ANTONIO MUÑOZ MOLINA presentado por TXANI RODRÍGUEZ “UN ANDAR SOLITARIO ENTRE LA GENTE “ LIBURUAREN
AURKEZPENA
Muñoz Molina acaba de publicar
novela y la presenta aquí, en Bilbao, en la biblioteca de Bidebarrieta. Quizá
su mujer, Elvira Lindo, nos resulte más fácil de leer, pero este libro de
Molina es una apuesta trasgresora, un libro distinto, formado de collages,
anuncios publicitarios, eslóganes y paseos solitarios por las ciudades del
mundo.
El libro se compone de paseos. El
escritor va paseando por Lisboa Madrid Nueva York y París. Grabadora en mano
emprende una marcha, escucha lo que le dice las ciudades y lo lee y traslada al
papel la furia que le provocan estas ciudades de la cotidianidad postmoderna. Son
paseos autobiográficos, en los que nos habla de cómo fueron sus comienzos en el
pasado. Lo de caminar por las mudanzas convive en este libro. Es otro tránsito
distinto. Hay un paseo también por los otros grandes escritores paseantes de la
historia de la literatura; Baudelaire, Pessoa, Rimbaud. Cuando leáis el libro
veréis que se establecen vasos comunicantes relacionados entre sí. Le ha
gustado leer este libro a Txani, ha aprendido mucho de escritores al leer el
libro. Usa un presente parsimonioso, revive el pasado de esos escritores en
este presente. Con mucho detalle está muy bien escrito. Hay páginas del propio
proceso de escritura, del escribir con lápiz en esos cuadernos que usa hasta la
última página, hay collages. Es bonito y sensual la forma en cómo habla de la escritura
a lápiz. Hay paginas conmovedoras sobre el amor. De eso le va a preguntar. Está
implicada en el ruido constante y loco que emiten las ciudades, que es más
fuerte y atronador. De repente se hace el silencio escuchando ese ruido. La voz
del autor se escucha con mucha nitidez. Establece dialogo con el lector y el
ruido no estorba en absoluto. En este libro ha volcado toda su sabiduría como
escritor. Le ha recordado un poco al libro del desasosiego de Pessoa que habremos
leído la mayoría y que es un libro maravilloso. Está escrito desde el mismo
lugar. Se acuerda de ese libro. Y cuando lea ese libro se acordará de este
otro. El libro merece la pena ser leído del tirón, tenerlo cerca y revisitarlo.
Son entradas del pasado. Abrirlo a boleo por donde salga y volver a disfrutar
de estas páginas.
Los presentadores debemos decir
sobre el autor, la trayectoria, pero en este caso no va a decir el tópico de que
es muy conocido. Ha hablado con amigos de Molina sobre su trayectoria. Todos
tienen un libro favorito de él, y no se ponen de acuerdo. ¿el Jinete polaco, Beltenebros,
Sefarad el invierno en Lisboa, ardor guerrero? Molina engancha en distintas
épocas, por encima de generaciones. Txani tiene sus favoritos. Ha sido premio
nacional de la crítica, premio nacional de literatura, premio Jerusalén,
príncipe de Asturias…. Es miembro de la RAE, ocupa la silla U, un placer
tenerlo aquí en la biblioteca de Bidebarrieta
Molina agradece la presentación y
a los autores. Son varios meses los que ha estado aquí. En esta biblioteca
estupenda. Está contento de reencontrarse con grandes lectores y grandes
escritores como hay aquí en la sala; Bernardo Atxaga, Iñaki Uriarte, Kirmen
Uribe, Iván Repila y Elvira lindo, gran escritora, aunque está mal que lo diga
el marido. La entrevistadora empieza haciendo una pregunta genérica e
interesante. ¿Por qué andar solitario entre la gente, por qué este libro ahora?
Estaba haciendo una novela y se le cruzó este proyecto que ni siquiera era un
libro. Era como una manía que empezaba a tener, un despertar a la cuidad, a la
realidad. Salía de una época de mucho ensimismamiento, cuando uno no ve la
realidad o la presta muy poca atención. En ese proceso de volver al mundo
empezó a fijarse mucho mas de lo que se fijaba en las cosas. Iba al metro y leía
todos los carteles que encontraba, los indicadores, los anuncios. Hubo un
momento, lo cuenta en el libro, en que iba por una calle que pasaba siempre, y
se fijó en una señal de advertencia cerca de donde había una escuela. Una señal
de ceda al paso. Dos figuras de dos niños iban de la mano llevando una cartera.
Abajo ponía; recuerda. Es lo más trivial del mundo, pero vio la belleza del
cartel. Parecían dos niños de una ilustración perdidos en el bosque, tan bien
dibujados. Debajo de esos niños se veía un letrero que decía; recuerde.
Recuerde que hay un colegio cerca dice la señal de tráfico. Le estaba indicando
que recordara. Estaba puesto para que recordará en ese momento su infancia.
Eso fue un acicate y empezó a
fijarse en todos los letreros, las pizarras que ponen al mediodía en las puertas
de bares y restaurantes con las listas de comidas. Había estado mucho tiempo en
EE.UU. donde la comida no tenia importancia, era algo cotidiano monótono y sin
importancia. Se fijo en los menús de restaurantes de Madrid Bilbao o donde sea.
Eran grandes bodegones verbales; rabo toro, gambas al ajillo. Es una sobre
abundancia de vocablo y metáfora. Es como leer un poema de What Whitman, sobre la
abundancia de las cosas. Fue un proceso sin saber mucho, gradualmente. Empezaba
copiando cosas. Luego las recortaba también o hacia fotos y le subyugaba eso. Siempre
se había fijado mucho en la publicidad y se fijaba ahora mucho más. Veía esos
mensajes muchas veces muy tentadores. Recuerda uno que era un anuncio de
idealista; dibuja donde quieres vivir. Te invitan a dibujar la casa de tus
sueños. Hay una carta de Lorca a un amigo; dibuja un plano de tu deseo y vive
en el, como una norma de belleza. Dibuja con los dedos la cara de la persona
amada. En fin, iba haciendo cosas. Poco a poco fue cobrando forma el libro. No
sabia lo que estaba haciendo. Quería disfrutar de su libertad de espíritu sin preocuparse
de que estaba haciendo.
Era un verano y anotaba en el
diario lo que hacía, no tenía obligaciones, cosas que hacer, ni casa porque ese
estaba mudando. Era un monje errante, sin adjetivo, con su mochila, papeles y
cosas. El cuaderno y lápiz era una cosa logística, no tenia donde estar. Iba con
el cuaderno y el iphone, las dos tecnologías le servían para registrar la vida
tal como está en el momento que sucede. Es como un sueño, el sueño de los pintores
impresionistas que salen de los talleres para pintar el paisaje o las montañas
o los amaneceres. Captaba conversaciones al vuelo en el metro. Las grababa, las
anotaba. Grababa directamente poniendo el teléfono con cuidado cerca de la persona
que estuviera hablando. Una cosa que más gusta del libro es un monologo de una
señora gitana que vendía melocotones. Era la lengua hablada muy distinta a la
lengua escrita. En la escrita no puedes hacer repeticiones, es demasiado
formal. La lengua hablada es muy redundante repetitiva, es como música. Estos monólogos
en un barrio de Madrid eran impresionantes. Un familiar les había dejado su
piso. Tenia elocuencia esa señora vendiendo melones. Eran tres palabras del
discurso; “niña, mira qué precios, mira qué melocotones”. Lo grabó y reprodujo
en el interior del libro. Alguien de repente que esté leyendo el libro puede
decir; pero si esa conversación la tuve yo, ¿cómo la ha podido escribir Muñoz Molina?
A la entrevistadora le ha gustado
las paginas en que el narrador está en el café comercial de Madrid, que abrió y
cerro. El mejor poema del futuro, el gran poema de nuestro tiempo habrá de
escribirse con materiales de derribo. Cuando dice esa frase el señor ya no está.
Es muy misterioso. No consigue recordar su rostro. Quiere saber la
entrevistadora si el señor está basado en alguien que conoció o es pura ficción.
“Es un señor que conocemos, no vamos a decir su nombre, que nunca nos
acordábamos de su cara. Siempre que le veíamos nos sorprendía. Sabíamos su
nombre, pero no recordábamos su cara. Soy tal. Esa cara tenia algo que era
refractaria al respecto. Era una cara normal, ni guapa ni fea pero que no permitía
el recuerdo”. Se le ocurrió ese personaje, que era el único personaje de ficción
que hay en todo el libro. Si el libro es novela, o novela dentro del libro, ese
personaje es el protagonista. Le sirve como hilo conductor. Hay un libro novela
gótica del siglo xix Melmoth el errabundo, un personaje que es una especie de
judío errante que aparece y desaparece en la misma historia en los sitios más
inesperados: una iglesia en Salamanca, o la celda de un condenado a muerte en
la cárcel.
Se hacían novelas en España así. Era
como un personaje que no muere. Ya había usado eso en el Robinson urbano, su primer
libro de artículos. Inventó un personaje que era una especie de sabio raro y excéntrico
que inventaba saberes y maquinas. Le divertía crear ese personaje y atribuirle
unas diatribas o discursos. Si yo intento escribirlo como yo te quedan teórico
y un poco antipáticos. Hay que ponerlo en boca de alguien, de un café o donde
sea, y se convierte en el discurso de un chalado. La poética del libro es
rescatar en lo posible la basura para darles uso, no ahogarnos en basura. Usa
esos materiales de derribo y desecho para hacer algo, construir belleza y arte.
La basura y el colapso que hay en
actualidad es un tema que recorre el libro. ¿Cómo es la proyección de futuro
del autor? Habrá pronto una APP o aplicación que te conseguirá el estilo literario
que tu quieres. Eso estaría bien. Hay cosas más difíciles que se han
conseguido. El estilo no es más que una seria de repeticiones. Es una cosa
peligrosísima. El estilo es pura rutina. El escritor se repite, los tics, hay
que estilo más bonito, decimos, pero se basa en la repetición. Cuando empezó a
escribir quiso imitar a Cortázar, pero leer a Baudelaire y otros le generó un
gran desasosiego. Hay escritores que se pueden parodiar y otros que no. El que
se puede parodiar tiene mucho peligro. El escritor puede ser su propio
parodiador máximo. Cortázar se parodiaba así mismo. Otros son mas secos y no se
pueden parodiar. Woody Allen decía que a Buñuel no se le podía imitar, se puede
imitar a otros, pero este es tan seco raro tan el mismo que no se le puede
imitar.
Pregunta Txani cómo imagina las
ciudades en el futuro. Son ya. Las películas tenían títulos del final del siglo
xx, las pelis futuristas. Espacio 1999. Blade Runner se desarrolla el año que
viene en 2019. Las ciudades del futuro son las de ahora. En el libro hay un
capítulo, con una noticia copiada, esa ciudad china celebró una reunión del G20
en el verano del 2016. Era una ciudad como Nueva York de grande que fue
desalojada por unos dias por el gobierno chino para que los participantes no
tuvieran ninguna molestia. Imaginen una ciudad como Nueva York vacía para que
circulen coches con cristales pintados del G20. Eso son las ciudades del
futuro, tienen zonas totalmente privatizadas donde no hay vida ni para los trabajadores
ni para los pobres. El centro es inhabitable para la gente trabajadora y una
gran parte. Estan privatizadas para los sitios turísticos. Una cosa que hay en
el libro es ese tono de las novelas de fil Carry ese tono que está en los
periódicos o en la realidad. las ciudades son lo mejor que tenemos., es una
cosa política, publica. Tenemos que practicar el activismo de intentar salvar las
ciudades para la gente común y no para las maquinas y para los ricos. Es cosa
de militancia política y concienciación. No queda mucho para eso, para la
sequía de Balas.
Esta dejando de fumar al saber lo
que contamina una colilla. Eso que fumamos tan alegremente es nocivo. Hay que
reflexionar colectivamente por esa responsabilidad. Él empezó a recoger
paquetes de tabaco tirados por la calle. Hacia muchos años que no veía un
paquete de tabaco cerca. Cuando fumaba, de joven, los paquetes eran objetos de
diseño muy bonito. Un paquete de chester o de lucky tenían un diseño muy
bonito. Con el tiempo ha vuelto a mirar paquetes, y es una cosa pavorosa. Colecciona
paquetes para recortar los mensajes terribles que hay detrás, los avisos de
salud. Los recortaba y los pegaba en una hoja grande de cuaderno. Era una cosa
terrorífica. Fumar provoca esterilidad, se ve una foto. Siga vivo por amor a
los seres queridos. Se veía y se ve una foto de un tipo que está agonizando.
Cosas terroríficas. Fotos de tumores. Ese letrero terrible que dice fumar mata.
Hace un juego con las tijeras. A fumar le quita la R y se convierte en “fuma,
mata”, como la orden de un psicópata que no deja de fumar. Es el ejercicio de
usar lo residual para hacer algo. Para escribir ese libro, entre dibujos y recortes
de anuncios y recortes de paquetes de tabaco…
Molina nos cuenta cuando abandonó
Nueva York. Cuando dejó de vivir en EE.UU. tuvo un incidente en el aeropuerto.
El que lo reviso alucinó con todo lo que llevaba en la maleta. Cada capítulo
tiene un encabezamiento que es un eslogan o anuncio o fragmento. Conviértete en
una leyenda BBM. “Los equipajes de los viajeros
impacientes se acumulan en la cinta. Me miran al identificarme. Soy un motivo de
interrupción de su trabajo. El vigilante serio y corpulento me aparta la maleta
en una mesa lateral. Me pregunta si es la mochila propiedad mía. Si un conocido
o más me han ayudado a hacerla. Digo que no. Me pongo el cinturón sin apartar
la vista del vigilante. ¿Lleva líquidos o cosas metálicos? Saca un sacapuntas, unas
tijeras. El sacapuntas almacena virutas de lápices. Abre la tapa. Las virutas
caen alrededor. Mira como pidiendo responsabilidades. No es fácil meterme el
cinturón. Cierra la tapa del sacapuntas y lo pone a un lado. Se ocupa de las tijeras
cortas romas y con mango plástico como usan los niños en las guarderías. Pone
el dedo en el filo y me mira acusando. Está prohibido tener cosas afiladas. En
otros controles me los han permitido, le quiero decir, pero no le digo nada. Me
indica que abra la maleta por si tengo líquidos o objetos metálicos. Saca el tintero
y lo agita delante de mí. Abre, lo huele, vuelve cerrarlo. Pregunta qué es eso,
mirando a los ojos. Un tintero. Se esfuerza en que suene clara la voz. Deja el
tintero con el mismo escrúpulo que si manejara pruebas incriminatorias. Es
lento a propósito, para hacerme saber quién manda. Va sacando todos los cuadernos.
Caen recortes y entradas y papeles sueltos que le intrigan. No presta atención.
Hay una página entera del relato del periódico atentado en Niza. Cargador
portátil, hojas de propaganda, servicios eróticos y adivinadores del futuro.
Las mira y me mira. Me pide pruebas de residencia, del motivo de mi estancia en
EE.UU. Le enseño el carnet de identidad de la universidad donde estuve
trabajando un tiempo. Caduca dentro de dos años. Es una impostura menor que no
perjudica a nadie. Debajo está la biografía de Baudelaire. Y un estuche de 23 lápices
de colores, elegante en su diseño. Cuadernos, lápices, bics. Me pregunta como me
gano la vida; escritor”
Nada más salir del aeropuerto
cada país huele de una forma. España huele a tabaco y café con leche. Te llega el
olor del país. En EE.UU. el olor es a masa de piza calentorra. El narrador se encuentra
con el marido de una sobrina y le dice que nunca se mojaba el pelo. Hay paginas
fabulosas y emocionantes de verdad sobre el amor, el amor a su pareja, cosas
intimas, pero muy bonitas. El libro no era nada, una cosa que se iba haciendo y
va tomando forma por si sola. Uno debe preocuparse de organizarlo de forma
matemática, pero las formas demasiado cerradas son un poco antipáticas.
Diferencia entre bellezas, entre el diseño de una carretera autopista y la de
un camino o un rio cuando lo ves desde el aire. Es de una belleza extraordinario
verlo desde el aire. Eso pasa con la literatura cuando se hace al azar. Se
convierte en un diario, crónica de lo que estas haciendo. Le gustaba dejar que
las cosas fueran entrando. Tuvo ese encuentro con ese sobrino que le contó
cosas. Eso no lo había contado nunca. Hay un momento en la vida en que alguien
cuenta algo. Tu estas en encuentro con alguien jovial y esa persona empieza a
contar algo fundamental en su vida. Cuando uno escucha una cosa así
inmediatamente pensaba voy a hacer un cuento con ello, convertir esto en una
novela, voy a hacer un relato. Ahora se plantea recoger lo que me han contado así,
sin la necesidad de darle forma
Algo fundamental en la vida es el
amor. En nuestro país hay una cosa que choca mucho en los ámbitos culturales
intelectuales. Tu puedes contar y todos lo van a celebrar aventuras tremendas eróticas,
pero no puedes contar el amor, el deseo normal, el amor por la persona que
quieres, contarlo con delicadeza y franqueza. Forma parte de cosas
fundamentales de la vida. Hay gente con envidia o a las que no las interesa.
Uno tiene que ser valiente, tener libertad de espíritu, hacer aquello que
quiera hacer. Lo ha hecho el libro con plena conciencia, como escritor y
persona.
Nuestra literatura española y escrita
por hombres es una literatura muy seca. La novela española está llena de
escenas eróticas embarazosas, hay muchas pelis españolas eróticas, pero no ve retratado
el estado de enamoramiento o ternura. Es más difícil contarlo y contarlo así de
bien. Contar actos acrobáticos sexuales no dice que sea sencillo. Hay que colocarse
desde un lugar pudoroso pero honesto y eso es muy difícil. Dos capítulos del
libro tienen que ver con eso. El punto de partida es el anuncio de idealista de
dónde quieres vivir. Un anuncio con el eslogan del atractivo de tu edad. Se
puso a pensar. Todo lo que se celebra es la extrema juventud. Solo hay belleza
en la juventud. Molina cuenta el atractivo de la belleza que dura, que está
hecha por el tiempo y la convivencia. Le gustan pintores como Bonard que se
pasó toda su vida pintando a su mujer. Le gusta escribir sobre eso, pero hay
otra parte que tiene que ver con un rechazo de lo inmediato, superfluo,
artificial. Le gusta celebrar la belleza de personas reales, mejor que actores
y estrellas. Ve los óscar y le aburren. Le parece mas atractivas las personas
anónimas. El rugido de la ciudad es estar siempre joven y que todos seamos
hermosos.
Ha hablado de los grandes autores
caminantes. ¿En qué momento se implica en este experimento que aun no era libre?
Lo hizo por casualidad. No tenia en ese periodo casi libros en su casa. Tenía
uno de Walter Benjamín calle dirección única y el spleen de parís de
Baudelaire, que son dos textos fundamentales de la literatura de la ciudad. Son
libros que le han influido y gustado mucho. La caminata que uno hace por la ciudad
es como continuación de una serie de caminatas que se han ido sucediendo a lo
largo del tiempo, es como una carrera de revelos. El primero que describe la
ciudad como personaje es Thomas de Quincey, en memorias de un fumador de opio inglés.
Habla de la pesadilla del ser humano que se va repitiendo. Lo que el hacia y ha
hecho muchas veces es seguir en esa tradición. Luego mira y estudia la vida de
esta gente y se da cuenta de que la literatura de la ciudad se escribió en
periódicos, y la escribió gente un poco atravesada, perdida que no encontraba
su sitio en la vida, gente que por una razón o otra en el mundo del capitalismo
y producción industrial que se empezaba a desarrollar. Son gente perdida,
naufraga, desastrosa porque ellos son desastrosos y otras veces porque no hay
para ellos lugar en la sociedad. Literalmente no la hay. Walter Benjamín se va
de Alemania, se va a Ibiza, a Francia. Habla francés genial. Intenta colocar
artículos en París. Ningún escritor le hizo caso cuando estaba vivo y fíjate
ahora que culto hay de Benjamín. Estaba perseguido por los nazis, además- Destaca
su perseverancia en hacer lo que quería hacer. Se mete en un proyecto gigantesco
que no pudo terminar. Iba todos dias a la biblioteca nacional de París. Era el
único carnet que tenía el pobre, ya es lo último. La república española estaba
derrotada. Los nazis iban a invadir Francia. El seguía acudiendo a la
biblioteca, recogiendo datos para el libro insensato, que escribió hasta el
final. Iba huyendo a Borbou e iba con una maletilla bajo el brazo y decía que
lo que llevaba alli era lo mas importante de su vida. Lo llevó y lo perdió. Era
gente que andaba por la ciudad. Se rastrea la influencia de ellos, de unos o
otros. A través de traducciones. Hay algo que no tienes que organizar, sino que
ya existe. Paul leyó a Lewinsky escribió el hombre de la multitud, gran cuento
de la historia de la literatura. El protagonista absoluto es la ciudad. Alguien
sigue desconocido por ciudad durante 24 horas. No pasa nada en la novela. Eso
lo leyó Baudelaire en París, se entusiasmó y lo tradujo al francés. Le influyó
en su país. En los años 20 Walter benjamín traduce a Baudelaire en alemán. Es
una cadena en que formamos parte los lectores y caminantes. Esa estética esta
mucho en el cine, por ejemplo. Cuando ves taxi driver ese personaje que va en
taxis, es una persona perdida en una ciudad, que viene de esa tradición.
Se aprende mucho con la novela. De
pronto Molina se pone a pensar en qué zapatos llevaba cada uno de estos, como iría
calzado. Hay una parte como de manual. Al principio de la segunda parte ese
personaje hace la mayor caminata de todo el libro, por Manhattan y el Bronx
para llegar a la casa de Paul, el protagonista. Puede servir como manual para
caminantes. Es un escrito pedagógico; llevar zapatos, llevar comida, algo de vino,
una manzana… empezó a acordarse de los zapatos que había visto de los caminantes.
Le contaron el otro día que en Barcelona hay un museo de zapatos y hay zapatos
de Pujol. Hacían referencia a la forma de caminar de la gente y los zapatos que
llevaban. Los zapatos acaban siendo como tu cara. Cuando se han usado mucho
cobran como unos rasgos, se van pareciendo a sus dueños. Hay un cuadro de Van Goth
de unos zapatos viejos, está su vida entera en esos zapatos. Pessoa llevaba
zapatos de baile en una foto. Pensó en los zapatos de Lorca que no se sabe
nada. Andaba con mucha torpeza, con pies planos. No se sabe nada de sus zapatos.
La información sobre su última noche es contradictoria. Se sabe que los que
fusilaban a alguien le quitaban reloj, la camisa y los zapatos. Hay como una aventura
o drama en esos zapatos que vio en Nueva York en una exposición; los zapatos de
Charlotte Bronte. Ver zapatos de esos pies tan pequeños le impresionó. No
caminó mucho. Eran vidas muy cerradas. vio las zapatillas de Emily Dickinson. Puede
imaginarla escribiendo poemas, saliendo al jardín, mirando un gusano. Hay una
presencia alli. Para no representar su calzado se pone una pisada. Hay esculturas
que son una pisada y se representa la presencia. La presencia se representa
mediante la ausencia.
Lorca hizo collages y Molina en
este proceso tan interesante de escribir este libro también lo ha hecho. Un
otoño recogió hojas, las pegaba o ponía debajo de la hoja, hacia el sombreado,
el dibujo de la hija. Un trozo de laurel para hacer un árbol. Eran cosas que
iban saliendo sin mayor pretensión. En una página muestra a Donald Trump, se ve
el dibujo recortado y cosas. Joyce dijo una vez; “todo lo que necesito me lo da
el azar”. Había recortado las sobras y las fotos. Parece un horizonte marítimo.
Es la belleza de la sujeción plástica.
Molina le da mucha importancia al
trabajo manual. Cualquiera que lo haga se da cuenta que te llena de satisfacción.
Alguien que dibuje o haga algo con las manos tiene un poder de concentración y
ensimismamiento que es muy terapéutico y terrenal. Pasar la yema en una
superficie lisa es otra experiencia. La mano humana da para mucho más, se ha
refinado mucho. No hay que ir como fantasma por la pared. Una familia de Corea
del norte le fascinó visualmente. Mezcló el recorte del padre del actual
presidente, y amado líder con ese letrero de una óptica, “dime como miras”. Junto
al letrero de mirada inteligente puso una foto de Emily Dickinson. Cada poema tenía
como un título. Hay un dibujo de Pessoa que encontró en un sitio y al lado un
eslogan actual; el momento es ahora. Tiene mucha belleza. No hay mas momento
que ahora. Joyce Benjamín y Pessoa se dan un aire en esta foto. ¡Mira si son
los mismos! Hay momento en que los ves, con las gafas y parece una trasmigración
de la misma persona, como el personaje del que el habla. Vio la foto de Correa,
y lo junto con unos anuncios; “ahora sí, soy vuestro orgullo, dinero ya”. Con
el collage se distorsionan las cosas. Hace como un pequeño tuit y lo conviertes
en otra cosa. “Soy vuestro orgullo” es un anuncio de un futbolista. Cambia
mucho al ponerlo con una foto que nada tiene que ver. Es muy Duchamp todo. Los envoltorios
de vino están llenos de anuncios y titulares pegados, para introducir el texto
y como trabajo manual, para hacer algo con las manos.
Este es uno de mis héroes; un fotógrafo
checo que es un mendigo y que hizo una cámara fotos con cosas de residuo. El
objetivo era un tubo de cartón hecho con el rollo del papel higiénico. El
carrete se pasaba con una chapa de botella de cerveza. Vivió toda su vida en la
Checoslovaquia comunista, en una pequeña ciudad de provincias. Era el único que
llevaba la contraria. Hacia fotos y las imprimía en carteles viejos. Era un
hombre completamente libre, caminante de ciudad, peregrino, mendigo y marginal.
A los señores de “la manada” los rodea de anuncios publicitarios; “prueba
nuestros métodos, móntatelo, disfruta el doble”. La publicidad anima a un
disfrute exaltado de todo, tiene algo de enloquecido y si lo pones todo junto
con esa foto cambia todo; “estabas deseándolo”. Nos muestra ahora el primer
retrato de escritores que se conservan en foto, Thomas de Quincey cuando era
muy viejo. O Herman Melville.
Escribió el libro mirando la ciudad, fijándose en todo, eso carga mucho la cabeza. ¿Se ha desenganchado de esa rutina que adquirió o ahora los sentidos se abren al entrar en cualquier ciudad? Un hábito es difícil quitárselo del todo. En este caso el trabajo no acababa nunca. Estas escribiendo una novela en tu cuarto, terminas y vas al mundo real. El dejaba de escribir y seguía en el mundo del libro. El no para. Un titular dice; “el móvil cobra vida y se convierte en tu segundo cerebro” (o el primero). Eso es ciencia ficción, un futuro además terrorífico.
En el libro hay mucho collage
visual y verbales. En ese verano lo recogió todo, un verano particularmente agitado.
Tenía la sensación de que se podía recitar en voz alta con un recitado de hip
hop. Este poema en prosa lo recitan entre los dos (Antonio y Txani) con tono de
hip hop;
Detenido
por amenazar viandantes, Alá es grande, profanan un templo, cámaras de seguridad
graba un saqueo en Venezuela, récord mundial en busca de Pokemon, yihadista
paga a pareja polaca, especies en extinción, se disfraza del zorro y siembra el
pánico en los Ángeles, la modelo se asoma destrozada a la portada de la revista
Hola, los animales tienen dentaduras perfectas, amenazas del estado islámico,
campeón motocicleta destruye su coche, pasear por Marte, gorila a punto de extinguirse,
juró fidelidad al Isis, asteroide cambia la vida sobre la tierra, esconden en un
convento un bolso con millones de dólares, el cerebro humano vence al ordenador
cuántico, un kamikaze adolescente mata a personas en una boda kurda, las cenizas
de Truman capote salen a la venta, se suicida con un tiro en la boca el
asesino, se hace necesario un poco de silencio. Es una serie de
titulares que juntos adquieren la forma de un poema o un rap.
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