"Siempre fue lo que una vez fue, porque si no hubiera habido, nada
hubiera sido porque de la nada (no ser) nada puede surgir".
Alecmeon(Filósofo Presocrático).
El concepto dios como fundamento
no se pueda negar a la ligera sin contradecir la inteligencia sintiente. Un Dios creador, pero no intervencionista. No
se puede crear desde la nada. De la nada nada puede surgir. Nunca podremos
conocer la partícula nada o la partícula Dios. Los científicos niegan la nada
al estudiar el todo. Nada llamamos a un tiempo 0 eterno, hasta el infinito,
proveniente de un enigma. Hay un todo que envuelve la nada. Lanza del Basto ponía el ejemplo de los
peces que en una pecera ignoran quien les echa comida. Solo creen en las algas,
la materia, pero hay algo que la envuelve. Nos quedamos con el significante
material olvidando el significado que hay detrás. Pero no creo que el nihilismo
rechace toda significación sino sólo la cristiana. A la palabra del lenguaje le
damos un significado o idea platónica, un fondo. No podemos quedarnos en el
significante (interpretar la biblia literalmente) sino en el significado que le
da el religioso o el nihilista que no le da ninguno, pero ese no darle es ya
darle algo. Por eso los religiosos no querían que se representara
artísticamente o se pronunciara el nombre de dios, y sin embargo el pueblo caía
en un pensamiento ingenuo (diría Pániker) donde lo ven como un dios con
barbas, pero rechazando el significado. En el fondo no creían, sólo temían el
castigo divino y el infierno. Se prohibía o se promovía una idea antropomórfica
de dios (el dios tiránico del antiguo testamento o el dios amor del nuevo) y de
ahí se pasa a verlo como idea intelectual desde Spinoza en adelante. Dios es la idea de la no idea pues toda idea
de dios es negativa. Pero Dios no es una idea, o no lo es tan solo, también es
cosa de fe de mi inteligencia sintiente
(xubiri), inteligencia emocional. De la nada nada puede surgir y entonces
algo ha debido haber.
ERA CLASICA
Para Platón el mundo nace de un demiurgo, idea suprema del mundo de las
ideas al que se subordina todo lo material y para Aristóteles proviene de la materia primera, motor inmóvil (el
mecanismo que mueve la lavadora). ¿qué guadaña habrá detrás del que nos puso en
el mundo al amparo del azar? No debemos
ignorar que antes de los sofistas y de Sócrates (el verdadero origen del
cristianismo, para Nietzsche) estaban los presocráticos; Demócrito (los
átomos), Heráclito que buscaban explicaciones pre- científicas según los elementos
de la naturaleza. Nos han llegado pocas líneas de ellos, y algunas nos parecen
muy peregrinas mientras que otras, como el famoso río en el que no te bañarás
dos veces de Heráclito parecen
verdades universales. El panteísmo
era la creencia holística en un Todo en la naturaleza, relacionado con los
mitos de Eleusis y las bacanales; el origen de la tragedia griega y del
pensamiento trágico de la vida estaba paradójicamente en la comedia de unos
borrachos que danzaban ante la luna y practicaban el sexo libre. Del panteísmo
surgirá el epicureísmo. Epicuro, el
primer hedonista, en el siglo IV
plantea la paradoja tautológica; o Dios puede y no quiere evitar el mal y
entonces no es bueno o quiere y no puede y no es omnipotente o ni quiere ni
puede y entonces no es dios. Pero para Pániker esto sería el metafísico ingenuo que se piensa que
Dios tiene forma humana. Los hedonistas buscan el placer intentando joder al
otro lo menos posible. Todo esto Comte y el positivismo sociológico lo
calificarán de religión primitiva antes de que surja la ciencia y el
individualismo. Y sin embargo muchos pensadores como Rousseau (buen salvaje) Hobbes (hombre lobo) o Nietzsche (Zaratustra)
se habrán intentado aproximar al origen,
relacionando el paraíso cristiano, el edén terrenal, con una edad dorada y
feliz en la que el hombre no estaba corrompido. En el fondo es una vuelta
también al origen personal, al jardín de infancia que trata de recuperar Proust
en el tiempo perdido. Una vuelta prenatal, fetal. Ese panteísmo originario, del locus armonios
o paraíso bucólico y pastoril renacentista, estaba muy relacionado con el
politeísmo griego, que los romanos copian, aunque añadiéndole un culto a la
personalidad del emperador. Y es en Roma cuando surge la corriente opuesta al
hedonismo de Epicuro; el estoicismo. La virtud del hombre está en templarse, en
medirse, el punto medio, en asumir el dolor y ser fuerte y valiente, rechazando
el placer inmediato. Y sin embargo los epicúreos cuando hablan de placer no se
refieren solo a los corporales o necesidades básicas de Maslow (comer, dormir, el sexo…) sino también a los placeres
intelectuales. Frente a los sofistas y los vendedores de humo de la época
((como los fariseos de Jesús) Sócrates era un auto marginal, acusado de
pervertir a los jóvenes y que no cobraba por sus enseñanzas. Su suicidio fue
ejemplar para la Polis. Entonces la enseñanza religiosa era oral y estaba en la
academia que funda Platón y después en la escuela de Aristóteles de
peripatéticos, escuela en movimiento, andando. Ambos filósofos fueron mentores
y consejeros de tiranos; Platón en Samos y Aristóteles con Alejandro Magno.
Pero sin duda el mas auto marginal de todos era Diógenes que denunciaba la inmoralidad de su época haciendo
trasgresión y actos inmorales pero éticos. A Alejandro Magno le rechazó porque
le apartaba la luz del sol. Siempre iba iluminado con su linterna y dormía en
el suelo, como el resto de cínicos a los que decían se comportaban como perros,
canes. (igual que a Sartre en Le Flore)
EDAD MEDIA
San Agustín y Plotino continúan con el idealismo platónico y Tomas de Aquino y Averroes con el
materialismo aristotélico. El mal se vinculaba con el placer y con la libertad
durante toda la edad media. Uno cuando quería ser libre era para poder pecar,
para poder hacer el mal. Vivian en esa dualidad bien y mal, sin matices. El
cuerpo era el mal, estaba censurado, era lo concupiscible y el pecado. La
iglesia criticaba la fornicación pandémica frente a un amor uránico y elevado,
que se ve en obras como la Celestina, aunque está ya es renacentista. San Agustín
y Santo tomas de Aquino fueron unos libertinos que se recondujeron
intelectualmente, renegaron de lo anterior y se hicieron santos de la iglesia, con
el concepto de la pureza apolínea. Represores, pero no reprimidos sexuales. En
la biblia se sugiere que el apóstol Juan era muy femenino y el discípulo amado (homosexual)
de Jesús (montan juntos una tienda de campaña) y que María magdalena era la puta
que le adoraba. De igual forma que el Eros o principio de placer era reprimido,
también el thanatos o principio de muerte. Concupiscibilidad e Irascibilidad
eran los dos caballos locos y desbocados de Platón que el auriga de la
templanza debía domar. El libre albedrio cristiano daba una libertad muy relativa
al hombre que era más objeto que sujeto y no tenía el concepto de Yo o
Individuo o ser en sí que tiene ahora en la postmodernidad.
RENACIMIENTO
Este libre albedrío cristiano es
revisado por la naciente burguesía que quería escapar de un sistema estamental
que anulaba la voluntad del hombre para acumular Capital y formar Estado. El
invento del individualismo está ligado al del capitalismo en su origen, (Max
Weber en el origen protestante del capitalismo), pues libertad era medrar
socialmente, como el Lazarillo de Tormes, prosperar de clase social. La reforma
protestante del renacimiento,
fue de corte idealista platónica. Spinoza,
ateo entre los ateos, malditos entre los malditos, fue condenado por su herejía
a la máxima condena judía; “nadie en la tierra podrá perdonar tu blasfemia,
solo dios”. Necesita de la religación relación con dios, pero no de la
religión. Le interesa mucho el concepto de dios, dedica todo su pensamiento a
dios, pero no a la simbología religiosa. La religión tiene la parte material de
la iglesia y la parte ideal del monoteísmo. Spinoza solo acepta la parte ideal
de dios. La esencia de dios y no la apariencia. Ya en 1500 ve a Dios como
fundamento significado idea y no como significante forma o materia. Cree en un
dios creador como un principio metafísico. “El ateísmo de los hombres de hoy es
el teísmo de un dios ocioso”, pues creen ingenuamente (según Pániker) en la
forma de un dios con barbas, pero no creen en el fondo. Tienen miedo al
infierno, y en eso basan su fe; en el miedo al castigo. En el renacimiento le
excomulgan. Le quitan la catedra de profesor en la universidad. Tuvo que
trabajar fabricando lentes de gafas. Lo suyo es un ateísmo teogonal. El hombre
está ebrio de dios, pero se alimenta de las migajas religiosas judías católicas…
Spinoza es un platónico idealista, un hombre renacentista y humanista, por
tanto.
BARROCO
La contrarreforma sin embargo es más
bien materialista, a pesar del idealismo con que podríamos calificar por
ejemplo en Santa Teresa, pues en el fondo era también una metafísica ingenua la
de esta señora tan fanática; un retorno a lo medieval, material, objetual, una
vuelta a lo aristotélico que vemos por ejemplo en el teatro del siglo de oro,
según los cánones neo-aristotélicos (las unidades de espacio, tiempo etc). El
barroco se reafirmó en los valores absolutistas en lo que después los
ilustrados llamarían “antiguo régimen”, dando los últimos coletazos de un
régimen feudal de objetivismo que el renacimiento había internado superar con
el humanismo. Un ateo es un niño
religioso que se da cuenta de que el Dios interior con el que hablaba es su
propio pensamiento. La palabra religión viene de religare, relación del hombre con Dios. El logro del protestantismo (Lutero, Erasmo, Calvino)
fue la salvación por la fe (te salvas si crees, aunque obres mal, porque Dios
te perdona) y sobre todo el sacerdocio universal (el fiel se comunica
directamente con Dios sin intermediación del cura) Fue el primer paso a la
secularización, la individualización del Objeto al Sujeto, de la religión
heterónoma a la moral autónoma. Esta
relación más personal llevaría a los excesos en el barroco de los místicos. La
religión era la unión espiritual con Dios, sin intermediación de la Iglesia
material que los acusaba de herejía y heterodoxia. Lo importante es la
conversación con él, Dios como un monologo interior, que luego Freud llamaría
inconsciente. Santa Teresa vive sin vivir en ella y el Dios la deja
balbuciendo. Los sico-marxistas dirán que era una forma de descargar su carga
orgásmica y su demanda sexual reprimida. Tomaba mucho pan de cebada,
alucinógenos muy grandes, y sufría procesos hormonales fuertes, tenía mucho
deseo sexual. Ortega lo aborda en sus ensayos del amor. Sus poemas eran
retoricas, juegos del lenguaje para nombrar lo erotice y lo thanatico (pues
además de penetraciones del Señor sufría ataraxias, éxtasis, desfallecimientos,
desmayos, experiencias cercanas a la muerte) El concepto de dios trascendía las
circunstancias de la señora, pero yo creo que sin la señora en concreto no
habría circunstancias que trascender ni Dios al que rezar.
ILUSTRACION
Con la burguesía surge el
liberalismo económico y político. Esta libertad es de nuevo recortada por el imperativo
categórico de Kant. El deber moral es una especie de auto represión; el propio
hombre se pone los límites, según su razón personal que trata de hacerse
Universal. Como diría Ortega; soy esclavo de mis ideas por voluntad propia,
pero la masa lo es de sus creencias por imposición de los demás. Es el
principio del secularismo. Se pasa de una religión y moral heterónoma que te
dice cómo comportarte desde fuera a una ética individual y autónoma que te
obliga a comportarte según uno mismo, una razón personal que debe parecerse a
la Razón Universal de miles de ojos enfocándote y como si tu forma de pensar
fuera a hacerse ley universal para el resto. El cuestionamiento que hace
Nietzsche de los conceptos “bien” y “mal” se explica porque el bien se había
desligado del placer y el mal se había desligado del dolor. Estaba mal lo que
causaba placer. Estaba bien todo lo que fuera autoflagelarse a uno mismo. Incluso los epicúreos y panteístas reconocían
que el limite a buscar el propio placer era no hacer daño al otro, que la
libertad acaba donde empieza la de mi hermano. Kant es un agnóstico, como
Spinoza, al ver a dios como un “parche” o principio intelectual o hipótesis que
se pone para todo aquello que escapa del fenómeno estudiado por la física. Es
en este noúmeno, lo sin-nombre, lo que no podemos conocer, es dónde entra la
metafísica. La filosofía tampoco estudia la física química, sino que plantea
una ontología (estudio de ontos, el ser) y una epistemología (estudio de la
episteme, de lo que podemos conocer) Sin entrar en más complicaciones la
diferencia entre filosofía y metafísica es que la filosofía plantea una
búsqueda racional o intelectual y la religión una búsqueda espiritual a través
de la fe. Sin embargo, la palabra Logos en su origen englobaba tanto lo
espiritual como lo intelectual.
El teísmo ve a Dios como creador
y no como interventor. Y además le ve ya como categoría intelectual y no con
forma antropográfica. En el romanticismo se vuelve a poner de moda la creencia
holística en el panteísmo que se rescata de los presocráticos. Unamuno decía que el panteísta es un
ateo disfrazado de dios. Tiene concepción de dios, pero no de la religión. Es
Dios de sí mismo, pero no se lo acaba de creer del todo, como Nietzsche, al
observar la naturaleza que todo lo devora. Los deístas de la ilustración (Kant Hegel), padres del idealismo
alemán, ponen a Dios como principio intelectual, más creador que
intervencionista. De ahí la derecha hegeliana acaba en el cristianismo de radio
maría y la izquierda hegeliana en el
marxismo. El comunismo se basa en el contrato social de Rousseau. Rousseau era un romántico, un idealista puro. El origen de la injusticia social venía con
la propiedad privada, con el primer hombre que ponía dos palos a su terreno y
lo vallaba. Si el hombre era bueno por naturaleza, un cordero de dios capaz de
sacrificarse por el otro y por la comunidad, el origen del mal estaba en la
sociedad, en la forma de organizarse de ese individuo. Por tanto, habría que
cambiar el sistema capitalista por uno anarquista federalista. Hobbes
es el polo opuesto. El hombre es un lobo para el hombre y si se le deja libre
haría la guerra de todos contra todos en un estado de naturaleza. Por eso es
necesario un estado fuerte, un leviatán o Gran Hermano, que proteja a los
hombres de la amenaza de los otros.
Vemos en estos dos pensadores que el hombre nace como un cordero para sí
mismo, pero afila sus dientes de lobo al encuentro con el otro. Por lo que el
anarquismo parece más una pose intelectual de los burgueses de izquierda que
cobran RGIs que un proyecto comunitario. Es realizable de forma individual, pero
un proyecto social no debe ignorar que existe maldad en el hombre. Esto los
anarquistas lo solucionan con la educación; amansar a ese lobo hasta hacerle
cordero o hombre. Hay que trabajar al humano para que sea humano. Herman Hesse
decía que la labor es pasar de animal a hombre o el mismo Sartre dirá; no soy,
me hago. No se nace con libertad, se conquista.
El ANARQUISMO idealiza al hombre como cordero manso, prometiéndole la salvación
por la negación del hombre como lobo. Hay que ver al ciudadano como hombre con
pasión, emocional y no sólo la racional y por tanto con la posibilidad de
enfrentamiento por ideas (nacionalismo, capitalismo, socialismo) El anarquismo
no es la guerra sin cuartel en el estado de la naturaleza donde el otro aniquila
a su semejante, como quisiera Hobbes y los fascistas. Pero tampoco es un estado
ideal y perfecto, pues dónde hay educación debe haber correcciones (que no
castigos) y medidas (que no penas) Seguiría habiendo psiquiátricos, crímenes,
disidentes, oposición, rechazo internacional, no adecuación de lo ideal a lo
práctico, de la justicia a la ley… Busca la equidad-igualdad, a la par que la
libertad, y creo que ambas están reñidas. ¡Un hombre igual a otro y a la vez
respetado en su diferencia e individualidad! ¡Un hombre libre y que a la vez
reduzca su libertad en aras del bien común! Claro que es la utopia. Todos
tenemos la misma capacidad destructiva que constructiva. Pero la Razón
Universal es un ideal que topa con la realidad de varias razones personales, y
aunque la mayoría democrática se pusiera de acuerdo siempre habría una minoría
rechazada. El imperativo moral no deja de ser subjetivo. Ir hacia una sociedad
sin clases sería posible, pero solo para sustituir las clases por otro sistema
de ordenación, pasar de la dictadura burguesa a la del proletariado, para que
luego se diera el tercer pasado de auto disolverse ese cómete proletariado y
toda forma de estado. Abolir el estado contradice la esencia del hombre
político, habitante de la Polis. Carlos Díaz era el secretario de Buenaventura
de Urruti, máximo dirigente del anarquismo, líder de la columna anarquistas de
Aragón. Era un sacerdote cristiano Miguel bose en libertarias de Vicente Aranda
hace de ese sacerdote. Le dice a una religiosa que interpreta Ariadna gil;
gracias a la religión y a la revolución sientes el placer del gozo del beso,
Es paradójico que el materialismo
dialectico marxista (que bebe del liberalismo inglés, del socialismo utópico francés tanto como de las
experiencias de comunas en la edad media) tenga como origen a un romántico tan
idealista como lo fue Rousseau. El materialismo aquel rechazaba el idealismo
como una enfermedad burguesa, y sin embargo es de allí de dónde viene. Ese
comunismo se contradecía con el individualismo, como hemos visto en la URSS,
pues sigo pensando que libertad individual e igualdad social son difíciles de
casar. Rousseau no dejaba de ser un ilustrado, pero no una especie de Leibniz que creía que el mundo estaba
bien como estaba y este sistema era el menos malo de los malos y todos debíamos
ser optimistas con él, y no rebeldes ni pesimistas. Tampoco era un Voltaire cínico que se burlara de la
inocencia de Cándido, y de cualquier sentimiento mujeril o que se hiciese
erigir estatuas de su cabezón socrático y de su Diosa Razón. No, Rousseau era
un sentimental, un blando, un romántico, aun siendo ilustrado.
Rousseau, no lo olvidemos, fue cristiano hasta que se hizo ateo, y
su concepto del buen salvaje estaba muy ligado al concepto de cordero de dios
de la iglesia católica. De hecho, después veremos las similitudes entre
comunismo y cristianismo como en los curas obreros de la transición. Nietzsche
diría que comparten ambos la moral de esclavos, de poner la otra mejilla, de
auto inmolarse como Sócrates, Buda, Jesucristo. Se puede ver a Dios como
salvador del pueblo judío y a Jesús como liberador o héroe revolucionario. En
el anticristo de Nietzsche viene a decir que Cristo, el anticristo y Sócrates
representan al mismo suicida del idealismo. Sócrates es el primer sofista, el
primer mentiroso de la historia para Nietzsche. El hombre en toda su
bipolaridad y ambivalencia es tan cordero como lobo, tan idealista como
materialista. Y sin embargo, la sociedad del siglo XVIII y XIX se vuelve a
fracturar; El romanticismo vuelve al
idealismo y el realismo al
materialismo. El mejor ejemplo de un pensador que pasa del romanticismo
apolíneo, de creer en lo ideal y lo platónico, a una defensa feroz del
materialismo dionisiaco material es Nietzsche. Nietzsche está a caballo entre
el siglo XVIII y XIX.
VITALISMO DE NIETZSCHE.
En primer lugar, no mata a Dios, se lo encuentra muerto. Esa metáfora de la
muerte de Dios denuncia una sociedad inmoral, relativista y sin valores como la
que vivió. En el fondo propone la amoralidad, que no es inmoralidad y que es
otra forma de moral. También podemos entenderlo literalmente; Occidente ha
matado a Dios porque ya no lo necesita. Quizá en los tiempos de Voltaire si Dios no existiese habría
que inventarlo para atemorizar al pueblo o justificar el misterio. Pero en los
tiempos de la industrialización Dios era un estorbo a la inmoralidad que causó
el capitalismo, que dividió la sociedad de nuevo en clases sociales. Nietzsche
en más allá del bien y el mal hace una trasmutación de valores; el bien se
había separado del placer a uno mismo y el mal se había separado de la
compasión hacía el dolor del otro. Por eso propone volver a los orígenes. En el
fondo Zaratustra es otro “buen salvaje” de Rousseau en el edén primigenio y
soñado. Hace una aproximación al origen. Este minotauro, o Calibán o monstruo
interior también reconocía su parte de lobezno, sus instintos y pasiones. También
era el lobo de Hobbes. El romanticismo estaba liberalizando las costumbres y se
estaba relajando lo de reprimir y censurar el sexo, claro que disfrazado de
enamoramientos verdaderos. Nietzsche distingue entre lo apolíneo (lo platónico,
lo ideal, lo uránico) y lo dionisiaco (lo aristotélico, lo material, lo
pandémico) En toda la edad medía debía prevalecer el espíritu sobre la carne,
la mente sobre el cuerpo, las ideas frente a las cosas. Pero Nietzsche se
pregunta de dónde nacía ese mundo ideal. Nacía del resentimiento de un cuerpo
enfermo como era el de ese ancho de espaldas homosexual que fue Platón. Su
resentimiento sexual (o represión de carga orgásmica en Reich) lo traducía en
reprimir a su pueblo. Platón fue consejero de tiranos y en su sistema de
Republica ideal expulsó a los poetas. Pero es precisamente la poesía, cercana
al canto de Baco y al órfico, el mejor instrumento para divulgar las teorías de
Nietzsche. En el sentimiento de la tragedia, Nietzsche analiza que el teatro
viene de esos ritos dionisiacos y orgiásticos, de los ritos de Eleusis etc.
Nietzsche estaba ya criticando ese sentimiento trágico de la vida, esa gravedad
del intelectual. En el nombre de la rosa el monje malo, una especie de Borges
medieval teológico, quería esconder toda la parte que Aristóteles escribió
sobre la comedia. La risa libera al
hombre y el dolor y la tragedia son las formas con las que el miedo se impregna
en aquella pobre gente de la edad medía que temía al demonio y a ir al
infierno. Esa naturaleza resentida es la que crea la idea enfermiza
(diagnosticable para Freud) que se traslada en creencia para la masa. La
filosofía se había convertido en un sistema seudocientífico (lo vemos en la
pretensión de Hegel de crear una Historia monumental de la filosofía, que ha
muerto con él, pues Hegel se considera el último filosofo) Nietzsche prefiere
la poesía para expresarse, la música de Wagner, los consejos prácticos y sabios
de Schopenhauer, su maestro, hasta que se enfadan. Para Nietzsche tiene la misma validez un
poema del lúcido Hölderlin, que acabó en un psiquiátrico como él, que los
delirios de un Platón que decía; hay que estar loco para ser filosofo. Lo que
pasa que la filosofía se Platón se había impuesto mientras que la revolución a
golpe de martillo de Nietzsche se sugería. Todo lo apolíneo estaba enfermo,
porque le faltaba VIDA y le sobraba erudición y cultura. Así surge el super
hombre como un hombre que se antepone a la voluntad de la naturaleza, pero que
quiere siempre imponer su propia voluntad de poder. El mismo Nietzsche nos
impone su megalomanía cuando se considera así mismo un destino, ¿por qué soy
tan bueno? ¿por qué soy tan fabuloso? Nietzsche no quiere ser maestro de nadie
y lo es de todos. Pero ese super hombre puede convertirse en un nazi que asesine
al otro. Si uno se hace Dios de sí mismo no hay nada que le frene. Nietzsche no fue nazi, y tenía amigos judíos,
pero Heidegger sí lo fue, porque era
Nihilista.
La diferencia entre esos dos
pensadores es que Heidegger se aboca a un NIHILISMO sin respuesta; no somos
nada frente a la voluntad de la naturaleza, somos un ser abocado al no ser. Ese
nihilismo sin sentido que vuelve a lo de Macbeth de un mundo lleno de ruido y
furia que nada significa no tiene salida. O su salida fue el genocidio nazi.
Está claro que la vida no tiene más sentido que el que le demos. Pero el siglo
XX empezó de la peor forma posible y era necesaria otra nueva revalorización de
los valores éticos. Nietzsche reconocía que él mismo se había pasado. Al final
de su vida ve al héroe Hermes o Prometeo (el periodista, el mensajero y el
creador) como un punto intermedio ambivalente ente lo dionisiaco y lo apolíneo.
Frente al super León y a la gacela mansa él proponía el niño creador y artista
(la razón poética) Acabó abrazando a un caballo y pidiéndole perdón por parte
de Descartes por enjuiciar que los animales no tenían alma. Nietzsche se conmueve
por el otro, al final de una vida egoísta y temerosa del amor (sólo iba de
prostitutas hasta contraer la sífilis que le enloqueció), siempre dominado por
las mujeres, su madre, su hermana… Aquel que defendía el super hombre era un
pobre hombre. Aquel que defendía el ateísmo fue toda su vida un chico estudioso
de su colegio de curas. Todo esto lo cuenta en su última obra El Anticristo (en
la que se compara con Jesús y con el demonio) y en la primera, su auto
biografía adolescente. Y en medio de
toda esa vida mesiánica; una obra llena de gritos, improperios, martillos,
cuestionamiento de la gaya ciencia, y esa nueva promesa de la Nueva Aurora, la
era de Acuario, la postmodernidad. El primer Nietzsche, como pasa con Marx, era
más voluntarista que determinista. El último Nietzsche ya habla del Destino,
del Eterno Retorno de lo mismo, no somos nada frente a la Naturaleza que nos
devora como Saturno a sus hijos. De
Nietzsche a rescatar frases como “lo que no me mata me hace más fuerte”.
Nietzsche no solo fue malinterpretado por los nazis, también por la izquierda
Sico marxista, y por el individualismo postmoderno de pisotear al otro, ser el
más trepa o apoyarse en la ley del más fuerte y la supervivencia de Darwin de
las especies más fuertes (a veces son las más listas las que sobreviven) Este
super hombre más allá del bien y del mal sufre por un caballo. Solo cree en la
materia, pero ama la ópera y la poesía. Va de duro, pero es un blando.
Lo de Nietzsche no es un
nihilismo aséptico y ataráxico en el que se hunda sin salida. Zaratustra es un
salvaje que se guía por el placer y evita el dolor, pero tiene valores. Porque
somos humanos demasiado humanos no podemos dejar de conmovernos por los otros.
Mal y bien van juntos, infierno y cielo están aquí. El anticristo es un nuevo
cristo. La materia resentida es la que crea la idea, pero necesitamos crearla
para explicarnos a nosotros mismos, y el resentimiento es innato a todo
intelectual que está siempre en malestar con su mundo, que es yo, pero también
circunstancias. Nietzsche niega para luego afirmar. Niega lo muerto, lo
apolíneo, y afirma la Vida como VIDA personal y no solo vida biográfica. Para el ateísmo Dios soy yo mismo. Yo soy mi
propia divinidad. Pero en el común de los mortales ese individualismo
exacerbado solo es guiado por las pasiones primarias. Guiados por lo parte
animal inconsciente podemos hasta matar a una persona, había advertido Freud.
El principio de placer acaba al evitar el dolor del otro, es lo mismo el Eros tanatos
de Freud y el placer dolor de Nietzsche que los caballos de Platón o el
lobo-cordero.
Para el EXISTENCIALISMO que es un humanismo, la VIDA concreta personal y la
existencia precede a la esencia, el Ser frente a la Nada. Es el mismo vitalismo
de Nietzsche; la vida antes que la idea. “Respeta a las personas, pero no sus
ideas”, decía Savater. Primero es la materia, pero eso no significa que se
rechace la idea. “En el café Le Flore no nos fían porque somos trogloditas” (En
el café Manuela pasaba parecido) Para el existencialista con la realidad es más
que suficiente. El infierno son los otros, en el sentido de ese cordero bueno
por naturaleza que se quema en el fuego del capitalismo o al contacto con los
demás. Aparece ese ateísmo en la obra de Albert Camus, en la náusea o los
justos de Sartre. Se habla de procesos, de revolución, de aniquilar al enemigo
para que el grupo revolucionario no desaparezca, los problemas morales son qué
hacer con los disidentes. En a puerta cerrada, la obra de teatro, nos vamos a
quemar por la convivencia de los otros. No hay necesidad de parrillas ni aquí
en la tierra ni en el infierno cristiano. El infierno somos nosotros mismos,
cada uno, y a veces los otros pueden ser nuestro cielo. Los existencialistas
rechazan tanto la postura de Aristóteles de creer en una pre- materia o motor
inmóvil como la de Platón de creer en un mundo de ideas, primando un origen
esencial sobre una realidad existencial. Y los existencialistas le dan la
vuelta; primero es el hombre que inventa a Dios, y no al revés. El sabor a vino
precede a la copa que lo envuelve y que Sócrates nos blinda en el Banquete.
Sartre estaría ahora escuchando a Juliette greco en las Cabas, o al trompetista
de jazz Boris Vian, el autor del hombre lobo en París. Son las hojas muertas de
Jack Prevert, el cine de Marcel cané, los documentales de jean Cocteau
burlándoos de todas las filólogas. Albert Camus escribe en combate político, la
peste, el extranjero, el hombre rebelde, el mito de Sísifo, Malraux escribe la
condición humana, Celina el viaje al fin de la noche… A Sartre le viene la
náusea, como un odio profundo por el mundo y una subjetivación de los objetos
en esa mesa. El café es la misma metáfora y sinestesia que la magdalena de
Proust, evocadora del recuerdo. O la flor de Xubiri.
PERSONALISMO CRISTIANO Para los existencialistas
solo importa el café que se toman, no van a la idea de café, pensará quién sólo
haya leído la náusea y no los tratados de filosofía de Sartre en los que no
hace otra cosa que ahondar en el Ser, en la Idea. Xubiri quiere ir a la idea de
café en su libro el hombre y dios. Por eso Xubiri coge una flor, y ve a la vez
la metafísica y física de la flor. La fenomenología de Husserl estudia la realidad de la flor, pero no la proto realidad
de la flor. La deconstrucción de Derrida
también quiere abarcarlo todo. Frente al infierno de los otros de Sartre, Esquirol (la penúltima bondad, la
resistencia intima) sugiere que el otro nos puede abrazar, ayudar, y ser
nuestra agarradera en la tierra. Juan
David García Vaca hizo otra metafísica de la materia en devenir. Bernanos es otro de estos
existencialistas cristianos. Gabriel
Marcel era contemporáneo de Sartre. Si Sartre concebía al hombre como una
pasión fútil y destructiva, de nuevo un lobo para el hombre (materialista y
malo), Carné lo ve de nuevo como el cordero
cristiano-romantico-roussiano-idealista y comunista. Pasa lo mismo que con el
anarquismo. El existencialismo cristiano se niega a ver la parte mala del
hombre, lo cree con un sentimiento de bondad natural otorgado por Dios, sin el
pecado original de llevar también pasiones destructivas. Tanto el anarquismo
como el cristianismo son formas de ingenuidad sobre el hombre. El
existencialista reconvertido al cristianismo es como un hijo prodigo que
exclama; “Padre, ¿por qué me has abandonado solo y triste en este valle de
lágrimas?” Huérfanos de dios clama al cielo nuevas cadenas
cristiano-existencialistas. Tememos la libertad total del existencialista que
acabaría en el mayor acto de voluntad consciente para Kinkegaard; nuestro
propio suicidio. Los titulos de este cura danés nos estremecen; temblor, angustia,
desesperación… Este personalismo cristiano quiere al existencialismo, pero le
da miedo ahondar en él, anegarse en la nada y además le es insuficiente
Prefiere perder su tiempo conociendo algo que no va a conocer, pero justificándolo
con la fe. A nivel intelectual dan vueltas a la espiritualidad, que como la
filosofía, no tiene respuestas.
Dios se empieza a ver en la época
hippie como un dios amor (al menos el del nuevo testamento porque el del viejo
era belicoso y castigaba a su pueblo) y a Jesús como una especie de primer
comunista, liberador y salvador de un pueblo histórico concreto. Nietzsche lo
asemeja a la inmolación de Sócrates, el primer sofista mentiroso de la
historia, y es una figura esta del cordero que ya estaba en todas las
mitologías (Visnú, Buda, Anubis). Luego va surgiendo la teología feminista (y la teología
de la liberación. Ignacio de Iñacuria, discípulo de Xubiri, recibió dos
tiros en el Salvador en la revolución del frente de liberación Nacional del 89)
Dios no estaba solo en su nube allí en el cielo sino en la tierra, como veían
los curas obreros de la transición, marxistas cristianos. Xubiri llamaba a
Ángel Gabilondo, el hermano de Iñaki que va a ir por el SOE a la comunidad de
Madrid, como el último metafísico de occidente.
Somos una idea enfermiza de
dios. ¿Dios está loco? Su pensamiento somos nosotros y somos una puta mierda.
Gustavo Bueno pasó del monoteísmo del ateísmo, hasta acabar en Gran Hermano con
Mercedes Mila. Al Dios que echas por la puerta se te cuela por
ventana. El silencio de Unamuno es un silencioso ruidoso, pues pasa del
tormento y la desesperación nihilista de Kinkegaard al ateísmo de Nietzsche, al
existencialismo… Buscó toda su vida a Dios por la fe y por la razón, estudiando
a los padres de la Iglesia y leyendo a los místicos. Acumuló cultura y sobre
todo conocimiento de Logos (espiritual- intelectual) pero esto no sirvió para evitar
su muerte. Unamuno exclamaba más patéticamente que sentimentalmente trágico de
la vida; Dios, no me quiero morir” Reafirmaba su Noluntad de no morirse, daba
pataletas y sin embargo va y se muere. No es un fracaso de toda su vida de
erudición y búsqueda de Dios como Logos sino la victoria de una vocación.
Vocación entraña voluntad (O Noluntad) Y pero al final se hizo la voluntad de
Dios y no la suya.
ESTRUCTURALISMO
Mientras estos hombres se
divertían en París, en el centro de Europa se estaba gestando el
estructuralismo con Russel y las matemáticas de Wittgenstein. La biblia nos
dice que el principio fue el verbo (refiriéndose a la esencia de Dios), pero
ellos lo toman al pie de la letra. NI idea ni materia; lenguaje. La idea se
verbaliza con el lenguaje y sirve para expresar la materia. Es como si
confundieran en el significante al significado y al referente. Nada existe,
solo lo que se nombra. Eso es como decir que no mata el pistolero (el hombre)
sino la pistola (el lenguaje como instrumento) Lo que está pervertido es la
forma de referirnos a las cosas. Nietzsche había dicho que la gramática era una
vieja hembra engañadora al servicio de un mentiroso del ágora, de un
comunicador y orador como Sócrates. El lenguaje no es materia, aunque parte de
la materia y tampoco es una idea, aunque sirva para expresarlas. Cometiendo un
anacronismo, diríamos con Mac Luhan que el medio (el lenguaje) es el mensaje.
El lenguaje es gozo y dolor para que entendamos o nos obstaculizamos ante la
compresión de la realidad El lenguaje
miente, manipula, distorsiona, es subjetivo, engaña, y por otra parte el
lenguaje es insuficiente. Los románticos se quedaban sin palabras para
describir la Belleza, el Éter, el Absoluto, el Infinito, los sentimientos, lo
sublime. El lenguaje es el significante con que un hombre material expresa
significados ideales. ¿Tiene la naturaleza una significación por sí misma,
aunque un hombre no la juzgue? Un cristiano te hablará de la suma teológica y
de la clasificación de las especies que viene ya de Aristóteles. Un científico
te remitirá a unas leyes universales naturales. El lenguaje nos da un soporte
para inventar la realidad, como decía Foucault. Sthendal en Rojo Y negro dice; “esta
mujer no sabía lo que era el amor porque no había leído nunca novela de amor”. Yo añadiría que no sabía expresar el amor,
pero sentía algo parecido que no sabía nombrar. Wittgenstein dice; los límites
de mi lenguaje son los límites de mi mundo. A mayor lenguaje más realidad Para
el estructuralismo el mundo no lo crea ya la idea, demiurgo de Platón ni la
materia de Aristóteles motor inmóvil (dios materia primera inicial, separada de
la materia segunda) sino que lo crea la palabra. El lenguaje crea la realidad
(pero hay una proto realidad, insiste el cristiano) No tenemos conocimientos de
física aeronáutica, pero podemos ubicarnos si nos hacemos con las palabras
precisas. Aunque no conozco los significados de esa realidad conociendo el lenguaje
te defiendes. El nombre de ese director de cine no lo conozco, pero tiene similitud
con Ingmar Bergman. Se puede hablar de un libro que no has leído. Los
periodistas pueden de hecho hacer entrevistas a escritores que no han leído,
consultando cuatro datos en la Wikipedia o repitiendo los conceptos que más se
repiten en un texto científico, sin saber ni de lo que están hablando. Es
hacerse con el lenguaje. En esa “pasarela Cibeles” puedes entrevistar a las
autoras en entrevistas de personaje, preguntando tópicos de por qué escribes y
qué influencias tienes. Un autor te
lleva a otro en su intertextualidad, No conozco a esta mona, pero me la
describen como una “txistulari feminazi” a lo Zambrano. Ya sé quién es Salome, la
ubico en el romanticismo, y me ahorro la pedantería y el capricho intelectual
de decir en que año se estrenó la ópera. El estructuralismo se queda en el
significante, en las formas, en el lenguaje, y la apariencia y en la cultura y
no profundiza en el conocimiento y significado, la idea, el fondo, el alma, la
esencia. Y Tampoco profundiza en el sujeto material que significa el
significado. Simplemente aplica el
lenguaje en la historia. Luego el estructuralismo se ha ido ramificando en el sociologismo o positivismo (Comte), en el conductismo, que son formas de clasificar la realidad a traves de categorias linguisticas cerradas, parcelitas estancos reductoras y simplistas.
CONOCIMIENTO-LOGOS/CULTURA/ INTELIGENCIA EN LA VIDA
A García Calvo le invitaron a una
tertulia radiofónica con un filósofo materialista, qué apoyándose en según qué libro
iba recogiendo teorías de…y al final de la charla cuando le preguntaron
exclamó; ¿Y yo qué sé quiénes son estos señores, y a mí qué me importan? Hay que tener la mente amueblada de conceptos para
ubicar al individuo en la historia. ¿Qué más da lo que digan estos señores? El
conocimiento es tener base y soporte para edificar el mundo de la compresión humana.
El conocimiento es un rio con distintos afluentes. Te vuelves loco si los les a
todos en la feria del libro. O si ahora me pusiera a citar y renunciar a todos
los que han hablado de Dios. No es lo
mismo conocimiento que cultura. Una
señora culta está con todos los poetas y habla con todos señores, y aprecia los
poemas de Blas de Otero, de los que no entiende nada, se sabe todas las fechas
y no se pierde un acto. Pero quizá no pueda expresar diez líneas de verdadero logos
conocimiento. En esta pasarela Cibeles el vendedor de humo edifica un mundo
sobre la nada y lo legitiman como verdad. (ahora se diría post verdad y zona de
confort, y estas palabras tan cultas que hay que decir) El conocimiento lo da
un maestro o al ver que tu intuición coincide con lo que hace siglos pensó
alguien. Puedes tener un sentido
panteísta sin leer a Spinoza, y establecer una complicidad preciosa.
Pero ¡cuidado con eso de la
intuición! La postmodernidad carece de base o memoria histórica, se hace un grafiti
de “Dios no existe” sin haber leído a Nietzsche, o sin contextualizar esta
frase. El conocimiento profundiza, se enraíza para luego ramificarse en nuevos
conocimientos. Y el rumor, la mentira, el slogan y la consigna tiende a
reducir, crear estereotipos, banalizar, frivolizar y reducir. Yo me atrevería
que hay otro tipo de inteligencia además del que conoce y del que es culto (el
que sabe, diría García Calvo) Existe una gramática parda, el pillo pícaro, el
listillo, el busca -vidas, el lazarillo. No defiendo la felicidad del aldeano
ignorante ni del buen salvaje, pero sí que creo que la inteligencia debe tener
como objetivo la felicidad. ¿De qué sirve una razón abstracta, teórica y pura
si no puede convertirse en una razón practica o moral? Ese debate de la Diosa
Razón se cerró hace mucho tiempo. Ortega hablaba ya de una razón vital y la
Zambrano de una Razón poética y hoy en día Tierno o Marina y otros psicólogos
lo llaman inteligencia emocional. Sentido y mente no están separados, sino que
comunican a través del sentimiento. El sentimiento está a medio camino entre lo
intelectual y lo sensorial, como dice su propia palabra SENTI- MENTO. Es decir,
la emoción y la sensación y el instinto y la intuición y el deseo deben ser
procesados por la mente, se debe reposar el sentimiento para no abrumar de
patetismo y afectación, como reprochaban los realistas a los románticos. Pensar
con el corazón y sentir con la cabeza. ¿de qué le sirve a Virginia Woolf crear
obras inmortales si su propia vida no fue más que un proceso de auto
destrucción e inmolación? Ya decía Pascal; el corazón tiene razones que la
Razón no entiende.
Las asociaciones de poetas cósmicas del
Inserso Postmoderno abandonan el proyecto moderno del conocimiento, pues les
vale con sus lágrimas. Ya nos hicieron ver los futuristas italianos que para el
postmoderno vale lo mismo la batalla de Samotracia que un urinario público, o
unos bigotes a la mona lisa. Debemos distinguir entre el que vende un tejido de
seda y el que vende humo a precio de oro. Estas asociaciones se adulan entre
ellos, en una endogamia en la que se auto alimentan, rechazando el trabajo que
requiere mucho esfuerzo, el trabajo como energía en movimiento. A la señora le encanta Blas de Otero, como a
otra coleccionar sombreros. Seguimos debatiendo entre idealismo y materialismo,
entre el huevo o la gallina como si fuéramos a encontrar alguna respuesta. Cada
vez hay más cultura, más inventiva del lenguaje al servicio del espectáculo. El
conocimiento siempre ha sido silencio, trabajo denodado y serio, incluso cuando
la lectura no era una actividad individual y solitaria sino de forma
participativa en los monasterios. Y sin embargo hay personas con mucha cultura
(muchos saberes) y mucho conocimiento intelectual-espiritual (logos, único
saber múltiple) que sin embargo no son felices. Virginia Woolf acabó
suicidándose, no fue muy inteligente, por tanto.
No existe el monoteísmo, pero si una
mente divina, piensa el religioso progre. Einstein creía en el Dios de Spinoza,
Hawkins y la mayoría de los científicos no se pronuncian sobre lo que no saben,
desde un agnosticismo curioso. Soy ateo practicante, dice Savater. La materia vida
crea a través del lenguaje-significante significados, ideas y conceptos La masa
se queda con lo material, anecdótico y olvida el espiritual, esencial e ideal. Y
el espiritual olvida su propio cuerpo e incluso se olvida de comer. “Profesado
el memorial de la trascendencia, desde el fin de la historia nace una ciencia,
la decadencia” La gente habla de lo cotidiano, el curro, la cocina, el master
chef, los pinchos en Baracaldo con el rubí En un bar de pinchos se podría hablar de lo
que alimenta Spinoza
La escuela de Frankfurt o los sico marxistas (Adorno Marcuse, Eric
Fromm Habermas) dan un sentido histórico (marxista) y vitalista (Nietzsche y
Freud) a ese existencialismo vital. Tras el genocidio nazi, hay que transmutar
de nuevo los valores como hizo Nietzsche, para no volver a permitir tragedias
así. El capitalismo que viene del protestantismo y por tanto del cristianismo,
según Max Weber, es el verdadero demonio. Capital y Estado son los demonios.
Pero tampoco creen en el anarquismo como abolición total del estado. Gracias a
ellos, que hablaban de “compromiso social”, algo nos resuena cuando Pablo
iglesias se compra un chalé. Ten un
mínimo de imperativo moral, niña prodigio, y no anuncies perfumes. Los sicoanalistas
vienen a decir que dios es el inconsciente freudiano. De niño piensas en que
hablas con un dios extra mundano en tu interior, pero luego te das cuenta de
que es tu propio inconsciente, tu propia mente la que fabrica su propia ilusión.
POSTMODERNIDAD
El proyecto secular moderno ilustrado no ha logrado evitar el antropomorfismo
de dios, “dios ayúdame a encontrar trabajo” sino que lo ha acentuado en la religión
a la carta en la que vivimos, donde cada cual coge lo que le gusta de cada filosofo
o religión en el mayor de los relativismos, que no ambivalencia. La oración sería el silencio absoluto de los místicos que no hallan
respuesta o el parloteo incesante interior de Unamuno que lo único que quería
era no morirse. Hasta el propio Unamuno quería creer, pero en un Dios con forma
antropomórfica que le evitara el morirse. En conclusión, vemos que cada rama de la
filosofía y de la teología se refiere a los mismos conceptos e ideas con
distintas palabras. La historia también nos da la lección de que es cíclica, o
pendular, o en eterno retorno, que el idealismo subjetivista o el materialismo objetivista que rechaza
una época lo recupera la siguiente en una dinámica de acción reacción, causa
efecto, trasgresión de lo anterior e invención de lo nuevo. Desde luego Dios no puede servirnos de escusa
a nuestra conducta, tampoco como promesa de salvación ni nos va a ir a recibir
al cielo cuando dejemos de existir.
Las moras negras, Agustín García Calvo
Creí que buscaba
las moras negras,
y encontré la rosa de zarza.
Creí que cogía
la rosa blanca,
y se hincó la espina en mis venas.
Creí que saldría
clavel caliente,
y brotó un arroyo de leche.
Creí que el arroyo
se hundía en tierra,
y fluyó al Océano verde.
Creí que era aquello
el verde Océano,
y era el río eterno de estrellas.
Creí que hallaría,
cruzando el cielo,
al Señor del todo y la nada.
Y sólo encontré
puñado de moras
que de amor en mi mano sangraban.
las moras negras,
y encontré la rosa de zarza.
Creí que cogía
la rosa blanca,
y se hincó la espina en mis venas.
Creí que saldría
clavel caliente,
y brotó un arroyo de leche.
Creí que el arroyo
se hundía en tierra,
y fluyó al Océano verde.
Creí que era aquello
el verde Océano,
y era el río eterno de estrellas.
Creí que hallaría,
cruzando el cielo,
al Señor del todo y la nada.
Y sólo encontré
puñado de moras
que de amor en mi mano sangraban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario