos, hacían un aquelarre en honor al dios aker beltz o macho cabrío negro. Las brujas se reunían en este cenáculo y tiraban sus ropas a la hoguera y después danzaban desnudas por el bosque. Las brujas, sorginak, volaban en escobas y hacían pociones mágicas en cacerolas y en pucheros, donde tiraban ancas de rana o patas de cabra y salía un humo espeso que inundaba la estancia. Tres brujas eran las gobernantas del país de aker.  Helvetia, la mayor, era una bruja vieja, de nariz aguileña, muy arrugada, una bruja fea con ojos desorbitados y boca que olía a sapo. Lucrecia era la mediana y era una bruja bien parecida, más bien parecía doncella o bruja blanca, y su cara era pálida como el brillo de la luna. Y por último estaba Morgana que era una bruja menudita, de cara redonda y pecosa. Las brujas recibieron a sus invitados con cierto recelo pues no confiaban en los extraños.
Tanit y Urko entraron en la biblioteca de las brujas. Allí había un libro, en lo alto de una estantería, el libro se llamaba el sendero del unicornio. Urko cogió el libro y entonces apareció entre las sombras la dama de la noche y la muerte, su madre. Acarició la cara de su hijo con los dedos y le hechizó. Ahora serás siempre para mí, te robaré el alma y serás mío para siempre, serás incapaz de amar. Los mercenarios que acompañaban a nuestros amigos en su viaje, intentaron retenerla, pero ella les lanzó un hechizo que les hizo retroceder. Entonces flor de Liss tuvo una idea, la dama de la oscuridad sólo era vulnerable a una cosa, la bondad. Así que flor de Liss arrojó la flor de Liss sobre ella y esto la hizo retroceder. Nenufaris entonces entonó una canción muy dulce y la dama negra se tapó los oídos, no podía escucharla. Era la melodía que se canta con el cuerno del unicornio. Aprovecharon entonces nuestros amigos para irse de la biblioteca y del reino de las brujas. Montaron en un dragón enorme que encontraron a la salida del pueblo y viajaron al reino oscuro del señor del mal.
Flor de Liss y Urko se besaron y prometieron que matarían al señor del mal. Pero para ello era necesario encontrar primero el cuerno del unicornio. Así que nenufaris, Urko, flor de Liss, Tanit, don flipatic de lunatic y la pequeña comitiva viajaron a lomos del dragón a Unicornia, la ciudad de los unicornios. Pero no hallaron ninguno. Los unicornios estaban escondidos, no se dejaban ver por humanos, nadie sabía que fue de ellos, escondidos para los mortales. El unicornio estaba escondido en una cueva, entre matorrales y nenufaris lo descubrió y corrió a abrazarlo. El unicornio movía la cabeza y el pelo de su crin. Tanit le acarició el cuerno. Urko tenía ya la flor de Liss para curar a su madre. Y nenufaris había encontrado su unicornio y se arrodilló ante él y le pidió ser mortal, para poder morir, para poder tener descendencia y el unicornio la disparó con su cuerno un rayo de luz y la piel de nenufaris se fue derritiendo, como si naciera en ella otra nueva piel, la de los humanos. Igual que la metamorfosis de las serpientes cuando trasforman su piel y se desprenden de la vieja. Sólo le quedaba a nenufaris enamorarse, para así tener su muy esperado niño. Ya sólo faltaba matar a los padres de Urko, la dama negra y el señor del caos. El señor del caos vivía en un castillo tenebroso, oscuro, encima de un monte sombrío. Los cuervos sobrevolaban las torres, se escuchaban aullidos y gritos de muertos, zombis, la luna se posaba sobre las almenas y su brillo era espeluznante. Se oían ruidos de grilletes y cadenas, de cadáveres y esqueletos bailando una danza macabra.
El señor del caos moraba en una alta torre, desde la que divisaba el pueblo. La dama negra estaba junto a él, jugando al ajedrez con él. Las piezas que ellos movían en el tablero eran luego las posiciones que sus soldados tomaban en el desierto del ajedrez. Tenían el poder de mover huestes de soldados, según como jugasen en el tablero. La dama negra además poseía una bola de cristal desde la que espiaba los caminos por los que pasaba nuestro grupo de amigos. Pero ambos reyes del mal tenían un punto flojo por el que se les podía vencer y era que no aguantaban la pureza, la bondad. Urko, Tanit, flor de Liss y Nenufaris volaron encima del unicornio alado hasta la ventana que daba a los aposentos privados de los reyes. Rompieron la verja y el cristal y entraron por sorpresa.
Urko entró en la sala iluminada tenuemente por un haz de luz. El cuarto lo conformaba una enorme biblioteca, los libros rebosaban los anaqueles y entre ellos Urko creyó distinguir el libro que estaba buscando. El libro cayó al suelo. El sendero del unicornio, el mismo libro que había encontrado antes. Una sombra se acercó sigilosa hasta la espalda de Urko y de pronto lo agarró del cuello y forcejeo con él hasta arrebatarle el libro y tirarle al suelo. El libro también se precipitó con la caída, en su lomo podía verse el título “el sendero del unicornio”. Los ojos del rey de las pesadillas se iluminaron como los de las urracas al ver el libro. El libro, al fin en su poder. Acarició las tapas con sus uñas largas y se complació en una sonrisa bajo su enroscado bigote poblado.  Recuperó el libro y ya iba a salir por el ventanuco cuando la guardia real se le echó encima como una jauría de leones. No podía con todos, todos dándole una paliza por diferentes flacos, todos con sus dientes y sonrisas de perros, y sus ojos rojos de diablo. Por suerte la guerrilla, armada con los mosquetes que robaran en la sala de armas, ayudaron a Urko a desprenderse de los parasitarios guerreros. Urko al fin se vio libre y con el libro en sus manos. Pero ya era demasiado tarde. Caos, subido a lo alto del torreón, invocaba con las manos en alto un conjuro, el conjuro que apresaría para siempre los sueños de los niños.  Un rayo de luz iluminó toda la torre siniestra, y no se sabía si surgía del mago o del cielo, y su resplandor iluminó lúgubremente toda la tierra de los sueños.
Tanit tenía entre sus manos el libro sagrado, el secreto del unicornio, este libro, y lo puso delante del señor del caos. El señor del caos cerró los ojos, tenía miedo de aquel libro. Entonces la dama negra lanzó un conjuro maléfico contra nenufaris pero esta sacó un espejo y el rayo rebotó y cayó en la dama negra que fue derribada al suelo. El señor del caos entonces se infló de rabia y levantó sus brazos y su manto, y de su manto escaparon cuervos y murciélagos, y un ejército de trols y caballeros oscuros derribaron la puerta del castillo, presentándose en los aposentos. Pero entonces Urko agarró al unicornio y le quitó su cuerno, de forma tan leve que al animal mitológico no le dolió en absoluto. Urko clavó el cuerno del unicornio en el corazón de su padre malvado y de esta forma le venció. Al clavarle el cuerno en el corazón, le hizo ver a su padre que él también tenía sentimientos. Le hizo ver que la dama de la noche no podía robarle el corazón. Ni a él ni a su padre. El señor del caos empezó a derretirse y hacerse pequeño y a llorar como un niño recién nacido. Se avergonzaba de tener sentimientos, de que en el fondo había sido en algún momento de su vida una persona bondadosa. Me has vencido, hijo mío, sólo la pureza puede matarme, sólo mi hijo puede vencerme, superar al padre, matar al padre, librarte de mí para poder reinar tu, es la ley de la naturaleza, el hijo ha de vencer al padre. La dama negra se abrazó a su marido y ambos fenecieron abrazados y se derritieron en lágrimas. Urko les tapó con una manta negra y rezó una pequeña oración. El ejercito de orcos y señores oscuros quedaron consternados y aturdidos por lo sucedido. Ahora yo seré vuestro rey, dijo Urko. Me debéis obediencia, no osareis traicionarme. Pero los caballeros oscuros armados de sus espadas acorralaron al grupo de flor de Liss, nenufaris, Tanit y Urko. Es entonces cuando se oyeron trompetas, como las del juicio final o el apocalipsis. Era el ejército de druidas, elfos y señores nobles, era el ejército que venía desde el antiguo reino para poner paz por fin en el reino de ilusoria. Nuestros amigos los vieron por la ventana. Allí estaba a la cabeza del regimiento, el padre de flor de Liss, el señor de Liss con su mujer, la dama de la naturaleza. Allí estaba don lunatic de flipatis montado en su caballo. Allí estaba el ejército de las hadas. Y el de las lamías. Y los reinos de los elfos. E incluso un grupo de ancianos con túnicas que eran los druidas. Las fuerzas blancas del bien tomaron el castillo y sometieron a los que ahora serían sus súbditos. Las fuerzas del mal juraron vasallaje a sus nuevos reyes, Urko y flor de Liss, y se convirtieron en seres bondadosos. No fue algo repentino pero si paulatinamente, los guerreros del mal se fueron amoldando a las normas del nuevo reino. Se acabó la ira y la guerra, se acabó hacer daño y sembrar el caos. Las brujas se convirtieron en brujas buenas, y se hermanaron con las hadas y las lamías. Todas estas tejieron una enorme alfombra roja por la que pasarían todos los seres a rendir pleitesía a sus nuevos señores. Los orcos se amigaron con los gnomos y los trols y las bestias, y los vampiros, y los zombis, e incluso los espíritus malignos. Hasta los dragones se hicieron mansos. No fue una victoria del bien sobre el mal sino de aceptar que en el mal hay bondad y en la bondad maldad. A partir de ahora los dragones serían el medio de trasporte del reino de ilusoria. Ya nunca más tendrían que esconderse los unicornios ya jamás estarían en guerra los druidas con los señores nobles. El rey Ricardo de Liss hizo una ceremonia en el castillo, esposándose de nuevo con la dama de la naturaleza.  Se habían reconciliado, después de su separación, se habían vuelto a casar, para alegría de Flor de Liss, su hija. Todo parecía acabar bien. Se destruyó el torreón maligno y se hicieron reformas y ampliaciones en el castillo de Liss. Es en este castillo donde se casaron flor de Liss, reina de los nobles, con Urko, rey de los druidas y señores oscuros. Ya nadie perseguiría unicornios. Volvería la paz y la armonía. Don lunatic de flipatis dejaría de vagar por el mundo como un quijote henchido de lo que leía en los libros. A partir de ahora sería aceptado por todos y se convertiría en el cuentista del reino. El castigo que cayó sobre el viejo de las generaciones sería perdonado, pues el castigo se lo infringió la dama de la noche, ya muerta. A partir de ahora la historia de Ilusoria se escribiría sola, ya nadie tendría que escribirla, pues todavía hay niños soñadores, todavía las abuelas cuentan cuentos de hadas a sus hijos, todavía hay gente que cree en los unicornios.
Nenufaris se casó con un mortal y tuvo muchos hijos. Se convirtió en una madre y abuela amantísima que es lo que ella quería, sentirse mortal, sentirse humana. Urko volvió al molino donde había vivido su infancia y curó y revivió a su madre con la flor de Liss que su mujer, flor de Liss, le había dado. La anciana se llenó de orgullo y satisfacción al volver a ver a su niñito, ahora casado con la reina. Los trasgos, hermanastros de urko, se habían encargado del molino y pidieron perdón a su hermano por tantos años de malos tratos y desprecios. La venganza era un plato servido frío pero el perdón era más poderoso que el rencor. Urko les perdonó porque había entendido que los que obran mal es porque desconocen el bien. Urko había aprendido a confiar en sí mismo, en su valor, que el sufrimiento es una cárcel que se pone uno mismo y no los demás. Que las cosas son como uno se las toman y no como, en este teatro de la vida, creemos que se nos dan dadas. Que el dolor es una abstracción de la mente, de nuestro peor enemigo, nosotros mismos. Y se acordó del emisario Asenor que ahora estaba como barrendero de los druidas, confinado en una catacumba. Para salir del círculo de fuego… hay que cerrar los ojos y creer que puedes superar el obstáculo. Basta desearlo. Basta cerrar los ojos y confiar. El viejo de las generaciones, acompañado de sus dos hijas, por fin pudo descansar de trascribir la historia de fantasía.. al final le he cogido gusto a esto de escribir la historia de los seres de fantasía. A partir de ahora todo el que quiera podrá escribir en el libro, pues no sólo hemos puesto paz entre los distintos seres de fantasía (druidas, nobles, oscuros, hadas…) sino que hemos firmado un pacto de hermandad con los mortales, con los seres de la otra realidad. Y para certificar esto… ahí estaba Tanit. Urko fue el elegido para salvar fantasía a la vez Tanit es la prueba viviente de que aún hay niños soñando ilusoria. ¿Qué fue de Tanit? Respecto a Tanit decir que volvió al mundo real y allí fue dichoso.
Los reyes celebraron una gran fiesta, para encomiar los dos matrimonios. Ricardo y la dama naturaleza. Flor de Liss y Urko. Tanit, con lágrimas en los ojos, se despidió de las hadas y de nenufaris y su marido, de la madre molinera de Urko, de los reyes, de oráculos y el resto de los druidas, de los elfos, de los trasgos hermanos de Urko y de las brujas y del viejo de las generaciones y su hija y del barquero y de todos. Cerró los ojos y besó el cuerno del unicornio y de repente, al abrir los ojos….
Al abrir los ojos una mota de polvo había caído sobre su cara. Estaba en la biblioteca del internado, se había caído una estanterías de libros. Allí, entre los libros, había una puerta secreta que daba a una especie de trastero, cubierto de telarañas, pero en realidad Tanit sabía que esa era la franja, la frontera, con el mundo de ilusoria, de fantasía. Tanit recordó que se había metido dentro de un libro. Tanit recordó que había despertado en ilusoria y que había subido unas escaleras hasta la torre del viejo de las generaciones y como este le obligó a escribir el libro de fantasía y como después escapó, ayudado por el ciclope y las hijas del viejo y había subido a la barca y atravesado el mar de las lamentaciones, y… pero todo aquello sólo había sido un sueño, un sueño del que ahora parecía haberse despertado. 
Al abrir los ojos lo primero que vio fue a miguel, el marroquí encargado de la biblioteca y a Tania que no había dejado en todo este tiempo de preguntar por él y de buscarle por el internado como una loca. Tania lloró de la emoción de volver a verle y le puso un dedo en la boca, y entonces Tanit la abrazó y la besó. Este viaje le había servido para descubrir lo mucho que le importaba aquella chica. Y Tania estaba como loca, pues estaba enamorada de él. Todo tenía un final feliz, un happy end. ¿Dónde te has metido todo este tiempo?, le preguntaba miguel, el marroquí. Una puerta se abrió. era el tío de Tanit.  Y entonces, en el umbral de la puerta, apareció la madre de Tanit. Penélope, la escritora esposa del pintor, y separada.
Déjanos solos, dijo la madre al tío. He vuelto, sé lo mal que lo has pasado con tu tío, que te mandó a este internado y a otros. Cuando me separé de tu padre cometí el error de abandonarte. Pero ahora he venido para llevarte conmigo. Estoy escribiendo un libro, ya te enseñaré, así que nos vamos a mi casa, he venido de un largo viaje por Italia, ¿y tú?, ¿Qué has hecho todo este tiempo?, y Tanit cerró los ojos y no dijo nada, uy, si tu supieses todo lo que me ha pasado todo este tiempo… Tanit se sentía feliz, muy dichoso de haberse encontrado con las dos mujeres de su vida, su ahora novia Tania y su amada madre. Tanit nunca más supo de su malvado tío, pero siguió carteándose con miguel el bibliotecario.  Tania y él siguieron juntos y cada día más enamorados. Cada noche, tras el beso de su madre, Tanit recordaba su fantástico viaje con Urko y los demás seres de ilusoria. Tanit había entendido al final cual era el secreto del unicornio.   Gonzalo villar

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