Es de sobra conocido Paul Auster.
Han sido traducido sus obras a 30 lenguas. Ha recibido el premio Medicis, el
orden de las letras y las artes en Francia, o el premio príncipe de Asturias.
De la fama de este escritor en el mundo entero da cuenta el hecho de que hoy se
haya llenado todo el auditorio del edificio de la alhóndiga de Bilbao. Tanto la
sala de congresos del centro Azcuna y la bastida (donde está la pantalla de
televisión) están llenas hasta arriba. Las entradas llevan agotadas desde hace
meses, desde que se anunció este evento. Mucha gente se ha quedado en la
puerta, por no reservar la entrada y venir a última hora. Han sido unos pocos
los que lo han visto en directo en la sala de conferencias, otros pocos los que
lo han visto desde la gran pantalla y muchos los que se han consolado y
conformado con verlo desde la pantalla de su móvil o de su ordenador, pues este
dialogo se ha publicado en streaming
en internet. Tiene el formato de las charlas que se suelen celebrar en
primavera, en abril, en el llamado gutun
zuria. La conferencia ha consistido en un dialogo entre Pablo Guimón (periodista y corresponsal
del país en el Reino Unido. Lleva allí 15 años) el entrevistador y el
escritor. Después de la charla, el
público accede a la planta baja del edificio, junto a los cines, donde
disfrutará de la hora del lector con la clásica copa de vino. El lector podrá
sacarse una foto con el escritor, manteniendo la distancia con su mesa. o
podrán pedirle un autógrafo. (Si bien se trata de una dedicatoria muy neutra.
Una encargada va apuntando nuestros nombres y el escritor se limita a poner
nuestro nombre, una raya, y su firma con las iniciales PA, Paul Auster) La
entrevista es en inglés, aunque Guimón hizo las preguntas en castellano. La
conferencia se ha traducido de forma simultánea
Paul Auster (Newark,
Nueva Jersey, 3 de febrero de 1947)
es uno de los grandes autores norteamericanos contemporáneos. Además, es
guionista y ha sido director de cine. Es judío afincado en Nueva York. Por ser
judío y haber hecho cine y vivir en Nueva York se le suele asociar con Woody Allen, también premio príncipe de
Asturias. Entró de niño en contacto con los libros por la biblioteca de su tío
aunque sus padres no leían. Estudió dos años desde 1965 en la universidad
Colombia de Nueva York y vivió la bohemia de Greenwich Village. Fue activista
en contra de la guerra de Vietnam y visitó el París bohemio. Hizo guiones de
películas que nunca se rodarían. De esa etapa de su vida habla la invención de
la soledad. Trabajó para periódicos. Escribió en el 85 su famosa trilogía de Nueva York, el país de las
últimas cosas (87) y el palacio de la luna (91). Trabajó para una petrolífera.
Y en París se dedicó a traducir a Mallarmé,
Sartre o Simenon. Sus novelas son novelas negras a la vez que
intelectuales. Sus maestros son Raymond
Chandler y Dashiell Hammet. Se
separó de la escritora Lidia Davis
con la que había estado casado 3 años y murió su padre. escribió la invención de la soledad basándose en
sus recuerdos. En el 81 se casó con la escritora y neurosiquiatra Siri Hustvedt, y empezó a escribir obras como la ciudad de cristal (86), el palacio de la
luna (91), leviatán (97), Mr Vértigo (95) Tombuctú (99) el libro de las
ilusiones 2002, la noche del oráculo 2004, y Brooklyn Follies 2005. En el
2006 le dan el príncipe de Asturias. Escribe viaje por el scriptorium 2007 y un hombre en la oscuridad del 2008.
Tuvo con Siri a su hija, Sofia que es actriz y cantante. Se ha negado a visitar
países con dictaduras como Turquía, o China. También escribió diario del invierno. Es el gran escritor del azar. No cree en la
causalidad causa efecto sino en la casualidad; uno nace porque en una fiesta
has conocido a tal mujer, y has compartido con ella tu esperma. No hay destino
ni determinismos, y la vida la rige el sin sentido. Lo vemos en novelas como la música del azar y en Leviatán (ambas del
97) y en su trilogía de Nueva York (formada por ciudad de cristal, fantasmas
y la habitación cerrada). Su estilo es sencillo, a veces poético, pero con una
complicada arquitectura detrás. Hay muchas digresiones, meta ficción y citas literarias,
juegos literarios y espejismos. Describe lo mismo a vagabundos que a ejecutivos
obsesionados con el dinero. En España su equivalente sería Luis Landero o Felix de Azua o Villa Matas pues sus protagonistas
siempre son perdedores y antihéroes. Juega con la multiplicidad de narradores y
la identidad y la fragmentación de la personalidad, el hombre bi duplicado… sus
influencias son Kafka, Borges,
Dostoievski, Becquet, Paul Celan, el quijote, Holderlin, paul Celan, Leopardi,
Montaigne… Tras invisible 2009 y Sunset Park 2010 ha
estado mucho tiempo en silencio, sin escribir. Este vacío y retiro literario lo
ha roto ahora pues acaba de publicar 4 3
2 1 en la editorial seix barral. Con ella da forma literaria o de ficción a
una serie de relatos autobiográficos que encontramos en sus memorias; la invención de la soledad, a salto de mata retrato de un fracaso precoz
y diario de invierno e informe sobre el interior del 2012. En el 2004
escribió relatos del cuaderno rojo o
creí que mi padre era Dios. Ha escrito poesía, teatro, y en cine guiones
como la vida interior de Martin Frost. Su
obra es muy extensa, magna y muy actual, hecha sobre todo de obras de ficción.
Paul Auster habló de la situación política de EE.UU. y de gran
Bretaña. Al hacer la entrada en el auditorio todos le recibimos con un
aplauso. Es el autor americano que más ha marcado a una generación de lectores
en Europa. Quizá ha sido más comprendido aquí que en EEUU. Hablaron de la
versión de las vidas que hay dentro de nuestras vidas, y de la vida del
escritor. De eso trata 4 3 2 1. La novela es un microcosmos del universo de
Auster. Están todos sus temas, sus construcciones y fetiches. Hay referencias a
otras obras, recuerdos de su propia vida. Es la novela que supone una ruptura
más clara con su estilo y la temática normal. Es la historia paralela de 4
versiones de vida de Archie Ferguson. 4 personas comparten un código genético,
pero tienen diferentes problemas. Lo ha dividido en 4 unidades para hablar de
una sola persona, pero cada versión de esa persona es diferente.
Cuando Auster era un niño, con 8
años, se encontró en un partido con su héroe del futbol americano. Vendiendo su
timidez le pidió un autógrafo. Era
el jugador estrella de su generación, sin duda alguna. Se acercó después de un
partido y le dijo, tenía 24 años el jugador, si le podría firmar un autógrafo. “Por
supuesto chaval, ¿tienes un lápiz?” No tenía un lápiz ni sus padres tampoco. Se
sintió muy decepcionado. Desde entonces siempre lleva un boli en su bolsillo. A
sus hijos les dice que por ese motivo se convirtió en escritor. Con 14 años, en
un campamento de verano, hubo una gran tormenta y un rayo atravesó a su compañero y amigo. Fue la experiencia más
importante en su infancia, la que más le marcó. Él pensaba que deambulaba por
la vida sobre tierra firme. Pero sintió la muerte por primera vez; alguien de
su edad, un chaval joven había caído fulminado por la fuerza del rayo que caía
del cielo. Eso cambió su forma de concebir el mundo. Nos puede ocurrir a todos
en cualquier momento. Le afectó la forma de ver el mundo, y la forma en que
escribe. Es algo que le ha acompañado toda su vida, le ha hechizado y vuelve
una otra vez en su recuerdo. No lo describe tal como ocurrió. Aparece en el
libro, en la novela esta y en otras. Escribió sobre ese episodio de forma
objetiva en un relato, una pequeña obra que se llama el cuaderno rojo, no sé si
se ha traducido en España. Allí describe lo que ocurrió de forma más objetiva.
Forma parte ese episodio de la esencia de su narrativa.
Esta novela no es autobiográfica. Los Archie no son el, aunque comparten
el lugar de nacimiento, lugares donde Paul Auster ha vivido en su etapa adulta.
Se le asemejan, pero las historias que cuenta en la novela no se basan en sus
propias experiencias. Aunque se le parezcan no son él. ¿Cuáles son principales
rasgos que le separan de los Ferguson? Hay dos, la principal es que sus
experiencias son diferentes a las suyas. En segundo lugar, más fundamental, es
que ellos son muy precoces, son capaces de hacer cosas a edades muy tempranas,
mas allá del común de mortales. El mismo no era capaz de hacer cosas tan precoces.
Están interesados en la escritura en sus diferentes formas; la práctica del periodismo,
la ficción, la poesía… A Auster le ha interesado la escritura desde la niñez.
No era capaz de producir un trabajo de calidad, pero Ferguson a los 14 o 18
años sí lo lograba, a una edad muy temprana. Auster tuvo una vida totalmente
distinta a Ferguson. El escritor investiga otras vidas que corren paralelas a
nuestra existencia y nuestras mentes. ¿Qué habría sido de mi si no hubiera
cogido ese avión, o me hubiera cruzado con esa persona, o hubiera tomado esa decisión?
¿Qué hubiera pasado si…? Eso nos convierte a todos en novelitas, creadores de ficción.
Todos no hacemos esas preguntas, ¿y sí..?, y nos planteamos; ¿y si…? Auster
explora las circunstancias que nos rodean, esas cosas de las que no tenemos
ningún control; quienes son nuestros padres, el país o ciudad o periodo
histórico en que hemos nacido. Soy un niño en una ciudad ocupada por el
ejército extranjero, asolado por la guerra o crezco en un entorno de paz…¿soy pobre,
soy rico? Son circunstancias que nos imponen y el niño debe aceptar. Tenemos
esas variaciones y luego las elecciones que tomamos en nuestra vida. A veces
son decisiones inconscientes, por ejemplo, ¿por qué fui a esa fiesta esa noche?,
¿por qué conocí esa mujer, me enamoré de ella, me casé con ella, me salió fatal
y me divorcié de ella? Si no hubiera ido a esa fiesta no me habría divorciado, o
fui a la fiesta y estoy felizmente casado con esa mujer desde entonces. Una
decisión importante que tomamos es qué tipo de trabajo elegimos, a qué facultad
o universidad vamos, qué queremos estudiar. Puedo ir a la universidad x o z. Parecen
elecciones semejantes, pero tocas a la puerta de tres destinos diferentes, 3
narrativas diferentes se van a desplegar y las desconoces totalmente. Tendrías un
grupo de amigos o profesores distintos si hubieras tomado otra decisión. Son
cosas que todos nos planteamos.
En 2013, hace 4 años, Auster estaba
desayunado, tomando una taza de té y leyendo el periódico y tuvo una inspiración.
¿Por qué no escribir una novela sobre una persona con múltiples vidas paralelas
para ver cómo se desarrolla? Le emociona la idea, se picó, le salen nuevas ideas
en su mente. Pasados unos días ya se había puesto a escribir algunos pasajes de
esta novela y ha sido toda una aventura, reconoce. La más pesimista lectura de
la novela es que la vida, como el escritor, no es creador de vidas o personas,
sino que las destruye. Elimina todos los seres que podíamos haber sido e
indulta sólo a uno. “Bueno, solo vivimos una vida, esa es la realidad”. Es
fascinante especular sobre las vidas alternativas que podíamos haber vivido,
pero al fin y al cabo perseguimos un único camino, y trayectoria. A veces ese
camino es tortuoso. No sabe si debería desvelar mucho sobre la naturaleza del
libro y lo que ocurre al final, pero no quiere echarnos atrás la novela o destripárnosla,
así que mejor se calla. Que no se preocupe el lector; en las ultimas paginas
hay un cambio que lo pone todo patas arribas. Con Auster estamos en territorio
familiar pero desconocido a la par. El propio narrador lo pone en un fragmento
del libro, al escribir las tenciones literarias de Ferguson; quería combinar lo extraño y lo familiar, a eso aspiraba
Ferguson. Observar el mundo tan detenidamente como el más entregado realista
pero a la vez crear una forma de ver la realidad a través de un prisma
diferente, ligeramente deformante. ¿Cómo se consigue eso?
El no coincide con ese
pensamiento de su personaje de ficción. El personaje es un chaval de 17 años
cuando le surge esta idea o pensamiento. Hay una verdad en esa afirmación. Es
una descripción de como el propio escritor se aproxima a la lectura, pero el
tipo de historias que concibe Ferguson son diferentes. Él está interesado en
crear ficción, y el tipo de relatos que escribe Ferguson desde joven son
diferentes a los que Paul Auster escribe. A F no es P A. es una tentación
fuerte decir que ambos piensan igual. Habla de ficción, es una invención, una
construcción. Ferguson no es como el escritor que él era o el que ahora es. Su
memoria mejora.
La novela está llena de
referencias literarias para ir apuntando, en clave de lectura. Hay un homenaje
a Borges, al “jardín de los senderos
que se bifurcan”. En esa novela, todos los enlaces de un acontecimiento tienen
lugar simultáneamente. ¿En qué medida te ha influido Borges en este libro y en
tu carrera en general? ¿De qué otros autores consideras su influencia? Cuando
leía a Borges le fascinó su obra. Tendría unos 19 años. Le encantó, le sigue
gustando muchísimo. Su obra, la de Borges, es digna de admiración, pero no ve
como le influye a él directamente o en su obra. Borges le ha llevado quizá a
pensar que debe ser ambicioso, que la imaginación nos lleva a caminos
desconocidos, y por eso hay que dar rienda suelta a la imaginación. Borges da
rienda a sus propios pensamientos. Escribió novelas, piezas más cortas, más
breves. Poco de él podemos considerarlo novela. Falta en Borges cosas que a él le
han interesado mucho, el tira y afloja de la vida física, vivir dentro de un
cuerpo. Borges vive dentro de una cabeza más que de un cuerpo. No es Auster un autor
de relatos cortos ni un filósofo. A Borges le concibe como un filósofo. En las
influencias de su ficción no va a mencionar la poesía. Los escritores de ficción
que más le gustaron cuando los leyó y le siguen gustando serían varios en
lengua castellana, pero en especial el don quijote de Cervantes que leyó a los
18 años, y le rompió en dos, le impactó muchísimo. Es la novela que contiene todas
las novelas. Es una obra mastodóntica de ficción, recoge diferentes formas de
escribir ficción. Es muy divertida, graciosa y muy conmovedora, repleta de
sorpresas. Cervantes nos ha enseñado
a los novelistas en gran medida. Ha sido un gran maestro. La primera novela que
le dio la vuelta y le puso patas arriba fue crimen y castigo. Fue un punto de
inflexión en su vida. Ha escrito relatos y poemas desde que tiene 10 años.
Cuando leyó a Dostoievski se quedó
abrumado totalmente por esa obra. Esto es lo que puede provocar una novela, este
impacto. No hay nada mejor en la vida que escribir novelas, pensó. Tolstoi
Chejov… los autores rusos fueron grandes influencias para el. Isaak Babel, escritor del siglo xx de
relatos cortos, también. Y entre los escritores norteamericanos, Thoreau, en especial. Hace referencias
a él muchas veces en sus novelas. Están los autores franceses. En el siglo XX
los autores más importantes para él han sido en primer lugar, James Yoyce, (que ha tenido un gran
impacto en su forma de pensar y concebir y plantearse la literatura) y Kafka, que es el mejor escritor del
siglo xx, y nunca se cansa de leerle. Beckett
tuvo mucha influencia en su vida, una fuerza importante para él, sobre todo en
la veintena. Le costaba entenderlo en su época en un tiempo concreto. Pensaba
que era el “nova más” de la ficción. Fue una carga para él y una inspiración a
la vez. Consiguió superarlo. Olvidó a Beckett, de lo contrario no podría
escribir. “Beckett te lleva al abismo, a un punto muerto, no puedes escribir
con Becket”. Menciona libros dentro de sus libros. Menciona obras de cine, de
arte, piezas musicales. Está llena de referencias de estos tipos. Le llama la
atención que la mayoría de los novelistas cuando hablan de sus obras o escriben
o redactan no van al cine. A él le enriquece completamente. En la novela debe
estar todo presente, arte cine, todo es interesante y debe estar dentro de la
novela. Eso lo vemos también dentro de esa novela. Cine, arte, deportes… el
sexo. La mayoría de los chavales de su edad estaban interesados en el deporte aunque
a muchos jóvenes no se les daba bien el deporte. A todos les interesaba,
disfrutaban con el deporte. ¿a quién no le interesa el sexo? No existiría el
mundo sin sexo. Habría un mundo sin seres humanos habitándolo. Son pasiones
compartidas. Los Ferguson son sensibles a la música, responden de forma
profunda a ella. Él también reacciona ante la música. A todos nos conmueve la
música. Forma parte de la vida escuchar música. A los 66 años cumplió la edad que
tenía su padre cuando falleció repentinamente. Traspasar la edad de su padre le afectó, le hizo pensar más en la
muerte repentina y cambió su forma de pensar. Estaba traspasando una cortina invisible;
el hecho de superar la edad a la que murió su padre era algo que siempre se
había planteado, vivir más tiempo que su padre. El año que cumplió los 66 años
fue un año que pensó más en la muerte que lo habitual. Igual me llega el día
pronto, se dijo. Su padre era un tipo muy saludable, no bebía ni fumaba, tenía
buena salud... Cayó fulminado por un ataque al corazón, fue una muerte
repentina. El año que empezó a escribir esta novela pensaba mucho en la muerte.
Tenía que vivir para terminarla. Todo dependía de ello. Le iba a costar 5 o 6
años escribir esa novela, con el ritmo que hacía sus novelas. Al final le llevó
menos tiempo que el previsto. Él lo había duplicado. Tardó solo 3 años en
escribirla. Quizá porque se ha simplificado la vida, ha dejado de viajar, de
asistir a eventos literarios, no da entrevistas (salvo esta). Su mujer y él
comparten profesión, ella también escribe. Ambos se dedicaron exclusivamente a
escribir durante estos últimos años y ni veían a sus amigos. Escribían
muchísimo. Redactó el libro en 3 años y en 6 meses lo reditó, hizo correcciones,
modificaciones. Todo el proceso le ha llevado 3 años en vez de 6 que es lo que
él había calculado. Lo ha conseguido porque no ha hecho más que escribir. Pensó
que es lo que debía hacer. Se alegra de haberlo hecho, y sobre todo de no haber
fallecido en el camino, como su padre.
En las revueltas en la universidad de Columbia participo activamente y políticamente.
¿cómo vive alguien con sus ideas de izquierda y su trayectoria el panorama
político actual? Siempre le ha interesado la política. Siempre ha querido ser
un escritor. Este conflicto viene de antes. No se podía ser novelista a la vez
que activista. Tomó la decisión de que la escritura era más importante incluso que
sus convenciones e ideas políticas que también eran muy sólidas. Ahora que es
más mayor combina ambas cosas; escribir y protestar y manifestarse públicamente. Viene aquí a hablar, en Europa, y a
diferencia de EE.UU., a la gente le interesa lo que dicen los escritores sobre
cosas que no son sus libros. No solo sobre su narrativa. Ha hecho y dicho lo
que piensa. Ha hecho entrevistas para televisión en el Reino Unido antes y
después de las elecciones americanas. Ha sacado en público lo que sentía. Ha
habido momentos en el pasado en que alzó la voz y escribió cosas defendiendo
una causa en la que creía profundamente. Lo hacía en momentos ocasionales, no
era un hábito en él. Tuvo un gran altercado público con la cabeza del estado
público de Turquía. Dijo que iba a
renunciar a cualquier invitación a ir a Turquía para así protestar por el
encarcelamiento de escritores y periodistas en ese país. Durante varios días
hubo un enfrentamiento entre ellos. Eso le da energía. Le gusta luchar contra
tiranos. En eeuu han elegido a un loco como presidente. El problema de EEUU
viene de atrás, es viejo como el mundo. Han votado a un loco. Y no es el único
que lo piensa. Lo que él opina no es distinto de lo que opinan millones de personas,
pero él tiene la oportunidad de expresar en público lo que piensa. “No sabe a dónde
vamos, lo que está ocurriendo, no puedo hacer predicciones”. Que una persona sea
como Trump sea así, lo acepta, hay
muchos locos en el mundo, pero no tienen 73 millones de personas que le han
votado para ser presidente. Hay que plantearse qué le ha ocurrido a su país
para que elijamos alguien así. A Trump solo le interesa él mismo, no entiende
la historia de américa, la constitución de eeuu, ni su legislación ni como esta
montado el gobierno. Se presentó para ser un dictador. Una vez que estuviera en
el capitolio haría lo que quisiera. Eso pensaba. Desde luego no le dejan hacer
lo que quiere. Ha causado mucho daño y va a seguir haciéndolo. Hay un gran
movimiento en el país contra él, eso le consuela. Desde hace 50 años hay una
gran ola de activismo contra él. Han entendido que han sido demasiado
complacientes con él, y es hora de ponerse las pilas y hacer resistencia. Su
programa público es totalmente inhumano. Va en contra de la vida y el gobierno.
Nadie sabe qué va a ocurrir. Se podría morir esta noche, le daría un infarto y
no pensaríamos más en él. O puede ser presidente durante 8 años más. ¿Desde qué
lugar ha elegido contarlo, desde la retaguardia, la trinchera, o la güerilla?
Simplemente Auster va a alzar su voz siempre que pueda. Ese es su plan. No
tiene necesidad de hacer artículos. Hay mucha gente buena escribiéndolos. Su
mujer ha escrito muchos artículos sobre la situación actual. Esta de acuerdo
con lo que escribe. Sería raro que los dos hicieron los mimos artículos y sobremodo
que pensaran distinto. Ella escribe y Auster habla en público. Lo interesante
con lo que ocurre en EEUU es que las mujeres están dando ese gran empujón
contra Trump. Le parece algo fantástico. Es un aspecto bueno de lo que está
ocurriendo. Muchas mujeres se van a presentar a las elecciones de presidencia.
Habrá muchas mujeres con puestos importantes en el país. Hilary Clinton fue vencida por ser una mujer, rebelando la
misoginia del país. La extrema derecha vio durante 8 años a un negro en la casa
blanca. Eso provocó una reacción racista en el país. No podían soportar la idea
de que Obama fuera presidente y el que una mujer fuera presidenta eso ya era
demasiado. Fue derrotada porque no era un hombre, lo cual es bastante triste de
decir, pero fue así.
A los 50 años escribió sobre hombres
debilitados y la presencia de la muerte. Al cumplir los 60 Auster vuelve la mirada atrás en el tiempo. Sus últimos libros han
sido autobiográficos. No tiene la respuesta a por qué escribe ahora sobre su
pasado. “Cuando te haces mayor mira uno hacia atrás”. Se alcanza una edad en que
empiezas un poco a revisar tu vida, a repasar lo que has hecho, y te preparas
para el periodo final. Él trabaja de manera inconsciente, a veces no sabe qué está
haciendo. Tiene una necesidad ciega de escribir ese libro. Así surgió por
ejemplo el diario de invierno. Era una meditación o poema o obra musical sobre
la historia de su cuerpo. Una vez que lo acabó supo que había más que quería
contar. Escribió el libro el informe sobre el interior, gemelo del otro libro,
siempre van juntos. Esos dos libros constituyen la primera vez que en serio
hecha la vista atrás, a su niñez e intenta darla un sentido. Se dio cuenta de
que era capaz de pensar en cosas que creía había olvidado. La mayor parte las
ha olvidado, pero hay experiencias notables que siguen vivas en él. Esos dos
libros hicieron preparar el terreno y el caldo de cultivo para esta novela.
Quiere tratar la infancia de manera ya de ficción, no autobiográficamente. Uno
de sus amigos, de 35 años, en EEUU, leyó el libro y le dijo que el mayor placer
era notar la diferencia entre lo que siente uno cuando tiene 6 años o 11. Cada
año se experimentan tantos cambios cuando eres niños que realmente requiere un
trabajo espiritual profundo, entrar en trance, para notar lo diferente que
piensas a los 11 años o a los 20. Hizo acopio a sus propios recuerdos. Los
transformaba en situaciones de ficción. Cada escritor solo tiene su propia
experiencia para escribir, su propia vida o la situación de su país. Le
preguntan qué echa en falta de su vida personal y también de la vida y la
historia de su país. “La vida ha empeorado tanto como ha mejorado. Si te
remontas a los días de su niñez, a los años
50, la gente tiene esa visión nostálgica de esa América como una edad dorada donde todo funcionaba,
todos estaban contentos, todos ganaban dinero y tenían trabajo. Eso es cierto si
eras blanco con ciertos ingresos, pero te olvidas del resto del país si piensas
eso. Mujeres y negros estaban reprimidos, el aborto era ilegal, había leyes
duras contra casi todo. Era una época de mucho miedo, eran los primeros días de
la guerra fría, la situación histórica del anticomunismo impregnaba toda la
vida en américa. No eran años gloriosos como piensa la gente”. Echa en falta ese
mundo de su infancia y juventud; el sonido de las máquinas de escribir (él
todavía las escucha) o los partidos de baloncesto, ese ruido… las tiendas de
discos. Ya no hay tiendas de discos. Ha pasado horas en su juventud buscando
entre los vinilos lo que quería. Ahora no puedes buscar cosas en internet,
tienes ya que saber lo que quieres. “En esas tiendas descubrías cosas nuevas”.
Hay cosas que echa en falta y cosas que no, para nada.
Hay una ruptura estilística en esta última novela. No hay rastro del
minimalismo que eran marca de la casa. Las oraciones pasan de una página a
otra. En las propias páginas de la novela se encuentra una explicación cuando
Ferguson 4 desprecia el consejo literario de mostrar y no contar a favor de
contar y contar. Eso es algo que ha experimentado el también. Siempre ha
contado y contado. No ha pensado en él como novelista sino como en un contador
de historias. Ni como un minimalista tampoco. Pero sus novelas iniciales eran
más ligeras. Algo le ha ocurrido. Le ocurrió hace 4 libros con la novela
invisible. En invisible encontró otra manera de escribir frases. Se abrió una
puerta y comenzó a explorar eso. Era el primer libro en que uso diferentes
personas para escribir; la segunda, la primera y la tercera persona. El libro está
lleno de varios puntos de vista, varias formas de abordar la historia. lo hizo
en Sunset Park también; frases de dos o tres páginas de longitud. En diario de
invierno e informe desde el interior hay frases muy largas. Quizá en este nuevo
libro son más largas todavía. Son un mundo en danza estas frases tan largas.
Tiene algo que le sigue empujando hacia delante, como lector y escritor. Es
como surfear, mantienes el equilibrio entre las olas y es muy divertido
experimentar eso. Él no ha sido un escritor precoz, pero si un lector precoz en
una casa donde no había libros ni mucha lectura. ¿cómo se despertó en él esa
emoción por la lectura y la escritura? Pablo Guimón ha hecho una buena
investigación, ha hecho bien los deberes. Se ha documentado y le recuerda a Auster
que escribió su primer poema a los 9
años. Auster alaba lo preciso que es en todo lo que dice, esta impresionado.
Todo eso es verdad. Sus padres no habían ido a la universidad, no leían libros.
A él le gustaban de niño, no sabe explicar por qué. Donde vivían tenían una biblioteca
muy buena y sacaba de allí libros. ¿Por qué escribió un poema cuando tenía 9
años? Se acuerda de las circunstancias. Caminaba por un parque entre su casa y
el centro de la ciudad. Iba a hacer algo en la ciudad, iba solo, a principio de
primavera. Eran los primeros años de luz del año. Estaba tan contento de que se
acabara el invierno que sintió el impulso de escribir sobre eso. Fue a la
ciudad y compró un cuaderno y empezó a hacer un poema malo y terrible sobre la
primavera. Pero eso no importa porque le hizo sentirse bien. Se sentía
conectado con las cosas que le rodeaban, entre él y el mundo. Para escribir hay
que prestar atención mejor que ir caminando y mirando a las nubes. Cada vez que
intenta escribir algo, aunque sea muy malo, vuelve a sentir esa mágica conexión. La sigue sintiendo.
Esta sentado solo, durante horas, en una habitación y se siente inmerso
profundamente en el mundo. A veces no lo nota cuando esta con gente en el mundo
de allí fuera.
La muerte de su padre le marcó al
escribir la invención de la soledad. Un año después conoció a su mujer que ha
sido esencial en su vida y su carrera. Nos habla de esos dos momentos de su
vida. Conocer a Siri fue el mas
importante acontecimiento de su vida. Acababa de cumplir 34 años. Se había
separado de su primera mujer, Lidya
Davis, con la que pasó 3 años juntos. Por casualidad (de nuevo el azar y la
casualidad) fue a un recital una lectura donde leían poesía. Era un lugar muy
conocido de Nueva York, en la 92, donde se hacen esas lecturas de poesía. Había
miles de personas entre el público. Una antigua novia suya, una poeta, leía. Y
quería ir, solo para poyarla. Venía de un viaje y dudaba si ir o no. Pero se
dijo; tengo que ir. Allí estaba Siri. Solo conocían a una persona en común entre
toda esa gente. Era la persona que le acompañaba a esa lectura, él era un
estudiante de Columbia y ella (Siri) también. Él estaba casado con su mujer.
Auster pensó que el amigo de Siri le estaría engañando a su mujer. Auster le
dijo a Siri; encantado de conocerte. Estaba sobrecogido por la belleza de Siri,
aunque no había dicho nada, pero le gustaba su presencia. Cuando el amigo de
ella se fue a hablar con otra, se dio cuenta de que no eran pareja. Empezaron a
hablar, horas y horas. Fueron a otro lado, siguieron hablando y acabaron juntos
esa noche. Y así 36 años. Siguieron esa conversación aquella noche y la han
seguido ya durante 36 años. Desde esa noche siempre han estado juntos. No puede
imaginar su vida sin ella. Hablando de vidas paralelas en los Ferguson, conocer
a su mujer le abrió la puerta a un nuevo universo, a una vida distinta de la
que llevaba. Y todo trascurrió por azar y por casualidad. Como escritora es una de las más brillantes
que ha conocido, como novelista pensadora y ensayista. Ya tuvimos la
oportunidad de escucharla en esta misma sala de la alhóndiga edificio Azcuna
cuando vino a hablarnos de la neurociencia y la escritura. Está muy implicada en la neurociencia, da
clases en una escuela de medicina a jóvenes siquiatras del hospital, y a gente en
general sobre cómo escribir y hacer escribir a sus pacientes. Ha compartido estos
años magníficos con ella, Lo comparten todo. Ella lee siempre lo que escribe.
Nadie sale de casa sin la aprobación de Siri. El también la hace comentarios.
Tienen que ser completamente sinceros. No darse una palmadita en la espalda y
decirse el uno al otro; bien hecho. “Intentamos sugerir cosas que lo puedan
hacer mejor el relato, pero de esa manera, sin cambiarlo”. Ella no le dice que
tiene que escribir como ella o al revés. Se entienden perfectamente y comparten
el proyecto del otro. “Dos escritores juntos debe ser algo muy difícil, pensará
la gente, pero sin embargo es una gran ventaja”. Ambos escritores se
conocieron, se casaron. Tienen una hija, Sofie,
una estupenda cantante, “es nuestra hija querida” El escritor concluye; “Tengo
mucha suerte. Tengo una mujer que quiero y trabajo en lo que quiero. ¿qué más
se puede pedir a la vida?” Todos le despiden con aplausos esperando el vino
final, la foto y la firma de ejemplares.
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