Enseguida la feria cerrará sus
puertas, aunque las casetas tienen persianas más que puertas. El viernes la gente
pasa de la cultura porque es fiesta, fin de semana y hace buen tiempo y cada
uno bebe cerveza o lo que quiere en una terraza. Félix linares presenta a los
invitados. UNAI ELORRIAGA,EDUARDO-SACHERI que hablaron de LITERATURA Y CINE reunidos en la carpa de la feria del libro y tambien en la biblioteca de Bidebarrieta.
Eduardo Sacheri vino invitado por
el Athletic al festival de cine y literatura. Es escritor y guionista y se le
conoce por su gran afición al futbol. Ya se ha acabado el campeonato y no puede
ir a la catedral a ver al Athletic. Tiene muchos volúmenes de cuentos.
Consiguió éxito con la pregunta de sus osos, se hizo una película del secreto
de sus ojos, en la versión de Hollywood se llamó el secreto de una obsesión. Participó
en la película futbolín de Josu Luis Campanella, seguidor del futbol también.
El director cimentó la fama de Eduardo que gracias a ello ha seguido
escribiendo. Ahoz y la verdad, los papeles en el viento (también llevada al
cine), ser feliz era esto y la noche de la usina, premio alfaguara de narrativa
hace unos meses, son algunas de sus obras. Esta aquí para hablar del cine. No
tienen una carrera como Jon Ford pero han hecho sus pinitos en el cine. Unai Elorriaga
ha hecho teatro, literatura infantil, tomos didácticos, ha sido traductor, ha
escrito muchas novelas y ensayos. Es bien conocida la película un poco de
chocolate que se basa en su primera novela un tranvía en SP. Fueron escritas
originalmente en eusquera y traducidas al castellano en la misma editorial
alfaguara. Tiene ambos puntos de contacto. Son las personas indicadas para
hablar de la relación cine literatura. Los que escriben no suelen estar
contentos con lo que les hacen los cineastas. No le pregunta si ha estado en
Bilbao a Unai Elorriaga porque es de aquí, de toda la vida. La invitaron a
Argentina hace poco y dijo, tonto de él, que no. Estamos lejos de todo. Unai es
premio nacional de narrativa con un tranvía en sp, el pelo de Van't Hoff,
relatos de Vredraman, Londres es de cartón etc. Antes de leer y escribir vieron
alguna película. Esas imágenes se les ha quedado en el cerebro, antes que todo
trabajo posterior. Les fascina a los dos este invento que ya no abandonarán
nunca en la vida.
¿Cómo fue relación de Eduardo con
el cine? En su niñez el cine tuvo una presencia muy fuerte. iba al cine, a las funciones
a ver 2 o 3 pelis distintas que se dan durante la tarde, según el gran
programa. Recuerda con los chicos ver dibujos animados y largometrajes de
aventuras y el cine por tv de los años 70 cuando había pocos canales. Se daba
mucho cine, no un cine demasiado escogido, mucho western d Hollywood y pelis de
guerras. También formativas a nivel narrativo. Se fue acostumbrado a un modo de
contra-historias que tiene a su modo que ver con el cine. En los años 70 era en
blanco y negro. Veías películas en blanco y negro que realmente eran en color.
En la tv veía Tarzán, las pelis del cine. Esas pelis de guerras le hicieron la persona
más antibelicista después. Cuando eres niño ves una corrida de toros y te gusta
y de mayor te preguntas como podía ver de niño esto. Te ponías al lado de los EE.UU.
El márquetin es tan grande que hay que pasar por ahí. Vivía en algorta, siempre
ha vivido allí. Ha nacido en Bilbao por accidente, había una clínica. Todos
dicen que es bilbaíno. En Algorta había un señor, que ha muerto hace poco, que
ponía películas en una sala pequeñita para niños todos los fines de semana.
Iban todos los findes. Solo 15 pesetas valían la película. Iba con un amigo y
recuerda que no había sillas, se sentaban en colchonetas. Era una película de western,
el día anterior había muerto su padre. Ese amigo de la cuadrilla le preguntó
por qué salía antes de la peli, sin ver el final, ha muerto mi padre y debo ir
al funeral. 30 años después lo recuerda con su amigo. El tenía grabado en la
mente ese momento viendo la película del oeste. No recuerda que película era. Tenía
9 años cuando murió el padre. en la época de Eduardo iba al infantil de Olimpia
una peseta y sesión doble de Abando, 3 pesetas. Le quedaba una pela para
dilapidar el resto del día. Cuando eres niño el espectáculo te fascina, te arrastra
y vives cosas realmente asombrosas. Era mayor cuando murió su padre. al día
siguiente fue al cine. Es espectáculo, transmisión de emociones y expresiones.
Bálsamo para tiempos difíciles. Llega su esplendor en épocas de sufrimiento y
dolor, la gran depresión, el crack del 29 cuando se hacen esas películas de
Frank Kappa que tratan de llevar ilusión a la gente de manera trapacera. Salías
del cine y la situación seguía estando difícil. Durante un tiempo te produce un
alivio, tan importante como respirar. Se han planteado que el cine ha influido
en la escritura. Los hegemónicos no tenían cine. Ha habido eliminación de
descripciones al ya estar descritas en el cine. Piensas en imágenes cuando escribes,
los diálogos los pensáis como un guion. Hay una manera cinematográfica en la
manera de pensar su escritura. Hay autores que trabajan desde la palabra y el juego
lenguaje de manera formal, el devenir pensamiento de un narrador. Él ve imágenes
y de hecho dedica tiempo antes de la escritura propiamente dicha, a pensar esas
imágenes como si fueran escenas. Mucho antes de escribir el guion, escribió
varios libros antes de entrar en el mundo del guion. Cuando piensa una nueva historia
lo piensa como libro, si deviene en película dependerá del mundo y gente del
cine. Ve a sus personajes y luego los escucha hablar. Eso de las escenas con
las acciones y diálogos es la clave de un guion. Creía que no, pero su forma de
narrar dicen muchos críticos que es muy cinematográfica. Es un ignorante en
todo y del cine también. Alguien, más de una persona, se lo señaló. Parte más
de la palabra. Es filólogo, quiere jugar con las palabras y escuchar como
hablan los personajes. primero los escucha. Si es una señora de cierta edad, 80
años, ve a su tía hablando, se pregunta ¿Cómo diría esto mi tía? Una cosa es lo
que quiero decir y otra como lo diría ella. Ve a su tía hablando en una escena.
Coge su voz y tono para trascribirlo al libro. Tiene mucha influencia del cine
las secuencias y escenas. En los dos idiomas. En eusquera habla tu tía y en
castellano otra persona. Pensó al personaje en euskera a su tíos y tío abuelo
hablando y gente del pueblo hablando en eusquera y el actor fue Héctor Alterio
con ese acento argentino. Lo hacía perfecto, pero ni por asomo se parecía a lo
que había escrito. El argentino no se parece al castellano. La forma de hablar
de Alterio es muy peculiar, 40 años de vida en España le habrá contaminado con
el castellano. Está en el Arriaga Alterio en una obra llamada el padre. 87 años
tiene, y un arranque tremendo. Le han sorprendido algunas cosas, de los cambios
que pone el cine. Le dijeron un día; quiero que trabajes conmigo para llevar al
cine un tranvía en SP. Fue muy curioso y muy largo. Aitxol era uno de esos locos
que te maravillan, pensaba en lo grande, iré al teatro, Alterio está en Madrid,
voy a esperarle en una mesa en el café donde toma algo. Le voy a convencer de
que participe en la película. Era así. Él le llamó. He leído tu obra. Tengo
este cortometraje terminal premiado en la bienal. Quiere que mi primer
largometraje sea tu libro. Este hombre ¿quién es? Es una persona que sabe hacer
cine partiendo siempre de su ignorancia por el cine. El corto era impactante.
Un corto lo haces más o menos con tus medios y otra cosa es hacer un largo con Alterio.
Vivía en Hondarroa y venía a su casa. Estuvieron 5 años hablando del proyecto,
que si el guionista será tal, voy a convencer a tal... Hacia una versión de su
secuencia. Venía a la casa de su madre y cuando se casó venía a la suya. Tenía
26 años primeros encuentros en casa de su madre hasta que con 31 consiguió
hacer eso. Paso casi una vida. Se sentaba en el sillón en su casa y hablaban.
Se hacía de noche. Me voy a Hondarroa que llego tarde. 5 años hablando
estuvieron. Pensaba no iba a conseguir nada pero consiguió el guion, los actores,
bárbara Goenaga, Julieta serrano..
Con Campanella a Eduardo le pasó
algo curioso. Leía sus libros antes de conocerse. Estrenó en 2004 la película
luna de avellaneda, tras el hijo de la novia. La película tiene que ver con un
club de futbol. El director de cine fue protagonista de los reportajes típicos
que se hacen con la promoción de una película que sale. Hay un escritor
argentino que me gusta mucho, dijo en la radio Campanella. Eduardo pensaba que
había enloquecido pues de pronto la radio hablaba de él. juan José Campanella
le invita a ir a la presentación de luna de avellaneda. No pensaba que era un
amigo, sino que era él. En 2004 le propone hacer algo juntos. Estaba
escribiendo la novela el secreto de tus ojos. Hubiese sido lógico decirle que
estaba escribiendo su primera novela. Le mostró algún cuento a ver como la
trataría él , tampoco le dijo nada cuando saco la novela. Él se compró la
novela por sus medios y le llamó un día; quiero que hagamos esto como película.
No fueron 5 años, como en el caso de Elorriaga, pero si fue todo un año que
pasó de un gran entusiasmo inicial a desalentarse con la posibilidad de adaptarse
a esa novela. A eso se añadían las dificultades de traducción del lenguaje literario
al cinematográfico. Se fue apaciguando. El tenía muchas ganas de hacerlo y se
desesperaba. Por una cosa tonta y vanidosa, soñaba con entrar en una librería
un día y ver su nombre en la tapa de un libro. Es el sueño del 100 x 100 de los
escritores. Se imaginaba así mismo en un cine al final de su película que
dijera “basada en la novela tal”. Quería ver su nombre en una pantalla de cine.
Le preocupaba el desaliento de Campanella y eso le dio más flexibilidad en
encontrar soluciones a las cuestiones que el planteaba. Lo hicieron juntos el
guion de la película. Él ponía soluciones técnicas y Eduardo las literarias.
Campanella planteaba algunas objeciones con el cambio del lenguaje. Una cosa es
como resuelves una situación en un libro o película, pero luego hay objeciones
que tienen que ver con el gusto lector del director. El director es lector
también que a partir de lo que lee, elige a su manera, sintetiza con maneras
personales. Se acostumbró a no decirle esto no es así o mi libro no dice esto.
Para Campanella el libro dice esto, como hacemos. Son objeciones que había que
atender. Fue todo planificación de Campanella que no estaba en la novela. Hay
una persecución muy cinematográfica en un estadio. Había escrito unos cuantos
cuentos vinculados con e l futbol. Le identifican su nombre con el del futbol.
Toda etiqueta nos incomoda un poco. En la novela no puso nada de futbol, pero
en pleno guion Campanella le dice pongamos algo de futbol que a ti se te da tan
bien. En su oficina juan caminaba de lado a lado mirando el techo. Empieza con una
toma aérea que se acerca a un estadio. Me quiero morir, ¿qué va a hacer ese
hombre? Quedó bien, es la escena ms característica de la película. Fue una mezcla
de solución visual y el deseo lector de Campanella. Insistió, hizo el guion de
futbolín, metegol en argentina. Era también de futbol. Paradójicamente no está basado
en ningún cuento suyo sino de Fontanarrosa que estaba muerto y no podía quejarse
de lo que podíamos hacer. Era una película principalmente para niños, inspirada
en un cuento de 4 páginas. Hacer largometraje implica jugar mucho, crear mucho,
improvisar, salir a otros lugares. Es un ejercicio menos traumático que cuando
uno está adaptando su propia novela que uno lo ve como algo más sólido. Tuvo
algo que ver con los banderines que aparecen n las paredes. El único banderín
autentico que aparece en las banderas de ese bar es del Athletic. Lo pusieron
en la noche de, el programa de Feliz Linares. Uno de los técnicos era de Bilbao
y pidió permiso a Campanella si podía poner la bandera de Athletic. Incluso
había un asturiano en el equipo, ¿no puedo yo poner uno del Oviedo? Se acepta
el del Athletic, pero no de Oviedo. Eran banderines inventados para que no
dijeran sale más una bandera que otra. Juan José y Artxol eran volcánicos,
gente obsesionada con el cine, vamos a hacer cine bien, tengo la peli en la cabeza.
A veces se resuelven bien los problemas con ese plano de futbol. muchas
secuencias no le gustaron y siguió protestando. El director hacia una versión,
enviaba la versión, corregías algo, no participo en el guion, pero participo.
Le enviaban todas las versiones. Recibía la versión, corregías muchas cosas y
devolvías la versión. Le devolvían la corrección y le habían aceptado una o dos
cosas, lo demás quedaba igual. En la tercera versión aceptaban otra media cosa.
Y él, cabezón, sigue cambiando cosas del guion. El lenguaje de cine y literario
es distinto. El final quería dejarlo en duda si el protagonista moría o no.
Hace imágenes y metáforas con un tranvía aéreo en el cielo, mariposas negras
bajo la cama. no quería decir que el protagonista moría. Que fuera el lector
quien decidiera si moría en el instante o quedaban más años de vida. ¿Cómo haces
eso en el cine? Si quieres que caigan copos de nieve pones “nieva” y el lector
imagina la escena. En cine hay que poner la máquina de echar nieve, echar el producto.
Muere o no. Alterio cierra ojos o no, se le ve la cara. Aitxol acertó con la
solución, la escena quedó así; Alterio está en la cama, se abren las ventanas,
entra una ráfaga de viento con copitos de nieve y Alterio se congela. Tiene las
rodillas levantadas en las sabanas y pasa la cámara de su cara a sus rodillas
que se convierten en dos montañas de nieve. Entra en la metáfora del tranvía
que suave a la montaña. No le vemos dormir, y sentimos que le han congelado en
su muerte como a Walt Disney Lo resolvió bien. Otras cosas no las resolvió tan
bien. Había cosas en el guion que cambiaba y cambiaba y quedaron tal cual en la
peli. Logró un triunfo espectacular gracias a Alterio. Había una escena en el
libro en que el protagonista tiene una enfermedad mental, demencia senil o algo
parecido al alzhéimer, y está perdiendo la cabeza. Sale al balcón y da una
charla discurso a los niños que están jugando en la calle. En el libro no
menciona que les decía. Sale el hombre como orador político y los niños escuchan.
En el cine tiene que hablar de algo para que los niños estén atentos al discurso.
El guionista escribió algo sobre el amor, lo más bonito que me ha pasado en la
vida. Mis amigos van al cine y leen esto y dicen ¿esto lo ha escrito Unai?,
mucha gente ve la película y no lee el libro. El amor me hizo doblar las
rodillas, dice Alterio. Cambia esto porque Unai se decía; esto yo no lo he
escrito. “Seguía ahí el texto. Al final lo van a rodar. Vi cuando iban a rodar
esa escena, la escaleta o plan de rodaje, cuando en su pueblo lo rodaban”. En
una tarjeta Unai Elorriaga escribió un discurso alternativo que hablaba de
calcetines, algo curioso. Alterio traía aprendido aquello del amor. A Alterio
tampoco le gustaba. “He escrito esto alternativo”, dijo Unai. La productora y guionista
eran unas enamoradas del amor. Se lo aprendió allí mismo el actor Alterio, mientras
otros actores hacían otras escenas. No era muy largo, se lo estudió. Estamos de
acuerdo en que esto es mejor que lo otro. Que no se entere la productora ni la guionista,
les dijo el director. Fue el gran triunfo del escritor. Los directores cuando
se basan en novelas tiene que salvar muchos problemas. Uno de ellos es el
dinero. Si tuvieran un presupuesto inmenso podrían hacer maravillas. Se sitúan
en sitios pequeños, está rodando en la casa calle de la cuesta en Getxo.
Siguiendo a la novela coges una grúa, cambias las palabras y ha servido al espíritu
de la palabra. Pero no hay tiempo ni grúa, tienes que hacerlo de esa manera.
Siempre se anda con más gastos y prisa y es difícil. Ha estado Unai Elorriaga en
varios días de rodaje. Es un peñazo insoportable hacer cine por la repetición.
Pasas una tarde para hacer un plano. Estamos acostumbrados. Escribir es
corregir, repetir, lo vuelves a leer…. Algún día lo hare, se decía. No sabe cuántas
veces ha tenido que leer el libro antes de publicar. Menos de 80 veces no ha
leído su libro. Se sabe de memoria el libro. Se trata de repetir, repetir,
quitar, añadir hasta que quede perfecto. Que repitan diez veces la misma frase
no le resulta raro. Aitxol era feliz en el rodaje, era lo que siempre quería
hacer, pero murió de repente con 40 años. Le veíamos tras 5 años de hablar con él,
con sus problemas en conseguir la producción y durante el mes y medio de rodaje
estaba feliz. Hay que repetir, quedarse hasta las 2 de la mañana a repetir. Había
conseguido lo que quería y estaba en su paraíso. Es un poco coñazo hacer cine,
pero es un mundo que no te dan otros mundos, una oficina por ejemplo. Unai
Elorriaga iba al rodaje. Le maravillaba que repitieran 10 veces la misma
escena. Lo hacían idéntico. Fallaban los demás siempre pero él no. La cámara
que no había grabado bien o el actor lo
había hecho mal pero él se giraba cuando oía una palabra, movía la mano,
guiñaba un ojo…. Siempre rodaba y dirigía igual. Félix Linares hace 3
entrevistas al día y el que un rodaje sea lento le pone de los nervios. Estuvo
en el rodaje de Pedro Olea de bandera negra en el 84 , solo una vez. Toda la
tarde para un plano en que Alfredo landa subía una cuesta. Habían parado el
funicular de Artxanda. El subía por una cuesta y por detrás pasara el
funicular. Para enlazar dos acciones tardaron unas 3 mil tomas. Pasa rápido en
el cine pero en el rodaje se hace eterno.
Eduardo tiene dos películas
rodadas basadas en sus novelas. La versión yanqui del secreto de tus ojos se
llamó secreto de una obsesión. Le dieron un óscar. Entró a concurso en el festival
de Donostia y no le dieron ningún premio. Quiere hablar de la grandeza de Campanella.
A los dos años futbolix abrió el festival en la sesión de inauguración. ¿Qué te
parece los americanos? No tuvo relación con ellos, era otro mundo. Se limitaron
con Campanella a vender los derechos del guion a ambos. Compraron el guion del
secreto para convertirlo en otra película. No hubo intervención. Era difícil
ponerse de acuerdo. La versión de EE.UU. pasa de escenificarse de Buenos aires
los Ángeles y de los años 70 lo trasladan al 2000. Pasa de los ámbitos de
tribunales de un juzgado a nuestro ámbito, al ámbito más policiaco del FBI. Son
cambios tan grandes que es difícil dialogar a través de esos cambios. Hicieron
una película muy diferente. Hay momentos que las líneas de dialogo son las
mismas. Julia Robert dice lo de la versión argentina y cosas absolutamente
diferentes. Le da la impresión de que no quedó del todo bien la versión
americana. No tuvo ningún éxito la película, no cuajo bien a pesar de tener un reparto
excelente de actrices; Nikole Kidman julia Robert. Se vio traicionado su
novela. Pero cuando acepta vender los derechos se desprende de la historia.
Fueron al cine con la familia e hijos a ver la película americana. Le causó
risa en el cine. Fue cantidad de gente en Buenos Aires. Teníamos sentado detrás
nuestro a dos señoras muy mayores. Cuando acaba la peli en versión de EE.UU. le
dice una a la otra indignada; esto es un plagio de una película argentina. Le salió
el orgullo e indignación por el imperialismo y que lo hubieran plagiado. No,
señora, pagaron por esto, no hay nada que decirles. Taratuto se propuso ser más
respetuoso con la novela que lo que fue Campanella que quiso intervenir más y
cambiar muchas cosas. Fue una experiencia más placentera pero ahí nos pasó ese
otro tipo de dificultades que tiene el cine que son las presupuestarias. Había
escrito el guion para una película que durara 2 horas. En dos horas hay ciertos
arcos emocionales de los personajes que se podrían desarrollar mejor. Los productores
querían hacer una coproducción argentina España-. Se rueda en 2014, mal momento
para el cine español. Se hicieron solo en la capital argentina. La película va
a durar 90 min, no 120. Es una película que es cómica, pero tiene algo trágico.
Los productores piensan que la comedia lleva más espectadores al cine que el
drama. Optaron más por la comedia. Se vacío de sentidos que eran más profundos
para él. De una versión más respetuosa el producto final terminó más lejos.
Eduardo se pone en misterioso,
por confidencialidad de contrato. La noche de la usina es su última novela.
Ricardo Darin tiene una productora y es posible que vuelva a rodar con él. Le
gustó mucho esa novela. Se hicieron amigos en el rodaje de los secretos. Como productor
le ha comprado los derechos. Está escribiendo el guion de la película. No se
sabe si Ricardo va a actuar o no. Mucho trabajo no está teniendo. La novela
nace casi como una película. Tiene muchas escenas y diálogos, favorece el paso
al guion, tiene capítulos cortos que facilita la traducción a escenas. Cuando
te pones en modo guion hay muchas dificultades que hay que responder. El
director marca esas dificultades. Prefiere un director que este muy presente.
Te mandan versiones del guion que tu no quieres que salga así y les entra por
un oído y les sale por el otro. Ellos saben más de cine que el, así que lo deja
en sus manos, pero hay cosas del guion que no reflejan el espíritu fiel de la
novela. la noche de la usina salió en alfaguara el año pasado. Es como una cuadrilla
de las 11 en versión geriátrica y cañí. Trata de gente afectada por el
corralito. Algo que los accionistas del popular entenderán. Se vengan para
salvar su honor y tener dinerito que nunca viene mal. Lo ha puesto con mucho
humor. Le pasa en sus libros como en su vida; tiene una visión melancólica y
trágica de la vida y eso se contagia en sus libros y tiene la novela ese humor
que comparte con muchos argentinos. Tiene una cosa a veces irónica o sarcástica
pero el humor rescata lo más melancólico de su forma de ser. No se propone que
suceda, sucede porque se mete en lo que escribe. Siente y vive lo que pasa
allí. Sus reacciones terminan en sus personajes, necesita un giro humorístico
que los saque de lo peor de la melancolía
Cada autor escribe como quiere.
Elorriaga decidió que no iban a hacer más guiones con sus novelas. El resto de
sus novelas son complicadas de hacer cine. Con Daniel Brülh participó en la
película. Cuando la estaban rodando compraron los derechos en EE.UU., para
traducir su 3 novela. Estaban haciendo la traducción. Yo soy amigo de Tim
Burton, le dijo el actor, le paso tu novela en inglés. Estamos locos, pero yo
creo que le gustara. No quería darle el libro en inglés. Acabó la peli y fueron
al estreno en Madrid. Pensó q era una boutade y que se le había olvidado
completamente lo de llevarle el guion a Tim Burton. No iba a volver a ver a
Daniel Brülh en la vida. Cuando estaban en las fiestas de Bilbao (Daniel Brülh
vino con ellos a las fiestas, con su cuadrilla) se lo volvió a recordar. Fue el
único año donde las chicas fueron con ellos a hablar en la cuadrilla. Daniel era
un tío muy majo. Se hicieron amigos. Al despedirse le dijo; encantado de haber
rodado contigo. Hizo después la película malditos bastardos. En el hotel cuando
se estaba yendo, se dio la vuelta y le dijo; “no te olvides de que cuando salga
el libro en ingles se lo llevaré a tim Burton”. Unai Elorriaga no tenía el
contacto de Daniel Brülh. Oitzol sí. ¿Podrías mandarle el guion a Daniel Brülh?
Estaban rodando en Japón. Intento contactar con él y no podía. Pasó luego que
Oitzol murió y se perdió el contacto. Si otro día ve en fiestas Bilbao a Daniel
Brülh le dará el libro. De ese libro puede hacerse una película. “He ido
oscureciendo cada vez más mi literatura y llegando a menos gente. Mi último
libro lo va a leer solo mi hija”. Eso viene motivado porque su tipo de
literatura está cambiando y no se rebela contra eso. Hace el teatro que le
gusta, lee, descubrió a un autor húngaro Alan Bore, un escritor tan genial que escribía
cosas muy oscuras sobre la dictadura de Nicolae Ceausescu,
los momentos oscuros de Rumania. Intentó trasladar la acción de la novela a
aquí. Una cosa muy extraña. Tradujo el libro con un traductor húngaro en
eusquera. Ese libro no lo ha entendido nadie. Traductores, críticos, le
preguntan: ¿ese libro que tradujiste qué es eso? Intentó hacer algo parecido, a
su forma de pensar, de ver el mundo. Si la gente no entendió el original, el
suyo menos. Le gusta escribir lo que le gusta leer. Si le apasiona un libro lo
hace, aunque ese tipo de literatura no guste a nadie. Mientras siga habiendo
editores que le publiquen, seguirá escribiendo y traduciendo lo que le dé la
gana. Ahora se da la concentración de muchas editoriales en pequeñas editoriales.
Le preguntan a Unai Elorriaga y
Eduardo qué películas ven y piratean. No piratean. Si lo hiciesen lo dirían,
sin problema. Tiene la costumbre de ir a la biblioteca por la película, no paga
por ella, pero queda escrito que el secreto de tus ojos lo han visto 64 en la
biblioteca. La vio en su día para recordar, le dejó un sabor muy agradable. Es
la última película que ha visto. Los libros se cogen en la biblioteca y el
usuario no paga. No tiene directores elegidos o preferidos. Le gusta Woody Allen.
Los argentinos son afectos al cine de Allen por el psicoanálisis. Lo ven en
Nueva York y en Argentina, son los principales mercados. El cine independiente
de EE.UU. es lo que más le gusta. Hay mercados masivos o más pequeños, un cine más
llano como puede ser el de los tanques de Hollywood, o el cine más hermético
del cine europeo. Tienen el dinamismo narrativo que a él le gusta y se
desprende de la liviandad del cine grande de EE.UU. que no le gusta. Ve muchas
series, que están bien hechas. En su manera de estar facturadas se parecen más
al cine que a la televisión. Trabajando en ese mundo también, denota que hay series
hechas con cuidado y mucho tiempo y técnicas cinematográficas y pueden ser muy
interesantes. Trabajan con producción, dirección y grupos actorales muy buenos.
El mundo industrial de la series es como la salvación del largometraje del cine
que está muy en crisis. La televisión muta a lugares desconocidos. La serie es refugio
para la gente de cine. Eso pasa en su país y en general. Recuerda una película
griega de una familia, no sabe cómo se llama. Feliz dice al instante; Canino,
se llama Canino. Félix Linares es una enciclopedia del cine. Es una película relativamente
famosa que cuenta la historia de una familia que su padre les tiene encerrados
porque juzga que el exterior es horrible. Ese tipo de universos que acaba
creando es lo que le gusta. Le gustan las películas claustrofóbicas. Películas
con un submarino o en un ascensor le parecen muy interesante. Es la esencia del
cine, frente al espectáculo de las grandes grúas y el super cinemascope, este cine
pequeño analiza sentimientos, política y circunstancias sociales. Las
siguientes películas se ha ido por cerros de Úbeda, y es una mezcla de fantasía,
que le tiene desconcertado. Concluye que escritores y cineastas hagan lo que
quieran y que el espectador decida lo que le gusta o no.
Se abre el turno de preguntas. Hay
que romper el hielo. Feliz Linares bromea con que quiere que pongan un gancho,
alguien haga la primera pregunta y luego va todo más rodado. Hemos hablado de
todo sin necesidad de preguntar nada. Preguntan si están preparando alguna
novela nueva, le ha quitado la pregunta de la boca a Félix linares. El año
pasado ganó el premio alfaguara. El premio se publica en España y américa
latina. Se pasa todo el 2016 viajando por España y américa latina promocionando
su libro. Los lunes da clase en una escuela de secundaria, para muchachos de 17
o 18 años, en el instituto. Esta ahora con un guion y otro guion que está
haciendo con Campanella, un guion original. Creó la historia específicamente
para que sea una película. No le da la cabeza para más. Hay autores que pueden estar
en varios proyectos a la vez. El no puede estar en más de un proyecto a la vez.
Al guion no lo llama escribir que es escribir, pero no lo siente como una actividad
de escritura sino una invitación de lujo que le viene bien en general. A
Eduardo le sorprende que Félix solo haya ido a un rodaje y que nunca se haya
atrevido a dirigir. El está empezando a escribir, vocación muy tardía, y encuentra
una posesión extraordinaria con el lenguaje, se siente poseído por las palabras
¿Cómo planifican el trabajo, de tarde
o mañana, en circunstancias especiales…? Lo que cuesta es encontrar la
concentración en esos momentos. ¿cómo organizáis el día a día cuando estáis
escribiendo? ¿cómo hace para dar clase solos los lunes? Ganó oposiciones para
dar clases en el instituto secundario. Desde el 2002 que empezó a escribir
hasta ahora ha cambiado mucho su método de trabajo. Antes tenía 7 horas para
escribir. Ahora escribe cuando le dejan, hoy mismo tenía una charla y tenía que
ir a un baile de su hija. Escribe cuando le deja la familia, va a muchas
conferencias, no tiene tiempo. Cuando empezó a escribir iba por tandas. Pasaba 8
meses sin escribir una palabra, solo pensando. Que jeta tienes, le decían, no
haces nada. Se sentaba en un sillón, daba una vuelta, jugaba con el balón a Ruby
que es aficionado (como Eduardo al futbol) Se quedaba reflexionando cómo iban a
evolucionar los personajes, el arco emocional, 8 meses, en los cuales de vez en
cuando tomaba notas. Es una leyenda urbana eso de que si la idea es buena no
tienes por qué escribirlo porque te va a venir y si se te olvida es que es mala
idea. No tomaba notas. Cuando lo tenía todo estructurado hacia un pequeño
esquema. Es un poco loco. En algunas novelas hace un esquema antes de escribir
una palabra. En tal capitulo tal tal. Lees un libro o ves una película y
completas ese esquema, vas añadiendo. Hacia esquema de 8 capítulos y cuando sabia
como iba a ser la primera frase de esta novela empezaba a escribir. Cada
párrafo, cada capítulo. Escribía en 8 horas como máximo dos párrafos. Iba
corrigiendo y avanzando y corrigiendo lo anterior. Acababa y volvía a corregir.
Pasaba otro año más corrigiendo, 8 horas al día. Se sabía el libro de memoria
tras hacer esas idas venidas y correcciones. Ahora como no tiene tiempo se ha sentido
que se ha obsesionado. Nadal se obsesiona, vota 7 veces la pelota antes de
jugar y piensa que eso le ayuda a ganar. Hacer ese proceso es como hacer una
novela buena. Podría hacer un esquema diferente e igual la novela salía mejor.
Ha hecho una línea de cómo va a ir el protagonista, como va más o menos a ir, y
se ha lanzado sin tener estructurado, de repente mete un cuento, le cambia el
humor, cambia en el personaje una forma de tomarse las cosas
Eduardo escribe a la primera
manera de Unai Elorriaga. Es muy ordenado. Dedica mucho tiempo al eslabonamiento
de la historia. Toma muchas notas. Tiene un cuadernito que termina lleno de
apuntes como en clase de universidad. Parece un cuaderno de apuntes de
universidad. Hace globos, fechas e índices de situaciones en los capítulos.
Hasta que no termina eso no empieza la escritura. Plantea los problemas de
trama y estructura y luego se mete con los problemas más literarios, quién va a
ser narrador de esto, en qué persona literaria, en qué nivel de complejidad lo
va a plantear. El tercer nivel de problemas tiene que ver con conocer la índole
de los personajes. Cuando diseña la historia son poco más que muñecos que hacen
cosas para mover la trama en la dirección que va pensando. Los secundarios están
para mover la escritura. Están puestos ahí, primero hacen y luego tardan en
ser. Empiezan a hablar. Lo resuelve en la última etapa de escritura. Empiezan a
contestarse. Conserva esa manera. No se atreve a ir improvisando y siguiendo el
impulso del momento. Necesita que los diálogos suenen bien. En el libro ser
feliz era esto, su libro favorito, la hija y el padre surgen de alguna persona
conocida, así surge la historia. Es una novela que trata de un padre e hija
adolescente conociéndose. Sus hijos tienen ahora 20 y 16 la niña. En ese
momento tenía 13 años la niña. Sus hijos son importantes en su vida. Hay textos
que tienen que ver con el futbol que le conecta mucho con su hijo. Quería un escrito
que tuviera que ver con su hija. “La parte de conocerse es ficticia, pero los
diálogos y su modo de relación es muy de nosotros dos”, dice. Le pasa que los
libros le sirven para preguntarse y responderse cosas que tienen que ver con su
vida. Aunque lo enmascare en una historia que otro no pueda ver que es
autobiográfica. Lo cuenta porque están aquí charlando. Cada uno escribe el
libro que quiere escribir, al margen de si a los lectores les pueden gustar o
no. Que la niña lo lea a los 30 años, y recuerdo que con su papa se llevaba así
cuando tenía 13 años.
¿Cómo llevan el paso del tiempo, esas
relaciones anteriores? ¿Cómo pasa el tiempo al releer y que la gente te
pregunte sobre esa obra? A Unai Elorriaga le cuesta mucho releerse tiempo
después. Mucho. Una cosa es hablar del libro, pero volver a leer lo que escribió
hace 15 años le genera mucha angustia porque le resulta ajeno, él ya no es el
mismo. Le parece malísimo todo lo que ha escrito antes. Este párrafo se puede
salvar. “Es lo peor que nos pueden hacer a los escritores”. Le llaman de
Bulgaria; “tienes que elegir un pasaje de tu primera novela para publicar en
una revista literaria de mucho prestigio.” Tienes que leerte, lo que recuerdas,
ir allí, empezar a leer, quitar cosas, no puedes quitar nada porque ya está publicado.
Normalmente les dice, “elegir vosotros, no quiero ni saber lo que habéis
elegido. Eres otra persona distinta. Uno ha ido cambiando. No necesariamente lo
que escribo ahora sea mejor, pero se parece más a lo que ahora soy yo”, opina
Elorriaga. Es una condición del verdadero autor, del auténtico creador; no
estar satisfecho con lo que se ha hecho porque estas evolucionando. Los complacientes
que dicen que buena era esa novela de hace 12 años es esa gente que está
haciendo la misma novela que hace 12 años y por eso les parece estupenda la
novela que escribieron. Son escritores que hace diez años o ahora siempre están
escribiendo la misma novela. Ha sido lección magistral, concluye Felix Linares
despidiendo a nuestros dos contertulios.
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