miércoles, 30 de agosto de 2017

MONASTERIO DE GRANJA DE MORERUELA (2)



Visitamos el monasterio de Granja de Moreruela. Primero fue ocupado por los benedictinos, luego por la orden de Cluny y finalmente por el Cister. Allí vivía el abad junto a los monjes regulares o titulares (de buenas familias y dedicados a tareas elevadas como escribir, hacer copias y miniaturas, rezar y cantar), los monjes conversos (de familias humildes, no sabían leer o escribir, dedicados a sembrar, regar y pastoreo) y los legos o extranjeros (que venían de otras provincias y recaudaban impuestos)  El Abad era el jefe de los monjes. Durante la Guerra de la independencia y el trienio liberal se produce la primera desamortización del monasterio y luego llega la de Mendizábal y la de 1935 al 40. Entonces se vende el retablo más importante. Según la orden de Benito de Nursia, en el armario se había colocado la biblioteca de los monjes. El monasterio es un lugar de paseo, y de paso. En medio del camino de Santiago y la ruta de la plata. La iglesia ahora no tiene techo y vemos sus columnas. Se desplaza este techo por problemas con el agua, y se crea una planta de cruz latina. En el crucero aparecen 5 ábsides con la virgen santa María de piedra en el rio. Se hace un río en el techo de piedra. Allí estaba la puerta para entrar a los despachos de clausura de los monjes. Los Legos conversos vivían al exterior de esta zona de clausura. (al final de la vida en el monasterio Vivian en las granjas y pueblos cercanos como granja de Moreruela) Lo llamaban la puerta de los fieles, la puerta umbría, con ábsides y por donde el enterrador sacaba los cadáveres de los monjes. San Bernardo de Claraval funda el primer monasterio cisterciense en 1700. Esta aquí enterrado el cuerpo de Inocencio el mártir. Los Nobles donaban el cuerpo para que ellos enterraran. El panteón imita a san Lorenzo del Escorial. Se dice que la cripta está embrujada. Lo habitaron la orden del cister, de Cluny y los San benedictinos. Según el dinero, estas órdenes eran austeras y mendicantes. El templo es destruido, y se mutilan las imágenes de 1835 40 (desamortización) Junto a la Bodega estaba la huerta de verduras y hortalizas. La Casa madre real estaba en el monasterio de santa María Pereda. Destacan las Ínsulas vegetales en forma de capiteles, los llamados refectorios de la campesina, mujer de uno. Los monjes comían carne roja de ave,  frutas y pan y Chocolate y cacaco. En el refectorio comían los monjes conversos o legos. (En sus viajes Hernán Cortés trae el cacao de América). Destaca el altar mayor de la iglesia y el tríptico de 3 tablas con el interior lleno de reliquias. Los monjes estaban obligados a escuchar la lectura de la Biblia, a leer la orden de san Benito todos los días, a rezar 4 horas al día y a afeitarse y cortarse barba, entre otras normas de austeridad. El monje profesaba sus votos de clausura y obediencia. Y entre ellos estaba el de silencio. Solo podían hablar los monjes titulares en el locutorio (los demás les espiaban desde los ventanales) y en las demás estancias debían comunicarse por gestos. El Monje abad, seguía la orden del ora y labora, de los benedictinos del cister, la orden o regla de san Benito. Napoleón en la guerra de la independencia enfrenta a absolutistas y liberales. Se escribe la Introducción a la historia de la orden cisterciense. Son 800 años de historia, hace 640 años, de 1186 a 1835. Sancho de Aragón y Sancho de Castilla donan el castillo a los monjes cistercienses. Cercano a donde está ahora el monasterio. El rey funda monasterios y extiende la fe cristiana. En 1194 de Tarragona trasladan a 12 monjes y un abad. En 1228 la comunidad se traslada a esta ubicación. Las Olas terminador son un parque en la naturaleza que incitaban al monje a las tareas espirituales. El Claustro es de planta rectangular. Las baterías son simples, de piedra caliza y materiales que encuentran muy cerca. Tiene rastros de románico gótico primigenio y cisterciense sencillo, austero. Destacan los motivos vegetales, florales, que representan la floración del alma. Los monjes letrados leen, veían las imágenes de la biblia, y simplemente lo leían o interpretaban las imágenes. Adoctrinaban a los fieles en entender la comunidad de flores, la flora del lugar. En la Eucaristía aparece la zarza, y el rosal, del pecado surgía la vida. Por eso aparece una marca en la piedra que representa a una serpiente simbolizando el infinito; aquí empezaba y acababa todo, y dicen que fueron estas piedras las que primero se construyeron. Vemos la Iglesia, el refectorio, la cocina, la sala capitular, la sala de trabajo. El jardín estaba dividido en 4 espacios imitando el Jardín del Edén, con 4 acequias, un campo de rosales, junto al río. Los Cistercienses son de la orden benedictina extendidos por la Borgoña francesa. Bernardo Claraval, el más famoso benedictino, crea la orden siguiendo a San Benito de Nursia. Ora et labora, trabaja y ora era el lema. Vemos la sala capitular donde se leían los sucesos y los capítulos y se elegía a los novicios jóvenes. Sus padres entregaban la dote, con lo que se garantizaban que era una familia pudiente. El monasterio tenía muchos benefactores y protectores, además de los ingresos de los peregrinos que habitaban las hospederías o del trabajo de los monjes en la pesca, agricultura y comercio. En la elección del abad, el director era el monje de más cargo y edad. Los monjes mayores eran los que se dedicaban a filosofar y discutir verdades teologales. En la sala de confesiones, el sacerdote pecador estaba en el centro, los demás alrededor. Le juzgan, si uno monje sabía de otro pecado lo denunciaban. Incluso existían celdas de castigo donde les recluían, aunque no les practicaban la tortura china del gota gota (ir cayéndoles una gota de agua en la cabeza hasta perforársela), como dice la leyenda. Vemos 4 columnas centrales, eran como palmeras que se abren al cielo. Las Bóvedas eran de nabería simple, con botones y hojas de árboles y frutos. El Emblema de un castillo de piedra, con material y ventanas de alabastro. A los monjes de clausura la luz les entraba por el cristal, no podían mirar el exterior de la ventana. Fueron enterrados en este suelo 12 abades en 600 años. Debemos hacer un ejercicio de imaginación para ver entre estas ruinas el esplendor de aquel monasterio de antaño. 
  



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