miércoles, 6 de junio de 2018

HANIF KUREISHI


HANIF KUREISHI Londres 54. Tiene origen foráneo, el padre es de Japón y tiene una madre de Paquistán. Pero nace en Londres. El quería ser escritor para explicar las fiestas y las locuras y las sobredosis por drogas que le rodeaban de joven y este tipo de literatura solo lo había leído en Kerouak y la generación de los Beats. Quería hablar de la raza inglesa o japonesa, pero también del LSD; las melenas y David Bowie. No se considera un artista sino un obrero del lenguaje. Toda su juventud la retrata en el buda de los suburbios. En una entrevista dijo que toda su puta casa la había obtenido con sus putos escritos y además le servía de terapia. No quería alejarse del mundo como Miick Jagger. No quería ser un grupo de música que hubiera agotado todos sus temas y repertorios y no supiera dónde mirar y por dónde tirar. Quería hablar del fundamentalismo musulmán como una nueva forma de fascismo.
  
También publica otras obras como Oscuros sombreros, el álbum negro, mi hijo el fantástico. Acudió a las sinagogas para comprender a esos chavales revolucionarios de 19 años. El también fue rebelde de joven. Sus amigos eran trotskistas. Tenía un amigo maoísta con cuatro casas. Hay chavales hardcom que van a Irak o Siria y anhelan morir por la Patria, mientras su generación quería vivir siempre, ser jóvenes eternos y no morir. La escritura es un trabajo adulto que se fundamenta en ser como niños. Con 30 años iba con sus hijos gemelos al parque y había rabbels en pleno boom. Se volvió un padre trabajador para sus hijos, se hizo adulto a cuenta de ellos. 

 

Le hicieron una entrevista en el festival de las lenguas de Cartagena. Agradecía el sol de España pues hacia diez años que no veía el sol en Londres. Había que aprovecharlo. Leyó pasajes de la vida de los suburbios en una lectura y se dio cuenta de los detalles que ya estaban en su novela (la madre, la ropa, la casa) Era la obra de un chaval que descubre la vida, su cuerpo, el mundo, con un gran desarraigo pues es un vendedor de música indie, pop. Había una gran diferencia entre lo que se esperaba de estos jóvenes y lo que ellos realmente eran. Quería ser escritor desde niño, contar una historia personal pero también política, con el sexo, la raza, el cambio social de los 60 a los 90, la cuestión racial vista desde un hijo de emigrantes. Aborda cosas que conoce del islam y la emigración. Ahora se ha superado el racismo y cada comunidad tiene una identidad, pero la integración es un mito pues los emigrantes trabajan muy duro y llevan a sus hijos al colegio con vidas separadas del resto de la población. También hay una separación entre los ricos y los pobres con salarios bajos y precariedad. 

 
Estuvo el autor en el grupo musical que lideraba David Bowie. La música de los 60 era grande y conectada al cambio político. Jimi Hendrix representaba la droga, pero también los derechos humanos, el sexo, las concentraciones de los 70, la superación de los valores morales muertos del pasado. No solo era un disco. Los políticos gestionan el país de forma nefasta y quien paga los platos rotos son los pobres y los inmigrantes, las cabezas de turco que culpamos de todos nuestros males y problemas, focalizándolos en ellos. Así se divide al proletariado acentuando el racismo. Los trabajadores de todos los países tenemos cosas parecidas. La crisis financiera acarrea precariedad, ansiedad, depresión y miedo pues mucha gente pierde casas, dinero y los niños no reciben una buena educación, además del estrés. Muchos se refugian en la droga ilegal o en la legal de las industrias farmacéuticas que viven su periodo de gloria. Es una crisis económica perro también de conciencia. El elabora guiones para televisión, y lo compatibiliza con la escritura pues tiene que dar de comer a tres hijos. Es un trabajador multi empleado de las letras. Es duro como hacer una carretera. El problema no es escribir sino ganarse la vida con ello. Con Hornby comparte su afición por la música, siempre ha escuchado música y sus hijos tienen un grupo. La música es impórtate en Inglaterra y Lester Jon se inspira en David Bowie. El escritor estudió con David Bowie. Nick Hornby es un erudito de la música. En la música se inspira y en hechos que reclaman su atención. 

Oye una charla o una conversación de pareja o una persona le cuenta cosas interesantes que aprovecha para relatos cortos, con historias narradas por otros. Algo desencadena sus emociones y pone en marcha su razón, no es algo que puedas provocar, sino que surge espontaneo. La revolución pasa porque los jóvenes se pregunten por qué el sistema les hace lo que les hace, la precariedad, la competitividad, que haya seguros médicos, pero no seguridad social y que el precio de los alquileres esté por las nubes. Es el fin de la estabilidad económica y del estado del bienestar en Europa a partir de los 80. La crisis auguraba un nuevo modelo de justicia social y distribución de las riquezas, pero no ha sido así. Y esto va a ir a peor si solo nos preocupamos de ganar dinero y lucrarnos. Este capitalismo genera estrés, ansiedad, depresión. El ser humano quiere salvar el medio ambiente, pero se destruye así mismo. Escribe sobre lo que le motiva y preocupa. Se levanta por las mañanas a escribir y no piensa si le va a interesar o no al público. Escribe sobre el racismo, el multi culturalismo, la integración como un pakistaní en Inglaterra. Investiga todo este racismo que viene de la colonización y del uso de esclavos o obreros como mano de obra barata, además de los inmigrantes. Desde los atentados del 11 s hay más racismo que antes. Tiene un tono de compromiso político, pero a veces emplea el humor

 
El amor en los tiempos tristes es una colección de cuentos. En uno de ellos una pareja empieza a discutir mientras trasportan unas sillas desde la tienda donde las han comprado hasta su casa donde van a montar una cena y una fiesta. Ya ves la crisis de la pareja desde el principio y que no van a durar mucho, siempre en tono de humor. Son 500 páginas. Luego escribe el cuerpo, algo que contarte o intimidad. En intimidad rompe con ese tono ligero de humor y habla de sí mismo y una aventura que tiene su mujer. es narrada en primera persona de forma directa y descarnada, aunque él no aparece en la novela. Hay una película que se centra más en el encuentro sexual que tiene con una desconocida.
Luego escribe la última palabra, el álbum negro, el regalo de Gabriel, soñar u cantar. Hace el guion de mi hermosa lavandería a la vez que escribe el buda de los suburbios. También hizo el guion de Sunny y Ross, rodadas ambas películas por Stephen Frears, protagonizada por Daniel Lewis. En la última palabra un biógrafo se traslada a la casa del escritor en la campiña inglesa para hacer su biografía. La mujer quiere que escriba para sacar dinero e irse a un apartamento en Londres, pero él está cansado de escribir. Entretiene la curiosidad de ver qué pasa en la novela. El padre del protagonista es siquiatra y la madre murió. Era una mujer alterada mentalmente que se encaprichaba de cualquier hombre. El padre había sufrido por no casarse con la mujer adecuada, pero la quería y aceptaba las infidelidades de su mujer. solo quería ver crecer a sus hijos y entendía que puedes pasar una vida conociendo a un enfermo mental y darte cuenta de que no sabes nada de esa persona.  Algo que contarte la narra un siquiatra peculiar. Su mejor amigo es un director de cine y teatro que se enrolla con su hermana de cultura más básica. El siquiatra se tiene que arreglar así mismo. La pareja folla todo el rato y sorprende la unión de dos seres tan distintos y el protagonista se agobia. 

 
FRAGMETO ALGO QUE CONTARTE
Los secretos son una moneda particular, traficamos con ellos, con los deseos de la gente que quiere una vida sin dolor y muerte. Placer y castigo están relacionados con los cuerpos que nos habitan y hablan. ¿por qué nos ponemos enfermos? ¿por qué deseamos fracasar y se nos hace insoportable el placer?  Se rebuja en su butaca de sicoanalista. En cada sesión de psicoanálisis sopesa las palabras y frases de una conversación y la pausas y silencios entre ellas. Es su vocación, su disfrute y su tormento su trabajo. Es un lector de símbolos. Le llaman loquero, abre puertas, busca basuras, farsantes. El trabaja como en un taller de coche, descubriendo fantasmas y sueños y pesadillas y el mundo detrás de las palabras. Busca lo que hay escondido en el inconsciente, la verdad entre las falsedades, miedos y neurosis de culpa. La gente está más loca de lo que se cree. Tienen miedo a ser comidos o devoran a otros, imaginan ser explotados, ser adsorbidos. Tienen miedo a las relaciones de pareja, al intercambio de heces y orina. Siempre le ha gustado el cotilleo, es un requisito para el trabajo que él hace. Nos metemos en los cotilleos como en un rio. Freud fue un artista de encontrar significados entre lo que desecha la mente. Estudia lo humano. Su hermana mayor Miriam se ha liado con su mejor amigo en una relación incestuosa. Son dos tipos muy distintos. Henry es director de cine y teatro, un intelectual descarado con mucha conversación. Miriam es tosca y le acompaña a los espectáculos. Para Miriam es bueno dejar la casa, los niños y vecinos. Le gusta lo que más del teatro los descansos para fumar un pitillo y respirar el intermedio de las obras malas. El propio Henry se dormía a los quince minutos, especialmente si el director era amigo suyo. Miriam no le tenia miedo, ni a sus ínfulas de grandeza y no se tomaba demasiado enserio sus opiniones. A Henry había que darle coba, pero ella le pinchaba. Miriam protestó de qué Ibsen o Shakespeare fueran demasiado largo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario