Entramos en el teatro, pero no por donde se entra normalmente sino por los vestuarios.
Vemos las bambalinas, los camerinos, la cocina, la zona donde se trasmite la
película de cine. Hay incluso un baño con aire acondicionado. El regidor nos
enseña la parte técnica, maneja los focos de luz, siempre se ha hecho informáticamente.
No hay playback nunca la ha habido, ni cuando vino Nina de Operación Triunfo OT
al teatro de Barakaldo y cantaba más alto que los demás y de lo permitido en
toda buena sociedad. Las cosas no son como parecen y no hay apuntador que te
chive el papel y tampoco el equipo de los maquilladores acompañan de teatro en teatro
a los actores. Nos hablan de las compañías de teatro. Siempre se ensaya antes
del estreno. Se representan obras liricas y cabaret y la banda municipal, la
orquesta del pueblo. Hay zarzuelas y operas. Nos enseñan la pasarela del
teatro. Ahora son más profesionales y se ensaya el mismo papel para muchas
obras distintas en otros lugares. No hace falta un apuntador que recuerde pues
cada obra es distinta en el mismo teatro. Antes había un repertorio de varias
obras en una semana, cada día una distinta pero muy parecida, por eso el
apuntador chivaba el papel para que no se confundieran. La barra se mueve con la cuerda y la polea
para deslizar y así bajar colgados los muebles al escenario o los paisajes, o
las sillas de abajo. En el teatro también se usa un pinganillo como en el
fútbol o en los programas de televisión. Nos enseñan la teoría del iceberg en
literatura y el de la balsa en teatro; equilibrar los mismos actores a un lado
que a otro. En el teatro hay zonas para la prensa, consultas, oficinas,
ordenadores, una sala para la reunión editorial, una máquina de fotocopias,
otra de café. Las candilejas son los focos manuales. El regidor nos enseña la
parte técnica; focos, planos, luces, las salidas y entradas del teatro. Desde
arriba lo manejan desde lo oscuros y esta zona no la ven los espectadores
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