Batiburrillos librescos en el día del amor fraterno (jueves santo)
El filósofo Emile LLeró, acaba de publicar el
ensayo sobre la educación. Es un libro maravilloso, que recupera la
tradición humanista. Opina que el lenguaje nos sirve para amar y comprender más
al hombre. Con el lenguaje perfectamente organizado el hombre da un significado
y un sentido a su realidad en esto de la vida. Es un libro profundada mente
pedagógico. La pedagogía sirve para mostrar enseñar que es esto de la realidad
y como el hombre con un comportamiento acorde a un mínimo de ética puede vivir
en la realidad con mucha dignidad. El libro colisiona, como el ácido sulfúrico
y el agua chocan y provocan una explosión, con las nuevas tecnologías, la
televisión que él conoce. Sin ningún tipo de violencia se muestra critico con
el papel de estas nuevas tecnologías que crean la realidad. Cuando nos
centramos en la palabra lenguaje y tradición humanística nosotros creamos esa
realidad. Las nuevas tecnologías diseñan su propia realidad olvidando de alguna
forma (y eso es lo dramático) el papel que tiene el hombre en su vida. El
hombre se convierte en una maquina sin identidad mientras que la pedagogía
humanista hace que el hombre sea hombre. No se dirige al animal inconsciente
sino al hombre que toma decisiones, que comprende esa realidad La palabra aparece
como algo que se amasa, cadencioso, artístico y profundamente amoroso. La
tecnología chirria y el concepto hombre queda diluido, deshumanizado, sin
ningún tipo de interés. Es un libro para los amantes de las humanidades en el
termino mas amplio. Pretende el autor que todo el saber, el logos griego, a
través de ese lenguaje se pueda abarcar. De ahí la importancia de la poesía, el
ensayo, la narrativa, lo que supone que el hombre exteriorice e interiorice sus
propios sentimientos. Es la labor del arte, de las humanidades. Ese humanismo prevalece sobre cualquier muerte
a la que el propio capital pretende someter los individuos. El autor se
cuestiona la muerte de la filosofía, de la novela, del arte, aquello de
Fukuyama de que estamos en el final de la historia con el mejor de los sistemas
económicos posibles. El sistema quiere que el individuo sea maquina y no
hombre, adaptado a los lenguajes de la actualidad; la fibra óptica, los
lenguajes de los medios comunicación, la organización que diseñan ellos, la
realidad que se vende como realidad como decía García Calvo. El libro pone en
pica de Flandes esta preocupación; no son tiempos para ese humanismo que el
libro pretende defender
La cultura entronca con el
humanismo en toda la historia. El axioma fundamental del hombre es la cultura, la
cultura es lenguaje, y el lenguaje es verdad y libertad porque da una
interpretación a las ideas. El conocimiento nos hará libres, no sé si felices.
La tecnología y sus subterfugios que utiliza son la antítesis de todo eso; el
hombre deja de ser hombre y se convierte en objeto de esas estructuras que no
cuentan con el para nada. En la edad media involucionamos y retrocedemos al
objeto frente al sujeto. Este ensayo pretende volver al hombre como centro de
todas las cosas, al renacimiento, al papiro que se escribe. La historia surge
cuando surge la escritura donde encuentran estos hombres el sentido de la vida
para comprendernos como humanos. La lectura muestra y enseña lo que somos,
frente a lo que ya se da por hecho desde las estructuras que lanzan el
bombardeo para que el hombre se convierta en un sujeto deseante, esclavo de sus
placeres y deseos más básicos. Con lectura el hombre puede ser lo que quiera, pero
en el sistema el hombre es lo que le dejan ser. Internet y las nuevas tecnologías pueden
suponer una pérdida de la libertad y un cuestionamiento del concepto de hombre.
El sistema impone sus postulados y en estos medios de comunicación humana el
hombre se siente más aislado y abandonado que nunca, incomunicado con los
demás, sobre informado. El hombre pierde el sentido de la realidad. la
escritura surge por algo azaroso como fue el descubrir la tablilla de arcilla
para inscribir en ella la escritura cuneiforme. Realmente surge porque las
tierras de Summer son pantanosas y llenas de barro y se descubre estas tablas,
pero siempre ha habido distintos lenguajes. Cuando hacían nudos, porque no
había lenguaje, también se comunicaban. El
ser humano se interroga sobre las cosas, en cualquier código verbal o no verbal.
Ahora prima el lenguaje audiovisual (que es gráfico, visual) frente a cualquier
otro lenguaje, pero esto supone una vuelta a la edad medía donde no sabían leer
y les metían el cristianismo a través de dibujos e iconos sagrados. Frente a la
palabra escrita y el lenguaje humanístico las nuevas tecnologías, que nacen
como un medio o instrumento, se han convertido en el fin en sí mismas. La
tecnología se convierte en sujeto y el hombre que la utiliza en objeto. Le
aliena, le enajena, esta maquinación del hombre donde no se sabe donde acaba el
móvil y donde empieza la persona (piensan instalarnos chips en el cuerpo, para
que tengamos el móvil incorporado al cerebro) El hombre pierde su capacidad de
reacción, su sentido crítico. En el wasap se escribe con elementos que no tiene
que ver con la semántica. Ya no es una carta como antaño, sino que rellenamos
emails donde nos es dado un lenguaje mecanizado, y el hombre se convierte en
medio y no en fin.
Natalia Ginzsburn, la autora italiana de posguerra autora de la Cocina
de la escritura, ha escrito una obra de teatro llamada Me casé por alegría. Entronca con el lenguaje de Ionesco del teatro
del absurdo. La autora se expresa tanto en los silencios como en el lenguaje
entre líneas o explícito de los protagonistas. Desarrolla diferentes materias
como lo social, la lucha de clases, las relaciones sentimentales, dejando la vía
libre a mucha interpretación. Lo sirve en forma de aparentes diálogos en los que
está tratando un tema determinado pero la lectura entrelineas es muy profunda,
abarca otros mundos y en ellos esta la riqueza de esta mujer. La protagonista habla
con una criada que tiene su casa y a la vez que habla de trapos hace un análisis
de la lucha de clases porque la criada viene de un pueblo perdido de Italia y
ella proviene de una familia ubicada en la elite burguesa. Habla de lo baladí
del matrimonio, no sabe si conoció a este su marido u a otro con el que le
confunde. Hace ver que no sabe lo que es el matrimonio. Con el juego polisémico
enriquece mucho el lenguaje y la percepción de las interpretaciones, hace ver
que el lenguaje cuando no es honesto sirve para manipular. Si es deshonesto lleva
a interpretaciones equivocas, hace subterfugios, cambia la realidad. Ortega decía
que la claridad es la honestidad del filósofo. Nos damos cuenta en esta obra de
las trampas que se pueden hacer a la percepción si queremos ser con el lenguaje
malos. A propósito, podemos hacer con el lenguaje maldad. La última novela de Umberto
va de un periódico sensacionalista (tipo los tabloides Sun y alemanes) que cambia
la realidad, la deforma, manipula. Con los vericuetos del lenguaje va hasta el
infinito tocando todo tipo de temas, con un elemento común; de cualquier cosa
se puede conseguir un nuevo leguaje. Lo difícil o estricto encuentra
escapatorias con el lenguaje como si fuera un agujero que sirve para que el
agua se vaya en vez de que quede todo en la pila del lavabo. En ese movimiento
del agua se recrea a través del lenguaje y nos enseña a abordarlo con
honestidad o claridad, “esto es lo que hay” parece decirnos. Le parece el
lenguaje, por esa trampa a la que está sometido, un lenguaje engañador. Vieja
hembra mentirosa la gramática, decía Nietzsche. Con lenguaje puedo hacer lo que
quiera, trillando el lenguaje. Lo coges para tu fin. Si eres cruel puedes ser
engañador, como los sofistas y fariseos, pero también se puede ser amoroso,
verdadero, profundizar en la verdad, y se puede alejar uno de la mentira. Con
el lenguaje puedes llevar a uno al rincón de la gran mentira y quedarse uno tan
pancho. Cuando uno lee un periódico o un articulo de opinión tiene que tener
capacidad critica amplia, cualquier puede manipular, en nombre de su verdad
puede decir que es la verdad verdadera. Si no tiene capacidad crítica se la
cuelan y se cree lo que le estan contando. Cada cual tendría que tener capacidad
critica desde el respeto del otro para saber que no todo puede ser fraternidad
con el otro en la comunicación. Puedo alimentarme de ello. Savater decía que respetaba
a las personas, pero no a las ideas. No tenemos fraternidad con el pero le
tenemos respeto. A medida que pasa la vida uno se da cuenta de que tienes menos
fraternidad con la gente, pero más respeto. Si eres sabio sabrás que ese respeto
no se basa en el miedo sino en la educación. A Carlos le molesta la música
ratonera que tocan en el ducado de Marzana. “Que se vayan al infierno, es una música
monstruosa para mí”. Algunos le dirán; pero tú también estás en la zona de
Marzana. Sí, él está en el barrio, pero no le gusta la música que tocan. Carlos
está en el sistema, pero no es culpable de un sistema capitalista en el que ha
sido nacido, que no puede cambiar y que no le gusta. Está dentro del
capitalismo, pero no comulga con él. Está en el barrio, pero no le gusta la
música. Revindica el respeto sin
fraternidad. No tiene amor por estos cantantes, pero no les tiraría una bomba
para que desaparecieran. Es un concepto libertario fraterno por excelencia; no
le quiero, pero no le voy a faltar al respeto, pero no comulgo con él.
Un lugar en el mundo es una película argentina que ya tiene unos
años. Federico Luppi hace de una especie de misionero o voluntario que ayuda a
la gente del pueblo. También hay una monja que es despedida de su cargo por
atea y comunista y anarquista. De pronto llega un geólogo, que interpreta José
Sacristán, que le da un beso en la mano a Cecilia Roth y la hace sentir una
princesa. El hijo de Luppi y Roth también queda maravillado por las clases de
este geólogo que les enseña un aparato con el que ver el alma de las piedras,
su color y su forma. Los caciques del pueblo explotan a los campesinos del
pueblo y destruyen su proyecto social y comunitario. Cecilia Roth hace de
enfermera de todos ellos. Pero el capitalismo entra en el pueblo y abandonan
las cooperativas que han creado. Acaba el protagonista prendiendo fuego a todo
lo que habían creado conjuntamente porque le dejan solo y el patrón se burla de
él; “vos se ha quedado en la utopía” Mientras tanto el niño enseña a leer a la
niña de la que se ha quedado enamorado. Es una novela sobre el amor, la
posibilidad del comunismo, el paso de la niñez a la adolescencia y el sentido
de solidaridad que prevalece sobre el del egoísmo.
Horizontes perdidos de Fran Kapra 37. Fran Kapra es un libertario
muy de derechas, pero libertario, cree en la especie humana y en el avance, el
bienestar, la utopía, un paraíso entre los hombres fruto de la armonía
universal. Es un hombre muy libre, y sus personajes son buena gente, personajes
utópicos. Son los personajes que desfilan por caballero sin espada, qué bello
es vivir, o vive como quieras. Volvemos al Hollywood de los años 50, en blanco
y negro. El director no será sospechoso de comunismo para Mac Carthy, pues tiene
un toque anarquista ético, pero es un anarquista de derechas. Bogart, Lauren Bacall
fueron acusados de comunistas y de estar vinculados a romper el sistema. Pero
este director quiere corregir el sistema dentro del sistema, son personajes
utópicos con la ética, ingenuos; quieren derechos conseguir la igualdad, que no
haya abusos del poder, si se ha cometido delito es justo encarcelarle pero que no
abusen de él. Son vidas equilibradas en ese sentido, son personajes que quieren
que el sistema no les devore ni exprima. No se cargan el sistema sino lo que
hay maligno en él para que sea bueno. Son personajes candorosos con ese punto
final de ética. Como en el cuarto poder de Bogart. Ponen la impronta de que el
punto final no es la hecatombe sino la esperanza, como en el ensayo de Malraux.
1934 el ultimo millonario de rene clair. Es una película que se ríe
del sistema. Una monarquía se queda sin dinero y necesita un millonario que le
de dinero para sostener la monarquía. El personaje por un golpe pierde el sentido
de realidad y se convierte en primer ministro. Hace la anarquía, rompe la
estructura, lo cotidiano. En el consejo de ministros si exigen que lleven
corbata él propone que puedan ir como quieran, desnudos, desabillers. Si iban
pulcros van ahora con ropa ligera. ¡Cómo ha cambiado ese hombre! Ese millonario
pierde las acciones, los dineros y se queda en el palacio viviendo a costa de
esa monarquía que le ha traído ahí. Se quieren aprovechar de él como millonario,
pero él se provecha de ellos. La moraleja es que se pude vivir en armonía sin
aprovisionamiento sino en apoyo mutuo (te doy queso y tú me das zanahoria, se
aprovechan uno del otro)
Hair es el musical hippie por antonomasia. Carlos la vio en los estrenos.
Todos recordamos cuando el desmelenado “desmelenudo” se sube a la mesa donde
los yuppies celebran una boda o cuando pasea en caballo y la canta una canción
llena de alusiones sexuales y palabras escatológicas y guarrerías para provocar
porque la película buscaba provocar, trasgredir, incomodar al espectador (como
incomoda el hippie al futuro soldado que va a la guerra) Pero siempre desde el
humor, la ironía, el buen rollo. Es la época de la protesta por la guerra de
Vietnam, del sueño americano, del California Dream (la canción de mamas and the
papas) el amor universal… Entre los hippies protagonistas del film hay un gay, un
ecologista, una feminista. Haz el amor y no la guerra, ama a otros, bésame, practica
el amor libre en orgías y tríos, flores, el despertar de la sexualidad. Eran letras
muy buenas, y hubo un disco. Es la época de la contracultura. Abraham Maslow hablaba
de las necesidades básicas, de la pirámide de Maslow de las necesidades. Adous
Huxley alucinaba con lo del mundo feliz, eran los beats, o los ensayos de Allan
Watts. Empezaba la nueva era, el taoísmo, se revindicaba la armonía universal,
el amor. El otro era el infierno para Sartre, pero intentaban que ese infierno fuera
cielo; ama a tu enemigo, dale un abrazo, no pises las flores del campo, disfruta
de la lluvia, acaricia, el tao, sé Jesucristo. Otro musical es Jesucristo super estar. (luego vendría la vida de Brian) Camilo Sexto hizo una ópera en los años 70. Angela carrasco era la
Magdalena. También era la época del
musical de Fama, una escuela de
bailarines que querían triunfar, pero la fama cuesta sudor, dolor. George
Harrison cantaba mi dulce señor, cuando estaba en los Beatles. Joko Ono y Jon Lennon
cantaban el imagine people. Bob Dylan; La respuesta está en el viento. Alrededor
todo estaba encabronado pero la vida y el aire es bonita y dale un abrazo al
hermano, que tu humano no sea un sujeto para destrozar, sino que llegue a ser
tu hermano. Era la antítesis de la guerra. Se celebró el festival de Woodstock
y el de la isla de wight en el 74. Era la paz, la luz en la oscuridad. Bob
Marley vino después. Todo era amor, letras de cariño, nada encabronadas. Las
flores flowers, las pamelas, las vestimentas hipys hasta abajo, grandes
melenas, nada de violencia. Lanza del basto fue el apóstol de la no violencia, Carlos
le conoció hace 40 años. Era discípulo de Gandhi. Hay videos en YouTube sobre la
comunidad del arca pacifista antimilitarista. Trabajaban en el campo,
practicando en la hilatura vestidos. Cubrían sus necesidades básicas en casitas
en los campos, siguiendo el modelo de Thoreau en Walden (gran amigo de Emerson,
en el que se inspiró Gandhi). Rompen el sistema dentro del sistema, no
colaboran con él. Comían lo que cultivaban, se vestían con lo que confeccionaban
y trabajaban para vivir, no Vivian para trabajar. Cobrar la renta de garantías
básicas es una forma tangencial de estar en el sistema. El capitalista quiere cobrar
más dinero, pero la renta básica es lo mínimo, garantiza la subsistencia para
la gente que no tiene acceso a un sueldo. Hay gente que vive del cuento o gente
que defrauda en estas ayudas sociales que se dan, pero también hay gente que la
necesita. Por esa gente necesitada merece la pena que se implante la RGI. En Sodoma
y Gomorra se salvan de la destrucción de la ciudad por un furioso Dios porque mientras
allá dos que sean buenos ya no es correcto aniquilar la ciudad pecaminosa. Hay
delitos y fraudes con la RGI y hay vagos, pero merece la pena tener estas
ayudas. Se muestra el racismo cuando dicen que los emigrantes se estan
aprovechando de esas ayudas y cobran más que nosotros. Hay gente que vive por
esa RGI gracias a ella.
Los diarios de Fernando Pessoa son una poética de la angustia.
Poetiza la angustia. Está en la editorial Gadir. Es la antesala del libro del
desasosiego, esa angustia que siente la quiere entender a través de la palabra,
sus sentimientos los plasma en sus escritos. Desmigaja la angustia y la hace poesía,
y le lleva a cuestionarse qué es la melancolía, el cinismo, la ironía, lo que
acontece a la persona. La base es angustiosa (he pasado día de angustia) Es antecedente
del libro de desasosiego. Hace una antropología directa de sus sentimientos débiles
e intenta comprender lo que está aconteciendo dentro de su exilio interior tan
grande. No se comunica con nadie. No tiene interlocutores a los que hablar.
Tiene una soledad muy grande, pues su nivel intelectual es muy elevado para el tiempo
aquel. Según la espiral del silencio sus amigos no le dejan hablar de los temas
que le angustian y se ve obligado a hablar de cosas sencillas, inmanentes. Se
va deslizando por la vida, “esto es lo que me acontece, lo que pasa. Me he
levantado de la cama, he leído un poco y no he hecho nada más”. Quizá se sienta
culpable de no haber escrito nada es día. El día se ha perdido. Siente el vacío.
Y más si tenía un padre detrás que le dice “trabaja- trabaja” como el de Kafka
o el mío. El capitalismo es como un padre; si no trabajas siéntete culpable de
tu tiempo perdido, y como no te voy a dar remuneración no te doy cosas. Si has trabajado
tienes paga doble y vas de vacaciones. Si no lo tienes no ejerces. He estado en
Canarias. Quizá esa persona no quiere viajar, pero lo hace porque los demás lo
hacen. Si cobro una RGI no me puedo ir de vacaciones. Te llamarán limitado, marginado,
al margen de las mayorías. El gran interlocutor es él mismo, el folio en el que
escribe lo que le ha acontecido en un día. Los heterónimos que inventa son como
amigos imaginarios, seres con los que habla y con quien compartir esto de la
vida. El interlocutor soñado que decía Carmen Martín Gaite. Ella en el libro el
cuarto de atrás inventa a un periodista que la entrevista, que es el demonio en
su pesadilla. “Tengo que trabajar un poco para pagarme una máquina de escribir”,
escribe Pessoa. Todo lo escribe a mano. Quiere rescribir más rápido con la máquina,
plasmar sus ideas.
Detrás de los padres de la iglesia
hay mucha soledad, inventan un dios. Cohabitan con una idea determinada a la que
ayuda la soledad. El dios de Aristóteles no es el de santo Tomas. El de santo Tomas
te ayuda, vas del brazo de él, es un dios practico, de la razón moral o
práctica. El de Aristóteles es un dios de la razón pura, teórica, es el motor
inmóvil, el origen, no es la compañía antropomórfica sino la intelectual. Los teólogos
avanzados rechazan la idea antropomórfica. La idea de dios no coincide con lo
humano. San Agustín dibuja a un dios padre con barbitas, que te miraba, entendía
tus insuficiencias, tus debilidades. El dios de Spinoza es el de Aristóteles y
el de Einstein; el fundamento frente a la nada. No el dios antropomórfico de santo
tomas, de verdad y belleza. Ese dios con rostro humano parece que le estás
viendo, te habla en el infortunio, perdona tus pecados. “El dios monoteísta que
echas por la puerta, se te cuela por la ventana” El dios de Kant es un parche
que pone en su sistema, Dios es el noúmeno, todo lo que no podemos conocer, lo
que escapa al fenómeno científico o físico es el noúmeno metafísico. En Kant
sirve ese Dios moral para el imperativo categórico. En la razón pura Kant
investiga todo lo que no puede conocer y Dios es lo incognoscible. La razón práctica
plantea un mundo ético; el mundo del bien. El cuerpo de esa divinidad te
ordena; haz el bien, evita el mal. El cristianismo te llama a poner la otra
mejilla, ayudar al semejante, no dejarle tirado si le puedes ayudar. Según el intelectualismo
moral socrático se hace el mal por desconocimiento, pero también hay gente que
aun conociendo el bien obran mal. Un catedrático de ética puede ser la persona
menos ética del mundo y no olvidemos que el que mató a Jon Lennon había estado
leyendo el guardián entre el centeno. El conocimiento o la cultura no te hace
mejor persona. La ignorancia es la base para hacer el mal. Una persona no
ignorante nunca hará el mal para Platón, es la debilidad del otro la que hace
el mal.
Los
torturadores eran las mejores personas en el nazismo. Si el nacionalismo se cura viajando y leyendo, los
libros nos hacen libres y menos abertxales. Pero lo cierto es que la literatura
no nos hace más buenos, según quisiera el intelectualismo moral socrático. Hay
que leer a Borges y no la catedral mar o el sado maso de sombras de gray Aníbal
lecter es un caníbal antropófago, el intelectual a veces se convierte en un monstruo del intelecto. Alguien al que le conmueve Ana Frank mataría a
los judíos Los libros no nos hacen mejores personas, pero pueden cambiarnos a más
humanos. Un profesor de ética puede ser una persona sin moral. Se impone la estética sobre la ética, Bill
Gates es una de las personas que más ha leído y ha inventado un ordenador que hace a muchas personas dejar de leer.
Dios es el origen del mundo, el logos
conocimiento para Spinoza. Un dios antropomorfizado sirve en la práctica para
las cuestiones morales. La razón practica estaba respondida en el cristianismo
comunitario. En la época de la transición los que dirigían el cotarro eran los
cristianos marxistas, los curas obreros porque aunaban en ambivalencia el
idealismo y misticismo cristiano con el materialismo dialectico histórico
marxista. Los marxistas hablaban de una estructura, una infraestructura y una
superestructura que sería la ideología, la creencia, el mundo de las ideas, el
inconsciente colectivo. El sistema se legitimaba intelectualmente por esa super
estructura ideológica que lo respaldaba. Para Spinoza Dios es la ecuación
perfecta. Pero en el día practico hay que tomar partido, amar al enemigo o
aniquilarlo (si el otro es el infierno de los otros.)
La vida de Sartre y Simone era una
vida monstruosa, el otro era objeto, no era sujeto como el cristianismo dice, sino
un objeto de usar y tirar en aquellas relaciones de amor libre donde no era
libre del todo pues eran ellos los que mandaban sobre sus amantes. El
existencialismo es individualista. Aparece el otro no desde el amor sino como
una carga, no hay necesidad de parrilla, el infierno son los otros. El cristianismo
predicaba el amor (no la iglesia como comunidad-religión sino el mensaje
evangélico) El cristianismo estaba muy cerca del comunismo; solidaridad,
fraternidad, empatía con el otro, amor, ayudar, socorro mutuo… Jesús era el
primer comunista. El existencialismo corría el peligro de convertirse en
nihilismo. El nihilista niega todo, como en Nietzsche o Heidegger mientras que
el existencialismo propone existir más que vivir, la existencia antes que la
esencia (primero la vida concreta de San Agustín y luego la teoría filosófica
que existe) El existencialismo es un humanismo donde el hombre toma el papel de
Dios y en vez del bien o el mal moral (algo subjetivo, ambiguo) se guía por el
principio moral del placer o dolor, del eros y thanatos en Freud. No es que Nietzsche estuviera por encima del
bien o del mal, sino que propone una vida anterior, anterior al árbol de la
ciencia del bien y el mal. Y esto es la vuelta al Zaratustra, que no es un
salvaje igual que la anarquía no es la ley de la selva sino la ley de la
solidaridad y ayuda. En nuestro interior llevamos el egoísmo natural pero
también el deseo de amar al otro. En el fondo Nietzsche propone en ese
Zaratustra al buen salvaje de Rousseau.
él no mata a Dios, sino que denuncia su muerte. No está a favor ni en
contra sino que denota la muerte de Dios y es el hombre el que lo sustituye. En
el fondo era un romántico que vuelve a priorizar el sujeto sobre el objeto. Sartre
no es un ser amoroso, es individualmente egoísta en este sentido. Si el otro es
un infierno toda comunicación es imposible y la relación con el otro es de
odio, y quisiera en el fondo destruirlo. El cristianismo es comunitario y
amoroso. La santa inquisición no es ni cristiana, es la aniquilación del otro
por la herejía, al que pone en tela de juicio la verdad verdadera, queman a las
brujas, a las mujeres, a los de otras religiones, a los judíos, a los locos.
Sartre era sexual, pero no amoroso. Era un monstruo del intelecto,
intelectualizó todo para dar sentido a la existencia. Había en él posos de una amargura
destructiva. El nihilismo es autodestructivo. Pero el existencialismo prioriza
la vida humana sobre la esencia divina. Nietzsche trató de tocar el mismo la
sinfonía de su vida, como si fuera una partitura de su amigo Wagner. Acaba loco
y llora cuando ve un caballo que sufre y muere dos dias después. Llora
amargamente porque siente que ese ser esta sufriendo y no puede hacer nada. Nietzsche
propone una nueva ambivalencia; entre lo apolíneo y dionisiaco. La filosofía
para Nietzsche nace del resentimiento de unos seres que no estaban a gusto con
su cuerpo. Platón renegaba de su naturaleza corpórea y por eso tilda de
concupiscible e irascible todo lo que nace del cuerpo; el placer, el deseo, los
instintos, lo animal, incluso los sentimientos (no olvidemos que expulsa a los
poetas de la Republica) Lo animal hay que esconderlo. El mundo de las ideas
prevalece sobre el de la materia, el de las cosas, que no dejan de ser sombras
de la Caverna. Hay necesidades y deseos intelectuales más sublimes que los
primarios, los bajos instintos. Todo esto Nietzsche lo revindica. Lo dionisiaco
es ese cuerpo que duele, ese cuerpo que despierta a la sexualidad, esos
sentimientos que el romántico no quiere reprimir, sino que sublima en poesía.
Lo dionisiaco es lo panteísta, lo placentero, lo hedonista y epicúreo. Todo lo
que Platón y después la escolástica censurarían, criticarían, velarían y
ocultarían. Lo apolíneo es sin embargo el mundo de las ideas, el mundo
intelectual… el pensamiento no tiene vida, no tiene cuerpo, está tan muerto
como la estatua de Apolo, dios de la belleza y las artes. Al final de su vida
Nietzsche soluciona esta dialéctica entre lo apolíneo y dionisiaco con la
síntesis de lo prometeico o lo hermético. Prometeo está a medio camino entre
los dioses (apolíneo) y los hombres (lo dionisiaco) Prometeo roba a los ricos
para dárselo a los pobres. Roba a los dioses el fuego para dárselo a los
mortales (paga un precio por ello; que un águila le devore las entrañas) Hermes
es también un semidios, un héroe, que con sus zapatillas con halas hace de
mensajero de los dioses para traer mensajes a los mortales. Hermes es el dios
de los periodistas. Frente al Dios y al Hombre Nietzsche propone el héroe o el
semi dios, un punto intermedio entre creerse uno un dios o ser un problema
mortal condenado al eterno retorno y al Fatuo, Destino determinado.
En soportar esta ambivalencia
(cuerpo-mente, idea-materia, sujeto-objeto) tiene que estar la sabiduría.
Ningún absoluto debe prevalecer, sino la unión de contradicciones. Mas
absolutismo que el monoteísmo nada ha habido. El panteísmo es una mezcla de
ateísmo y teísmo (deísmo diría Kant) Unamuno decía que el panteísta es un ateo
disfrazado de dios. No es ya el teísmo monoteísta. Nietzsche no mata a dios, lo
ha matado la sociedad, él se lo encuentra muerto y se convierte en dios de sí
mismo. El destino soy yo. Nadie le dice lo que debe hacer pues ha descubierto
lo que es la verdad. En esos escritos parece un señor soberbio, con orgullo;
“lo que no me mata me hace más fuerte”, “después de mí la humanidad entrará en
la nueva aurora”, “¿por qué soy tan grande”. En el fondo era un gran tímido que
iba a un colegio de curas, que iba para seminarista, pero acabó odiando a la
iglesia en cuanto resentida, censuradora del cuerpo y la materia. No tuvo relaciones
con mujeres, solo con prostitutas. La filosofía de un autor se explica
estudiando su sicología determinada. Nietzsche está abierto a muchas interpretaciones;
la fascista nazi, la Sico marxista de la escuela de Frankfurt, la comunista, la
individualista…. Puedes entender la realidad con los significados que quieras.
Cuando a un filósofo le obliga a otro a ser como quiere el primero de filósofos
empieza esa rueda de resentimientos, de imposiciones. La filosofía es abierta, es
interpretativa. A partir de Nietzsche para el que el sistema filosófico de
Platón tiene la misma validez que un poema de Hölderlin. Todo es creación
humana, invención, incluida la civilización. En Nietzsche todo es un caos, un
maremágnum, una naturaleza en lucha. Todo es un caos que después se ordena.
Igual que la iglesia inventa un dios, el poeta inventa un poema. Pero todo
parte de la existencia, de la Vida personal.
Cuando nos regalan un libro no
nos cuentan la letra pequeña del contrato: esto te va a apartar del mundo, te convertirá
en el empollón de la clase, o el raro. El bets seller quizá te aparte del
mundo, te evada a otro mundo, pero la buena literatura no te aparta, sino que
te reconcilia con la vida. Te enseña a vivir, vives dos vidas (la real y la
ficticia) Aprendes del autor y sus personajes son modelos para tu vida. Es como
un ensayo de otra vida dentro de esta. Hay otros mundos, pero están en este.
Aunque te evada a un mundo de fantasía te está criticando este mundo que no le
gusta al autor, en el que se siente en malestar (psicológica) El escritor
parece un ser en su mundo, en su torre de marfil. El mundo en lo cotidiano es
rustico, inmanente, baladí y superfluo, superficial. Empiezas a entender y dar sentido
a través del conocimiento y para eso tienes que apartarte, ir al silencio, a la
interpretación. Eso implica alejarse de mayoría, decir no a lo que la mayoría
dice si, no por egocentrismo, sino por un deber moral, por un malestar interior
psicológico. En interioridad quieres abarcar ámbitos que no encuentras en la convivencia
de cotidiano, te apartas porque si no te devora ese mundo. Te alejas en tu
exilio, comprendes la realidad, te queda con el enigma la mayoría de las veces.
Eres un bicho raro, cuando profundizas en algo distinto a lo que te rodea. Son
gente rara todos los filósofos, hablan de si mismos, están en su mundo. La
mayoría de los filósofos han acabado mal; Nietzsche en un manicomio, Foucault
muerto de sida, Kant que muere virgen y sin salir de su pueblo, Sócrates con la
cicuta…La mayoría no se plantea eso, sino la rutina de las masas. Un psicópata puede
provocar una catástrofe poniendo una bomba en un supermercado tras leer la
rebelión de las masas de ortega. ¿qué pensaría Ortega de nuestra época en la
que las masas ya no son masas sino pura hecatombe? Carlos se plantea el origen de
por qué uno se hace filosofo. No se plantea ahora si sus resultados son
positivos, sino el comienzo, el porqué. El comienzo del conocimiento es la
curiosidad por él, el deseo de conocimiento, el eros, la filia, una necesidad
de vida. Parece que ha salido del laberinto, ha entendido que es el ente y el
ser, frente a la nada que ya es, pero en cuanto tiene esa certeza siguen las
preguntas, las interrogaciones, y se adentra en nuevos laberintos. No hay
salida, es un laberinto o callejón sin salida, pero lo importante es estar en
el laberinto, no llegar a la meta. El libro donde esta mi queso tampoco propone
como salir del laberinto del capitalismo sino como correr más rápido en esa
rueda en la que gira el ratón productivo y competitivo. No hay salida en el
capitalismo, el libro propone correr más rápido para llegar a un queso que
nunca nos sacia ni satisface, siempre querremos más queso. Siempre desearemos
más cosas. La pirámide de Maslow dice que una vez satisfechas las necesidades
primarias vienen las sublimadas; el conocimiento, el amor, la auto realización
laboral.. pero el deseo es infinito y quizá lo sabio sea renunciar al deseo
para evitar la frustración (como en el tao y budismo). Porque el deseo se hace
necesidad y de la necesidad somos esclavos, decía Schopenhauer. No es más rico
el que más tiene sino el que menos necesita. Quizá el truco no esté en correr
más rápido en busca del queso sino en correr más lento, ser un ratón
desobediente o incluso negarse a correr. No podrá nunca escapar el ratón de la
jaula o la rueda o la polea, pero se habrá revelado al que le pone una
zanahoria en el palo para que corra tras ella. No se puede salir de la jaula,
solo correr menos.
El filósofo ha solucionado algo a
nivel personal, he desentrañado el nudo, pero siempre surgen más nudos. El que
no tiene ese sentimiento piensa; “me insultas con la estupidez de lo que estas
intentado descubrir, ¿qué me importa a mí?” Lo que le importa es el consumo, el
programa de televisión con el que se levanta. El filósofo es un raro y el
hombre masa es normalito, enfermo de normalitis. El hombre masa va a la profesión
del corpus. Va al aberri eguna. Está sindicado. Algunos necesitamos alejarnos
de la vida para entenderla y luego vivirla. Necesitamos el silencio, buscar,
investigar, y eso te hace ser una persona al margen, marginado, cara a los
demás.
El libro Dónde está mi queso es
una aberración del peor conductismo. El conductismo nos quisiera tan simples
como ratones, animales inconscientes guiados por la conducta y no por el pensamiento.
Pero el ser humano es un ser complejo. Cambia primero el pensamiento y
cambiarás la conducta. ¿de qué me sirve levantarme todos los días a la misma
hora si mi pensamiento me está diciendo “no eres feliz con ese trabajo”? EL ser
humano no solo necesita ser premiado y castigado como un perro de Paulov
obediente, no solo necesita refuerzos positivos y estímulos y motivación,
también necesita ser considerado persona humana, Hombre, y no un ratón al que
contentar momentáneamente con un queso como necesidad superflua que nos crean y
que quizá ni necesitemos. El lenguaje nos da libertad a cada hombre para decidir,
elegir y quizá equivocarnos. La Libertad es una condena, decía Sartre, pues a
todo momento hemos de decidir, elegir y a veces nos da rabia haber tomado
decisiones equivocadas. El niño o la persona infantilizada culpa a los demás.
Pero el hombre maduro se hace responsable de sus propios actos. Muerto Dios,
como denotó Nietzsche, el hombre clama al cielo nuevas cadenas. Dios no existe,
pero Voltaire necesita inventarlo. El hombre tema la libertad, titulaba Fromm
su ensayo. Ya no tenemos un Dios o unos padres de los que quejarnos y a los que
culpar. Estamos condenados a ser libres. Claro que el ser humano prefiere no
ser libre, porque quizá la libertad este reñida con la felicidad. La mayoría de
los seres humanos prefieren ser ratones en la polea mandados por sus jefes. Así
se libran ellos de elegir por sí mismos, que es algo doloroso. El hombre quiere
ser pez en la pecera para que un hombre les tire comida de vez en cuando y
piense por ellos. Delegan en los políticos las decisiones que una democracia
deberíamos tomar todos. Así ya no son ellos los culpables sino los demás, una
actitud infantil. Les cansa pensar. pero los ratones obedientes deben tener en cuenta
que su jefe es otro ratón, que quiere tener más queso con él explotándole. El
queso del jefe es la plusvalía. Y para que no se rebelen los jefes dan más
queso, nos hacen creer que necesitamos más quesos, viajes, coches… que somos
importantes, que la empresa nos necesita, que el capitalismo es el mejor de los
sistemas y que los demás han fracasado (el capitalismo ha fracasado pues solo
se sostiene económicamente en una situación de injusticia y desigualdad social)
La anarquía acaba en ley de la selva y del más fuerte, pero también el
fascismo, también el comunismo (donde se enriquecía la cúpula), también la
democracia… El corporativismo en Latinoamérica es la ley del más fuerte
económicamente. Porque todos nacemos con un egoísmo intrínseco en el ser humano
(la lucha de todos contra todos en Hobbes) pero también con un sentido de amor
por el otro (el buen salvaje de Rousseau)
La filosofía ha sido hasta la
ilustración una nota a pie de pagina del sistema idealista de Platón y el
materialista de Aristóteles. En la edad medía siguen separados (San Agustín y
Santo Tomas) El renacimiento es un neoplatonismo y el barroco un neo aristotelismo.
En la ilustración se vuelve al idealismo platónico, pero ya Hegel quería
conciliar ambas tesis; idealismo, materialismo. Marx su discípulo mezclará
ambas filosofías en el materialismo dialectico (estructura y súper estructura) El
primer marxismo piensa que la materia se expresa en sí misma, que basta con
analizar los hechos históricos. (los ensayos de Althusser, Manuel Cruz,
Fernando Buey..) pero después se da cuenta de la súper estructura, de los arquetipos
del inconsciente colectivo, de la ideología o creencia que no es material pero
afecta a la materia. Quizá por eso en la transición había gente como Txomín
Barullo o se incidía en las fiestas de Bilbao y la Marijaia porque esto
afectaba al obrero en su súper estructura mental. El romanticismo será el tránsito
entre una filosofía idealista ilustrada a una materialista como el realismo. Es
ahí donde nace la ambivalencia, sin poder priorizar un mundo sobre otro. Platón
daba mas importancia al mundo del intelecto que al del cuerpo, al de las ideas
frente a las cosas, pero hoy en día se integran ambas tesis sin existir solución
o conclusión. Ha triunfado la tolerancia
por todo, el relativismo, la mezcla, lo heterogéneo (el yo está fragmentado, no
es algo homogéneo, decía Freud)…. Nunca como ahora se han desarrollado tanto
los derechos sociales, al menos en el primer mundo. Antes era impensable que la
mujer se revindicara como vaginal en vez de virginal o los 60 mil pensionistas
que fueron a manifestarse. (la huelga feminista y la de pensionistas de este
mes en Bilbao) Hemos conseguido cotas sociales antes inimaginables.
El realismo incidió más en lo
material que en la super estructura. Zola Balzac y demás reflejaban los movimientos
sociales, pero desde lo material (las huelgas, los días históricos, las fechas)
o los muebles, las mansiones de la burguesía, pero incidían poco en lo ideológico
de estos obreros o en la psicología de estos burgueses. Discutimos sobre el
nacionalismo vasco que él tanto ha estudiado. Carlos habla del sindicato ELA stb
que se ha independizado del PNV. Del PNV se escindió eusko alkartasuna (partido
de social democracia) con Garaikoetxea y hoy en día están integrados en la coalición
Bildu con Sortu EA, Aralar y dirigidos por Otegi. Patxi Zabaleta es el
dirigente de Aralar.
A un nivel más general diríamos que
la prehistoria priorizaba el Objeto sobre el Sujeto, la era clásica el Sujeto
sobre el Objeto, la era bárbara y medieval el Objeto sobre el Sujeto, el
renacimiento el Sujeto, el barroco el Objeto, la ilustración y el romanticismo el
Sujeto, el realismo el Objeto y en los movimientos sociales del siglo XX de
nuevo el sujeto. También filosofamos sobre una teoría. La derecha, lo fascista,
trata de homogeneizar frente a la izquierda que trata de fragmentar, dividir. Separar.
Los imperios de Julio Cesar, Carlomagno, Napoleón, Bismark, Hitler, los reyes católicos
(unificación de España, reconquista) o la Globalización trataron de unificar,
homogeneizar mientras que en la republica se dividieron en cantones, Italia se
dividió en el resurgimiento italiano, la des colonización, la independencia de Cataluña…
La filosofía desde los filósofos
de la sospecha reconoce que no va a haber conclusión o síntesis en la
dialéctica entre una tesis y su antítesis, entre el idealismo y el
materialismo. La conclusión es la parte de verdad que defiendes en esa diatriba.
La ambivalencia es el sumatorio final de esas dos posturas. La dialéctica entre
un liberal y un libertario no tiene conclusión, como tampoco la tiene el debate
sobre la existencia de Dios. La conclusión pasa por el cansancio de la
discusión. El debate acaba cuando ambos interlocutores se cansan y ambos se van
con las mismas posturas que han defendido inicialmente. Quizá algún argumento
del contrario les ha hecho cuestionarse un poco su opinión, pero en líneas
generales no se llega a más resultado final que el sumatorio de contradicciones
(o mejor; de antagonismos) Cada uno se queda con la postura que defiende, igual
que el lector de periódicos lee al de su cuerda. Los jesuitas tienen fama de
que defienden las dos cosas con ambivalencia; espiritualismo y materialismo. Al
marxista leninista solo le interesa la materia. El aristotélico cree en el
mundo de las cosas, pero en el mundo de ideas de Platón estaba el motor inmóvil
(dios) que lo había creado todo. Había una lavadora antes del centrifugado. Los
filósofos de la sospecha son los grandes asesinos de la filosofía. A partir de
ellos la filosofía empieza a ser cuestionada; su utilidad, su sentido después
de algo tremendo como las guerras mundiales. Nietzsche convierte la filosofía
en poesía, Marx en política y Freud en psicología. A partir de ellos se
plantean qué sentido tiene la filosofía, para qué sirve, cómo seguir
filosofando después de Abstrich. Quizá la respuesta esté en que no hay
respuesta, que nunca la ha habido, pero debemos seguir preguntándonos cosas.
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