Ni mandona
ni malvada: la mujer de éxito busca nueva imagen
Es innegable que la mujer ha conseguido muchas victorias en
su lucha contra la desigualdad a favor de los hombres. No está como antaño. Y,
también, que quedan aún muchas batallas. El peligro es que el mercado o el
sistema actual utiliza el apoyo a la mujer como una forma políticamente
correcta de “higienizar” su empresa, como un lavado de imagen. Por ejemplo
cuando los políticos hablan de
discriminación positiva: ¡tener el mismo número de ministros que ministras
independientemente de su valía!. El otro peligro es sustituir la igualdad por
la supremacía de ella sobre él. El feminismo trata de lograr equidad, que
hombres y mujeres tengan igualdad de oportunidades dependiendo también de su
diferencia de talentos. Pero ya la publicidad nos ofrece la visión de una super woman triunfadora, vencedora,
ejecutiva agresiva que se come al hombre, que le pisa con sus tacones de yuppie
trepadora. La mujer cada vez va adquiriendo más importancia en los diferentes
organismos de poder pero no tiene que pisar a nadie ni caer en el mismo error
del hombre de ningunear durante siglos al género que consideraban inferior. El
romanticismo ya dividió a la mujer en dos clichés: El dulce ángel del hogar –
como ironizaba Virginia Woolf-, perfecta madre y amante del marido. Y la mujer
demonio o fatal. Y ambos estereotipos los podemos ver hoy en día en la
publicidad, la ama de casa que compra detergente y la ejecutiva agresiva que
pisa a los hombres. En el feminismo hay una escisión de radicales que lo que
buscan es destruir al hombre, donde colocaríamos por ejemplo a Valery Solanas,
la vagabunda feminista, que odiaba a los hombres en su manifiesto Scumm. Los
anuncios actuales y los libros de autoayuda alimentan más estas visiones
distorsionadas de la mujer y sobretodo en el mundo de la empresa. Hacer creer a
una mujer la más importante de la multinacional aumenta su productividad. ¿Por
qué no se muestra a la mujer misionera, o a la mujer taxista y siempre a la
abogada tipo Aly Mc Beall?
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