Es una pregunta vieja, ¿para qué
sirve la literatura? Todo valor lo cuantificamos económicamente. De las
actividades humanas, los logros de nuestra especie e hitos culturales que
marcan el desarrollo de la humanidad, la literatura parece la mas gratuita,
pero nos acompaña desde el origen del mundo. Hay un objetivo de hegemonía de un
grupo sobre otro en todos los aspectos de la vida humana, pero el ámbito de la
literatura es otro, Su trascendencia no está tanto en el colectivo como en el
ámbito individual. Para tratar de decidir su utilidad nos acompañan dos autoras
que no necesitan presentación en nuestro entorno y que han hablado del tema en
su obra.
JULIA
OTXOA-EDURNE PORTELA-moderadas por JOSÉ BLANCO
Julia Otxoa es poeta y narradora,
autora de una extensa obra, incluyendo la poesía visual y las artes plásticas y
la literatura infantil, es una de las más sobresalientes narradoras vascas y de
relato corto en Euskadi. Ha consolidado el micro relato como un género en
España. Con más de 30 libros, ha obtenido muchos premios. En ella convergen
varias corrientes artísticas como el existencialismo, el surrealismo, o la
literatura del absurdo por ejemplo en su obra confesiones de una mosca
Edurne Poncela es escritora,
ensayista, colaboradora de algunos medios. Ha desarrollado su carrera
profesional en EEUU, y se doctoró en literaturas hispánicas por la universidad
de Carolina del norte. Compaginó su trabajo docente con la investigación de humanidades
en Pensilvania. En 2016 se vuelve a afincar en España. Tiene el ensayo el eco
de los disparos, y su novela la ausencia.
Dentro de cada escritor siempre
hay un lector. ¿Cuál es el valor de la literatura para ellas? ¿Cómo llegaron a
esta vocación y cómo se han relacionado, cómo ha sido útil la literatura para
ellas? Para Edurne fue un refugio en su adolescencia. Piensa poco en la
literatura como escritora porque ha llegado sin proponérselo. Pero como lectora
ha supuesto una fuente de conocimiento inabarcable, ha tratado de saciar su
curiosidad, conocer el mundo y a ella misma mejor. Toda su carrera académica
fue leer, analizar y entender cuestiones difíciles como el trauma o la
violencia a través de lo que escribían otros. Respondía a la lectura y análisis
a través de una escritura académica, fundamental para entender. Ha escrito una
novela, y con ella quizá ha llegado a la literatura con mayúsculas. Crea mundos
a través de las palabras, eso lo había visto en otros, pero no sabia si iba a
poder hacerlo ella misma.
Julia no nota esa distancia entre
las dos porque la admira mucho a Edurne. Tiene más obras porque es mayor que
ella, no porque tenga mayor importancia como creadora. Era muy inquieta y en la
casa familiar de Alaute Navarra, como los niños abren cajones jugando, abrió un
armario con 9 años lleno de novela negra y clásicos muy buenos de un tío suyo.
Le interesó mucho. Nunca ha vuelto a leer novela negra. Pero generó en ella una
capacidad de análisis deductivo que no se le borrará en la vida. De ahí paso a
muchas lecturas que se quedaron en ella para siempre; el principito, el idiota
de Dostoievski. Vio la historia, la filosofía, la política y la poesía de los
personajes, porque también se conoce el mundo desde la ficción. La literatura
es un aglutinante que no distingue lectura y escritura, no hay escritura sin
una percepción sensible en general, del mundo cultural y social que es la
literatura. Cada cosa que escribimos es una destilación de las lecturas y de la
vida. la lectura multidisciplinar va unida a la escritura. En el espacio de la
literatura y escritura se tos inquietantes que en el libro ves
más dulces. Haces balance de los propios sentimientos. Se quedan ellas ahí con
su trascendencia, pero con el lenguaje se hace manejable y se puede comunicar a
otros.
La creación viene desde los
prehistóricos; en ese estado mágico espiritual, aquellos hombres plasmaban
bisontes y lo que les rodeaba y no entendían. Es un espacio de libertad
trascendente con el otro, un acto de desarraigo, de ponernos fuera del mundo
y trasgredir, dentro del mundo. Tiene que tener una calidad estética, pero
hay que estar enraizados y reflejar el mundo. A veces escribes con lágrimas
desde la pasión, pero puedes traslucir los sentimientos reposadamente. Habrá
quien lo haga con la música. Es un espacio de traducir el mundo, fuente
de conocimiento.
Roberto Bolaño decía; la lectura
es placer y alegría o tristeza de estar vivo, es conocimiento y son preguntas.
La escritura solo es vacío. No están de acuerdo con esto las autoras. La
escritura es interrogación constante, lo más antagónico a un vacío. Lo que
terminas debe ser placentero. Otxoa es un juez exigente que borra lo no
satisfactorio. Revisa poco, aunque resulte pedante decirlo. No revisa la estructura,
pero siempre revisa frases, y le resulta frustrante. Son distintos caminos de
escritura. Hay escritores que sufren en ese espacio creativo, pero ella lo
entiende como algo lúdico y hay espacios en que no escribe y quizá haga poesía
visual. Si no le viene el microrrelato o poema no escribe. La frustración la
huele de lejos. Son caminos diferentes. Ella lo intuye la creación y es vaga,
porque no está siempre dispuesta a sentarse a escribir. Escribe cuando tiene
algo verdadero que decir. Esta contenida la frustración porque es una juez muy
dura. Ha tirado cosas que podían servir con el tiempo. Tira mucho. Los ensayos,
la poesía visual objetual va dirigido a públicos más especializados. Está ahora
en un proyecto teatral, la trastienda,
¿La elección es consciente? ¿Cómo
es la aproximación a una forma de contar? ¿Lo deciden ellas, el tema o de dónde
surge? Edurne viene del mundo del ensayo académico que se nutre del conocimiento
anterior, tiene mucha memoria. El ensayo tiene una rigurosidad y una forma de
escribir y pensar diferente a la ficción. No es por el tema. En el eco de los
disparos y a lo mejor en la ausencia, aunque no es el mismo tema, hay una
preocupación similar; indagar y contestar la pregunta de cómo se crece en un
ambiente y en el contexto de los últimos 50 años de violencia en Euskadi.
Parte de una necesidad de saber y
entender, pero las herramientas de cada investigación eran diferentes. Había
cosas que en ese ensayo no había podido indagar porque el ensayo no lo permitía.
Hay una forma de afirmación que te limita. La ficción abre otro camino. En esa
libertad y creatividad y de mirar a los afectos e intimidad encontró cosas
nuevas. Expresa su preocupación por la violencia con una historia familiar, no
sólo la violencia política del terrorismo sino la violencia de los años 80 con
la margen izquierda y el desempleo, la heroína, la reconversión, una juventud
desarraigada…. Estaba centrado en la violencia política, pero Euskadi no es
sólo lo que ha pasado en torno a ETA. Esa forma de mirar el pasado es abierta,
le dio la posibilidad de contar una historia encarnando personajes para
acercarse a la realidad. La ficción es una forma de comprensión e indagación de
lo que me rodea y del pasado. No es el tema sino lo que buscas al escribir,
hasta dónde quieres llegar, y cómo.
Otxoa siempre había escrito
poesía. Y pasa al micro relato. De los poemas surgían historias de un modo
natural, no fue un día que se dijo voy a escribir micro relato. Fueron
surgiendo historias y personajes y veía que aquel formato expresaba lo que en ese
momento quería decir. Está relacionado con la poesía en la concesión. Intensidad,
potencialidad son muy afines a la poesía. Se interesó mucho por los rusos, Dostoievski
y Chejov que no se le ha caído de la mochila vital, por esa claridad concesión
del lenguaje que en pocas líneas cuenta la totalidad. En un humilde charco ves
el cielo, el universo. Fue un ir natural de la poesía al microrrelato. Su dedicación
a la poesía visual y la fotografía se deben al escultor Ricardo Ugarte, su
marido. En los 70 realizaron juntos un viaje a Madrid, el ya conocía al pintor,
pero ella no, fue el primer pintor de arte abstracto en Europa, Vasili Kandinsky.
Algo se abrió en ella y en su humildad empezó a hacer juegos abstractos y
dibujos con este estilo. Y su marido, que es un gran grabador escultor y fotógrafo,
le dijo; julia sientes el espacio. Le llegó al alma, le dio satisfacción, pero
quedo allí.
Cortázar decía que había que
asumir los hechos mágicos en la vida con total serenidad. Y en la nuestra
ocurren estos hechos. Fue un hecho mágico.
Escribía poesía, pero no había llegado al microrrelato aún y oyó el
relajante canto del búho, como el de las ballenas, que le toca un punto del
cerebro y le vino entero el argumento de un cuento infantil. En su vida iba a imaginarse
que escribiría cuento infantil. Es el dialogo entre Lucas y el búho, entre el
bosque y un niño urbanita. Ricardo le quería hacer los dibujos, pero tenia
mucho trabajo, no llegaba a tiempo. El editor se lo pidió y los hizo ella. Hizo
dibujos muy surrealistas, poéticos, ella no sabía nada de dibujos. De ahí pasó
a la fotografía, vio al poeta visual Joan Brossa en el pabellón de España de la
bienal de Venecia, era una constelación de cucarachas como la de la vía láctea.
Le interesaba esa crítica. Jugaba con las escenografías que hacía en el bafle
de la casa y surgió una expresión critica irónica como la de los microrrelatos,
pero su poesía tiene una línea más lirica intimista
Ella oía el canto del búho, pero
hoy oímos más el canto de los móviles. Esta proliferación de herramientas digitales
y redes sociales nos hace parecer que estamos más conectados que nunca, pero es
todo provisional. ¿Cómo casa la literatura con esta sobreinformación y
saturación de estímulos? Estupendamente, ante la rapidez de la información, vemos
la vacuidad de lo que recibimos, la cantidad de imágenes constantes que nos
bombardean, la literatura es un espacio para pensar de otra manera y en otro
tiempo. No lee para evadirse sino para entender mejor. Te puedes quedar alli el
tiempo que quieras. Leyendo el libro lees lo que sienten los personajes,
entiendes lo que hacen, te metes en los diálogos y las voces. Es una maravilla
si apagas el móvil y no te molesta. El tiempo del pensamiento es fundamental
para el tipo de vida que llevamos. Ahora tiene más sentido que nunca. Puede
servir como un refugio, sosteniendo una novela que no podemos dejar.
Tiene miedo de un mundo de
bárbaros tecnológicos, están a la última tecnología, pero al cultivo de la
percepción, de la poesía. Venden gafas para ver en 3D o artilugios para oír,
pero no vemos más allá. Se vacía el pensamiento ante una realidad virtual. También
veían terrible pasar a la maquina de escribir, pero no hay peligro si esta
cultivada la cultura. Pero si cogen personas sin cultivar allí está el peligro.
Para la traducción del mundo es necesario que el mundo sea culto. Que no
perdamos el norte del profundo conocimiento.
Ha tenido una inyección esperanza
sobre el mundo del libro en la feria del libro de Madrid. Había momentos de
horror absoluto, un escritor maravilloso solo sin firmar un libro y ahí un youtubero
con una cola de 500 adolescentes. Estaba firmando en mujeres y compañía, una
revista de tradición feminista desde hace 50 años, sobre feminismo y mujer. Muchas
adolescentes iban a que les recomendara libros. Una niña de 10 años pidió un
libro feminista acorde a su edad. Son excepciones como lo eran a su edad. De su
cuadrilla de amigas leía ella, sus amigas leían un libro que les caía por
navidad.
No tenemos una sólida tradición
de lectura en España y la tecnología es un peligro. Cuando empezó el libro
electrónico, que apenas se vende ahora, amenazaba con acabar el mundo del
papel. Las lectoras son mujeres, son la esperanza de la cultura, no desde
posturas feministas radicales, es una realidad. Tienen en sus manos la
humanización del tiempo y ha visto en museos universidades conferencias que todas
son mujeres. ¿Dónde estan los hombres que no van al Prado? Estarán en el bar,
le respondía el marido. Hay una interrogación inconsciente que le viene a esa
niña desde sus ancestros y le hace querer saber. La mujer puede crear una proa
de humanismo. Hoy ve más hombres que los que habitualmente se ven en estos actos
en Bilbao.
Se anticipan a preguntas que José
Blanco tenía previstas. El papel de la mujer en la literatura. Les pregunta por
los condicionamientos de sexo en la literatura. ¿Han experimentado un trato
diferente? Cualquier mujer profesional experimenta esto. En EE.UU. se supone
que hay una sensibilidad mejor, al menos cara a la galería, y también porque allí
la consideraban una hispana. En su trabajo en la universidad debía recordar que
estaba alli por sus méritos profesionales, demostrar más que un hombre. Ella
vive en Madrid. Rn algunas entrevistas los periodistas le hacen preguntas que
nunca le harían a un escritor. O uno que le dijo que era poco femenina, ¿la
vendo con lazos la novela? Hay ciertos prejuicios que la gente ni es consciente
de que los tiene. Hay micromachismos en un comentario o en una valoración. Si
eres una persona estricta con la ficción y tienes una expresión dura les
sorprende que lo haya escrito una mujer. Estamos anclados en un pensamiento
patriarcal, con el nombramiento del consejo de ministras. ABC hace una cuádruple
página analizando su estilo y haciendo sugerencias. ¿En qué siglo estamos?
No respetamos a la mujer que se
profesionaliza. En su trayectoria no lo ha sentido, pero se retrotrae al mundo
familiar: en su familia les tenia espantados con lo que leía verazmente. Como
decían de don quijote, la tía decía que la niña iba a enfermar. Sintió esa
rareza de ser la oveja negra de la familia como niña lectora. Si hubiera sido un
niño no habría sido más aceptada en su familia. No aceptaba el papel que se
esperaba de ella. Ha habido solo pinceladas de misoginia, pero nos queda un largo
camino por recorrer en la dignidad de los seres humanos, de que todos somos
iguales. Siempre ha rechazado los guetos
de literatura femenina porque se sentía como un ser creador, sin género, ni
hombre ni mujer. El que lea su novela no va a decir ¡cómo se nota qué es hombre
o mujer1 le puede gustar Luis mateo diez o Virginia Woolf, pero su obra, no por
qué sea hombre o mujer.
No ha tenido cortapisas en su
trayectoria con eso, pero ha sido sensible a comentarios. Accedió al mundo
literario a través de un ensayo con galaxia Gutenberg, una editorial muy
reputada. Entras en una forma establecida machistamente en que la escritura
femenina no es parte de la creación. El mundo del ensayo ha sido más masculino
que el de la ficción. La mujer se vinculaba poco con la universidad. Te invitan
a congresos o mesas redondas para hablar de escritura femenina si escribes del
trauma o del cuerpo. ¿Se han hecho congresos de escritura masculina? Tendría
que ser literatura feminista, una ideología a la que te sumas o no. Tendrían
que participar allí hombres y mujeres. Muchas mujeres se han tirado piedras a
su propio tejado considerándose de este gueto. Ha sido un error perjudicial y
tendríamos que negarnos a este tipo de etiquetas. Hay mujeres machistas y
hombres con mucha sensibilidad. El género es una carcasa, lo que importa es lo
de dentro del ser humano. Podríamos haber nacido hombres. Todavía te
condiciona. La sensibilidad no está siempre en el lado de la mujer, es cuestión
de personas y no de géneros.
Los esclavos que iban a Sicacusa
si podían repetir pasajes de la obra de Eurípides se salvaban, recobraban su
libertad. La literatura te da la libertad, como metáfora para nuestros días. ¿Qué
lectura puede ser liberadora ahora? Depende del momento y la persona. La
literatura debe enseñarte a percibir el mundo desde la cultura, visibilizar al
otro, diverso y que no propicie el pensamiento único. Es necesaria una literatura
que haga cultivar la percepción diversa y la imaginación. Ha leído 10 o 15
veces el Quijote, cuando se intenta fugar varias veces en Argel no le cortan la
cabeza porque desarrolla tal fabulación y mezcla imaginativa en la cárcel que
le impacta al carcelero. Igual que salva la vida Shedesade con la imaginación.
Podemos volar sobre la vida con ella. Es importante para la vida, para el día a
día, problemas que sin imaginación están constreñidos y no avanzaría la
solución. La literatura abre caminos. Todo lo que potencie la imaginación e interrogación
constante son lecturas necesarias hoy y siempre. Es necesaria la voluntad para
el gesto más nimio en los próximos 5 segundos como coger un vaso de agua, si no
te proyectas al futuro no vives, eres un vegetal.
En el eco de los disparos habla
del caso vasco. A veces hay que leer lo que viene del odio, la confrontación,
es importante leerlo dentro de un contexto. Nunca censuraría ninguna obra pero
con debido contexto porque este conocimiento nos dice lo que somos como
especie. Te permite entender, no justificar, ese tipo de pensamiento que
también están entre nosotros. No le puedes dar eso a leer a un chaval de 14
años sin formación. Por eso está la educación para leer críticamente. Céline es
una lectura fundamental, aunque sea un semita. Hay muchos autores que como
personas podemos aborrecer, pero en su obra hay un pensamiento que ha
compartido la sociedad occidental o la humanidad. Hay que tener cuidado con eso.
Esas lecturas son desarrolladas en un contexto formativo para que haya un
debate porque sí cae en manos de gente no formada de ahí al fanatismo no hay
nada. Esa persona tiene 4 lecturas que han leído, dos charlas y muchos adoctrinamientos.
Todo el mundo es libre de comprar libros o recomendar, pero estas lecturas necesitan
mentes muy formadas para que no hagan daño. Hay libros que reclaman la intolerancia,
el asesinato por pensar diferente, son una bomba de relojería para mucha gente.
Hay que formar en las universidades de estas cosas, hablar sobre las luces y
sombras de la vida, pero dar las bases para que el espíritu analítico separe el
polvo de la paja y diga esto y lo otro. Nos pueden llevar al abismo, como
ocurrió en la Alemania nazi.
Recomienda un libro que ha leído
por segunda vez en el tren hoy porque se lee fácil. Es una novela gráfica para
chavales y público adulto, de Alfonso Sapico; los puentes de Moscú. L libro
nace de una entrevista en la revista justdown del País con Josu Muguruza
cantante de Kortatu y Negugorria y Eduardo Madina, miembro del SOE que sufrió
en 2002 un atentado de ETA que perdió una pierda. Se basa en la conversación de
estos dos hombres, tan vinculados a la historia de Euskadi. Muguruza apoyaba a
ETA e hizo luego su camino para deslegitimar la violencia. Se caen muchos
prejuicios y te permite entender qué significa ser socialista o de la izquierda
abertzale. Es una obra para la convivencia, para no heredar nuestros prejuicios
las generaciones próximas, para desactivar la idea del otro como enemigo, de un
mundo ajeno al tuyo. Defiende la autora este Euskadi plural nuestra. Si tienen
niños entre los 15 y 80 que lo lean.
Nos rodean elementos que parecen
más próximos de la ficción, se han invadido las funciones de la literatura. En las
post-news, las noticias falsas, la post verdad, que algo sea cierto no importa
si lo parece y es atractivo. El SOE despotrica, usando circunloquios y formulismos.
¿Es misión de la literatura hacer una denuncia de esas falsedades que se hacen
pasar por cierta? La mentira se disfraza
de verdad en el periodismo y la ficción es una verdad vestida de mentira. La literatura
tiene que ser testigo de su tiempo, hacer denuncia simbólica de todas las
falsedades en el uso del lenguaje. Después de 8 libros ve la importancia del
lenguaje como personaje, no solo como construcción estética musical o de
armonía, pero en la traducción hay una manipulación de la realidad como carga
simbólica. Sale una y otra vez inconscientemente el gran teatro del lenguaje.
Su padre tenía mucha ilusión de
que estudiara derecho, aguantó 3 años, y vio que a través del lenguaje un
abogado podía absolver a un violador asesino. Hay que tener cuidado con el
lenguaje de los medios y con el que tenemos con el otro. Buscar la palabra
sincera que diga realmente lo que es. Hay un vacío de las palabras denostadas
como democracia honradez, vanas, que no nos suenan a nada. Se llama post vedad
desde la política para no llamar mentira a la mentira. Se ha llegado a un nivel
de desvergüenza que nos asombra. El sistema está frágil. No va a entrar a
hablar de política. Siempre ha estado manipulado para fines inmediatos. No está
asistido por la honestidad de los que se toman la escritura en serio. Escribir
es hablar en público y eso es una responsabilidad. El lenguaje literario sale
de esa honestidad, y también con un articulo de opinión. No quiere usar
palabras para engañar y hacerle pensar al lector cómo piensa él. El tiempo que
tiene para escribir es para publicar. El lenguaje da una versión muy propia.
Hay muchas palabras importantes que debemos rescatar para restituir el valor de
las palabras originales.
Siendo jovencita vio algo sobre
el lenguaje que puede hacer de un culpable un inocente. Entre los libros que
estudiaba en derecho te explican esto. Se buscó un trabajo que le diera de
comer y le dejara un espacio a la creación y así trazó el trayecto de su vida. Con
todo respeto a la abogacía, el abogado tiene una estrategia del lenguaje y
saber utilizar los conceptos. La compañera ha salido inocente sabiendo que era
culpable. La justicia es una tela de araña que deja escapar a la araña y se
queda la mosca. El poderoso tiene la justicia en su mano.
Le extraña que una escritora tire
cosas que escribe. Es un pensamiento no estructurado, pero que puede servir. Poniatowska
expresa la pena que le da dejar las cosas pudo escribir, cuando abandona las
cosas que escribe. Le daba pena dejar palabras que se dejan porque el poema no
lo solicita. Cada creador tenemos una psicología detrás y no es humillación
para las palabras. Tiene tal respeto por la expresión literaria que solo cuando
está perfecto en su opinión vale. Si no lo tira es por respeto a la creación.
La función de la corrección es la misma. Hay gente que corrige constantemente.
No existe un escritor que no trabaje un texto hasta que le satisfaga. Cada uno
somos un mundo.
Recuerda cuando la mujer acusa a Sócrates de que era un tirano, de que llevaba los y las amantes a casa y le denunció y salió aplaudido el filósofo. Tenía razón la mujer de que era un borracho, sin vergüenza y vividor. Pero habló tan bien que envolvió a todos y salió totalmente ileso. Veía en las ferias cómo un escritor estaba solo y no firmaba. ¿Cómo ve la relación de los medios de comunicación con el poder económico? ¿La literatura podrá tener la influencia que tenía con contenido ideológico? ¿Seguirá teniendo ese poder trasformador o será vacía, sin contrapoder? Jove Ovejero indaga en la cuestión de por qué seguimos escribiendo. Aparecen en este documental 16 escritores, lo han presentado en muchos festivales y en Latinoamérica, se proyecta en filmotecas. RTVE y la dos lo rechazaron sin verlo, el único espacio público que queda para la literatura lo rechazó. En los poderes institucionales hay poco espacio para la cultura y es una cultura complaciente. La literatura siempre ha estado en el margen, podemos hablar del realismo social y el existencialismo que tuvo su proyección institucional, pero es que en Francia hasta cobran por escribir. La literatura siempre ha tenido un papel marginal. Master chef firma en la feria de Madrid, siempre hemos tenido pan et circum, por no hablar del franquismo, pero también la cultura de la transición y de la movida madrileña se basaba en el entretenimiento. Cada vez es más difícil defender la literatura. No hemos dado valor a la propia palabra, más allá de que los medidos nos manipulen y cambien nuestro propio texto. La literatura es un medio que no tiene por qué ser coercitivo con los poderes.
Recuerda cuando la mujer acusa a Sócrates de que era un tirano, de que llevaba los y las amantes a casa y le denunció y salió aplaudido el filósofo. Tenía razón la mujer de que era un borracho, sin vergüenza y vividor. Pero habló tan bien que envolvió a todos y salió totalmente ileso. Veía en las ferias cómo un escritor estaba solo y no firmaba. ¿Cómo ve la relación de los medios de comunicación con el poder económico? ¿La literatura podrá tener la influencia que tenía con contenido ideológico? ¿Seguirá teniendo ese poder trasformador o será vacía, sin contrapoder? Jove Ovejero indaga en la cuestión de por qué seguimos escribiendo. Aparecen en este documental 16 escritores, lo han presentado en muchos festivales y en Latinoamérica, se proyecta en filmotecas. RTVE y la dos lo rechazaron sin verlo, el único espacio público que queda para la literatura lo rechazó. En los poderes institucionales hay poco espacio para la cultura y es una cultura complaciente. La literatura siempre ha estado en el margen, podemos hablar del realismo social y el existencialismo que tuvo su proyección institucional, pero es que en Francia hasta cobran por escribir. La literatura siempre ha tenido un papel marginal. Master chef firma en la feria de Madrid, siempre hemos tenido pan et circum, por no hablar del franquismo, pero también la cultura de la transición y de la movida madrileña se basaba en el entretenimiento. Cada vez es más difícil defender la literatura. No hemos dado valor a la propia palabra, más allá de que los medidos nos manipulen y cambien nuestro propio texto. La literatura es un medio que no tiene por qué ser coercitivo con los poderes.
El escritor no puede manipular a la literatura misma, porque encierra un cierto entredicho que hace que lo relativicemos. El lenguaje purista, con raíces, es una cosa del pasado. No hay que hablar que esto es lo mejor, lo honesto. Eso está bien en su excelencia, pero lo que consideramos bueno en la transición debe ser visto con un sesgo distinto. Hay que sacarle de la tierra y plantarlo en otro sitio. No habla de una bondad alejada en el tiempo, sino de un sentimiento que viene de dentro. La honestidad no es algo bondadoso, sino un intento de ir a una sinceridad, honestidad intelectual o una expresión que no manipule con un objetivo fuera de esa idea o comunicación. Buscas la frase que más se acerca a lo que quieras decir. Es una coherencia entre el sentimiento e ideología con la visión del mundo. El mundo de twittero es comunicación a otro nivel. Twitter no es literatura. La comunicación periodística, académica son otros medios de comunicación. Lo que se disfraza de engaño nos da mensaje subliminal. Hemos escogido la literatura para expresarnos.
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