Sucede en Argos, Micenas. Orestes relata a un preceptor cómo
dará muerte a Egisto, el amante de Clitemnestra que mató a su padre Agamenón.
Electra vestida de sirvienta cenicienta ha sido condenada por Egisto a las tareas
más deshonrosas del hogar. Su hermana
Crisostemis la dice que si no corta el victimismo y sus ríos de lágrimas, su
padrastro la desterrará para quitársela de en medio. Electra la reprocha a su
vez que ella apoye las libidaciones y ofrendas de la asesina de su madre. El
espectro del marido se le aparece a la madre en sueños. Crisostemis se niega a
participar en la venganza. Electra y Clitemnestra discuten. Ella mató a
Agamenón por haber matado a su hija Ifnigea, pero Electra cree que su padre
Agamenón sólo cumplió con su obligación de honrar a los dioses y que era
necesario para llegar e invadir Illión, Troya.
Orestes, disfrazado de preceptor o mensajero, comunica su falsa muerte
que no causa ninguna reacción en su impasible y glacial madre, pero sí en
Electra quien se siente muy afligida. Las
dos hermanas discuten “Tu has nacido mujer y no hombre.
Tienes menos fuerza en tus brazos que tus enemigos” “Electra está traicionada,
sola, agitada, lamentando siempre su infeliz, dispuesta y condenada a no ver
más la luz, por eso invoca a las erinas” Electra llora ante las supuestas
cenizas de su hermano y le confiesa al extranjero que vive entre enemigos.
Entonces Orestes se descubre; no estoy muerto, hermana, era un engaño. Juntos,
Electra y Orestes, matan a Clitemnestra y le enseñan el cadáver a Egisto, a
quien matan también seguidamente .
No hay comentarios:
Publicar un comentario