CEZANNE “Quiero construir la
naturaleza en base al cubo, la esfera y el cilindro” (Cézanne)
A Cézanne le obsesiona captar el
mundo en sus formas y en él ya no hay ningún fondo ni intelectual ni emocional
ni político ni nada. Simplemente quiere captar objetivamente la realidad, pero
desde la perspectiva científica y matemática casi, es decir; desde la pura
geometría, la armonía del mundo en sus formas, ese orden científico por el que
todo puede reducirse a formas cúbicas, esféricas o cilíndricas. Y esto se ve lo
mismo en un paisaje que en un bodegón o una figura humana; todo comprendido
intelectualmente es reducido a estas formas puras de la geometría. Sólo percibe
visualmente, sin interior. Quiere percibir la realidad como una maquina, de
forma aséptica, como la ve el físico, o el matemático; y todo visualmente queda
reducido a formas geométricas.
“Los impresionistas miran a su
alrededor con el ojo y no al centro misterioso del pensamiento… Cuando hablan
de su arte ¿de qué se trata?. De un arte puramente superficial, hecho de
coquetería, meramente material, en el que no hay un solo pensamiento”. Ellos acusan al impresionismo de
ser vitalista pero no reflexivo. Y ellos, desde esa visión tan intelectual y
positivista, quieren explicar el mundo intelectualmente, científicamente más
bien, reduciendo todo a sus formas físicas geométricas, que es la visión que
los físicos de su época tenían del mundo.
GAUGUIN “El color puro. Hay que
sacrificarle todo. Un tronco de árbol de color local gris azulado se vuelve
azul puro. Lo mismo para todas las tintas” (Gauguin). El color no esta en la realidad
sino en el ojo del pintor y ya que su arte es conceptual o intelectual, las
formas del mundo obedecen a sus ideas y esquemas mentales. Las ideas primero,
los objetos después. Esta visión platónica e intelectualista de que las
esencias anteceden a las existencias o de que son primero las ideas
intelectuales que las personas o las cosas reales, y es en ese sentido en el
que la pureza de color es la que responde a su racionalización y no a la
realidad percibida por los sentidos, como hubiera hecho un impresionista.
Gauguin tiene ideas muy fuertes por ejemplo sobre los indios, ve en ellos a los
buenos salvajes de Rosseau y aunque luego los indios fueran de otra forma... él
los pinta según sus esquemas intelectuales, más importantes que los sentidos,
más importantes que las emociones. Lo intelectual, la reflexión, primero... lo
sensorial o emocional después, es el lema platónico e intelectual de Gauguin.
VAN GOTH
“He tratado de expresar las grandes pasiones de
la humanidad por medio del rojo y el verde. No es un color literalmente cierto
desde el punto de vista del realismo, del trompe l´oeil, pero sí un
color sugestivo que expresa la agitación de un ardiente sentimiento... En mi
cuadro “El café de noche” he tratado de mostrar que un café es un sitio en el
cual uno puede arruinarse, volverse loco o cometer un crimen”, “Un pintor hace bien cuando toma como punto de
partida los colores de su paleta en vez de partir de los colores de la
naturaleza. El color por sí mismo expresa algo” (Van Gogh).
Van Goth no es un pintor tan intelectual como Gauguin ni optimista
vitalista como el impresionista. Van Goth ha sufrido
mucho toda su vida, se ha desengañado mucho de la realidad y todo ese dolor
interior, ese desgarro de su corazón, él lo antepone a la reflexión intelectual
o a la realidad. Su mundo interior va antes que el mundo exterior. Es en este
sentido en el que le acusaban de loco. Van Gogh escoge de su paleta los colores
según emociones u obsesiones u pasiones. Quizá el color de esta silla no sea
roja, pero yo la siento roja.
Es uno de los pintores que mejor
comprendo emocionalmente. Refleja su inconsciente, su salvajidad, su sicopatía
o sociopatía y las fobias que sentía por el mundo interiormente. Tanto mundo
interior, tanta soledad, tanto dolor, se ve en un cuadro de Vanth Goth que es
el primer pintor expresionista que revolucionó el mundo del arte, hasta
entonces demasiado apegado al realismo objetivo, fuera vía sensorial
(impresionistas) o intelectual (cubistas). Vanth Goth pinta febril, genial loco
divino, según su imaginación y estado de ánimo, y en sus pinturas no vemos el
mundo exterior sino su propio mundo interior. El amarillo, que es el color de
los locos, el rojo, la sangre de la culpabilidad burguesa (Vanth Goth fue muy
pobre y desgraciado)… EL grito de Munch, el grito de Nietzsche sospechando de
todo el mundo, los manicomios, el mundo del otro lado de la realidad, del mundo
interior... todo eso explota en una pintura que es muy optimista, muy
vitalista, muy colorista, pero precisamente como ironía romántica. Todo lo que
Vanth Goth sufrió en vida lo trasmuta en el arte en colores salvajes,
estridentes, llamativos, colores que reflejaban los vaivenes de su mundo
interior y de su inestabilidad emocional....
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