En enero de 2016 hablamos de la lucecita de Antonio Moresco. Con un
lenguaje concreto y sencillo esta novela
deja la puerta abierta a la reflexión. Es una literatura que tiende a lo
abstracto. Un hombre que vive solo en un
pueblo ve una luz que brilla. Tiene curiosidad por ver que es lo que hay allá y
quien vive allá. Es una situación kafkiana extraña, el señor se comporta como
un ser mayor, hace la casa, va a la escuela y tiene la sensación de que la luz
le sigue. La luz no es más que su vida interior, el recuerdo de su infancia,
entre la fantasía y la realidad. El hombre recuerda en su retiro espiritual que
fue un niño, que sigue siendo un niño que interpreta la realidad. La novela nos
recuerda que no se puede prescindir de lo humano en la filosofía ni del niño
interior. El niño se ve así mismo hablando con ese niño. 120 páginas de prosa poética,
de silencio de la noche en medio del bosque, en un pueblo. Ese silencio es un
gran ruido que no oye nadie. Son los sonidos del silencio del grupo de música
Simon y Garfunkel. Fotogramas a oscuras, el protagonista ve allí una lucecita
encendida. Es la metáfora del niño que entra en la realidad. Alardeando de un cuidado lenguaje y una original
temática, nos ofrece un mundo de análisis, sin caer en el barroquismo. Se mezcla
metafísica y narrativa en la descripción
de lugares y los diálogos entre el niño y él. El niño vive solo, va a la
escuela solo. Al final no se sabe si todo es real o un sueño, si el niño está o
no está, si es real o no. Una narrativa que a veces se vuelve prosa poética. El
autor también ha escrito un ensayo sobre la cebolla en 2007, donde habla de las
relaciones de pareja, los sentimientos, la
psicología, con dosis de erotismo, y humor y belleza en el sexo y la
dimensión humana. El costumbrismo de Antonio Moresco es a ratos barroco, pero
nunca complicado. Prosa poética, fantasía e interpretación filosófica se
confunden. Es la figura del niño, de la luminosidad interior. La lucecita es lo
que el ve, como el mito de la caverna de Platón o la razón luminosa.
En Historia de la comunicación social, Manuel Vázquez Montalbán reflexiona
sobre los medios de formación de masas. El
sujeto usa el lenguaje, la palabra y el verbo y los dota de connotaciones y
significados. Da sentido de la propia realidad un discurso determinado. Los
discursos tienen contenidos
distintos al político pero se basan también en la manipulación. La estructura
usa esos códigos y lenguajes para influir en la opinión pública. Montalbán,
conocido por su militancia comunista, también escribió Crónica sentimental de
España. En historia de la comunicación
mundial y universal habla de los periódicos que se leían en la revolución
progresista, y analiza los periódicos antiguos y conservadores en los años de
la república. ¡El ejército rojo ha sido vencido, arriba España!, era uno de los
titulares. En editorial bruguera fueron apareciendo en el 80 estos análisis de
periódicos. El autor sigue una concisión y estructura lineal estricta y
rigurosa. La tesis del libro es que la mentira se extiende con el lenguaje, esa
vieja hembra engañadora (como decía Nietzsche) Ningún medio de comunicación es
gratuito, hay que analizarlo desde la capacidad crítica; ¿qué te quieren decir?
La Comunicación es un un cambio de impresiones. La estructura quiere que la
masa tenga un comportamiento determinado.
Mc luhan reflexiona sobre la galaxia Marconi Llegara un momento en que el planeta estará
inter relacionado en décimas de segundo. Montalbán analiza la comunicación en
los tiempos de república, de la revolución francesa, de la democracia
americana, al servicio de una estructura. Hemos de apelar a la capacidad
crítica del ser humano para juzgar estos contenidos.
El escritor Michael Tournier falleció este año. Su escritura está llena de
mitos, símbolos, suave ironía, un profundo existencialismo, una exquisita prosa
poética. Viernes o los Limbos del
pacifico es una combinación de mitos y su obra maestra. Analiza a Robinson
Crusoe desde el punto de vista de Viernes. Se publica en Editorial alfaguara en
1887, a finales de los 80. Almudena grandes tiene una novela; te llamaré
Viernes. Pero esta novela no tiene nada que ver con aquella. La novela es
costumbrista, delicada, sencilla, simple, con calidad pero complicada en cuanto
a reflexión pero no por su lenguaje sino por su discurso. El autor perteneció a
la Academia de las letras francesas. Publico 6 libros y ensayos, siempre sobre
mitos, que no son fáciles de leer. Leyendo a Tournier te empapas de
tradiciones, lenguajes complicados y a la vez sencillos por cómo te hablan.
Viernes se inventa una historia. No se lleva bien con Robinson. Robinson
necesita a Viernes para no sentirse solo.
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