Antonio Martínez Sarrión y Pére
Gimferrer se reúnen en la biblioteca de Bidebarrieta para homenajear a Blas de
Otero en su nacimiento. La conferencia trata sobre la influencia de la poesía
social de Blas de Otero en los años 60 y finales del 70. Leyeron el poema días
de lluvia. Admiraron el poder de este poema de aura mítica. Para los jóvenes que
tenían 20 años en los 60 la figura de Blas de Otero es casi la de un héroe, un
mito, un icono, una leyenda del comunismo y la poesía social. Como todos los grandes héroes era un autor
maldito, clandestino, prohibido. Era el hombre de la revolución social y
personal. El libro que trata de España era el libro más internacional en esos momentos
que se publicó parcialmente en España. El libro tropezó con la censura. En el
55 escribe pido la paz y la palabra. Y en el 58 Ancia (An de ángel fieramente
humano). En castellano y en México habían aparecido libros suyos. Y en París. Esto
no es un libro aparece en Puerto Rico. Y en París y la Habana se publica que
trata de España en edición integra. Los libros colectivos son fundamentales en
ese momento; antologías como la de José María Castellet, un cuarto de siglo de
poesía española, España canta a cuba o versos para Machado de ruedo ibérico o
en el 64 la editorial el bardo que saca un Homenaje a Vicente Alexandre. Blas
de Otero publica en todos los libros colectivos del momento. Coincide con
poemas de la época. Pública en Ínsula y la revista de occidente. Vive en París hasta el 52.
Del 53 al 59 vive en Barcelona dónde conoce a Carlos barral, gil Biedma, Pere
Gimferrer, los novísimos (Montalbán, Terenci), Rosa Regás, Maruja Torres,
Marsé, los hermanos Goytisolo.. es decir, a la Gauche Divine barcelonesa y a
toda la generación del 50 (Matute, Cela, Celaya, Hierro, Claudio Rodríguez, Ferlosio,
Luis Martin Santos, Juan Benet, Gaite, Aldecoa, Josefina…) Se siente un camarada
de la calle, jugando en el barrio de San Antonio. Debido a su ideología
comunista es invitado a todos los países con gobiernos de izquierda. Viaja a la
URSS y China, al París en el 60 y 61, a Cuba en el 64, de nuevo a la URSS en el
65, y a Cuba hasta el mayo del 68. En Cuba conoce a la divorciada Yolanda Pina
con la que se casa. Pero enferma de cáncer de pulmón (Umbral decía que era tan
borde porque tenía un cáncer en los huevos) y vuelve a Madrid. Regresa a España
instalándose en Madrid. Allí se rencontrará con Sabina de la Cruz, su amor
eterno (al menos para ella él era su amor verdadero). La escritora cuidará del
escritor durante 17 años hasta su muerte. Es en Madrid dónde escribe su último
poemario, hojas de Madrid en la galerna, dónde hace una poesía costumbrista de
lo cotidiano, describiendo su enfermedad, su día a día, sus paseos por el
retiro… se trata este de un libro inédito a su muerte, un libro póstumo. Hay en
él solidaridad entre poesía e historia. Blas de Otero se consideraba así mismo
un cosmopolita o ciudadano del mundo, un vagabundo de ropas deshilachadas. Así
titula una parte de historias fingidas verdaderas. Junto a Machado y Alexandre
es el poeta más citado en las antologías de los 60. Blas de Otero se convierte
en un símbolo del comunismo, en el maestro de la poesía social junto al
donostiarra Gabriel Celaya y la bilbaína Ángela Figuera. Además de su obra él
concibió muchos hijos (aunque no los tuvo en la realidad). Son los hijos de Otero,
todos esos poetas jóvenes influidos por
él que querían escribir lo mismo. En Leonesa y Claraboya hace un realismo
diacrítico. Entre aquellos que le imitan está el proyecto sólido para una
educación sentimental de Manuel Vázquez Montalbán. El autor de Pepe Carvallo
era un comunista convencido muy influenciado por el poeta. Destaca la novela de
Montalbán; asesinato en el comité central del partido comunista. Martínez
sarrio dice que su ejemplo fue extrapolable a los jóvenes de la época. Los
jóvenes, entre ellos Sarrión, recitaban de pe a pa el Pido la paz y la palabra.
Se aprendían sus poemas de memoria. Se pasaban los libros en la clandestinidad,
estaban prohibidos y censurados.
En 1970 Castellet pública la nueva
orlada de poetas; los 9 novísimos. Hay en esta antología una voluntad
rupturista, pero el nombre Blas de Otero apenas se menciona. Antonio Roderas hace
un comentario publicado en la Vanguardia en la que elogia a Otero. Los novísimos
reniegan de Otero y del aspecto social de Machado. Los modelos en boga venían del social realismo. Y la poesía social acaba
cansando. Se repite así misma. Deja de ser original como en la primera época
del maestro Blas de Otero. Los poetas sociales pasan de lo social al realismo más
acartonado. Celaya espeta a Otero; “aquí los tienes, estos mozos nos quieren
poner fuera de circulación” Solo unos ojos muy miopes podían no ver las nuevas
obras estéticas, se ponen fuera de circulación a los poetas más importantes.
Los viejos maestros admiran también las nuevas poéticas, renovarse o morir.
Castellet propone en el 73 una lista de nuevos poetas de corte realista pero
menos estrechez de miras que los sociales. La poesía social se había repetido
hasta la saciedad prostituyéndose a sí misma, se acaba haciendo un canto
politizado a todo lo que tuviera que ver con el obrero. Esta decadencia de la poesía
social se ve por ejemplo en el verso de Otero; pasa un avión…¡capitalista,
cabrón!. La poesía social se pasaba de rosca, se repetía y ya no interesaba. Se celebra el seminario realismo y realidad en
la literatura contemporánea. José Ángel Valente
denunciaba el Formalismo temático. Gil Biedma escribe la carta de España o “todo
era nochevieja en literatura” en 1965. Allí el poeta profetiza que dentro de
poco habrá una integrante reacción contra la literatura social de los últimos
15 años. Y acierta en su pronóstico. Algo cambiaba en poesía, lo ponían de
relieve los nuevos libros y los autores más jóvenes, que reniegan del ejemplo
de los mayores. Carlos Bousoño habla de una invasión de realidad, de una
sobreabundancia de lo social hasta el hartazgo, de una saturación de la poesía social. En el Libro de las alucinaciones de José
hierro o en los poemas de Pere Gimferrer
se escribe lo más parecido a Eliot en castellano. Vicente Alexandre publica
basto dominio, un concilio crítico. Se rechaza el dogmatismo temático de la
poesía social realista. Hay un superficial entendimiento de la poesía como
comunicación. En el 71 se analiza la literatura desde 1939. La mayoría de poetas
han hecho un arte de no decir absolutamente nada, ni de realidad ni de
lenguaje. Urge el planteamiento nuevo de una nueva realidad, dijo Gimferrer. El
Vagamundo Otero recorre el mundo del 60 al 68 y sus poemas de poesía e historia
se meten en su poemario “que trata de España”. Hay en Otero una evolución
poética, un progresivo abandono de las estructuras del social realismo. La perspectiva
es cambiante. La dialéctica atiende a la fragmentación del texto, a los
elementos oníricos presentes en su poesía, a una disolución del sujeto poético de
experimentación. En el 66 escribe prosas para historias fingidas en Cuba. Hace
una lectura intensa de Baudelaire, Rimbaud, los surrealistas franceses, Poe,
Alberti y Lorca y pasa de la poesía social a otra más experimental y del día a
día y la cotidianidad. Incorpora en estos nuevos poemas la música pop, las nuevas
formas comunicativas. En Abril del 68 vuelve a España, es la etapa más
fructífera de su obra y allí escribe poemas de Madrid y la galerna. (que se ha
editado por primera vez, con carácter póstumo, hace dos años) Carrión recuerda
en el 65 el encuentro con el poeta en los cursos Menéndez Pelayo de Santander. Bilbao
y Madrid son sus dos ciudades tras un paréntesis o una experiencia en Cuba. Se instala
en Madrid con Sabina de la Cruz. Le hacen un homenaje en el 72 en la sede de
Turner en Madrid, le entregan en el 67 el carne del PCE. A fines del 70 quiere
publicar un monográfico extraordinario sobre literatura española en los 30 primeros
años del siglo. Cuadernos para el dialogo, la revista, organiza una ponencia
con Carrion y otero. Se habla en ella de la importancia del irracionalismo
poético, y de la revolución cultural del pop.
Carrión era apodado como el
moderno, pues defiende entre escéptico e irónico la modernidad. Promulgaba la
“inutilidad de conspirar en librerías de viejo” como dice en un poema suyo.
Blas de Otero escribe diarios, cartas personales, un testimonio escrito de su
vida que sabe que se está acabando. El riesgo es caer en un populismo social
pero está claro que su poesía es para el pueblo, que pide la paz y la palabra
del pueblo, se divulga, extiende, masifica. (no sé que pensaría de esto el aristocrático
Ortega y Gasset) Una poesía para mayorías e inmensas minorías. Otero es un apocalíptico;
la poesía escrita cuando no es plagio y fatiga es ya rizar el rizo. Ritual para
apocalípticos sale a la vez que pautas para conjurados de Carrión.
Otero critica el uso mimético de
los irracionalismos de los poetas que figuran en una antología de Barcelona recientemente.
En su nueva tendencia literata rechaza la crítica pura, pero usando la ironía y el sarcasmo rechaza el sistema. Ni
estética ni ideológicamente estaban separadas las poesías de Carrión y Otero.
Otero es autor de poesía, solamente. Todos recordamos la sequedad del verso, el
influjo y deje valle inclano de las fórmulas rotas. Sus poemas son el quiebro de
la lógica llena de imágenes sorprendentemente oníricas y con una actitud crítica
ante lo situación social. José esteban y Jesús Murraniz y Sarrión lanzan en el
74 la revista ilustración poética española Iberoamérica. Acuden al barrio
blanco de Madrid para que Otero colabore. Blas les regala un ejemplar dedicado
de expresión y reunión, y dos poemas; buenas noches y tiempo. Los nuevos poemas
de Otero están llenos de referencias a los Beatles o a Bob Dylan (me hundo en
el fondo subconsciente) Sus poemas son letras de canciones grabadas en la voz más
característica del poeta. (poemas que luego música Paco Ibáñez como pudimos
disfrutar el jueves en esta semana dedicada al centenario de Blas de Otero) En
Enero del 76 publica e ilustra poemas de amor tu vientre y otros resabios, es
un poema conocido y bastante bueno. Otero no abandona la perspectiva religiosa
existencial y política de siempre. Si bien sus primeros poemas son más
religiosos, luego más sociales y al fin más humanos y autobiográficos.
Gimferrer divulga a Otero por Madrid y Barcelona. En los poemas hay como 60
referencias al che o a Vietnam. Destaca la actitud crítica de Arde el mal y
extraña fruta y otros poemas. Escribe versos criticando a Felipe González, presentándose
como insumiso al gobierno. En la sección el césped enrojecido del diamante en
el alba escribe poemas sobre Sarajevo, las banderas, la inscripción de Lasa y Zabala.
El poeta catalán Gimferrer revindica la figura de Otero. En Alma venus del 2012
aparece Lasa Zabala, el caso palmanera, la corrupción, la crisis humanista, la denuncia
de la degradación del lenguaje en manos de los políticos…. Otero es un modelo de
reivindicación y de dignidad en la palabra poética, de la dignidad de la
palabra en pie y del lenguaje. Luchó cívicamente por perseguir la palabra
poética. Pública el castillo de la pureza, dónde sale el rey Eduardo.
Al escritor y padre escolapio
Ramón Casteltot le prestó redoble de conciencia, Gimferrer lo copió a mano tras
leerlo y releerlo. A Gimferrer con 12 años, el panorama de la poesía actual le
parecía de un desinterés absoluto, en el 89 Blas de Otero es la excepción, se
trata de un buen poeta. Ancia recién publicado entonces llena al joven
Gimferrer de angustia existencial. El libro se vendía a 95 pesetas, un precio muy
elevado para época. Pido la paz 3 años antes costaba 25 pesetas en la misma
época. Gimferrer tiene influencia de Alexandre Cernuda, Eliot… leía los primeros
libros inéditos traducidos al catalán de Blas de Otero; arde el mar. (de la primera
edición de arde el pan se cumplen 50 años). Gimferrer fue premio nacional de
poesía. Lee Eco libertino o marinero tierra, y por supuesto ardiendo esta todo
el mar de Blas de Otero. Alberti y Otero fueron sus influencias.
Otero pública poeta en el 48 en
poemas para el hombre de la revista donostiarra Egan. Usa el mismo sintagma
usado por Gimferrer; “aquí arde el mar, cruje, levita como grito de dios bajo
mi pecho, eso fuera de mi hago yo, pero por dentro” ¿En 1966 conocía Gimferrer
este poema de Otero? Según lo que cuenta Gerardo Diego no debió conocerlo. Hay
una raíz mística onírica, una concepción poética en común en Alberti, Otero y
Gimferrer. Comparten elementos fundamentales en la construcción poema como son
la imagen verbalizada visualizada, la impronta onírica y la raigambre barroca.
En Octubre del 70 publica
historias fingidas y Eduardo García rico le hace una entrevista para la revista
triunfo. Otero responde que Gimferrer es
el poeta más dotado que hay ahora en España. Ana María Moix (la hermana de
Terenci) es una figura es de excepción, con su novela Julio. En el 73 Otero es
entrevistado en Santander, y opina que de la poesía actual el que más grandes
facultades tiene es Gimferrer. Todo esto es un poco ruido de salón. Los jóvenes
rechazan lo anterior, y le parece muy bien a Otero. Aprender lo anterior es
válido, pero continuarlo es la segunda parte, lo más difícil es construir algo
nuevo y sólido. ¿Qué era otero en los años 70 cuando empezasteis? ¿Cómo os posicionasteis
en la poesía? La estética novísima abría nuevas perspectivas a la novela
social, se abría la poesía a la experimentación, y la novela al monologo
interior, a nuevos recursos estilísticos en definitiva. ¿Qué parte de la obra de
Otero os interesaba más? ¿Qué aspectos concretos de esta? ¿en la evolución de
la obra de Otero qué libros os gustaban más?
Sarrión era un muchacho imberbe
cuando conoció a Otero. Conoció a la vez a su amigo Juanjo Lanz y a la
omnipresente Sabina que estaba en todos los sitios acompañando a Blas. En el 65,
Sarrión era un meapilas, un aprendiz. En la universidad Menéndez Pelayo conoce
al pintor Barjola y al académico García Nieto en un curso de pintura. Van a
comer sardinas en puerto de Santander, aunque fueran intelectuales eran
divertidos y se lo pasaban muy bien. Cenaron en la Magdalena. El gran salón la magdalena de Santander lo
hicieron los ingleses, se lo regalaron a la reina victoria Eugenia (nieta de la
reina victoria y esposa de Alfonso 13) Santander era una zona de veraneo, con zonas
marítimas, playa en primera línea. La reina Eugenia aborrecía el clima
santanderino y casi no estuvo en esa casa de la Magdalena. Era un sitio templado,
pero en la colina en la costa de Málaga se pasaba ahí el verano. No se llevaba
bien con el marido. El era juerguista y mujeriego, quería estar en San
Sebastián y Biarritz. La balaustrada daba al mar y en el gran salón de la
Magdalena estaban Sabina y Blas. Se presentó Sarrión; soy un admirador suyo, he
leído todos sus libros, me los sé de memoria. Otero era tímido, retraído, un
poco hosco. De las 8 veces que coincidió con Blas de Otero siempre fue maravilloso,
alegre, inolvidable y estupendo. No era triste ni desterrado, aunque aparezca
eso en su obra. En las tardes y atardeceres, en las puesta del sol hablaban de Foster y Virginia Woolf,
tardes vespertinas en que hablaban de literatura. Las generaciones literarias
se juntaron en una cena. Pepe Herrera era un personaje mítico para la Izquierda comunista y allegados. Escribe versos en prosa no de buena calidad,
pero le querían mucho a Pepe. Peperete
le llamaban, su padre era militar. Estuvo en exilio. Les convoca con Manolo Arroyo
en un casino. Por las novedades de librería Giménez Caballero y él se peleaban.
Gerardo Diego hacía tertulias interminables, llegaba tarde a su trabajo y le
miraban mal en el curro. En la llegada de Pepe a Madrid hicieron una cena masiva
en un restaurante. Estaba Sabina. Desde miembros de la generación del 50 como Juan
Benet a Otero hasta Luis Felipe Vivanco, se agruparon derechas e izquierdas,
todas las tendencias políticas.
Hubo un encontronazo molesto de
memorias cambiadas entre Gabino Alejandro y Gabriel Celaya. Gabino era militante
falangista. Fijo que Gabriel debía tener camisa azul.. cosas minúsculas pero
que enredaron la cosa, e hicieron áspero el final de la cena. Repartieron al
final de la cena los carnes del PCE. En el hotel castellana princesa se entregaron
los carnes a militantes y poetas. Entre ellos a Blas de Otero. José Antonio
Gabriel y Galán o Pepe Caballero o Bonald estuvieron en esa cena. (Caballero
Bonald grabó un video en homenaje a Blas de Otero) En el 51 había ido al exilio
el PCE y con esta entrega de carnes, en un gesto resignado, parecían querer decir;
no hay otro remedio, así son las cosas, hay que claudicar para que esto se
legalice algún día.
Otero cultivó la rima, y el verso
libre, blanco. En el soneto de Ancia y Pido la paz es donde más cómodo se
encuentra. Sigue una línea meta lingüística poética, cita e interlinea citas de
otros autores. Hacía mucho y lo hacía muy bien. Refleja las voces de la calle y
los versos de otros poetas. Hizo un homenaje a Rilke para celebrar a este
autor. Otero cuenta su secreto de como
escribía el los sonetos, en la línea de “un soneto me manda a hacer violante”. Factura
de un soneto o su intimo soneto es un gran ejemplo de meta literatura.
Su intimo secreto
El
soneto es el rey de los decires.
Hermoso
como un príncipe encantado,
como
una banda azul, cuadriculado
para
que dentro de él ardas, delires.
Es
preciso que bogues raudo y gires
entre
sus olas y su muelle alzado:
quede
tu pensamiento destrozado
cuando
te lances de cabeza y vires.
Yo
tengo en cada mano un buen soneto,
como
dos remos de marfil y oro.
Yo
conozco su íntimo secreto.
Es
un silencio pronunciado a coro
por
un labio desnudo, blanco, inquieto
y
otro labio sereno, abril, sonoro.
Blas otero acabó deprimido,
molesto, cansado de vagar arrastrando su spleen (Baudelaire decía en un verso; no
hay un spleen o desconsuelo tan grande) Otero quería vivir en las condiciones que vivía Baudelaire, vivir su
bohemia. Es el poeta más desolador de la lírica española. En el poema antedía
habla de una España dormida. Quería acabar con la miseria absoluta de Franco
llamando a la lucha y esperanza. Resucitando la voz de Lorca o Miguel
Hernández. La España política tenía el tono deprimido de ese Otero errante. Era
una movilización política a la esperanza. Cuando digo esperanza, cuando hablo
del alba, hablo del día, y pronuncio sombra. Destaca la contundencia del último
endecasílabo. Lo mejor en Blas de Otero son sus finales.
Antedia.
Las 4 y media de la madrugada de Enero en el París del 70. El viento blanco se
mueve lento como si tu, como si nada. Suenan 5 veces cada vez más despacio, y
una luz amarilla, esto es todo. El alba exiliada, duermes como si yo, como si
España, fuera por tu sueño libre. Duerme España, España se ha parado, que
sombras de cadera.
“…Ya hiede. Aquí tenéis mi voz zarpando hacia
el futuro. Adelantando el paso a través de las ruinas, hermosa como un viaje
alrededor del mundo…” Cuando digo esperanza digo es cierto. Cuando hablo del
alba hablo del día. Cuando pronuncio sombra, velaría las letras de mi patria,
como a un muerto. Cuando escribo, aire libre, mar abierto, traduzco libertad
(hipocresía política), traduzco economía en castellano, en plata, en oro
injerto. Cuando digo a la inmensa mayoría digo luego, mañana nos veremos. Hoy
me enseñan a andar y ver y oir. Y ellos ven, oyen la palabra mía andar sobre
sus pasos. Llegaremos, Blas de Otero – es todo lo que voy a decir.
En el
poema a Cesar Vallejo refleja el amor al hombre con su pequeñez y miserias, o
el poema el considerando. “A ustedes me dirijo, a todos los que mandan y juzgan
lo que hacemos. La poesía tienes sus deberes y obligaciones, lo se.” Otero es
nihilista pero esperanzador. Le gusta mucho el sonetillo, es un gran sonetista
Otero. Le gusta contar su ascendencia poética, sus influencias; me siento
heredero de estos y estos, lo hace en muchos poemas. Elabora muchas listas de
poetas. Por ejemplo debe mucho al poeta extranjero turco Nasimbe, un poeta
revolucionario. Hacivietmet poeta extranjero. Kavafis, griego turco que le
impresiona mucho. En general admiraba a la gente cercana a la izquierda de
todas las épocas. Los poetas contemporáneos no emplean comparaciones que se
convierten en metáforas. Admira las prosas poéticas de Salvador Spriu. Él leyó
la edición bilingüe, catalán castellano. Debe mucho a Miguel Hernández y su poesía
panfletaria, en forma de consigna, fueron grandes poetas que escribieron poemas
muy decaídos y ilegibles ahora. Otro maestro de Otero fue el también bilbaíno
Juan Larrea que pertenece al 27 pero fue maestro de Otero. Larrea tuvo una vida
bohemia en París, donde rompe todos sus poemas (igual que Otero) y vivió como
un aventurero viajando por todo el mundo, apostando a las carreras de caballo o
gastándose su fortuna en obras de arte incas y mayas. Juan Larrea es conocido como “don rapidin”
pues siempre estaba huyendo de los países, de los lugares, de sí mismo. (tan
viajero como Otero) Y al igual que en Blas de Otero la madre era muy importante
para Larrea, esa madre religiosa, como la de San Agustín, que le convirtió al
cristianismo. Alberti, Hernández son
ahora poetas ilegibles porque ponen por delante su afán proselitista, de
consigna y lucha frente a las necesidades
formales de la poesía. “la poesía tiene sus obligaciones, lo sé”, dice Otero,
“pero también tiene sus derechos” Otero también dijo; “no soy poeta de
consigna, partido o pasajero Es todo lo q tengo q decir”
Quevedo
chascando el verso, relampagueándolo la herida. Manrique y sus coplas. Y luego viene
Rosalía estremecida como niebla en el valle, la campana en el talle lanzarada
detenida, Vallejo, Machado, aquella cárcel, la vida sigue, otra vez resonará
mañana
En el
62 se pública el primer libro de Gimferrer. En el 58 tenía 13 años. Sin leerlos
traducidos, tenía dos autores de cabecera, Rubén Darío y Otero. Leía poesía en
latín y lenguas vivas. Eran muy limitadas las lenguas, había muchas traducciones-
Leía mucho ancia y libros de Darío, prosas humanas, canto de vida y esperanza, el
canto errante, poema de la desesperanza. De Azul le interesaba por sus sonetos
añadidos. Compra el ruedo ibérico de Valle Inclán. Compara la poesía social con
los sobrevivientes del 27 que dieron libros importantes. Alexandre, Gerardo Diego
era menos leído que los compañeros de generación, quizá porque siempre llegaba
tarde. Leído de forma acrónico, anacrónico, leyó a Cernuda. A Guillen le leyó a
destiempo. Lo más nuevo que podía interesar a un joven como Gimferrer era Rubén
Darío.
En el
58 se hace una revisión actualizada de los libros anteriores, había variado cosas
importantes de una edición a otra, lo dialógico. Redoble conciencia se pública
en el 50. En el 58 leían de Otero pido la paz y palabra, que habla España, aunque
esta última se publica tardíamente y fragmentariamente. Antes de Ancia. Eran poemas
muy cortos, parodias de aforismos, supuso una reacción contra su carácter de
poeta existencial. Fue cortando endecasílabos, el efecto visual y sonoro era
muy radical. El principal poeta de posguerra era Blas, comparable al 27, y a
los del 36 como Rosales o Vivanco.. Famosos son sus sonetos a Góngora, o el poema
a la rosa de reus, madmuaselle Isabel. Gimferrer leyó en castellano trata
España, en la edición cubana.
Gil Biedma
era entonces un poeta joven que habla bien del pido palabra en el 74, lo leyó
cuando ya estaba enfermo de sida. Estaba escuchando a Otero y pensaba en lo
suyo. Gimferrer tenía amigos comunes con Blas de Otero; Juan Goytisolo. Rafael
Aposta, Ramón Aposta. Claudio rodríguez, Borges, Biedma, Carlos barral,
Montalbán. Gimferrer escribe una carta a
Octavio paz cuando muere Blas. Le elogia, entre otras cosas porque nunca dejo
de ser católico. Se publican poemas en los cuadernos para dialogo y noticias de
Blas. En el libro inédito que se publicará en septiembre Blas aparece con su
nombre, una ocasión como mínimo. Después de la guerra surge un poeta posterior a
las entre guerras pero fue tan gran poeta como cualquiera del 27. Otero está a la
altura de la poesía europea anterior a la guerra. La reproducción de lectores
numéricamente hablando es engañosa. Tiene más lectores Cernuda que Alberti pero no por ello es mejor poeta
Cernuda que Alberti. “La poesía crea las palabras, esto seguirá siendo verdad
si se dice al revés. Por oscuro poeta no soy mejor poeta”, reconoce Otero. Otero
y Alberti son poetas claros muchas veces y oscuros muchas veces. Blas tiene
influencias de Fray Luis león y antecedentes, de San Juan de la Cruz, de Góngora.
Blas cita a Quevedo y no a Góngora. El poeta se relaciona con la tradición
literaria, admiraba a Kavafis. Blas fue
traducido, en Cataluña se hacían ediciones bilingües. Sabia muchos idiomas;
francés, inglés, ruso, portugués y gallego. Unamuno nunca acabó de gustar a Blas de otero “Es una carraca”, decía.
Otero reescribió muchas canciones populares como la macarena Anda jaleo jaleo
de Lorca, él decía “déjame que escriba porque escribo lo que quiero”. Fue un
maestro en incorporar referencias a la cultura pop y a la meta literatura. En uno
de los últimos poemas de Otero (la misma presencia que en los 50 la tuvo en el 58)
refleja los poetas que más le han inspirado. Aquí ya se deja de lo puramente
español. Todos los nombres que lleve en las manos ahora resurgen o afloran:
Cesar Antonio Vladirimo Paul Gabriel Pablo Nicolás Rafael Miguel y Manuel. Es decir;
Cesar vallejo Antonio machado Vladimiro Mariakosky Paul eluard Gabriel Celaya Pablo
Neruda Nicolás guillen Rafael Alberti Miguel Hernández Manuel Aragón. Otro listado
más a los que Blas de Otero era tan aficionado.
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