lunes, 11 de junio de 2018

ENTREVISTA A SALVADOR PANIKER POR CARLOS DE AGUSTIN


SALVADOR PANIKER
“Lo critico y lo místico convergen y de ahí nace un nuevo animal humano, capaz de vivir el presente, liberado de las enajenaciones del lenguaje, abierto al cambio permanente, con un plus de creatividad. En Occidente hay tensiones neuróticas, empresarios artistas consumidores intelectuales que viven fuera de sí y mueren aferrándose al lenguaje, de espaldas al silencio. El problema es que somos menos ingenuos y no encontramos seguridad en ningún meta sistema filosófico y como no volvemos al origen formamos una sociedad de individuos deprimidos”. 
Aproximación al origen, 1982

 

En palabra de noche entrevistamos hoy a Salvador Paniker. Este espacio ocupa los tiempos de radios en la noche de los sábados. Para que haya silencio es necesario que las palabras digan algo. Desde Barcelona hablamos con Salvador Pániker. ¿por qué estamos tan aferrados al lenguaje en Occidente, maestro?
Me ha gustado la trasmisión de este fragmento de mi libro, me había olvidado de él, el autor es menos importante que la sabiduría que se pueda sacar de su libro. Traduciéndolo en preocupaciones actuales, Occidente optó hace unos dos mil años por lo simbólico, por el lenguaje significante. Soy un filósofo retro progresivo y pienso que cuando el lenguaje es suficientemente critico puede entroncar con la mística del silencio y rechazar la dualidad separadora de Occidente. Nos aferramos ahora al lenguaje con más escepticismo. El lenguaje no es un mero traductor de una realidad que siempre le sobrepasa. A veces las palabras no bastan, el lenguaje es insuficiente. Estamos aferrados al lenguaje verbal. El nuevo paradigma de la ciencia y física cuántica rompe con esto y también el descredito al lenguaje se debe al desprestigio de la palabra verbal que se ha devaluado actualmente por su uso y abuso. Hemos acabado la era de las grandes síntesis, de los grandes meta relatos. En esta cita del libro estaba todo, (como resumen de lo que pienso, no es que piense que lo que digo es lo más importante.) Nos podríamos haber ahorrado la conversación. Tras la era de Marx, el último de esos relatos que nos hemos creído, entramos en una postmodernidad pluralista. Uno es de la escuela sicoanalista, gestal o conductista y las conversaciones entre personas con sus ideologías parecen diálogos de sordos. Allí nace la necesidad para conservar la salud mental de algo que trascienda al lenguaje y eso es el silencio. 

 
Para hablar con usted me quedaría en silencio, pero sorprendería a la gente. No quiero abusar de la grandilocuencia y la retórica. He sacado muchas citas del libro, me ha venido muy bien. Un místico no cree en “nada” que se pueda decir. ¿el mixtico actual dónde está?
En toda persona lúcida y critica, como se entiende en Kant, una persona que problematiza sus presupuestos de partida. Lo sepamos o no somos todos de forma inmanente un poco místicos porque la era lo exige, además del plus de creatividad. Esta conversación nos gusta que sea mínimamente inteligible, brillante, chistosa, agradable, porque nos gusta comunicar, pero en el fondo ¿Qué más da? Lo aplicamos a la vida para no estar en una frustración permanente. Eso lo hacemos de forma mística. Toda persona que se sostiene en pie es un místico. 

 
Aproximación al origen es un libro en que se habla sobre Todo, pero su fin es hablar sobre nada. Usa términos retro progresivo y ambivalencia.
Ha dado a la imprenta un próximo libro suyo que saldrá en dos meses, después de verano. Se va a llamar ensayos retro progresivos y post modernidad. Las vanguardias se han asimilado por la cultura burguesa y hay una subversión de la subversión. (o una apropiación de los poderes facticos capital estado de lo contra cultural) Se vuelve al papado y se hacen pastiches de religiones. MI filosofía no es renunciar al avance, el futuro y a la secularización del proyecto moderno, ni ponerse de espaldas a la aventura apasionante de la ciencia ni rechazar la tecnología que avanza, pero también es ir a la descomposición de la conciencia. Es muy taoísta, aprendemos y desaprendemos. Para que no seamos esclavos de nuestros propios instrumentos de pensar. Sabemos que no se sabe de qué se trata, recuperamos el origen, lo que no se puede decir. El filósofo ha de ser retro en mantener el avance del proyecto moderno, y en recuperar los orígenes, pero sin renegar de la tecnología. No está orientado en la escatología del futuro del marxismo, pero no es una filosofía que vaya sólo a lo retro, a la edad preindustrial, sino que va a los dos temas. La ambivalencia la relaciono con una nueva antropología. En la tradición judeocristiana decíamos que teníamos defectos, pecados y culpabilidad. Hay que recuperar el respeto a uno mismo hasta las últimas consecuencias, tenerse en pie sin sentimientos de culpa y con el otro, al contra de lo que pensaba Freud. Conciliar sus antagonismos en un juego divertido de ambivalencias. Nos da la oportunidad de no imitar a nadie. Da un margen nuevo para la propia individualidad

 
4 fonemas forman la palabra DIOS. Tienen un concepto de Dios los que lo niegan y los que afirman que existe. Sartre decía; si Dios existe el hombre no es libre. ¿qué piensa de esto?
En Occidente tenemos un excesivo antropomorfismo de la idea de Dios que ha arruinado ese concepto de dios. Es una tragedia y un misticismo ingenuo. Escribí un libro “hinduismo y mundo occidental” y citaba el tema de Sartre. En esto del absoluto de decirse o no decirse hay que jugar con la ambivalencia, o enlazarlo con planteamientos existenciales. Hasta los místicos cristianos lo ha visto. el maestro Eckhart que influyó en la filosofía romántica alemana, en el idealismo alemán y en Heidegger decía que identificar a dios con el ser o ontos era una niñería. Lo Absoluto Logos sobrepasaba al ser como un ángel a un mosquito. Está en la propia tradición mística genuina y la gente toma ahora conciencia de esto. Hay pocas personas que se declaren ateos o religiosos militantes y absolutos. Conozco gente con un respeto tan grande por lo que no se puede decir que prefieren no decirlo. Hay que experimentar con ello en la vida particular de cada uno. En el libro tratados y sermones de Eckhart se encuentra mística pura. 

Hace unos días escuché a un intelectual que se definía como materialista absoluto. ¿Hay qué seguir con la incógnita?
Hasta los físicos más avanzados decían que la materia a lo que más se parece es a una gran mente que nos piensa. La distinción platónica entre lo material y espiritual está ya difusa. El nuevo paradigma de la ciencia lo ve de forma compleja. Soy editor, y te recomiendo misticismo y física moderna de Talbot. Todos somos las dos cosas. La relación entre cerebro y mente es de las más apasionantes que hay y debemos aplicarlo en términos cibernéticos. Esta entrelazado. Alma-mente es una disyuntiva muy superada.
Cuando estudié el bachillerato algunos chicos iban por letras y otros por ciencias, dos culturas. ¿Nos ha perjudicado esa separación?
No tiene ningún sentido. Antes que estudiar filosofía hice la carrera de ingeniero y me ha venido bien hacer una carrera científica. El divorcio de las dos culturas, que denunció el inglés Snow hace más de 20 años, es nefasto y pedagógicamente erróneo. Hay que buscar educaciones más refinadas. Todas las disociaciones son malas; las palabras de los actos, la vida de la filosofía… 

Háblenos de las publicaciones que editan en la Editorial Kairos que dirige usted
Publicaba textos de contra cultura, orientalismo, de Allan war, de Marcuse, de aquellos años. Y textos de ciencias sociales. Publico libros de reconciliación entre ciencia y mundo místico. Es una necesidad enorme del momento. Incluso a nivel antropológico. Estamos alienados en el lenguaje. Lo llenamos de asociaciones y significados; separamos el ego del cuerpo, la naturaleza del medio ambiente. Hay un ego mental y una sombra inconsciente. Hay que unir lo que hemos separado. Se puede hacer a nivel psicoanalítico. En el tao de Occidente hay que reconciliar lo que hemos separado, la ecuación entre fisura y cultura. En sicoterapia está la reconciliación entre ego mental y su sobra, la reconciliación entre el ego y su cuerpo está en un análisis existencial gestal o humanista. Volver a unir al hombre y el medio ambiente en el trasfondo de la ecología, es una relación con la naturaleza y un modo de pensar. Hay que reconciliar todo con todo y revindicar la no dualidad única. El taoísmo, el budismo, el yoga y cierta mística cristiana islámica judaica hace esto. Esto a nivel terapéutico no se da. Tenemos una visión de la ciencia en que se duda mucho. Estamos en un momento apasionante en que intuimos esa no dualidad de todas las cosas, todo incide sobre todas las cosas. A lo mejor en este programa le llega a alguien algo para contactar consigo mismo. La solidaridad cósmica es más profunda que el amor al prójimo. Hay que amar al prójimo porque el otro eres tú. Es una nueva visión no dual e interdisciplinaria. Es lo que le ha preocupado como director de la editorial

 
Estar en Occidente también se paga. A los niños los meten en guarderías y cuando pasan de los 80 les meten en asilos, residencias. ¿Cómo podemos cambiar esto?
Estamos mal integrados unos con otros. De los 30 a los 50 años dominamos el mundo. Lo demás se trata de forma patológica. Los encerramos para que no molesten. La escolaridad actual es cómo conservar adolescentes retrasando la edad adulta y disociando la vida intelectual y l material. Al adolescente se le tiene recluido alli aparentemente aprendiendo cosas, fuera del circuito vital. Hay marginados de mil tipos. Hay que ir a un sistema mundial, mas allá de la nación- estado, en que renazcan las cosas locales, porque todos necesitamos participar de algún modo en la vida pública. No solo los que estan en plenitud sino todas las personas. La democracia directa ideal es más que votar cada 5 años. Esto se conseguiría a niveles locales donde la participación política se pueda ejercitar. Supone una serie de retos y la misma sociedad civil va a ir sugiriendo salidas. La nación clásica está aislada y la democracia, a veces basada en sistemas de clientelas electorales, no lo va a resolver. A medio plazo predigo muchas turbulencias. A largo plazo soy más optimista; vamos a la sociedad de los tres tercios; un tercio de parados, otro de especialistas y otro de trabajadores. No es muy alentador. Lo de la sociedad del ocio que diría mi amigo Racionero está muy lejos y muy difícil. Me agrada personalmente que las cosas sean difíciles, al menos tenemos algo por lo que luchar

 
Le estoy escuchando con atención, no le interrumpo en nada porque su palabra es muy correcta. Sus palabras van hacia este silencio logos, esta aproximación al origen. La muerte es un tema tabú en Occidente. ¿Cómo afrontamos este tema en estas sociedades industriales cuando vemos que la muerte es cada vez más rápida? Mueren en el hospital, misa, entierro y ahí acaba todo
Esto requiere una nueva sensibilidad. Este tema lo he tratado en los debates de la eutanasia que es un derecho humano. Se han tratado estos temas en televisión. Algo hemos ganado porque se supera este tabú. Hay que acabar con el histerismo de la muerte. Es una catástrofe para el ego separado. Todo está montado para escapar de esta ansiedad y frustración. Pero si uno trasciende el ego (recomiendo el libro; “más allá del ego”) la muerte no es tan catastrófica. En sentido místico profundo la muerte no existe. Hay que desdramatizar el tema. Recuperar la forma de ver la muerte estoica. Marco Aurelio, el viejo emperador romano, decía que una de las funciones más nobles de la razón era ver cuándo llegaba el tiempo de dejar el mundo. Necesitamos una sociedad más sana que no reprima la muerte, como aconsejaban los freudistas. El instinto de muerte mal llevado lleva a la destrucción de la humanidad. Pero bien llevado relativizas el asunto y hay tasas menores de violencia.

 
Hay que cambiar el paradigma. Dejarnos de gaitas, como decía el otro e ir al origen. ¿Por qué derroteros debemos ir para cambiarlo? Usamos palabras quizá demasiado técnicas.
Estamos al final de la charla y este tema es muy complejo. Esta era va a exigir a todos los niveles una creatividad mayor que antes para adaptarse a una sociedad híper compleja, con mucha incertidumbre. A la creatividad habría que añadir la mística, y el no creer en nada simbolizable. Es una gimnasia que recomiendo a cada persona en su vida cotidiana; Tomarle gusto a lo difícil, e ir al origen, al contexto y al por qué, a lo esencial y no aparente. Relativizar sus esquemas de referencia. Hay que acercarse a lo místico que es el apogeo del relativismo, a la contra de lo que nos habían vendido. No hay que copiar a los demás, no hay que ir repitiendo lecciones. Yo detesto repetir dos veces una cosa que he dicho, pero en esta entrevista hablamos con fluidez. Es una nueva libertad interior la que nos promete este cambio de paradigma.
Esperemos que el Tao de Occidente siga por estos derroteros. Cada vez merece más la pena leer este libro. No queremos creer en nada que se pueda decir. y ahí esta lo verdaderamente importante y bello. 

 

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