El acorazado Potemkin
es una película rodada en 1925 por el cineasta Eisenstein. Gana más en blanco
negro, aunque ahora lo han coloreado los fotogramas. La escena final es toda
una odisea en el espacio. La película es de gran realismo documental, Aparecen
planos cortos y generales de las calles y edificios. Es una película, que como
el jazz, se basa en la rapidez y el dinamismo de los fotogramas. Tiene una
estética futurista y el espectador acaba mareado de ver tantas fábricas, coches
y trenes en los años 20. Es una ciudad
llena de rascacielos (rascaleches) donde prima la velocidad en sus tranvías y paisajes
y postes de teléfono. Vemos la oscuridad de un túnel o ruedas montaje. Todo en
blanco negro jugando con las luces y sombras y los distintos planos. Esta
rodado de forma cubista donde el sujeto es nimio comparado con su realidad.
Aparecen las luces del portal y las farolas y el metro en Nueva York
Hay un cruce de
miradas estresadas aburridas en el metro. Suena el Day break express, jazz. Las masas salen por la calle, hay conciertos.
La película muestra el destino, el ritmo, los planos y velocidades y
sensaciones como flases fugaces. Ausencia de centro
El baile de imágenes
del cine son las palabras de la literatura, la narrativa y prosa. Hay imágenes
del cine que se nos han quedado grabadas como el motín de los barcos sublevados
en el cine soviético del 25, basado en este hecho que ocurrió en 1917 con el
acorazado Potemkin durante la revolución rusa. Los ciudadanos suben la
explanada y el ejercito zarista intenta reprimirlos. Suben por las escalinatas
y nos muestra planos generales y parciales. Refleja la diferencia de clases Un
niño sin piernas, o una madre con su cochecito. Es una película muda, pero
tiene mucha fuerza el silencio, luego aparecen las detenciones de la policía, y
gente bajando las escaleras. Las películas mudas se definen por lo que falta,
por el vacío, por el espacio negativo que diría Oteiza, como en las películas
de Charlot
En los estudios
Griffit en el cine alemán importaba mucho la gesticulación de los personajes.
Hitler ensayaba sus discursos ante el espejo con posturas histriónicas. En la
película no se ven rostros humanos. Necesitamos monstruos, ponerle cara al
horror, buscar culpables, pero la cara de los soldados se ve desfigurada,
deshumanizada. El movimiento lo da el contrasto entre el plano general y el
plano detalle. Se pisan las manos, hay una brutal violencia sin rostro, las lágrimas
nos conmueven, el coche va cayendo al pasar los planos de generales a uno corto
en que hay un viejo llorando. La película está llena de Melo dramatismo.
Aparece el aburrimiento y el miedo, las personas bajando las escaleras, escena de
masas, la manifestación de la policía que dispara solo al personaje al que siguen.
Esta película fue una de las perseguidas por Mc Carthy en su caza de brujas y
de rojos. También la película perdición de Billy Wilder. Era demasiado fuerte
para la época. A veces se adaptaban novelas al cine, obras ajenas donde lo
literario se convierte en un dialogo con la cámara.
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