La
postmodernidad es la “Modernidad Radicalizada”
Triunfo y fracaso de la razón
Introducción
“La modernidad se reafirmó en el
triunfo de la razón. En un sentido práctico esto suponía la carta blanca a la
investigación científica y tecnológica, la organización racional de la sociedad
y la política, la carta blanca del liberalismo político y el dejar hacer al
capitalismo. Una razón que pretendía sustituir las arbitrariedades violentas
por un estado de Derecho y de mercado.” Cito textualmente de Alain Touraine. Es contra estas
afirmaciones contra los que arremeten los críticos postmodernos de la Razón. En
realidad, la razón se ha impuesto como una nueva lógica de la dominación y como
un nuevo principio de realidad (todo lo real es racional y sólo lo racional es
real que diría un Hegel) Si no queremos
ser hipócritas no tendríamos que regodearnos en ese triunfo de la razón hoy
desmitificado sino más bien aceptar el fracaso de esta razón instrumental cuya
plasmación a la práctica, cuya materialización, sería el dinero.
¿No es en nombre de la razón de
estado en el que se hace la guerra? ¿No es en nombre de esa razón universalista
la dominación del hombre occidental, varón y adulto, sobre todos los demás,
sean mujeres, niños, trabajadores o naturales de las colonias?
De la razón universalista se pasó a la razón
instrumentalista, la razón tecnocientifica o pragmática. Baudelaire veía en la
modernidad la presencia de lo eterno en el instante.
Y esta modernidad la vemos hoy
como la simple transición entre una antigüedad con las verdades universales a
una postmodernidad donde lo antiguo y moderno comparten escenario, sin que
ninguno de estos tres pensamientos sea hegemononico sobre el otro. Hoy convive
Dios y la fe, la Diosa Razón y la Imaginación al poder y ninguna de las tres
domina a las otra.
“¿Cómo no ver que se esta
volviendo al dualismo antiguo de la oscura edad medía en que una élite estaba
muy separada del pueblo iletrado viviendo entre sombras? ¿cómo no ver que cada
día hay más diferencias entre el Norte y el Sur?” Nos dice Alain Touraine.
La modernidad triunfante Las luces de la razón
La modernidad intenta abolir
todos los finalismos y teleologías, en especial las ideas de “destino”,
“predestinación” o “salvación cristiana”. Ataca también las supersticiones y
supercherías, los fetichismos, las idolatraciones... ataca la moral de
esclavos, la sumisión, la pasividad. Ataca el victimismo del cristianismo.
Ataca el pensamiento vertical que se caracteriza por una fuerte autoridad y una
visión de la tierra como desde arriba hacía abajo, del cielo a la tierra, del dominante
al dominado. Por todas esas razones los ilustrados franceses, los socialistas
franceses, los marxistas ingleses, los freudianos y los idealistas alemanes
criticaban lo antiguo, lo determinista, el pathos, lo viejo, cuyo residuo más
claro eran las viejas estructuras del antiguo régimen, la monarquía absoluta o
la religión cristiana. cuestiona también la finalidad de la historia y que el
fin de la historia sea la libertad, el progreso o la salvación (que es un
enfoque de la filosofía de la historia que dan los padres de la iglesia) esta
criticando en definitiva la suma teológica, la visión del mundo como una
cristiandad subyugada a la autoridad de lo “apolíneo”, una sociedad a mercer
del noúmeno, de Dios, de lo inaprensible. Crítica de esta forma todos los años
oscuros de los filósofos medievales más preocupados en reflexionar sobre la
muerte que sobre la vida (y toda cultura que se precie ha de ser vital, piensa
el ilustrado moderno) Aún así quedan aún resquicios del finalismo de la historia
en Comte, Nietzsche, Hegel, Marx...
La idea de modernidad se asociaba
pues a racionalización. Pretende desmitificar los mitos. pretende dar una
vuelta de tuerca a las creencias. Pretende constituir a la ciencia como
paradigma de lo universal y la objetividad. Pretende abolir lo subjetivo,
objetivizar hasta el arte (el arte realista y mimético), crear una sociedad
diseñada en la ingeniería social de lo racional. (como intentará el conductista
Skinner) Crear la utopía de un mundo dominado por lo cuantitativo, lo numérico,
lo estadístico, lo empíricamente demostrable...
Lo más importante de la
modernidad es que ellos creen en la Razón como en una entidad propia al margen
del hombre (ya que la divinizan, subliman, idealizan). Un racionalista dirá “esta
reforma no se hace por obra de un déspota ilustrado u otro actor social sino
por la misma recta Razón que así lo dice”. Intentaron la autonomía de la Razón,
en lo abstracto y en lo universal, intentaron divinizar a la razón, acusando de
relativistas a quienes decían que había tantas razones como personas.
La modernidad parece que ha
intentando hacer la revolución y la liberación del hombre, pero en realidad-
afirma Touraine- lo que ha ido creando es una estructura economicista y seudo
científica con el paradigma de objetividad y racionalidad, de la que ya habla
Rosseau en su contrato social, que ya intentaron los jacobinos: una autoridad
muy fuerte e invisible, la autoridad de la divina Razón (un Sistema que no se
materializa en Bush ni en Bill Gates sino en la suma de todas las manos
invisibles)
Estos teóricos éticos intentaron
vincular de nuevo bien con placer, como en la antigüedad (pero Sade resulta más
convincente describiendo como al hombre le gusta dar y recibir dolor como
fuente de placer) En realidad la política de los ilustrados, de estos nobles
avant la lettre, infringía en la gente de a pie más dolor que placer. El lema
del déspota ilustrado es “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, reformar
desde arriba para no permitir revolucionar desde abajo. Estos filósofos han ido
creando una MORFOLOGÍA DE LA REVOLUCIÓN Ahora sabemos que hay un pico de sierra
en toda revolución, hasta en la más radical; que siempre la empieza la clase
alta, la burguesa, contra la aristocracia, por un cambio de poder. De los
estados generales se pasó a la dictadura de Robespierre y luego la de Napoleón.
De los niveladores se pasó la revolución de Crowlel y de nuevo a la monarquía. Y
de la Duma a Lenin- Stalin. Estaban sustituyendo el concepto de razón como
ética o como estudio científico por el concepto de razón de estado, razón política.
El naturalismo de Rousseau critica la modernidad. Se separa del despotismo ilustrado.
Tiende al comunitarismo. El romántico es el marginado social. (confesiones,
ensoñaciones de paseante solitario o diálogos)
Rosseau propone una solución
socialista y otra anárquica.
La IDEOLOGÍA DE LA MODERNIDAD es
el tiple triunfo de razón, libertad y revolución, una modernización. Pasamos del
Sujeto al objeto postmoderno. Nuestra visión actual es materialista y
pragmática (vacío al rechazar alma y dios) Hay un fracaso de la RACIONALIZACIÖN
SOCIAL. La sociedad revolucionaria es separada del Estado represivo a partir de
la revolución francesa y tras las guerras mundiales se produce un reencantamiento
del mundo que constituye una involución conservadora en el fondo. Se prima el
valor de la UTILIDAD SOCIAL. Los jesuitas nacen como orden “remar ad majorem
dei gloriam” (ser útiles a Dios y sociedad) Esto del utilitarismo viene mucho
antes que de Berthnam y Mill. Se
pasa de Dios a la sociedad como objeto de estudio de la conciencia y conducta. El
análisis de Locke es económico y el de Tocqueville
político, pero ambos asocian la razón a la razón de estado y civismo. Diderot subyuga las pasiones
individuales a la voluntad general (en su segundo discurso de 1754 ya aparece
el contrato social) Inglaterra se hace reformista y Francia revolucionaria. Hay
una contradicción entre sociedad y naturaleza, entre pueblo y civilización en
el radical Rousseau.
LA ESCUELA DE FRANKFORT. HORKHEIMER crea el Instituto de
investigación social en 1923. Rechazan a nazis y comunistas por su práctica y
no por su teoría. Esta escuela tenía entre sus miembros a muchos judíos
exiliados. El concepto de razón da un vuelco; no hay razón ética sino práctica
(la razón vital de Ortega, la poética
de Zambrano) Ortega hace una crítica
aristocrática y ve negativo que se acceda cuantitativamente más a la cultura (pues
supone una pérdida en calidad) Son más testigos de su época que analistas. En ese
contexto la cultura deja de ser sublime. Marcuse
analiza el pensamiento unidimensional que es el pensamiento único de la
globalización. También hay mucha crítica en la revolución sexual de Reich. En general la escuela de Frankfurt
critica la razón, la tecnocientífica, la instrumental y la de estado. Vienen a
decir; mira a dónde nos ha llevado la idea de razón cartesiana- kantiana, la diosa razón de Voltaire… a dos guerras mundiales. Prefieren una razón más espinoziana.
Subliman la anti razón de Nietzsche,
Freud y Marx, el inconsciente, lo irracional. Por algo a esta escuela se le
llamó Sico marxista.
FOUCAULT rechaza la Historia que ve como complot y que podría
llevar a un estado orwelliano de gran hermano proteccionista. El control
estatal no esta en la tecnología sino en el poder y su ejercicio. Se corre el
peligro de ser esclavo de la Opinión Pública, como vio Tocqueville. Se lucha contra políticos concretos o contra la sociedad. Baudrillard
supera el izquierdismo radical de Foucault entrando en la postmodernidad.
Althuser, es otro critico político postmoderno que disocia progreso
y cultura. En general todos critican el cristianismo, cientificismo,
racionalismo, los nihilismos negativos...critican la ética estética, desde
posturas radicales, trasgresoras, de antisistema y antisociales. Se pasa de
dios a la diosa razón y de ahí al dios arte que es el único capaz de reformar
la sociedad en el arte. Es el iniciador de la postmodernidad. (nostalgia del
ser, del eterno, del absoluto, en un mundo ambivalente) Freud critica al Ego o
razón personal y rescata el super yo de la educación y el ello natural. La
ética de la liberación de la escuela de Frankfurt va de Fromm a Sartre. Son los tiempos de los llamados hypies y de la Flower generation en Woodstock (haz el amor
y no la guerra) Durkheim, Strauss o
Chomsky combaten a Spencer y Skinner
que pretenden crear una ingeniería social conductista, proteccionista,
paternalista y conservadora. Sin embargo, la ideología que triunfará será la de
la empresa en los años 90. La empresa es
un agente sociopolítico económico de la realidad. Entre sus teóricos está Taylor y Ford.
El cliente puede tener un coche de color que quiera a condición de que
sea negro” (Ford de General Motor. Bautade) O el propio Maslow con su
teoria de las necesidades basicas a las que suceden las de autorealizacion,
dinero, confort, bienestar. Se rescatan las ideas victorianas de Keynes,
contemporaneo y amigo de Virginia Woolf. El estado ideal es la economía mixta
que mezcla elementos capitalistas y comunistas o de estado. Triunfa por tanto
el pensamiento tecnocientífico, la tecnocracia del neo liberalismo económico
y cuando se habla de Razón se distinguirá entre la razón pública o moral y la teórica como ya había hecho Kant. Ese kantismo es el que está detrás
de organismos como la ONU o la unión europea. Horckeimer apunta a que la razón se ha convertido de Razón Universal
y la razón objetiva en subjetiva. La razón queda exhausta por muchas razones. Sobre
todo, el concepto de razón quiebra por el irracionalismo de los románticos, de las vanguardias surrealistas,
dadá etc. También muere el concepto de razón debido a los filósofos de la sospecha (razón de estado en Marx, el ello de
Freud, la sinrazón de Nietzsche etc) Sartre, Foucault, la escuela de Frankfurt,
no hacen sino interpretar sexual y económicamente sus tiempos. Es decir,
trasladar la reflexión marxista freudiana y nietzscheana a la sociedad que
empieza a ser postmoderna.
Théophile Gautier y Baudelaire dicen que la modernidad es
autocrítica y autodestructiva. Siempre en la vanguardia, siempre pensando algo
nuevo y original. La presencia de lo eterno en lo presente es lo que llamamos
la autonomía de lo temporal. Es la belleza de lo mutable y cambiante en un
mundo fluyente siempre e hibrido de superficialidad, apariencia y
circunstancia.
El capitalismo políticamente es una taberna de borrachos.
Intelectualmente un asilo de locos. Éticamente una cueva de ladrones.
(Shopenhauer)
En general el legado que nos han
dejado los filósofos a partir de los de la sospecha es la importancia de la
existencia sobre la esencia y de la vida sobre la teoría. Estos filósofos del
fin del proyecto moderno nos hablan desde Schopenhauer de las voluntades de
poder, sobre todo entre el hombre y la naturaleza. Denotan las fuentes
dominantes y dominadas del mundo; sea en el interior de nuestra sique como
Freud, en la lucha de clases de Marx o en las voluntades de poder que se
establecen en cualquier relación, según Nietzsche. Nietzsche no quiere solo
liberar los instintos (eros thanatos freudianos) sino idealizarlos,
sublimarlos, trasmutar valores. La energía humana es reprimida por el ello,
reprimimos lo inconsciente e irracional cuando se trata de sublimarlo. El super hombre debe afrontar su destino o
amor fatuo. Necesita lo peor de él para alcanzar lo mejor. El hombre vive en un
eterno retorno mutable y dinámico (Todo pasa y vuelve) Estos filósofos desbancaron
el concepto de razón abstracta, la convirtieron en una razón vital y son por
tanto los culpables de que hoy la Razón y Dios hayan muerto. Descubrieron lo
irracional, el inconsciente y que la existencia es anterior a la esencia, que
al principio fue el hombre, el hombre físico, y después el verbo o su imagen
conceptual, su idea platónica.
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