Gottfried
Benn fue médico y poeta. Era un poeta raro y controvertido. Vivió en la mitad
del siglo XX. Murió en el 56. Se celebran 40 años de su muerte ahora. Fue un
poeta europeo de renombre y para la cultura alemana. José Fernández de la Sota
lo incluye en su libro tiempo muerto, escritores un poco
raros. Incluye un capítulo sobre él. Escribió poesía ensayos sobre lirica y
relatos. Hay muy poco conocimiento de este personaje y su obra. Nace en Prusia
el 2 de mayo del 86 y muere el 7 de julio del 56 en Berlín. Era hijo de un
pastor protestante Gustav y de Carolina, una francesa suiza. Así que recibió
una cultura protestante alemana. La biblia es un referente en su obra. A los 16
años aprueba el bachillerato y es obligado por su padre a estudiar teología y
filosofía. Estudio luego en Berlín en la facultad de medicina. Le gusta el
cosmopolitismo universitario. Entra a formar parte del cuerpo médico del
ejercito alemán. Fue medico militar en la primera guerra mundial. Estuvo en
Bruselas y vivió en Berlín. Pasó su niñez en el campo. Eso aparece en algunos
poemas e imágenes. Es un autor del expresionismo sobre todo en su última etapa,
en los 50, de madurez pausada. Resuelve la melancolía como un objeto reflexivo
y artístico. En 1912 publica los poemas de la morgue, poemas en los que critica
los valores burgueses y describe cuerpos de muertos, cuerpos cancerosos y
tripas e intestinos que es lo que veía cada día al ir a curar heridos y
moribundos. Era una bofetada al buen gusto burgués para los críticos. El
memento mori es lo que define al ser humano para él.
En el 17
publica el libro carne. Investiga en sus notas en las posibilidades temáticas y
asociativas. Con sus versos, de gran atracción, crea un material no poético por
la fealdad o escabroso que sin embargo aparece en sus versos con gran belleza.
Son versos armoniosos, bellos en si mismos a pesar del tema tratado. Usa la
rima que se pierde en las traducciones en las que se sustituye por el ritmo. Es
poesía rimada. Se presenta receloso al mundo burgués. En la atmosfera del
expresionismo publica tres libros más; hojas, poesía en 1913 y la novela carne
en el 17. Son novelas cortas sobre cerebros y órganos mutilados. Aparece un tal Rodne que es el alter ego del autor. A
esta época se le considera su ciclo de Bruselas, del 15 al 17 donde elabora
esta novela, hasta el fin de la guerra mundial
Es heredero de Nietzsche. Alterna la escritura
lirica con artículos reflexivos o filosóficos, ensayos de literatura como el poder
y la escritura. También entabla relación con los escritores con su tiempo. El ejército
fue una forma de emigración. Además, era médico. El 24 de abril del 33 el hijo
de Thomas Mann Klaus Mann en su ensayo el nuevo estado y los intelectuales le
reprocha su adhesión al régimen nazi. Muchos escritores se apartan de el y van
al exilio. En 1932 es nombrado director de la academia de Bellas Artes. En
febrero del 33 es sucesor de Heinrich Mann. En mayo del 34 es nombrado
vicepresidente de la unión de escritores alemanes. El 31 de junio del 34 es la
noche de los cuchillos largos y eso para él es una revelación y se hace anti
nazi. El 27 del 8 del 34 le dice a una amiga; “que grande era esto al comienzo
y que porquería se ha vuelto”. Los nazis atacan el arte degenerado, así llaman
a todo lo que no esta de su cuerda. El en el 35 es médico del ejército. Era
para él una forma aristocrática de emigrar cuando los escritores salen físicamente
de su país. En el 36 en los ataques del ejercito se le protege al poeta, aunque
prohíben su actividad poética. Es alejado de la vida común. Se le destierra a
la soledad, aislado del mundo. En el 30 ya había firmado un ensayo problemático
de poética; “no hay más que el poeta y sus imágenes”.
El fin de la guerra no disminuye su
pesimismo. Pierde tres hermanos en la primera guerra mundial y a su esposa y
familiares en la segunda. Es condenado al atroz olvido. Sobrevive a las dos
guerras. Estudia a su generación, en el circulo vanguardista antes de los
nazis. En agosto del 43 desobedece la orden de no publicar y saca 22 poesías
con la temática de las anteriores. En un monologo el poeta se enfrenta a los
nazis. En el 48 publica poesías estáticas de gran dureza sobre Alemania. La
idea estática es más existencial que estilística. Quiere retirarse a medida de
la forma. Duda con la idea de evolución. El pesimismo se convierte en una
resignación que asume. Escribe para el cajón. “El arte ha de sentirse como
contenido, son estatuas hechas de palabras”. Como un orfebre que esmalta sus
joyas, él crea un yo lirico. En el 52 publica ensayos de lírica. Detrás del
poema esta el poeta con su carácter, disposición interior. En el fondo no hay
objeto para la poesía mas que el poeta propio. Es un realismo crudo,
desencantado a pesar de sus inicios surrealistas. Señalaba el vacío existencial
ontológico del hombre moderno. La prensa y los lectores lo reciben con
entusiasmo. Es reconocido como una voz nueva y moderna y original, el renovador
de la poesía alemana. En el 51 da en Habsburgo una conferencia sobre su ensayo
los problemas de la lírica. Es saludado como representante de la literatura de modernidad
alemana. Es la rencarnación de la modernidad en un país que sufre el milagro
económico, el critica el consumo y su nueva estética. Aboga por un nihilismo
con que el hombre soporta su vejez, la situación del artista en la sociedad es
problemática cuando crece el pesimismo.
Es un poeta tardío de obra tardía. En los 5 últimos
años de vida crea el 60% de su obra. En el 49 publica marea embriagada,
destilaciones en el 51 y fragmentos en el 53. En el 55 apleslude. Cierra su producción
poética con la culminación de su obra lírica, en la que denuncia la marginación
en que había vivido. Expresa ideas reflexiones liricas sobre lo transitorio de
la vida y la forma en que vence la transitoriedad del caos, la vejez, el
destino del arte. También cultiva su producción en prosa, alterna escritos y
ensayos autobiográficos y obras solo artísticas. Recibe el reconocimiento
publico y oficial en estos últimos 5 años. Nunca lo buscó pues se expresa al
margen de todo y contra todos. El 6 de junio del 56 cae enfermo. “Cuando llegue
la hora no habrá miedo, pues no caeremos, sino que ascenderemos”. En julio del
56 fallece en Berlín, ciudad que tanto amó.
La morgue y
otros poemas son de su etapa existencialista. Son poemas de poesías estáticas, un
año de comisión que recogió en un poemario, traducido por Arturo parada. Las traducciones
prescinden de la rima que usa el idioma original. Es duro oír su poesía, pero,
aunque escabrosa, es sobrecogedora. En 1912 publica la novia. El medico escribe
sobre el memento mori. Del poemario marea embriagada es el poema puente del 44.
Nos da imágenes grandiosas por su talento, pero duras de escuchar, aunque con
mucha belleza. En esta fase expresionista el medico escribe con un pesimismo
que no le abandona. Tiene influencia de Nietzsche en esa vuelta al tema
religioso en que intentaba ser muy realista. Desde el 34 tiene dificultades con
el régimen nazi hasta el 50 los aliados no le permiten escribir y escribe su
gran obra para el cajón. Desde el 34 al 50 pasa 16 años inhabilitado en la
escritura. Ser medico militar le protege del exilio. El nazismo estaba por
encima de todo y tuvo suerte y se salvó. Ejercía de médico, no publicando nada,
no dando conferencias. se salvó gracias a su oficio. Escribía para el cajón.
Hay pelis duras, pero bien hechas del nazismo. A los poetas de esta época no
los conocemos nadie, aunque conocemos a los novelistas como Gunter Grass o Tomas
Mann. Paul Celan fue otro poeta del nazismo que se suicidó porque mataron a sus
padres judíos. Escribía en la lengua en que habían matado a su familia. Hay un vacío
en España de poetas alemanes que nos son desconocidos. Todos fueron mu
afectados por esta época de entreguerras. Este poeta ha sido un gran
descubrimiento. En aquella Alemania intentó sobrevivir en estas diferentes
etapas. El nazismo influyó en las ideas, pensamiento y filosofía. Fue un gran cambio
social. Los alemanes empapelaron a muchas personas. En la traducción alemana al
castellano el sentido es lo principal aunque se pierda la rima, se da el ritmo,
que es otra forma de musicalidad como la rima. Ahora que escribimos en versos
libres lo escuchamos aun así con agrado.
Perdida la
guerra mundial, Hitler quería quitarle de en medio. Sabia demasiado. Había
sufrido demasiado. Vivió una vida trágica y de soledad. Escribe el primer libro
la morgue y le hacen el vacío cuando se queda en Alemania. Vivía de sus
consultas médicas y no tenia nada que ver con asuntos políticos. No recibió
premios ni subvenciones ni ayudas editoriales. Vivió de la medicina para poder dedicarse
a la literatura. Es imprescindible saber la vida de cada poeta para entender su
poesía. Fue médico en el ejército y veía cadáveres por todos lados. El
expresionismo es un movimiento filosófico si profundizas debajo de las imágenes
poéticas.
Las criticas
eran negativas, era marginado. La escritura de la Morgue chocó con todo. Era un
vanguardista marginado. En la época del cajón no podía publicar. A partir del
50 empieza a ser reconocido, admirado. Los últimos 5 años. Siguió siendo medico
y en el ejercito le protegían del tema político. Estuvo en la sociedad de autores
del régimen. A partir del 34 la prohíben publicar. Todos escribimos para el
cajón, el estuvo así 15v años. Escribe, lo guarda y punto, pero quería vivir de
ello. El muestra la realidad de los cuerpos
muertos allí. El tenía que inspeccionar. Se le adjetivó como vanguardista,
nadie había hablado de la muerte de forma tan física. Saca poesía de los
cerebros y piernas muertas o cancerosas.
Hombre y mujer atraviesan el pabellón de los cancerosos
El hombre:
aquí en esta fila hay regazos derruidos,
y en esta otra hay pechos derruidos.
Apesta de cama en cama. Las enfermeras cambian de turno cada hora.
Ven, no te hagas problema, levanta la frazada.
Observa este montón de grasa y los humores podridos,
alguna vez fue un hombre importante
y también se llamó patria y borrachera.
Ven, observa esta cicatriz en el pecho.
¿Sientes el rosario de cuentas blandas?
Palpa tranquilo. La carne es suave y no siente nada.
Éste sangra como si fuesen treinta cuerpos.
Nadie tiene tanta sangre.
A esta otra alcanzaron a extirparle
un niño de su vientre canceroso.
Se les permite dormir. Día y noche. - A los nuevos
se les dice: aquí uno se mejora durmiendo. - Sólo los domingos
se los deja un poco más despiertos para que reciban a sus visitas.
Cada vez consumen menos alimentos. Las espaldas
están llenas de escaras. Ya ves las moscas. De vez en cuando
una enfermera los asea. Como se asean las bancas.
Aquí ya crece la hierba en torno a cada cama.
La carne baja al nivel de la tierra. Las brasas se extinguen.
Los humores están prontos a escurrir. La tierra llama.
Requiem
Dos, en cada mesa. Hombres y mujeres
entrelazados. Cercanos, desnudos , sin sufrimiento.
El cráneo abierto. El pecho partido en dos. Cuerpos que así
paren por última vez.
Cada una de las tres palanganas, repletas: de cerebro a testículos.
Y el templo de Dios y el establo del demonio
ahora pecho contra pecho en el fondo de un balde
se mofan del Gólgota y el pecado original.
Los otros, en ataúdes. Todos recién nacidos:
piernas de hombre, pechos de niño y cabello de hembra.
Vi, a dos amancebados de antaño
yacer allí, como si estuviesen recién paridos.
Llorar y morir, contigo sentido de amor y perdidicon para dias antiguos, no puedes guardar, lo tieens cerca, lo que no esta hecho de mar y flores es tormento, barrer las ultimas hojas, ribeterar sin setido, lagrima y ceniza para dioses ajenos.
Metropolitano (poema más lirico)
Aguaceros suaves. Flor temprana. Llega
del bosque un aire a pieles cálidas.
Se alza el enjambre púrpura.
Asciende la gran sangre.
Ella, desconocida, viene a través de toda esa primavera.
El pie, la media, ahí, sí, pero concluye y se cierra
lejos, inalcanzable. Sollozo sobre el umbral.
Florecer tibio. Humedades ajenas.
¡Oh, cómo derrocha su boca el aire tibio¡
Tú, cerebro de rosas, sangre de mares, media luz en las alturas,
tú, bancal terrenal, cómo fluye fresco de tus
caderas el hálito que te envuelve al caminar.
Oscuridad: ahora vive bajo su vestido:
sólo animal blanco. Despreocupado; mudo aroma.
Un pobre perro cerebral. Sobrecargado con Dios.
¡Estoy tan harto de esta frente mía! Oh, si un andamio
de espádices la desprendiera suavemente
y se hinchara y retemblara y goteara con ella.
Tan desprendido. Tan cansado. Quiero caminar.
Anémicos los caminos. Canciones en los jardines.
Sombras, diluvio. Dicha lejana. ir muriendo
hacia el profundo azul liberador del mar.
1913
Despedida
Me colmas como la sangre en la herida fresca
derramándote en su oscura huella,
te extiendes como la noche en esa hora
en que el prado se tiñe de sombras,
floreces como rosas en todos los jardines,
tú, soledad de pérdida y vejez,
que sobrevives al morir los sueños,
después de tanto dolor y demasiado saber.
Ajeno desde joven a la ilusión de la realidad
negándose a un mundo fácilmente otorgado,
cansado del engaño de los detalles
porque ninguno acompaña al Yo profundo;
ahora, desde el fondo mismo, inconmovible,
ningún vocablo o signo te revela
-a quién le ocurrirá, será mejor que olvide
y no toque más las horas idas.
Un último día: un fuego postrero, un vasto espacio,
un agua te conduce a un lejano fin,
un alta luz que baña a los vetustos árboles
creando entre las sombras su contrario,
un día sin frutos y sin espigas
y sin preguntar por la cosecha:
él juega su Juego, siente su luz
y sin memoria la humilla. Todo se ha consumado.
Me colmas como la sangre en la herida fresca
derramándote en su oscura huella,
te extiendes como la noche en esa hora
en que el prado se tiñe de sombras,
floreces como rosas en todos los jardines,
tú, soledad de pérdida y vejez,
que sobrevives al morir los sueños,
después de tanto dolor y demasiado saber.
Ajeno desde joven a la ilusión de la realidad
negándose a un mundo fácilmente otorgado,
cansado del engaño de los detalles
porque ninguno acompaña al Yo profundo;
ahora, desde el fondo mismo, inconmovible,
ningún vocablo o signo te revela
-a quién le ocurrirá, será mejor que olvide
y no toque más las horas idas.
Un último día: un fuego postrero, un vasto espacio,
un agua te conduce a un lejano fin,
un alta luz que baña a los vetustos árboles
creando entre las sombras su contrario,
un día sin frutos y sin espigas
y sin preguntar por la cosecha:
él juega su Juego, siente su luz
y sin memoria la humilla. Todo se ha consumado.
Postludio
(juego detrás)
Tienes que sumergirte, que aprender,
unas veces es dicha, otras oprobio (vergüenza),
no te rindas, no debes alejarte
cuando a la hora se le fue la luz.
Aguantar, aguardar, estando hundido,
desbordado unas veces, otras mudo,
es una ley extraña, no hay centellas,
no estás solo, mira a tu alrededor:
La tierra quiere dar sus fresas
en abril, aunque tenga pocas flores,
mantiene sus pepitas,
callada, hasta que lleguen buenos años.
De dónde se alimentan las semillas
nadie lo sabe ni si alguna vez
va a echar flores la copa -
aguantar, aguardar, no reservarse,
oscurecer, envejecer, postludio.
unas veces es dicha, otras oprobio (vergüenza),
no te rindas, no debes alejarte
cuando a la hora se le fue la luz.
Aguantar, aguardar, estando hundido,
desbordado unas veces, otras mudo,
es una ley extraña, no hay centellas,
no estás solo, mira a tu alrededor:
La tierra quiere dar sus fresas
en abril, aunque tenga pocas flores,
mantiene sus pepitas,
callada, hasta que lleguen buenos años.
De dónde se alimentan las semillas
nadie lo sabe ni si alguna vez
va a echar flores la copa -
aguantar, aguardar, no reservarse,
oscurecer, envejecer, postludio.
Última primavera
Toma en lo
hondo de ti la campanita china
y cuando llegue la lila, mezcla ésta también
con tu sangre, tu dicha y tu miseria,
con el oscuro fondo del que dependes.
Lentos días. Todo superado.
Y no preguntas si principio o fin,
luego tal vez te llevarán las horas
todavía hasta junio, con sus rosas.
y cuando llegue la lila, mezcla ésta también
con tu sangre, tu dicha y tu miseria,
con el oscuro fondo del que dependes.
Lentos días. Todo superado.
Y no preguntas si principio o fin,
luego tal vez te llevarán las horas
todavía hasta junio, con sus rosas.
Venid
Venid y conversemos,
quien habla no está muerto,
mas se agitan ya llamas
junto a nuestra penuria.
Venid, "azul" digamos;
venid, digamos "rojo",
oímos, escuchamos, miramos,
quien habla no está muerto.
Tú solo en tu desierto,
en el espanto de tu Gobi -
te vuelves solitario, sin un busto,
sin nadie a quien hablar y sin mujeres,
y cerca del rompiente
tú conoces la barca,
débil y vacilante; -
venid, moved los labios,
quien habla no está muerto.
quien habla no está muerto,
mas se agitan ya llamas
junto a nuestra penuria.
Venid, "azul" digamos;
venid, digamos "rojo",
oímos, escuchamos, miramos,
quien habla no está muerto.
Tú solo en tu desierto,
en el espanto de tu Gobi -
te vuelves solitario, sin un busto,
sin nadie a quien hablar y sin mujeres,
y cerca del rompiente
tú conoces la barca,
débil y vacilante; -
venid, moved los labios,
quien habla no está muerto.
Olímpico
Sepárate ahora
de la fila
de las mujeres que llenan de flores el país entero,
sales, llevas la consagración
de los llamados a lo alto al fuego del amor.
Sepárate de la estirpe y de los tiempos,
de ancestros, pueblos, mezcla y extinción,
ahora eres tú la figura -serenidades,
expectativa, reclamo llevas tú, pero, ¿a quién
esperas para tu escalofrío?,
¿quién te bebe así y quién te reconoció
en tu eternidad de placer y tristeza? -
¿esperas al dios -? Espérame.
de las mujeres que llenan de flores el país entero,
sales, llevas la consagración
de los llamados a lo alto al fuego del amor.
Sepárate de la estirpe y de los tiempos,
de ancestros, pueblos, mezcla y extinción,
ahora eres tú la figura -serenidades,
expectativa, reclamo llevas tú, pero, ¿a quién
esperas para tu escalofrío?,
¿quién te bebe así y quién te reconoció
en tu eternidad de placer y tristeza? -
¿esperas al dios -? Espérame.
Palabras
Solo: tú y las
palabras,
y solo de verdad,
clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.
Tú les miras el alma,
su primer rostro buscas
años y años - mátate,
no vas a encontrar nada.
Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogar
donde moran los hombres,
y de labios rosados,
cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.
Mas tus años se ajan
de un modo diferente,
hasta los sueños: silabas -
mas tú, callado, te vas yendo.
y solo de verdad,
clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.
Tú les miras el alma,
su primer rostro buscas
años y años - mátate,
no vas a encontrar nada.
Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogar
donde moran los hombres,
y de labios rosados,
cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.
Mas tus años se ajan
de un modo diferente,
hasta los sueños: silabas -
mas tú, callado, te vas yendo.
Poema
¿Qué significan estas compulsiones,
palabra, imagen, cálculo -a medias?,
¿qué hay en ti?, ¿de dónde estos impulsos
de un callado sentir entristecido?
Confluye en ti desde la nada todo,
viene de cosas sueltas, de un potpourri;
coges allí cenizas, allí llamas,
las esparces, apagas y proteges.
Sabes bien que no puedes abarcarlo,
rodéalo, el verde seto
en torno a aquello y esto; relajado,
pero también proscrito en el recelo.
Estás en juego día y noche,
también te esculpes en domingo
y en la juntura incrustas tú la plata,
la dejas luego, es ella: es el ser.
palabra, imagen, cálculo -a medias?,
¿qué hay en ti?, ¿de dónde estos impulsos
de un callado sentir entristecido?
Confluye en ti desde la nada todo,
viene de cosas sueltas, de un potpourri;
coges allí cenizas, allí llamas,
las esparces, apagas y proteges.
Sabes bien que no puedes abarcarlo,
rodéalo, el verde seto
en torno a aquello y esto; relajado,
pero también proscrito en el recelo.
Estás en juego día y noche,
también te esculpes en domingo
y en la juntura incrustas tú la plata,
la dejas luego, es ella: es el ser.
Dime dónde
Si tuvieras anhelos
todavía
(dime cuándo, dime dónde),
si aún con besos te encadenas
(amour -bel oiseau),
si con rumor de alas todavía
sobre los Andes planeas
cambiándote en dos mares
sin saber a quién vives,
si hablan aún las penas,
lágrimas por bel oiseau
te derriban y destruyen -
dime cuándo -dime ¿dónde? -
(dime cuándo, dime dónde),
si aún con besos te encadenas
(amour -bel oiseau),
si con rumor de alas todavía
sobre los Andes planeas
cambiándote en dos mares
sin saber a quién vives,
si hablan aún las penas,
lágrimas por bel oiseau
te derriban y destruyen -
dime cuándo -dime ¿dónde? -
Dos sueños
Dos sueños. El
primero preguntaba:
¿cómo es tu rostro ahora?:
¿qué son tus labios?, decía,
¿o aquello a lo que osaste sollozando
a una luz de crepúsculo?
Más claro te veía el otro:
una rosa o un trébol,
tiernos, dulces -un maravilloso
antiquísimo conservador de mundos
de las formas de concha de la mar.
¿Va a llegar aún otro?
Estaría lleno de tristeza:
un sueño de la concha
que ha empezado a brillar,
la concha tomada de las aguas
y llevada a otro mar.
¿cómo es tu rostro ahora?:
¿qué son tus labios?, decía,
¿o aquello a lo que osaste sollozando
a una luz de crepúsculo?
Más claro te veía el otro:
una rosa o un trébol,
tiernos, dulces -un maravilloso
antiquísimo conservador de mundos
de las formas de concha de la mar.
¿Va a llegar aún otro?
Estaría lleno de tristeza:
un sueño de la concha
que ha empezado a brillar,
la concha tomada de las aguas
y llevada a otro mar.
En una noche
En una noche
que nadie conoce,
sustancia de niebla, humedad y lluvia,
en un lugar casi sin nombre,
tan ignoto, pequeño y alejado,
vi la locura de sufrir y amar,
lo transido de afán y de finales,
lo teatral de todos lados,
lo que Dios nunca apoya de las manos
que te acarician cálidas y sucias,
que quieren retenerte, mas no saben
cómo hay que retener al otro,
en qué mallas hay que zurcir que no se rasguen -
ay esta niebla, estos fríos,
esta ruina de todo lo que dura,
de todo enlace y de toda fe,
de todo apoyo y toda intimidad,
ay Dios -¡los dioses! ¡Humedad y espanto!
sustancia de niebla, humedad y lluvia,
en un lugar casi sin nombre,
tan ignoto, pequeño y alejado,
vi la locura de sufrir y amar,
lo transido de afán y de finales,
lo teatral de todos lados,
lo que Dios nunca apoya de las manos
que te acarician cálidas y sucias,
que quieren retenerte, mas no saben
cómo hay que retener al otro,
en qué mallas hay que zurcir que no se rasguen -
ay esta niebla, estos fríos,
esta ruina de todo lo que dura,
de todo enlace y de toda fe,
de todo apoyo y toda intimidad,
ay Dios -¡los dioses! ¡Humedad y espanto!
Es que son humanos
"Tener las
ideas confusas y no saber escribir
no es surrealismo".
Es que son humanos, se piensa
cuando el camarero choca con una mesa,
una mesa invisible,
una mesa de clientes habituales, o algo parecido, en un rincón,
es que son gente sensible, sibaritas,
que seguro tienen también sus sentimientos y sus penas.
Tan solo no estás
en tu confusión, inquietud, en tus temblores,
también aquí habrá duda, vacilación, inseguridad,
si bien en la conclusión de los negocios,
lo humano universal,
en formas de economía,
¡también allí!
Infinita es la pena de los corazones
y general,
pero, ¿han amado alguna vez
(fuera de la cama)
ardiendo, consumidos, sedientos de desierto,
después de un zumo de melocotón
que viene de una boca lejana,
sucumbiendo, ahogándose
en la incompatibilidad de las almas ? -
no se sabe, tampoco
se puede preguntar al camarero
que junto a la caja registradora
teclea la nueva cerveza,
ansioso de tickets,
para apagar una sed de otro tipo,
pero que viene de muy hondo.
no es surrealismo".
Es que son humanos, se piensa
cuando el camarero choca con una mesa,
una mesa invisible,
una mesa de clientes habituales, o algo parecido, en un rincón,
es que son gente sensible, sibaritas,
que seguro tienen también sus sentimientos y sus penas.
Tan solo no estás
en tu confusión, inquietud, en tus temblores,
también aquí habrá duda, vacilación, inseguridad,
si bien en la conclusión de los negocios,
lo humano universal,
en formas de economía,
¡también allí!
Infinita es la pena de los corazones
y general,
pero, ¿han amado alguna vez
(fuera de la cama)
ardiendo, consumidos, sedientos de desierto,
después de un zumo de melocotón
que viene de una boca lejana,
sucumbiendo, ahogándose
en la incompatibilidad de las almas ? -
no se sabe, tampoco
se puede preguntar al camarero
que junto a la caja registradora
teclea la nueva cerveza,
ansioso de tickets,
para apagar una sed de otro tipo,
pero que viene de muy hondo.
Hogar
Cuando resistes
la noche solo
algo bebido pero no borracho
a través de nieve y polvaredas y chispas
viniendo de Dios sabe dónde
andas por el camino que va a casa
por el camino-del-adónde,
la gente está tumbada y mira fijamente
en el vacío, pero naturalmente podrían llenarse
de reminiscencias, discursos, apostillas
con los que el tiempo se abre como presente,
pero detrás de él, y delante, está el abuelo
como también los nietos, alternando y compartidos:
¿piensas que en ti había otra cosa,
con mirada e imagen, que la antigua locura?
algo bebido pero no borracho
a través de nieve y polvaredas y chispas
viniendo de Dios sabe dónde
andas por el camino que va a casa
por el camino-del-adónde,
la gente está tumbada y mira fijamente
en el vacío, pero naturalmente podrían llenarse
de reminiscencias, discursos, apostillas
con los que el tiempo se abre como presente,
pero detrás de él, y delante, está el abuelo
como también los nietos, alternando y compartidos:
¿piensas que en ti había otra cosa,
con mirada e imagen, que la antigua locura?
Melancolía
Cuando leemos
sobre mariposas,
sobre cañaverales, sobre abejas
y que un bello verano se mece sobre esto,
preguntamos si existen estas dichas,
si no existe un engaño detrás de ello,
y también si el laúd del que ellos hablan,
con trinos, con aromas, vestidos vaporosos,
en donde fingen que se encuentran,
es algo cuestionable a otros oídos,
un potpourri engañoso, artificial -
la agonía del alma no se engaña.
Qué es el hombre -quizás duerme de noche,
pero está ya cansado de afeitarse,
antes aún de que el cartero llegue
y antes de que le llamen por teléfono,
está su ser vacío ya y sin brasa;
una acción superior y general,
de la que se oye hablar, que a veces se presiente,
fracasa en muchas zonas corporales,
son fuerzas malogradas
en trágicos empeños:
no es verdad que el espíritu lo alcance,
son tan sólo esporádicos destellos.
No es explicable ni remotamente,
como si el creador fuera alguien sin alma
que no pregunta nunca por la gente,
por sus quejas, su cáncer o su piel,
él los tejió de muy distintas cosas,
que usa también para otros astros;
él nos dio medios para enardecernos
-lábil, estable, lábil- sueños, baños,
una sola tableta te levanta,
ilumina lo oscuro, el frío enciende.
De tu región has de sacarlo todo,
pues regresas sin nada del viaje;
si te abandonas, vienen piruetas
y vas perdiendo todo la que tienes.
De entre las flores tienes que escoger
las que en el seto crecen y el sembrado
ya tu cuarto llevarlas y contar
los sones de la vida, sus acordes:
las terceras mayores y menores -
todo la frío hiela el corazón.
Así la flor -luego a lo pasado
te vuelves o al futuro, como viene;
pasas de la neblina a lo nublado,
de un quizás a un error sin tacha,
ir y venir: fuentes secadas,
resplandece Noé, toca el Arca la tierra
y el Nilo es el río de los ríos,
y la morena mano besa Antonio:
los Rurik, los Anjou, Rasputín, Judas,
pero tu propio hoy no está ahí dentro.
sobre cañaverales, sobre abejas
y que un bello verano se mece sobre esto,
preguntamos si existen estas dichas,
si no existe un engaño detrás de ello,
y también si el laúd del que ellos hablan,
con trinos, con aromas, vestidos vaporosos,
en donde fingen que se encuentran,
es algo cuestionable a otros oídos,
un potpourri engañoso, artificial -
la agonía del alma no se engaña.
Qué es el hombre -quizás duerme de noche,
pero está ya cansado de afeitarse,
antes aún de que el cartero llegue
y antes de que le llamen por teléfono,
está su ser vacío ya y sin brasa;
una acción superior y general,
de la que se oye hablar, que a veces se presiente,
fracasa en muchas zonas corporales,
son fuerzas malogradas
en trágicos empeños:
no es verdad que el espíritu lo alcance,
son tan sólo esporádicos destellos.
No es explicable ni remotamente,
como si el creador fuera alguien sin alma
que no pregunta nunca por la gente,
por sus quejas, su cáncer o su piel,
él los tejió de muy distintas cosas,
que usa también para otros astros;
él nos dio medios para enardecernos
-lábil, estable, lábil- sueños, baños,
una sola tableta te levanta,
ilumina lo oscuro, el frío enciende.
De tu región has de sacarlo todo,
pues regresas sin nada del viaje;
si te abandonas, vienen piruetas
y vas perdiendo todo la que tienes.
De entre las flores tienes que escoger
las que en el seto crecen y el sembrado
ya tu cuarto llevarlas y contar
los sones de la vida, sus acordes:
las terceras mayores y menores -
todo la frío hiela el corazón.
Así la flor -luego a lo pasado
te vuelves o al futuro, como viene;
pasas de la neblina a lo nublado,
de un quizás a un error sin tacha,
ir y venir: fuentes secadas,
resplandece Noé, toca el Arca la tierra
y el Nilo es el río de los ríos,
y la morena mano besa Antonio:
los Rurik, los Anjou, Rasputín, Judas,
pero tu propio hoy no está ahí dentro.
La ostra, con su perla, está
cerrada,
conoce sólo el mar, está callada;
en tierra y aire: verdugos, coronados -
un herma todavía en la alameda;
tan sólo calla Eón,
con la perla en la mano,
donde no hay nada y todo apunta a algo,
Eón está soñando, Eón es un muchacho,
juega consigo mismo en una tabla:
un herma todavía -que lo dejen,
también lleva al poema: melancolía.
conoce sólo el mar, está callada;
en tierra y aire: verdugos, coronados -
un herma todavía en la alameda;
tan sólo calla Eón,
con la perla en la mano,
donde no hay nada y todo apunta a algo,
Eón está soñando, Eón es un muchacho,
juega consigo mismo en una tabla:
un herma todavía -que lo dejen,
también lleva al poema: melancolía.
Sintaxis
Todos poseen el
cielo, el amor y la tumba,
no queremos ocuparnos de eso,
ya se ha discutido y estudiado bastante en nuestra civilización.
Pero lo que es nuevo es la cuestión acerca de la sintaxis
y esto es urgente:
¿por qué expresamos algo?
¿Por qué rimamos, o dibujamos una muchacha
del natural o de un espejo
o garabateamos en un trozo de papel
innumerables plantas, copas de árboles, murallas,
estas últimas como gruesas larvas con cabeza de tortuga
arrastrándose aterradoramente diminutas
en un orden determinado?
¡Cuestión aplastante y sin respuesta!
No es a causa de los honorarios:
muchos son los que mueren de hambre por ello. No,
es un impulso de la mano,
gobernada desde lejos, un estrato del cerebro,
quizá un brujo que llega con retraso, o un totem
un priapismo formal a costa del contenido,
ya pasará,
pero hoy día la sintaxis es lo principal.
"Los pocos que de ello han comprobado algo" -(Goethe).
¿De qué?
Pienso: de la sintaxis.
no queremos ocuparnos de eso,
ya se ha discutido y estudiado bastante en nuestra civilización.
Pero lo que es nuevo es la cuestión acerca de la sintaxis
y esto es urgente:
¿por qué expresamos algo?
¿Por qué rimamos, o dibujamos una muchacha
del natural o de un espejo
o garabateamos en un trozo de papel
innumerables plantas, copas de árboles, murallas,
estas últimas como gruesas larvas con cabeza de tortuga
arrastrándose aterradoramente diminutas
en un orden determinado?
¡Cuestión aplastante y sin respuesta!
No es a causa de los honorarios:
muchos son los que mueren de hambre por ello. No,
es un impulso de la mano,
gobernada desde lejos, un estrato del cerebro,
quizá un brujo que llega con retraso, o un totem
un priapismo formal a costa del contenido,
ya pasará,
pero hoy día la sintaxis es lo principal.
"Los pocos que de ello han comprobado algo" -(Goethe).
¿De qué?
Pienso: de la sintaxis.
Versión de Jenaro Talens
Sólo dos cosas
A través de mil formas transido
-nosotros, tú, yo- sólo sé
que en todas hemos sentido
la eterna cuestión: -¿Para qué?
Pregunta pueril que no oíste,
pues sólo tarde supiste
que dado te fue padecer
-o razón, o locura, o mito-
tu estigma fatal: el deber.
Del árbol, la nieve y el mar
nacer y morir es el sino;
dos cosas habrán de quedar:
la nada y mi propio destino.
-nosotros, tú, yo- sólo sé
que en todas hemos sentido
la eterna cuestión: -¿Para qué?
Pregunta pueril que no oíste,
pues sólo tarde supiste
que dado te fue padecer
-o razón, o locura, o mito-
tu estigma fatal: el deber.
Del árbol, la nieve y el mar
nacer y morir es el sino;
dos cosas habrán de quedar:
la nada y mi propio destino.
CIRCULACIÓN
La
solitaria muela de una puta
una
muerta sin nombre
llevaba
una corona de oro.
Las
demás se habían desprendido
como
por un secreto acuerdo.
Ésta
la extrajo el sepulturero para sí.
Porque,
decía,
sólo
la tierra debe volver a la tierra.
Hermosa Juventud
La boca de una muchacha que hace mucho descansaba en el cañaveral
lucía muy mordisqueada.
Al abrirle el pecho, se observó cuan poroso estaba el esófago.
Y para terminar, en un entramado bajo el diafragma
se encontró un nido de jóvenes ratas.
Una tierna hermanita yacía muerta.
Las otras, se nutrían de hígado y riñón,
sorbían sangre helada y gozaban allí,
de una hermosa juventud.
Mas su muerte, ágil y bella, también las sorprendió:
todas juntas fueron lanzadas al agua.
¡Ay, cómo aullaban esos pequeños hocicos!
La boca de una muchacha que hace mucho descansaba en el cañaveral
lucía muy mordisqueada.
Al abrirle el pecho, se observó cuan poroso estaba el esófago.
Y para terminar, en un entramado bajo el diafragma
se encontró un nido de jóvenes ratas.
Una tierna hermanita yacía muerta.
Las otras, se nutrían de hígado y riñón,
sorbían sangre helada y gozaban allí,
de una hermosa juventud.
Mas su muerte, ágil y bella, también las sorprendió:
todas juntas fueron lanzadas al agua.
¡Ay, cómo aullaban esos pequeños hocicos!
Pequeño Aster
Un ebrio repartidor de cerveza fue puesto sobre la mesa.
Alguien había colocado entre sus dientes
un aster claro-oscuro y violáceo.
Cuando, con un corte subcutáneo
extirpé desde su pecho
con un cuchillo de filo largo
la lengua y el paladar
debo haber rozado la flor, pues ésta se deslizó
hacia el cerebro que yacía junto a él.
Lo instalé entre virutas
en la cavidad del tórax
mientras lo cosíamos.
¡Bebe hasta el hartazgo en tu florero!
¡Descansa en paz
pequeño áster!
Un ebrio repartidor de cerveza fue puesto sobre la mesa.
Alguien había colocado entre sus dientes
un aster claro-oscuro y violáceo.
Cuando, con un corte subcutáneo
extirpé desde su pecho
con un cuchillo de filo largo
la lengua y el paladar
debo haber rozado la flor, pues ésta se deslizó
hacia el cerebro que yacía junto a él.
Lo instalé entre virutas
en la cavidad del tórax
mientras lo cosíamos.
¡Bebe hasta el hartazgo en tu florero!
¡Descansa en paz
pequeño áster!
La novia del negro
Entonces yacía sobre cojines oscuros de sangre
la nuca rubia de una mujer blanca.
El sol se enardecía sobre su cabellera
y lento, lamía sus muslos blanquecinos
y se arrodillaba ante sus pechos oscuros
aún no desfigurados por vicios y partos.
Un negro junto a ella: ojos y frente destrozados
por el batir de cascos de un caballo. Dos dedos
de su mugroso pie izquierdo, tocaban
el interior de su pequeña oreja blanca.
Sin embargo, yacía adormecida cual novia:
en ese espacio feliz que abre un primer amor
y como ante el inicio de las muchas ascensiones
de la sangre joven y tibia.
Hasta que le fue
clavado un cuchillo en su blanco cuello
y echaron sobre sus caderas
una bata púrpura empapada en sangre muerta.
Entonces yacía sobre cojines oscuros de sangre
la nuca rubia de una mujer blanca.
El sol se enardecía sobre su cabellera
y lento, lamía sus muslos blanquecinos
y se arrodillaba ante sus pechos oscuros
aún no desfigurados por vicios y partos.
Un negro junto a ella: ojos y frente destrozados
por el batir de cascos de un caballo. Dos dedos
de su mugroso pie izquierdo, tocaban
el interior de su pequeña oreja blanca.
Sin embargo, yacía adormecida cual novia:
en ese espacio feliz que abre un primer amor
y como ante el inicio de las muchas ascensiones
de la sangre joven y tibia.
Hasta que le fue
clavado un cuchillo en su blanco cuello
y echaron sobre sus caderas
una bata púrpura empapada en sangre muerta.
Sala de Parturientas
Las mujeres más pobres de Berlín
-putas, prisioneras, parias
trece niñas en una habitación y media-
se retuercen aquí y gimen.
En ningún otro lugar se grita tanto.
En ningún otro lugar el dolor y el sufrimiento
es algo tan ignorado como aquí
porque aquí, hay siempre algo que grita.
“¡Puje, mujer! ¿Acaso no entiende?
No está aquí para divertirse.
No alargue el asunto porque sí.
¡Con los pujos, también saldrán las porquerías!
No se encuentra aquí de vacaciones.
No sale solo. ¡Tiene que ayudar!”
Al fin aparece: azulado y pequeño.
Ungido en orina y excrementos.
Desde once lechos de lágrimas y sangre
lo saluda un gimoteo cual salva.
Sólo en dos ojos estalla un coro de júbilos
y se eleva al cielo.
A través de este pequeño pedazo de carne
desfilará la vida toda: miseria y felicidad.
Y cuando muera entre suplicios y estertores
otras doce yacerán en esta habitación.
Las mujeres más pobres de Berlín
-putas, prisioneras, parias
trece niñas en una habitación y media-
se retuercen aquí y gimen.
En ningún otro lugar se grita tanto.
En ningún otro lugar el dolor y el sufrimiento
es algo tan ignorado como aquí
porque aquí, hay siempre algo que grita.
“¡Puje, mujer! ¿Acaso no entiende?
No está aquí para divertirse.
No alargue el asunto porque sí.
¡Con los pujos, también saldrán las porquerías!
No se encuentra aquí de vacaciones.
No sale solo. ¡Tiene que ayudar!”
Al fin aparece: azulado y pequeño.
Ungido en orina y excrementos.
Desde once lechos de lágrimas y sangre
lo saluda un gimoteo cual salva.
Sólo en dos ojos estalla un coro de júbilos
y se eleva al cielo.
A través de este pequeño pedazo de carne
desfilará la vida toda: miseria y felicidad.
Y cuando muera entre suplicios y estertores
otras doce yacerán en esta habitación.
Apendicitis
Todo está pulcro y preparado para el corte.
Los cuchillos humean. El vientre está pintado.
Bajo la blanca sábana, algo se queja.
“Sr. Profesor, todo listo.”
Primera incisión. Como rebanar un pan.
“¡Pinzas!” Algo rojo salpica.
Más profundo. Músculos: húmedos, brillantes, frescos.
¿Hay un ramo de rosas sobre la mesa?
¿Es pus, lo que salpica?
¿Tiene heridas el intestino?
“Doctor, cuando se para frente a la luz,
ni el Diablo puede mirar el peritoneo.”
“Anestesia, así no puedo operar,
el hombre se irá de viaje con su estómago.”
Silencio, humedad sofocante. En el vacío
brilla una tijera sobre el suelo.
Y la enfermera con aires angelicales
hace entrega de algodones esterilizados.
“¡No encuentro nada en medio de esta inmundicia!”
“La sangre se ennegrece. ¡Sáquenme la mascarilla!”
“Ay –Diosito santo - amigo”,
“¡al menos sujete bien esos talones!”
“Todo adherido.” “Al fin: ¡lo tengo!”
“Un electro-bisturí, enfermera!” Sisea.
Esta vez tuviste suerte, hijo mío.
La cosa estaba a punto de perforarse.
“¿Ves esa pequeña mancha verde?-
Tres horas más y el estómago hubiese estado lleno de porquería.”
Estómago suturado. Piel suturada. “¡Vendaje! Señores.”
“Que tengan un buen día, señores.”
________________________La sala queda vacía.
Furiosa la Muerte castañetea y rechinan sus mejillas
mientras furtiva se escabulle hacia el pabellón de los cancerosos.
Todo está pulcro y preparado para el corte.
Los cuchillos humean. El vientre está pintado.
Bajo la blanca sábana, algo se queja.
“Sr. Profesor, todo listo.”
Primera incisión. Como rebanar un pan.
“¡Pinzas!” Algo rojo salpica.
Más profundo. Músculos: húmedos, brillantes, frescos.
¿Hay un ramo de rosas sobre la mesa?
¿Es pus, lo que salpica?
¿Tiene heridas el intestino?
“Doctor, cuando se para frente a la luz,
ni el Diablo puede mirar el peritoneo.”
“Anestesia, así no puedo operar,
el hombre se irá de viaje con su estómago.”
Silencio, humedad sofocante. En el vacío
brilla una tijera sobre el suelo.
Y la enfermera con aires angelicales
hace entrega de algodones esterilizados.
“¡No encuentro nada en medio de esta inmundicia!”
“La sangre se ennegrece. ¡Sáquenme la mascarilla!”
“Ay –Diosito santo - amigo”,
“¡al menos sujete bien esos talones!”
“Todo adherido.” “Al fin: ¡lo tengo!”
“Un electro-bisturí, enfermera!” Sisea.
Esta vez tuviste suerte, hijo mío.
La cosa estaba a punto de perforarse.
“¿Ves esa pequeña mancha verde?-
Tres horas más y el estómago hubiese estado lleno de porquería.”
Estómago suturado. Piel suturada. “¡Vendaje! Señores.”
“Que tengan un buen día, señores.”
________________________La sala queda vacía.
Furiosa la Muerte castañetea y rechinan sus mejillas
mientras furtiva se escabulle hacia el pabellón de los cancerosos.
Café nocturno
824: Las mujeres aman y viven.
El cello apura un trago. La flauta
eructa profundo en tres tiempos: la hermosa cena.
El tambor termina de leer una novela policial.
Dientes verdes, espinillas en el rostro
una inflamación en el párpado que indica algo.
Grasa en el cabello
habla con la boca abierta y sus amígdalas hinchadas
fe, amor, esperanza colgados de su cuello.
Bocio juvenil le conviene a tabique nasal.
El compra tres cervezas para ella.
Sicosis compra claveles
y así ablanda a doble papada.
Bemol: la Sonata 35.
Un par de ojos aúlla:
¡No salpiquen sangre de Chopin en este recinto,
los parroquianos la pisotearán!
¡Basta! ¡ah, Gigi!
La puerta fluye torrencial: una mujer.
Desierto resquebrajado. Marrón canaanita.
Casta. Llena de cuevas. La acompaña un aroma. Apenas un aroma.
Es sólo una dulce burbuja del aire
que azota mis sentidos.
Una gorda camina con pasitos cortos tras ella.
824: Las mujeres aman y viven.
El cello apura un trago. La flauta
eructa profundo en tres tiempos: la hermosa cena.
El tambor termina de leer una novela policial.
Dientes verdes, espinillas en el rostro
una inflamación en el párpado que indica algo.
Grasa en el cabello
habla con la boca abierta y sus amígdalas hinchadas
fe, amor, esperanza colgados de su cuello.
Bocio juvenil le conviene a tabique nasal.
El compra tres cervezas para ella.
Sicosis compra claveles
y así ablanda a doble papada.
Bemol: la Sonata 35.
Un par de ojos aúlla:
¡No salpiquen sangre de Chopin en este recinto,
los parroquianos la pisotearán!
¡Basta! ¡ah, Gigi!
La puerta fluye torrencial: una mujer.
Desierto resquebrajado. Marrón canaanita.
Casta. Llena de cuevas. La acompaña un aroma. Apenas un aroma.
Es sólo una dulce burbuja del aire
que azota mis sentidos.
Una gorda camina con pasitos cortos tras ella.
Hasta que te olvidas de ti mismo,
así actúan los poderes;
en el laberinto de los túneles
tú te has transformado.
Un sentimiento cambiante,
escaso arder de antorchas,
palpas y las paredes
son frías y extrañas.
Paseo más solitario que nunca,
los últimos, los auténticos
tras los años, los compañeros,
tú los dejaste;
¿Por quién? ¿por cuál poder?
No ves la orilla
y sólo el dolor es tuyo,
el que el poder aviva,
y lo que quiere decir
lo sientes acaso tras los años
y antes de experimentarlo,
el compañero está en silencio.
TODAS LAS TUMBAS
Todas las tumbas, las lomas
sobre montes y en lagos,
las que cavé y de cuyas trincheras
he visto la tierra abierta,
las que llevaba y sigo llevando
como algas y conchas en el pelo,
a las que pregunté y sigo preguntando,
cómo era el mar en el fondo.
Todas las tumbas, las lomas
en las que fui y soy,
alguna vez sobre ellas
roza ahora un ala blanca
que no puede levantar las coronas
ni despertar el brillo de las rosas,
las que yo tiré,
pero que sí anuncia algo en transformación.
UNA PALABRA
Una palabra, una frase: ascienden en claves
vida reconocida y sentido repentino;
el sol está, las esferas callan
y todo se agolpa hacia ella.
Una palabra-, un brillo, un vuelo, un fuego,
un arrojar de llamas, una raya de estrellas-,
y otra vez oscuro, tremendo,
en espacio vacío en torno al mundo y yo.
IN MEMORIAM ALTITUD 317
En las montañas donde
pernoctan desconocidos
no sobre ataúd y paja
víctimas de las batallas-:
¿no sientes en el oído
como fluye la hora?
una araña teje
redes ante el portal.
En las montañas que
cargan un modo de vivir,
que estremece por lo cerca
que estaban las fuentes,
por el fluir de la hora,
¿no lo sientes en el oído?
desde las montañas fluye,
se teje un crespón de ceniza.
Ah, en el monte, al que coronan
fruta y verano,
no se puede ver
todo lo que no llegó a brillar,
¿no sientes en el oído
como fluye la hora?
¿cómo desde el monte en el viento
solloza un coro de sombras
ACASO NO PESA MÁS
Acaso esto no pesa más que la aflicción:
paredes de piedra, de vidrio,
espacios para comer, para sestear –
¿puedes cargar con ello?
¿Acaso no ha terminado todo,
sombras de rocas, de piedra
cierran los portales, las paredes,
te encierran?
¿No piensas entonces en todo el sufrimiento,
en todo poder destructor,
como en un vestido de fiesta,
como en una noche de antorchas?
Tardes, puro exterminio,
donde en los asientos del jardín,
– densificación sin respiro –
tardes-, presentimiento
de cada divorcio de fidelidad,
desde el tú más unido
te acosan y nuevas
aflicciones te crecen;
ser sin calma ni siesta,
necesidad inalzable -:
¿no piensas entonces en la aflicción
como en un enorme mandamiento?
QUIEN ESTÁ SOLO –
Quien está solo, está también en el misterio,
siempre en pie en la marea de imágenes,
en su creación, en su germen,
incluso las sombras llevan su ardor.
Preñado en cada lecho
lleno de pensamientos y reservado,
capaz es de destruir
todo lo humano que se alimenta y aparea.
Sin conmoverse ve como la tierra
se hizo otra cuando a él dio inicio,
ya no muere ni tampoco llega a ser:
forma en silencio la perfección le mira.
TARDE EN EL AÑO
Tarde en el año, hondamente en el silencio
hacia quien entero se pertenece a sí mismo
bajarán las miradas
miradas nuevas, no destruidas.
Nadie cargó con tu suerte,
nadie preguntó si saldría bien -,
ribete de heridas, ribete de rosas -,
miradas amplias, verano tardías.
Te has atado, tú disperso,
oculto y desnudo -,
ribete de rosas, ribete de heridas -,
últimas miradas, auto liberación.
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