Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948) es licenciado en Filosofía y Letras en la
especialidad de Psicología, fundador de las revistas literarias Un ángel más
y El signo del gorrión. Está casado con la también escritora Esperanza
Ortega. Su obra hace su referencia a temas mitológicos, bíblicos, leyendas y
cuentos tradicionales. Sus novelas tratan del amor y el universo femenino. Ha escrito
el lenguaje de las flores sobre la sagrada familia en los evangelios, la novela
de fantasía la princesa manca, la soñadora, las historias de Marta y Fernando,
los amores imprudentes, pequeña Eva, el jardín dorado y ahora presenta su
ultima novela la Ofrenda. Ha escruto también ensayo y narrativo infantil y
juvenil. Ha recibido el premio Delibes, el Nacional de Narrativa (por el
lenguaje de las flores), el nadal (por Marta y Fernando), el nacional de
literatura infantil, el castilla y león de las letras, entre otros muchos. Ha
sido traducido al chino, japonés, francés y muchos más idiomas.
La novela la Ofrenda trata de una joven
enfermera que entra a trabajar en la casa de una anciana. Se empiezan a ver
cosas raras en esa mujer excéntrica que contrata a la mujer. A la vieja le
gusta que la joven se bañe desnuda en una laguna, que tire naranjas al agua. La
novela surge con una película que él vio de niño. Ha tratado de desvelar el misterio de porqué
esa peli que vio siendo un niño (teniendo 9 o 10 años) no ha podido olvidarla
nunca. Le pasaba siempre con todas esas películas de monstruos. Todos los niños
son aficionados a esas películas, en las que hay estas criaturas anómalas
amorfas que vienen del mundo de la noche, de la oscuridad. ¿por qué al niño le
subyugan del modo en que lo hacen? Surgen preguntas en torno a algo,
interrogantes en algo por la razón que sea. Esas preguntas son la materia con
la que se hace la literatura, la filosofía, el cine… Quedan esas preguntas en el
pensamiento como reclamando que dilucides en relación a ese algo. Si eres
escritor sientes que hay una historia que te pide ser contada, que la cuentes,
aunque no sepas aún qué historia es. La película se basa en una historia
conocida, es una variante de la bella y la bestia. La bestia es una criatura
acuática, un ser parecido a un hombre pez. El cuento con la bella que sucede en
ese relato hunde sus raíces en la mitología griega. En el asno de oro de
Apuleyo y la historia de eros y sique. Es el encuentro entre una muchacha Sique
que vive en la oscuridad de una cueva y una criatura que no puede definir quien
es. Eros es el dios griego del deseo, el romano Cupido. Sique quiere saber quién
es esa criatura con la que se encuentra que tanto gozo la proporciona. Le pone
una condición Eros para que esos encuentros se sigan repitiendo; “si quieres
que sigamos encontrando en este lugar nunca debes de tratar de saber quien soy
porque entonces te perderás”. (Es el no mires atrás de la mujer de Lot, el no
te fíes del lobo de Caperucita, no muerdas la manzana Eva, no comas del árbol
del pecado, no abras la caja Pandora…Es la trasgresión a la norma que es la
literatura. Viva la anarquía, decía Baroja)
La historia recuerda la película
el último tango en París, tan famosa en su tiempo, en la transición, cuando
para ver la escena con la mantequilla había que irse a Francia. Son un hombre y
una mujer, que ni siquiera son amantes, que coinciden en un piso. Los dos
tratan de alquilarlo y se quedan solos en el piso, y tiene lugar el encuentro
sexual. Al salir del trance se preguntan si deben encontrarse. Ponen la condición
de volverse a verse en ese piso, pero que todo lo demás (quienes son) se quede
fuera de esos encuentros. No deben saber si está casado, qué profesión tiene.
Lo que sucede entre ellos está pactado y todo lo del otro queda fuera de ese
encuentro. Es una idea hermosa. La novela gira sobre esta idea el amor como una
vida secreta, una doble vida o vida paralela (la ficción es la doble vida de la
realidad). Los amantes necesitan un poco del secreto, de la oscuridad, de la
sombra. Muchas historias hablan de esto, relacionan lo que pasa entre los
amantes con el secreto, con la oscuridad, con un lugar que está un poco fuera
el mundo. Los amantes que hacen eso se encuentran cuando estas juntos en sus
noches de pasión. El escritor se pregunta ¿había una posibilidad de traer eso
al mundo real? Es el gran problema que se le plantea. Todas las canciones de la
lírica popular, que vienen de las canciones galaicoportuguesas, son puestas en la
boca de la mujer. Una muchacha espera la llegada del amante, ¿cuándo vendrá? Esas
cantigas de amigo y de amor hablan de las olas del mar o hablan de esa mujer enamorada
que cuando está con el amante no quiere que llegue el dio, la luz del alba que
marca la hora en que se tienen que separar. Shakespeare también lo refleja en
Romeo y Julieta y aparece también en la celestina. No quieren que llegue el
día. Buscan la oscuridad, la noche. La luz del alba es la luz de la obligación,
de la razón y del conocimiento. Perdemos la identidad en esos momentos de intensidad
extraordinaria. Al enamorarnos perdemos hasta la razón. Si la filosofía busca
la luz ilustrada, la literatura lo que busca es la noche. Si la filosofía trata
de explicar y responder preguntas y misterios (sin conseguirlo), la literatura
busca crear misterios, protegerlos y no desvelarlos. Si Kant es la luz de su
estudio cada mañana donde trabaja, el poeta es la noche que le inspira, bajo
los delirios de la luna.
La novela trata de lo que le pasa a esta muchacha, esta joven enfermera. Está situada en los años 60. Es importante decir que la protagonista es una mujer extraña. Está herida por cosas que ha vivido en su vida. Tiene una madre que nunca la ha querido, se queda embarazada siendo muy joven. Lo ha visto como una carga el bebe, ha llegado cuando no lo quería o no lo necesitaba, pero ha tenido que hacerse cargo de él. (el amor es hacerse cargo del otro, aunque sea un desconocido) Cuando tiene 10 o 12 años le pasa un suceso, cuida a un niño porque sus padres están trabajando y va a buscarle al colegio y se crea vínculo entre los dos. El niño se ahoga en piscina y ella ve esa muerte con culpabilidad. Le asusta la presencia del niño ahogado. (hay que tener cuidado con un niño que se ahoga en una piscina, aunque parezca que ha salido ileso) En ese hospital inicia una relación amorosa con un medico que es un sádico, un maltratador, una persona tóxica. Ella no puede separarse de él, aunque ve claro lo que él es. Está unida de manera morbosa a él. Ella quiere huir. Encuentra un anuncio en que una anciana señora requiere a una enfermera para que la atienda. Lo acepta para escapar de la ciudad y huir de todo esto. El problema es que la vieja anciana no vive alli mismo sino al otro extremo del mundo, en el sur de África, en la isla de Madagascar y san Mauricio, en una isla que Gustavo ha inventado. Va a poner mas distancia a todos sus problemas. Llega a un lugar extraño de esa isla, una casa misteriosa con un jardín selvático lleno de balsas de agua con canales que entran en las mismas habitaciones de las casas. Es un mundo de agua. Esta mujer vieja es una estudiosa de los peces tiene un gran acuario. Es una mujer culta y muy atractiva, pero misteriosa. El mismo lugar es misterioso. La novela es un homenaje también a esas novelas góticas, por ejemplo, jane Eyre, o cumbres borrascosas. Jane Eyre es una joven mujer que llega a una casa para ser institutriz y descubre que hay algo misterioso. Descubre el misterio; la mujer del señor que le ha contratado se ha vuelto loca y él la tiene escondida en un cuarto. Es el cuarto de la loca, una imagen poderosísima; el lugar del secreto, de lo oscuro, de lo que no queremos mostrar y a la vez nos llama, porque lo queremos descubrir por el deseo de conocimiento y la curiosidad. Jane Eyre y Patricia, la protagonista de este libro, se enfrentan al misterio de esa casa.
En la escena que Garzo nos va a
mostrar vamos a ver es el corazón de la película. Una expedición de científicos
ha descubierto en una laguna cercana al Amazonas unos restos fósiles que no
saben a qué criaturas pertenecen. Tienen la idea de que pertenecen a una criatura
que es el eslabón perdido entre los simios y hombres. Un paso intermedio de la
evolución. Se desplazan allí y también va la bellísima mujer. Mientras ellos se
ocupan de sus cosas a ella no se le ocurre otra cosa que lanzarse al agua del
lago, en la que puede haber de todo allí. Ajena a los peligros, se lanza al mar
y allí está el monstruo mirándola. El monstruo nada en la superficie y se la
queda mirando. Ella no entiende de dónde viene ese ser, mientras el ser se
acerca nadando a ella para contemplarla mejor. Esa es la escena que origina su
libro. Cuando empezó a escribir y a sentirse escritor sabía que antes o después
volvería a esa laguna, a ocuparse de lo que había pasado, de lo que le había
pasado a él. Ha terminado el libro y en el libro esta esa explicación.
Claro que la literatura enseña
cosas. Tiene que ver con el misterio, con el secreto. La vida o el amor son un
misterio. Un niño, los animales… son los verdaderos misterios. Es una cosa mística
sagrada que afecta y nos acerca a lo inefable. Las explicaciones de la
literatura no son racionales, no rebelan o descubren los misterios, sino que lo
protegen. Los verdaderos misterios son insondables. Nos cuesta entenderlos y
nos cuesta expresarlos por la carencia que tiene el propio lenguaje. La
literatura nos acerca a lo inefable, a lo que no podemos expresar. Nos
preguntamos dónde no hemos andado, qué no hemos vivido. La vida, el amor, los
niños son cosas misteriosas. Queremos recordar todos los momentos importantes
de nuestra vida. La literatura seria buscar las palabras exactas que
necesitamos para contar las cosas que de verdad importan. Es fácil escribir de
lo que no nos gusta, de lo que no amamos o desechamos, pero es
extraordinariamente difícil hablar de lo que nos gusta. Tiene que ver con la
capacidad de entender pues nunca lo entendemos del todo ni nos sentimos
satisfechos con el conocimiento que vamos adquiriendo. Faltan palabras para
comunicarnos, la comunicación humana es casi imposible, siempre hay
malentendidos.
Ese mundo inefable al que nos
acerca la literatura tiene que ver con el mundo de los sueños, con el mundo de
lo no humano. Somos seres humanos pero una parte de nosotros no es una humana.
Esa es la sombra, la oscuridad, la noche. La sexualidad nos conecta con la
muerte (al orgasmo en Francia se le llama la pequeña muerte) En ese rito
contactamos con todos los que nacieron y han muerto. Al soñar parece que
morimos, morimos cada día para despertar al día siguiente. El recuerdo contacta
también con la oscuridad, con la muerte, con los que ya no están. Y todas esas
partes de nuestra vida (el recuerdo de la muerte, la sexualidad, el sueño) nos vinculan
con lo no humano, con lo animal que tenemos. Con esa noche de caos que es el
origen del mundo. El cuerpo humano ha sido durante siglos algo velado,
escondido, secreto. Era lo prohibido, lo concupiscente, lo irascible. Hay algo
secreto y trascendente en la sexualidad que nos contacta con la divinidad.
Ahora Gustavo Martin Garzo nos pone el fragmento en que en se encuentra la bañista
con su traje blanco y el monstruo.
Cuando veías de niño estas
películas de terror te identificabas con el monstruo. Hay muchos tipos de
monstruos. El malvado absoluto no es el que te atraía. Te atraía el conde Drácula
donde había solo maldad, no se paraba ante nada, se alimentaba de las chicas, era
un ser hambriento que se incorpora como un ogro que solo necesita comer, satisfacer
su apetito ajeno al daño que pueda causar a la persona. (el deseo es esa hambre
o ese apetito del otro, mientras que el amor se va digiriendo y a veces
empacha, te duele el estómago) King Kong en un momento se queda completamente
trastornado al encontrase con esa muchacha que los indígenas le ponen como
anzuelo. Se la lleva a la cueva y ella se plantea de dónde ha salido ese ser.
Luego se han hecho muchas pelis de King Kong, y nos vuelve a recordar la película
de Guillermo del toro. King Kong la quita los vestidos como pétalos de flor. King
Kong se trasforma en un ser que pasa de ser gran dominador de la isla a ser
alguien desamparado, que no sabe qué hacer en relación a esa criatura que tiene
entre sus manos. No quiere hacerla daño, que desaparezca completamente. Esa la
transición del mundo del deseo a lo amoroso. El deseo es como un movimiento muy
narcisista en cierta forma que tiene que ver con alguien que desea, con el apetito.
Al principio solo piensa en satisfacer ese apetito al margen de lo que piense
el ser que le satisface. El amor surge del deseo, no hay amor sin deseo, pero
introduce un nuevo elemento; lo que prima es el cuidado de lo que se ama.
Renunciar a satisfacer ese apetito por no dañar al ser que quieres. A todas las
muchachas se las ha comido, pero a esta no. Sabe que no puede dañarla porque a
partir de ese momento el amante es incapaz de concebir un universo donde lo
amado esté ausente. Es incapaz de entender un mundo en que ese ser no esté. Es
la diferencia entre el mundo del deseo y el del amor. Es lo que se produce en
esa película. A este tipo de películas Garzo las define como las películas de
los monstruos afligidos, desamparados, que andan buscando algo que no tienen. El
monstruo de Frankenstein es una persona herida que no encuentra su lugar en el
mundo o alguien que le acepte. Y de repente la niña se para a hablar con él. Y
en otras versiones tiene una compañera en el amor. Es lo que aparece en esta
película también. La muchacha no acaba de entenderle y pataleta y se asusta. La
bestia, el Gargantúa, el ogro, el asesino del Perfume, Jack el destripador,
Barba Azul Tarzán son mitos y arquetipos arraigados en el subconsciente
colectivo
Además de escritor Gustavo Martin
Garzo es psicólogo. La introductora le pregunta a qué se debe esa atracción de
la mujer por el monstruo. No hay equivalentes de hombres atraídos por
monstruas, quizá las sirenas, Circe y Calipso y la fascinación que ejercen en
Ulises. ¿Por qué la mujer acepta al monstruo? También los hombres lo aceptan,
opina Garzo. Gustavo habla de la fascinación de estos seres extraños y sobre
todo la que ejercen en los niños. El monstruo es una metáfora de su propio
corazón. El corazón de un niño esta lleno de deseos incumplidos, cosas que no
sabe cómo resolver pues vive en el mundo del adulto que no es el suyo y se
tiene que adaptar a ese mundo. Hay fuerzas extrañas que él no sabe controlar. ¿Qué
es un monstruo? El que no sabe renunciar a su deseo. El que una vez que siente
algo lo tiene que llevar a cabo en el momento, ese se convierte en un monstruo
a ojos de los demás. (eres un monstruo de la literatura, la violó el monstruo
de su padre) El niño vive en el presente, no renuncia a su deseo. Por eso se
vuelven violentos, irascibles. El niño se coge rabietas, que por lo pequeño que
es no son peligrosas, pero si tuviera más fuerza destruiría la casa. O el
adolescente. Ambos ven una imagen de su propio corazón, de cosas que no
entienden, de deseos que no pueden satisfacer. Es esa búsqueda de que los demás
te acepten. Eso pasa mucha en la adolescencia. Frankenstein dice; “soy malo
porque soy desdichado”. Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así. Su maldad
surge de no sentirse aceptado por nadie.
La novela recuerda al comienzo de
Rebeca, anoche soñé que vivía a Manderley… es una novela de ambiente gótico también,
como jane Erye. Hay una frase de Margarita Duras que dice; los hombres son mas
infantiles que las mujeres, pero sin embargo en las mujeres hay más infancia.
Están mas cerca de una infancia real. No del infantilismo masculino. Decir que
está cerca de la infancia es decir estar cerca de la noche, del cuerpo, de los
deseos, de los libros, de los animales, del mundo del sueño y más cerca de todo
lo que es diferente; del extranjero, del joven o el niño, del extraño. Esa
frase cuando la leyó le gustó mucho y la guarda en su memoria. Habla en la
novela de esas diferencias difíciles de establecer entre el mundo de lo
masculino y lo femenino. Los protagonistas suelen ser como niños. La mujer está
más atenta a todo esto. vive mas cerca del cuerpo que el hombre, en su cuerpo
pasan cosas constantemente. En el hombre pasan menos, vivimos menos cerca del
cuerpo. ¿qué es un embarazo? Es una cosa tremenda y a la vez algo animal, que
conecta con ese mundo interior del que hablamos. El ser que la mujer tiene en
su vientre es un pez, un ser que vive en el agua, no es un niño aún. Está muy
cerca del agua, de lo primordial en cierta forma. Hay una conexión mayor. La
mayor presencia de lo corporal en la mujer se ve por encima de todo en los
ciclos menstrúales, o en la intensidad de sus orgasmos que es algo
indiscutible. La forma en que la mujer vive la sexualidad es mucho más intensa.
Los hombres gozamos del gozo de ver gozar, hay un goce también, pero sobremodo es
ver el goce que se provoca en la persona con la que estamos. Es infinitamente
mayor la presencia de cuerpo en la mujer. La protagonista reflexiona sobre como
es el cuerpo. Tiene que estar pendiente
de cuando tiene la regla o no la tiene al haber tenido relaciones. La buena
noticia viene, pero ella no quiere quedar embarazada. Es más consciente de lo
que pasa en su cuerpo, cuando esa sangre deja de acudir en su cuerpo es algo
terrible, porque aquello que anuncia no es esperado. Hay momentos durante esos
días en que ese secreto solo la pertenece a ella. La novela se mete en ese lio
tremendo, en esas diferencias entre lo masculino y femenino. Se habla mucho del
cuerpo en la novela. En el fondo un cuerpo es una masa corporal, solo un cuerpo,
un cuerpo anterior al lenguaje que pertenece al mundo animal, de lo no humano.
Aunque sea un fantasma como en el caso de Rebeca. También el fantasma tiene que
ver con lo monstruoso, pues normalmente no habla. Ha perdido ese don del lenguaje
que nos hace humanos.
En la novela destaca la necesidad
de intimidad de patricia Ayala. Necesita estar sola, oculta, algo dificilísimo
hoy en día. ¿Por qué esta necesidad de exposición, de exhibicionismo? Vivimos
en una época muy exhibicionista, narcisista, todos se hacen fotos y las llevan
a Facebook, todo se cuenta, se hace publico y es una perdida de la esfera de la
intimidad, lo que nutre lo artístico. El arte surge de la mirada intima a las
cosas, de abrirse a lo más hondo, escondido, a lo mas intimo que es lo más
personal, subjetivo. Más allá de esa apariencia de que todo se cuenta siguen
sin contarse cosas. Las cosas esenciales se callan, pertenecen al mundo del
secreto. Hay que revindicar el mundo del secreto. Pascal Quignard dice; quién
tiene un secreto tiene alma. Tiene que ver con ese mundo de lo interior, de lo
escondido dentro de nosotros. Si ese mundo no está poblado de imágenes, deseos y
palabras nuestra alma se desvanece.
A las niñas se las enseñaba a
buscar la aprobación de los demás, en la forma de moverse, en sus cuellos y melenas,
¿Qué pasaba cuando esos que no te gustaban te miraban? Debían convivir con
miradas así, los que las miraban por la calle, los que las decían obscenidades.
A esas edades necesitaran las miradas de los que les gustaban. Casi todos los secretos
tienen que ver con el sexo. Es inquietante todo lo que los hombres ocultamos a
lo largo de la vida.
Hay un personaje que produce del
mundo del arte de la música clásica. Carlos Gesualdo. La forma que tiene para
acercarse a la criatura es la música. En la música hay algo que no es humano,
conecta con lo más primitivo que hay en nosotros. Ponen música de Bach para que
las gallinas den más huevos o las vacas más leche o los niños crezcan con amor
a la música clásica. La música es el arte más poderoso para llegar a los estratos
más profundos. A esta criatura le ponen madrigales de Gesualdo. La historia del
músico es real e inquietante; el músico sorprende a su mujer con un amante y
loco de ira los mata, los tira por las escaleras del palacio. Mata a su propia
hija. Enloquece. Se casa y logra superar esa locura momentáneamente. Pero la segunda
niña muere y piensa que es un castigo por los crímenes que ha cometido. Se
encierra en su palacio y es cuando compone esa música extraña que se adelanta a
su tiempo. Stravinski compone una obra que se basa en las obras del príncipe
renacentista. Al tiempo que el músico del renacimiento compone esa música, para
castigarse por lo que ha hecho se hace azotar por chicos jóvenes desnudos. ¿Qué
hay en el corazón humano para que alguien quiera desear que le azoten? ¿Qué sucede
ahí, qué pasa en esa perturbación, qué extraño laberinto mental le lleva a necesitar
ser golpeado para sufrir por los castigos que ha cometido? La sexualidad está
llena de cosas extrañas, de patologías y complejos. ¿Qué nos pasa en nuestro
deseo? Sentimos deseo por el propio sexo o por el del otro. Se desea a un cuerpo
sexuado. ¿A dónde lleva esto? Son preguntas que estan ahí y tienen que ver con
nuestra vida. Esa mujer de la novela se abre a un amor así. Es un personaje
lleno de candor, de deseo de vivir. La novela parece que debe dar casi miedo
por todo lo que ha estado cuando y que haya que leerla en la oscuridad. La
novela está llena de oscuridad, pero también de luz. Es en el fondo es una
novela de aventuras, incluso muy romántica. Nos lee un fragmento para que no nos
llevemos idea equivocada. La protagonista tiene una aventura con un hombre
joven francés que llega a la isla cada cierto tiempo. Es comerciante y comercia
con su barco en distintas islas y en ellas lleva su mercancía. Un mercader con
su pequeño barquito. Ella sale del caserón y se relaciona con la gente. Surge atracción
entre ellos. Nos lee el pasaje de esa excursión que hace con este hombre y que
a ella le sirve para descansar de toda la tensión que le produce estar en esa
casa y enfrentarse a ese algo que no termina de saber qué es. Son páginas de su
diario
He estado
3 días con Christofer. Vino a buscarme. No he regresado con la anciana.
Viajamos a una isla al oeste de San Mauricio. La isla estuvo cubierta de bosques,
pero tras la industrialización y la desforestación desaparecieron muchas especies.
En una cabaña te cuentan los animales desaparecidos para que los turistas los
conozcan. El guía nos decía sus nombres. Todos habían desaparecido. ¡Pensar que
nunca se les verían más recorriendo sus bosques! Me miraba con otra mirada que venía
mendigando su ser, me recordaba a mi propio corazón, a esos seres y lugares que
no podemos recordar. Nos besamos. Cerré los ojos para que me siguiera besando. Temía
abrirlos y descubrir que también nosotros figuraríamos en la lista de criaturas
desaparecidas. Los que murieron y vivieron en el corazón y que no pueden volver
a nosotros. Nunca volvemos a la isla en que fuimos felices. Cuando hicimos el amor
volví a pensar en esas criaturas. Eres como la cotorra de newton ya extinguida,
le fui diciendo. Él me miró perplejo como si hubiera perdido el juicio. Me
tiene miedo. Todos los hombres temen a las mujeres. Somos como un jarrón que no
saben por dónde coger. Somos complicadas, pero ellos no se esfuerzan tampoco en
conocernos. La mujer es como ver una casa por fuera, pero ¿quieres ver lo que
pasa por dentro?
Es una novela de amor, de amores
diferentes. La pregunta esencial que se hace en este libro recorre en cierta
forma de toda su obra. Toda su obra gira sobre el misterio de la experiencia
amorosa. Es una experiencia esencial por no decir la más esencial de la vida.
Todo gira sobre esa experiencia, sobre el amor y la muerte, los dos únicos
temas que existen en el fondo.
Es una novela romántica, pero por
la historia desfilan muchas historias mágicas. Te sorprendes con esas historias.
¿Esto es real o lo ha inventado? En la novela habla de un síndrome que existe,
es lo que le pasa al niño. No muere ahogado en el momento que cae a la piscina
sino tiempo después. Eso pasa. Cuidado cuando a un niño se le saca de una
piscina. Parece que no tiene nada, ha podido echar todo agua que tiene en los
pulmones, pero unas horas después se puede morir. Llega un momento en que no
puede respirar, va perdiendo fuerzas y se desmaya y de pronto muere, cuando
quiere reaccionar se muere. Se le ha salvado, ha respirado, parece que ha
devuelto toda el agua, pero queda un peligro con el que hay que tener cuidado.
Está estudiado por la medicina. Si te metes a internet aparecen muchos casos.
Es un caso que se da con mucha frecuencia.
Craso, el emperador romano, se
encariñó por un pez. La historia de Craso la ha leído en algún sito. Se enamora
de un animal, pero eso era normal, sin caer en la zoofilia. Claro que los seres
humanos nos encandilamos con los animales. El emperador se enamora de un pez y
cuando muere es una desgracia para él. Es increíble que un senador o un hombre
de su nivel pueda lamentarse por la muerte de un pez. Ese vinculo con los
animales existe y es poderosísimo. Con un perro o gato que dialoga contigo es
normal que suceda. El dodo es una criatura desconocida, fue un ser maravilloso
que vivió solo en la isla Mauricio. Antes de ser lo que es ahora y que llegaran
los colonos no había colonizadores. Era como un pato grande enorme que no volaba
y como no había depredadores no sabia lo que era el peligro. Cuando llegaban los
colones franceses holandeses llegaban muertas de hambre y estas criaturas se
acercaban llenos de curiosidad a los marineros y estos los metían en la olla y
se los comían. Por eso es un animal extinguido, ha dejado de existir el dodo.
Es como un animal bondadoso, que no sabe lo que es la muerte, que no ha vivido
en situaciones que le permitan conocer el peligro. Iban desapareciendo sus compañeros
y se seguían acercando tan panchos. No sentían el peligro. Era como un animal del
paraíso que viviera allí.
En la princesa manca, una novela
suya de fantasía, se cuenta otra historia de los dodos. Es una criatura que siempre
le ha llamado la atención y tiene que ver con las criaturas y seres extinguidos.
Es una metáfora de todos esos seres que vamos perdiendo con el tiempo. Son personas
extinguidas el ser que ha muerto o aquella que fuimos cuando teníamos 20 años.
El que somos ahora no es el mismo ser que éramos de niños. Ves esas fotografías
de la infancia y sabes que eres tu porque te lo han dicho. En esas fotos salen otros
niños. A lo mejor algunos sí lo recuerden, pero en general cuando te las quedas
mirando tienes un sentamiento siempre como de extrañeza. Ese niño ¿Quién era?
No puedes llegar a ese niño. Los seres que hemos amado no están porque se han
muerto o porque la relación ha terminado. ¿Quién fue ese nuestro primer amor,
con su mismo cuerpo, con ese rostro? No somos ni ella ni yo los mismos. Ni ella
es lo que yo amé ni yo lo que amó ella. ¿Dónde están esos seres?
Le obsesionaban los dinosaurios
en su infancia. Fascinan a los niños esos seres que vivieron alguna vez y ya no
estan. Son como monstruos también o seres mitológicos o fantásticos que nunca
han existido. Los niños están muy cerca del mundo de la ficción y se refugian
en los cuentos, en las historias y grandes relatos. Los cuentos son como
recogerlos y dialogar con ellos, volver a hablar con ellos, digiriese a esa
nube por la que andan por ahí, todos perdidos. Recuperar la infancia perdida. El
final de Peter pan le encanta. Él regresa, pero Wendy se ha hecho mayor y a la
que se lleva es a la hija y está también se hace mayor y Peter va a por la hija
de esta. Es un sentimiento de melancolía tan grande que te produce esa última
parte de Peter pan que le parece lo más bello que se ha escrito. Refleja ese
sentimiento de pérdida, de perdida de la infancia porque no se puede volver a
ella por mucho que nos empeñemos. Es una manera de hablar lo del niño interior
pero no hay manera de recuperar ese niño porque ese niño es incomprensible para
el adulto. Viene de otro lado, del mundo del cuento; las cosas le llaman la
atención, los comentarios que hace. Viene de otro mundo y a ese mundo no se regresa.
Solo Peter pan puede hacerlo, el niño
que no crece. Puedo volver yo a esa historia, pero no puedo volver salvo en los
cuentos. Por eso es tan importante la literatura, porque nos permite eso. Patricia
escribe porque no sabe hablar, dice lo que no puede decir con los labios. Garzo
ha sido tartamudo de niño. Muchos escritores tuvieron problemas de hablar de
niños y eso los ha llevado a la literatura. Bioy Casares rechazaba dar
conferencias, decía “yo soy escritor en lo escrito”. La literatura se confunde
con la oralidad. Es hablar, y tiene que ver con la reflexión pues al escribir
te abres a cosas inesperadas. Hoy ha visto una exposición del Guggenheim de
Henry Michaux, y que decía; “pinto para sorprenderme”. La escritura es un poco
eso. No escribes para llevar lo que ya tienes en la cabeza al papel. Eso no es
escribir de verdad. Es aventurarte y sorprenderte a ti mismo, encontrar cosas
que no sospecharas que estuvieran ahí esperándote.
Habla de la escritura como forma
de despertar cosas, lo que está dormido y en la medida que está dormido no
sabes lo que es. A Ana María Matute le daba pánico hablar en público. Era
tartamuda de niña y en casa hablaba para defenderse. Kafka decía que si no escribiría
no se sentiría vivo. Kafka está también en la novela. Gustavo es un lector
entregado a Kafka que le parece el gran escritor del siglo XX. Tiene muchas
cosas y recuerda una historia que es traducida de muchas maneras. Es un hibrido.
El protagonista recibe en herencia un animal, mitad gato y mitad cordero. No
sabe qué hacer con él, no puede desembarazarse de él, porque es un regalo, una
herencia. El bicho le da momentos de felicidad. Los niños el vecindario van
allí y se acercan y le preguntan cosas. ¿Quién es? ¿Hay otros como el? ¿Se va a
reproducir alguna vez? El bicho se acerca a su oído, le da vueltas, como si
dijera algo en un lenguaje que él no entiende. Te preguntas que le quiere
decir. Esa cosa de hacerse cargo del otro tiene que ver con el amor que es
hacerse cargo del otro.
No tiene que ver con la
modernidad. Ahora valoramos la voluntad, la libertad, el individualismo. Yo soy
dueño de mi cuerpo y mi deseo. No somos dueños de nada. Hay un momento de
fascinación cuando un niño nace si es deseado y esto provoca en los adultos que
lo reciben un momento de felicidad que no sabes qué hacer con él, de dónde
viene. Donde había dos ahora hay tres. No puedes dejar de mirarlo, de ver por él.
Cuando algo nos pare
ce bello sentimos que esta amenazado. Te haces cargo del otro sin saber quien es. El momento de fascinación obliga a hacerte cargo de lo que te fascina, vivir para estar pendiente de él, dedicar tu vida a él, un desconocido en el fondo. Antonio Parra decía “lo mío lo recibo siempre de otras manos, de las del otro.” Hay una criatura que no se sabes de dónde viene, a qué mundo pertenece. No puede Garzo desvelar el final de la novela, pero nos da un adelanto. Descubre la protagonista que si esa anciana la ha hecho llegar allí no es tanto para atenderla a ella sino para que ocupe su lugar cuando ella no esté. Bajo ultima instancia, esa mujer siente que debe hacerlo, que se lo debe a la anciana que le ha fascinado el hacerse cargo de ella
ce bello sentimos que esta amenazado. Te haces cargo del otro sin saber quien es. El momento de fascinación obliga a hacerte cargo de lo que te fascina, vivir para estar pendiente de él, dedicar tu vida a él, un desconocido en el fondo. Antonio Parra decía “lo mío lo recibo siempre de otras manos, de las del otro.” Hay una criatura que no se sabes de dónde viene, a qué mundo pertenece. No puede Garzo desvelar el final de la novela, pero nos da un adelanto. Descubre la protagonista que si esa anciana la ha hecho llegar allí no es tanto para atenderla a ella sino para que ocupe su lugar cuando ella no esté. Bajo ultima instancia, esa mujer siente que debe hacerlo, que se lo debe a la anciana que le ha fascinado el hacerse cargo de ella
Cuando habla del amor en ese
encuentro amorosos se produce la fascinación. Intentamos siempre que sea vea la
parte buena de nosotros. Queremos fascinar a la persona que nos fascina. Tenemos
esa parte que puede fascinar y una parte que si la conociera la otra persona
desde el primer momento huiría y acabaría nuestra posibilidad de amor. Le
pregunta como ve esos compases. Nunca lo sabes. Cuando surge el momento amoroso
quieres saber cuando se fijó en ti, qué ama en ti, pero no lo sabrás nunca. Podrías
explicarle a la otra persona que te gusta solo hasta cierto punto. Es raro y
extraño el momento del enamoramiento porque la persona te obliga a seguirla y a
estar pendiente. No hace nada especial, pero la sigues. Está bien explicado en
el cupido romano o el eros griego que, con su flecha alcanzada al enamorado, el
amor era ciego y no intervenía la razón. A veces te enamoras de personas que no
te convienen, que te hacen daño. ¿Qué misterio hay ahí? Te preguntas por el ser
del otro. ¿Quién eres? ¿Por qué tiene ese poder sobre mí? Nunca lo terminaremos
de saber. ¿A quién ha visto esa otra persona? Esa persona es en parte una fantasía
tuya. En el amor siempre proyectamos. Hay fantasmas que toman cuerpo en la otra
persona. Nos enamoramos de una fantasía, de una imagen reconstruida que en el
tercer encuentro no es la misma persona con la que fantaseábamos al principio. El
amor es una entelequia, un imago, una idealización, un amor platónico. Hay un
hibrido entre la criatura real dependiente de ti y lo que tu proyectas en él. Hay un poema de Aurora de Albornoz sobre Machado
y el amor;
Todo amor es fantasía, de
sobra lo sabemos: inventa al amante, a la amada, nos inventamos con año, día,
sabor, piel... Nuestros sueños separados inventan la melodía que nuestros
sueños juntos descomponen, destrozan, recomponen. Que nuestros cuerpos juntos sueñan,
viva, eterna. Todo amor es asombrada
fantasía, iluminada fantasía sin palabras, acaso queriéndose fijar en palabras..
Palabras. Palabras las tuyas creándome, inventando a éste que... Los ojos que
miro, parados, verdosamente inseguros ¿los aprendo en el espejo, en las
palabras, tus palabras? Ahora unos dedos (mis dedos) rozan unos brazos (estos
brazos) modelan suavemente una cintura, se redondean sobre unas caderas,
piensan una piel real, un cuerpo ¿real o fantasía inventada por el amor, tu
amor hecho palabras?
Fantasía-Guiomar que
creaste, creí: Sólo mi figura como una centella blanca, fija e inmóvil una
centella de tiempo sólo, oscila, viene y va, en espiral asciende, desciende
hasta ti, entre tus brazos es ala o piel palpitante la figura, mi blanca figura
que se derrama en chorro multicolor, cintas que atan, desatan rojos, azules,
oro sobre pizarra gris, multicolor sobre tu noche oscura rayándola de
cascabeles brillándola, trenzándose en luz, alzándose en luz-sonido, mi figura
fugaz que se derrama, se perfila en tecnicolor de japonesa armonía, azulea,
rojea, sonríe, reluce dorada sobre todos los grises, te ofrece el ovillo dorado
que tus manos toman, te ofrezco mis manos, mis liberadoras manos, atamos
nuestras manos, nuestras bocas, hallamos el hilo del claro día, día-nosotros. (Desde
la penumbra de una butaca de patio nos miré un instante proyectados allí: nos
contemplé en
tan sólo
un instante-centella liberados.)
Garzo recuerda una película de
los años 40, es la historia de dos niños que viven en dos casas vecinas, el
niño y la niña se aman locamente como aman los niños, con una intensidad
impresionante. El niño vive solo con la madre y la madre muere. Le reclama su
familia de Londres y les separan. Es un momento terrible del de la separación.
Esto lo cuenta en el prologo del libro. Da la película un salto en el tiempo.
ya han crecido. Es una de las primeras películas que hizo Gary Cooper. Ahora el
niño es un arquitecto y le llama un marques a su estudio para que haga unas
caballerizas en su finca. Se traslada a la finca de este marques y mientras
trabaja aparece la mujer del marqués que es más joven que él y surge la atracción
inmediata y hablan mucho y se va a verla al trabajo. Un día que llueve mucho
ella le cuenta el sueño que ha tenido. El ha tenido el mismo sueño. Pasan horas
y días y el se acerca a ella para decirla lo que ha soñado esa noche. Ha soñado
ella lo mismo. Tienen el mismo sueño por las noches. Son esos dos niños que
separaron. (En el surrealismo tenían mucha importancia los sueños.) Cuando se
enamoran no hay forma de contenerles. Han estado separados y ahora no hay forma
de separarles, quieren recuperar el tiempo que han perdido. El marques se
entera y se pegan tiros y muere el marques y a él le meten en la cárcel, pero
sigue soñando el mismo sueño. Pero dentro del sueño, ¿Cómo sabe que es real
todo lo que está soñando? La mujer le entrega un anillo, se las arregla para
que el anillo le llegue a su amor en la cárcel. El hombre que se ve agonizante
en el lecho recibe el anillo. Es la prueba misteriosa de que esos sueños son
reales. En el fondo el amor es así siempre. Empieza a interesarse el otro y
tienes fantasías sobre esa persona. El amor correspondido es un momento
maravilloso. En la medida que los dos tienen el mismo sueño ese sueño se hace
real. La literatura es un sueño que se hace real.
Un poeta se descubre en un jardín
precioso. Todo es deslumbrante, flores y plantas. Identifica un rosal, nunca ha
visto rosas semejantes. Arranca las rocas. En términos cinematográficos hay un
fundido en negro y se vele a ver la imagen de él acostado en una pensión
inmunda con paredes sucias. ¿y el jardín dónde está? Era un sueño. No existen lugres
así. El mundo real es esta habitación, pero en la mesilla de noche descubre de
pronto las rosas. Es como el poema de Coleridge; al despertar halló una flor. O
la versión del poema de Monterroso; al despertar el dinosaurio aún seguía ahí.
Es el cuento del mendigo que amanece príncipe para volver a despertar siendo
mendigo. El poema es una rosa de palabras. Siente la conmoción de la belleza,
se descubre el momento en que cortó la flor, se decepciona al ver la realidad y
al final se ve la rosa en su mesilla de nuevo. Lo vuelve a experimentar. La
literatura es recobrar lo perdido. No se conforma con tener el libro en su
cabeza, ese sentimiento lo lleva a palabras y se trasforma en algo que puede
entregar a alguien. Lo comparte con alguien y lo hace común. Es aquello que se
comparte la literatura. Existe esto sólo porque estamos hoy aquí en un espacio
común. Cuando un sueño se vuelve compartido se vuelve real.
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