viernes, 30 de marzo de 2018

LA CASA DE LA MONEDA SEGOVIA

VISITA AL MUSEO DE LA REAL CASA DE LA MONEDA EN SEGOVIA

El archivo de la moneda lo mandó construir Alfonso VII en 1135. Se hace en la catedral de Santa María. Con Felipe II se acuñaban ya las monedas con martillo, pero esto facilitaba el fraude y la falsificación y el negocio de los banqueros usureros. Fernando del Quirol Primo constituye este edificio para estas maquinarias. Se había creado este ingenio o maquinaria que podía producir en serie y laminar en metal. El archiduque Fernando descubrió diferencias entre el valor real y la moneda. Don Antonio de san Millán era propietario del viejo molino y tenía un taller de hacer monedas. La fábrica de monedas estuvo en el molino en los siglos XV y XVI. Luego los ingenios se hicieron en una fábrica en el xix y en unos hornos en el xx. En la fábrica de la moneda están las estancias del soltadero y el tesorero. Se fabricaban monedas personalmente y con maquinarias. Juan de Herrera lo diseña, era un autor vanguardista, el autor del escorial. Quiere hacer una fábrica donde haya reposo y más igualdad y perfección. Los tejados son de pizarra como en el Alcázar y el Escorial. Había mucha tradición numismática en Segovia y allí se creaban las cuñas de las monedas. La casa de la moneda estuvo en Sevilla y Toledo con Felipe II. La fábrica atravesaba el rio Ledesma y el monasterio de santa María del Canal que era el palacio donde descansaba Felipe II. Se creó una rueda de ingenios y traspase. Se acuñaban moneda ya desde antes de Cristo, en los tiempos del emperador Augusto y de Cayo Licio, el ciudadano libre. Por un documento de Fernando VII se data al real ingenio de 1583. Un grabado del XVI nos habla de la sede vieja, de 1455, construido por orden de Enrique IV en el canalillo de san Sebastián. La técnica de acuñar con martillo se practica desde 1681 a 1730. Algunas monedas tenían como símbolo un acueducto romano. La fabricación de monedas dependía del consejo real. El popular ingenio era propiedad del rey, las monedas de Enrique IV se acuñaron desde 1455 a 1730. 
 

Juan de Herrera fue el arquitecto que se basó en dibujos de Francisco Mora Refinos en el siglo XVII para construir la real casa de la moneda. Había una fundición de labranza. Durante 2 siglos se crearon aquí las monedas. Francisco Savanet arquitecto de Sabatini hizo que los ingenios fueran sustituidos por presos de volante. En esas reformas imaginan una nueva fragua. Se trata de sustituir el canal de madera por otro de piedra. Se crean prensas automáticas como dados de una rueda hidráulica. Cuando cierra la casa de la moneda se desmantela la herrería, y se instalan 3 presos volante en la estancia del tesoro donde el ingenio chocó sobre hileras de lavación. Juan José Alaga hace una intervención en esta arquitectura de 1829, del neoclásico, mejorada en 1868. Fue el arquitecto del acueducto, el Alcázar y la catedral. La casa de la moneda estaba vacía cuando su rehabilitación en el 2007, no había maquinaria dentro. 

 

Existía el trueque en el neolítico, lo que sobraba lo cambiaban por 3 ovejas 6 piedras. Empezaron a dar valor de referencia a los metales preciosos. Se intercambiaban naroberi pieles conchas objetos pequeños. La moneda no aparece hasta el siglo VII a c con signos y grabados. Luego se inventaron más formas y el pago con papel, el pagine. Los billetes se pagaban a la orden de las letras de impío. Viajaba solo con papel y pagaba con papel. Solo compraba una cabra. Aparecen el papel y la moneda que tiene menos valor. Este sistema de comercio reside en la confianza del usuario en que vale dinero el billete. Lo respalda el oro del banco. Se preguntaban ¿Dónde están mis monedas? Eran usuarios de dinero invisible como ahora con esta plástica virtual electrónica. La metalurgia busca obtener metales a través de minerales, las alienaciones de oro plata y cobre. Se trata de sustituir los elementos de madera piedra hueso madera por otros recursos primarios como los residentes en estas tierras. Pues el metal es inalienable y duradero. Se somete a altas temperaturas hasta fundirlo. Para fundir el metal hay un proceso y después se acuña con martillo sobre cincel y cristal, se hace un cuño superior. Con un martillazo la moneda se acuñaba. Se recortan los bordes hasta quedarse con el metal. Se funde y abría y el metalúrgico tiraba del metal para futuras monedas. Eso derrumba el dinero el sistema anterior. Las monedas se empiezan a acuñar con los reyes católicos. Se hacía con un martillo. La moneda de la época era el medio maravedí de plata. También se le llamaba la blanca y de ahí viene lo de “blanquearse, blanquear dinero, estar sin blanca”. La blanca era la moneda de valor más ínfimo. Todo dependía del ingenio del laminador. Para obtener riel había que pasarlo por el laminador. Se giran las monedas en unas ruedas o rodillos las dos caras de la moneda, anverso y reverso. La máquina recortaba la cizaña o el material sobrante y se hacían no solo monedas sino hasta carteles. El metal además es un mineral que se reutiliza y se podía volver a fundir nuevas monedas. Estas monedas las entregaban al tesorero. En aquel Madrid había 7 máquinas como estas

Con Felipe II y IV se crea la prensa balante o la fabricación por rodillos o por martillo, algo diferente a como se hacía en el medievo. El operario monedero pone en un hueco del suelo la parte inferior y luego estaba la peana superior o castillo. Lo atraviesa un tornillo comido, un balancín que acuñaba en estas máquinas, las máquinas automáticas eran ruedas hidráulicas o caspeles importados de Francia ya hechos con estas máquinas Se pierden entonces oficios como el de monedero ensayador al crear la prensa automática. Las ordenanzas fijan puestos y obligaciones. El tesorero de cuentas de la casa gozaba de la confianza de rey. El real ingeniero teniente tesorero era el mandamás. Se guardaban las monedas en un arca cerrada por 3 llaves. El ensayador fundidor lo abre para añadir el oro o plata y hacer la filiación con una ley justa. El alcalde alguacil supervisaba la alienación con la ley justa. Así se fueron creando canales ruedas e ingenios. El alcalde alguacil era el súper intendente que supervisaba la labor. El escribano iba apuntando los movimientos de los metales. El afinador no lo era de instrumentos musicales sino el encargado de reducir las impurezas de la moneda. Estaba el tallador o grabador de cuñas. Se graba en estos años y se afilia monedas. Los esclavos ancianos movían los fuelles. A veces morían por las enfermedades que contraían en este trabajo. Había maestros oficiales. Lo importante era que en la fundición no saliera el agua y a la kiga o cantidad de cobre añadirle el oro o la plata. Este sistema se llamaba la aleación con la ley justa. El balzario juez medía en la balanza los pesos de los metales. El ensayador calculaba el peso de los metales. Había unos oficiales obreros, 10 oficiales que manejaban los canales y ruedas hidráulicas. Los cilindros les ayudaban a acuñar y laminar. En 1570 hay una huelga de trabajadores de la moneda. El aquilote era el águila imperial que se imprimía en la moneda. Antonio Spinosa de Monteros para Francisco Sabatini creó las prensas movidas por el hombre y los ingenios de laminar

 
Se reformó el edificio de montar las prensas automáticas. Cincuenta monedas de plata eran cinco reales en tiempos de Felipe III. Era una moneda gris de 8 centímetros que ahora es pieza de coleccionista. Por su tamaño y valor, un céntimo de oro equivalía a 109 escudos. El escudo esquívalía a 6 reales de plata. Hay una moneda vajilla hecha con vasijas rotas por cridis. La virgen aparece en los maravedíes de cobre. En tiempos de Carlos II las monedas son las primeras en llevar el nombre del rey. La acuñación realista del escudo de cobre se hace 1868. Había una prensa automática que ponía los escudos reales en la moneda. En España la moneda de cobre se extiende durante la soberanía popular del 68. La herrería del real ingenio tenía una fragua y un centro martinete y luego el torno. La fraga horneaba esas monedas cubiertas de metal gracias al carbón vegetal. Se usaban yunques, martillo de mano, unas piezas pequeñas. El fuelle estaba en esa rueda inferior y en el vuela aire del cierre. Un tronco en el suelo era el martinete. A su eje se le llamaba el árbol de lebos. Había 4 dientes que al girar levantaban el mazo que caía sobre el yunque. Se usan ya piezas grandes y rodillos. Sube y baja el martinete movido por las fuerzas hidráulicas. En las prensas cuando hay inundaciones o llueve el fuelle traga aire en la fragua y en el eje de las ruedas. El martinete servía para forjar en el torno
 
La casa de la moneda data del año 1664. Hay restos de arqueología con la tecnología de la época. Los rodillos serían para calentar la cera, el metal y el plástico. Los martinetes con los rodillos laminaban las monedas, los trozos de Severini. La prensa volante es de 1771. Había un patio, canales de caracol, una recepción y una pendiente con su escalera. Se han encontrado en el arrabal de san Lorenzo y san Marcos restos celtas, iberos y romanos en la iglesia de Santiago. En el renacimiento Juan de Herrera era el arquitecto de Felipe II. Hacen cobre oro y plata trabajando el metal a tiempo. Había un canal de madera y una piedra de 10 ruedas. Hay un grabado del XVI de la primera moneda en Segovia documentada. Era los tiempos de Enrique IV de castilla, del siglo xv de la dinastía de los Trastámara. Este construye la casa vieja hasta el XVII. El ingenio dependía del consejo real. Las presas de volante eran automáticas. En la revolución industrial se cambian las ruedas por turbinas mecánicas. En el renacimiento se emplean las ruedas hasta la ilustración, esto se ve en el canal Severini. En la época del romanticismo se crea la cantina y una pérgola y escalera de caracol. Se pinta el capricho de las 4 estaciones.
  
Es el romanticismo también cuando se levanta un jardín con muchos jardines y tenazas unidas por paseos. Vegetaciones de hiedra y parras de uvas la cubren y descubren. Felipe II lo manda construir. Es un lugar que invita al paseo, a la reflexión, a la naturaleza y a la pesca. El jardín tiene 500 años de historia y conserva envueltos los elementos renacentistas originales. Allí pasaba el tiempo Isabel II. En el jardín había una presa y una huerta. Sin agua no hay insectos, plantas ni animales. El jardín tiene varios puestos de vista para disfrute de los sentidos y el capricho de las 4 estaciones que se puso en las terrazas y paseos dando la sensación de un tamaño superior al real. La casa de la moneda se integra con la naturaleza y este jardín huerto. La estancia tenía una ventana abierta por la que se veía el rio, era la vista preferida de Isabel II. Circulaba un billete con la cara de Felipe II que era aficionado a la pesca de truchas. Solo podía pescar el rey en dos puentes del rio. Las damas buscaban la sombra y frescura del parque, se posaba el perfume de lino, y el olor a mimbres en otoño. Un sol nuevo daba sombra en verano. Hay árboles calidofolios. Daba al jardín mucha sutileza cromática las flores y plantas. En el pabellón de la pesca cercen cenildos. Había lirios rosas. Los reyes son los que financian estos parterres. Se cultivaban membrillos y alberca y se regaba el jardín. Se fabricó el salón de rosas y madreselvas, el salón bajo. Por ahí pasaba el acueducto de Segovia. Había una mesa de decoración entre las aguas. La canalización se hizo en la época romana. Son 14965 metros a 9:58 sobre el terreno. En Argosa en el convento se evitaba la erosión corriente del agua. Hay que eliminar los restos subidos del agua. Piedra sobre piedra construyen la casa de la moneda, sin argamasa o cemento. El hendedor de agujeros inscribió unas letras ente la piedra de sillería que ahora el guía nos enseña. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario