lunes, 18 de septiembre de 2017

EMILIA PARDO BAZAN

Emilia Pardo Bazán, la condesa, leía desde los 8 años. Es una niña prodigio y repolluda que lee desde las indicaciones de una lata de berberechos hasta la Biblia, la historia de las cruzadas o el quijote (que encontró al cambiar de casa) Su padre era progresista y  liberal y en el 69 es elegido para cortes constituyentes tras la gloriosa.
A los 15 años se casa con el abogado José Quiroga que cuenta con 20 años. Se casa en el año 68, años de la revolución. Se pasa los inviernos en la corte, en la capital, y los veranos en Galicia, en su casa natal (donde ahora esta su casa museo y la de la RAE gallega) Su vida diplomática, bailes, etc, le deja un mal sabor de boca. 
 
En el 70 a su padre le nombran conde de Pardo y Bazán, pero el partido progresista (libertad constitucional más iglesia) es disuelto. Viaja a Paris, Italia... Se le despierta el fervor políglota y lee a sus autores en su lengua natal.  Crece su curiosidad intelectual y se amiga con Kraust (un teósofo, un iluminado de la escuela Waldor o los masones; Goethe, de la teosofía) Kraust es el filósofo discípulo de Kant en el que se basa el proyecto de la residencia de estudiantes y el instituto libre de enseñanza de Giner de los Ríos. La condesa lee a Kant, Descartes, Aristóteles, Platón y los místicos. Es una lectura seguida, metódica, que hace en su escritorio y biblioteca y pasa de la lectura al estudio. La filosofía la da las bases. 1886 es el año del nacimiento del primer hijo. Escribe un ensayo critico de las obras del padre Feijo. Para la poesía no logra tener dotes (originalidad, sinceridad de un poeta.) Jaime es su único libro de poesía. La poesía es una laguna en su autodidacta educación. Se sujeta a un método de estudio y desiste de toda lectura de mero entretenimiento (novelas)En e 74 no conocía a Valera, Alarcón, Pereda ni Galdós, principales autores del realismo.  En Santiago escribe “pascual López, autobiografía de un médico” Escribe la vida de san Francisco de asís. Y enferma de hepatitis. En el convento se relaja. Le recetan aguas de Vichí. Ha fundado una revista en la Coruña. Lee a Flaubert, Courbert, los rumbos de la novela moderna. Quiere vivir y reflejar la epopeya de la naturalidad, de la vida real, tal como es, sin sustituirla por ficciones más o menos bellas. Escribe un viaje de novios relatando su viaje por Europa) 
  
Nace en el 81 su segunda hija Carmen. Del 82 al 83 escribe los artículos la cuestión palpitante en el periódico la época, semanario. Allí aborda el naturalismo de Zola (emparejado con el determinismo científico) Escribe en 1883 la tribuna, en 1886 los Pazos de Ulloa, en 1887 madre naturaleza y en 1891 la piedra angular  Participa en la escuela francesa pero no el determinismo cientificista pues choca con su religión cristiana. Desarrolla en la novela nuevas técnicas de observación.     Marinera es el trasunto de la Coruña. Busca la exactitud, la objetividad, salir del realismo simplista, con más libertad para crear el personaje) No es licito ni artístico copiar, reconoce.  José Quiroga la obliga a dejar la literatura y acuerdan un mutuo distanciamiento. Así la condesa es una de las primeras mujeres de la época en separarse cuando no existía la ley del divorcio. Mantiene buenas relaciones con su ex marido, aparecen juntos en los actos públicos.  En 1887 escribe el cisne de villamorta (villa de Carmaniño) que es un texto más romántico. Clarín la elogia, pero señala defectos de estilo (sus galicismos, arcaísmos...) “acabare por no saber como hablar” le dice a Menéndez Pelayo. “no importa en Emilia los vocablos pues van envueltos en un vehemente torbellino vital” dice Azorín de ella. En 1887 en el ateneo de Madrid habla de la literatura rusa sicológica. Publica en la romería (en un viaje por Italia) mi tierra (sobre Don Carlos y los carlistas) y mi postura política.  Desprecia la política en los personalismos todos, pero no le es ajena en cuanto trata a España como dijo Unamuno ¡que afán de encasillar a la gente! Escribe en 1889 insolación y morriña. Se convierte en una figura pública trasgresora. Rechaza la novela de tesis, política o ideológica, pero critica la pena de muerte y se abandera de todas las buenas causas. En sus novelas no hay publicidad (salvo el niño de Guzmán donde habla de “el desencanto español”)
Le rechazan en la RAE por ser mujer (como a otras escritoras). “No soy idealista ni naturalista ni materialista, sólo ecléctica (se amolda a todo)” Sus obras una cristiana y la piedra glorias de un solterón y doña milagros son consideradas románticas. Escribe artículos sobre la mujer española. El nuevo teatro crítico es una revista para homenajear a Feijoo. “Defender a todas las mujeres es ofender a los hombres”, decían en la época. Publica la biblioteca de la mujer, con biografías de mujeres, un libro de cocina española antigua y moderna, tratados morales y una selección de escritoras, confiesa su afición de guisar. No ve incompatibilidad en que una mujer sea ama de casa y a la vez escritora.  Concha Lizarra, mujer de Unamuno, nunca leía las obras de su marido y Emilia la regala un libro de recetas culinarias. Valera critica su condición de mujer en “la mujer y la academia” Tiene polémicas con todos los escritores por machistas y no aceptarla
  
Sin embargo, se escribe cartas amorosas con Benito Pérez Galdós. Discute el autor con ella como va a desarrollar los cuentos de Marinela, los sacroprofanos, navidad y reyes, patria, antiguos, dramáticos, de amor.... En la novela la quimera aparece el pintor Bahamonde que fue quien mejor la retrató) En 1892 se dedica a dar conferencias “educación hombre y mujer” en el Instituto educación hispano Lusano. Conoce a Concepción Arenal, feminista y comunista, y en el instituto libre de Enseñanza ILE comparten sus ideas feministas.   En abril del 99 da una conferencia en la Sorbona en la que se declara feminista. Le dedican los juegos florales de orense. Goya y la espontaneidad española es otro discurso de ella. O el discurso de Gabriel y Galán en la universidad de Salamanca. Inaugura el ateneo de Valencia. Escribe en el ateneo de Madrid la sirena negra (el tema central es la muerte) En 1900 en el imparcial publica sobre la exposición universal de Paris. En 1902 viaja por la Europa católica (países bajos) En 1906 estrena las obras teatrales Verdad y cuesta abajo sin éxito. En 1908 la condesa de Pardo y Bazán es nombrada condesa de castilla por Alfonso XII. En 1912 lleva el luto convencional por su esposo. La eligen catedrática de lenguas latinas en la universidad central de Madrid (había reticencia a que una mujer enseñase a hombres en la UNI. Por eso abandona las clases) Emilia no se oculta tras trajes ni oculta su nombre en seudónimos. El 12 de mayo del 71, con 70 años, la diabetes acaba por matarla. La entierran en la concepción de Madrid. Recibe los sacramentos y una cruz honorífica del papa.
  

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