El pintor David García nos enseña su estudio. Destaca el cuadro
retrato figurativo con nariz de payaso en el espejo. El primer retrato que
compuso fue el de Ana Belén en una bandeja del comedor de la UPV. Pinta 2
cuadros al mes, 25 al año, 1000 en toda su vida. Lo mismo hace paisajes que
bodegones o retratos de plantas al aire libre o en los vestuarios donde hace retrato.
Tiene cuadros dedicados al flamenco o al gargantua. Nos enseña sus cuadros tren
del recuerdo, el predigistador, la siderurgia obsoleta. Un tipo gordo en el
centro, cementerios, necrópolis o cuadros cósmicos o de pianos y vías de tren
rotas. “Son fotos de mis vecinos, buenas fotos, mejores recuerdos. Son cuadros
que parecen fotos. Es arte hiperrealista, imágenes de mi pueblo, de mi ciudad,
de toda la vida, de gente de aquí, los rascacielos, el teatro, la ría, el aire,
las grúas…” En el estudio están sus pinceles y oleos. Hay retratos con ojos
abiertos, cerrados. Se muestra la vida en el lienzo, caras, ojos ocultos, telón
rojo, trenes, vacas, buses, tortillas, refritos, gaviotas, el centro comercial
y señoras acarreando bolsas. Esculpe un san Jorge y el dragón y un tío con una
camiseta de cocodrilo de Lacoste. Tiene influencia de la pintura gris de
Velázquez. Su arte es expresionista. Usa la técnica y los colores de la paleta
desde los 19 años. El cuadro en su nivel retorico lo pinta lo más bajo posible.
Usa una retórica pictórica, conceptual, una forma de pintar tradicional, y un
lenguaje llano, convencional y sencillo. En el cuadro pone una madera o una
cosa para hacer relieve. En su estudio vemos los diarios de Warhol así como
comics de Maitena o libros de Velazquez. Velázquez pintó 200 cuadros y murió viejo, era
muy vago. David García ha pintado mil cuadros desde los 12 años
Es tu
taller una guardia de dragón que escupe rostros hechos con la sangre de los
oleos y la mano de otros, que, como tú, querían crear algo nuevo. Tus miradas
lo dicen todo y los viejos con arrugas y el san Jorge con un dragón de Lacoste.
El hogar vasco y pop art y las estanterías de tebeos y libros de arte, tantos
libros que compraste para explicárselos a la gente despúes. Cada clase tuya nos
acerca más a los genios (que no existen), pero también a apreciar tu estilo tan
personal que se dice hiperrealista. Cercano a lo real. Dragón, guardas una
perla en tu caverna, dragón, cocodrilo de Lacoste.
Quisiera tener una lonja como la tuya y
pintar la piel de las personas. Cuando el retrato es más que la foto y las
modelos no se dejan fotografiar. Cuando las caras cierran los ojos y nos sonríe
Ana belén desde la bandeja de comedor de la escuela de bellas artes. Quisiera
tener una habitación propia y un estudio para leer libros de arte y escuchar
música desde tu tocadiscos. Quisiera palpar tus cuadros desnudos porque son tan
hiperrealistas que siento su piel. Y beber absenta como la periodista Silvia de
otto disk o como ese amigo al que van a entrevistar y que no quiere irse, que
no se va
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