1923 2014, sudafrica-johannesburgo
Es premio nobel en el 91, la
sexta mujer en conseguirlo en su época. Ha habido luego unas cuantas más como Doris
Lessin, pero entonces hacía 30 años que no se lo daban a una mujer. participó
en el congreso nacional africano, el partido de Nelson Mandela. El argumento de
sus novelas es el reflejo de la vida brutal en un régimen machista y racista
del apartheid. A pesar de que en sus novelas aparece la denuncia a esas
condiciones de vida, no va en detrimento de sus valores literarios. No es maniqueísta
(blancos cabrones y negros buenos) Ella era blanca, como Coetzhe, ahora tan de
moda y también nobel. Hablamos también de
la novela negra el corazón del cazador de Dean Meyer hecho en áfrica. Retrata los
problemas se Sudáfrica antes y después de la independencia. Era hija de inmigrantes
judíos procedentes de Inglaterra. El padre era lituano y la madre inglesa. No se
llevaba bien con sus padres. Abandonó los estudios y trabajó en Johannesburgo. Conoció
allí el ambiente culto y progre de la época. En el 49 se casa y se separa y en
el 54 se casa de nuevo. Tiene un hijo y se vuelve a separar. En el 53 escribe
el libro de relatos la suave voz de la serpiente. Fue muy prolífica. En el 56
aparece 6 pies de tierra, un mundo de extraños en el 58 (una joven inglesa
descubre el desgarro racista de Sudáfrica y la introducen en el desconocido
mundo de los gettos de negros) ocasión de amor es del 60 (la relación ente una
joven blanca casada y un pintor negro narrado por ella en primera persona en su
madurez) Ultimo mundo burgués es del 60, una mujer a la que le llega un telegrama;
su ex marido se ha suicidado. Rememora con subjetividad los años pasados, la relación
con este hombre, y los acontecimientos que arrastran al país y a los
personajes) EN un invitado de honor narra su infancia en un país extranjero y
su regreso al país de origen. El conservador del 74 se desarrolla en el
apartheid sudafricano. Un hombre blanco rico de mediana edad se compra una
granja cerca de donde vive. Se retira a ella en días festivos pues está cerca
del campo, y controla al capataz negro. Está divorciado, y se aleja del niño. Vive
en un recinto de población negra. Ella vive al margen de la realidad. No sabe cuál
es su realidad. Él se protege de si mismo. La realidad le asusta, todo el
submundo de africanos hambrientos, desnudos, hacinados. Justifica el dolor
ajeno sin querer evitarlo. Se siente con supremacía racial y de clase. Se encierra
en su aislamiento y reclusión al margen de la realidad. En ese mundo cerrado un
día aparece un cadáver en el confín de sus tierras.
Historia de mi hijo es su novela
más conocida, del 90. Es su principal novela subjetiva. A través de la mirada
de un adolescente y sus pensamientos la autora retrata con gran agudeza una
familia donde la violencia racista y la lucha contra la opresión batallan sin
fin. El protagonista ha luchado por la libertad y es encerrado en la cárcel. Hanah
es una mujer blanca privilegiada pero simpatizante con la militancia política. Tiene
una hermana que solo sabe divertirse y conocer chicos pero que se irá
adentrando en la causa social. Hay cambios psicológicos, nuevas coordenadas
sociales que les han tocado en suerte. Escribe sobre temas políticos sin
detrimento de su calidad literaria. Tiene textos sobre literatura, ensayos y
crea la antología 70 escritores negros sudafricanos. El gesto esencial de la
escritura y política es la primera de estas obras y la sigue escribir y ser del
95, contar cuentos y en 2002 aparece la novela encuentro, en 2004 saqueo y en
2012 su última novela; no hay tiempo como el presente. En ella analiza y
critica la Sudáfrica actual, después del apartheid y la independencia. Aparee vista
por los ojos de una pareja militante y activa. Recorre América y Europa dando
charlas contra esa patria, alza su fuerte voz por la igualdad en el mundo. Da contexto
y responsabilidad a ese contexto. Para leer sus novelas hay que aprenderse el
vocabulario africano. Las palabras no se traducen, escritas en etnias como la
zulú, palabras como bell para referirse a la sabana y gran llanura.
Comía el
granjero. Se compró tierras al acabar su vida, las que su renta le permitía. Angelaba
la tierra y el mar. Había conservado integra su humanidad y las cosas de la
vida. Solo se preocupaba cuando el granizo destrozaba el maíz, eso era el fin
del mundo. Charlaban en una sala de juntas. La tierra no debe usarse mal o
desperdiciarse. El terreno aparece sucio y abandonado. El no era uno de esos
románticos de ciudad. Limpio la finca, debía ser productiva. Había obtenido
conocimientos de agricultura suficientes para hacer esas operaciones agrícolas.
Digería a los nuevos, como ocurre en la industria. Los granjeros de alrededor
eran profesionales
Llegaron los
vientos de agosto. El viento arrastraba las hojas y los cartones, las cajas de
la fábrica hasta la carretera que chocaban en la valla, incluso los cuerpos
muertos de los gatos, los perros, las latas. El basurero estaba lleno de
tesoros, cosas que no se querían en el poblado. Lo llamaban el polvo rojo. Tiraban
carne a la brasa, los restos. Rebuscaban entre los desperdicios los hambrientos
campesinos indolentes que tenían las manos grises. Caminaba la gente mientras
los pobres rebuscaban en los depósitos. Buscaban cualquier cosa que se les aparecería.
Una lata de sardinas donde aún quedara aceite, lo chupaban y con el cuero
desgastado de los zapatos hacían cinturones, también había sombreros rotos. Los
campesinos bebían litros de cerveza, se lavaban los dientes, metían dinero en
las cajas de ahorro. El deposito estaba en la finca. Allí encontraban alambres,
colillas de puro, una moneda, cosas que tiraban los blancos. Una vez tiraron un
anillo e hicieron a los niños buscar la piedra brillante. Se cayó una tortuga t
se la comieron. La pintura rosada coloreaba el exterior de la finca. Los trabajadores
rebuscaban la basura buscando comprar patatas que no podían pagar en las
tiendas. Los pobres aplastaban la nariz en las lunas y escaparates de esas
tiendas. A veces los hombres blancos se liaban a tiros.
Sus novelas están ambientadas en Rodesia.
Los blancos introducen el alcohol en los poblados negros de Zimbabue. Por eso
hay en África y Sudamérica problemas tremendos de alcoholismo. Interesaba estuvieran
borrachos y alcoholizados para que trabajaran y no se quejaran, ya no solo por
la venta de alcohol.
En el
colegio me habían dado permiso. En casa había dicho que iba casa de un amigo y
así me metí en el cine. Perdía la vista a los libros y me mezclaba entre las
butacas. Mis padres no tenían una buna posición, pero querían una vida mejor
para mí y mi hermana que la de su bolsillo escaso. Mi padre y otra mujer salieron
del cine. Vinieron hacia mí y yo estaba aún aturdido con la oscuridad del cine.
¿te acuerdas de ella? Concentró en mí preguntas y dudas. Como una ola de agua fría
que me llenase el cuello, me puse nervioso. Dije hola. Ella dijo, claro que nos
conocemos. Vencí mi timidez de los 6 años al que le presentan una tía o una
prima. ¿Qué peli vas a ver?, me preguntaron. Ni me dejaron responder. No sabían,
pero reían, sonreían, como si todo fuera natural. Se me borró el título de la película
que quería ver y aquel encuentro. La de Bertolucci está muy bien. Esa es la que
hay que ver, le aconsejó su padre. vete y diviértete. Les había visto de
verdad, se cercioró de que realmente les había visto. Ella iba con medias enseñando las piernas. Y él
con su única chaqueta buena, la que había llevado a la tintorería procurando no
deformarla. Volví a casa a sumergirme en mis libros. Mi padre era maestro. En los
tiempos del abuelo no había carta ni papeles y la única prueba de sus
existencias eran las nóminas de la fábrica. Mi abuelo pudo haber venido de las
minas. El capataz mostraba un aire familiar. El padre del maestro, ósea mi
abuelo, fue ayudante de tapicero. Mi padre abandonó la tierra, el cemento y se
entregó a los libros. Empecé a recordar la historia de mi padre…
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