MIKEL ALVIRA

Mikel Alvira es lector y escritor, actor, friki de las letras, locutor, blogero educador social y profesor de bachiller de historia y conocimiento del medio. Su última novela tiene un tufo a novela negra turbia. Faulkner decía; un hombre es la suma de sus desdichas. Y así es como se presenta Mikel Alvira. En consecuencia crea sus personajes de novela negra. El protagonista es un casado, forofo del atlético, que tiene tres hijos. El finales no es made Hollywood sino triste. Le gustan los antihéroes, los perdedores al filo de la navaja, de precaria economía que beben vodka de 40 grados. Alvira recomienda la película Moon River de 1961 basado en una novela Truman de Capote. Hay que masticar con detenimiento la poesía. La escritura surge del Chispazo e instante. Tengo vivencia, la escribo. Cumplir años es una mierda, hay que abrir el alma a los demás. Cuantos más años cumplo, más queda para la jubilación. El alma tiene una edad imprecisa, rige los destinos, castiga el cuerpo. Vale o no vale según la edad. Cuando se aman mi alma y la tuya son de la misma edad. Alvira intenta escribir en sintonía con las películas. Es un economista que hace un diagnostico a la publicidad. Su novela va dedicado al personal documentado, un capitulo lleva a otro. Su novela surge de la imaginación trasmitida a través de las leyendas del pueblo a la luz de la hoguera. La literatura es otra forma de evasión como el teatro, el cine o la radio. La historia se repite. Ha muerto el papel pero no la literatura, no esos duendecillos que salen de la cabeza de Bécquer. Estudiamos la heráldica y genealogía pero no queda polvo de nuestros huesos.  Gilda en 1946 en Wellington en la película da un guantazo a un hombre. Quizá por eso Alvira recrea un universo femenino. Las mujeres son las curvas de la vida El corazón sale del esqueleto y del pecho. El amor duele mucho. Muere, bellaco. Alvira es un atormentado solitario. La felicidad está en lo que vivo, y el dolor en lo que escribo. La literatura es una brújula Vital. Una burbuja de champan que salta. Lo pones en la nevera, reposado, honesta, ya no ya burbujas. Eso que sencillamente llaman vivir es lo que quiere reflejar en sus novelas.