martes, 10 de octubre de 2017

ALMUDENA GRANDES PRESENTA EN BIDEBARRIETA; LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCIA y EN LA ALHONDIGA

Los pacientes del doctor García. Almudena grandes.
Mucha gente se ha quedado fuera, no sé si estarán oyendo los del otro lado de la puerta, se siente muy mal la escritora cuando le dicen; no nos dejan entrar. Las normas son estrictas y no se puede hacer otra cosa. El auditorio se ha llenado, mucha gente se ha quedado fuera.
¿Cuánto tiempo le has podido dedicar a este libro? ¿Cuánto trabajo ha debido costarte? Empezó su redacción en junio de 2013, los diarios tienen su fecha, ha estado 4 años que le ha pasado de todo, años a nivel personal muy complicados. A mitad de su novela su marido, Luis García Montero, se presenta por IU Izquierda unida en la comunidad de Madrid, “mi marido no tuvo mejor idea que meterse en política, no entró al gobierno por unas décimas”. Gobernó la derecha. Esa campaña electoral, que no quería ella que se presentará, la hizo ella al final y sus hijos, todos estaban tirando del carro. Se escribió los besos del pan en mitad de la redacción de esta novela. Si hubiera sido otra novela no habría podido retomarla con ese ímpetu. Era la novela más potente de todas y se reenganchó. Han sido 4 años enteros a tiempo total. Escribe por las mañanas y le encanta documentarse. Cuando tenía un rato libre iba al ordenador y ponía “bosques del norte de Estonia” por ejemplo y estaba mirando fotos una hora o ponía “nazis en buenos aires” y le salió fotos de Hitler viviendo allí en los años 60. Es un proceso largo complicado y gozoso. Lo que más le gusta en este mundo es escribir, miente, lo que más le gusta es leer. Lo tercero que más le gusta es documentarse. Se quedó de piedra cuando se enteró de que hay escritores que contratan documentalistas. Es parte de la diversión., tiene amigos historiadores a los que consulta “que tengo que hacer, que tengo que leer”. Documentarse le gusta mucho, nunca confiaría en otra persona. Los dos personajes principales son Guillermo y Manolo, dos amigos. Comienza en los años de la república, antes de la guerra civil. La acción se desarrolla durante la guerra, el franquismo y los años 70, y hasta la transición llega. Le interesa para hacer este trabajo tan importante toda esa época. Está metido dentro del proyecto de la guerra interminable, 25 años del franquismo, del 39 al 64, lo que el régimen consideró 25 años de paz. El proyecto arranca de lo que le pasó y sintió cuando escribe el corazón helado. Siempre ha aparecido la memoria histórica en sus novelas de una forma u otra, la guerra civil y la memoria es un tema recurrente en su obra. La abuela de Malena, los padres de Fran en atlas de geografía humana, hasta en edades de lulú hay algo político y de memoria siendo una novela erótica. Manuel Azcarate leyó las edades de lulú antes de saber que sería un personaje suyo, le dijo que el PCE debería condecorarla, era la primera vez que un comunista era protagonista de una novela erótica. Cuando cumple 40 años Almudena Grandes decide coger el toro por los cuernos y escribir sobre la guerra. Estudió geografía e historia en la universidad, pensó que con lo que había estudiado en la carrera era bastante y se puso a refrescar lo que sabía con libros de historia. En realidad, no sabía nada; 4 lugares comunes que no eran nada. Eso fue reconfortante, a los 40 uno es más listo que a los 20 aunque tenga más arrugas y sea más gorda. Se hace dos preguntas entoncés, sobre todo porque pasó lo que pasó, ¿por qué ella creía que sabía todo cuando sabia tan poco? Para contestar a esa segunda pregunta se engancho a leer la historia contemporánea de España como se enganchan los niños a los videojuegos. Cada cuatro libros esto le obligaba a leer otros 4 libros. Leía libros sobre eso, desde todos los puntos de vista, novelas de los años 30 40 50 y 60, de exilios, del franquismo, de comunistas, de sus contemporáneos. Fue descubriendo que vivimos encima de una mina de oro. Pisamos bajo nuestros pies un filón de héroes villanos y aventuras increíbles, invasiones, historias que son novelas en si mismas y nunca nos han contado. Por eso se enganchó y decidió hacer esa serie. Satisface varios estímulos a la vez. Es privilegiada por haber hecho esta serie. Es un compromiso literario, su compromiso ante todo es con la literatura, su misión es escribir buenos libros. Encuentra un filón, un montón de historias que nadie ha contado y cuenta ella. Es un compromiso moral, lo que paso en este país, aunque el lector no lo sepa; una señora que hacía escapar a los nazis, unos señores que hicieron que eso sirviera para intervenir los extranjeros, gente que se jugó la vida en los montes, para hacer una democracia, para que tuviéramos derechos. Eso es un impulso muy fuerte para ella, Hay un impulso aún más fuerte todavía; ajustar cuentas con el pasado. La democracia española tiene muchas deudas, una de las deudas es la que tiene con los resistentes al franquismo. Hay países donde la oposición a los franquistas era algo anecdótico, episódico. En Francia Woody Allen dicen que la resistencia francesa duró menos que la peli. En París se ve en todas las esquinas placas de los que han caído en la resistencia. Aquí duro la resistencia al fascismo 37 años seguidos, día a día. “Una cosa que es para enfermos como yo, pero cualquiera con paciencia y facilidad de navegar, puede hacer. si dispone de tiempo puede consultar y mirar las delegaciones comunistas que hubo, que siempre hubo un secretario general a pesar de los fusilamientos y caídas durante 37 años. Sin embargo, la democracia española no ha resistido ese esfuerzo a los resistentes. Yo os doy las gracias a todos los que resististeis al franquismo, dice Almudena Grandes. 
 
En esta novela hay dos personajes principales y muchos más. Al final hay un listado glosario de nombres. Para que el lector sepa cuales fueron reales y cuáles no. Los criminales de guerra que pululan por el libro son de verdad, no los inventa ella. Hay personajes femeninos y algunas de ellas, como Amparo o Clara, no son personajes de compañía del hombre sino muy protagonistas. Nunca jamás ha escrito una novela en que las mujeres sean señoras de. No son la chica del protagonista. A menudo, son las protagonistas. En esta novela no podían ser protagonistas, se basan en un hecho real. La mala es una mujer fascinante. Para escribir una novela sobre un hecho histórico hay que crear un compromiso entre la libertad del escritor y la lealtad a la realidad. No tiene sentido manipular datos y retorcerlo para que te den la razón, poner en boca de personajes históricos cosas que ellos nunca dirían o poner a una mujer a la cabeza de una iniciativa diplomática porque sería una manipulación y no tendría que ver con la realidad. Las mujeres en los años 40 no iban a la guerra, no había mujeres diplomáticas. Si mete una mujer aquí tendría que ser mujer de, ante de o hija de…. Y no está por la labor. Es una novela masculina, pero hay personajes femeninos importantes. Clara es una cosa aparte, la locomotora a la que ella ha seguido. Amparo es una mujer llena de contradicciones, compleja. No quiere hacer spoiler. Le regañan pues habla más de la cuenta. Es una facha, una mujer de derechas, atrapada en el Madrid que resiste a los suyos, pero depende de un republicano. Ha existido entre ellos una tensión sexual no resuelta como dicen los guionistas de cine. Crece una burbuja entre ellos que crece y crece. Las guerras son una calamidad, una desgracia incomparable para los seres vivos, pero son un regalo para los novelistas. Una guerra lo afila todo, lo bueno y malo. Saca lo mejor y lo peor del ser humano. Ha disfrutado mucho contando la historia en la que los dos protagonistas Guillermo amparo resuelven sus dilemas morales. Ambos piensan que están haciendo lo correcto con la idea de que están en una guerra y puede caer una bomba y acabar con todo. Es un carpe diem algo perverso. Hay mujeres importantes, desde Experta que es una mujer que hace honor a su nombre, hasta Heny, una mujer del bando franquista que antes de ganar la guerra pierde a su amor, está enamorada de un falangista al que mandan a un campo de trabajo por oponerse al decreto de unificación. Clara es punto y aparte, un personaje real, la protagonista del libro, está en el origen de todo. No son acompañantes de mercería. El franquismo ha tapado también el protagonismo de las mujeres; la madre de, la amante de, nunca son ellas las que realizan las acciones. Desde que publica la novela sale esa foto en bañador. Nace su protagonista en 1904 en Madrid, hija de padres alemanes. No es hija de cualquier pareja, el padre es un maestro cervecero al que mandan para dirigir la fábrica de la Mao. La madre nace en el cogollo de la burguesía alemana en España. Hace el bachiller en Alemania, se enamora de Hitler, se deslumbra por el nacional socialismo. Vuelve a España aprovechándose de la libertad que deja la república y el régimen para hacer una carrera; el campeonato deportivo de competición. Está mujer participa en campeonatos de natación en el verano y en invierno compite en pruebas de esquí. Era un momento en que el deporte femenino eran 4 gatos. Hizo una carrera política muy fecunda, era amiga de Pilar Primo de Rivera, fundó con ella la sección femenina. Y desde el año 36, muy pronto, ocupa el tercer peldaño, es responsable de prensa y propaganda de la sección, y ese cargo lo mantuvo toda su vida. Muchas ideas y frases que tenemos en la cabeza se lo debemos a ella. Es curioso que cuando llegan al poder se privan a las mujeres de las condiciones que a ellas le han permitido formarse así mismas. A Pilar Primo de Rivera y a ella. En el año 31 se hace una foto en bañador con el trofeo de peña Lara bien visible y lo primero que hace la sección cuando llega al poder es ponerlas pololo a las niñas en los coles para que no les vean las bragas cuando hacen gimnasia. Es la paradoja de lo que fueron estos personajes. ella tenía doble militancia, nazi en Alemania, Klara con K, y falangista en España. Era una posición ideal de intermediaria entre el gobierno del Burgos franquista y el tercer Reich, cosa que hizo a menudo en dos tipos de misiones; hacía de guía interprete para las mujeres de auxilio social, y con Carmen de Icaza la fundación del auxilio social. Se basaron en la fundación del auxilio alemán. No quedan fotos de esas misiones. Fue guía e intérprete de generales que van a tratar con Hitler el pago de una ayuda militar. Cuando acaba la segunda guerra mundial ella funda una organización al principio asistencial. Iba al campo concentración de Anclares a llevarle ropa de invierno a los soldados que habían cruzado los Pirineos y luego se convierte en otra cosa. Dedica cuerpo y alma al mal, el régimen nazi, los criminales de guerra eran el mal. Se entrega con una abnegación, y capacidad de sacrificio admirable y con una entrega maternal que no deja ser bella. Su armario tenía ropa de hombre, zapatos de todos los números, cualquiera podía llamar a su casa, cualquier alemán que llegaba allí podía ducharse en su casa. Es una casa donde le acogen, con un proyecto de trabajo… Era una mujer muy detestable y muy admirable. Para que los malos sean eficaces deben tener algo bueno. Un malo solo malo no da miedo. Hay una parte en los procesos de investigación que no ves.  La policía, y los funcionarios descubrieron muchas cosas, historias que no nos llegan. El partido comunista por ejemplo guarda muchos secretos. Ella llega hablando en alemán. Un visitante misterioso pide audiencia con ella. Le dijeron que Clara no podía verle, que volviera otro día. Al aún secretario de Clara, un cargo militar, le dijo la verdad; soy un periodista británico y he venido a entrevistarla. El militar se puso nervioso y Clara le recibió. Es uno de los pocos testimonios fehacientes de que no eran tan impenetrables los nazis y sus funcionarios. Esa entrevista le ha ayudado a construir a Clara como personaje. “A mí se me cuela uno, alguien me engaña, yo me levanto de la cama y me siento en una silla y me pongo una bata”, dice Almudena Grandes. Pero Clara no se levantó de la cama, “fíjate el miedo que te tengo que te voy a recibir en camisón, fíjate que me importa que vengas aquí que no me levanto de la cama”. Esa entrevista reactivó las reclamaciones republicanas y al final no pasó nada. Es la crónica de una historia donde nunca pasa nada. En un momento de la novela la autora se hace presente. En la página 384 habla del fin de la esperanza, de este libro que se edita en España mucho después de que saliera el libro y llega a decir; la lectora que escribe estas páginas encontró un profundo desagravio en el olvido que se ha dado a esta historia. Son partes fuera de la novela que permanecen a la novela y es donde ella, Almudena Grandes como escritora, interviene. Allí no estorba a sus personajes, no se mete en la historia de la ficción, porque habla como escritora y como aficionada a la historia documentándose. Este libro tiene algunos homenajes. Aprovecha para hacer homenajes pero son tan desconocidos e inverosímiles como la novela en si misma. Homenaje a un médico canadiense que descubre un procedimiento genial que ha salvado a miles de personas, el primer médico que descubre que se puede hacer trasfusiones de sangre con sangre en un frigorífico. Le regala el descubrimiento a Madrid, a esta ciudad del “no pasarán”. Se trae un frigorífico electro luz, primera nevera que hubo en España que debía ocupar la mitad de este estrado, el primer congelador en España. Se trae dos auto cables inmensos y en un viaje inverosímil se cruza medio mundo para llegar a Madrid y es un señor sin calle en Madrid, que nadie sabe lo que hizo. Es todo el libro un homenaje a la esperanza. Hace muchos años le impresiono un libro “el fin de la esperanza” y se lo auto regaló quitándoselo a una amiga. “Me lo voy a quedar, ya te lo devolveré”. Es la historia testimonio en primera persona de un militante de un grupo de jóvenes valientes e ingenuos y descabellados que en septiembre del 46 esperaban que la ONU hiciera una condena del franquismo que podía costarle el gobierno a Franco. Toman Madrid. Sacan las armas que no habían devuelto de debajo de los maleteros, las cisternas de sus casas, debajo de las camas. Unos iban a tomar correos, la SER, se reparten Madrid. Aquello no salió. Esa declaración de la ONU no llegó nunca. Las detenciones empiezan a caer en cadena. Un miembro del grupo, hijo de un banquero de origen turco con pasaporte español, probó que no era sefardita porque no se nacionalizaba a los judíos. Pasó a las leyes del gobierno de Vichy. Uno de ellos Raimundo era la mano derecha del Santiago Bernabéu, un prohombre del franquismo. El otro al hacer la mili descubre la realidad del país y se mete en las Juventus de la universidad, forma parte de ese grupo. En diciembre del 46 empiezan las detenciones, detuvieron a Sánchez Albornoz, a Manuel Lamana.. supo que él sería más útil dando testimonio de lo que pasaba en España en el extranjero. Se va a Francia con el manuscrito del libro contando la historia de este libro. Se lo lleva el libro cuando va a ver a Sartre. Este se lo público, le cambia el título, el fin de la esperanza, se lo corrigió. No podía llamarse la Esperanza porque ya existía el libro de la esperanza de Malraux, libro simbólico de la solidaridad con la república. En el franquismo, estos “niños” quedaron solos, nadie sabía que iba a pasar con ellos. Somos papanatas en España. Ni con Jean Paul Sartre este libro se leyó aquí. Es un libro que descubre Almudena Grandes de milagro. La primera edición es del 84, y la redición del año 2005. Y no lo agotaron. Y lo más triste es que el libro solo se encuentra en plataformas de librerías de viejo como iberlibro en apartados de novela francesa o extranjera. El fin de la esperanza le ha pesado en el corazón muchos años. Cuando pensó escribir un libro de iniciativa diplomática, estos niños (como llama ella a los rebeldes a Franco) tenían que salir, aunque no brillaran tanto como las chaquetas de las SS. Esta novela cuando la leen, muchos ni la habrán leído, es una novela de muchas historias. Hay una historia principal. Todos los personajes son secundados por las circunstancias de que personaje entre en la historia personal. Descubrimos la atmosfera del franquismo que lo tapaba todo y echó barro sobre estas personas, no podían levantar la cabeza o existir tan siquiera. Es un grito también este libro.  Es una historia del franquismo, es una llamada de atención y un grito de “que injusticia”. Cuando estaba escribiendo la novela se acordó de cuando acabó los besos del pan  y pensó que sus libros no la salen tan malos. Aquí hay malos a porrillos, os vais a hartar de malos. Es un grito contra la injusticia que vivieron ellos y los republicanos a los que dejaron solos en medio de la novela. Es una novela de criminales de guerra nazis pero los malos no son los nazis sino los aliados. En la novela se prueba lo que pasa aquí, Franco apoyaba a los criminales de guerra. Miran a otro lado los europeos porque gustaba más Franco que los republicanos demócratas que eran unos “comunistas”. Es también un grito de amargura. La historia nunca ha sido contada así. En los libros de historia se puede leer esta historia pero en la novela y el cine estaba ausente. Ella sabía cuándo escribía la novela que iba a tener problema con los lectores, pues lleva la contraria a la versión de las pelis de Hollywood. Los nazis son felices, ganando dinero. Hay un momento amargo para ella en que una chica española mucho después, en los años 60 (cuando se entera de esa historia) pregunta en voz alta ¿qué hemos hecho nosotros para que nos vaya peor que a los nazis? Es algo para pensarlo. Es una frase que encoge el corazón cuando lo leemos.
  
Hay ubicaciones cercanas a Bilbao en la novela. En esta novela hay tres protagonistas, dos los ha presentado Idoia; son Guillermo y Manolo. Pero el otro protagonista es un soldado franquista, no muy inteligente, que es buen chico, aunque no tiene muchas luces y es muy fuerte. Un oficial de ejército franquista decide convertirlo en boxeador en Portugalete, pueblo de su amigo José, salía su pueblo en la novela y por eso José estaba tan contento. Ese chico se prepara para boxear en un combate especial celebrado en una gabarra en el puerto de Bilbao. Un combate que va a cambiar su vida para siempre. A Almudena Grandes, hace 4 años, los libreros de esta ciudad Bilbao le dieron un premio y vino a la feria del libro de Bilbao, le dieron un premio, dijo unas palabras y fueron a comer, pero como era muy pronto fueron de txikitos como todos los bilbaínos. Vio una foto en un bar, “combate de boxeo en el mar”, en una plataforma dos boxeadores pegándose. Esto es una gabarra, pensó. Ella pensaba que solo había gabarras del Athletic. Estuvo de moda un tiempo en el franquismo hacer combates de boxeo en las gabarras, ancladas en el muelle y había algunos barquitos, gente que se acercaba en barca a ver la gabarra, pero la gabarra era más alta que los barcos. El combate es un combate amañado el de la gabarra. Un espectador bromea con que determinada frase aparece en la página 666, el numero de la bestia. Almudena Grandes dice que el único partido de derechas que no ha roto sus vínculos fascistas es el pp. Le cobija al partido la extrema derecha. Hay un antes y un después del franquismo. TODO LO DEMAS QUE CUENTA ALMUDENA GRANDES NO PUEDO TRASCRIBIRLO AL NO HABERSE GRABADO CON SONIDO EN EL VIDEO DE BIDEBARRIETA. A pesar de ello, gracias Almudena Grandes, por escribir estos libros que nos acompañan siempre.

  

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