LARA SISCAR—INÉS MARTÍN-SILVIA BARRERA-IDOIA JAUREGI
Con la vigilante del mar Lara Siscar
ya vino a Bilbao y luego con Antonio su pareja. Pero nunca había estado en la
biblioteca, con la estatua de Unamuno presente. Lara y Silvia coinciden en el nacimiento,
son del 77. Lara riscar nació en Gandia, es periodista, trabaja en televisión. Ha
publicado la vigilante del Louvre. Y flores negras. Esta es su tercera novela. Silvia
barrera es policía en excedencia, ha escrito el ensayo las claves de redes
sociales, y ahora la novela instinto y pólvora. Cuenta la historia de una
policía.
Silvia no lee novela negra,
porque tiene bastante con el trabajo. La realidad supera la ficción, le han
pasado muchos casos y vivencias personales de homicidios, suicidios, violencia
de genero. Hace una labor en redes
sociales. Hace un año se pregunta qué ha hecho con su vida y le cuesta
seleccionar las historias. Hay cosas que por secreto profesional y seguridad
personal no puede contar o casos ya cerrados sentenciados que puede contar.
Siempre hay que defender a las personas, incluso dar la vida por las personas. Ha
sido cobarde y le han marcado los casos de violencia, sobre todo en homicidios.
No le impresiona el muerto al que se le ha acabado la vida sino el alrededor
que sufre. Nadie piensa en la familia, los hijos que se quedan, que hay detrás
de eso. Se escondió un poco en la labor de la red, que es dura, pero más cómoda.
Estuvo en la desaparición de la peregrina de Astorga, dos meses viendo las
gestiones que hacen los compañeros, las pesquisas, que no logran descubrirlo y
le piden su ayuda en las redes. Son meses de impotencia para resolver el caso.
Las historias, a diferencia de la ficción, no acaban bien. No puedes dar pistas
a los malos. Esa desaparición le generó mucha angustia. Las desapariciones son
muy novelescas.
El periodismo también tiene una
parte sangrienta y Lara ha trabajado poco en casos sangrientos. Empezó
trabajando en Valencia en un programa de crónica negra, lo que llevaba antes el
periódico en caso, que lo llevaron ala tele. Lo hacían con humor, para que no
les afectaran los casos. El equipo era pequeño y lo recreaban en ficción para
aligerar el peso de la tragedia real que estabas explicando a las personas. Eran
asuntos domésticos, cosas que te podían pasar a ti y a los tuyos. Hacían humor
negro para sobrellevarlo. En su vida no ha habido muchas tragedias, se las inventa,
pero no del todo. En el periodismo encontró la idea germinal de su novela flores
negras, basada en un hecho real; Una niña de Madrid que se escapó de su casa y
fue voluntariamente con un chico que conoció una noche en un pueblo de Badajoz.
Quiso volver a Madrid con sus padres y la encerraron en una casa varios meses
en 2010 y la estuvieron forzando en la casa, y prostituyendo. La liberó la
policía. Hubo un juicio y las personas del pueblo fueron acusadas por la niña
de hacer uso de sus servicios y fueron condenados en la sede en Mérida, en
Badajoz, pero los absolvieron, porque había testimonios en contra. La declaración
de la victima no era suficiente para unas penas muy duras. Era muy difícil
saber si una menor tiene 14 o 16 años y eso tiene mucho peso penal. Lo
absuelvan ante la duda. No se mete en la sentencia. Pero… ¿Cómo puede pasar que
a una niña delgada de 14 que parecía de 12 años la estuvieran prostituyendo en
un pueblo pequeño y la tuvieran que sacar los de fuera? Ella es de un pueblo
pequeño y le impresiono. La ficción permite rellenar los huecos que no sabes
con lo que te imaginas, lo que crees que pasó, lo que te gustaría que pasara o
no. La novela es ficción, con una base real, pero ha expresado las cosas que
más le preocupan, en la cercanía tan extrema de los pueblos pequeños. Estás
cerca para lo bueno, pero para lo malo estas observado continuamente
La mesa se llama la ficción
frente a la noticia. Se mezcla ahora mucho esto. Partimos de hechos reales y
damos todo por real, pero hay cosas que no son reales, y nos incomodan. Y la
realidad nos parece pura ficción. ¿son los libros los que lo han mezclado
géneros o somos nosotros? La literatura no debe tener limites y en la mano del
autor está hacer de su capa un sayo y de su libro algo libre. No limitarse a
contar lo que ocurrió. Pero no se debe engañar al lector. No darle por veraces
unos sucesos que en realidad no lo son porque aportas invención. Hay que deja
claro que la historia real es esta y lo que cuenta es inventado. Agradece que
sea leído, pero acepta las críticas, no nos gusta a todos lo mismo. Deja claro
si es ficción o trabajo periodístico, donde no debes aportar cosas subjetivas.
¿Instinto y pólvora es ficción o mentira? La mayor parte es realidad. Tiene
mucho carrete para contar, aunque la memoria traiciona y rellena espacios para
darle continuidad. Es real por suerte porque ha crecido como persona y se
siente privilegiada de vivir hechos en primera persona y pensar egoístamente que
no es la protagonista, sino la que lo cuenta. Valora lo que tiene y lo que la
vida le da. Todo es real. Cuenta como estaba todo, puede parecer morboso
describir escenas, pero es el recuerdo con el que vivía. Está contado en
primera persona y tal como pasaba por su cabeza. Es un relato crudo
sobrecogedor. Tiene algo de humor. No lo van a reconocer, habrá casos parecidos
de homicidios, pero nunca lo ha visto en un telediario porque es otro punto de
vista. algunas han llegado a ser titulares de noticias, como homicidios, pero ha
cambiado los nombres. Hay vida policial que no se cuenta, se lleva a casa, pero
tiene su morbo e interés.
En los dos trabajos aparecen
redes sociales, sobre todo en la de la especialista de crímenes por redes
sociales. Favorecen contacto entre seres humanos las redes, superando las
distancias físicas, son un potencial de plaza de arcadia donde todos con el
mismo nivel nos enriqueceríamos unos con otros. Los medios comunicación
digitales, las empresas y promociones. Pero tiene una parte negativa. La
periodista sigue sufriendo con las redes. Ha anulado su perfil en redes. La
periodista ha sufrido acoso en las redes desde 2011. Y la otra autora es la
inspectora jefa de la unidad que llevaba su caso. Se conocieron allí. Es consciente
de la negatividad de redes, la compra de datos, el bullin de los jóvenes que
sufren por redes. A las empresas no les con viene regular esto, cuánto más tráfico
y usuarios mejor. Cuando nos ponemos en redes nos auto promocionamos sin pudor.
Cuando es cara a cara nos comportamos con humildad. En redes nos Re tuiteamos a
nosotros mismos, poniendo fotos, explicando dónde vamos a estar,” si no me
gusta que lo hagan los demás no puedo hacerlo yo”. Por eso se quita de redes,
parece que te pierdes el mundo si no estas en redes. Sobre todo, los
periodistas. Pero ella se entera de todo con los diarios digitales, pero se ha
quitado de redes.
¿Es posible seguir la pista a una
persona acosadora? A veces cosificamos a las víctimas, otra víctima más. Lara
le hizo caso a los consejos para favorecer la investigación. La red es un mundo
complejo, técnico, y le asusta la facilidad y alegría con lo que la gente
publica sin medir las consecuencias. Es el lugar del cobarde que se esconde en
un Nick porque cara a cara no es capaz de decirlo. La red lo facilita y cada
vez más. Hay limitaciones técnicas para luchar contra esto al investigar y
poner medios y gente. Quiere pensar que los acosadores no son los mejores
hackers del mundo. ¿Por qué no se da con ellos? ¿se ramifican? Cuando alguien
va en coche vemos qué coche es, hay una matricula y si hace algo la gente ve lo
que hace el coche. Pero en internet la matricula se puede esconder por medios
técnicos. Queda registrado en el servidor que da servicio, pero si no te dan
información, hay otras formas, pero son complejas. Depende de terceros que
guardan los registros que no están obligados a dar información. Aunque estén
obligados, hay países que no respetan las leyes. Y tenemos la posibilidad de acceder
desde cualquier parte del mundo. Los hackers pueden llegar muy lejos. Lo pueden
hacer sin ser grandes informáticos. Esas herramientas no están para esconder
autores de delitos, sino que para que en países antidemocráticos se proteja a
las personas. Estas herramientas estan para proteger esa libertad. Y por eso lo
usan. Es licito, es el uso que se le da. Trabajan con la convivencia de Twitter
como empresa, dueños de ese campo donde campan a sus anchas. Este ser no sabía
mucho de informática, pero tenía medio cementar de perfiles falsos, los activa
y en minutos manda muchos mensajes. Y los cierra, no le importan porque son
falsos. Aunque pida información a Twitter, como el usuario no está activo non
pueden dar los datos. La gente decía; esto lo ha dicho la radio, y tenía
seguridad y certeza. Ahora lo contamos en números, esto tiene tantos Likes o lo
ha retuiteado tanta gente y esa es la tiranía. Los periodistas tenemos culpa,
hemos auto relajado la exigencia cunado trabajados en cabeceras o teles y nos
hacemos eco de noticias que no tienen más peso que el que lo han retuiteado 78
personas en un país de 40 millones. A la protagonista le apartan de su trabajo
por una ola masiva donde se pide su cabeza por algo que no es culpa. Cuando la
masa de Twitter te señala estás perdido porque no tienes respuesta a esas personas
que ni les importas; hoy eres tú y luego otro bobo que patine un poco. Cada vez
tiene más eco fuerza y ni nos lo cuestionamos.
Es la protagonista una periodista
de radio que hace un programa de noche y recibe una llamada de una voz no
identificada que no sabe si va a hablar o no, no se atreve a decir algo y luego
suena un tiro. Aparece en la contraportada de la novela, que nos dejarán leer.
Se ha encontrado en la vida real, disparos en la cabeza, un ajuste de cuentas
de un chaval que trafica con drogas. Se oyen gritos de familiares, “vengan ya
que nos quiere matar”. Vas a la escena del crimen. No me resuelvas la novela,
le dice la periodista, la conviertes la novela en relato. En la ficción
mezclamos hechos, pero todo es real, no se queda con nosotros, son cosas que no
podemos ni creer. Somos predecibles e impredecibles, la imaginación del hombre sirve
para hacer crímenes tanto como para escribirlos los escritores. Si uno lo
relata hay otro que lo puede planear.
Coinciden en año de nacimiento y
ambas han publicado dos libros. La policía tenia muchas cosas que contar, podía
haberlo llevado a una editorial, pero lo auto publicó por miedo a que como era
novata se lo cortaran y dieran cuatro datos. Quería contar su experiencia,
cosas que no podían quedar en su cabeza, no por el presente, sino por el
futuro. Ella tiene claro cómo va a acabar todo esto. Lo ha escrito para decir; yo
te lo dije, para advertir. Lo primero era un manual y lo segundo literatura. Yo
avisé lo que iba a pasar con las redes.
Antes no se metían con ella por
el trabajo que tenía, pero el efecto masa contagia, tienen el cuarto poder Twitter,
el de la masa. Los hípsters las pone un mal comentario siempre. Hay que saber jugar
el juego de las redes. Aguantar el chaparrón durante dias. Son críticas muy
destructivas, pero luego se diluye, desaparece. El limite no lo pone el
usuario. sino que lo ponen las redes. Deciden cuando colaborar o no. No quitan
perfiles que molestan porque les interesa que haya ruido cancha debate, les
genera usuarios. Las redes sociales van a decir hasta aquí, nos hemos pasado.
No se puede regular, saldrá otra red que lo haga. Al final son las empresas,
los servidores los que deben parar esto. El senador de EEUU dio un discurso,
pero pensaba; da igual lo que piensen, Facebook tiene un poder infinito. Ellos
ponen las normas, veamos hasta dónde quieren llegar.
En el caso de la periodista fue
fácil pasar a escritora, en su primera novela. Es una lectora sin filtros ni
prejuicios. Lee todo, hasta cuando le dicen que es malo, para ver cuán malo
puede ser. De tanto leer hizo la prueba, tanto que habláis de libro mira a ver
si puedes hacer una historia. Le manda un relato o novela corta a plaza janes,
pero no publicaban relatos cortos. Trabajó en una novela larga entera, cambió
la historia, que no tenia que ver con la primera, pero es la vigilante del
Louvre del 2015. Tres mujeres giran en torno al cuadro del origen del mundo de
Courbet. Es un coño con piernas abiertas. Le impacta a estos personajes
inventados. Sus intenciones las dirige más cómoda en personajes ficticios.
Flores negras no tiene nada que ver, trató de divertirse, hacer un ejercido de
distanciamiento. La vigilante es mas introspectiva, tiene más de ella. La
segunda novela es más dialogada, basada en hechos reales, esa historia que se
encuentra. Son retos que se pone por hacer cosas distintas.
Las dos son profesionales con su trabajo
y después escriben. ¿Cuándo le sacan tiempo a la vida? Sale la periodista poco
de fiesta, no va de bares, porque si no, no se acaba una novela, las vacaciones
las pasa escribiendo. Para la policía es un placer escribir. Con 13 años
escribía, no hacia lo que hacían los niños de su edad, y ahora tampoco va de
bares. Escribir es una liberación, u lujo. Son otras prioridades. Todos tenemos
tiempo limitado, le da tiempo de ir a bares. Es muy caótica escribiendo, sin
normas. Si durante dos semanas no quiere escribir no escribe. En ninguna de las
dos novelas firma contratos previos, el compromiso de acabar algo que no sabes
si ha acabado. No le gusta la fecha de entrega. Había semanas que escribía un montón
y otras que nada. Cuando la acabó se la dio y les dijo; hacer lo que queráis.
Como no vive de la escritura sino del periodismo lo puede hacer. La policía
escribe más por la tarde noche, no puede por la mañana. Le inspira y le viene
la vena yo por la noche. Hay semanas que no escribe y otras que hace 120
páginas en 4 días. Siente la necesidad de escribir y lo hace. Tiene etapas más
inspiradas que otras. Sacrifica todo lo que tiene que hacer
Tiene varias etapas; que se le
ocurra, escribirlo, ponerle punto final, publicarlo, firmar… el momento más
divertido es acabar, porque lo hizo todo, con la autoedición. Decidió hasta la
portada, un dinosaurio muy friki. La segunda novela se siente como si vinieran
los reyes magos. Desde niña ha querido publicar con Planeta. Se le paró el
tiempo, cuando le dicen; creemos que tienes una historia que contar, cuéntala.
Y verlo publicado le ha encantado. Si auto edita lo hace todo sola. Pero si
esta con una editorial llegas a un consenso y ellos eligen la portada. Hay que
separar la creación y el escribir para la gente que te va a leer. No le gusta
mucho la barra de labios en la portada, pero hace un efecto chulo. Que vean el
contraste entre portada y libro. Es cosa de márquetin, hay que vender el
producto y sin editoriales no hay escritores. Es atractivo para una persona que
transita en una librería, no es muy purista en eso. Le gusta cuando se pone a
inventar y sale todo de una vez y te lo crees cuando lo escribes y piensas, les
vas a encantar. En la revisión quitas paja, haces frases mas sencillas cortas,
dices, cómo te metes en eso. La promoción le gusta, cuando habla y hay personas
que le gustan. Le emociona. Personas que también hablan en este turno de
comentarios, preguntas.
Se refiere al artículo de Antonio
lucas sobre los titulos de libros. ¿cuesta titular o no? ¿es cuestión del
editor? (Hay autores incapaces de titular, titúlalo como quieras) Es lo último
que Silvia pone. Lo que cuentas va dentro, no en la portada, acorta. Lo sugirió
ella, poner un titulo potente corto. Es lo más traumático del libro. Habla
mucho de instinto y tiene mucho de pólvora. Con la vigilante del Louvre lo
tiene claro, porque Diana trabaja allí como vigilante. Le dijeron es raro que
nos guste el titulo que trae un autor. Quería poner; titulo de una tragedia
rural (o dos) porque no tenía idea de cómo iba a acabar, porque es
caótica. se encariñó con el título, como
broma interna bien, pero para vender no. Hay un caso de flor negra en la realidad.
Es menos gracioso, pero tiene un poso poético que le queda bien a la novela.
La sanidad jurisdicción educación
literatura cada vez es más femenina. El peso de la mujer toma reconocimiento. ¿cómo
lo viven ellas desde dentro del telón? En la ciber seguridad lo deja claro, no
lo deja caer. Ha vivido situaciones duras, hasta que pide la excedencia. Hay
machismo; las mujeres recogen la mesa mientras los hombres se quedan hablando.
Mi hermano tiene dos manos como yo. Ha estado cinco años en el ejército y lo ha
visto. Ha habido con gente que le dicen; patrullo yo, tu de copiloto, o esto lo
hago yo porque soy hombre. Habla de ella no por narcisismo sino por dar su testimonio
personal de que se pueden conseguir los sueños y siempre hay un camino que
igual no es directo. Hay momentos que quería tirar la toalla. Me retiro, ¿por
qué tengo que demostrar que valgo para el puesto cuando otros lo tienen solo
por estar alli? Va a tirar adelante hasta que las fuerzas le den. Es una
cuestión de educación. Todas podemos estudiar, pero a nivel directivo hay un techo
de cristal, en algunos sitios no la llamaban. Compañeros suyos con menos
capacidad y formación han accedió a puestos que ella no ha podido. Hay que
demostrar cuatro veces más.
El periodismo está menos
masculinizado y todo es más sutil. En las reuniones de contenidos del
telediario le cuesta más opinar, no sé si porque la voz es más aguda, pero
cuesta mantener interés en las reuniones. Hay un tío al lado que le corta, ¿no
estaba hablando yo? Lleva un programa de análisis político con casi todos hombres.
No ha tenido discriminación directa, pero sí la sorpresa del arriesgas bien, y
le dicen; que controlado lo tiene. A Antonio le dicen; lo hace bien, como si no
esperaran de ella nada. Hay un optimismo real, no kits. Habla del gobierno
socialista en la Moncloa y de la corriente mundial del movimiento tectónico que
nos resitúa a nosotras que esta vez si conseguimos equilibrarnos. Hay que ver
los micromachismos sutiles que ni comentábamos porque las dábamos por sentados.
Hasta ellas han escuchado más las voces de los hombres. Ellos se cuestionan
esta interrelación de ir juntos y acompañarnos. Ellos miran en la misma
dirección que ellas. Ha habido jefes que la han apoyado y dado la cara. Hay
mucha diferencia de cuándo empezó hace 20 años. El ultimo 8 de marzo fue un
símbolo. Lo de Virginia Woolf de una habitación propia. Ahora tus mensajes
tienen peso especifico real igual que el de ellos.
¿Qué le parece el nombramiento de
Maxim Huerta como ministro? Le hace pensar que todos podemos tener nuestra
oportunidad en la vida. Hay que dar a todos la oportunidad de pensar que se
merece el cargo. Pero en este gobierno los nombrados han sido un golpe de
esperanza y de tomarse en serio las disciplinas en que se elegía las carteras,
gente muy valida y formada. Pero llega el de cultura y el nombre no es a priori
el de alguien que cuente con la relevancia y preparación previa o currículo con
el que se han llenado los otros ministerios. Te sabe mal porque parece que te
hacen un poco de menos. El ministerio de cultura tiene entidad propia y no
debería tener apellido, ¿Por qué debe ir junto a deporte?, no es cosa de ocio.
No hay que tomarlo como algo de ocio. Podemos pensar que el deporte es cosa de
salud y meterlo en sanidad. Le hubiera gustado meter a alguien que hubiera
epatado y mostrado la misma emoción que han creado otras elecciones. Parece que
llega la cultura y dicen; aquí llega el colorín. Esperemos que Maxim Huerta
haga que nos traguemos nuestra expresión dubitativa. Nunca se había dedicado
una mesa en esta biblioteca a escritoras de novelas negras. Lo ganado es
terreno para siempre conquistado, sin retrocesos.
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