viernes, 15 de septiembre de 2017

REFUGIO DE LOS CANALLAS DE JUAN BAS

En la biblioteca de Bidebarrieta asistimos a la presentación del libro Refugio de los canallas de Juan Bas. Fernando Marías, el periodista presentador del acto, ha preparado cierto guion, pero la conversación llevará su propio camino. Presenta al conocido Juan Bas, autor de alacranes en su tinta y gran cronista de Bilbao. En sus novelas mezcla la novela negra con la ficción y el reportaje de la realidad con el humor. También presenta al editor de la editorial Al revés Gregorio Dolz que una vez más ha apostado por Juan Bas para su colección de novela negra. Se trata de una editorial independiente de tamaño pequeño, (aunque le hubiera gustado decir de tamaño medio). Es una apuesta importante publicar esta novela distinta y atrevida. Llevan años creyendo en él aunque no sea Paul Auster. De la novela debería hablar el que lo ha escrito. En las presentaciones de libro siempre hay un protocolo, siempre tiene que haber alguien que hable del libro antes que el autor. Lo natural es que el autor del libro hable de él. Sería raro que hablara un conferenciante horas y no el autor pero antes se hacían las conferencias así, en forma de monólogos. 
  
El refugio de los canallas es una novela especial, muy arriesgada, valiente, rompedora con las normas que se supone deben existir en la creación literaria. Las normas pueden romperse para crear desastres, pero en este caso lo hacen para crear una novela grande, feroz y absorbente. Juan Bas comenta el prólogo. Hace 8 años que habla de esta novela a sus amigos. Todos recuerdan este libro porque siempre ha tenido este título. A veces el tema gira, lo abordas desde otro punto de vista… Es raro que una novela que surge en tu mente con un título determinado años después siga manteniendo su título, pero esta novela siempre se ha llamado así. Lleva bastantes años haciéndola. Empezó a escribirla en 2014. Y la publico en noviembre del 15. Tuvo dudas sobre el punto de vista y la estructura de la novela. Escribió pájaros quemados en medio. Es una novela sobre los años de plomo y el GAL. El tema principal de la novela, el más shakesperiano y más valioso, es el odio de unos padres que inculcan a sus hijos. Muchos fueron a la cárcel y a la muerte. La destrucción de los hijos llevó a la muerte a los padres. La cita de Samuel Jonhson es perfecta; el patriotismo es el último refugio de los canallas. No quiere decir que un patriota sea un canalla o que todo canalla sea patriota. Cuando un canalla no tiene otra guarida se refugia en el patriotismo. Lo hemos visto en la sociedad vasca en distintos casos. Ha sido una terrible pero mediocre tragedia todo lo de ETA.  El gobernador civil es el personaje que más le gusta al autor. Que el patriotismo es mediocre y canallesco lo enseña cualquier historia de Jordi Pujol. Del libro hay muchas cosas que se pueden abordar, esperemos que sean diferentes, comenta Marías. El periodista nos cuenta su percepción del libro y cita 4 líneas, un fragmento breve, de una novela que todos hemos leído y que concluye con estas palabras; luego sobre la cima aún abierta revolotearon graznando algunas aves menores. Una resaca blanca y sobria batió contra las espinadas laderas. Se hundió todo. El sudario oceánico siguió ondeando como lo hiciera probablemente hace ya 5 mil años. Es el desenlace de Moby-Dick. Fernando Marías recuerda cuando ambos escribían guiones para paginas ocultas de la historia, una serie de tv. Eran historias de ficción contadas como si fueran documentales. Esa cita está en el guion de uno de esos documentales. Los escritores comentaron esta cita largamente. En Movy Dick ocurren tantas cosas…. No hay mejor final para aquella novela; toda tragedia es tragada por el mar y este se queda como ha estado 5 mil años y como estará los próximos 5 mil años. Esa idea, consciente o no, está detrás del libro. 
  
El libro cuenta años terrible, de violencia e inutilidad. En Euskadi ocurrieron hechos terribles que afectaron a toda una sociedad. Ahora esos hechos ya han ocurrido, son pasado, muchas personas que lo protagonizaron han muerto, eso ya ha ocurrido, y el olvido se lo lleva. Una persona cabal solo puede aspirar al olvido antes o después, decía Borges. El tiempo lo convierte en algo que ya pasó, que cuesta recordar, incluso a los que lo protagonizaron. Está eso dentro de ese libro y muy bien acotado. La novela empieza con dos secuencias parecidas en sus afectos. La novela tiene una estructura circular de acabar donde empezó. Son el comienzo y el cierre del circulo que terminan en el mismo lugar. En medio asistimos a una narración no lineal sino hecha de pequeños capítulos, muy breves, intensos y feroces, que van logrando formar el puzle de la historia que se quiere contar. Es una decisión compleja, ¿cómo narró todo esto y consiguió trasmitir lo que quiero trasmitir? Se planteó si ir en línea recta o dar circunloquios y rodeos. Juan Bas le agradece a Fernando Marías asociar a Melville con su novela. Son comparaciones de alta talla intelectual, bromea. Fernando Marías también compara la novela a cuando en malditos bastardos matan a Hitler en el cine. Juan Blas explica por qué escogió esa estructura, capitulo a capitulo y en línea recta. En el primer capítulo aparecen dos ancianas en un jardín público de Bilbao, en jardines de Albia. Una le da de merendar a la otra. El hijo de una mató al hijo de la otra hace 20 años. La novela acaba con dos ancianas en el parque. Una de ellas es la misma. Sólo han pasado 3 años, de 2010 a 2013, pero en medio han pasado 60 años. La novela hace saltos constantes adelante y atrás en el tiempo, entre 1955 y 2015. Todo lo anterior es pasado y lo posterior es futuro. Lo que quería contar en estas tramas y personajes necesitaba esta manera, aunque fuera más complicada. Todo esto le llevo a una estructura muy medida para que no se perdiera lector. Había que contarlo de forma poliédrica. Entender de dónde venían los personajes, que les iba a suceder. Borges decía que solo hay una manera de contar una determinada historia. Juan Bas no sabe si esta es la más adecuada, pero es la que a él mejor le pareció. Si alguien lo leyera desordenándolo, cronológicamente, no se leería igual. Perdería su gracia. Al libro le ayuda el planteamiento estructural de la novela; se relata a través de breves capítulos. Ya decía Beltor Brecht; en un acto teatral conviene que todos los actos sean redondos, completos, y cuenten una historia completa que empiece y se cierre en sí misma. Uno puede leerlo saltándose un capitulo a otro porque mantienen cierta autonomía dentro del conjunto. Todos los capítulos cuentan una historia en si misma, aunque sea breve. Hay muchos capítulos breves fuera de línea, que no forman parte de la trama de la novela, y cuentan una pequeña historia en si misma; uno que sale de la cárcel, un secuestrado real de ETA... Lo divide en breves capítulos dando una conclusión narrativa. Crea cierta coherencia y orden entre los bloques que cuentan lo que ha pasado, los personajes que han llegado a cierto punto. Todo ello contribuye a una visión poliédrica de conjunto.  Varios personajes principales intervienen, incluso un muerto; el etarra Mairu. Es su esqueleto el que habla, que ha parecido con la lluvia. Bas le da una palabra interior a sus personajes. El narrador es una tercera persona, que es él, el escritor, pero es un narrador sin adjetivos, que no opina absolutamente de nada. Son los propios hechos, lo que hacen los personajes, lo que define las cosas. Coge un tema tan complejo delicado serio y grave como es el terrorismo; el de ETA y el de estado. La gente puede tener una opinión contraria, opuesta a la suya, pero debe reconocer la objetividad de lo narrado. Es un peligro que ha solucionado muy bien, el tema de la objetividad-subjetividad. Este tipo de libros dan peso a lo que están contando y para ello precisan una distancia moral en el narrador. El narrador se posiciona con el horror, la oscuridad del ser humano, pero no emite adjetivos que supongan un juicio de valor. Son juicios de hechos. Poner al narrador en la distancia es una cosa que hace que este libro funcione como una maquinaria perfecta. Se cuenta con distancia, objetividad y frialdad. Todo es mu trágico y mediocre y endogámico y gasta autista al mismo tiempo. ¿por qué tardó años en escribir esta novela? Precisamente porque necesitaba cierta distancia respecto al fin del terrorismo de ETA, su derrota. Ha intentado trasmitir en el libro de manera fría todo lo que se vivió. Fue todo tremendamente gratuito, terrible, despiadado, cruel e irracional. No hubo ni un gramo bueno en ninguno de los años de eta. Si hay alguna tesis es esa, pero no hay ninguna tesis. Es su mirada, ideológica si se quiere. Toma la decisión valiente y arriesgada al extremo de crear una trama llena de ramificaciones. El lector se encontrará con situaciones muy salvajes, inmisericordes, desgarradas. Hay muchas tramas que impactan. 
  
Juan Bas con esta novela ha llegado a su madurez como escritor, ha conquistado más seguridad. Este libro lo rescribiría de un modo distinto. Son historias extremas. Hay libros comedidos, en los que sabemos que lo que estamos leyendo encaja con la idea que podemos tener de un tema y que apenas nos sorprenden o nos llaman la atención. Pero aquí las historias chocan frontalmente con el lector. “Fue una decisión muy arriesgada escribir esta novela, pero pasada cierta edad los escritores debemos hacer cosas arriesgadas”. Juan Bas dice que es una novela muy imperfecta, pero está contento con el resultado. Es su mejor novela, o la menos mala. Es su novela de madurez. Importa eta y también el gal, con personajes tomados de la realidad, pero convertidos en ficción. Habla de la crueldad mediocre y gratuita de eta y la enfermedad moral que conllevó su existencia en parte de su sociedad. Refleja los años de plomo, está el gal también, fue terrible. Juan Bas es un socialista convencido, pero aquello fue terrible. Actuaron los socialistas del estado como fascistas. Lo refleja sin calor, con humor. La portada del libro lleva la ilustración de un etarra torturado. El personaje del gobernador es absurdo, está bien construido. Unas personas destruyen a otras para conseguir una información determinada. En esa mirada que el libro permite al lector no hay adjetivos o opinión por parte del escritor. Se hace hincapié en una mirada sobre el terrorismo de estado, tan o más terrorífico que el de los etarras.
  
Esta editorial especializada en novela negra ha apostado por Juan Bas. Si un lector norteamericano que no supiera nada de eta o gal se encontrará con esta novela la asumiría como una novela negra donde los personajes más brutales y despreciables son los terroristas de estado.  Los del Gal representaban al estado, lo cual añade importancia al asunto. El escritor ha de tener cierta distancia con unos hechos históricos. Puedes narrarlos desde su educación recibida, o desde el fanatismo, pero en esta novela se narra desde la frialdad; la frialdad de unos políticos que calculan y se dicen “vamos a hacer esto”. Los del Gal reaccionaron contra una situación que ya se había hecho insostenible. Reaccionan asesinando y matando desde el estado de forma chapucera. Los personajes protagonistas del libro son muy extremos, algunos son claramente reconocibles a la vista de los hechos históricos. La pantera o Arnedo son creaciones realmente memorables. Tienen su referencia en hechos reales y personajes reales, como los padres de la Pantera o Amaia que es la madre del etarra Mairu. Incluso ella, en su involución constante, evoluciona en cierta forma. Juan Bas se permite una mirada de piedad y desolación sobre ella; “todo esto no ha servido para nada, he perdido a mi hijo”. La mujer recuerda al hombre con que ha tenido una pasión, pero nada más. Ahora esa mujer está cuidando a una anciana y se da cuenta de que todo el fanatismo de su hijo no ha servido para nada. En la novela se cuentan cosas tan terribles y a partir del último tercio o las ultimas paginas aparece el personaje de la madre del etarra a la que refleja con una melancolía intensa. En esa parte final la anciana te puede gustar o no, te puede ser odiosa o no, (hay muchos puntos de vista sobre ella) pero acabas sobrecogido y conmovido por esa mujer anciana que deja su casa donde ha vivido siempre y se encamina a los días finales de su vida con esa convicción de que todo lo que vivió se fue. Es como si se cerrara la puerta y todo quedara encerrado entre las dos escenas del arranque y del final. Llegan mis días finales y todo se lo lleva el final. Su marido Patxi es un personaje pusilánime que no soporta la culpa de haber infundido odio en su hijo, esa irresponsabilidad. Hay tres o cuatro personajes reconocibles, algunos con una referencia parcial solo; los tres asesinos del gal, el etarra Mairu y la pantera. Son una fusión de Lasa y Zabala respecto a la tortura. La etarra la Pantera es una mujer inestable, un personaje débil al mismo tiempo, movida por determinadas inercias de la banda terrorista. 

La realidad es que hubo gente que mató a otra gente y gente que se ha pasado la vida en la cárcel. Los representantes políticos no saben que hacer con ellos. La sociedad les ha dejado marginados. Es terrible. Es el mar que se cierra. Las cosas evolucionan y ahí se quedan. Es lo más literario, y preside el libro. Todos los hechos que se narran ocurrieron. Se tomaron muchas decisiones, violentas, brutales y criminales en un momento determinado; al final hiciste aquello. La violencia que se relata e el libro cae como una piedra sobre el agua, pero luego se expanden las olas alrededor; el brutal entramando de violencias, contra violencias, venganzas, brutalidades y negocios. Los negocios van adosados a toda manera de violencia. Cualquier hecho humano genera negocio. Juan Bas necesitaba distancia y dejar pasar los años. Es inevitable a veces el juicio. La persona que mata a otra con una pistola da un paso determinante en su vida. Al final queda solo y abandonado por todos. Eso está bien reflejado y contado en el libro. Juan Bas reconoce que a la hora de escribir el libro ha tenido alguna dificultad especial; había momentos que recortaba, que volvía a empezar. El guion de la estructura es lo que más trabajo le ha dado. es como el cuento de Borges; el mapa del imperio ocupaba lo mismo que el imperio. Tuvo muchos titubeos, se arrepiente de muchas cosas, sobre todo de haber hecho demasiada interrelación entre los personajes. Eso ahora lo aligeraría. Esto no me convence, esto lo cambiaria. (El editor le mira con cara rara). La brevedad del libro en si mismo es llamativa. Es más complicado explicar 100 años en 100 páginas que utilizar mil páginas para explicar 100 años, le dice el editor. Juan bas ha escogido una estructura narrativa acertada, cuenta en pocas páginas pocas palabras 60 años de historia, unas circunstancias que han tenido lugar en el país vasco. Tiene un nivel de violencia muy alta, pero aligerarlo es auto engañarse. El lector tiene que entrar en shock en esta novela. Vas entendiéndolo poco a poco, digiriendo ese shock a través de los personajes que surgen y van desvelando el porqué de las circunstancias. La estructura narrativa es clave, la esencia del libro. Los saltos temporales constantes dan una velocidad y dinamismo que pocas novelas tienen. Es lo que gusta hacer a esta editorial. Está puesto bajo el sello editorial del género negro, lo han encajado así, pero es más que una novela negra. Sinceramente el editor no le quitaría nada. El autor le quitó varias páginas, recuerda. Un escritor con obra acabada debe pensar que aporta al lector y que no le aporta. Juan Bas habló de tramas, de las relaciones entre personajes. La violencia es muy descarnada. Habrá lectores que digan que argumentalmente hay cosas inverosímiles. Juega al límite de la verosimilitud. Esto parece algo inverosímil e increíble, pero es posible.
Los escritores y el editor dejan el hueco por si algún presente quiere hacer algún comentario. Las preguntas son un agujero negro. Fernando Marías dijo una vez; no nos hagan preguntas que no tenemos respuesta. El mayor esfuerzo ha sido al estructurar la novela. No es ningún entendido critico o profesional literario el oyente que ha tomado la palabra, pero se ha fijado más en lo que se cuenta y lo que se deja ver y entender. Le ha llamado la atención el odio que inoculan los padres a los hijos que termina por destruir a los hijos. ¿Cómo sabe qué ese odio se trasmite, y de qué forma se trasmite de padres a hijos?  En el país vasco ha habido una realidad dura y difícil como fruto de un odio que han pasado de padres a hijos. Habla de la miseria moral de una parte de la sociedad esto se conoce viviendo en el casco viejo desde 1988 y asistiendo a muchas cosas de primera mano. Si no vive una sociedad de primera mano hay muchos matices que se escapan. Juan Bas se permite el lujo o libertad de inventar y poner parte de su imaginación. Aporta un grano de arena a lo que está tan en boga en nuestra sociedad; el docu ficción sobre el pasado. Hace un relato para la posteridad de todo esto que hemos vivido. Ha escrito una novela, una ficción y no pretende ser un notario y hacer una tesis o ensayo de nada. Se apoya la ficción en buena parte en la realidad. Lo cuenta descarnadamente, cuenta que las cosas fueron así y que el lector saque sus conclusiones. No es una novela de tesis o ideológica. No se trata de medir, llega el odio hasta aquí o hasta allá. El odio forma parte de la ficción que está contando y la novela es una elucubración plausible. Juan Bas ha oído muchas barbaridades en su barrio durante 30 años, lo ha vivido en persona. Las cosas han evolucionado y forman ya parte de la historia. Modestamente intenta contribuir con esta ficción a que no se olviden las cosas, a hacer memoria histórica de cómo fueron las cosas. Cuenta el horror o para que no se repita. El libro está en la venta y el autor firmará al final. Juan Bas escribe novelas que abordan temas duros y conflictivos, habrá personas que estén en desacuerdo con él. Una de cosas más honorables que ha hecho la literatura, desde que tenemos noticia de ella, es intentar desde la humildad contar una realidad. Han pasado cosas que no deberían haber ocurrido. Pone su grano de arena y quiere que los hechos horribles, terribles y atroces que hemos vivido no vuelvan a ocurrir. Siempre es subjetivo, claro. Tenía la necesidad de contar algo que llevaba dentro mucho tiempo, pero no como ajuste de cuentas, sino para contarlo y quitárselo de encima. Hay libros que los tiene dentro y tiene que sacarlo. Un tópico literario es decir que el escritor saca el libro que le atormenta. Quizá a él no le atormenta, pero es algo que necesita contar. 
  
Otro asiste al acto saca el tema de la novela de Fernando Aramburu. Patria está rompiendo los moldes de ventas. ¿Cuáles son sus expectativas? Juan Bas dice que las que tiene cualquier escritor cuando saca una novela; que guste, que tenga las mejores criticas posibles y si se vende mucho mejor. Aramburu es amigo suyo, muy generosamente le gustó su novela y hay una frase elogiable en la portada del libro que va a leer; “Juan Bas ha compuesto con notas crudas y buena escritura una polifonía compleja de víctimas que ayer fueron verdugos, verdugos que más tarde fueron víctimas o ya lo fueron o quizá no lo sepan”. Juan Bas acabó esta novela en su primera versión antes de que Aramburu publicara Patria. Se alegra mucho del éxito de su amigo, compañero de generación. No lo ha escrito a la sombra de Patria. La posición del escritor contra ETA es la misma en las dos novelas, pero ambas novelas son muy diferentes. Las comparaciones son odiosas. El suyo toca poco la sociedad civil, el de Aramburu tiene de protagonista la sociedad civil. De este tema se va a escribir mucho y durante muchos años. Ha sido un éxito descomunal. Las novelas que se escriben de ello son infinitas. Juan Bas recuerda las novelas de aisa de la cruz o de Edurne Poncela. Edurne tiene 40 y pico años, pero es interesante la visión de los jóvenes sobre el tema del terrorismo. El GAL y ETA serán siendo protagonistas de muchas novelas a partir de la novela de Patria y Juan Bas tras muchos años de silencio narrativo sobre este tema. Se han escrito infinidad de ensayos sobre ETA, pero muy pocas novelas. Esperemos que al menos sirva para que un fenómeno tan brutal como aquel no vuelva a repetirse.




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