« Durante el tiempo que
puedo recordar he sufrido de un profundo sentimiento de ansiedad que he
tratado de expresar en mi arte. » ( Edvard Munch).
Poeta negro, un seno de doncella
te obsesiona
poeta amargo, la vida bulle
y la ciudad arde,
y el cielo se resuelve en lluvia,
y tu pluma araña el corazón de la vida.
Selva, selva, hormiguean ojos
en los pináculos multiplicados;
cabellera de tormenta, los poetas
montan sobre caballos, perros.
Los ojos se enfurecen, las lenguas giran
el cielo afluye a las narices
como azul leche nutricia;
estoy pendiente de vuestras bocas
mujeres, duros corazones de vinagre.
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza
Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.
Sócrates
Muchas veces, mi querido Ion, os he tenido envidia a los que sois
rapsodistas, a causa de vuestra profesión. Es, en efecto, materia de
envidia la ventaja que ofrece el veros aparecer siempre ricamente
vestidos en los más espléndidos saraos, y al mismo tiempo el veros
precisados a hacer un estudio continuo de una multitud de excelentes
poetas, principalmente de Homero, el más grande y más divino de todos, y
no sólo aprender los versos, sino también penetrar su sentido. Porque
jamás será buen rapsodista el que no tenga conocimiento de las palabras
del poeta, puesto que para los que le escuchan, es el intérprete del
pensamiento de aquél; función que le es imposible desempeñar, si no sabe
lo que el poeta ha querido decir. Y, todo esto es muy de envidiar.El bien irreparable que me hizo tu belleza
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde conservaba tu miel.
¡Cambió tanto la cena! Botijas de tristeza
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.
Rara la mesa está: La miro con asombro,
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio
tras un postre espantoso me levanto y te nombro
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.
De mí te alejas, hora.
El batir de tus alas me hace heridas.
Solitario: ¿qué puede hacer mi boca
con mi noche y mi día?
No tengo amada, ni casa, ni sitio
donde poder vivir.
Todas las cosas a las que me entrego
se hacen ricas y a mí me dejan pobre.
( Rainer Maria Rilke).
“Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, o los que no pintan o componen música, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror pánico inherente a la condición humana.”(Graham Greene).
https://www.youtube.com/watch?v=xD11FpDa3NY
A VECES LLEGAN CARTAS
Las autoridades israelíes han condenado a Ahed Tamimi a 8 meses de prisión, Carlos. Tras escuchar el veredicto, las palabras de Ahed no pudieron ser más acertadas: “No hay justicia bajo la ocupación israelí”. Y tiene toda la razón, Carlos. Porque con esta sentencia, Israel se reafirma en su objetivo de intimidar a quien se atreve a alzar la voz contra la ocupación y demuestra una vez más su desprecio hacia los derechos humanos.
Carlos, Ahed se ha convertido en un auténtico símbolo contra la ocupación tras plantar cara a unos soldados israelíes en el patio de su casa. Y desde Amnistía Internacional, vamos a seguir luchando para que Ahed sea puesta en libertad, porque nada de lo que ha hecho justifica su condena. Nada.
La historia de Ahed ha recorrido el planeta y ha hecho que la pasión por la libertad y la justicia haya movido a miles de personas a firmar por su caso. Por eso, debemos seguir presionando más que nunca, Carlos. Porque esto no acaba aquí. Solamente acaba de comenzar.
Gracias de corazón por apoyar a Ahed.
Esteban Beltrán
Director de Amnistía Internacional-Sección Española
"Exprimir el limón de la BELLEZA aunque el sabor del cítrico resulte amargo".
(Duque de Marzana).
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