RAFAEL CHIRBES ha muerto en Agosto de un cáncer de pulmón. Era un
fumador empedernido. Es el autor realista, hiperrealista incluso, más
importante que teníamos en España. Su estilo se parece al de Goytisolo en señas
de identidad; el retrato hiperrealista atendiendo al más mínimo detalle, el
retrato costumbrista de lo cotidiano, del día a día, del café de la mañana o la
compra en el supermercado. Sus novelas son muy políticas, cuestiona el lugar
social, la democracia, el estado del bienestar. Escribió estocolmonviene y autobiografía
de una utopía. Es el cronista del fracaso de la sociedad europea tras la
segunda guerra mundial. Chirbes nace en Valencia, es huérfano, se crio en un colegio
huérfanos y se hizo ferroviario. Estudió luego historia en la UCM, en la
Complutense de Madrid. Viajó mucho, se dedicó a escribir y dar clases de historia.
Le afectó y mucho la caída del sistema soviético en Rusia. Ya que fue siempre
de orientación izquierdista, comunista radical. Es el cronista de la Transición
(igual que Antonio López en el arte), de que todo lo cutre es maravilloso. Vivimos
en el mejor de los mundos posibles (dicho con ironía), la economía va bien, en
el 92 se celebra la expo, las olimpiadas
y el descubrimiento de América. España va bien, iba bien y no podía ir mejor.
La democracia era la pera limonera, como
dijo González. Chirbes abandonó las filas del partido socialista decepcionado
por la entrada en la OTAN y se atrinchero en posturas más radicales, militando
en el partido comunista. Su arte y sus novelas están en consonancia con los jóvenes
novelistas de la transición (Rosa Montero, Javier Marías, Muñoz Molina, Pérez
Reverte, J J Millas o Almudena Grandes) en los 70, 80 y 90 las novelas que se escriben
son eso; relatos políticos, cronistas de libertad y democracia. Es lo que esperan
de esa época pero él recupera la novela clásica, el estilo tradicional. Destaca
la peripecia intima de sus personajes. Refleja la España de la época de forma crítica. ¿no veis que
esto viene de dónde viene?, parece preguntarnos. En la guerra civil y el
franquismo muchas familias se hicieron ricas usurpando la riquezas de los
otros. La propiedad de toda la fortuna personal es fruto de un robo siempre, ya
lo decía Proudhon el socialista utópico. Se utiliza la violencia y la sangre para
usurpar esa riqueza por lo que hay que contestarles con la misma vara, ojo por
ojo, diente por diente. Pasar a la praxis revolucionaria. Decepcionado del
gobierno socialista de Felipe González, Chirbes retrata la desigualdad de los pogres
y ricos y las clases medias bajas. Sus temas preferidos son la crisis, la especulación
inmobiliaria o el boom del ladrillo. Son los gobiernos socialistas los que han
consentido este sistema económico. Chirbes nunca fue bien visto por el público
aunque se ganó a la crítica. Escribe casi como si hiciera tesis. Es un escritor
aguafiestas y molesto para el poder. Ha escrito la buena letra, disparos del
corredor, la larga marcha, los viejos amigos. Todos en anagrama. El argumento
de una de sus novelas es un hombre enriquecido en el franquismo que se revuelve
ante el conflicto con su propio hijo. La lucha generacional. Se trata de
novelas polifónicas donde se cruzan varios monólogos de los personajes. Chirbes
prefiere a este hombre, cercano al poder, que a su hijo que se aprovecha de esa
fortuna y encima critica a su padre; ¡eres un facha! Chirbes prefiere a los que
se han manchado trabajando por enriquecerse que a los hijos que tienen mala
conciencia pero la vida fácil y hecha y no renuncian ni a sus posesiones
materiales. Los hijos, el conflicto de generación es un tema muy manido. Igual que
un millón muertos de Gironella critica la guerra civil, Chirbes critica lo conseguido
a través del franquismo. Escribe sobre casos de corrupcion, en la segunda
restauracion, en el xix y ahora. Siempre ha existido el conservadurismo y
rotación de poderes y bipartidismo. Antes se reparten el poder conservadores y liberales
(Canovas y Sagasta) habla del banco mundial (BM) y del fondo monetario
internacional (FMI) y de las multinacionales y sus siervos. Critica el
neocapitalismo feroz, y la globalización.
Según los postulados marxistas hay que ver que súper estructuras e ideologías
controlan las infraestructuras materiales. Que clase social es la que gobierna
en esta eterna lucha de clases. ¿Quién tiene el poder, quienes son los explotados
y los explotadores? No ya lo gobiernos sino las multinacionales. En 2009 le
dieron el premio nacional de novela, el nacional y el de la crítica. Ha salido
en canal plus e internet. Se ha hecho una serie sobre su novela Crematorio
donde actúa Pepe Sancho. En su novela en la orilla habla del paro y las consecuencias políticas previas a la crisis. Este
libro lo hemos leído en el club de lectura. Chirbes critica a los políticos
actuales. En el lugar inventado por él se reproducen la nostalgia y el
melodrama del pasado. Hay un punto en que se escriben las perpetuas historias
de la historia. Sus novelas son ideologizadas, novela social se lo podría
llamar y es que Chirbes es un gran admirador de Galdós (como Almudena Grandes
que es de esa generación de la democracia, también muy izquierdosa) Los episodios
nacionales de Galdós te explican lo que pasaba en España en el XIX y te sirven
para entender la España de ahora. Chirbes es un escritor marxista comprometido
con lo social peor también con la belleza de cada palabra. Es compromiso ético y
estético. Chirbes no mata al padre escribiendo sino a los malos enemigos. La fantasía
para él es el bienestar del olvido de los buenos propósitos. Chirbes se vende al
mundo criticándolo. La corrupción se asume con naturalidad y eso le indigna. Escribe
sobre el final del régimen franquista, sobre la transición y quienes detentaron
el poder en el social felipismo denunciando aquella cultura del pelotazo. A pesar
de tantas brechas y tantas denuncias mantiene Chirbes siempre un pensamiento
positivo. En Crematorios o en las orillas los personajes son también narradores
y mezcla varios monólogos interiores.
FRAGMENTO DE SU LIBRO: El café agrio con coñac es carajillo. Vino oliendo a puta de carretera, con
ese olor a la crema de maquillaje de las putas, olía a esa colonia que se ponen
las putas. Las mujeres saben olisquear las putas. Esta es la mierda de ahora, los
conocidos cambian de acera como si les fueras a dar un sablazo. Hay crisis, no
hay dinero, hay más gastos que ingresos, ¿cómo pagar con eso el libro de texto
de los niños, la ropa preparada, los zapatos, la hipoteca, el coche? Es una
pesadilla, antes no te dabas cuenta que las cosas no van bien, estabas en la
luna. Pero esto es cosa de cada día, todos días se cena, se cambian los
pañales. Hago esos cursos para parados de larga duración, acicates para que te distraigan
en el paro. Cursos del tipo “como presentar un curriculum”, valorarse en las
entrevistas en que seleccionan personal, economizar el trasporte público. Tengo
una dieta equilibrada pues Caritas me da una bolsa de comida, saludable, es una
dieta mediterránea. Huelen a lo lejos la lepra de los pobres., te devolveré los
5 e cuando pueda, hijo de puta, no estás
obligado a darme dinero. Aquí se sabe todo, es un puto pueblo, no me llega para
el butano ni la gasolina del coche. He trabajado en la carpintería, ellos ya
los saben, trabajé en negro, lo saben en el pueblo, decían que me llevaba dos sueldos.
Te pisan y vuelven a ahogarte, 425 e al mes ¿qué se hace con se dinero?
ensamblar herradura. Te pisan, vuelvas a ahogarte
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