En esta sesión hablamos de la
novela de Musset. Cualquier obra de cualquier autor nos aporta significados
determinados sobre la realidad, el pensamiento, la historia, la vida. La
literatura de Unamuno está condicionada por el tiempo histórico cercano al que
estamos, Leer a Unamuno es una forma de entender la vida; la Lucha por la vida,
el sentimiento trágico vida. No solo narra pues detrás hay un filósofo,
pensador. Pasa en otros autores como Melville o los del 27. Unamuno escribió obras
como la agonía del cristianismo, o niebla, una nivola, Abel Martin, Apolodoro
etc. Movy Dick nos hablaba de la búsqueda y la lucha contra la ballena blanca. Alonso
Quijano quería remedir entuertos, conseguir lo imposible, liberar a los
cautivos, conquistar a la doncella Dulcinea (metáfora de la divinidad andante)
Quijote quiere cambiar el mundo, no sólo interpretar la realidad. A Sancho solo
le interesa ser gobernador de la ínsula de bataria.
Analizamos las nuevas aventuras de Musset del
pensador escritor francés George Bernanos. Musset es un personaje para la
filosofía, significa “muchacha” en francés. Su autor es un filósofo progresista
católico. Habla de la desesperación este autor existencialista y la conexión
con la esperanza. Trata de una muchacha condenada al infortunio, a una vida
hostil. Una vida sin posibles ni quieta, donde el desarrollo es existencialmente
dramático. Habla del absurdo de la vida hostil, a modo de enigma queda aún una
esperanza. No es halagüeña, agraciada, ni positiva la novela. Es una novela que
no llega hasta la desesperación. No se recrea en el absurdo, sino en la
esperanza de que algo lo envuelve. Escrita en la línea de la Obra de Camus, o la
náusea de Sartre. Retrata el absurdo, pero
a pesar del absurdo hay sentido. En Sartre no hay sentido. Diario de un cura rural trata de un
sacerdote de pueblo que se ve sometido a la duda y soledad que supone la propia
existencia. Los personajes son metáfora de la soledad, no hay compañía. El ser
vivo está muy desnudo En 1936 Robert Bresson, director de cine, lleva estas dos
obras a la pantalla cinematográfica. En 1951 diario de un cura rural. Y en 1967
Musset. En segundo plano están los diálogos, pero nos los eclipsan los planos y
movimientos experimentales y de vanguardia de este cine. El film nos muestra estos
rostros sombríos por la preocupación de Musset. Hay una introspección reflexiva
sobre la soledad del cura rural. De nuevo
aparece la relación entre literatura y cine. La cámara cinematográfica enseña
imágenes basadas en unos textos. Los personajes viven su realidad. El cine, en
su lentitud, no cansa. El narrador en su
obra nos cuenta una historia, el director de cine nos muestra esa historia que
el siente y presiente. Se trata de dos películas en blanco negro, con unos primeros
planos preciosos. Se rebela el arte del cinematógrafo en primera instancia. Los
actores son iconos que representan sensaciones, miradas, el detalle más nimio
es importante; como se cae el vaso, se rompen los cristales, se esparce el líquido.,.
Rober Bresson de moral católica reflexiona sobre el sentido de desesperación
presente en la condición humana. Esta novela está incluida dentro de la Novelle
roman, la nueva forma de hacer narrativa; a la noche te despiertas, tienes
ganas de contar algo y lo pones en la hoja. Una forma de sentir la literatura
donde hay personajes con características contradictorias, de profunda sicología.
Rokent, el protagonista sartriano
de la náusea es un existencialista, está escribiendo libro sobre historia. La náusea
es sentir el absurdo, como una enfermedad, un vómito, una nausea, echar hacia
fuera algo que entorpece tu normal desarrollo en la vida. El protagonista es una caricatura de Descartes,
de la Razón. Bernanos sin embargo es un
hombre de tradición católica; a pesar del absurdo la vida tiene su sentido. La desesperación
existencialista tiene un matiz de luz y esperanza. No es un autor de desgarro.
Bernanos es un pensador teogonal . Hay en sus novelas sensación de
desesperación, pero también de esperanza. La existencia precede a la esencia, decía
Sartre. En el existencialismo de Bernanos hay una esperanza. Tiene un compromiso
con el pensamiento. Las Narrativas solo tienen compromiso con el lenguaje pero aquí
el pensador describe el alma humana.
Musset se suicida, no puede
soportar más la realidad. Se echa desde la torre al agua. Nos recuerda al
suicido de la Celestina o de Romeo y Julieta. El agua es metáfora del retorno
al origen, al principio, a lo divino. La muchacha no soporta ese malestar
cultural, esa hostilidad con todo lo que le rodea, va cayendo por la ladera,
para terminar en el arroyuelo y en el montículo, donde el cuerpo ya no avanza. No
va a terminar en donde termina Ella aun saliendo del obstáculo vence el
obstáculo con tanta determinación que termina en el agua y así termina la
película El agua da sentido metafórico
de la esperanza, de que el absurdo no ha tenido la última palabra. En la
Francia de los años 50 tiene lugar el existencialismo teológico de matiz progresista.
Los personajes de estos autores son católicos pero nada mojigatos. No se conforman con falsas alegrías, subterfugios
de las clases medias. Los personajes provocan desgarro no solo intelectual sino
moral. La filosofía no es un juego de dar postulados sino la comprensión de las
cosas desde un punto subjetivo, inevitablemente (Sin subjetividad no podríamos siquiera ni hablar). La filosofía tiene una base
sólida y unos postulados que no son científicos. Son postulados de polisemia de
acorde con el deseo del autor de expresar unos contenidos morales de catolicismo
progresista de esperanza, pero de agonía constante. El absurdo no tiene la última
palabra. Frente el todo o absoluto del absurdo, la ambivalencia de cierta esperanza.
El existencialismo nace con Kierkegaard que era sacerdote. Así nace el absurdo
desgarrador. Absurdo es la última
palabra pero no el punto final para Bernanos. Sus interpretaciones coinciden
con el dogma cristiano. La novela se analiza desde la fe religiosa. La fe a veces
significa lo contrario al conocimiento y a veces va unida, como en Unamuno. La versión
de este autor es la fe religiosa de la iglesia católica mezclada con el nihilismo
de Sartre. Se puede analizar desde la Cristología, (desde el análisis del
conocimiento a través de un icono que habla que es Cristo) Cristianismo y Marxismo
siempre han estado muy unidos, ya desde los inicios de Cristo; la comunidad que
forma con los 12 apóstoles, los ideales de igualdad, de comunidad, de libertad,
de reparto equitativo. Luego la iglesia se ha convertido en ese templo de
mercaderes del que Cristo renegaba. El conocimiento se analiza a través del
logos y la palabra y la fe es más cosa de mitos pues utiliza los mitos para
dirigirse al pueblo (algo que también hacía Sócrates o Platón). Según Nietzsche
Sócrates fue el primer cristo, y Platón fue San Pedro. Nietzsche se consideraba
así mismo el anticristo y nos hace ver que hay antecedentes de la figura mesiánica
de Cristo en Zaratrusta, en Buda, en Alá, en Sócrates… (el crimen político contra
Sócrates, religión perseguida y minoritaria en los tiempos de la persecución de
los romanos) Esta novela está más cerca del primer cristianismo que del
posterior y no sigue el orden
estructural de cualquier iglesia, como comunidad y entidad. Bernanos plasma la cristología,
más que una fe determinada en unos postulados, con normas, compromisos, una
orden, una estructura…él habla del catolicismo en abstracto, como ideal. El Logos se plasma a través del pensamiento. La
obra es heterodoxa con el colectivo grupal religioso y a veces va contra el Dogma religioso. Hablar de Dios es dar por
hecho que existe Dios. Al principio fue el verbo. El concepto forma parte de la
tradición del logos humanos. El autor quiere entroncar con una realidad que
justifique su propia realidad.
En el desarrollo interpretativo intenta
demostrar cual es la jugada determinada, el desarrollo de su esencia, y su
existencia metafísica, física y teológica. El tiempo metafísico es un no tiempo
que envuelve ese tiempo y es un objeto
físico. La teología estudia el ser que no se puede entender físicamente. El físico
bastante tiene con saber el movimiento de lo físico, rechaza lo metafísico. En la
España republicana un exiliado unió lo metafísico y lo físico, era Juan David García
Vaca, un teólogo y físico matemático (dos grandes ciencias para el saber humano
unidas por postulados matemáticos). A través de la matemática da calidad de
signo a eso que se llama Dios. Para llegar a Dios hay una línea recta, pero hay
algo que envuelve esa línea recta. Imagínate una lavadora, dentro el tambor
hace el movimiento de centrifugado, dentro la ropa, el agua, el detergente… El
físico estudia el tambor de la lavadora y lo que hay dentro pero el metafísico
estudia lo que hay fuera. La ropa ensuciada se limpia en el tambor pero el soporte
de la lavadora soporta toda la realidad, la metafísica y su rama la teología. Existe la
lavadora y su programación, la teología. Un físico dirá; a mí solo me interesa
el tambor que hay dentro de la lavadora, la ropa se va cambiando, echas un nuevo
detergente. Pero anterior al centrifugado hay agua dentro. La ropa nunca conocerá
que gracias a la lavadora, a lo externo, se ha posibilitado todo lo interno. Los
peces ignoran en la pecera la mano que les da de comer. La física y metafísica
van unidas en la filosofía del todo. El teólogo solo habla de una parte, de la metafísica.
Pero hay que hablar de lo Interior y exterior, del todo, metafísica física y química.
Fue discípulo de Gandhi este jesuita. Los peces no saben nada de la pecera. Un pez a
otro le dice ¿crees en algo, al margen de las algas que nos estamos metiendo?
yo no creo en nada, dice el pez, pero sin el agua el pez no tendría vida. No es
pesimismo, es realidad. El Absurdo se
nos pone en medio por el hecho de ser realidad. Eso es lo absurdo del dolor y
del placer. Lo más bello que nos puede pasar, lo que decían “la plenitud de la
vida” los filósofos griegos, es un
absurdo también. Schopenhauer, Pio Baroja dirán que es la voluntad del ser la que
lo posibilita Queremos un mundo mejor, el
cambio a mejor se hace a través del conocimiento. La Voluntad es algo innato, no está programada
por el determinismo, tenga conocimiento o no Pasas de ese absurdo doloroso a un
absurdo placentero; la vida está bien. La Voluntad siempre tiene que estar
encendida Si desaparece la voluntad desaparece la razón Un individuo sin voluntad ya no tiene razón de
ser. Un mendigo entre mendigos no tiene nada de nada. La ausencia de voluntad o
Noluntad (que decía Unamuno) la ha hecho caer en ese mundo del que tampoco ha
salido Musset. Schopenhauer reflexionó sobre el mundo como voluntad y representación.
Vamos siempre hacia esa esperanza. El que quiere la maldad, en esa maldad que él
quiere, también tiene una esperanza, que le pertenece a él. En la narración de
las nuevas aventuras de Musset hay mucha y profunda filosofía existencial y reflexiva.
Musset es muchacha en francés, es
una muchacha sin nombre, que ve hostilidad en todo lo que le rodea. Es una muchacha
rebelde de 12, 13 o 14 años. El padre problemático le desatiende. La madre está
enferma. Vive en una ciudad de segundas, de provincias, de Francia, en una familia
humilde. La profesora la agrede. La pega. La muchacha tiene que obedecer. Ella
no obedece. Vive en el mundo hostil de 1936. El autor quería mucho a España, vive
en esa época en Mallorca. Deja el palacio donde él vivía en Mallorca. Perteneció
a la falange española. La situación que describe tiene rasgos existencialistas
pero está relacionado y vinculado con el régimen franquista. Queda la incógnita
de por qué en la guerra civil deja el palacio al régimen franquista. Era un enamorado
de España. Vuelve a Francia y sigue escribiendo. Pertenecía al catolicismo progresista
de la zona de París y las localidades que la circundan. Al margen de su obra,
estuvo implicado políticamente en el reclutamiento de los exiliados de España. Esto
nos sorprende pues el existencialismo siempre ha estado ligado a la izquierda. Pero
él es progresista católico y tiene un amago fascista aunque le calificaríamos de
izquierda. El creía en otra vida, en otro mundo, por eso no cree en el absurdo
final sin sentido. Escribe Otra vida en el rio. Musset y diario cura rural son
obras existencialistas pero con esperanza. A la edad concreta de Musset no tiene
esperanza ninguna, es la adolescencia. El proyecto de vida es un suicidio puro
y duro, como decía Camus. En 1966, 30
años después, se rueda la película. En el
39 fue la primera guerra mundial. La obra recuerda a la Náusea de Sartre,
y habla de la voluntad de la naturaleza de Schopenhauer. La muchacha tiene un discurso
contra la realidad hostil de sus padres y cara de odio ante el mundo. Es un poco la Jeanette
de “soy rebelde mundo ha hecho así, nadie me ha tratado con amor, nadie me ha
dado comprensión” La muchacha solo se ríe una vez, en unos autos de choque pues
hay un chico que le gusta. El padrastro le da una bofetada por no estar en casa.
La profesora las obliga a cantar un cantico religioso y la abofetea delante de
todas las niñas por no cantar. Se planta su rebeldía ante la sociedad. Es una rebeldía
perpetua. Es la dificultad que se genera ante el diferente, pues dice la
palabra sagrada del No. El que no comulga con lo que comulgan todo es el
marginado pues como cantaba Paco Ibáñez; “No hay mayor pecado que no seguir al
abanderado. A la gente no le gusta que uno tenga su propia fe”. Somos ciegos en
el país de los tuertos. Hay más accesos a la cultura, quizá más información
pero el conocimiento es más pobre que antes. Por eso una novela como esta nos
habla del poder del diferente, del raro, del marginado, para poder cambiar la
realidad de su tiempo histórico. Ya saben; entre toda la desesperación siempre
hay una débil esperanza.
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