sábado, 16 de septiembre de 2017

DIFERENCIA ENTRE CANTIGAS DE AMOR Y DE AMIGO, FEMENINO Y MASCULINO

La primera cantiga es de amor porque en el poema un hombre se dirige a su amada. Esto le da un carácter de visión “masculina” del amor, frente a la cantiga de amistad en que el autor asume (con voluntad de estilo) la voz poética de la amada, por lo que es una visión “femenina” del amor. El poeta se refiere a su amada en términos de senhor (señora) o dona (dueña) Esta cantiga provenzal usa el léxico medieval ambiguo que lo mismo designa el sistema feudal que el religioso del Señor. Se rinde respeto a la dama igual que se rinde pleitesía al noble o se debe reverencia al señor Dios. 
El poema se basa en una contraposición abstracta entre el acercamiento y el alejamiento, el encuentro y desencuentro, de los amados. Decimos que el poema es abstracto ante la ausencia de un marco espacio- temporal en que pudiéramos concretarlo, como sucede con la cantiga de amistad. El hombre se lamenta de haberse alejado de ella y dice que ningún hombre halló nunca a nadie como ella. (en el sentido de que conserva su virginidad y en el sentido de enfatizar su excepcionalidad) Además no se dan repeticiones ni redundancias y sí una fuerte hipérbole o exageración hacía los rasgos de la amada que resulta, a sus ojos, la mejor. Enfatiza su belleza física (su aspecto) y sugiere que es virtuosa ya que “ningún hombre podría hablar de ella”.
La segunda cantiga  es de amistad porque el narrador asume “la voz poética” de la amada. La mujer en la edad medía no podía ser la amadora sino que era el erotos o el objeto de amor, idealización y cristalización del amador. Por eso se dice eufemísticamente que la mujer añora a su “amigo”. En este poema la amada se dirige a una presencia superior, a Dios, mientras que en el anterior el amador se dirigía concretamente a ella. (una mujer que se dirigiera directamente al hombre podía ser considerada “buscona” según el machismo de la baja edad medía y de la clerecía)
En las cantigas de amigo vemos la presencia de elementos naturales como en este caso la referencia a las flores. La mujer se dirige al Dios presente en toda la naturaleza y así ha de entenderse la pregunta retórica que hace a su ramo de flores sobre donde se halla su amado.
Ambos poemas versan sobre la soledad y la añoranza de un amante ante la ausencia del otro, pero sí en el primero el hombre intenta convencerse así mismo de la “virtud” y fidelidad de su señora, en el segundo la mujer se queja de la falta de lealtad que ella da por supuesto en su hombre. Ella le reprocha a él haber roto su juramento o contrato amoroso y por tanto faltar al honor. (a su amado se refiere como “el que mintió en lo acordado conmigo”) En este poema, sentimos el reproche sentimental de la amada hacía su hombre desaparecido. A diferencia de la cantiga de amor, se dan más repeticiones y redundancias en la idea principal (¿Dónde andará? ¿Dónde esta? ¿por qué me mintió?) Incluso estas “ideas- fuerza” o “formulas tópicas” pueden verse como estribillos dentro de estas coplas pareadas que según la teoría textualista partían de la tradición oral y hasta del refranero popular.  Cada verso se inicia con la misma formula que el verso anterior (en los dos primeros versos Ay, flores, repetido dos veces. Y el ¿sabéis noticias?) El último verso empieza como acaba el anterior y a esto se le llama anadiplosis o leixapren (“deja y toma”). Esta estructura repetitiva y en paralelo caracteriza la cantiga de amistad ya que las retahílas en forma de quejas o reproches sentimentales se usan como el recurso más claro en este tipo de composiciones. 
  

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