Los periodistas Maite carrasco y
Álvaro Colomer están hoy en Bidebarrieta para hablarnos del periodismo de
guerra y el nuevo periodismo literario, ya no tan nuevo. Lo modera Ana san
juan. Álvaro ha escrito en el periodismo. Ha reflexionado sobre el binomio
literatura y periodismo. El reportaje es al periodismo lo que la novela a la
literatura. Hay ahora una fusión de los dos géneros; novelas de no ficción que
se alimentan de la realidad. Te planteas al hacer una novela si hacer un
reportaje de no ficción. Es inevitable documentarnos primero antes de escribir.
Los escritores puros tienen tendencia de no documentarse, en EE.UU. se informan
y documentan más. Aparece un nuevo género; una novela que podemos llamar novela
de investigación. Es ficción pura y dura pero tiene detrás un trabajo de
investigación, porque ha querido documentarse, aunque no use nada de lo que ha
encontrado, o porque lo exige el tema. Ha escrito documentándose la novela “aunque
caminen por el valle de la muerte”. Maite ha explorado de todo. No empezó en
mundo periodismo escribiendo, aunque escribía desde niña. Escribió con 10 años
una novela negra llamada los anónimos con
maquina d escribir Olivetti que había que apretar bien. Su abuelo había
fallecido, e inventa que lo ha secuestrado la mafia italiana. Empezó en el
periodismo en tv5 haciendo noticias locales. Escribía de forma audiovisual, la
forma en que los jóvenes comprenden hoy el mundo de la realidad. Se pone a
escribir reportajes de forma narrativa audiovisual, no de la clásica forma descriptiva.
Contaba una historia como se hace en tv; cogiendo un personaje, Yolanda es una
de las protagonistas victimas del accidente de tren. El reportaje se le quedaba
corto. Ha hecho reportaje en kayara, pueblo pequeño en Irak. Introduce diálogos
con un niño al que habían obligado a ir las escuelas de la Isis y aprendido a degollar.
No se lo publican en España y lo publicaron en Alemania. En España hay mucha precariedad,
pagan muy mal y están atrasados. No quieren inventos ni publicar nada nuevo,
chocante literariamente. Habla en primera persona el niño. Y esta publicado en
internacional como noticia. Aporta información, pero quedo muy literario. Se
hace el periodismo con los grandes nombres del periodismo literario. Distingue
mucho de lo que hace en el periódico del día a día de una novela. En el
periódico no puedo mentir e inventarme nada. En literatura sí. Abres la
imaginación, la creatividad, exploras mundos nuevos, aunque basados en hechos
reales. Espérame en el paraíso es una novela basada en la guerra civil de Siria.
Ha estado en todos los conflictos bélicos; Siria, lidia, el Cairo, Chechenia,
Georgia… todas las revoluciones árabes más Mali, Irak, todo lo que tiene que
ver con terroristas. Ha sido corresponsal en Francia y Rusia, y recorrió el Cáucaso.
En Afganistán estuvo yendo y viniendo. Son guerras olvidadas como la de Irak
que desde el lado periodístico hemos intentado contar de otra manera. La literatura
periodística o el periodismo literario se concentra en el libro, pero va mas allá,
profundiza, da contexto y cuenta la historia. Muchos periodistas proyectan el
sueño de ser corresponsales de guerra. Cuentan la verdad desde diversos lugares
del mundo. Es envidiable este trabajo. Os jugáis hasta la vida. Debe ser muy
duro intentar conseguir información en esas situaciones tan adversas y no digo
nada si eres mujer y estas en un país con libertades constreñidas. No puedes ni
conducir. Hay muchas realidades, matiza la periodista. Se tiende a pensar que
el mundo musulmán es hostil y que las mujeres no podemos trabajar. Es difícil
hoy día trabajar en guerras. Cada vez son más complicadas, más peligrosas.
Cubrió la guerra de Georgia, fue la primera que cubrió, entre rusos y
georgianos. Vestían uniformes y había una trinchera y se distinguía quien era
quien. El general del ejército u otro te daban información. Podías hablar con víctimas.
Ahora tenemos guerras hibridas o asimétricas donde nada se ve, todo pasa en el terreno
subterráneo de la inteligencia. En Siria hay mil milicias cada una de su padre y
madre, podías caer manos de cualquiera. Llevabas una persona confianza, un traductor,
para que no te secuestraran. Allí valemos lo que vale nuestro pasaporte. En
Siria Mali puedes caer en manos de los secuestradores. Siria degolló a Follet.
Se te quitan las ganas de contar esto, aparte de la precariedad. Como mujer hay
más machismo aquí que allí. El señor talibán le recibe y trata como tercer
sexo, mujer que no es mujer afgana sino la cámara, la persona que va a escuchar
su mensaje y trasmitir al mundo. Le da igual sea hombre o mujer, es práctico,
no te da la mano, te toca por ahí y te toca la muñeca. Hay más machismo en los militares
españoles en Afganistán que te tratan como a jarrón chino, te tratan de
proteger. En Siria ha estado con combatientes sarinistas, no hay nada más
conservador, y no ha tenido problemas, ha dormido allí y les ha grabado. ¿Cómo
haces para compaginar vida personal y laboral?, a un hombre eso no se lo preguntarías.
Álvaro se ha aproximado a la guerra. No la ha cubierto pero la ha investigado
para su novela caminen por el valle de la muerte. Viene del periodismo
cultural. No ha visitado 90% de esos lugares. Escribía novela social. Política.
Cuenta la historia de un mercenario contratista que venía a España. Era un formato
más empresarial. Es muy interesante la historia del mercenario para
investigarlo. Escribe sobre eso. ¿por qué quería una ficción de mercenarios
cuando existe algo como la batalla de Najaf, una polémica entre españoles y
mercenarios. En prensa se ha escrito poco de esto pero es la batalla más
importante del ejército español de los últimos 50 años. No se había cubierto en
literatura. Va al ministerio de defensa para hacer entrevistas con la gente. Se
troncharon de risa, me dijeron que yo a donde iba, quien te crees que eres.
Aznar había perdido las elecciones. Zapatero había ganado, pero aun no tenía
cartera. La gente seguía enfadada por el 15 m y tras ese jaleo, el pp no quería
más líos. Llegó entonces una noticia mala de Irak sobre salvadoreños y
hondureños. Es cuando Trillo se equivocó y llamó hondureños a los salvadoreños.
Me dijeron; “botarate, donde vas, no escribas un libro sobre esto”. Entonces el
escritor viaja al Salvador, a EE.UU. y a Irak para entrevistar a los componentes
de la batalla. Regresa a España. Vuelve al ministerio defensa. Soy el mismo de
hace 3 años. Tengo esta información, les interesa hablar conmigo porque si
cuento lo que he visto el ejército no, el gobierno entero, queda
tercermundista. Quedó impresionante. Todos tenemos la idea de que el ministerio
español es opaco. Pero eran de tal opacidad…No se sabían explicar. Pasó lo que
pasa en cada guerra; atacan y mueren los insurgentes y no muere casi nadie del
cuartel con los americanos. Los insurgentes eran descerebrados con una karmikov
que no saben usarla. Frente a un ejército organizado. Mandaron helicópteros apaches.
Hubo una batalla de criterio dentro del ejército, Trillo manda a una misión de
pacificación reconstrucción. El otro bando no sabía que estaban en paz. Muy de
Gila todo eso pero es así. El ministerio está contento con el, los militares
envían emails muy simpáticos. Hay un ataque salvadoreño y honduras ataca. Los españoles
no recibieron la orden de atacar. No querían darle entrevista en el país por
ser español, ellos no hablaban con cobardes. No es periodista bélico, pero ha
hecho una aproximación a un tema que conoce muy bien. Ha sido brutal las dificultades
tremendas que tienen los corresponsales. El ejército español les ayuda.
Entrevista a Jon Sisistiaga, el periodista que ha estado en todas partes. Tuvo
dificultades para entrar al cuartel- por el miedo de los altos mandos de que
hablase con los soldados. Son chavales jóvenes y cuentan la verdad. Es el miedo
del ministerio de defensa. En la novela queda reflejado esa cosa franquista que
tiene todavía el ministerio de defensa. No expliquéis las cosas a ña población
porque no está preparada, que matamos chillies. Si estamos en guerra la población
está más que preparada. Es un libro más que necesario. Estaba ella en Afganistán
intentando que les llevaran a una base en el norte que es donde se pegaban y es
lo que tenían que ver. Trabajaba con su público. Les tratan como gente que no
han de saber. Ya no existes como periódico. No te dan información. En Kabul
este de Afganistán estaban las tropas. Mataron a un soldado y era el único
periodista que había en el medio. ¿Os hago un reportaje?, les preguntó al medio
en que trabajaba. “Tranquila, no, que lo
cierra Madrid”. esto quiere decir que daban la versión de Moncloa. No contaron
que habían matado a un soldado. Lo escondieron. Muchos medios no lo contaron, pues
ya se ocupó el ministerio de entonces de esconder las cosas que pasaban. Hubo soldados
con traumas psicológicos al regresar, lo habían pasado mal del combate y les
trataban como si volvieran de disneylandia. Lo pasaron mal en la guerra.
Alguien tiene que afrontar los suicidios y depresiones de los militares, sobre
todo los chavales jóvenes. Tenemos el recuerdo de la guerra de Vietnam del soldado
americano que regresa a casa y le insultan. O el soldado de la segunda guerra mundial
al que todos le aplauden al volver. Cuando vuelven de estas guerras ni les aplauden
ni les insultan, hay indiferencia. Esos soldados chavales están llenos de testosterona
y patriotismo, dos elementos para que teniendo 18 años te metas en ejército (o
fuerzas seguridad) Tienen claro que han hecho algo por su país, no saben qué. Muchos
españoles salieron al no a la guerra. Cuando quedó claro que Aznar iba a mandar
todo el ejército a la guerra, el pueblo guardó las cazuelas y se puso a ver la
tv. La prensa ha perdido corresponsalías de guerra por los recortes y crisis.
Pero sigue habiendo periodistas. Está seguro el ponente de que si preguntas a
10 personas si tenemos tropas en Afganistán 7 no te lo sabrían decir. La
población no lo sabe. Si no lo sabes ni tú que estás dando la conferencia, vamos
apañados. La batalla esa no se conocía si no fuera por su novela. Y es,
insiste, la batalla más importante en los últimos 50 años, España no tiene
muchas batallas. El ministerio se ha encargado de que no se hable mucho de eso.
¿Tenemos tropas en Irak ahora mismo? La gente pasa. Está en sección
internacional de los periódicos. En el periódico en prensa papel es obligado
pasar por las secciones, algo que se va a perder. El problema de la prensa es
lo que están pagando a las corresponsalías y la indiferencia de la gente
lectora. Internacional no interesa porque no vives en el mundo sino en tu país.
Igual no interesa porque no lo contamos bien. Aburre mucho leer la sección
internacional. Todo se coge de agencias, información sota caballo y rey, las tropas
van avanzado… No cambia esta información. No genera interés. Por eso escribe periodismo
literario. Llevar los hechos reales a la ficción da buen resultado. Como cuando
cuenta la historia de una Kamikaze en Afganistán. Julia es reportera, es una loca
suicida. No es su alter ego porque está loca. Quiere contar su ultimo relato, su
última exclusiva. Muestra una realidad que es de verdad, hechos reales, los
equipos de asesinos que van por las noches asaltando casas de supuestos
terroristas y matan a toda familia sin juicio previo. Cubrió las noticia para
tv. Las familias a fueras de Kabul recordaron que un soldado llegó por la noche,
un equipo de mercenarios que hablaban diferentes idiomas, aterrizó a las 6 de
la mañana disparando y lo contaba el abuelo. Habían masacrado al supuesto talibán
insurgente terrorista y a su mujer embarazada de gemelos y dos niños pequeños.
En base de esa realidad cuentas con un personaje, en la ficción. Está narrado de
forma literaria creativa, pero es una realidad que está pasando. En siria hizo lo
mismo. Quiere que la gente sepa que pasa en realidad. Le cansan los periódicos,
la prensa internacional y lo que ven en internet lo ven y olvidan, es efímero.
Pero es eterno si lo dejas plasmado en una historia de amor; Julia se enamora
de Omar, poeta revolucionario sirio que se levanta en armas contra Arafat, cree
en la revolución. Es olvidado por occidente y acaba radicalizándose. Hay un choque
de civilizaciones entre oriente y occidente que es julia. La frontera del periodista
hay que diluirla más. Entiende que te enfrentes de forma diferente a una novela
que al periodismo. Ante el aburrimiento de la prensa internacional., hay un
pequeño optimismo en el mundo editorial español. Hay una frase que dice; la
mejor forma de guardar silencio es escribir un libro. La gente no compra periódicos
pero tampoco libros. En el fondo, si te planteas escribir en libro o periódico,
da lo mismo. Los libros no se venden. Pero la gente se lo ha bajado. Que lo
bajes no significa que lo leas. Que lo compres puede ser que luego lo dejes en
una bonita estantería. La población el 40% no había abierto un libro, ni de
cocina, el año pasado. Leerlo ya.. es el realismo que plantan sobre la mesa. Al
escritor le parece haber escrito una buena novela. La novela anterior es
convencional. Y la de ahora es de no ficción, es la reconstrucción fidedigna de
lo que pasó en la batalla. No defiende la ficción del novelista porque tenga
este libro. El siguiente libro no va a ser sobre la guerra. Lo he disfrutado,
he hecho esto y a otra cosa mariposa. En 3 años volverá a escribir literatura
novela convencional. En la literatura se mezclan diferentes subgéneros. Están
en la librería, que está llena de libros, cual cojo. Entrar en una librería es
tremendo. Hay tal cantidad de libros que por dónde empiezo. La teoría de las
editoriales es que cojan el libro que cojan, que sea tuyo. Los compran barato las
editoriales. Las editoriales copan todas las estanterías. En una estantería hay
solo dos editoriales con distintos sellos. Aparecen géneros nuevos como el periodismo
literario, la novela de no ficción la fanfiction, el relato real de cerca.. es muy
cómodo para ir a la librería. A mí me gusta el tecno, te vas a la sección tecno.
Hay clasificación. Es agradecido por los lectores para no perderse en el mar de
títulos que hay. Es como la novela clásica, hay mucha dispersión. El salta de
un género a otro. Que cada uno haga lo que quiera, pero que el libro sea
agradable para el lector. Se enfrenta diferente para un trabajo para el mundo
vanguardia que cuando hace una novela. Hace periodismo cultural, se levanta,
lee y a la tarde escribe un artículo sobre lo que ha leído. Es muy rutinario.
Dedica horas exactas para la novelas. El acto físico de ir a la guerra es muy
diferente; viajas, y cada día es diferente. El se levanta, lee y escribe. Hay
una diferencia mental entre escribir novela y periodismo. La novela es como escribir
un reportaje pero donde la información es falsa. Concentrarte, callarte,
desconectar móvil, quitar el wifi, si es reportaje menos unas horas, si es
novela meto unos meses. La gente se plantea como se escribe novelas. Se escribe estando 7 horas
durante 3 años con la persiana bajada y el flexo sobre el ordenador y la novela
sale. Picasso decía; si me pilla el talento, si viene la inspiración que me
pille trabajando. La novela le pilló con las primaveras árabes revoluciones y
no tuvo tiempo de sentarse, fue más dispersa. Fue a un apartamento que tenía
frente al mar (que ya no tienen por la crisis). Necesita solead aislamiento y recluirse
para escribir. Iba a lidia, caía un dictador y volvía otra vez. Estaba muy
entretenida. En la segunda si se tuvo que sentar. Ejerció en ella un efecto terapéutico.
Siria, es una realidad muy dura, viaja en 2012 y el segundo viaje en el verano.
Se quedó 6 semanas atrapada. No podíamos salir. Entro sola de forma clandestina
pues estaban los pueblos tomados. Arafat rodeaba los pueblos pequeños. Caían
200 bombas. Entrabas por túneles de 3km, no podías salir. Era traumático ver
morir a la población niños y mujeres. Sacó rabia frustración porque tenia que
sacarlo. Nadie lo contaba. Ella había soltado 3 cosas por ahí, alguna
entrevista, para contar la realidad que había allí. Hizo un primer relato real estaré
en paraíso publicado por debate. Relata el primer viaje, los personajes que
encontré. Se encerró desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche a escribir
y escribir durante 12 meses seguidos. Para publicarlo en la feria de Madrid, se
forzó a hacerlo y acabarlo. Si hubiera tenido un año más le hubiera salido un
libro diferente pues ahora es otra realidad en siria. Escribir este género es dejar
para la historia cosas que han pasado. Va a ganar el dictador, nadie se va a
acordar de que hubo 8 entierros de niños de la edad de mi hija. Está feliz de
haberlo contado, pues fue una terapia terapéutica como tras el estrés postraumático,
lloró y lloró escribiéndolo. Hay que desdibujar fronteras. Eso pasa a todos los
niveles. Se mezclan ideologías. Hay una
confusión de los formatos televisión y cine. Su pareja fue nominada a los Oscar.
Estuvieron en los ángeles. Estaba con la protagonista del documental. Ella es una
mujer siria que vivía en Alenpo con 4 hijos. Le siguió durante 4 años. El marido
combatiente, le secuestra el Isis y tiene que ir a nueva york exiliada. Después
de darle un premio, felicitaban a su novio; ¡qué buena historia felicidades!,
le abrazaban como si fuera una ficción. No, si es su vida real. No la felicites
por tener una buena historia. Ha sufrido 6 años de guerra, se ha exiliado y el marido
está desaparecido o muerto. Hotlman escribió de la guerra basada en hechos
reales en siria y Liévano y la gente piensa que las cosas han sucedido así. No sucede
así en los campos de refugiados. Hay cine que refleja de forma real lo que ha
sucedido, documentales que cuentan la historia real de gente y se toma por ficciones.
Apela a la inteligencia del público. La gente va a saber que de este caos
informativo vamos a sacar una sabiduría narrativa de diferenciar lo real y no
real. Cuando Hemingway escribió por quién doblan las campanas decían que era
real porque aparecía en periódicos y telediarios. No ha malformado la sociedad
al deformarla.
Es difícil abstraerse
emocionalmente siempre. ¿Estaré siendo fiel a la realidad? Da clases en la universidad
y dice a sus alumnos esto en su curso de retos de los medios comunicación y la
paz. La realidad no se puede contar, no existe, no hay una sola sino múltiples.
Rasomon es una película de Akira Kurosawa, que muestra un mismo hecho relatado
en 4 versiones distintas y cada una es válida. No existe una sola realidad sino
múltiples formas de ver el hecho. Tiene pánico porque la Objetividad no existe.
Solo puede ser honesta, contar parte de la realidad que está viendo y no
inventarse la otra. No contar lo que ha hecho Yasset Arafat porque no estaba
con ellos, estaba con los sirios. Contar con veracidad. La objetividad no
existe. Parte de esa base. Es un reto en los lectores, es un acto de fe fiarse los
lectores del libro. Un acto de fe casi religioso. Aparece un autor que conoce
un tema, lo ha investigado. Esto es la realidad le dice al lector. El periodismo
es una profesión donde hay todo tipo de gentes. Fiarte de un presunto
periodista es más acto de fe que un carpintero que te hace la mesa y la puedes
ver y usar. Hay una batalla contra la no ficción, con el uso de casos reales.
Un plan no en plan Iker Jiménez de conspiración mundial. Se ataca mucho al
periodismo. Gay Talese está siendo criticado, ¿sus novelas son ficciones o no?
Stef Macurri si retoca las fotos. Ricardo con plata quemada caldea este debate.
Ponen en entredicho que escriba sobre la realidad, le cayeron demandas por
todas partes, ganó el juicio, era ficción con dosis de realidad. Relata un robo
en Argentina. Tampoco es que fuera así. Los autores son presionados y reconocen
haber usado algo de ficción. Por parte del lector es un acto de fe absoluto
creer al periodista. Los que hemos hecho no ficción, sabeos que es complicado
respetar la realidad porque la realidad es puñetera- Dramáticamente puede ser
aburrida, necesitas que la novela funcione. Podía haber matado a un par más.
Para que el libro sea interesante y agradable y tenga sus puntos de enganche a
veces falseamos la realidad. Es un reto con uno mismo. Ningún autor es real
certero con la realidad. Eso es terriblemente difícil. En Trafalgar, Galdós
decía que había viento tremendo, pero no hubo viento en la batalla. Se escribe
con errores y mentirijillas. Leer no ficción es un acto de fe. Berder lo llama
ficfaction, suma de hechos con faction, ficción. Por ejemplo, en la historia d
amor entre Salinger y Jona. El 90% es realidad y el 10 % ficción. Es muy
franco. Yo no puedo decir cuando ellos dos estaban intimando si estaban a gusto
o no. Inventa un encuentro amoroso, se lo imagina. Todas las no ficciones
tienen ficción. No escribimos para que se convirtiera en material de consulta
de historia. Es una reconstrucción de una batalla real. Los personajes
adulterados no se reconocían. Los hechos sí que son. Sus anteriores novelas
eran 100 x 100 ficción y nada que ver con lo bélico. Cuando escribes esto
tienes el peso de la historia detrás y el deseo y la ilusión de escribir sobre
algo que nadie ha hablado de ello. Es mucha responsabilidad de lo que haces. Un día habrá un
apagón digital y solo tendremos los libros. Un día se apagará todo de repente,
me quedaré sin fotos digitales, no quedara música, solo libros y cuadros. Los
que se salven de la quema. Queman todos los libros que sobran de las
editoriales, los guillotinan. Como en la peli de Truffault Farenheit. Vamos a proceder a la quema de los libros que no se
han vendido. La ponente que es de Granada, se acuerda de la quema de libros en
la Alambra por el cardenal Cisneros. Los recuperó los libros, tiene mil
ejemplares en su casa.
La guerra engancha. Engancha
químicamente la adrenalina, lo clásico que se dice del corresponsal de guerra que
siempre tiene regresar. Hay mucho yonqui de adrenalina, mucho tarado loco, va a
la guerra, sacrifica a la familia, la dejan y sigue yendo a guerras. Debes saber
cuándo dejarlo. Ella decidió dejarlo en un momento muy especial. Después de Siria
estuvo súper loca. Hubo un ataque en un pueblo pequeñito y los franceses
estaban en el aeropuerto y estaban 4 soldados mal armados y distribuidos. Era una
guerra de guerrillas en plena calle, viendo terroristas de tú a tu, como
ninjas. Disparaban por todos lados, y ella tan tranquila grabando, no se metió
al cobijo, consiguiendo el mejor plano, que cogieran ña cámara para hacer en plató.
Su cabeza no tenía el balance del
miedo. Lo había pasado tan mal en siria…. Por la calle pasaban francotiradores disparando,
caían bombas todo el tiempo. Te tiran 4 tiros y te crees inmortal. Estoy loca.
Tengo que parar. Paró 2 años. Se quedó embarazada. Recientemente fui a Irak. No
estoy enganchada a guerra, tenía curiosidad de ver qué pasaba allí, después de
haber grabado todas las guerras árabes. Aquello era un circo, lleno de
periodistas. Un refugiado y 80 cámaras alrededor. Un circo mediático
periodistas va allí a grabarse mientras disparan. El foco de la noticia es el periodista.
No le interesa ese tipo periodismo. Prefirió hacer la historia del niño que el
ban bang de batalla. No hace falta jugarse vida todo el tiempo para hacer
noticias de guerra. Se pueden contar cosas de la guerra sin correr peligro. Contar
cosas que pasan en la guerra
Toda guerra pasa por su ciclo de crisis,
estallido bélico, bomba, negociaciones y reconstrucción. Estamos solo cuando
cae la bomba. Hay que hacer otro tipo periodismo con documentales y libros. El
ha conocido posguerra, no la guerra. Leyó mucho para este libro. Muchos
escritores aseguran que la mejor parte de su vida es la guerra-. La guerra es
cruel, pero es un acontecimiento especial en la vida. La guerra más cuando eres
joven. Te quedas marcado de forma brutal, en una vida llena de monotonía. Sénder
cuenta que su época más gloriosa es cuando había estado en la segunda guerra mundial.
Sénder dice que su época en Marruecos fue fundamental en su formación. Quizá a
otras edades no quieran repetirlo. La mayoría de autores lo recuerdan no como la
época más feliz (sufrieron mucho), pero si como la época más intensa de su
vida. Lo dicen muchos autores y entrevistados. Entrevistó a soldados que no
iban a volver o repetir, habían estado en el servicio en las guerras. Alguna tenían
mono. Te contaba entre lágrimas la batalla. No les gustó la batalla como tal,
pero si la intensidad de vida con que sentían la vida durante la batalla. Estas
cerca de la muerte y la vida se siente más intensa. La guerra engancha porque
es un drama, pero tiene su parte maravillosa. La guerra de Sénder en Iman, la
guerra tiene una belleza extraordinaria. La cita decía que matan a miedosos y
sobreviven los valientes para ser todavía más hermosa. La guerra es cruel, pero
tiene un componente metafórico tremendo. Cuando escribía la novela pensaba que
la guerra te regala las metáforas. Escribes una escena cruel, hay un muerto,
hay arena, las metáforas van solas, van que parece que vuelan. Son un regalo
para los escritores. Los personajes que encuentras en la guerra son personajes
fascinantes. La guerra es el espejo que desvela la verdadera naturaleza del ser
humano. Sacan el hijo de puta o ángel que llevas dentro. De ser cajero de supermercado
a degollar personas, comandar gente a matar o condenar por una llamada teléfono
mal hecho que este me traiciona y llevarlo a matar delante de mis ojos. Esa
trasformación le apasiona. El ser humano se trasforma en demonio o ángel. El director
fundador de médicos sin frontera con 70 años enseñaba a operar a las enfermeras
cuando no quedaban médicos. Operar a un niño 8 años que tenía metralla. Con las
historias que escuchas en la guerra no necesitas inventar nada. La historia del
comienzo del libro es real; se fue un señor a la cárcel a recoger el cadáver de
su hijo. El señor al llegar vio el cadáver de su hijo, y al lado a su compañero
moribundo. Dijo que ese era su hijo, mintió para salvarse la vida a aquel
chico. Dejo de enterrar a su hijo por salvar al compañero. Omar es el
resucitado. Sacas cosas que has vivido o te han contado. Las metáforas y tramas van solas. Es terrorífica pero
inspiradora de formas narrativas la guerra. Sientes que no lo he escrito tú,
ese libro ha salido solo. Soy yo el autor pero sientes que ese libro no es tuyo.
Era tan sencillo escribirlo…. Uno de los libro más crueles de la literatura española,
descarnado, cuenta la carnicería y chapuza que se hizo en Marruecos.
Escribiendo un libro de estos temas sientes que se escriben solos. Te dan cantidad de escenas y argumentos que facilitan
el trabajo. El ser humano siempre ha estado apasionado por la muerte, qué pasa
después, porqué morimos, cuándo nos toca. La pregunta filosófica te la haces
todo el tiempo en la guerra. Cae una bomba en la calle. El señor para, le mete al
coche y lleva al hospital.
Entra el herido, pero cae la bomba
y le mata a el. Te preguntas cuál es el destino, cuándo nos toca, si está
escrito o no. Pensar escribir ver situaciones y te preguntas muchas cosas que
interesan al ser humano. Hay muchas historias de guerra en el cine y literatura,
pero también en nuestra vida. Nos interesa el conflicto en si. No hace falta
contar historias de la guerra. Tenemos nuestras propias bombas en la vida, propias
guerras en nuestra vida, donde sale la naturaleza verdadera, Cuando muere un
familiar, hay una herencia que le toca a uno u otro, un familiar muy enfermo… la
película los felices 40 habla de una que le toca lotería y toda la familia y amigos
cambian sus relaciones por el dinero. El libro Guardianes de la memoria es un libro
de viajes, de destinos. Piensas en un único hecho en una ciudad; Chernóbil, Austrich.
Cambian su psicología, Chernóbil será siempre Chernóbil. Otra ciudad era Guernica. Hizo entrevistas a los
supervivientes. Se ha discutido si sus recuerdos son correctos. Con que fuerza
contaban los bombardeos. Era la fuerza que tuvieron esos acontecimientos en sus
vidas. Los señores recordaban pocas cosas sobre su infancia y juventud, pero veías
que la guerra engancha, se queda grabada en el cerebro con fuerza. Tiene amigo
de Guernica, un señor mayor. El amigo le dijo a su madre, “hoy dan reportaje
sobre el bombardeo de Guernica”. No me interesa verlo por televisión porque yo
lo vi desde esta ventana. ahora viene la rueda de preguntas, silencio, pausa
dramática.
Más allá del ámbito bélico, los periodistas
nos enfrentamos a presiones diarias, a la propia presión de estructurar noticias
o entrevista. ¿Cómo lo enfocas para transitar por la mayor ecuanimidad posible?
Muchas son historias humanas. Está el tema censura. Te cuadra o lo recuadran,
te lo retocan. Al día siguiente hay una llamada mensaje de alguien que no le ha
gustado el reportaje y esa llamada pueda tener consecuencias. Maite Carrasco fue
free lance toda la vida, reportera d tv5 subcontratada por una productora. Le
obligan en Almería a hacer una entrevista a Rafael Hernando (el que ahora es
portavoz), diputado por Almería del pp. Hacia muchas noticias de emigración y
era la campaña electoral. enfado al pp.
Estuvo en Ejido cubriendo la inmigración ilegal, como recogen los
pepinos. Un año dando guerra de como recogían los tomates en esas hectáreas de
invernaderos de plástico. (ahora hay hasta una serie, mar de plástico) Era el
99. Había hecho informativos de tv5, Hilario pino, Luis Fernández, aparecían en
unos informativos más largos que ahora. las noticias no gustaban al PP. Y tuvo
que hacer la entrevista a Hernando. Es la única vez que sintió presión. Estaba
contratada. Como free lance se ha negado a hacer muchas cosas, puedo negarme no
desde un punto vista económico (soy muy precaria) pero si desde un punto de
vista moral. Estoy ocupada, no puedo hacer eso. Tv5 no le ha tirado nada. En público
si ha habido censura. En el País retocaban las noticias, te lo cambiaban. Hay
que actualizar, decían, y te ponían párrafos de agencias. Estoy haciendo
historia de uno que está viendo caer bombas. Ponían una plasma del reportaje,
copiado de agencia, información interesada. Pagaban al principio más y luego 60
e por reportaje desde Siria, así que lo dejó. Ejercito libre en siria. Encontraron cadáveres maniatados, pantalones
bajados. Grabó todo con la cámara. El ejército libre llegó. Aquello es una
guerra civil. Le quitaron todo y la amenazaron con que no publicara nada. La tv
y las cámaras grabaron todo. Publicó al día siguiente un artículo y the Guardian
también publico. No es bueno leer las propias noticias cuando has publicado. Eso
se da en rimero de periodismo, no leas lo que has publicado porque te lo
cambian, te lo destrozan. Felicitan no sé si a mí o al periódico. Al final te
enfadas, porque tocan tu texto. ¿Te has sentido presionado alguna vez? El periodismo
cultural tiene más presiones que el bélico. Ha habido despidos de críticos por
haber criticados libros. Él elige los libros porque hace reseñas en la vanguardia
y el mundo. Es free lance como ella, y el los elige y si los propone es porque sabe
que le van a gustar. A veces te puedes equivocar. Escribió su primer libro
sobre el suicidio. De esto no hay que hablar, le dijeron. Pues me voy a Irak.
Propuso un reportaje sobre el suicidio
al País. En primera página del libro de estilo del País dice no hablara de
suicidio y boxeo porque son conductas que incitan a la imitación. Hazlo, pero
no de suicidas de Barcelona sino de Madrid o París, le dijeron al final. Los
domingos están con el croissant y el cafecito y el dominical, no les fastidies
el café con leche porque el domingo siguiente no compraran el periódico. Por
entonces se llevaban bien con Madrid. No publico el reportaje y escribió un
libro. Hay normas del periodismo, no criticar escritores que dependen de la editorial
misma que el periódico. La presión te lanza. Los socialistas erradicaron el tema
del boxeo de las informaciones periodísticas. El boxeo era el deporte nacional
porque era el deporte favorito de Franco. El boxeo no tenía la culpa de que le
gustara a Franco. Lo `prohibieron hasta en la televisión. Estamos en tiempos
importantes del periodismo con noticias que nos llegan del señor Trump, como un
marciano que ha entrado en la península. Debemos defender los hechos y nuestra
profesión más que nunca. La periodista sufrió amenazas de muerte en twitter
tras sacar esperarme en el paraíso por meterse con Yasset Arafat. Y en Facebook
por un señor portavoz de comunicación de Damasco, del gobierno sirio. Se
permiten hacer esto con total impunidad en redes sociales y en internet. Sigue
la rueda de preguntas, pero han de ser breves, para no irnos con la sensación
de que alguien ha dejado de preguntar. Hablan ahora de los autores del nuevo
periodismo latinoamericano. ¿Quiénes son sus maestros del periodismo? Reconocen ambos estar metidos en el nuevo
periodismo, pero el periodista se alejó de esas revistas de etiqueta negra, esa
idea de que hay que editar los textos de los autores, es una cosa pesadísima. Y
la Idea americana de retocar el texto. Hay una influencia de autores según tu
edad. Isabel Nogales es una revelación tremenda, representa el resurgimiento del
periodismo de hace poco. También se descubren autores mas antiguos. Kapukinsky
es el tópico periodista que a todos nos influye. Hay una pequeña lista. Oriana
Fallaci que leyó con 14 años, shahala. No quería ser reportera entonces, pero
se le quedó en el inconsciente. Era una enamorada de Isabel Allende, del libro de
los espíritus, de Oran Pamuk, Hemingway, esa mezcla. También lee los libros de Michael
Conelly y thrillers que devora como pipas y le enganchan como la guerra. Se les
olvida citar a Martin Caparros. Los conflictos armados son tan largos que la gente
menos interesada enseguida desconectamos. La novela es una forma de que al
menos los hechos permanezcan aunque tenga siempre dosis de ficción. El
periódico se va a tirar, a olvidar. Álvaro se debatió entre periodismo y novela
y prefirió la novela. La no ficción no tiene la fuerza que quizá debía tener. Le
ocupó mucha investigación, era interesante lo que le pasó durante la
investigación. Podría haber escrito una novela solo de la documentación e
investigación. Pero escribe la historia del libro directamente y olvida el yo
tan común ahora. Si quieres llegar a la gente escribe novela mejor. El libro es
una fotografía que se va a quedar para la historia. El periódico muere, se deshace,
se quema. Los libros son fotografía de la historia que se van a quedar para
siempre, van a marcar nuestra educación, nuestra memoria, presente y futura. En
ese futuro sin música ni ordenadores que teme Álvaro. Ha sido una charla
estupenda. Son buenos periodistas, escritores y oradores y nos han regalado su pensamiento
con mucho criterio. Acerquémonos a la obra literaria y periodística de estos
autores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario